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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 112 | Marzo 1991

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Centroamérica

Desafíos y Agenda para los 90

Una alternativa popular y la agenda para formularla solo pueden brotar de la experiencia popular. Nunca saldrá una alternativa popular de los ministerios gubernamentales ni de los centros de investigación, por progresistas que sean.

Equipo Envío

Es un problema de praxis histórica y no de esquemas intelectuales meramente teóricos. Por esto:
* Hace falta escuchar con todos los sentidos muy abiertos las corrientes que recorren el pueblo centroamericano.

* Hace falta recoger todas las semillas de lucha y de soluciones alternativas a través de talleres de trabajo con los campesinos, artesanos y obreros que han formulado y practican experiencias económicas y sociales alternativas.

* Hace falta aprender de las estrategias de sobrevivencia del pueblo no organizado y comprender las soluciones tecnológicas apropiadas a partir de su practica económica. La tecnología apropiada y mas barata es la que los pobres ya han adecuado a las presiones reales del mercado en Centroamérica. La tecnología popular ya apropiada puede mejorarse o desarrollarse siempre.

Intentos de transferencia de tecnologías o de estilos de organización, ajenos al mundo de los pobres, sin haber aprendido de la sabiduría acumulada, son un callejón sin salida para la elaboración de una alternativa.

* Hace falta pasar tiempo con el pueblo, desnudos de las costumbres de protagonismo que afectan a cualquier persona que sea capaz de leer este numero de envío.

Alternativa popular con formación intensiva de capital humano

No hay alternativa popular sin la formación intensiva de capital humano. La educación popular o sistematización y desarrollo de las experiencias de los sectores populares es la forma de racionalidad apropiada para la elaboración de una alternativa popular. Por esto:

* Hace falta insertar los procesos de investigación económica y social dentro de la dinámica de la educación popular.

* Hace falta insertar la formulación, evaluación y seguimiento de los pequeños proyectos de desarrollo, financiados por los ONGs dentro de la dinámica de la educación popular.

* Hace falta insertar una especie de auto-alfabetización sobre las políticas de estabilización y ajuste estructural dentro de la dinámica de la educación popular. Esta alfabetización solo puede partir de las experiencias concretas del impacto del ajuste estructural sobre la organización. Tal alfabetización solo será posible en la medida en que las organizaciones populares logren captar para esta tarea a profesionales que, por lo menos, entiendan la lógica del ajuste vista desde arriba.

* Hace falta desarrollar la metodología de educación popular, en lo económico y en lo tecnológico y experimentar con los mecanismos organizativos para masificarla.

Crear puentes entre movimiento popular y pueblo no organizado

Una alternativa popular exige crear puentes entre el movimiento popular organizado y el pueblo no organizado. Por esto:

* Hace falta poner fin a los sectarismos y a la errada identidad de que uno es mas consciente o avanzado que otro.

* Hacen falta personas que puedan actuar como puentes entre la organización popular existente y el pueblo no organizado. Esto significa saber vivir en dos mundos cualitativamente distintos.

* Hacen falta encuentros entre las organizaciones populares politizadas y organizaciones populares supuestamente apolíticas, como por ejemplo son las sectas protestantes.

* Hace falta profundizar el diálogo marxismo crítico-cristianismo critico, a nivel de base, para facilitar caminos de verdadero acercamiento a un socialismo popular, liberado de los vicios de experiencias pasadas y todavía imaginable si se elimina el derrotismo falso de que ya no tiene futuro en la historia.

Espacio local y ritmo a mediano plazo

La alternativa popular tendrá en un primer momento un carácter local y un ritmo de desarrollo a mediano plazo (tres o cuatro años). El espacio del pueblo es local y su ritmo siempre mas lento y seguro que el de dirigentes protagonistas "cabezas-calientes". Por esto:

* Hace falta romper el prejuicio contra todo proyecto al que le falte vinculación nacional formulada. En el curso de desarrollo del proyecto habrá que ir desvelando esa vinculación con los sujetos que lo viven.

* Hace falta romper el mito y la ingenuidad de ciertos elementos progresistas que piensan que lo inmediato es siempre mejor que un ritmo mas lento y que persigue frutos a mediano plazo.

