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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 410 | Mayo 2016

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Nicaragua

Enfrentamos la crisis ambiental más profunda de la historia reciente

Los problemas ambientales no deben ser sólo preocupación de los ambientalistas. El cambio climático es un desastre ambiental en el que Nicaragua ha participado poco, pero en los desastres ambientales que hemos visto estos meses en el país han participado autoridades indolentes, empresarios con visión cortoplacista y prácticas depredadoras. Y también, la gente que no reclama y que contribuye con su irresponsabilidad a lo que sucede. El informe del Centro Humboldt es una señal de alerta para que cambiemos de rumbo.

Centro Humboldt

Las organizaciones que suscribimos este informe hemos analizado la situación ambiental del país haciendo uso de imágenes satelitales, de datos recogidos por la red campesina de monitoreo climático, de reportes de los medios de comunicación y de las redes sociales, de informes técnicos y de verificaciones de campo, encontrando la crisis ambiental más profunda de la historia reciente del país, desencadenada a partir de dos factores principales. Uno, la gestión inadecuada del medio¬ambiente y los recursos naturales promovida por un modelo productivo extractivista y depredador. Y dos, los efectos adversos del cambio climático que han comenzado a manifestarse en nuestros territorios, profundizados por un intenso fenómeno de El Niño entre el 2014 y el 2016.

El modelo de producción ha promovido actividades extensivas y extractivistas -la ganadería, los monocultivos, la minería metálica industrial y artesanal-, ligadas a paquetes tecnológicos altamente contaminantes que deterioran sustancialmente la base material de recursos naturales y el ambiente, en especial el agua y el suelo. Preocupados por esta situación informamos a las autoridades y a la ciudadanía.

PÉRDIDA DE BOSQUES EN EL TERRITORIO NACIONAL


Se realizó un análisis comparativo de la cobertura forestal actual a partir de los datos oficiales del Ministerio de Agricultura y Forestal sobre el uso del suelo en 2011, con datos actualizados a enero-abril de 2016 a partir de imágenes satelitales provenientes del sensor Landsat 8, priori¬zán¬dose 6 departamentos (Madriz, Boaco, Nueva Segovia, Estelí, Chinandega y Jinotega). Se determinó una reducción del bosque latifioliado abierto y cerrado correspondiente a más de 36 mil hectáreas y una reducción de más de 6 mil hectáreas de bosque de pino abierto y cerrado. En su totalidad, la pérdida de bosques se corresponde con nuevas áreas destinadas a pastizales y a la agricultura. A partir de información confirmada, obtenida a través de las redes sociales y medios de comunicación, y de información facilitada por organizaciones de diferentes territorios del país, que presentan este documento, se elaboró un mapa que muestra un estimado de las afectaciones ocasionadas por el despale y los incendios forestales en el país.

PÉRDIDA DE BOSQUES EN ÁREAS PROTEGIDAS


Se han identificado afectaciones directas en 12 áreas protegidas, bajo diferentes categorías de manejo: en las Reservas de Biosfera del Sureste y en Bosawás, en el archipiélago de Solentiname y en las Reservas Naturales El Tisey-Estanzuela, Punta Gorda, Cerro Silva, Cordillera Dipilto-Jalapa, en el Volcán Yalí y el Volcán Cosigüina, en el complejo volcánico San Cristóbal-Casita, en Mesas de Miraflor-Moropotente y en Tepesomoto-La Patasta. Las cifras más alarmantes corresponden al cambio de uso de suelo dentro de las Reservas del Sureste y en Bosawás. Los datos analizados confirman la reducción de los bosques latifoliados cerrados y de las áreas que deberían destinarse para la regeneración natural (tacotales). Es una reducción directamente proporcional al aumento de la extensión de bosque latifoliado abierto y al aumento de áreas agrícolas y pastizales.

Una de las áreas más afectadas es la Reserva de Biosfera del Sureste de Nicaragua, donde es alarmante el cambio de uso del bosque latifoliado cerrado, ahora convertido en áreas de pastizales, el aumento significativo de tacotales no necesariamente destinados a la regeneración natural, considerando las más de 2 mil hectáreas sembradas de palma y palma africana en la Reserva. En menor grado se reporta un aporte al bosque latifoliado abierto.

