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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 312 | Marzo 2008

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Guatemala

Álvaro Colom: ¿un presidente socialdemócrata?

No cabe duda de que algo quiere moverse en Guatemala. Pero hay sospechas fundadas de que dentro del mismo gobierno hay fuerzas oscuras que intentan bloquear estos movimientos. Será necesario más tiempo para saber si el socialdemócrata Álvaro Colom. llegará a encabezar un gobierno socialdemócrata, reivindicando así la herencia histórica de donde procede.

Juan Hernández Pico, SJ

El Presidente Álvaro Colom Caballeros comenzó su discurso de toma de posesión el 14 de enero de 2008 con una frase audaz que significaba un compromiso de gobierno: “Le doy gracias a Dios porque le toca a Guatemala, por primera vez en 50 años, un cambio hacia un gobierno socialdemócrata; un gobierno con un enfoque social”. Hablaba de más de 50 años, porque se estaba remontando a los dos gobiernos de la Revolución del 44, bajo las presidencias de Arévalo y Arbenz, este último derrocado en julio de 1954, hace más de 53 años. En su discurso, dijo Colom: “No fuimos testigos de la primavera democrática del 44, pero tenemos todavía los grandes avances sociales de Juan José Arévalo.”

NACE LA SOCIAL DEMOCRACIA

¿Qué significa un gobierno socialdemócrata? Evidentemente, un gobierno que trata de gobernar con los principios y los programas de la Social Democracia. La Social Democracia nació hace más de un siglo, a final del siglo XIX, liderada por Eduard Bernstein, separándose del movimiento comunista y de los partidos procedentes de éste.

Nació como un movimiento social y partido político de los trabajadores en Europa -principalmente de los obreros industriales- que pretendían aspirar al poder no a través de una revolución armada sino de elecciones libres. Proponían gobernar no por una dictadura del proletariado sino en una democracia sometida al vaivén de elecciones periódicas; con un programa no de revolución social -no de cambio radical de estructuras-, sino de justicia social a través de reformas en las instituciones, sobre todo a través del salario justo; no sólo con una bandera de solidaridad clasista, sino de solidaridad preferencial obrera abierta a la solidaridad interclasista; relegando para el futuro las alianzas internacionales de la clase obrera y enraizándose en una conciencia firmemente nacional. Los principales partidos políticos social demócratas fueron la Social Democracia alemana, el Laborismo británico, el Socialismo francés, el Partido Socialista Obrero Español y, especialmente, los partidos socialistas escandinavos, que fueron los más exitosos. Todos tienen aún vigencia.

La Social Democracia fue poco a poco desligándose de sus raíces marxistas y convirtiéndose en un movimiento político centrado en la reforma social del capitalismo y apoyándose en la fuerza social de sindicatos obreros masivos. Los partidos y movimientos socialdemócratas adoptaron las doctrinas económicas keynesianas y lograron liderar en bastantes países “Estados de bienestar”, que hasta hoy han dejado sus huellas en instituciones con contratos colectivos laborales que aseguran salarios justos y condiciones de permanencia en el trabajo, indemnizaciones en caso de despido, seguridad social, y pensiones suficientes a la hora de la jubilación.

En América Latina, Costa Rica es tal vez el país que ha contado con un partido socialdemócrata más eficaz, que hoy ha sido incluso frenado en su declive social por el movimiento sindical que construyó, como se vio en la gran oposición al TLC en 2007. Tanto el Partido Socialista de Chile como el Partido de los Trabajadores en Brasil, el Peronismo en Argentina y el Partido de la Revolución Democrática de México han evolucionado en esa dirección.

En cambio, el APRA peruano ha evolucionado hacia el centro derecha.

LA GLOBALIZACIÓN MINA
LA SOCIALDEMOCRACIA

El surgimiento de las enormes empresas transnacionales, que han logrado antes que los obreros una aproximación a la utopía del internacionalismo, han impuesto una nueva estructura de la empresa en red, con una consecuente flexibilización del trabajo, que hace mucho más difíciles los contratos colectivos, convierte el trabajo en temporal, busca por todo el mundo los lugares donde los costos salariales sean más bajos, ataca la seguridad social y privatiza las pensiones. No se puede decir que en el Norte haya desaparecido el Estado de Bienestar, pero sí que se encuentra amenazado por la globalización del capital, especialmente del capital financiero, además de por los grandes costos que tiene la inversión social estatal. Pocos partidos socialdemócratas de hoy asumirían la confesión de identidad de Oskar Lafontaine, que abandonó el gobierno socialdemócrata de Gerhard Schröder acusándole de derechización neoliberaly afirmando que “el corazón late a la izquierda”, queriendo decir que el corazón de la socialdemocracia es la lucha por hacer menos ancha la brecha de desigualdad que mantiene la pobreza en el mundo. Si hay alguna diferencia entre la izquierda a favor de la derecha -ha dicho Norberto Bobbio- es la sensibilidad de la izquierda a favor de la igualdad y contra la desigualdad.

“NOS GANAREMOS ESA HERENCIA”

Álvaro Colom pertenece a una familia que dio a luz un gran líder socialdemócrata en Guatemala. Su tío, Manuel Colom Argueta, dos veces alcalde de la capital de Guatemala, asesinado pocas semanas después de que su partido fuera legalmente inscrito durante el gobierno del General Lucas en 1979. Con este tipo de engaños criminales actuaban los gobiernos militares de la década de los 70 en Guatemala.

Álvaro Colom ha nombrado para uno de los puestos del gabinete más cruciales, el Ministerio de Finanzas, a un economista técnicamente competente y socialmente sensible, Juan Alberto Fuentes Knight, hijo del que fue Canciller de Guatemala y fundador precisamente del partido socialdemócrata, Alberto Fuentes Mohr, asesinado dos meses antes que Manuel Colom. Álvaro Colom es socialdemócrata por raíces familiares, aunque no quiere él alegar el derecho a una herencia porque -afirma- eso se lo tendrán que ganar -él y su ministro- con sus obras.

Habló así: “Sí, vivimos de jóvenes un estartazo de primavera democrática en los años 60 y 70… Qué no diéramos por tener en el Congreso, o posiblemente en este podio, a Alberto Fuentes Mohr o a Manuel Colom Argueta. Murieron por este momento, murieron para regar un campo fértil. Yo sé que Juan Alberto Fuentes, hijo de Alberto, no se siente heredero de su padre, yo tampoco de Manuel. Eso nos lo ganaremos en los próximos cuatro años”.