* Hace falta reconocer que el territorio local (la aldea, el cantón, la comarca, el barrio) es el espacio natural de la política y la ideología populares, mientras que el espacio nacional es el espacio natural de la política e ideología de la clase dominante.

* Hace falta desarrollar núcleos de poder político local a través de una coordinación a nivel municipal, sin comprometer el estilo y la autonomía del poder político local.

* Hace falta un proceso persistente de cuestionamiento de los caciquismos en las estructuras de poder local.

* Llegara el momento en que el poder local comprenderá la necesidad de conectarse, en alianzas autenticas - las que son verdaderamente respetuosas y conciliadoras de los intereses de todos los grupos que se alían -, no solo con los niveles municipales de poder popular, sino también con los niveles nacionales.

No hay alternativa popular en plenitud si no se construye a nivel centroamericano

No hay alternativa popular en un solo país y mucho menos en una sola región de un país. Aunque la semilla de la alternativa germine a nivel local, su maduración depende de una ruptura con el localismo. Solo los pobres condenados al localismo pueden realizar esta ruptura, aunque para ello necesiten de la solidaridad de otros, que se han identificado con ellos. Pretender que una instancia sin compromiso con una localidad sea capaz de mitigar el localismo y transcenderlo a mediano plazo es caer en uno de los errores mas connotados del leninismo y cosechar el verticalismo en vez de un incremento de participación popular. Por esto:

* Hacen falta talleres de educación popular a nivel nacional entre distintos focos donde haya un desarrollo de alternativas populares.

* Hacen falta talleres de educación popular sobre la alternativa popular a nivel regional centroamericano.

* Hace falta una practica local para aquellos que creen ser dueños de una visión mas universal y de hecho la tienen, pero sin conexión con las raíces, desde las que se tienen que estructurar lo global.

Detener la desnacionalización neo-liberal del mercado producción popular exportadora con desconexión selectiva

Una alternativa popular supone detener la tendencia desnacionalizadora del proyecto neoliberal, priorizando la producción popular que tenga efectos multiplicadores en el mercado interno. Este proyecto no significa un rechazo a la necesidad de aumentar las exportaciones del país. El problema no es la exportación en si, sino su control monopólico por la clase empresarial agroexportadora que intenta empobrecer la producción popular, obligando al campesinado y al artesanado a descapitalizarse y a vender su fuerza de trabajo en un intercambio desigual o, en el peor de los casos, en las zonas francas o en las maquiladoras a domicilio.

Estas últimas utilizan el empobrecimiento de la población del país para sus ganancias, sin que esta "generación de empleos" tenga ningún efecto multiplicador en la economía nacional, ni siquiera por el pago de impuestos al Estado. Una alternativa popular se tiene que basar en que en el país se practique una desconexión selectiva del mercado internacional, priorizando una diversificación de la producción campesina y artesanal, encaminada hacia una combinación óptima de producción para el mercado interno y producción exportable desde las clases populares, a la vez que protegiendo el desarrollo de la pequeña industria nacional, en base a una reconversión y racionalización de su uso de insumos importados. Por esto:

* Hace falta, en una estrategia de desconexión selectiva, entender que el sujeto económico fundamental no es la clase obrera industrial ni la burguesía - que son clases minoritarias en nuestras economías y mas dispuestas a someterse a las tendencias de desnacionalización en un mercado internacional transnacionalizado -. En nuestros países, el sujeto económico fundamental de una alternativa popular es la combinación articulada del campesinado, el artesanado, y los pequeños servicios junto con el pequeño comercio del SIU. Todos ellos constituyen el verdadero "proletariado" centroamericano.

* Hace falta priorizar la producción intensiva en mano de obra mas que la producción intensiva en capital.

* Hacen falta profesionales capaces de abrir para las clases populares canales de comercio internacional, normalmente dominados por las capas empresariales nacionales y por las empresas extranjeras.

