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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 9 | Febrero 1982

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Nicaragua

El Agro Nicaragüense: Carnet de identidad

Nicaragua es un país fundamentalmente agrario. A pesar de ello es muy poca la información que se tiene sobre la situación en el campo, la vida de los campesinos, los logros y problemas del proceso revolucionario en este área.

Equipo Envío

Las grandes agencias internacionales de noticias poco se preocupan del campesino y su voz (como la de la mayoría de los campesinos del Tercer Mundo) trasciende débilmente a las transnacionales de la información.

Los recursos naturales de Nicaragua

Nicaragua cuenta con una población muy escasa en relación a la extensión de su territorio. De sus 130 mil kilómetros cuadrados, 50 mil están destinados a la ganadería y unos 10 mil a cultivos agrícolas.

En la época de mayor auge ganadero el hato nicaragüense contaba con 2 millones 800 mil cabezas de ganado, lo que representa una proporción de 2 a 3 manzanas de tierra por cabeza (1 manzana = 0.7 hectáreas) Actualmente, como consecuencia de la guerra y el contrabando, se ha reducido sustancialmente el número de reses.

La calidad de la tierra varía de acuerdo a la situación geográfica. Las zonas tropicales, abundantes en lluvias, cuentan con un suelo que no permite utilizarlas regularmente y necesitan un ciclo de rotación muy amplio. La zona del Pacífico norte con régimen de lluvias sub-tropicales y tierra de origen volcánico, está considerada como la de suelo de mayor calidad agrícola. La zona central, hacia el Atlántico, con una estación lluviosa muy amplia y una seca muy corta, proporciona pastos casi todo el año y por lo tanto es la zona preferida por los ganaderos.

Los tres grandes sectores de la agricultura

El sector agropecuario se puede dividir en tres sub-sectores:

1) Cultivo de granos básicos
2) Productos agrícolas de exportación (algodón, café y azúcar)
3) Ganadería

Tradicionalmente, los granos básicos (maíz y frijoles) han sido producidos por los campesinos con técnicas e instrumentos muy rudimentarios y centrando el trabajo en el núcleo familiar. La producción del arroz está mucho más agro-industrializada y desarrollada.

En el campo de la exportación, el algodón es el producto más tecnificado. En el año 50 cuando comienza la producción se adoptó la tecnología norteamericana. Hoy, junto con los otros países centroamericanos, tiene el rendimiento más alto del mundo por manzana. El sector algodonero está formado por más de 2 mil 500 productores registrados, e los cuales la mayoría son pequeños y medianos (a pesar que las tierras siguen todavía perteneciendo, en su mayoría, a los grandes productores). El gran capital privado se invertía en el procesamiento y en la exportación porque era en definitiva lo más rentable.

El café es el producto de exportación más tradicional y menos desarrollo técnicamente. De los 15 mil o más productores de café, la mayoría son también pequeños y medianos. Los grandes productores invertían su capital en la comercialización.

En el área del azúcar el peso de la producción del pequeño productor no tiene gran significación. El 80% de la caña se produce y procesa en los ingenios del país.

Como podemos ver en el punto de la extensión de las tierras, el sector ganadero se caracteriza por su extensividad en la producción. Esto no se explica solamente por la irracionalidad heredada en el uso e la tierra, sino también por las grandes reservas de tierra en Nicaragua y por la calidad de las mismas. En el sector ganadero se encuentran grandes terratenientes y medianos y pequeños productores.

Sectores sociales mayoritarios en el campo

Existen tres grandes sectores: el campesino propietario de tierra, sector mayoritario, integrado por 250 mil campesinos aproximadamente. La mayoría de ellos se dedican a la producción de granos básicos y en algunos casos también cultivan algodón o tiene hatos de ganado.

El sector obrero agrícola asalariado, permanente, que trabaja como mínimo nueve meses al año. Hay aproximadamente dentro de este grupo unos 50 mil obreros.

