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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 408 | Marzo 2016

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Nicaragua

La unidad de los vigores dispersos y las señales temerarias del poder

Quienes exigen un cambio de rumbo en el país trabajan para que las elecciones de noviembre sean transparentes y no se materialice el fantasma de un nuevo fraude. Trabajan también por la máxima unidad posible para polarizar los comicios. Mientras, el círculo cercano a Daniel Ortega envía a toda la sociedad señales temerarias que indican que tienen temor a la transparencia y a la unidad y que están dispuestos a pagar cualquier precio para conseguir su tercera reelección.

Equipo Envío

El gerente general de M&R Consultores, Raúl Obregón, ha repetido este mes, haciendo coro a voceros oficiosos del gobierno, en su caso basándose en las encuestas que hace su empresa, que Daniel Ortega es “invencible” y que hay que “aceptar” esa realidad porque su gobierno ha generado una voluntad de paz y de convivencia que refuerza el desarrollo social y económico del país. A siete meses de las elecciones hay quienes no aceptan ninguna de estas aseveraciones. Creen que Ortega nunca ha estado tan débil y que en unas elecciones libres eso se pondrá a prueba.

Corre también la opinión de que sólo con una oposición unida se le podría vencer. Estando en el año del centenario de la muerte de Rubén Darío, preguntémonos, glosando los versos más repetidos de su famosa “Salutación del optimista”: Que los “vigores” de la oposición estén “dispersos” es evidente, pero ¿se “unirán”, se “secundarán”, formarán “un solo haz de energía” que venza al invencible? Y saliéndonos del poema, ¿será la unidad de los políticos lo que más pesará en las elecciones del 6 de noviembre o será la unidad de los ciudadanos votando masivamente lo que decidirá?

¿EN QUÉ SE PARECE 2011 A 2016?


Lo sucedido en las elecciones de 2011 sugiere algunas comparaciones.

En la acera del gobierno hay dos importantes semejanzas entre el escenario pre-electoral de 2011 y el de 2016. Hace cinco años Ortega tenía total control del Consejo Supremo Electoral (CSE), se resistía a aceptar la observación electoral internacional y tuvo que aceptar la de la Unión Europea y la de la OEA.
Cinco años después dio muestras de estar determinado a mantener el control del CSE nombrando como magistradas a tres militantes del FSLN para ocupar los tres cargos que quedaron vacantes en 2014 y 2015. Y el 1 de diciembre de 2015 lanzó esta advertencia: “¡Esos grupos de observación internacional, manejados sobre todo por los que siguen viendo a nuestras naciones como colonias, no son más que instrumentos de injerencia y de intervención”.

En la acera de la oposición, la situación es parecida a la de 2011, principalmente porque la población y los partidos que enfrentaban a Ortega temían un fraude, por la experiencia de las elecciones municipales de 2008. Y lo siguen temiendo. En la composición de las fuerzas opositoras es donde hallamos algunas diferencias, entremezcladas con semejanzas.

LAS DOS MITADES
DEL LIBERALISMO EN 2011


En 2011 el liberalismo aparecía dividido prácticamente en dos mitades, de forma parecida a lo sucedido en 2006.

Por un lado estaba Alemán en la casilla 1, como candidato presidencial del PLC, partido al que muchos auguraban que el CSE, manipulando los votos, le asignaría el segundo lugar. Por el otro lado, estaba una alianza que se llamó inicialmente UNE (Unidad Nacional de la Esperanza), integrada en su núcleo original por dos movimientos políticos a los que el CSE les había cancelado, con decisiones arbitrarias, su personería jurídica: el Movimiento Vamos con Eduardo y el Movimiento Renovador Sandinista.

A la UNE se unieron una corriente del PLC distanciada de Alemán, corrientes del PLI original, de la Resistencia, del Partido Conservador, el partido PAC, el grupo de alcaldes que denunciaron el robo de las elecciones en 2008 y organizaciones de la sociedad civil integradas desde hacía meses en la llamada Alianza Patriótica. Finalmente, el MVE logró hacerse con la representación de un partido con personería jurídica, la casilla 13 de la boleta electoral, la del Partido Liberal Independiente (PLI).