“EL PRIVILEGIO DE LOS POBRES”

Una cosa son las raíces familiares y las inclinaciones políticas socialdemócratas del nuevo Presidente y otra, distinta, que pueda llegar a gobernar en la práctica con un programa socialdemócrata. Álvaro Colom se comprometió públicamente con un gobierno distinto al gobierno que le precedió, que estuvo marcado por los intereses empresariales. Lo formuló así, con cierta contradicción entre el “todos por igual” y “el privilegio de los pobres”:

“Ese cambio empezará con una definitiva prioridad: para el que menos tiene. Manteniendo la unidad nacional, manteniendo a todos los guatemaltecos por igual, pero hoy empieza el privilegio de los pobres, empieza el privilegio de los sin oportunidad. Es un compromiso adquirido en estos últimos nueve años de lucha por el plan de la esperanza. Estoy convencido que dándole al que menos tiene, vamos a tener más todos. Dándole al que menos tiene, nuestro país va a aprovechar mejor su potencial, en la medida en que Rafael (Espada, Vicepresidente) y Álvaro, en que su equipo de gobierno en todas sus decisiones, piensen primero en el que menos tiene y el que más abandonado está”.

“SIENTO LA HISTORIA
SOBRE MI ESPALDA”

Durante todo su discurso, Álvaro Colom intentó trazar una perspectiva nueva: ubicar su gobierno a punto de estrenarse dentro de la historia de Guatemala y enlazar así con la Revolución del 44con sus intentos de modernización y de justicia social. “Guatemala -dijo- se merece ese cambio porque Guatemala tiene ese potencial. Hoy es un día de reflexión. Los amigos Presidentes me preguntaban ayer y hoy cómo me sentía; y siento la historia sobre mi espalda: 50 años de tratar, 50 años de intentarlo todo, hasta una guerra perversa y una guerra de la que todavía las heridas están sangrando; 250 mil guatemaltecos quedaron en esa guerra…”
Sin embargo, enlazar con la historia tiene, en Guatemala, un potencial divisivo muy fuerte, puede levantar los fantasmas revolucionarios y provocar el miedo y la paralización. Por eso Colom quiere privilegiar a los pobres, pero hacerlo en un clima de conciliación y de tolerancia, en el nuevo clima que pudieron y debieron crear los Acuerdos de Paz, sin llegar aún a lograrlo, anegados como quedaron en la violencia del crimen organizado y de la delincuencia común, en la cultura de la violencia heredada de la guerra. Colom proclama: “La intolerancia, la desigualdad, la discriminación, la ausencia de solidaridad, es lo que pretendemos corregir”.

UN ESTILO DE IMPROVISACIÓN
Y CAMPECHANÍA

Habló el nuevo Presidente en un estilo que no se había visto antes en estos actos de toma de posesión, un estilo de improvisación y campechanía, con las páginas escritas dejadas sobre el atril, no todo el tiempo con la coherencia que se esperaría convencionalmente de un discurso de toma de posesión, sino dejando escapar las emociones del corazón y hablando como si estuviera entre amigos y compañeros y no en la solemnidad del Teatro Nacional en el Centro Cultural Miguel Angel Asturias:
“El cambio, los amigos de la prensa me han preguntado en qué consiste, y consiste en que la política social será el principal instrumento para la armonía del país, para la unidad del país y para la conciliación del país… Es nuestra gravísima responsabilidad construir ese puente; ese puente solidario y justo, ese puente fuerte y firme en unidad nacional, fuerte y firme en conciliación nacional, de aquel fatídico enero y marzo del 79”.

“Hoy quiero hacer un compromiso para aquellos que tienen menos de 40 años, para aquellos que no vivieron la tragedia de los 60 y los 70. Dejen a mi generación, dejen a mi gobierno llevar a tuto esa tragedia, que queremos voltear la página. Yo le pido a mi generación que no pasemos ni el hígado ni el prejuicio que nos tocó vivir ese 22 de marzo de 1979 (fecha del asesinato de Manuel Colom Argueta). No sólo asesinaron a un líder, asesinaron la esperanza de Guatemala y a nuestra juventud le negaron la democracia; y no había mayor opción: o la guerrilla o el ejército, la tumba o el exilio, o los que decidimos ejercer nuestra carrera”.

“Llevar a tuto”: cargar con esa tragedia sobre los hombros. Un nuevo estilo, la familiaridad de un lenguaje que algunos llamarían poco presidencial y otros verían como el presagio de propósitos utópicos poco pensados en términos de su realización práctica.

SU ELECCIÓN: “UN MILAGRO”

Colom es consciente de la fragilidad institucional sobre la que descansa aún el sistema político guatemalteco.

La mencionó ya en el primer párrafo de su discurso para calificar su propia elección como un “milagro político”.

¿En qué pensaba? ¿Tal vez en lo difícil que era prevalecer en las urnas frente a Otto Pérez Molina, un general retirado y en un país tan harto de delincuencia y violencia? La volvió a mencionar en otro momento de su discurso, al hablar de la inestabilidad del Congreso y de los partidos políticos, incluido el suyo propio, la Unidad Nacional de la Esperanza, que ya empezaba a mostrar grietas, desazones y disgustos.

“Nuestro frágil sistema político permitió ese milagro. Ahora ya no se mata con balas, ahora ya no se masacra; ahora se descalifica, ahora se difama, ahora se miente y ese proceso político, ese sistema de partidos políticos, que yo quiero agradecer a todos los secretarios generales de los partidos políticos por ese ejemplo de unidad que dieron hoy en la elección de su Junta Directiva. Hoy quiero valorar el trabajo del Tribunal Supremo Electoral y el compromiso que tenemos de modificar la Ley Electoral, para que el sistema de partidos políticos se perfeccione, para que, ojalá, ésta haya sido la última campaña con campañas negras, difamación y mentiras”.

Un párrafo realmente difícil, en el que se mezcla la conciencia de la inestabilidad política partidaria con la satisfacción porque se haya logrado una alianza para dirigir el Congreso entre su propio partido, el FRG de Ríos Montt, el PU de Alvaro Arzú y la UCN de Mario Estrada, en que se valora el trabajo del TSE y se anuncia el propósito de reformar aún más a fondo la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

CON LA CHIRIMÍA Y EL TUM

Siguieron después, en el discurso presidencial, otros dos torturados párrafos, fruto ciertamente de la improvisación y de la emoción, donde bailan juntos varios temas: el familiar, de nuevo el de los partidos políticos -una verdadera pesadilla guatemalteca- y el de los pueblos indígenas, profundamente apreciados por el nuevo presidente, de quien se dice que, aunque de familia católica, fue admitido y consagrado como sacerdote maya.

