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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 408 | Marzo 2016

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México

Francisco, Pastor... y Jefe de Estado

¿Cómo sería una visita del obispo de Roma que si sólo fuera un pastor y ya no fuera Jefe de Estado, porque hubiera dejado esa función a una laica o a un laico? En la visita del Papa Francisco a México se mezclaron los gestos pastorales y las palabras políticamente correctas de un Jefe de Estado extranjero. Todos sus mensajes, marcados por esa doble función, quedan ahora para la reflexión y el discernimiento.

José Rubén Alonso González

La fiesta mediática y política armada para la visita del Papa Francisco a México concluyó. Sus mensajes punzantes, provocadores, reivindicadores, esperanzadores, con generalidades, quedan ya para la asimilación y el discernimiento. Cinco días y cinco noches completas, del viernes 12 de febrero por la noche al miércoles 17 de febrero por la noche, estuvo en México el Obispo de Roma y también Jefe del Estado Vaticano. Visitó la ciudad capital y Ecatepec (Estado de México), San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez (Chiapas), Morelia (Michoacán) y Ciudad Juárez (Chihuahua).

UN BINOMIO ÚNICO
EN EL MUNDO


Fue una visita pastoral y también la de un Jefe de Estado, binomio que sólo se da a escala mundial en el Papa. Por eso, las formas, los signos y las palabras se entrecruzan, las fronteras de diluyen, una incide en la otra, la contamina, la limita, máxime en un Estado-Nación con una tradición liberal laica que inició a mediados del siglo 19, recorriendo rutas de anulación mutua, sospechas, persecuciones, enfrentamientos, sangre derramada, 62 años de acuerdos bajo la mesa a través de un “modus vivendi” pactado tras el conflicto religioso de 1926-29 y que sólo llegó a su término en 1991, cuando se reconoció la existencia jurídica de las iglesias y se restablecieron las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano.

LOS DESAPARECIDOS
DESAPARECIERON


El Papa Francisco llegó a México, un país con heridas abiertas, que esperaban una palabra llamando a los hechos y a los responsables por su nombre, para así ser sanadas. La esperaban madres y padres de los 43 jóvenes de la Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos con la participación de fuerzas de seguridad del Estado en la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014, víctimas emblemáticas de los 27,659 “desaparecidos” en México desde 2007 al 31 de diciembre de 2015, de acuerdo a cifras que reconoce el gobierno federal.

En sus quince discursos y homilías, el Papa Francisco no empleó la palabra “desaparecidos”. Sólo en dos ocasiones mencionó “secuestros”. Una, ante el Presidente Enrique Peña Nieto, políticos y empresarios en el Palacio Nacional en la recepción oficial.

“La experiencia nos demuestra -les dijo- que, cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”.

AYOTZINAPA: “MÉXICO
NO SE MERECE ESTE DRAMA”


La otra ocasión fue la homilía en la misa en Ciudad Juárez, antes de partir, en referencia a la migración: “Aquí, en Ciudad Juárez, como en otras zonas fronterizas, se concentran miles de migrantes de Centroamérica y otros países, sin olvidar tantos mexicanos que también buscan pasar “al otro lado”. Un paso, un camino, cargado de terribles injusticias: esclavizados, secuestrados, extorsionados, muchos hermanos nuestros son fruto del negocio del tráfico humano, de la trata de personas”.

Ya en el avión, de regreso al Vaticano, a pregunta expresa de la prensa mexicana, el Papa dijo por qué no se reunió con los familiares de los jóvenes normalistas desaparecidos: “En realidad, si usted lee los mensajes, hay referencias continuas a los asesinatos, a las muertes, a las vidas cobradas por todas estas bandas de narcotráfico y traficantes de personas. Es decir, que de ese problema hablé como una de las llagas que está sufriendo México, ¿no? Hubo algún intento de recibir personas, y eran muchos grupos, incluso contrapuestos entre ellos, con luchas internas. Entonces yo preferí decir que en la misa los iba a ver a todos, en la misa de Juárez si preferían o en alguna otra, pero me abría a esa disponibilidad”.

“Era prácticamente imposible recibir a todos los grupos que, por otro lado, también estaban enfrentados entre ellos. Es una situación que es difícil de comprender para mí, claramente, que soy extranjero. Pero creo que incluso la sociedad mexicana es víctima de todo esto: de los crímenes, de este hacer desaparecer gente, de descartar gente. He hablado en los discursos en los que he podido y usted lo puede constatar. Es un dolor que me llevo muy grande, porque este pueblo no se merece un drama como éste”.

LE PUSIERON UNA “SOMBRA”
EN TODO MOMENTO PÚBLICO


Los padres y madres de los normalistas, quienes solicitaron y buscaron un encuentro privado con el Papa a través de la Compañía de Jesús y de algunos obispos desde que se oficializó su visita en noviembre de 2015, a lo más que llegaron fue a una invitación para que tres familiares estuvieran en primera fila en la misa de Ciudad Juárez. Aunque padres y madres de los normalistas negaron estar divididos o enfrentados, como aseguró el Papa, Franciscio repitió la versión oficial. De acuerdo con el periodista Raymundo Riva Palacio en su columna “Los chaperones del Papa” en el diario “El Financiero” del 17 de febrero, el gobierno federal le puso al Pontífice un “comisionado” como su sombra en todo movimiento público y “para cualquier requerimiento de información que necesite”.