Esta heterogénea alianza compitió en los comicios llevando como candidato presidencial de consenso a un liberal, el empresario radial Fabio Gadea, en fórmula con el miembro del MRS, Edmundo Jarquín. A pesar de la grosera manipulación de los votos que el CSE hizo ese año, no le quedó más remedio que asignarles el segundo lugar (31% de los votos), mientras que el PLC pareció aquel año a punto de extinción: no le pudieron asignar más que el 5.9% de los votos.

DOS COALICIONES
CON MUY DISTINTO PESO


Hoy la oposición ya no está partida en dos mitades. Existen dos coaliciones, encabezadas de nuevo por los dos partidos liberales, PLC y PLI, aunque con muy diferente peso en el escenario que se perfila para noviembre.

El PLI- MRS, en alianza electoral desde aquel 2011, con 23 diputados el PLI y 2 el MRS -muy activos en la Asamblea Nacional en estos cinco años-, organizaron en mayo de 2015 la Coalición Nacional por la Democracia, a la que se fueron uniendo dos grupos liberales distanciados de Alemán (Movimiento Liberal Constitucionalista y Cruzada PLC por la Unidad), grupos organizados de la Resistencia, los social-cristianos de la UDC (partido al que el CSE canceló también arbitrariamente la personería jurídica) y un nuevo partido evangélico aún no reconocido por el CSE, el PANAC, presidido por Saturnino Cerrato, pastor de las Asambleas de Dios, denominación evangélica con más fieles en el país, calculados por ellos mismos en 800 mil.

La otra “coalición” liberal se armó dos meses después, en julio de 2015, bajo la égida de Alemán, quien creó también una estructura “paraguas” en torno al PLC, a la que llamó Unidad Liberal Sindical y Republicana. La integran sindicatos de la CGT, de la Federación de Trabajadores y otros, tres mini-facciones que reclaman la perso¬nería del PLI y un grupo de la Resistencia, partido tradicionalmente fraccionado. La novedad de esta coalición fue someter a elecciones internas la selección del candidato presidencial, surgiendo de esa consulta Noel Vidau¬rre, procedente del muy debilitado Partido Conservador. Va en fórmula con el joven Miguel Rosales, secretario de organización del PLC.

La alianza electoral que el PLI y el MRS iniciaron desde 2011 y que parió la Coalición Nacional por la Democracia ha demostrado mucha más presencia en las calles, en los medios y en los territorios, reclamando cambios de fondo para las elecciones, apoyando varias reivindicaciones sociales y las luchas contra el Canal Interoceánico y ha elaborado propuestas y mensajes con filo. También ha mostrado una mayor madurez política y organizativa, expresadas en el proceso previo de elección de sus candidatas y candidatos a diputados que serán seleccionados después por la coalición.

Existe también una pequeña “coalición”, Unidad Democrática, organizada por Hagamos Democracia, con dos partidos con personalidad jurídica,¬ el Conservador y el PAC, al que acompañan personalidades de la vida social y política. Su relevancia es mínima.

OBJETIVO: AISLAR AL MRS


La falta de unidad de la oposición es tema recurrente en todos los análisis que se hacen del escenario pre-electoral. Y esa desunión se suma como dato crucial para reafirmar la invencibilidad de Ortega. El genial caricaturista de “Confidencial” Pedro Molina lo expresó a su estilo: Ante el volcán Momotombo en plena actividad, un hombre exclama asombrado: “¡Nicaragua, único país en el mundo donde cuatro volcanes se ponen de acuerdo y dos opositores no lo logran!” Cuando dibujaba, eran cuatro. Enseguida fueron cinco los volcanes del país en actividad permanente, que pareciera coordinada, aunque dicen los expertos que no lo es.