MANEJO INADECUADO DEL SECTOR FORESTAL


A pesar de que el sector forestal es una fuente importante de recursos para el país no ha habido cambios significativos en el manejo, regulación y control forestal. En cambio, se mantiene el extractivismo sin un manejo sostenible de los bosques y las inversiones en el sector forestal han estado dirigidas a la extracción. Además, a pesar de la vigencia de una veda forestal, las actividades extractivas continúan coexistiendo con un alto grado de ilegalidad en los procesos de concesiones y/o permisos, lo que evidencia que una veda total forestal no es la solución al problema.

DISMINUCIÓN DE LA DISPONIBILIDAD DE AGUA


La sequía hidrológica ha tenido efectos directos en los volúmenes de agua disponible de las principales fuentes superficiales y subterráneas del país, en especial en territorios ambientalmente frágiles como las zonas de humedales (aproximadamente el 20% del territorio nacional), principales ecosistemas que ayudan al control de inundaciones, mejoramiento de la calidad del agua y recarga de los acuíferos. Un ejemplo es la completa desecación que se ha presentado en las fuentes de agua superficiales del Sitio RAMSAR Sistema Lagunar de Tisma, que contribuye a la recarga de 914 millones de metros cúbicos anuales del acuífero subterráneo.

En el primer trimestre de 2016, el Lago Cocibolca ha presentado una reducción de aproximadamente un 2% en su nivel en comparación con su promedio histórico. Esto podría significar que el lago ha dejado de percibir un volumen de agua suficiente como para llenar más de 2 millones de piscinas olímpicas. El Lago Xolotlán ha sufrido una reducción de aproximadamente el 4% en su nivel, equivalente a un volumen de agua capaz de llenar más de medio millón de piscinas olímpicas.

A pesar de que existe una gran cantidad de instrumentos y políticas públicas orientadas a la conservación y uso sostenible de los recursos hídricos del país, ha sido notoria la falta de voluntad política de las autoridades de gobierno a distintos niveles para garantizar su cumplimiento.

Se ha incumplido el mandato establecido en el artículo 134 de la Ley General de Aguas Nacionales, Ley 620, ya que desde hace siete años y diez meses se cumplió la fecha límite para que las autoridades competentes tramitaran la elaboración y aprobación de la Ley Especial de Cánones por uso y aprovechamiento de aguas nacionales y vertidos de aguas residuales a cuerpos receptores, considerado uno de los principales instrumentos económicos para la gestión sostenible de recursos hídricos en el país, en especial para garantizar procesos de planificación, investigación y protección de las fuentes.

Nicaragua aún no cuenta con el Plan Nacional de los Recursos Hídricos, establecido en el artículo 17 de la Ley 620, que debe servir de base para que se elaboren planes y programas por cuenca, orientando las prioridades de planificación hídrica a nivel nacional y por unidades hidrológicas.

CONDICIONES DE ACCESO A AGUA
PARA CONSUMO HUMANO


En septiembre de 2015 Naciones Unidas aprobó una Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y mandató que uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible estuviese orientado a reafirmar el compromiso de todos los Estados a garantizar el derecho humano al agua potable y al saneamiento a través de su gestión sostenible. A pesar de eso, Nicaragua no ha priorizado el establecimiento de un proceso abierto e inclusivo para la definición de los indicadores específicos que darán cumplimiento a las metas de este Objetivo de Desarrollo Sostenible.

Para estimar apropiadamente el nivel de avance y cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible para agua, es necesario contar con información detallada y de calidad, la que debe estar disponible para todos los sectores y a todos los niveles, con el ánimo de que contribuya a una efectiva toma de decisiones.