“Hoy quisiera robar un minuto para agradecerles a nuestros siete hijos que ninguno se quejó, que todos confiaron en su padre y en su madre, porque somos una familia unida; jamás preguntaron, pero también jamás dudaron de su padre y de su madre. Hoy, ese compromiso de modificar, de evolucionar nuestro sistema de partidos políticos hacia algo más, más democrático, algo más seguro. Vamos a luchar por esa unidad de país, vamos a luchar por esa armonía de los pueblos indígenas. Hoy es la primera vez que se invita al Consejo Nacional de Ancianos a una toma de posesión”.
“Hace unos años, en las montañas de Totonicapán, oía la chirimía y el tum que sonaron hace un momento. Siempre me habían educado a mí, en que la chirimía y el tum eran melancólicos, eran tristes, pero cuando los ancianos me explicaron que el tum era el corazón y la chirimía era el espíritu, cada vez que lo escucho es el corazón vibrante de 23 pueblos que están esperando el desarrollo, que están esperando la armonía y que están esperando eliminar la discriminación”.

PRIMER PROGRAMA:
REGIONALIZAR

De ahí en adelante el discurso de Colom discurrió por otros cauces más programáticos. Como base de la conciliación nacional presentó cuatro programas: de regionalizar, de productividad, de gobernabilidad y de solidaridad. Todos ellos, envueltos en una apelación a la cooperación, que trata de crear alianzas operativas.

El primer programa, de regionalizar, fue presentado por Colom con rasgos muy vagos, en los que se incluyó por vez primera la meta, coherente con su autodefinición socialdemócrata, de crear un Estado de bienestar social. Se deja entrever que se trata de un programa de política o de cooperación internacional, sobre todo latinoamericana o iberoamericana -”pueblos hermanos”-, aunque esto no fue expresamente formulado: “Con el Programa de Regionalizar queremos impulsar una política internacional en donde Guatemala pase de las notas rojas a una imagen distinta. Hoy quiero agradecer a todas las Comisiones, a todas las Delegaciones, a los señores Jefes de Estado, a su Alteza, al señor Primer Ministro (de Belice), ya que ha sido la toma de posesión con mayor presencia. Hay expectativa por ese cambio en Guatemala y ustedes fortalecen mi compromiso, porque es un compromiso de nación, es un compromiso entre los pueblos hermanos que siempre han sido solidarios con Guatemala, en medio de la guerra, haciendo la paz y ahora tratando de encontrar el futuro bien seguro de un Estado de bienestar social”.

SEGUNDO PROGRAMA:
PRODUCTIVIDAD

Fundamentado en su propio pasado como empresario y dirigente de gremiales empresariales, el Programa de Productividad tiene el objetivo de complementar la producción lucrativa privada con responsabilidad social e iniciar desde el gobierno un proceso de reducción de la pobreza con responsabilidad económica.

Parte fundamental de este programa será el programa de desarrollo rural: “A mis queridos amigos y amigas del sector productivo del país, a las cooperativas, a los pequeños y medianos productores, al sector privado organizado, a todos los que producen y mueven el país, yo los invito a un gran programa nacional de productividad y me comprometo a que voy a poner orden en el Ejecutivo, para que el Ejecutivo empiece un programa irreversible de productividad. Que cada centavo de impuesto no sólo sea recolectado bien, sino que sea invertido con calidad, con prioridad en nuestro programa de gobierno, que fue lo que legitimó el pueblo el 4 de noviembre”.

“Este Programa de Productividad estará dirigido por un Consejo, al que vamos a convocar casi inmediatamente, para que realmente haya generación de empleo, haya generación de inversión nacional y extranjera, pero de una forma ordenada. 19 años en el sector privado organizado, como líder de la Cámara de Industria, y de la Gremial de Exportadores, y todavía escucho la necesidad de reglas claras. Sentémonos y de una vez por todas pongamos las reglas claras, para que Guatemala pueda aprovechar ese potencial económico que tiene.

Esa productividad se verá fortalecida a nivel nacional, por dos programas importantes para nosotros y el Programa de Gobierno”.

“El fortalecimiento del programa existente del Ministerio de Economía, de la Pequeña y Mediana Empresa, y el nacimiento de un programa sin precedentes de desarrollo rural, donde tenemos el apoyo de muchos países amigos. Estoy seguro que dentro de un año, veremos que ese programa de desarrollo integral ya está en ejecución. Y no sólo de ejecución, si logramos llegar antes de la siembra este año, habrá cooperativas y grupos de campesinos beneficiados con ese programa. Queremos producción.

Yo le decía a unos amigos empresarios el otro día: produzcan. El empresario no invierte para perder dinero, invierte para ganar plata. Ganen plata, pero con responsabilidad social y permítanme a mí iniciar un proceso de reducción de la pobreza con responsabilidad económica”.

TERCER PROGRAMA:
GOBERNABILIDAD

El Programa de Gobernabilidad busca responder a la gran preocupación por la inseguridad ciudadana. Se llevó la parte del león en el discurso presidencial. El programa tiene dos partes. Una, el fortalecimiento del sistema de justicia para lograr avanzar hacia un Estado de Derecho. Y otra, la convocatoria a un diálogo nacional, que se prolongue en mesas de diálogo sobre los temas fiscal, educativo, de desarrollo rural, de pueblos indígenas, de salud, etc.