¿Busca Alemán la unidad? La sombra de la hiper-corrupción que dirigió en su gobierno nunca lo ha abandonado. Y pareciera que necesita una unidad que lo incluya, después de la debacle del PLC en 2011. Si Alemán eligió como candidato presidencial a Noel Vidaurre, vinculado a la élite empresarial del país, lo hizo para atraer con ese anzuelo al PLI y conformar una coalición opositora con mayor influencia del PLC que aislara a los sandinistas del MRS. Aislar al MRS es el propósito de varios sectores empresariales, aunque no de todos, pues aprecian la capacidad de un partido, aunque pequeño con iniciativas interesantes. Aislar al MRS ha sido un objetivo permanente del partido de gobierno.

Quienes quieren aislar al MRS no pueden obviar que su presencia, su activismo, la experiencia de sus dirigentes, su tendido organizativo, aunque limitado muy comprometido, ha sido fundamental para dar firmeza al PLI en distintos momentos cruciales en que había que mostrarla y demostrarla. Eso lo saben y lo reconocen también en el PLI.

VIDAURRE EMPLAZA
A MONTEALEGRE


A nombre del PLC, Noel Vidaurre ha hablado en varias ocasiones con Eduardo Montealegre, quien mantiene los sellos del PLI y quien también ha visto debilitado su liderazgo, tanto a nivel nacional como en el partido.

El último intento y el primero en público, hasta el momento, se dio en la rueda de prensa que Vidaurre, acompañado de Alemán y de la dirigencia del PLC, convocó el 29 de febrero para emplazar a Montealegre a que consultara a sus bases si querían participar en las elecciones, todos los liberales unidos, en la casilla 1 de la boleta electoral, la casilla del PLC, o en la 13, la del PLI. Casi instantáneamente Montealegre le respondió por una radioemisora: “¡No vamos a ir en la casilla de Arnoldo Alemán!”.

¿CÓMO CONFIAR
EN LA CASILLA 1?


Todos repiten que la rivalidad entre Alemán y Montealegre, que se remonta a más de dos lustros, cuando Montealegre se separó del PLC para fundar ALN y desplazar a Alemán del liderazgo del liberalismo, es el obstáculo para esa alianza.

No se trataría solamente de una inquina personal. Hay hechos: en las elecciones municipales de 2008, cuando la ALN de Montealegre decidió ir en alianza con el PLC de Alemán, y Montealegre era candidato a la alcaldía de Managua, el PLC respaldó activamente el fraude organizado por el FSLN en la capital y en 35 alcaldías, en donde los candidatos eran los de ALN, para que en ellas ganaran los candidatos de Ortega y así hundir al nuevo partido de Montealegre.

Todos desconfían. ¿Cuando Vidaurre ofrece la casilla del PLC, está ofreciendo una casilla que él controla o que controla Alemán? ¿Cómo confiar en que al final Alemán no le entregue a Daniel Ortega su tendido electoral?

Para sumar a la división y a la confusión se mueve en el escenario un tercer grupo liberal, Unidad con Dignidad, encabezado por Edgar Matamoros, líder local de Ciudad Darío, candidato a esa alcaldía en 2012 y víctima del fraude que en ese municipio, y en decenas de otros, organizó nuevamente el CSE ese año.

FÓRMULA ESPERANZADORA
Y DE CONSENSO


La coalición PLI-MRS ha insistido en que hay posibilidades de derrotar al “invencible” Ortega, y no precisamente con una unidad total de la oposición. Plantean que lo que hay que hacer es no dejar de insistir hasta el último momento en elecciones transparentes y en presentar a la población una fórmula presidencial esperanzadora.

Después de 46 “miércoles de protesta”, día de la semana en el que representantes de la coalición PLI-MRS y personas independientes exigen en el centro de Managua elecciones transparentes, y midiendo las tensiones internas entre la clase política nacional, la coalición decidió pedirle a Fabio Gadea que se lance de nuevo como su candidato presidencial, confiando en que será capaz de generar esperanza.

Al menos genera consenso entre los más diversos sectores y prácticamente ningún político, ninguna agrupación, se atreven a criticarlo en público, lo que es muy relevante en el vidrioso escenario político nicaragüense… Algunos sólo señalan su avanzada edad.