Días antes de su arribo a México, Humberto Roque Villanueva, subsecretario de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, operador e interlocutor para la visita del Papa ante el Episcopado Mexicano y el Vaticano, refirió: “Lo que tengo apreciado, por conversaciones que hemos tenido con la Iglesia católica, es que el Papa se va a referir a estos casos de forma general, que no va a particularizar. Tengo la impresión de que serán reflexiones de carácter general, por supuesto aplicables a México, pero no tan casuísticas como algunos creen”.

¿PALABRAS PACTADAS?


En específico, sobre las madres y padres de los normalistas adelantó: “Mucho tiempo se pensó que ellos habían hecho alguna gestión para que los recibiera en forma privada. Hasta donde yo tengo información esto no va a suceder. Lo que sí va a ocurrir es que estarán presentes en algunos de los eventos de carácter litúrgico del Papa Francisco. Y lo que yo no puedo saber es si en ese momento él se va a referir a ellos en particular”.

¿La agenda y la palabra del Papa estaban pactadas en este tema? El diario “La Jornada”, en su “Rayuela”, se lamentó un día antes de que el Papa Francisco concluyera su visita: “Sí tuvo Francisco tiempo para recibir a las cúpulas de Televisa y de TV Azteca, pero ni un segundo para confortar a los padres de los 43”.

EL TEMA DE LOS PEDERASTAS


Situación similar vivieron las víctimas de pederastia de Marcial Maciel originario de Cotija, Michoacán, fundador de los Legionarios de Cristo. No fueron recibidos y el tema de la pederastia no ameritó una sola palabra, menos aún de manera directa al beneficiado en vida de Maciel, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo metropolitano de México, sobre el que además pesan señalamientos de encubrimiento de otros sacerdotes pederastas, como Nicolás Aguilar, según recordó Bernardo Barranco en su columna de “La Jornada” el 24 de febrero. La tituló “Norberto Rivera debe renunciar”.

RATZINGER PREPARÓ“
EL DESTAPE DE LA OLLA”


El Papa Francisco fue más explícito sobre el tema en el avión de regreso al responder a Javier Solórzano, del Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional. Solórzano preguntó: “El caso del padre Maciel dejó herencias fuertes, sobre todo con las víctimas. Las víctimas se siguen sintiendo desprotegidas de la Iglesia, muchos de ellos siguen siendo hombres de fe, algunos incluso han seguido en el sacerdocio. Le pregunto: ¿Qué piensa de este tema? ¿En algún momento ha pensado reunirse con las víctimas? ¿Y cómo ve que los sacerdotes, cuando llegan a ser detectados en algunos casos de esta naturaleza, lo que se hace es cambiarlos nada más de parroquia?

El Papa fue “clarito” y no evasivo: “Un obispo que cambia a un sacerdote de parroquia cuando se detecta una pederastia es un inconsciente y lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia. ¿Clarito? Segundo: para atrás, caso Maciel. Y aquí me permito rendir un homenaje al hombre que luchó en momentos que no tenía fuerza para imponerse hasta que logró imponer… Ratzinger, el Cardenal Ratzinger (aplausos). Sí, un aplauso para él. Es un hombre que tuvo toda la documentación. Siendo Prefecto de la Doctrina de la Fe tuvo todo en sus manos. Hizo las investigaciones y llegó y llegó y llegó… y no pudo ir más allá en la ejecución. Pero si ustedes se acuerdan, diez días antes de morir San Juan Pablo II, en aquel Vía Crucis del Viernes Santo le dijo a toda la Iglesia que había que limpiar las porquerías de la Iglesia. Y en la misa Pro Eligendo Pontifice, Ratzinger, que no es tonto, y él sabía que era candidato, no le importó maquillar su postura, dijo exactamente lo mismo. O sea, fue el valiente que ayudó a tantos a abrir esta puerta. Así que lo quiero recordar porque a veces nos olvidamos de estos trabajos escondidos que fueron los que prepararon los cimientos para destapar la olla”.

Luego, Francisco recordó lo que se ha hecho y se hace en el Vaticano sobre el tema, y en específico sobre el caso Maciel y los Legionarios de Cristo: “Lo de Maciel, volviendo a la Congregación, toda una intervención se hizo. Y hoy día la Congregación, el gobierno de la Congregación está semiintervenido. O sea, el Superior General es elegido por el Consejo, por el Capítulo General, pero el Vicario lo elige el Papa. Dos consejeros generales los elige el Capítulo General y otros dos los elige el Papa, de tal manera que así vamos ayudando a revisar cuentas antiguas”.