El semiproletariado (unos 150 mil), que trabaja una parte del año como obreros agrícolas (época de corte de café, algodón, zafra azucarera) y la otra parte en tareas diversas: como colonos, como medieros, a veces incluso alquilan tierras o emigran a la ciudad en la que realizan cualquier trabajo. Con la Reforma Agraria se pretende ir solucionando los problemas de este sector, ya sea entregándoles tierras o integrándolos en el área agroindustrial. De esta forma, la tendencia que se observa es que van a ir quedando en el campo dos clases sociales principales: los pequeños y medianos productores individuales u organizados en cooperativas y los obreros agrícolas.

El Gobierno está impulsando el desarrollo agro-industrial que jugará un papel estratégico en la economía nicaraguense y que abrirá nuevas fuentes de empleo para los trabajadores agrícolas.

Quedarán también los grandes capitalistas y propietarios que actualmente forman parte del sector productivo. El cuadro que presentamos a continuación muestra el peso del sector privado y del sector estatal en las diferentes ramas de la producción.

Cuadro 1


Una agricultura dependiente

El capital extranjero no ha tenido nunca una presencia significativa en el área de la producción de Nicaragua. No han habido, como en los países vecinos (Honduras y Costa Rica por ejemplo) compañías extranjeras que participan directamente en la producción y a las que se dirigieran inversiones extranjeras. El capital extranjero, en Nicaragua, se ubicaba fundamentalmente en la esfera comercial (compra-venta) y en la esfera del agro-industrial, evitando de esta forma correr los mayores riesgos que se dan en la esfera de la producción.

A nivel comercial, los capitalistas extranjeros comprueban directamente los productos nacionales a la empresa privada. Después del triunfo de la revolución, el comercio exterior ha sido controlado por el estado. Se ha constituido una sola empresa estatal que compra los productos a las empresas nacionales y los vende directamente al exterior.

La dependencia económica de Nicaragua es una dependencia típica de los países del Tercer Mundo. Nicaragua compra y vende en el mercado mundial y para obtener sus divisas, depende de la exportación de algunos productos agrícolas sobre cuyos precios no tiene control (que están fijados por el mercado internacional). Debemos aceptar que el precio de esos productos está bajando y mantienen una tendencia a seguir bajando, mientras el precio de los productos industrializados que Nicaragua se ve obligada a comprar para la producción (abonos, pesticidas, maquinarias) han subido mucho y siguen de que Nicaragua depende en gran medida de financiamiento extranjero (según el Banco Mundial en 1979 Nicaragua era el sexto país más endeudado del mundo).

Después de la victoria, la estrategia del Gobierno de Nicaragua en el campo económico, ha sido la de "diversificar su dependencia". Para ello ha mantenido relaciones comerciales con distintos países: "Estados Unidos y Canadá, países europeos, países del Tercer Mundo especialmente de América Latina y se están comenzando relaciones con los países árabes y socialistas.

Organizaciones que agrupan a los sectores populares en el campo

Durante la época somocista todos los movimientos reivindicativos en el campo fueron sistemáticamente reprimidos e impedidos. estos antecedentes se reflejan todavía en la vida campesina y en las estructuras económicas, sociales y políticas de este importante sector.

En la actualidad, unos 34 mil trabajadores del campo están organizados en la ATC (Asociación de Trabajadores del Campo) y más de 100 mil pequeños y medianos productores están afiliados a la UNAG (Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos).

La ATC comenzó a existir en 1976 en la clandestinidad y se constituyó, después del triunfo, en la primera y única central de todos los trabajadores y campesinos del país.

En noviembre de 1981 se constituyó la UNAG tras evidenciarse los intereses distintos y particulares de los pequeños y medianos propietarios (campesinos). Actualmente más del 85% de los trabajadores y campesinos organizados pertenecen a una de estas dos centrales. El resto está afiliado a otras organizaciones como CTN (Central de Trabajadores de Nicaragua), CAUS (Central de Acción y Unidad Sindical) en el sector de trabajadores permanentes y CUS (Central de Unidad Sindical) en el sector cooperativista.