Al frente de este diálogo habrá una nueva Secretaría presidencial para el Diálogo. Al hablar del fortalecimiento del sistema de justicia, el Presidente se refirió a la modernización del Ejército para que sirva a la nación, un Ejército sobre el que él ejercerá su responsabilidad de Comandante en Jefe civil, aunque no se pueda constitucionalmente nombrar a un Ministro de la Defensa civil. Trató de entrelazar el fortalecimiento de la justicia con la lucha contra la pobreza, porque en un país con mayorías hambrientas no puede haber paz. Planteó la necesidad de una reforma fiscal de una vez por todas, que permita reglas fijas a largo plazo. Incluyó el desarrollo del Parque El Mirador de Tikal como proyecto que ayudará al desarrollo del Petén y a la lucha contra el narcotráfico. Y bajó incluso al detalle del desarrollo de un municipio fronterizo con México, El Ixcán, en el Quiché, núcleo de la guerra y meta ahora de un esfuerzo especial de desarrollo rural del Gobierno. Finalmente, enfatizó la lucha conjunta contra las mafias -nos imaginamos que del narcotráfico y del múltiple y multifacético contrabando- con México, Honduras, Belice y El Salvador, en base a un pacto ya firmado. Una vez más lanzó un desafío en búsqueda de alianzas, sobre todo al Congreso, para que imprima velocidad y responsabilidad en el tratamiento de las leyes cuyos proyectos se propone enviar cuanto antes.

“LA JUSTICIA
ES EL ALMA DE UN PUEBLO”

Éstas fueron las palabras de Colom: “Un Programa de Gobernabilidad en dos capítulos definidos. El apoyo y la lucha permanente con el Estado de Derecho. No hay gobernabilidad sin seguridad, no hay gobernabilidad sin justicia. La justicia es el alma de un pueblo. Justicia es el alma del sistema democrático y tenemos mucho que trabajar, tenemos que luchar contra la impunidad que nos está agobiando”.

“He visitado a la honorable Corte Suprema de Justicia, la honorable Corte de Constitucionalidad y al señor Fiscal General, y me he comprometido a que mi gobierno va a apoyar el sistema de justicia sin condiciones, sin manipuleos y sin negociaciones. Queremos la justicia pronto, queremos la justicia para todas y todos los guatemaltecos.Un programa de seguridad integral que ha iniciado un proceso de reordenamiento territorial de las fuerzas de seguridad, que ha iniciado un proceso de fortalecimiento institucional, un programa que ha aprovechado los adelantos de la administración actual (la que ha terminado, la del presidente Berger), en varios y varios componentes”.

“Hoy quiero reconocer - no sé si soy el primero- en escoger a un Ministro de la Defensa que yo nombré en base a su carrera y experiencia. Vamos a tener un Ejército apegado a los Acuerdos de Paz, un Ejército moderno, bien equipado y un Ejército trabajando por su sociedad. No tengo la menor duda. Me pedían un ministro civil. No puede haber ministro civil, pero hay un Comandante en Jefe Civil. Queremos conquistar la gobernabilidad democrática, queremos conquistar esa gobernabilidad, con la que hemos soñado durante tanto tiempo, con respeto a la ley.

Sin embargo, aquí está la integridad de nuestro programa, todo lo que hagamos con la justicia, con las fuerzas de seguridad, no tiene sentido si el programa de la política de desarrollo social no tiene éxito. Un pueblo con hambre nunca va a ser un pueblo pacífico. Un pueblo que no tiene oportunidad económica tiene muy pocas probabilidades de tener paz social”.

“UNA GUERRA SIN CUARTEL
CONTRA LAS MAFIAS”

“Este programa de gobernabilidad tiene otro componente importantísimo y es el sistema de diálogo nacional. Hemos tenido diálogos desde el 96 con la firma de la Paz y pretendemos utilizar los diálogos ya hechos en un diálogo de nación. Esperaríamos que esté terminado en junio de este año, para que los guatemaltecos decidamos qué Guatemala queremos y cuánto cuesta esa Guatemala que queremos, para que después de ese diálogo de nación abramos mesas de diálogo donde nosotros creemos que habrá una mesa de pacto fiscal, una mesa de educación, una mesa de desarrollo rural, una mesa de pueblos indígenas, y posiblemente otros temas: salud, etc”.

“Queremos la unidad de país, no queremos imponerla. La unidad y la paz no se imponen, la unidad y la paz se convencen. Ese nuevo sistema de diálogos estará coordinado por la Secretaría de Desarrollo Democrático. No queremos volver al pasado, no queremos cometer los errores del pasado, queremos institucionalizar los cambios y la transformación”.

“Este Programa de Gobernabilidad transita por una guerra sin cuartel a las mafias, una guerra sin cuartel al crimen organizado.Tenemos la gran ventaja que ya los países vecinos y Guatemala hemos firmado un compromiso para nuestra seguridad regional. Las mafias se han regionalizado. Ahora hay que globalizar las acciones contra la mafia. Gracias, señores Presidentes de México, El Salvador, Honduras y Belice, por esa lucha conjunta que vamos a hacer”.

DESARROLLAR
EL PARQUE DEL MIRADOR

“Queremos promocionar un sistema de producción que atraiga la inversión. La generación de empleo no es difícil en Guatemala, yo lo hice durante muchos años, en medio de la guerra y se podía, ahora no tenemos guerra. Tenemos que dar componentes como seguridad, para que podamos salir adelante”.

“Quiero anunciar algo muy importante para Guatemala: vamos a trabajar con el pequeño productor, tanto en el área rural como en el área urbana con la pequeña y mediana empresa. Pero hay un proyecto al que sí vamos a darle el impulso total y es el Parque del Mirador, en el norte de Petén. Hace unos años se descubre el Mirador. Los guatemaltecos somos orgullosos del parque de Tikal, que es una belleza. El Parque de Tikal tiene 16 millas cuadradas de pirámides, el Mirador tiene 42 millas cuadradas y en su estructura está la pirámide más grande del mundo en masa, y creo le gana a una de las egipcias, por un punto en metros. Ese proyecto traerá un gran beneficio a Guatemala, traerá un gran beneficio a Petén, pero es un proyecto de aporte a la humanidad, ya que se estima que hay unos cuatro mil edificios mayas en esa región. Y será un parque gigantesco que además nos va a preservar la selva tropical, que estamos perdiendo por falta de desarrollo, y si llegamos a un acuerdo con el gobierno de México y Campeche, a lo mejor hacemos un parque binacional con esa linda reserva que tienen allá en Campeche”.

LUCHAR POR LA TRANSPARENCIA

“Este Programa de Gobernabilidad tiene esa parte de justicia y Estado de Derecho, y esa parte de diálogo, pero de una forma transversal a toda la actividad del Gobierno. He encargado a nuestro vicepresidente Rafael Espada que encabece la lucha por la transparencia en el gobierno. Esa transparencia estará impulsada en el Gobierno de la República y queremos, de una vez por todas, ordenar las finanzas públicas y ordenar toda la administración del Estado”.