ENCUENTRO CON JESUITAS


Durante su estancia en México, Francisco dedicó tiempo a encuentros privados. Al término de su jornada del domingo 14, luego de una misa multitudinaria en Ecatepec, y de la visita al Hospital Pediátrico “Federico Gómez”, conducida y animada por Angélica Rivera, esposa del Presidente Enrique Peña Nieto, el Papa se reunió en la Nunciatura Apostólica con seis de sus compañeros jesuitas en México.

El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, informó en conferencia de prensa de este encuentro y el Papa aprovechó para grabar un mensaje a la Compañía: “Sigan trabajando por la dignidad de Jesús. Que no termine negociado en la cruz para que vivan mejor los que lo crucifican”, les planteó.

ENCUENTRO PRIVADO
CON EL JET SET


Lombardi no informó de otro encuentro privado realizado esa mañana, antes de su salida a Ecatepec. Maxine Woodside, periodista de espectáculos, fue una de las “privilegiadas” en ese encuentro, gestionado y logrado por Antonio Brumen, promotor artístico vinculado a la Arquidiócesis de México y a los Legionarios de Cristo, operador de las dos últimas visitas de Juan Pablo II a México. En mayo de 2000, en la canonización en Roma de 27 beatos mexicanos, 24 de ellos mártires de la persecución religiosa, se le pudo ver durante la ceremonia en primera fila vestido de clérigo.

El grupo al que recibió esa mañana el Papa Francisco fue de cien personas, ninguna de la “periferia”. Cinco días después de la partida del Papa. Woodside relató en su programa de radio: “Llegué antes de las siete de la mañana a la Nunciatura. Llegamos como cien personas… Conocía a los Cuatro Fantásticos de Televisa: a Bernardo Gómez con su esposa, a Emilio Azcárraga con su esposa, su madre y toda su familia, a Pepe Bastón con Eva Longoria y a Alfonso de Angoitia con toda su familia. Él es el más importante porque es el de los dineros”. Los cien se completaron con empresarios y sus familias, como la de Daniel Servitje -del Grupo Bimbo-, Carlos Slim, banqueros y voluntarios de la Universidad Anáhuac, institución perteneciente a los Legionarios de Cristo.

INVITADO COMO PASTOR
Y COMO JEFE DE ESTADO


El 12 de abril de 2013, a un mes de ser electo Papa, el Episcopado Mexicano invitó a Francisco a visitar México, “cuando lo juzgue conveniente”. Los obispos le dijeron entonces que la visita “traería el consuelo, el aliento y la esperanza de la fe, particularmente a los que viven en las periferias”. Y le propusieron “la posibilidad de que esta visita pastoral se lleve a cabo en alguna diócesis particularmente pobre, de modo que, desde ahí, se irradie el amor de Dios hacia todos aquellos que padecen alguna necesidad”.

Casi dos años después, en enero de 2015, de regreso a Roma procedente de Manila, después de anunciar que visitaría Estados Unidos, el Papa descartó visitar México ese año: “Entrar en los Estados Unidos por la frontera con México sería lindo, como signo de hermandad y ayuda a los emigrantes, pero ir a México sin visitar a la Virgen es una tragedia y puede estallar una guerra. Además, se requerirían tres días más y no está claro del todo. Más tarde habrá tiempo para ir a México”, dijo a los periodistas.

Meses antes, en junio de 2014, un mes después de que los obispos mexicanos realizaron su vista ad límina a Roma y se encontraron con Francisco, el Presidente Enrique Peña Nieto, en su primera visita oficial al Vaticano, invitó personalmente al Papa a visitar México. No se definió la fecha, pero las dos cortesías formales ya estaban hechas: los obispos mexicanos invitaron al Pastor y el Presidente al Jefe de Estado.

RIVERA “MADRUGÓ”
AL EPISCOPADO


Durante el Sínodo de los Obispos sobre la Familia en el Vaticano, en octubre de 2015, la visita del Papa a México se concretó. Francisco Robles Ortega, cardenal y arzobispo de Guadalajara, y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), y Norberto Rivera Carrera, cardenal y arzobispo primado de México, fueron informados. A su regreso a México, Rivera Carrera “madrugó” al episcopado y al Vaticano, al anunciar el 1 de noviembre que el Papa visitaría a México en febrero de 2016. El Papa, lo anunció hasta un mes después, el 12 de diciembre. Y se desataron las luchas.

ALGUNOS OBISPOS ESPERABAN
UN JALÓN DE OREJAS


En la segunda semana de noviembre, reunidos en su Centésima Asamblea Plenaria, en la que renovarían o ratificarían el Consejo de Presidencia y el Consejo Permanente trianual y definirían el Plan Pastoral, emergieron las disputas y reclamos. Por un lado, los reproches a los protagonismos de Eugenio Andrés Lira Rugarcía, obispo auxiliar de Puebla y secretario General del Episcopado, y de Norberto Rivera Carrera. En común tienen su cercanía a los grupos de poder económico, político y mediático.

Por otro lado, la advertencia que realizaban algunos obispos al resto: la visita del Papa sería un “jalón de orejas”, recordando el encuentro del Papa con los obispos estadounidenses el 23 de septiembre de 2015, en la catedral de San Mateo, en Washington. Era necesario ofrecer algo nuevo como Iglesia al pueblo mexicano. Al final, los obispos acordaron postergar para abril de 2016, tras la visita del Papa, la renovación de los Consejos y del Plan Pastoral.