FABIO GADEA DE NUEVO


Gadea, 84 años, empresario radial, ampliamente conocido en todo el país, admirado principalmente en las zonas rurales, de tradición liberal, aunque de ideas morales y religiosas conservadoras, en los años 80 vinculado al directorio de la Contra, además consuegro de Alemán, es en el actual momento político de Nicaragua la única figura que garantiza un mayor consenso en la oposición y, por eso, la mayor unidad posible.

Antes de inscribirse en 2011 como candidato presidencial dijo: “He renunciado a la militancia en el PLC del doctor Alemán, pero no en el PLC de los liberales constitucionalistas. Soy, sigo y seguiré siendo liberal constitucionalista. Lo que no soy es ni orteguista ni alemanista. El pacto Ortega-Alemán me ha obligado a dar este paso”.

A las circunstancias que llevaron a Gadea a hacer esta autodefinición política hace cinco años, Gadea suma ahora el acercamiento que durante la campaña de 2011 tuvo con el sandinismo a través del MRS. Con muchos de sus dirigentes compartió durante meses intensas y nada fáciles reuniones. En entrevista de agosto 2015 en “Confidencial” dijo: “Con el MRS hablo mucho, es un partido que tiene gran vigor y gran futuro en el país, porque es un conglomerado de gente que tiene un socialismo democrático bien puesto, que creen en la libertad de expresión y en el libre mercado. Son socialistas democráticos, que es lo que esgrimen algunos países europeos que han progresado muchísimo”.

¿LA FÓRMULA DE GADEA?


¿A quién elegirá Fabio Gadea como compañero o compañera de fórmula? En 2011 seleccionó a Edmundo Jarquín, un político conocido y fogueado desde los tiempos de la lucha contra la dictadura de Somoza.

¿Y ahora…? Se mencionan varios nombres: Cristiana Chamorro, viuda de Antonio Lacayo e hija de doña Violeta; Ana Margarita Vijil, presidenta del MRS; Luis Callejas, diputado del PLI… ¿Atraerá Gadea a la juventud, a la población urbana? ¿Esperanzará a “la segunda fuerza política del país”, ésa que todas las encuestas demuestran que es la de los “independientes”…? La última encuesta de CID-Gallup fijaba en 35% esa fuerza, frente a la del FSLN, con 57%.

MARENCO:
“ORTEGA NO ES INVENCIBLE”


Dionisio Marenco, quien en una reciente comparecencia en el programa de opinión “Cuarto Poder” dio por segura la victoria de Ortega, y por eso mismo opinó que la observación electoral nacional e internacional debe ser invitada para estar presente y legitimarla.

Marenco considera que Ortega “no es invencible”. Analizando la última encuesta de M&R -con porcentajes parecidos a los de CID-Gallup- afirma que si quienes se consideran “independientes” (35%) y “opositores” (un 10%) participaran unidos, con un buen programa y un buen liderazgo, podrían vencer a Ortega. Dijo también no ver ni programa ni liderazgo en las filas opositoras.

¿SE POLARIZARÁ EN 2016
LA ELECCIÓN?


En el imaginario de la oposición con más canas está presente la experiencia electoral de 1990, cuando Ortega parecía invencible, el FSLN tenía un total control institucional y doña Violeta parecía muy débil ante él, tenía que vencer enormes obstáculos en su campaña… y lo derrotó. En aquellos comicios no hubo una unidad total de la oposición. La UNO representó a 14 partidos, no a todos. Lo que sucedió fue que la elección se polarizó: fue Violeta contra Daniel.

En 2011 la elección se polarizó también: era Fabio contra Daniel, “el viejito” contra “el gallo”… De nuevo, la Coalición Nacional por la Democracia no aspira a una unidad total de toda la oposición y apuesta, como entonces, a polarizar la elección entre Ortega y Gadea. La polarización sería una de las más importantes semejanzas entre lo que ocurrió en el año 2011 y lo que conseguiría la oposición en los comicios del 2016.