“Dentro de ese Pacto de Gobernabilidad, producto de los diálogos, queremos lograr una política fiscal estable y responsable. Queremos lograr una estabilidad en la parte fiscal que nos permita proyectarnos a un montón de años y no estemos cambiando nuestros impuestos cada vez que llega un nuevo gobierno. Queremos algo serio, queremos algo de largo plazo, queremos que el sector privado local e internacional se sientan seguros con nuestras leyes, pero para eso, este año 2008 nos tenemos que poner de acuerdo”.
“Para esta gobernabilidad, obviamente, respetaremos la independencia del Congreso Nacional. Tengo grandes esperanzas en la gobernabilidad legislativa, tengo grandes esperanzas en que todos nos unamos en una agenda nacional y nos enfrentemos en aquellas agendas en que no estemos de acuerdo. Pero en lo prioritario, en la pobreza, en la seguridad, que son temas de nación, son temas de armonía nacional, yo le pido humildemente al Congreso Nacional que las Leyes de Seguridad Pública, que las Leyes que vayan a mitigar la pobreza, las podamos sacar lo antes posible.

Estaremos entregando muy pronto, porque no habíamos tomado posesión, al Congreso de la República, las leyes de importancia y de transformación de país, y hay algunas fundamentales”.

“La ley contra el enriquecimiento ilícito o inexplicable. Queremos legislar para que realmente el sistema de justicia pueda ejercer esa transparencia nacional, esa búsqueda de no lavado de dólares en Guatemala, de no utilización de dinero de dudosa procedencia. Vamos a impulsar la ley de la Dignidad Humana, donde haremos certeros los castigos para todo aquel que toque a un anciano o toque a un niño o toque a un discapacitado”.

“Hoy nos embarga una gran emoción y un gran entusiasmo. Sabemos muy bien que no será fácil, sabemos muy bien que tendremos muchas demandas sociales, porque fue mucho tiempo de espera, pero también sabemos la capacidad que tenemos de moderados, de diálogo. Hoy, muy probablemente me están escuchando en el norte del país. Yo le decía al equipo hace unos días: si logramos pacificar el Ixcán, el municipio más violento durante la guerra, el municipio que por cierto tuve la oportunidad de visitar con el ahora presidente Uribe, allá por el 95.

Hoy está en paz, pero están esperando el desarrollo. Hoy se inicia ese proceso de desarrollo rural para también fortalecer la gobernabilidad del país”.

CUARTO PROGRAMA:
SOLIDARIDAD

Colom destaca el programa dedicado a la solidaridad como el corazón de su programa de la esperanza.
Prácticamente, este programa va a orientar todos los fondos sociales que conforman la inversión social de su gobierno. El Presidente informó que se va a crear, para dirigir este programa, un Consejo de Cohesión Social presidido por la Secretaria de la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP), el Ministro de Salud y la Ministra de Educación.

Desde hace mucho tiempo era rumor de amplio alcance que Sandra Torres, esposa de Álvaro Colom, no sólo iba ser Primera Dama sino que iba a ejercer una influencia notable en el gobierno. Ese rumor se confirmó, ya que toda la orientación de la inversión social pasará por sus manos “mientras ordenamos -dijo el Presidente- la institucionalidad de los ministerios”, frase algo críptica cuyo sentido se presta a múltiples interpretaciones. ¿Auditorías financieras? ¿Reestructuración institucional? ¿Reasignación de funciones? Todo queda en el aire o en el misterio. Fue precisamente al enunciar este cuarto programa donde se mencionó el Programa de los 100 días, que, de esta forma, parece también quedar en manos de la Primera Dama.

Dijo Colom: “Y el cuarto programa es el Programa de Solidaridad, programa corazón de nuestro programa de la esperanza. Un programa que permita atender a la mujer guatemalteca como se merece, que permita programas integrales de la mujer, del niño, del discapacitado, de la juventud. El Programa de Solidaridad va a funcionar bajo la dirección de un Consejo de Cohesión Social, mientras ordenamos la institucionalidad de los ministerios. Este Consejo direccionará todos los fondos provenientes de los fondos sociales y que están destinados a la inversión social”.
“Dentro de estos programas nuevos está el de transferencias condicionadas, para sustituir el trabajo infantil, tanto en las áreas pobres urbanas, como en las áreas rurales. Queremos realmente que la niña rural tenga la posibilidad de ir a la escuela, porque un Estado responsable y solidario le da un pequeño estipendio a su familia, y sustituye el trabajo que la niña hace en su casa. Tenemos años de escuchar que educa a la niña y Guatemala se desarrolla. No podemos seguir marginando a las niñas del estudio y del acceso a la educación”.

“Queremos impulsar con la solidaridad un apoyo a la madre trabajadora, a la madre soltera. En fin, es un conjunto de programas que bajo el Consejo de Cohesión Social estará formado por la Secretaría de SOSEP, por el señor Ministro de Salud y la señora Ministra de Educación. Queremos una salud y una educación, nos hemos comprometido con un programa de 100 días, vamos a luchar y vamos a cumplirlo. Queremos salud y educación gratuita como lo manda la Constitución de la República y será un trabajo fuerte poder enderezar la salud y la educación, y poderla realmente hacer accesible a todos los guatemaltecos”.

LA FAMILIA

En su discurso de toma de posesión, Álvaro Colom mencionó además una serie de temas transversales. En primer lugar, la familia. El nuevo gobierno se propone la creación del Ministerio de la Familia para rescatar valores, aumentar oportunidades para la juventud, “cerrar las llaves sociales que producen las maras y esa inconformidad juvenil”. El Presidente se comprometió con un programa de 200 mil viviendas populares con recursos nacionales, de la cooperación internacional y de las mismas familias beneficiadas, porque sin casa no hay familia que pueda subsistir. En otro rasgo típico de este discurso, implicándose personalmente a él y a su esposa, afirmó: “Sandra y yo estamos dispuestos a dar el ejemplo. Estamos dispuestos a realmente sembrar esos principios y valores para que nuestra sociedad llegue a ser solidaria.”

EL MEDIO AMBIENTE

En segundo lugar, el medio ambiente. El reconocimiento de que Guatemala, que por tanto tiempo ha sido un país eminentemente agrícola, tiene en realidad vocación forestal, y hay que orientarla en esa dirección, aprendiendo de departamentos indígenas del altiplano, como Totonicapán, a conservar el bosque y a reforestar. Hoy, “el país de la eterna primavera”, donde el invierno lluvioso y el verano seco se marcaban perfectamente, ha pasado a ser un país afectado ya por el cambio climático, donde las fronteras entre invierno y verano han llegado a ser irreconocibles.