En cuanto a los preparativos de la visita, acordaron dos puntos. Que Lira Rugarcía encabezara la visita, estableciendo contactos con el gobierno. Y que las diócesis mexicanas hicieran una colecta para financiar los gastos, evitando así una mayor injerencia del gobierno. Al término de la visita, sólo se informó de 165 millones de pesos (9.2 millones de dólares) que los gobiernos estatales y municipales donde estuvo el Papa, gastaron en preparativos e infraestructura. Del gobierno federal en materia de seguridad y traslados se desconoce el gasto. Y el resultado de la colecta realizada en las diócesis se ha mantenido en secreto.

TELEVISA LO RECIBE
COMO A UNA ESTRELLA


El Papa Francisco llegó a México al anochecer. Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, vestida de color marfil, lo recibieron en la escalinata del avión. Tras ellos, poco más de 500 personas en gradas, y entre el avión y los invitados un grupo de artistas de Televisa con sus hijos e hijas, así como el mariachi de la empresa televisiva. Fue sólo una recepción de espectáculo organizada por Televisa. Hicieron del Papa una estrella más del “Canal de las Estrellas”, rodeándolo del séquito del gabinete ampliado del gobierno federal. Y pusieron al Papa a saludar de mano en mano a cada uno.

Al día siguiente tendría eventos significativos: el primer ingreso de un Papa al Palacio Nacional, el encuentro con los obispos mexicanos, y el encuentro con la imagen de la Virgen de Guadalupe en su basílica, motivo central de su estancia en la ciudad de México.

POCA GENTE
EN EL ZÓCALO


La recepción en el Zócalo de la Ciudad, donde convergen el Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana, fue fría, deslucida, con poca gente. Los controles de seguridad impuestos por el gobierno federal y la “huelga de brazos caídos” del arzobispo Norberto Rivera, por ser desplazado de la conducción de la visita, dieron resultados.

Rivera inhibió la promoción de voluntarios para hacer vallas en el Zócalo y bloqueó la presencia de fieles en torno a su Catedral, además de desalentar las aportaciones económicas de empresarios.

EN EL PALACIO NACIONAL
ANTE LA CLASE DIRIGENTE


En el Palacio Nacional, ante la clase política y económica de México, desbordada al final del encuentro para saludarlo, tocarlo y tomarse fotos, Francisco cuidó las formas de Jefe de Estado, aunque fue directo en temas claves para el país.

Primero, los jóvenes, pues “un pueblo con juventud es un pueblo capaz de renovarse, transformarse; es una invitación a alzar con ilusión la mirada hacia el futuro y, a su vez, nos desafía positivamente en el presente”.

A los presentes les dijo: “Un futuro esperanzador se forja en un presente de hombres y mujeres justos, honestos, capaces de empeñarse en el bien común, este bien común que en este siglo 21 no goza de buen mercado… A los dirigentes de la vida social, cultural y política, les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino… ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz. Esto no es sólo un asunto de leyes que requieran de actualizaciones y mejoras -siempre necesarias-, sino de una urgente formación de la responsabilidad personal de cada uno, con pleno respeto del otro como corresponsable en la causa común de promover el desarrollo nacional”. Los que conducen el país lo oyeron... y al final, como si con ellos no fuera, aplaudieron eufóricos.

EL DISCURSO MÁS LARGO
LO DIRIGIÓ A LOS OBISPOS


De ahí, tras recibir las llaves de la ciudad, ingresó a la Catedral acompañado de Norberto Rivera, donde lo esperaban los obispos mexicanos. Onésimo Cepeda, empresario y obispo emérito de Ecatepec, lo abordó para saludarlo, con su característica sonrisa estirada. Rivera le dio la bienvenida a su catedral y Francisco Robles a nombre del Episcopado.

El Papa sólo les agradeció con un abrazo. En todos sus viajes, y como sus antecesores, el obispo de Roma tiene encuentros con los obispos locales, pero se mantienen en privado, solo episcopi. Solamente se han hecho públicos encuentros y discursos con los obispos de Estados Unidos y con los de México.

De los quince discursos-mensajes y homilías que pronunció en México, el que dirigió Francisco a los obispos fue el más amplio. El 21.9% de todas las palabras que pronunció públicamente en México las dirigió a ellos.

“NO LE TENGAN MIEDO
A LA TRANSPARENCIA”


Francisco les dejó a los obispos varias tarea y retos. Los puso frente a sí mismos, frente al pueblo mexicano, frente al país, frente al poder, frente a su pasado. Y les planteó, sin así llamarlo, un complejo programa que tendrán que discernir.

“Les ruego no caer en la paralización de dar viejas respuestas a las nuevas demandas” y “superar la tentación de la distancia y del clericalismo, de la frialdad y de la indiferencia, del comportamiento triunfal y de la autoreferencialidad”.

“Sean -les dijo- obispos de mirada limpia, de alma transparente, de rostro luminoso. No le tengan miedo a la transparencia. La Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar. Vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad. No se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa”.