Más allá de los campesinos y los trabajadores agrícolas habíamos mencionado a los campesinos semiproletarizados, trabajadores temporales, jornaleros, mozos colonos etc. Este sector, numéricamente muy importante -unas 150 mil personas - es muy difícil de organizar debido a sus diversos intereses que están determinados por su status migratorios y sus posiciones en el proceso productivo. La ATC y UNAG tratan de darles una atención, sin embargo tropiezan con muchos obstáculos para hacer un trabajo profundo y permanente. Se espera que la Reforma Agraria que pretende reintegrar a estos grupos al sector campesino, solucionará a largo plazo este problema.

Las dos personas que hemos entrevistado en esta oportunidad, Ariel Bucardo Rocha miembro de la Junta Directiva Nacional de la UNAG y Francisco López, responsable de relaciones internacionales de la ATC señalaron y remarcaron el problema de los campesinos semiproletarizados.

Situación de los trabajadores permanentes y campesinos en Nicaragua

¿Cuáles son los principales problemas de los trabajadores permanentes en las fincas estatales y privadas?

F.López: Hay problemas de carácter laboral a nivel del pago de los salarios. Muchas veces las empresas privadas e incluso algunas empresas estatales no pagan el salario mínimo establecido. Hay también problemas en la alimentación. Este problema es grave sobre todo en el sector privado; si bien se da también en el sector estatal, es a menor escala. Se debe enfrentar también problemas a nivel de salud y vivienda. en el aspecto administrativo hay dificultades de participación debido a que algunos administradores del área estatal no ven con buenos ojos la participación de los trabajadores en la toma de decisiones de la empresa. Muchas veces se cometen errores económicos que significan pérdidas de cosecha y producción, por no tomar en cuenta la participación de los compañeros.

También confrontamos dificultades en la producción. Hay baja productividad. Indudablemente esto se debe a la estructura económica que hemos heredado y a la poca conciencia política que tiene relación muy directa con al baja cultura en el campo y la falta de experiencia y tradición organizativa. En el campo nicaraguense, antes, nunca se permitió la organización sindical campesina. En otros países, por ejemplo El Salvador, Guatemala y en Cuba antes de la Revolución, había toda una tradición sindical. Ligado a esto, tenemos deficiencia de cuadros, de recursos, de capacidad de dirigir. A veces en conflictos que surgen, nuestros compañeros no tienen la capacidad necesaria para llegara una solución totalmente satisfactoria. Todos estamos aprendiendo.

Los trabajadores y todos los nicaragüenses, después del triunfo de la revolución tuvimos una expectativa: creíamos que el maná nos iba a caer del cielo. Muchos compañeros políticamente atrasados, con falta de experiencia y con falta de orientación por parte nuestra, pensaban que la revolución significaba trabajar menos y ganar más. Esta concepción trajo como consecuencia una baja en la productividad, que actualmente estamos superando. Se ha avanzado notablemente en lo relativo a disciplina y eficiencia. Es cierto, también que hay algunas empresas en las que hay buena participación y coordinación y donde los compañeros trabajan de manera vinculada a la administración en el sentido que conocen los planes de producción.

En el caso de los pequeños y medianos productores se habla a veces al referirse a ellos del sector "más atrasado". ¿Qué significa ésto concretamente?

A.Bucardo: Creemos que fue el sector más marginado en el pasado. Es tal vez difícil afirmar que son más atrasados que los obreros, si bien el obrero aprendió más porque en la hacienda estaba siempre el patrón presente vigilando, oprimiendo y esta situación despertaba en el obrero conciencia de lucha.

El sector del campo que estuvo aislado con su familia, viviendo su vida, desligando de otros compañeros, sin educación, sin relación con el resto de la sociedad, es un sector bien atrasado desde el punto de vista cultural y político. Esto no significa que carezca de capacidad para ir avanzando.