* Hace falta abrir un espacio para la economía popular sin negar posibilidades a la producción empresarial que fortalezca la economía nacional. Para ello es preciso controlar las concentraciones de capital a través de luchas populares y así conseguir un régimen de impuestos progresista garantizando que los oligopolios no utilicen su poder en el mercado para cubrir sus altos niveles de ineficiencia.

* Hace falta, en esta estrategia de desconexión selectiva, priorizar la conservación de nuestras condiciones ecoligicas, que para nuestra región significan la garantía de sus ventajas comparativas en la renta diferencial.

Una alternativa popular realista con el poder del estado aprender a concertar con gobiernos y otras clases populares

Una alternativa popular, al disociarse de la búsqueda del poder del Estado como prioridad, tendrá que ir especializándose en la concertación, no solo con cualquier gobierno en el poder sino con las otras clases sociales. Por esto:

* Hace falta consolidar formas de presión y organización para que los pobres del campo y de la ciudad logren hacer avanzar sus intereses por la vía de la concertación y aprendan como "gobernar desde abajo" los circuitos de comercialización y como influir en la política económica del país por medio de contactos con gobiernos progresistas y con representantes avanzados de las agencias multilaterales. Es muy necesario para ello emprender una "alfabetización en el mundo de lo internacional" que, siendo participativa, ayude a que las clases populares superen su desconcierto frente a las cambiantes circunstancias de las coyunturas internacionales.

* Hace falta participar en alianzas políticas con movimientos políticos revolucionarios que buscan el poder, pero sin perder la autonomía propia.

* Hace falta conquistar un núcleo fuerte de profesionales, capaces de representar los intereses de la alternativa popular en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y con los bancos multilaterales.

Elaborar una agenda popular frente a la agenda neoliberal

Además de embarcarse en un camino largo y de duración prolongada para ir sumando y potenciando la variedad de experiencias populares, con sus múltiples expresiones culturales propias - amerindias, afroamericanas, mestizas urbanas o rurales, etc. - y así ir conquistando una democracia de base y una economía alternativa, el pueblo tiene derecho a una agenda popular frente al proyecto neoliberal que le permita impedir un impacto aun mas destructivo de las políticas macrosociales sobre sus estructuras de vida cotidiana. Por esto:

* Las organizaciones populares deben partir del reconocimiento de la necesidad de un ajuste estructural que restaure el equilibrio en los balances macroeconómicos fundamentales, aceptando que no puede haber desarrollo con un aparato de Estado hipertrofiado y burocratizador, que no puede el Estado gastar mucho mas de lo que ingresa en el fisco, que no pueden expandirse los salarios sin expansión de la productividad, que no se pueden mantener subsidios que no induzcan a mayor productividad, y, en resumen, que hace falta una política económica lo suficientemente equitativa para fomentar una cultura de trabajo y que, sin esta cultura ni es justo ni aceptable exigir una porción mayor del producto social.

* Las organizaciones populares deben exigir de los gobiernos la formulación de una política de estabilización y ajuste estructural que vaya mas allá de la restauración de la solvencia de los gobiernos para poder seguir pagando la deuda externa. Se debe exigir la formulación de una política con pasos hacia el desarrollo, una vez recobrados los balances macroeconómicos fundamentales.

* Las organizaciones populares deben exigir que la reducción del tamaño del Estado a dimensiones de eficiencia no se base en dogmas pro o anti-estatales, sino en el papel que el Estado debe jugar, de acuerdo a la etapa de desarrollo (o subdesarrollo) en que se encuentre cada país.

* Las organizaciones populares deben, además, exigir la reducción del tamaño y la profesionalización razonable de las fuerzas armadas para evitar el derroche de capital en armas represoras o inútiles y avanzar hacia la desmilitarización de nuestras sociedades.

* Las organizaciones populares deben exigir que la privatización, donde y cuando sea aconsejable, no reproduzca los patrones de concentración de la propiedad en pocas manos, sino que extienda la propiedad a cada vez mas sectores de la sociedad, haciendo variadas y flexibles las formas jurídicas de propiedad (individual, familiar, cooperativa, de sociedad anónima, etc.), o reconociendo en los bienes privatizados formas jurídicamente estables de cogestión y de participación en los beneficios de los trabajadores eventualmente no propietarios.