EL DESAFÍO ÉTICO
DEL NARCOTRÁFICO


“No pongan su confianza en los carros y caballos de los faraones actuales -les dijo Francisco a los obispos-. No pierdan tiempo y energías en las cosas secundarias, en las habladurías e intrigas, en los vanos proyectos de carrera, en los vacíos planes de hegemonía, en los infecundos clubs de intereses o de consorterías. No se dejen arrastrar por las murmuraciones y las maledicencias…”

“Les ruego no minusvalorar el desafío ético y anticívico que el narcotráfico representa para la juventud y para la entera sociedad mexicana, comprendida la Iglesia. La gravedad de la violencia que disgrega y sus trastornadas conexiones no nos consienten a nosotros, pastores de la Iglesia, refugiarnos en condenas genéricas -formas de nominalismo-, sino que exigen un coraje profético y un serio y cualificado proyecto pastoral para contribuir, gradualmente, a entretejer aquella delicada red humana, sin la cual todos seríamos desde el inicio derrotados por tan insidiosa amenaza”…

“LAS FASCINANTES
CULTURAS INDÍGENAS”


“Una mirada de singular delicadeza” les pidió Francisco “para los pueblos indígenas, para ellos y sus fascinantes y no pocas veces masacradas culturas. México tiene necesidad de sus raíces amerindias para no quedarse en un enigma irresuelto. Los indígenas de México aún esperan que se les reconozca efectivamente la riqueza de su contribución y la fecundidad de su presencia, para heredar aquella identidad que les convierte en una Nación única y no solamente una entre otras”…

“¡AY DE USTEDES SI SE DUERMEN
EN SUS LAURELES”


“Que las miradas de ustedes -les dijo-, reposadas siempre y solamente en Cristo, sean capaces de contribuir a la unidad de su pueblo, de favorecer la reconciliación de sus diferencias y la integración de sus diversidades, de promover la solución de sus problemas endógenos, de recordar la medida alta que México puede alcanzar si aprende a pertenecerse a sí mismo antes que a otros, de ayudar a encontrar soluciones compartidas y sostenibles para sus miserias, de motivar a la entera Nación a no contentarse con menos de cuanto se espera del modo mexicano de habitar el mundo”.

Francisco Papa les puso a los obispos mexicanos una medida muy alta que implicará -en lenguaje bíblico- una metanoia: un cambio radical y profundo de pensamiento y de ruta, una conversión -”subrayo conversión pastoral”, dijo-, o de lo contrario, cualquier plan o propuesta con la que respondan los obispos será retórica. “¡Ay de ustedes si se duermen en sus laureles!”. Y para rematar, fuera del discurso escrito, les dijo: “Si tienen que pelearse, peléense. Si tienen que decirse cosas, se las digan, pero como hombres, en la cara, y como hombres de Dios que después van a rezar juntos, a discernir juntos. Y si se pasaron de la raya, a pedirse perdón, pero mantengan la unidad del cuerpo episcopal”.

“GASTEN POR LOS EMIGRANTES
EL DINERO COLECTADO”


Al final de su mensaje a los obispos mexicanos, como sucedió con los estadounidenses, abordó el tema de la migración, queriendo crear y cerrar una pinza de colaboración.

A los de Estados Unidos les dijo el año pasado que ante la “larga ola de inmigración latina en muchas de sus diócesis sepan que también tienen recursos que compartir. Por tanto, acójanlos sin miedo. Ofrézcanles el calor del amor de Cristo y descifrarán el misterio de su corazón. Estoy seguro de que, una vez más, esta gente enriquecerá a su país y a su Iglesia”.

A los de México los invitó a “que sus corazones sean capaces de seguirlos (migrantes que atraviesan el país) y alcanzarlos más allá de las fronteras. Refuercen la comunión con sus hermanos del episcopado estadounidense para que la presencia materna de la Iglesia mantenga viva las raíces de su fe, de la fe de ese pueblo, las razones de sus esperanzas y la fuerza de su caridad. Que no les suceda a ellos que, colgando sus cítaras, se enmudezcan sus alegrías, olvidándose de Jerusalén y convirtiéndose en exilados de sí mismos. Testimonien juntos que la Iglesia es custodia de una visión unitaria del hombre y no puede compartir que sea reducido a un mero recurso humano”.

Y añadió: “No será vana la premura de sus diócesis en el echar el poco bálsamo que tienen en los pies heridos de quien atraviesa sus territorios y de gastar por ellos el dinero duramente colectado. El Samaritano divino, al final, enriquecerá a quien no pasó indiferente ante Él cuando estaba caído sobre el camino”.

ANTE LA GUADALUPANA


Por la tarde de ese primer día, Francisco fue a la Basílica de Guadalupe. Días antes de su viaje, a través de un video, grabado, pidió le permitieran un momento a solas con la Virgen de Guadalupe. Y lo tuvo. Al término de la misa, fue al camerino donde está la imagen, se la desplegaron, y en silencio estuvo sentado frente a ella poco más de 20 minutos.