Consideramos que hemos avanzado bastante. No obstante, tenemos aún grandes problemas a nivel técnico. El estado aún no ha podido responder y dar solución a todos los problemas de asistencia técnica que confrontamos. Tenemos problemas para comercializar los productos porque, a veces, las zonas están muy alejadas y faltan caminos para sacar las cosechas, éstas hay que sacarlas en mulas, caballos o transporte marítimo. La falta de caminos adecuados, dificulta la posibilidad de dedicarle más esfuerzo a alguna zona en el sentido de producir más y mejor.

Los programas de UNAG y ATC

¿Cuáles son entonces las principales reivindicaciones del campesinado?

A.Bucardo: Tenemos reivindicaciones históricas. Desde hace mucho tiempo peleamos por la tierra, la invadíamos y en esta lucha murieron muchos compañeros nuestros. Nuestra principal reivindicación es el asunto de la tierra y con las leyes de Reforma Agraria, realmente el Gobierno respondió positivamente a las demandas del campesinado.

¿Cómo participa la UNAG en la programación de la Reforma Agraria?

A.Bucardo: Nosotros pusimos nuestros criterios en las Leyes de la Reforma Agraria. Somos el sector que más tiene que ver con la implementación de las mismas. Estamos participando en todas las instancias que se han creado para darles cumplimiento: en el Consejo Nacional de la RA, en los Comités Regionales de R.A. y también en elaborar los criterios que rigen la distribución de la tierra. Ahora tenemos también representante legítimo en el Consejo de estado. Al mismo tiempo, participamos en todas las instancias del Estado donde se discuten los problemas de asistencia técnica, de comercialización, de abastecimiento, en fin, de todos los servicios que se tienen que dar al pequeño y mediano productor por parte del Estado. Nosotros creemos que los grandes, medianos y pequeños productores, tenemos que unirnos en la producción, en la defensa, en la reconstrucción del país. Todos los sectores patrióticos, tenemos que hacer frente a los problemas económicos. Nuestro objetivo es buscar el desarrollo de nuestro sector en todos los niveles: económico, social, cultural y el desarrollo de las cooperativas que son la base fundamental de nuestra organización. Entramos en un proceso de preparación cooperativa en escuelas especiales para esta formación, de todos los compañeros afiliados. Al mismo tiempo se demanda del Estado ir progresivamente mejorando el servicio técnico y de comercialización, que permita que las cooperativas se desarrollen.

Ya hemos hablado sobre las principales reivindicaciones de los trabajadores del campo. ¿Cuáles son las tareas de la ATC para este año?

F. López: Todas las tareas están fundamentalmente relacionadas con la producción, la organización y la defensa, pero en nuestro caso, las relativas a la producción son básicas pues la consideramos la defensa económica de la Revolución.

Organización interna de la ATC y la UNAG

En relación a la ATC hemos oído críticas de centralización, burocratización, desmovilización de la base, etc. ¿Cómo es su estructura interna y cómo interpretan Uds. esas críticas?

F. López: Tenemos un comité ejecutivo a nivel nacional que es elegido por la organización de todo el país, que funciona en secciones: Secretaría de Producción, Secretaría Laboral, de organización, educación política y propaganda y la Secretaría General. Esta misma estructura se reproduce en todos los departamentos. Hemos pretendido que sean los trabajadores directos los que se organicen a nivel municipal es decir, tenemos estructuras profesionales a nivel nacional y departamental que se dedican exclusivamente alas actividades de la organización. Pero a nivel municipal tenemos solamente un cuadro profesional, el resto lo conforman compañeros de las bases que poco a poco se han ido capacitando. Se pretende que con el tiempo, también desaparezcan los profesionales y realicen la tarea organizativa compañeros de la base.

Estamos viendo que el hecho de haber formado estructuras grandes constituida por profesionales, trajo como consecuencia cierta centralización, y lo estamos valorando como un error. Tal vez la dimensión que tomó se pueda justificar por la expansión que tuvimos después del triunfo. Pero ya en el 81 y sobre todo en el 82, estamos tratando de ver como ser más eficientes con menos cuadros profesionales dando más oportunidad a la base para que participe en las decisiones. Tendemos a que nuestros cuadros que eran profesionales, integrarlos nuevamente a la producción. Es una tendencia que se enmarca en la política de mayor racionalización de nuestros pocos recursos.