UN ESCENARIO INTERNACIONAL
DESFAVORABLE


Es en la acera de Ortega, aspirante a la cuarta reelección, donde se encuentran más diferencias, surgidas del contexto nacional y del internacional. En el escenario internacional, ya no está el incondicional Chávez y ya no fluye la cooperación venezolana, la marea de gobiernos progresistas va en retirada en todo el continente, habrá cambios en el gobierno de Estados Unidos que en ningún caso serán favorables a Ortega y Luis Almagro, al frente de la OEA, no parece tener las mismas opciones de José Miguel Insulza.

La intervención de Almagro en las elecciones parlamentarias de Venezuela en diciembre de 2015 para detener el fraude y su voluntad de establecer una Misión contra la Impunidad en Honduras, la MACCHI, lo muestran más activo y decidido a remozar y dar relieve al papel de la OEA en los países del continente.

ESCENARIO NACIONAL:
CONTROL Y HASTÍO


En el escenario nacional rural, el escenario tampoco es favorable a Ortega. Las víctimas de la sequía, los cafetaleros y los ganaderos se quejan de la falta de apoyo del gobierno. Y en las zonas que vivieron la guerra de los 80 los campesinos resienten el control y el asedio de la Policía y el Ejército. Peor es la situación en el Caribe, donde los indígenas están siendo víctimas del ataque de colonos respaldados por el gobierno. En las ciudades, el costo de la vida, que va en ascenso, y el desempleo -principal problema nunca resuelto-, provocan frustración.

Se percibe también en la población hastío ante el “pensamiento único” que el gobierno pretende imponer. Tam¬bién es perceptible en la población mie¬do ante el excesivo control social y un frágil equilibrio entre necesidades no satisfechas y vías para satisfacerlas, según explica en páginas siguientes el experimentado periodista Xavier Reyes Alba basándose en los resultados de las últimas encuestas públicas.

¿ESTARÁN
CURÁNDOSE EN SALUD?


Tal vez en las encuestas internas que hace, el partido de gobierno viene detectando todo esto y por eso teme lo que pueda suceder en noviembre. Tal vez esas encuestas internas le indican que, aunque todas las que hacen públicas las empresas encuestadoras le dan a Ortega una mayoría de seguidores, potenciales votantes y simpatías que lo hacen “invencible”, debe actuar antes de noviembre.

Varias señales de este mes muestran al círculo que rodea a Ortega actuando, “curándose en salud”, enviando señales previas que indican que están dispuestos a todo para seguir gobernando.

En febrero vimos tres señales temerarias que buscan fijar la imagen de que Ortega es invencible... aunque también podrían indicar que no las tiene todas consigo. Una fue destinada a la comunidad internacional, otra fue impuesta al sistema judicial y otra dirigida a quienes están activos en la oposición.

UN TEXTO TEMERARIO


El 11 de febrero el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua circuló entre el cuerpo diplomático una carta en la que denuncia, en nombre de “la soberanía” y con un lenguaje altisonante, al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Nicaragua por desarrollar “un proceso de injerencia política”, utilizando los fondos de la cooperación internacional para favorecer a partidos opositores. Le reclama haber prestado sus oficinas para “intromisiones en la política interna”, a pesar de que había sido advertido de que debía realizar “las limpiezas correspondientes”. Y acusa a dos altas funcionarias del PNUD en Nueva York de un “permanente irrespeto” y de “agendas ocultas” en sus recientes visitas al país.

El PNUD “rechazó fuerte y categóricamente las acusaciones” del gobierno, negando “afirmaciones no fundamentadas contra nuestros funcionarios, que carecen de evidencia”.

“ESTO NO HA SUCEDIDO
EN NINGÚN PAÍS”


En vez de dar por concluida la tensión, el gobierno ripostó a esto, afirmando, en lenguaje similar al de la primera comunicación, que el PNUD se había adjudicado “arbitrariamente” la cantidad de 21.6 millones de dólares por intermediar 115 proyectos en los últimos años, a pesar de que el gobierno de Nicaragua conoce -como conocen todos los gobiernos- que esa cantidad corresponde al porcentaje que cobra el PNUD por la intermediación de recursos.