Las diversas actividades económicas fomentadas y avaladas por el actual modelo de desarrollo promovido por el gobierno han generado un acelerado incremento en los niveles de degradación y una disminución considerable en los volúmenes de agua de las fuentes utilizadas para consumo humano, violentando así lo establecido en la Ley General de Aguas Nacionales, en donde se prioriza el uso de agua para consumo humano por encima de cualquier otro uso. De acuerdo a la línea de base del Sistema de Información de Agua y Saneamiento Rural (SIASAR), iniciativa de la cual Nicaragua es parte:

• Aproximadamente el 48% de las comunidades registradas en la base de datos no cuentan con sistemas de abastecimiento de agua potable.

• El 22% del total de las comunidades tomadas en cuenta en la línea de base registran defecación al aire libre.

• Más del 50% de estas comunidades no presentan condiciones de un ambiente sano.

• Del total de sistemas de agua registrados, el 27% no cuenta con suficiente agua para garantizar las necesidades básicas de la población durante los meses de la estación seca y más del 25% de esos sistemas están localizados en microcuencas completamente degradadas o en proceso acelerado de degradación.

CONDICIONES CLIMÁTICAS ACTUALES


Once de los últimos quince años hemos estado bajo condiciones de déficit de lluvias y estrés por calor. Los tres últimos años Nicaragua ha estado bajo la influencia del fenómeno de El Niño. En 2015, su intensidad sobrepasó los índices de este fenómeno en 1997-1998. En este contexto, las últimas tres temporadas de lluvias estuvieron marcadas por déficit de precipitación. La situación podrá irse agudizando cada vez que aparezca el fenómeno El Niño, más intenso y recurrente por el impulso que dan a este fenómeno las consecuencias del calentamiento global. En 2015 las regiones más afectadas por el déficit de precipitación fueron: Zona Norte Centro, Pacífico Sur y Pacífico Occidente.

2015 es el tercer año consecutivo que en Nicaragua el invierno se comporta por debajo del rango histórico imposibilitando la cosecha de primera. Desde el año 2013 las precipitaciones tienen una tendencia a reducirse en un 35%, aproximadamente 490 milímetros menos cada año. Todos los meses de invierno presentaron precipitaciones por debajo de los rangos normales.

El año 2015 registró un déficit del 50% de precipitaciones y sus consecuencias son evidentes en ríos y lagos. Se vienen reduciendo los totales de lluvia y el número de días que llueve. 2015 fue el año con menos días de lluvia: aproximadamente 57 días, cuando son aproximadamente 100 los días que llueve en un invierno. Fue la primera vez que no llueve en un mes de mayo. Se observó también la salida tardía del invierno, pues en noviembre de 2015 llovió la mitad de días del mes, sobrepasando la norma histórica. El período canicular del año 2015 fue seco y extendido.

Los últimos tres años nos han indicado que las precipitaciones se están trasladando a finales de la temporada de lluvias. De continuar esta tendencia podría desaparecer en el país la cosecha de primera, pues los meses afectados por el déficit de lluvia fueron mayo, julio y agosto, determinantes para la producción de primera.

EL ESTRÉS POR CALOR AFECTÓ
TODO EL TERRITORIO NACIONAL


• En el año 2015 todos los meses reportaron un incremento de temperaturas medias de al menos 1°C con respecto a sus normas históricas. Los meses de agosto y septiembre presentaron más de 3°C de alteración.

• Territorios históricamente calurosos como Occidente presentaron los gradientes térmicos más dispares a nivel nacional con más de 10°C de diferencia entre las mínimas y máximas presentadas cada mes.

• Los meses que históricamente presentan las temperaturas más altas son marzo y abril. Sin embargo, en los últimos años ya no son los únicos. En 2015 los últimos seis meses del año presentaron temperaturas altas.

• Se han presentado en algunos meses temperaturas mínimas próximas a las medias mensuales o temperaturas máximas próximas a los 40°C en días consecutivos.

• Con respecto a las temperaturas hemos llegado al punto donde “romper los récords es lo normal”. El año 2015 fue el año más caluroso en la historia del mundo desde que se tienen registros. 14.79°C fue la temperatura media global, un 0.91°C por encima de la norma.

• Las altas temperaturas podrán continuar registrándose cada vez que se presente El Niño, un fenómeno que da impulso al calentamiento global generado por el cambio climático.