“MILAGRO” EN ECATEPEC


Al día siguiente estuvo en Ecatepec, en el Estado de México, una de las zonas más pobres del centro del país -las más pobres de México están en Oaxaca, Chiapas y Guerrero-, que fue acondicionada para la visita.

El primer “milagro” de la visita del Papa, decían en las redes sociales, fue que pavimentaron calles y pusieron luminarias en la zona. En la misa que celebró allí, como en todas sus celebraciones eucarísticas, es más que sobrio y breve en sus homilías, centrándose en las lecturas bíblicas de la liturgia del día.

LAS TRES TENTACIONES:
RIQUEZA, VANIDAD Y ORGULLO


Ese día habló de las tentaciones de Jesús, que el cristiano “enfrenta diariamente”: “Tres tentaciones que buscan degradar y degradarnos. Primera, la riqueza, adueñándonos de bienes que han sido dados para todos y utilizándolos tan sólo para mí o para los míos. Es tener el pan a base del sudor del otro, o hasta de su propia vida. Esa riqueza que es el pan con sabor a dolor, amargura, a sufrimiento. En una familia o en una sociedad corrupta, ése es el pan que se le da de comer a los propios hijos.

Segunda tentación, la vanidad, esa búsqueda de prestigio en base a la descalificación continua y constante de los que no son como uno. La búsqueda exacerbada de esos cinco minutos de fama que no perdona la fama de los demás, y, haciendo leña del árbol caído, va dejando paso a la tercera tentación, la peor, la del orgullo, o sea, ponerse en un plano de superioridad del tipo que fuese, sintiendo que no se comparte la común vida de los mortales, y que reza todos los días: Gracias te doy, Señor, porque no me has hecho como ellos...”

DESAGRAVIO EN CHIAPAS


El lunes 15 de febrero Francisco llegó a San Cristóbal de las Casas, a la tierra y pueblo de Tatic (Padre) Samuel Ruiz, fallecido en 2011, quien fue pastor y obispo de esta diócesis desde 1960.

Francisco celebró allí la eucaristía con música y rituales indígenas, mirados con ojos asombrados por los ceremonieros vaticanos que acompañan al Pontífice: lecturas bíblicas, oraciones, danzas, música, signos, palabras en sus lenguas, diáconos casados, sacerdotes con estolas bordadas por indígenas, como la mitra que empleó el Papa...

Durante la celebración Francisco reivindicó y reconcilió con la celebración de la fe, centro y culmen de la vida cristiana, lo que Juan Pablo II, con su operador, el nuncio Jerónimo Prigione (1978-1997), ignoró e incluso censuró rayando en una persecución de “baja intensidad”, similar a la “guerra de baja intensidad” que viven y con la que sobreviven los pueblos y comunidades autónomas de los Altos de Chiapas desde 1994, tras el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

EL LIBRO DEL ÉXODO
Y EL POPOL VUH


Francisco comenzó su homilía en tzotzil: “Li smantal Kajvaltike toj lek” (La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma). Se refirió al éxodo del pueblo de Israel, “pueblo que había experimentado la esclavitud y el despotismo del Faraón, que había experimentado el sufrimiento y el maltrato hasta que Dios dice ¡Basta!, hasta que Dios dice: ¡No más! He visto la aflicción, he oído el clamor, he conocido su angustia”. Entrelazó palabras del relato bíblico con las del Popol Vuh, que recoge la sabiduría de los pueblos mayas. “En esta expresión -dijo- hay un anhelo de vivir en libertad, hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida, donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean moneda corriente. En el corazón del hombre y en la memoria de muchos de nuestros pueblos está inscrito el anhelo de una tierra, de un tiempo donde la desvalorización sea superada por la fraternidad, la injusticia sea vencida por la solidaridad y la violencia sea callada por la paz”.

“¡PERDÓN HERMANOS!”


Representantes de los pueblos indígenas congregados en la plaza hablaron durante la misa y llamaron a Francisco Tatic, como llamaban a don Samuel Ruiz.

Tocó ante ellos el Papa el tema ambiental, como un desafío que “nos interpela”. “Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia”, dijo el Papa retomando lo dicho en su encíclica “Laudato Si”. Les dijo: “Muchas veces, de modo sistemático y estructural, han sido sus pueblos incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, sus culturas y sus tradiciones. Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban. ¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón! ¡Perdón, hermanos! El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita”.

Al terminar la Misa, Francisco fue a comer en la casa del obispo del lugar, Felipe Arizmendi, sucesor de Tatic Samuel Ruiz. Con Arizmendi, que supera los 75 años de edad y está por concluir su ministerio en la diócesis y con su obispo coadjutor, Enrique Díaz, comieron también con el Papa un diácono indígena su esposa, un sacerdote indígena y otros líderes de comunidades indígenas.

ANTE LA TUMBA
DE TATIC SAMUEL RUIZ


Antes de dejar San Cristóbal para ir a Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, Francisco fue a la Catedral a orar y bendecir el sepulcro donde descansan los restos de Tatic Samuel Ruiz. A su lado estaba Raúl Vera, obispo de Saltillo, voz de las madres de desaparecidos en México, incómodo para muchos obispos y para el gobierno.