* Las organizaciones populares deben exigir el fin de los subsidios para la producción capitalista ineficiente, al igual que se postula el fin de los subsidios para los servicios.

* Las organizaciones populares deben exigir una política de fomento de la producción nacional, que privilegie la producción de alimentos y proporcione, en este campo, condiciones de seguridad para el país y la región, y que trate diferencialmente el crédito o la disponibilidad de tecnología, según sea mayor o menor la disponibilidad de capital de los productores, siempre con una tendencia a preferenciar en los términos de amortización en favor de los que poseen menor respaldo de capital liquido monetario.

* Las organizaciones populares deben exigir políticas nacionales que tomen en cuenta la región. Para ello deben asegurar que en cada uno de los programas nacionales reivindicativos se incluya siempre la exigencia de que haya concertación entre gobiernos y organizaciones populares en los otros países del istmo. También deben orientarse a federarse con organizaciones populares de otros países para estar presentes en los foros regionales de discusión de política económica, en forma similar a como intervienen en ellos las federaciones centroamericanas de empresarios.

Frente a la crisis popular de deterioro global: esperanza popular prolongada

El pueblo debe enfrentar la crisis actual de deterioro global, que posee una apariencia de callejón sin salida, extrayendo fuerza de los símbolos mas importantes en que se constela su cultura y fomentando espacios de solidaridad y de revalorización subjetiva.

El objetivo es que el pueblo sea capaz de mantener la esperanza. En estas circunstancias el pueblo necesita una praxis histórica que le ayude a hacer de su reserva de esperanza una "esperanza popular prolongada". Por esto:

* Es importante que partamos del núcleo espiritual que, en lenguaje religioso, expresa la riqueza mas grande con la que se puede enfrentar el deterioro de las condiciones materiales y espirituales de la vida cotidiana de los injustamente empobrecidos en nuestros países. Siguiendo al teólogo venezolano Pedro Trigo, pensamos que lo que mas desmoviliza al pueblo es percibir que no cuenta nada para muchos. De ahí surge una identidad de autodesprecio. Esa identidad debe ser contrarrestada con la espiritualidad de que Dios si cuenta con el pueblo y tiene fe en el pueblo. En el generalizado empobrecimiento actual hay que encontrar la manera de mantenerse humanos.

* Es crucial que combatamos, junto con el pueblo, la ideología de la superioridad, desentrañando las raíces de la explotación, de la dominación y del silenciamiento que obliga a aceptar a los pobres a aceptar una identidad de inferioridad ante los ricos, los armados y los blancos.

Para ello es necesario que comencemos a dar cauce a organizaciones realmente propias de las mujeres en la base, pues la ideología de la superioridad - que es la cultura de los vencedores - encuentra el primordial y el mejor aliado en la cultura del machismo, que florece también entre las clases populares. Hay que continuar después con la búsqueda de cauces organizativos para todos los injustamente empobrecidos -indígenas, afroamericanos, mestizos de los barrios y del campo, jóvenes,etc. -.

Tenemos que encontrar cauces para vivir espacios comunitarios en la sociedad, en los que se vaya minando el anonimato racista y clasista, y, simultáneamente, cauces para vivir espacios religiosos con relaciones fraternales empezando por separar el clericalismo. Todo ello debería ser fundamentado en el despertar de la fe en una buena noticia: Dios actúa al revés que como se actúa en un paradigma social fundado sobre las identidades de superioridad. En Jesucristo, Dios se hizo y hace uno de tantos entre los seres humanos y una de tantas victimas de la ideología de la superioridad.

* Es importante que mantengamos viva, junto con el pueblo, la memoria histórica de quienes resistieron a la aparente imposibilidad de cambiar los corazones y la sociedad y, creyendo en la posibilidad de ese cambio, se pusieron en pie de lucha y dieron la vida por esas esperanzas de dar a luz seres humanos mejores y una sociedad y una tierra mejores.