LOS PUEBLOS INDÍGENAS

En tercer lugar, un compromiso con los pueblos indígenas. Es preciso conjuntar la enorme cantidad de esfuerzos ya realizados desde que en 1992 se firmó el Acuerdo de Identidad y Derechos Indígenas. Y es precisa una mayor armonía entre pueblos, cosmovisiones y culturas.

LOS ACUERDOS DE PAZ


En cuarto lugar, el Presidente reafirmó un compromiso “inquebrantable” por cumplir los Acuerdos de Paz y los derechos humanos. Dijo: “Démosle vuelta a esta página sangrienta en Guatemala. Yo he pedido ocho meses para tener una seguridad estable. Démosle vuelta, démosle vuelta, pongámonos a trabajar por el desarrollo de Guatemala, todos unidos, todos fuertes, no importa que pensemos distinto, lo importante es que pensemos en Guatemala primero”.

LA PROPIEDAD PRIVADA

Como buen socialdemócrata, Colom manifestó que el respeto a la propiedad privada es su quinto eje transversal: “También quiero reiterar, una vez más, mi profundo respeto a la propiedad privada. Hubo muchas bolas, hubo muchos rumores respecto a la propiedad. Nuestro gobierno respetará la propiedad privada. La respetará no sólo porque es ley, sino porque es un principio básico para la modernidad del país”.

LA LIBERTAD RELIGIOSA

La libertad religiosa fue su sexto eje transversal, amenizada, sin embargo con una confesión de fe, suya y de su esposa: “Respetaremos, obviamente, la libertad de cultos, respetaremos el libre ejercicio de los cultos en Guatemala. Sólo le pido a Dios que así como Sandra y yo estamos cerca de Dios, toda Guatemala esté cerca de Dios.”

LA UNIDAD NACIONAL

El último eje transversal, la convocatoria a la unidad nacional, venía exigido tanto por su profesión socialdemócrata como por su énfasis en otros ejes que pudieran llevar semillas de discordia, como por ejemplo la multiculturalidad de Guatemala configurada por pueblos indígenas y población ladina y blanca y el pluralismo religioso del país. Sin embargo, lo más importante fue la declaración de abandono de su lógica partidaria como base de su gobierno. Colom quiere gobernar con un programa de esperanza que cree unidad pero no con su partido Unidad de la Esperanza. Esto puede parecer algo antipolítico, puesto que el punto de partida de las alianzas, que en el Congreso permitirían llevar adelante su programa legislativamente es, obviamente, la bancada de la Unidad de la Esperanza, la más numerosa -51 curules-, aunque no mayoritaria -el Congreso tiene 158 curules-.

Dijo Colom: “Quisiera terminar pidiéndole al pueblo de Guatemala unidad nacional, y terminar despidiéndome de mi partido. Aquí están los 51 diputados de la UNE. Hubo un compromiso en noviembre del año 2000, yo quiero hacer un Gobierno de Nación, no un Gobierno de partido. Quiero hacer un Gobierno de Nación que pueda llevar a esa conciliación de país. He cumplido en no llevarme a ningún diputado al Ejecutivo, porque soy respetuoso de la voluntad del pueblo”.
“Hemos cumplido con llevar la mitad de nuestras compañeras en el Congreso. De las 18 compañeras que están ahora de diputadas, 9 son de la UNE y vamos a cumplir cada paso de nuestro programa. Y le pido al pueblo de Guatemala que trabajemos todos juntos, que nos unamos todos, que encontremos en nuestras coincidencias esa fuerza de hacer esa Guatemala grande, esa Guatemala pródiga, que Dios le permitió a los guatemaltecos, esa Guatemala con la riqueza de 23 culturas, esa Guatemala con no sé cuántos microclimas, esa Guatemala con no sé cuántas bellezas naturales que tenemos, esa Guatemala con el guatemalteco y guatemalteca emprendedora. Démonos el permiso, démonos la oportunidad todos; dénme la oportunidad no de descalificar, sino de sumar, denme la oportunidad de unir a Guatemala”.

PRIMERAS REACCIONES

En las dos primeras semanas de gobierno los diputados de la UNE mostraron mucho disgusto por no haber recibido asignaciones presupuestarias para usar como palanca de poder a través del cumplimiento de promesas partidarias en sus jurisdicciones. También por no haber podido influir en los nombramientos de gobernadores ni haber sido ubicados en las comisiones de trabajo legislativo de su agrado. Pero el presidente se ha mantenido en su propósito de hacer un gobierno no partidista. En el Congreso -piensan algunos analistas- existen dos alianzas: una, la más formal que ha llevado a la elección pluralista de la directiva; y otra, la más efectiva que consiste en juntar los votos de las tres bancadas más numerosas -la UNE, la ya fraccionada GANA, y la aparentemente opositora PP (Partido Patriota)- para el funcionamiento de las comisiones y la presentación
de leyes.

Colom quiere hacer también, alrededor de la unidad nacional, un gobierno de trabajo. “No descansaremos. Tengo un pequeño problema con el Gabinete: que yo me levanto a las cuatro de la mañana y, muy gamonalmente, acepté hacer el gabinete a las siete y media de la mañana. Para mí debería ser a las cinco, pero en fin, trabajemos todos, trabajemos todos por esa Guatemala unida.”

VIENTOS NUEVOS
EN AMÉRICA LATINA

El horizonte más cercano de su trabajo lo ve en una Centroamérica unida, en la colaboración con México y en los vientos nuevos que soplan en América Latina, más sensibles a lo social: “Trabajemos todos para que Guatemala aporte al proceso centroamericano lo que tenga que aportar; para que Guatemala se comporte como un vecino responsable con nuestros hermanos mexicanos, con esa linda frontera de 974 kilómetros, una frontera que es una amenaza ahora. Pero hay un compromiso del presidente Calderón y Colom de hacerla una frontera de oportunidad. Ahora que soplan vientos distintos en América Latina y todo el continente, aprovechémoslos para que Guatemala aporte su unidad de país, que Guatemala aporte esa riqueza que tiene”.
Será en el trabajo cotidiano en Guatemala donde se verá si cumple o si permite que se frustre la esperanza: “Viajé muchísimo en este período de transición y era porque a partir de hoy, como que es de amarrarse aquí en Guatemala, y empezar a solucionar los mayores problemas del país”.