Por instrucción del nuncio Prigione, Juan Pablo II nombró en 1995 a Vera obispo auxiliar de Samuel Ruizpara que actuara como “contrapeso”. No funcionó el plan porque Vera “se convirtió” y fue un aliado más de los pueblos y comunidades indígenas.

Ante el fracaso de la estrategia de Prigione, un año antes de que Samuel Ruiz cumpliera sus 75 años, Vera fue transferido a la diócesis de Saltillo, para evitar la “continuidad” del trabajo de Samuel Ruiz.

Aunque el reencuentro de Francisco con Samuel Ruiz fue en silencio, este gesto fue de lo más significativo del viaje. Las palabras del Papa en la misa previa, retomando el documento de Aparecida, cobraban significado ante la tumba de Tatic Samuel Ruiz y ante el sujeto de su evangelización, los pueblos indígenas, a quienes dijo en la misa: “Ustedes tienen mucho que enseñarnos, que enseñar a la humanidad. Sus pueblos, como han reconocido los obispos de América Latina, saben relacionarse armónicamente con la naturaleza, a la que respetan como ‘fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano”.

CON RESPUESTAS
PREPARADAS


En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Francisco tuvo un encuentro-diálogo con familias. En Morelia, con jóvenes. Y en Ciudad Juárez, con reclusos de un penal local. En los tres actos se repitió el mismo esquema: familias, jóvenes y una reclusa se dirigieron primero al Papa, planteando situaciones y experiencias personales.

A diferencia de encuentros con la misma dinámica durante su viaje a Brasil (julio 2013) Ecuador, Bolivia y Paraguay (julio 2015) o Estados Unidos (septiembre 2015) o de algunos eventos en el Vaticano, el Papa Francisco sólo en una ocasión pareció tomar nota sobre lo que le decían y evitó improvisar. Sus respuestas estaban preparadas, leía sobre lo que llevaba preparado.

NO LLAMÓ A LA JUVENTUD
A “HACER LÍO”


“Es mentira -dijo el Papa a los jóvenes en Morelia- que la única forma de vivir, de poder ser joven, es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte. Eso es mentira y lo decimos de la mano de Jesús. Es también de la mano de Jesús, de Jesucristo, el Señor, que podemos decir que es mentira que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es la pobreza, la marginación; en la marginación de oportunidades, en la marginación de espacios, en la marginación de la capacitación y educación, en la marginación de la esperanza. Es Jesucristo el que desmiente todos los intentos de hacerlos inútiles o meros mercenarios de ambiciones ajenas. Son las ambiciones ajenas las que a ustedes los marginan, para usarlos en todas estas cosas que yo dije -que saben- y que terminan en la destrucción”, les dijo a los jóvenes.

Les llamó a estar unidos, a tener esperanza, pero no a “hacer lío” como sí lo hizo en 2013 en Brasil. No llamó a “hacer lío” a los jóvenes que en México han tomado las calles, las redes sociales, las aulas, los pasillos de las escuelas para gritar: ¡No estamos todos, faltan 43! ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! y ¡Fue el Estado! conciencia que los ha unido.

En su encuentro con jóvenes en Morelia, en el estadio donde juega el equipo de futbol Monarcas, propiedad de TV Azteca, que le armó un espectáculo de vistosa escenografía, el Papa Francisco no mencionó las palabras justicia o libertad.

ÚLTIMA ETAPA: CIUDAD JUÁREZ


En Ciudad Juárez, último punto de su visita a México, ciudad fronteriza donde la maquila de trasnacionales es motor de la economía, el Papa Francisco tuvo un encuentro con el “mundo del trabajo”, en un auditorio con no más de 3 mil personas, más empresarios que obreros.

“Dios pedirá cuenta a los esclavistas de nuestros días -les dijo- y nosotros hemos de hacer todo lo posible para que estas situaciones no se produzcan más. El flujo del capital no puede determinar el flujo y la vida de las personas... Sé que no es fácil poder congeniar en un mundo cada vez más competitivo, pero es peor dejar que el mundo competitivo termine determinando el destino de pueblos esclavos. El lucro y el capital no son un bien por encima del hombre, están al servicio del bien común. Y cuando el bien común es forzado para estar al servicio del lucro, y el capital la única ganancia posible, eso tiene un nombre, se llama exclusión, y así se va consolidando la cultura del descarte: ¡Descartado! ¡Excluido!”

EN LA FRONTERA


Antes de partir, Francisco presidió una eucaristía en la línea fronteriza con Estados Unidos, a unos metros del río Bravo para los mexicanos, río Grande para los estadounidenses. Desde El Paso, Texas, un grupo de mexicanos y latinos siguió la Misa y saludó al Papa, que los bendijo desde México con una gran cruz, que llevaba una silueta de la familia de Nazaret en su huida a Egipto.