Debemos integrar las experiencias de fracaso, dando sentido a la lucha por la justicia desde lo que significa de amor indestructible sembrado en la biografía personal y en la historia. La tentación de resignación o de cinismo debe ser aprovechada y transformada en paciencia y en disposición para ensayar nuevos métodos. Solo así los muertos se vuelven mártires, testigos de que no se nos puede despojar del amor, que es la única fuente de fecundidad con sentido. Por eso el porvenir de los pobres es una lenta
maduración de la siembra de semillas que, a través de la praxis histórica, se pudren en la tierra hasta entregarnos una cosecha de abundantes frutos.

* Desde un punto de vista creyente cristiano, debemos propiciar la lectura popular de la Biblia. Teólogos como Carlos Mesters, José Luis Caravias, Milton Schwantes, Pablo Richard y tantos otros no dejan de repetirnos que en sus páginas se esconden reservas de espiritualidad, ética y compromiso inagotables. La Biblia, leída desde la fe comunitaria con la historia presente, es una fuerza grande, accesible para el pueblo, profundizable en talleres y repasable en los hogares.

Es una fuerza porque pone al pueblo en contacto con la Palabra viva de Dios, que suscita creatividad, critica profética, autocrítica constructiva y esperanza incluso ante la victimación de los pobres. Con esa palabra, el pueblo podrá aconsejar y acompañar el caminar cotidiano e histórico del mismo pueblo.

La Biblia, leída popularmente, le dará al pueblo autoridad, dignidad, recursos para superar el miedo a vivir con dignidad e ir superando su impuesta identidad de inferioridad. Le dará, si es leída con fidelidad al espíritu con que fue escrita, desde dentro de un pueblo pobre y creyente, las herramientas necesarias para ir forjando comunidades de fe y hermandad, así como para ir encontrando la praxis histórica que, haciéndose cargo de la sociedad, cargando con ella y encargándose de ella - como afirmaba Ignacio Ellacuría, el mártir teólogo de la liberación -, reforme esa sociedad, amenazándola paulatinamente.

* Cultura de dignidad, espiritualidad de sentirse acogido y respetado, comunidad religiosa y sociedad encaminada hacia estructuras comunitarias, ética de encargarse de la vida y de la historia con paciencia activa, nos llevaran a enfrentar creativamente los aparentes callejones sin salida, a los que nos precipita el deterioro global de las condiciones de existencia de los pobres de la tierra. Desde ahí, conservando humanidad, a pesar de las corrientes deshumanizantes que apelan a Dios para justificarse, podremos enfrentar la crisis de civilización que ha llevado a deshumanizar tanto a los vencidos como a los vencedores.

La función del Estado en la crisis

El Estado es necesario y es insustituible. Por otro lado, son tantos y tan graves los magnetismos que, en base a su potencial de diferenciar la sociedad en clases políticas -gobernantes y gobernados - y fundamentado en su base material - el poder encastillado en los aparatos de Estado -, lo convierten en burocratizador y coercitivo, que siempre se debe tender a delimitar su papel de acuerdo a dos criterios: el grado de desarrollo de la formación social de que se trate en concreto y el contrapeso cada vez mayor que la sociedad civil debe constituir frente a el.

El anti-estatismo del proyecto neoliberal proviene de un dogma tradicional de que "el mejor gobierno es el que menos gobierna". Y además, de la creación de una suerte de "estado paralelo" - los "asesores" impositivos de los organismos financieros multilaterales, del FMI, del Banco Mundial y los bilaterales, los de la AID y otros - y de la preferencia dada por ese "Estado paralelo", en sus programas-recetas, a los monopolios u oligopolios -nacionales y, mucho mas transnacionales -, que absolutizan el mercado y, al apoderarse de el, lo controlan en condiciones de "imperfectísima" libertad de competencia. Acaban así por transformarlo en una especie de "Estado invisible". En el caso del precario Estado centroamericano, este ha sido impuesto desde arriba. Es débil, ineficaz y controlado por los militares. La izquierda, a su vez, lo ha priorizado como instrumento de cambio, burocratizando y castrando a las propias fuerzas sociales del cambio. Por esto:

* La alternativa popular necesita dialécticamente, del Estado. Es decir, lo necesita, pero debe tratar, al mismo tiempo de irlo haciendo mas y mas innecesario. El Estado es necesario como gestor de los intereses generales de los grupos sociales, con funciones diferentes en cada fase y etapa del desarrollo económico. Sin embargo, tal Estado debe ser contrapesado por el desarrollo de la sociedad civil. Esta lo debe controlar y tender a irlo superando progresivamente, sin que este proceso pueda probablemente llegar nunca a culminar en la sustitución completa del "poder del Estado por la administración de las instituciones" (Engels).