SOCIALDEMOCRACIA
CON ROSTRO MAYA

El discurso inaugural del nuevo presidente concluyó con un énfasis fuerte en el tema de la unidad, también con cierta contradicción entre “la Guatemala de todos” y la Guatemala “con rostro maya”:

Dijo Colom: “Gracias a todos y todas, gracias a los que votaron por nosotros, gracias a los que no votaron por nosotros. Mi compromiso es conquistar su corazón, para poder construir una verdadera unidad, una verdadera conciliación, una verdadera Guatemala, esa Guatemala de todos, esa Guatemala con 23 rostros. Y no me voy a cansar de decir que nuestra socialdemocracia guatemalteca es una socialdemocracia con rostro maya. Atrevámonos, atrevámonos a escribir el quinto Evangelio, el Evangelio de la Nueva Guatemala, el Evangelio de la prosperidad, el Evangelio de la unidad.Lo podemos hacer si todos nos unimos, nos quitamos nuestros trajes que nos diferencian unos a otros y empezamos a construir todos juntos esa Guatemala próspera, esa Guatemala unida. Que Dios los bendiga, que regresen a casa. Mil gracias a los que hicieron un gran esfuerzo por venir el día de hoy y que Dios proteja a todos”.

SEGURIDAD “CON INTELIGENCIA”

Este discurso, que se mueve entre la utopía de la creación de un Estado de bienestar y la racionalidad de programas que pueden llegar a mejorar la vida en Guatemala, tuvo su primera prueba de fuego en las últimas dos semanas del mes de enero, cuando la violencia en las calles de la capital empeoró drásticamente hasta cobrar la vida de diez pilotos y ayudantes de buses. Desde el 15 al 28 de enero ocurrieron 170 asesinatos, 13 por día.

Colom había anunciado en su momento que el crimen organizado se proponía tratar de escalar la violencia en los primeros días de su gobierno para ponerlo contra las cuerdas en el asunto que más había opuesto a los dos candidatos presidenciales que corrieron en la segunda vuelta electoral, la seguridad ciudadana: seguridad con mano dura (Otto Pérez Molina) o seguridad con inteligencia (Álvaro Colom). Para lograr resultados apreciables de una mejor seguridad el nuevo Presidente ha puesto un plazo de ocho meses.

UN TRÍO TURBIO

Mientras tanto, al frente de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS) -encargada principalmente de la seguridad del Presidente y Vicepresidente y de sus familias- ha quedado el militar retirado, Carlos Quintanilla, que ya fue jefe de seguridad del candidato Colom. Desde que él ha tomado posesión, el Coronel también retirado, Jacobo Salam, ha sido visto frecuentemente en las dependencias de la SAAS. Salam es hermano de dos personas procesadas por delitos de apropiación indebida de fondos del Estado, y fue, junto con el General retirado Francisco Ortega Menaldo y el Mayor retirado Napoleón Rojas, un trío influyente en la presidencia de Alfonso Portillo, un trío presuntamente relacionado con el crimen organizado. Se dice también que Carlos Quintanilla estaría aliado en el actual gobierno con Gustavo Alejos, uno de los financistas de la campaña de Colom y actual Secretario Privado de la Presidencia.

La familia Alejos -de historia turbia desde los días de preparación de la invasión a Cuba por Playa Girón- está triplemente representada en el Estado durante este período: Roberto Alejos, diputado electo por la UNE, es primer secretario del Congreso; Luis Alejos ocupa el Ministerio de Comunicaciones, con uno de los mayores presupuestos del Gabinete, y este Gustavo Alejos. Los tres Alejos -dos hermanos y un primo- aparecieron en las listas de financistas de la campaña de Colom. Para lograr mejor seguridad y, con mucha mayor razón para acercarse a una manera socialdemócrata de gobernar, lo primero que tiene que ver la ciudadanía es cómo el Presidente despeja toda duda de que el crimen organizado está o no infiltrado en los entretelones de su gobierno.

COLOM LLEGA AL IXCÁN

El 17 de enero, tres días después de su toma de posesión, el Presidente Colom viajó a Ixcán. Su objetivo fue empezar a cumplir con su programa de desarrollo rural en el municipio más golpeado por la guerra, el que había destacado como meta en su discurso inaugural. Explicó que desarrollo rural no es sólo producción agrícola y ganadera -decidida la ganadería por la población en diálogo con el Ministro de Agricultura y Ganadería- sino también educación y salud; aseguró que ya estaba presupuestado el hospital para ese municipio y que quería garantizar escuelas y plazas de empleo en ellas durante sus cuatro años de gobierno. Comprometió a sus ministros para hacerse presentes en el interior del país como él y estableció otra cita con la población y con el alcalde -no de la UNE, sino de la GANA- para dentro de 30 días. Pero no mencionó para nada el conflicto que se avecina por la licitación en marcha de la hidroeléctrica de Xalalá -en el marco del Plan Puebla-Panamá-, contra la cual se ha pronunciado una gran parte del pueblo en consulta popular. En su primer mensaje a la nación el 24 de enero el Presidente recalcó que el privilegio de los pobres no significa tolerar medidas de hecho que vayan contra las leyes.

PODER EXCESIVO
DE LA PRIMERA DAMA

El 21 de enero, siete días después de su toma de posesión, el nuevo Presidente anunció la integración y puesta en funcionamiento del Consejo de Cohesión Social, que abarca la SOSEP, todos los fondos sociales dependientes de la Presidencia, el Ministerio de Educación y el de Salud. Será presidido por la Primera Dama, Sandra Torres. Se trata de un Consejo temporal, mientras se reordenan los Ministerios dependientes del Gabinete social, que seguirá siendo coordinado por el Vicepresidente de la República.

No queda claro por qué no es el Vicepresidente el que también está a cargo de la cohesión social. Lo que se puede deducir de las palabras del Presidente es que se trata de no perder tiempo para el Plan de los 100 días, incluido dentro del Programa de Solidaridad, donde se espera alcanzar a 41 municipios en la lucha contra la pobreza. Para ello el presidente ha pedido al Congreso que vote los préstamos necesarios para reunir un presupuesto de 300 millones de quetzales. Pero aquí asoma la cabeza otra de las hidras que pueden amenazar a este gobierno: el poder excesivo de la esposa del Presidente y de su grupo. La imitación de la doble presidencia ejercida por Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua sólo puede traer problemas.