JUÁREZ: LOS MIGRANTES
Y LAS MUJERES ASESINADAS


Ciudad Juárez es emblemática por los feminicidios contra mujeres trabajadoras. El Papa no hizo explícita esa referencia. Más ampliamente sí habló de la vulnerabilidad de tanta gente de esa ciudad fronteriza, al referirse al fenómeno de la migración de los jóvenes: “No podemos negar la crisis humanitaria que en los últimos años ha significado la migración de miles de personas, ya sea por tren, por carretera e incluso a pie, atravesando cientos de kilómetros por montañas, desiertos, caminos inhóspitos”.

“Esta tragedia humana que representa la migración forzada hoyen día es un fenómeno global. Esta crisis, que se puede medir en cifras, nosotros queremos medirla por nombres, por historias, por familias. Son hermanos y hermanas que salen expulsados por la pobreza y la violencia, por el narcotráfico y el crimen organizado”.

“Frente a tantos vacíos legales, se tiende una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres. No sólo sufren la pobreza sino que además tienen que sufrir todas estas formas de violencia. Injusticia que se radicaliza en los jóvenes. Ellos, carne de cañón, son perseguidos y amenazados cuando tratan de salir de la espiral de violencia y del infierno de las drogas. Y, qué decir de tantas mujeres a quienes les han arrebatado injustamente la vida”. Esas fueron sus palabras sobre las mujeres asesinadas en ciudad Juárez

“VOS FUISTE VALIENTE, BEATRIZ”


En México, sólo dos entidades han recibido de parte de la Secretaría de Gobernación la declaración de “alerta de violencia de género”: el Estado de México y sus once municipios y el Estado de Morelos. Por su cuenta, Jalisco declaró también esa alerta de violencia de género.

Y hablando de palabras del Papa a las mujeres, debemos señalar que Francisco reconoció a las madres solteras en Tuxtla Gutiérrez después de escuchar el testimonio de Beatriz, quien en la adversidad y el rechazo social y sólo con el apoyo de su familia, salió adelante con sus tres hijos.

“Pensemos -dijo Francisco- en toda la gente, en todas las mujeres que pasan por lo que pasó Beatriz. La precariedad, la escasez, el no tener muchas veces lo mínimo nos puede desesperar, nos puede hacer sentir una angustia fuerte, ya que no sabemos cómo hacer para seguir adelante y más cuando tenemos hijos a cargo. La precariedad no sólo amenaza el estómago, y eso ya es decir mucho, sino que puede amenazar el alma. Nos puede desmotivar, sacar fuerza y tentar con caminos o alternativas de aparente solución, pero que al final no solucionan nada. Y vos fuiste valiente, Beatriz, gracias. Existe una precariedad que puede ser muy peligrosa y que se nos puede ir colando sin darnos cuenta, es la precariedad que nace de la soledad y el aislamiento. Y el aislamiento siempre es un mal consejero”, le dijo el Papa.

EL ADIÓS EN PASARELA


Al anochecer, el Papa Francisco fue acompañado al aeropuerto por el Presidente Enrique Peña Nieto. La despedida fue sin discursos, sólo con los himnos de México y el Vaticano. Le hicieron una pasarela antes de la formalidad del adiós, en la que Angélica Rivera, la ex-actriz de Televisa y esposa del Presidente de la República, guiaba al Papa e indicaba a quién saludar.

ZAPATISTAS:
UN GOBIERNO “MAQUILLADO”


En su informe del 23 de febrero de 2016 sobre el estado de las comunidades zapatistas, los subcomandantes “Moisés” y “Galeano” del EZLN, sintetizaron lo que sucedió en México “para agradar al visitante”, que días antes de comenzar su viaje había dicho que venía a “aprender” de México. “No queremos -dijeron- hacer como los malos gobiernos que en estos días pasados se maquillaron mucho, para agradar al visitante y para que no viera lo que pasa abajo. Pero ese maquillaje sólo sirvió para demostrar cuán falsos son los gobiernos. ¿Acaso creen que cualquiera medianamente inteligente no vería la realidad? Que se manifieste o no respecto a esa realidad, y la forma en que lo haga, pues es otra cosa y va en su cuenta”.

¿CÓMO SERÍA ESA VISITA...?


Francisco, Papa y Jefe de Estado Vaticano, se fue. Mientras el pastor de la Iglesia católica, el obispo de Roma, sea a la vez Jefe de Estado, este cargo subordinará al primero, cuidará las formas protocolarias, caminará y hablará lo políticamente correcto, lo que no lastima, negociará la palabra y el encuentro, acotará su libertad.

¿Cómo sería una visita papal de un Pastor que ya no fuera Jefe de Estado, que hubiera dejado esa función a una laica o a un laico? Ya es tiempo. “Dado que estoy llamado a vivir lo que pido a los demás, también debo pensar en una conversión del papado. Me corresponde, como obispo de Roma, estar abierto a las sugerencias que se orienten a un ejercicio de mi ministerio que lo vuelva más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle y a las necesidades actuales de la evangelización”, dijo Francisco en el párrafo 31 de su exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”.

DOCENTE DE LA UNIVERSIDAD DEL VALLE DE ATEMAJACGUADALAJARA, JALISCO.

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