El Estado no es un fin sino un apoyo e instrumento de la sociedad civil. El Estado que las clases populares necesitan y deben crear con su propia participación, es el marco social que facilite la creación, la multiplicación, la consolidación y el crecimiento de las mismas organizaciones populares. Estas, por su parte, deberán ir definiendo el nuevo carácter del Estado, supeditado a ellas y subsidiario de las mismas.

* Las tareas económicas fundamentales del Estado para superar la crisis centroamericana e iniciar su reconstrucción son:

- Priorizar y consolidar el mercado interno, integrándolo en el mercado regional.

- Fomentar el ahorro interno y evitar la descapitalización actual, fomentando proyectos productivos descentralizados y autónomos a nivel de todos los sectores sociales. La creación de una economía mixta balanceada entre el sector publico, sector privado y economía popular campesina, informal urbana y de pequeños y medianos productores permitirá un balance interno estable y una mayor capacidad negociadora a nivel internacional.

- Convertirse en Estado negociador de la deuda externa en formas de acciones gubernamentales colectivas en América Latina, priorizando en sus planes y programas, articulados con el mercado, la deuda social y la reconstrucción económica nacional.

- Irse transformando en un Estado pequeño, eficiente, fomentador de la producción rentable autosuficiente, distribuidor de los costos del desarrollo por medio del sistema fiscal, en forma inversa a la distribución de las ganancias de los diversos grupos sociales en sus respectivas actividades económicas.

- Tender a conformarse como Estado concertador de los intereses económicos contrapuestos, buscando el bien común en forma auténticamente democrática, es decir desde la lógica de las mayorías.

- Ejercer a nivel internacional un papel negociador, contribuyendo a dar forma a la Comunidad Centroamericana y a irla consolidando, considerando el marco futuro de su desarrollo como complementario y no competitivo con el de los otros estados centroamericanos.

- Esforzarse por dar su aporte para integrar un proyecto regional que construya las bases económicas y políticas para lograr a fin de siglo la unificación política de Centroamérica.

La alternativa popular: internacionalización de la agenda

Esta visión del proyecto popular alternativo, aunque extraído de la experiencia y principios acumulados por la praxis histórica de millares de centroamericanos, puede aparecer como utópica y mítica para muchos. Lo sorprendente es que aparece muy cercana y familiar para numerosas experiencias populares en el resto de América Latina. Lo mas sorprendente es la acogida que ha tenido este esbozo a grandes rasgos cuando ha sido presentado en Africa y en Asia - Japón incluido (!) -, en los primeros encuentros realizados con los movimientos populares de esos países. Por esto:

* La internacionalizacion de estas experiencias es una necesidad para comprobar su carácter de universalizable, incluso en otros ámbitos culturales - y dentro de ellos, especialmente en los religiosos -. Esto se debe al contenido común de sus mutuos valores e intereses. La transnacionalización del capital en todas sus formas (especialmente el invertido tecnológica, financiera y administrativamente) requiere, a su vez, la internacionalización del trabajo y de la tecnología, organización, financiamiento y formas de poder local de las organizaciones populares.

* Sin esta internacionalización, las experiencias locales, e incluso las regionales, pueden ser sofocadas y destruidas por el boicot e incluso por la Guerra de Baja Intensidad, incluyendo las nuevas formas mas sofisticadas de lo que hemos llamado la "contrainsurgencia por vía del mercado", que produce el "darwinismo económico" capaz de eliminar progresivamente a los que acceden a el con mayor debilidad.