Acusa también el gobierno al PNUD de pedir consultorías y financiar altos salarios a “personas de clara militancia política en partidos y movimientos de oposición”. También hay amenazas en el texto: “De ninguna manera pueden continuar, como lo han hecho, en una labor destructiva, que se alimenta con los fondos que pertenecen exclusivamente al pueblo nicaragüense”.

Fernando Zumbado, ex-director del PNUD para América Latina, en entrevista con “Confidencial” dijo: “He preguntado a colegas hoy pensionados que estuvieron con el PNUD casi desde sus inicios hace 50 años y en su memoria no registran este tipo de situación en ningún otro país de América Latina, Asia o África”.

UN AUTORITARISMO
TEMERARIO


Apelando a la soberanía nacional, hablando implícitamente de una conspiración organizada por el PNUD, implícitamente haciendo ver también que contratar a personas que pertenecen a otros partidos es un delito, el gobierno exhibió un autoritarismo temerario nada menos que contra Naciones Unidas, donde se integra toda la comunidad internacional, incluidos el FMI y el Banco Mundial.

La agenda mediática internacional tomó buena cuenta del exabrupto y fueron varias las voces que señalaron que esto no dejará de tener impacto en el futuro.

Nacionalmente todo esto causó sorpresa y asombro, ya que desde 2007 todas las agencias del PNUD presentes en Nicaragua se han esforzado en mostrarse muy cordiales con el gobierno de Ortega, esmerándose en evitar cualquier roce, aplaudiendo siempre sus programas sociales y refrendando las estadísticas oficiales.

EL COSEP ESTUVO AHÍ


Hasta el principal aliado del gobierno, José Adán Aguerri, representante del gran capital, mostró su extrañeza por el desplante nada diplomático, explicando que desde 2011 él participaba, junto a otras quince personas, algunas altos funcionarios del gobierno, y representantes de partidos, empresarios, sindicatos, ONG y académicos en las reuniones a las que convocaba el PNUD en sus oficinas -con pleno conocimiento del gobierno-, donde se debatían temas de interés nacional. “El acompañamiento de todo el equipo del PNUD -dijo Aguerri- fue de un alto nivel profesional y ético, siempre propiciaron el diálogo y nunca hubo por parte de los funcionarios involucramientos que propiciaran posiciones políticas a favor o en contra de nadie”.

¿POR QUÉ AHORA?


Desde que a fines de septiembre de 2015 el gobierno reunió a todos los responsables de la cooperación externa bilateral y multilateral que colaboran con Nicaragua para informarles que desde esa fecha el gobierno asumiría la gestión y ejecución de los recursos, prescindiendo de la intermediación externa, se conoció que Silvia Rucks, representante del PNUD en Nicaragua, no había aceptado la nueva modalidad, había abandonado el país y, naturalmente, informó a sus superiores y a los países afectados de lo ocurrido.

No hubo más información pública sobre este desencuentro hasta ahora, cuando el gobierno “recalentó” el conflicto. ¿Por qué ahora? ¿Y por qué con tan extrema falta de tacto? Pareciera que Ortega quiso enviar una señal a toda la comunidad internacional, especialmente a la comunidad cooperante, incluidas las ONG nacionales que son financiadas con recursos externos.

¿Qué señal? Pareciera que, más allá de la voluntad expresada por el gobierno de ser único administrador de los recursos de la cooperación internacional, el mensaje es una especie de pre-aviso que deja claro “urbi et orbi” que Nicaragua no aceptará ninguna intervención de actores internacionales en el escenario nacional ni antes de las elecciones… ni tampoco después.

El “fantasma” de la CICIG, organizada y dirigida por la ONU en Guatemala, y ahora el de la MACCIH, organizada y dirigida por la OEA en Honduras, nuevas instancias que con grandes limitaciones han logrado instalarse en ambos países vecinos para suplir la falta de institucionalidad que hay en ellos y enfrentar al menos los casos más sonados de corrupción y de impunidad, explicarían el temor del círculo que acuerpa a Ortega.