Por otra arte, tenemos planteado como tarea importante para este año, el fortalecimiento de la base en todos los niveles. A nivel nacional tenemos tres Escuelas de Capacitación (dos en Managua y una en Chinandega). Se pretende capacitar a un gran número de compañeros sobre problemas de organización. Se está tratando al mismo tiempo, la forma de descentralizar dando mayor autonomía a los departamentos y municipios.

ATC, ¿es financiada por sus miembros?

F. López: A todos los afiliados les exigimos una cotización. También tenemos otros ingresos que provienen de organizaciones no gubernamentales, de otros países, que nos ayudan en proyectos concretos de desarrollo para el campo.

¿Cómo es la organización interna en el caso de la UNAG?

A.Bucardo: Tenemos un Consejo Nacional que está formado por representantes de todos los departamentos con un total de 60 compañeros. Una Asamblea nacional, elige una Junta Directiva Nacional que ejecuta las tareas de la organización. Estas estructuras de Asamblea, Consejo y Junta Directiva, existen también a nivel departamental y municipal. Nosotros logramos movilizar 150,000 pequeños y medianos productores. Y coordinamos unos 2,500 grupos que pretendemos organizar en cooperativas.

La problemática de la centralización de los organismos estatales

Observamos una contradicción entre lo expresado y los hechos reales en el proceso de la formación de los organismos estatales. Por una parte, se habla mucho de descentralización, democratización y movilización de la base. Al mismo tiempo se percibe una cierta burocratización y centralización de muchas funciones en Managua. Pero también nos parece que la presión que ejercen las bases es muy débil y la movilización desde abajo todavía no muy significativa.

¿Cómo ven Uds. este problema?

Eduardo Baumeister
CIERA/INRA: Nicaragua es un país muy centralizado histéricamente y eso pesa mucho. Pero hay que pensar cuáles son las condiciones locales que no permiten el autodesarrollo de las regiones. Considero tres causas fundamentales:

1. La debilidad del propio desarrollo en el movimiento de la base;
2. el hecho de que el Estado se está constituyendo;
3. se está tratando de cambiar, de mejor cualitativamente, muchas cosas a la vez: ampliar la capacidad productiva, mejorar los caminos, la tecnología las comunicaciones... se mezclan el intento de modernizar al país, de profundizar su desarrollo, con el de querer cambiar la gestión, localizarla, descentralizarla. Sin duda es mucho más difícil descentralizar un país como Nicaragua que tiene ya un perfil más agroindustrial. Los impulsos modernizantes y dinamizadores, tienen un origen más centralizado.

Sin embargo, hay tendencia -no cortoplacista- de ir lográndolo. En el Plan 82 por ejemplo, se va a hacer los planes de las empresas a nivel local, las regiones van a tener más peso.

A. Bucardo: Compartimos las mismas inquietudes que Uds. Mucho esta centralizado en Managua; aquí se invierte más. La situación en el campo aún es muy difícil. Hay necesidad de escuelas, de atención en el campo de la salud... En el intento de responder a los problemas planteados, se han creado los Consejos Regionales que darán una visión más real y completa de la problematica del campo y sus posibles soluciones. En relación a los Bancos y asistencia técnica, se han formado comités de crédito en los municipios como medida de presión. es cierto que aún hay problemas a nivel nacional y es necesario que se descentralicen muchas decisiones. Pero estamos trabajando y participando en las instituciones del Estado para que se den respuesta a estos problemas. Consideramos que las Cooperativas pueden crear las condiciones infraestructurales para avanzar en el campo de la descentralización, y pueden ser elementos de presión en circunstancias concretas. Por ejemplo, si la localidad necesita una escuela, la cooperativa puede cumplir un papel fundamental en la solución de este problema. Todo esto es un proceso y nosotros como organización tenemos que ayudar a dar una respuesta y marcar pautas.

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