¿REALIDAD O COARTADA?

Ese mismo día 21 el presidente -que en su discurso inaugural había alabado la transición y los esfuerzos del Presidente Berger y su equipo para hacerla eficientemente- comenzó a tocar otra melodía y declaró haber encontrado los organismos del Ejecutivo en gran desorganización y algunos de ellos con “deudas flotantes” de las que no se había hablado antes. Se dice que es especialmente el caso del Ministerio de Comunicaciones, donde la deuda ascendería a más de 2 mil millones de quetzales. También el caso de la remodelación y ampliación de la gran terminal del aeropuerto, cuya continuación se paralizó mientras la Contraloría de Cuentas realizará una auditoría.

También señaló el Presidente despilfarro en telefonía celular y combustible, presencia exagerada de vehículos en alguna secretaría de la presidencia y escasez de ambulancias para la red hospitalaria, descuido notable en las comisarías de policía. Es un tópico -presente en el discurso del presidente Berger hace cuatro años en forma mucho más extrema, sobre todo por la referencia a la corrupción del Presidente Portillo y su equipo- que puede convertirse en coartada para los retrasos en el cumplimiento de los planes y programas.

CONTROVERSIA
SOBRE LA PENA DE MUERTE

A comienzos de febrero, en la onda de la indignación producida por los asesinatos de pilotos y ayudantes de buses -en alguno de ellos el Ministerio Público acusa a policías como los presuntos autores-, el Congreso reinstaló el indulto presidencial por medio de una ley, donde se siente la “mano dura” y no “la inteligencia”.

En derecho internacional, la pena de muerte -en Guatemala hay más de cuarenta condenados a la pena capital- no puede ejecutarse si no existe la posibilidad de que el reo sea indultado por una última instancia, cosa que había
desaparecido de la legislación guatemalteca por intervención del Presidente Portillo. Una vez que existe ya esa posibilidad, aunque esa última instancia -en Guatemala, ahora de nuevo la del Presidente- no otorgue ni niegue el indulto explícitamente sino que sólo se abstenga de ejercer su potestad, ya puede ejecutarse la pena. El Presidente Colom anunció primero que él no está por encima de los tribunales y no haría uso de su potestad.

El Cardenal Arzobispo de Guatemala, Amnesty International, y numerosas entidades nacionales y extranjeras, pidieron a Colom que vetara el decreto legislativo. La Unión Europea fue más lejos pidiendo a Guatemala que se una a tantos países que han abolido la pena de muerte. El Presidente expresó que reconsideraría su opinión y podría vetar el decreto legislativo.
En este punto se enfrentan opiniones expertas en derechos humanos y criminalistas que han estudiado la ineficacia de la pena de muerte para disuadir del delito, con una opinión pública guatemalteca acosada por el crimen violento, que apoya muy mayoritariamente la pena de muerte.

ABRIR LOS ARCHIVOS
DEL EJÉRCITO

El 25 de febrero, en el noveno aniversario y de la publicación del Informe de la verdad, “Guatemala, Memoria del Silencio”, elaborado por la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH), el presidente Colom anunció que, como Comandante en Jefe del Ejército de Guatemala, había ya hablado con la plana mayor militar para ordenar que se abran al público los Archivos del Ejército, ya que no se puede obviar que la gran mayoría de los crímenes contra la humanidad y demás violaciones de los derechos humanos cometidos durante el conflicto armado interno tienen al Ejército como responsable.

A Colom se le quebró la voz cuando anunciaba esto, como se le había quebrado cuando habló de su asesinado tío Manuel Colom en su discurso inaugural. Las reacciones a la decisión presidencial fueron en general muy favorables, dejando a salvo la observación de que no es lo mismo anunciar que poner en práctica lo anunciado. No faltaron reacciones inmediatas muy desfavorables o escépticas. El General retirado José Luis Quilo Ayuso, dijo, en nombre de la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala (AVEMILGUA), que si hubo crímenes no se encontrará información sobre ellos, que espera se respete la naturaleza de secreto de Estado de estos Archivos, y que no le extrañaría que se presentara un amparo contra las intenciones del presidente en la Corte de Constitucionalidad. Y el candidato presidencial derrotado el 4 de noviembre, General retirado Otto Pérez Molina, declaró que en esos Archivos “no se encontrarán órdenes de montar un operativo para matar a gente inocente, sino órdenes de montar un operativo para controlar a gente insurgente que andaban armados y estaban amenazando gente”. Para él, el anuncio es “sólo político y creador de falsas expectativas”.

Hace dos años se descubrieron los Archivos de la Policía Nacional en edificios de la Zona 6 de la Capital.

Un juez aceptó la petición de incautarlos del Procurador de Derechos Humanos. Más de 200 trabajadores investigan su contenido, pero aún no se ha descubierto algo que responda a la expectativa de encontrar documentos testimoniales de las violaciones que sin duda cometió la Policía Nacional.

ALGO QUIERE MOVERSE
EN GUATEMALA

No cabe duda de que algo quiere moverse en Guatemala. No cabe duda de que hay sospechas fundadas de que fuerzas tenebrosas pueden estar interfiriendo e intentando bloquear estos movimientos dentro del gobierno mismo. No cabe duda de que los Álvaro Colom, Rafael Espada, Vinicio Gómez -en Gobernación-, Fuentes Knight -en Finanzas-, Orlando Blanco -en COPREDEH y SEPAZ-, no están necesariamente en la misma onda que los Alejos, los Quintanilla, etc. Y quién sabe si Sandra Torres -a quien dicen que el Presidente, su esposo, no puede negar nada- y sus allegados estén en la misma onda que el Presidente. Tal vez por el momento sea más honesto darles el beneficio de la duda y esperar al curso de los acontecimientos.

El contexto global no facilita un gobierno socialdemócrata en Guatemala, aunque sí lo estimula una parte del contexto latinoamericano. En definitiva, está en el aire que el socialdemócrata Álvaro Colom pueda llegar a ser un Presidente socialdemócrata en su período de gobierno y reivindicar así la herencia histórica de la década del 44 al 54 y la sangre mártir del 79, derramada en el pasado siglo de Guatemala.

CORRESPONSAL DE ENVÍO EN GUATEMALA.

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