Tan grande parece ser el temor que los arrastró a cometer tan grave error diplomático, con el que pierde Nicaragua, pierden los beneficiados con los proyectos del PNUD y también pierde el gobierno sin ganar absolutamente nada.

UNA MEDIDA TEMERARIA


El 22 de febrero llegó otra señal, ésta dirigida a los jueces y a toda la sociedad. Después de informar sobre erupciones volcánicas y sismos, de nuevos contagios con el virus del zika, del reparto de láminas de zinc y de un congreso internacional sobre la producción de cacao, la Primera Dama Rosario Murillo, sin darle mayor importancia, dio lectura a una nota de prensa que informa de “un esfuerzo coordinado” entre el Poder Judicial, la Fiscalía, la Policía, el Ministerio de Gobernación y la Procuraduría para poner en libertad “bajo el régimen de convivencia familiar” a condenados por delitos leves con penas iguales o inferiores a cinco años de prisión “en el marco de una política humanitaria y de reconciliación y unidad de las familias nicaragüenses”.

La excarcelación coordinada inició desde 2014 sin que fuera dada a conocer a la sociedad. La sorpresa es que ha sido masiva: desde entonces hasta lo que va de 2016 han sido liberados 8,149 reos, entre ellos 94 extranjeros, que fueron deportados a sus países de origen.

Al mismo tiempo se conoció de un instructivo de la Comisión Interinstitucional de Justicia Penal, presidida por la Corte Suprema de Justicia, que establece que ningún juez especializado en violencia podrá ordenar la captura de hombres que hayan sido procesados por no cumplir con entregar pensión alimenticia a sus hijos. Se le ordena también a la Policía no capturarlos aunque un juez haya dado la orden. En los 15 nuevos juzgados especializados en violencia que se crearon en el país existe un aproximado de 300 de estos casos.

El instructivo indica también a los jueces no procesar con cárcel a hombres acusados de “delitos menos graves” de violencia contra las mujeres, los que tienen penas menores a los 5 años según la Ley 779. Todos saldrán libres a un régimen de convivencia familiar.

INCONSISTENCIAS LEGALES


Si insólita fue la carta enviada al cuerpo diplomático denunciando al PNUD, insólito también fue el anuncio de la excarcelación masiva, que también causó en la sociedad inquietudes y temores.

Gonzalo Carrión, abogado que dirige el departamento jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, nos compartió varias de las interrogantes que deben hacerse a esta medida: ¿Ordenaron los jueces la libertad de estas miles de personas en audiencia oral y pública como manda la ley? ¿Las familias ofendidas, las víctimas de los reos liberados, fueron notificadas y oídas como manda la ley? ¿Se repararon e indemnizaron los daños causados por estas personas? ¿Nos dirán quiénes fueron los beneficiados y qué delitos cometieron? ¿Eran reincidentes? Si la medida se equipara a los indultos, ¿por qué no se informó a la Asamblea Nacional? ¿Por qué se informa hasta hoy de esta “coordinación”?

Señala también Carrión que en el Código Penal no existen “delitos leves”, sino solamente “graves o menos graves”. Recuerda que entre los delitos con penas menores a cinco años está, por ejemplo, el “homicidio imprudente”, como se tipificó el cometido por los policías que masacraron a la familia de Yelka Ramírez en Las Jagüitas en julio de 2015.

Y en el caso de los hombres que serán liberados por delitos contra la Ley 779, Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres -desnaturalizada ya por Ortega con un reglamento que orienta que los delitos de violencia se resuelvan con la mediación, y ahora destruida con el instructivo enviado a los juzgados especializados en violencia-, recuerda Carrión que penas menores a cinco años tiene la mayoría de los delitos de violencia física, sicológica, patrimonial y económica, la intimidación, las amenazas y la sustracción de los hijos.