De acuerdo a simulaciones climáticas propias, probablemente el próximo año con déficit de precipitaciones será 2018. Y cada año posterior al fenómeno de El Niño, o bien cuando se disipa éste, se presenta un ciclón tropical intenso. Esta predicción se sustenta en la evidencia estadística y en la frecuencia en la aparición de ciclones tropicales intensos.

INVERSIÓN DEL SECTOR PÚBLICO
EN MEDIO AMBIENTE


En 2016 la Asamblea Nacional aprobó una partida presupuestaria para invertir en medio ambiente inferior a la de 2015: 29.6% para el Instituto Nacional Forestal (INAFOR) y 7.6% para el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA).

Una de las causas de la falta de monitoreo y regulación de parte de las entidades rectoras en temas ambientales y en recursos naturales en el país, es que solamente el 0.67% del Presupuesto General de la República está dirigido a este sector, tomando en cuenta los montos asignados a las instituciones y entes descentralizados.

CONCLUSIONES


• Enfrentamos una situación ambiental sumamente grave. Estamos dependiendo de la variabilidad climática debido a la destrucción ambiental. Los ecosistemas se han debilitado hasta que su capacidad de respuesta ecológica ha sido vencida por el debilitamiento y por la degradación ambiental. Hemos desperdiciado las condiciones favorables que nos da la Naturaleza. La planificación sensata para darle un mejor uso a los suelos y para corregir el daño que se ha causado ya es la única salida para que esta crisis pueda resolverse.

• A pesar de que el sector forestal representa un gran potencial de recursos para el país, no ha habido cambios significativos en el manejo, regulación y control forestal. En cambio se mantiene el extractivismo sin un manejo sostenible de los bosques y sin mayores inversiones en el sector, impidiendo que este sector, manejado adecuadamente, se convierta en uno de los principales ejes de desarrollo económico del país.

• Es imposible desvincular la relación bosque – agua e ignorar cómo la degradación de los bosques repercute sobre el medio ambiente, sobre la salud humana y a largo plazo sobre la economía del país, ocasionando la reducción significativa de la disponibilidad de aguas superficiales y subterráneas para el consumo humano, afectando la seguridad alimentaria y nutricional e incrementando los conflictos sociales.

• El modelo de desarrollo del país ocasiona elevados costos ambientales pues los actuales niveles de crecimiento económico están basados en el deterioro del ambiente. El acelerado avance de la agricultura y la ganadería extensiva representan la mayor afectación sobre las principales Reservas de Biosfera de Nicaragua. El establecimiento de más de 2 mil hectáreas de monocultivos en la Reserva del Sureste debe sembrar una alerta, considerando que este tipo de actividad violenta el marco regulatorio ambiental, contribuye a la degradación del bosque, al agua y al suelo.

• La conservación de los recursos naturales sigue siendo un desafío para nuestro país, y los fondos que se destinan para proyectos implementados por las autoridades nacionales han sido limitados e insuficientes para compensar los pasivos ambientales.

• Cada uno de nosotros, autoridades y ciudadanos, tenemos una cuota de responsabilidad enorme que no podemos ignorar.

PROPUESTAS AL ESTADO, A LAS INSTITUCIONES
Y A LA CIUDADANÍA


• Implementación efectiva de los planes sectoriales vigentes.

• Cumplimiento del marco jurídico ambiental, particularmente lo que corresponde a delitos ambientales.

• Elaboración del Plan Nacional de Gestión Integral del Recurso Hídrico.

• Elaboración del Plan Nacional de Manejo Sostenible de los Bosques.

• Elaboración del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.

• A la ciudadanía hacemos un llamado a activarse en el cuido, protección y recuperación de los recursos naturales en los diferentes territorios del país. Las organizaciones comunitarias son muy importantes para el desarrollo de esta acción.

• Un llamado también a fortalecer la vigilancia ciudadana y la denuncia de los delitos ambientales.

ORGANISMO NO GUBERNAMENTAL FUNDADO EN 1990
QUE TRABAJA PARA PROMOVER UN DESARROLLO TERRITORIAL AMBIENTALMENTE SUSTENTABLE

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