Finalmente, señala que el régimen de convivencia familiar es la quinta y última etapa de un proceso que recorre todo reo mientras, etapa tras etapa, cumple una serie de requisitos. Respecto de los extranjeros se pregunta si se les dio lugar a apelar a la deportación, un derecho que les garantiza la ley.

¿POR QUÉ AHORA?


¿A qué obedece una medida de tanto calado social, tomada con un procedimiento falto de transparencia y de forma discrecional, informada a la ciudadanía con tanta ligereza y en etapa electoral?

¿Motivada solamente para captar votos de los beneficiados? ¿Y los votos de las víctimas, y los de las mujeres afectadas…? El experto en seguridad Roberto Orozco señala que la excarcelación masiva de reos, que promueve impunidad, podría prestarse también a reclutar entre ellos fuerzas de choque paramilitares con objetivos políticos.

La medida fue justificada por el hacinamiento que existe en las cárceles. Señala Orozco que lo incautado al narcotráfico hubiera permitido la construcción de dos o tres penitenciarías más. Y recordó que con los 9 millones de dólares que se le ocuparon en agosto de 2012 a los falsos Televisa, Ortega anunció que se destinarían a mejorar las cárceles, pero sólo se conoció de la construcción de una galería de máxima seguridad y de mejoras en la cárcel de mujeres.

También hubo funcionarios del gobierno que se refirieron a la inspiración que provocó en el gobierno el “Año de la Misericordia” propuesto por el Papa Francisco. Pareciera, más bien, que apelando a la unidad familiar, priorizada machaconamente en la propaganda oficial, se quiere dejar claro a toda la sociedad el poder que sobre la libertad o la prisión tiene, y ostenta, el candidato a la reelección.

UNA TEMERARIA
ACCIÓN CRIMINAL


La última señal de este mes la vimos el 26 de febrero. Cinco hombres encapuchados y armados con tubos y puñales agredieron a los activistas opositores Carlos Bonilla y a su esposa, Gabriela García, cuando tomaban un taxi para ir al Consejo Supremo Electoral a entregar los resultados de una encuesta que venían haciendo desde hacía meses sobre percepciones de la población ante el proceso electoral. Bonilla anunció horas antes, en el programa “Esta Noche”, lo que haría al día siguiente.

Los atacantes le encajaron a Carlos dos puñaladas que le perforaron el hígado y el diafragma y pudieron haberle comprometido los pulmones y hasta causarle la muerte. Lo hirieron también en la cara. Gabriela fue agredida a tubazos en la cabeza. “Querían matarlo, esto tiene un claro objetivo político”, dijo Gabriela desde el primer momento.

Los resultados de la encuesta “artesanal” de cinco preguntas que Bonilla y García -activistas opositores infatigables- hicieron personalmente a más de 9 mil personas recorriendo el país no contenían ninguna información explosiva o que no fuera conocida previamente por las encuestas de empresas profesionales.

El 91.53% de los encuestados dijo tener cédula de identidad, el 81.70% dijo que no creía en el Poder Electoral, el 93.22% dijo que quiere que haya observación nacional e internacional en las elecciones de noviembre, el 82.49% dijo que votaría en las próximas elecciones y el 39.55% dijo que había encontrado en las listas del padrón electoral de su junta de votación el nombre de algún familiar fallecido.

La acción fue repudiada por todos los sectores. Una de las primeras expresiones fue la “condena enérgica” de la embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu. Al cerrar este texto, doce días después de la agresión, ni la Policía ni ninguna autoridad gubernamental habían dicho una sola palabra sobre esta acción criminal, mientras quienes opinan y hablan con libertad no han dejado de calificarlo como un atentado con motivaciones políticas.

“EL PUEBLO DEMANDA
ELECCIONES LIBRES”


“Nada me va a detener. En nuestra encuesta la población aplaza al CSE por ser autores de fraude. Y el pueblo demanda elecciones libres y transparentes”, dijo Carlos Bonilla nomás salir de la cirugía de urgencia que le fue practicada. Una mayoría de nicaragüenses demanda lo mismo: elecciones libres y transparentes para probar si Ortega es o no invencible.

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