* El fin de la Guerra Fría -suponiendo que la crisis del Golfo no la restaure de nuevo -, entre otras cosas, por la intención de Bush de ubicar permanentemente tropas norteamericanas en zonas que son frontera estratégica para la URSS, ofrece oportunidades inéditas para viabilizar nuevas alianzas populares Sur-Sur, superando las ideologías de todo tipo y construyendo alianzas de valores e intereses comunes, además de una praxis. La solidaridad entre los pobres, frente a la crisis de civilización del primer mundo, ejemplificada salvajemente en la manera gélida e impasible con la que condujeron primera guerra de la supertecnología, es, paradójicamente, el nuevo potencial para emprender la búsqueda de un sentido de cooperación interdependiente para la humanidad de finales del siglo XX.

* Algunas exigencias y posibilidades de la internacionalización de las experiencias populares indican algunos desafíos comunes que se deberán enfrentar:

- La democratización del poder.

La principal demanda de las experiencias populares, bien antiguas o bien recientes, es la necesidad de más democracia participativa a todos los niveles. Sin democracia no hay desarrollo. El mayor obstáculo para la democracia en el Sur es la concentración y centralización del poder en el Norte y en un numero minoritario de elites que en el Sur comparten los privilegios del Norte.

- La democratización del Estado.

El ex-presidente Ronald Reagan llego a afirmar: "No tenemos problemas con el Estado. El Estado pretende la afirmación absoluta, la defensa metafísica del mercado. Se trata de lo que Franz Hinkelammert ha llamado "el mercado mundial totalitario". En Centroamérica tenemos "Estados precarios", impuestos desde arriba y con tradiciones irredentamente autoritarias, cuando no dictatoriales. Redefinir el carácter del Estado desde abajo seria una magnifica consigna.

- La democratización del mercado.

No se puede aceptar la sustitución del Estado por el mercado. Ambos son tendencial e inevitablemente totalitarios si no responden a la lógica de las mayorías. El carácter del mercado es tan ambiguo como el del estado. Ambos se volverán mas positivos a medida que la sociedad civil vaya creciendo en multiplicidad pluralista de asociaciones y en la autonomía de estas respecto de cualquier poder que quiera interferirlas, infiltrarlas o cooptarlas. El automatismo del mercado lo convierte en un altar donde se sacrifica a los que con mayor debilidad se insertan en el. La creación de poder productivo alternativo y autónomo es la única condición para no ser sacrificados en el mercado y por el mercado.

La democratización de la cultura. Y - dentro de ella -, la democratización de la religión

En sus estructuras institucionales, peculiares y, sin embargo, típicas de la organización de la religión como aparato ideológico autónomo, en expresión sociológica. Solo por la vía de la comunicación de las diversas experiencias populares en estos dos campos culturales, podrán los países y los pueblos del Sur crear la confianza empírica de que un mundo diferente existe ya y puede ir consolidándose a largo plazo.

Sólo así los pueblos y, dentro de ellos, los injustamente empobrecidos tendrán base suficiente para dar con solidez el salto desde la experiencia a la esperanza de superarla. Será este el elemento mas crucial para ir creando una identidad compartida que, guardando toda la riqueza de su diferenciación, se enriquezca cada vez mas y llegue sustituir al "homo consumens" (el hombre fascinado por el consumo masivo) por un nuevo "homo serviens" (el hombre dedicado al servicio, el "hombre para los demás"), en frase del recién fallecido ex-superior general de la Compañía de Jesús, Pedro Arrupe.

La democracia dentro de las Iglesias centroamericanas católicas, el paso del ideal a la realidad de la participación lo mas igualitaria posible de sus miembros en las tareas y funciones de la Iglesia, ha resultado ser una de las tareas mas difíciles. Así lo atestiguo la complejidad de la vida eclesial del mismo Monseñor Romero, prototipo de esta posibilidad.

- La democratización de las instituciones internacionales.

La primera víctima de la Guerra del Golfo fue la ONU, que paso de ser la institución supranacional promotora de la paz a ser la institución supranacional que avalo el militarismo del superpotente gobierno del Presidente Bush.

La crisis de democracia y participación en la ONU, y las ya tradicionales crisis de este tipo en el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el carácter de estas instituciones, frutos de la Guerra Fría. El derecho a veto en el Consejo de Seguridad de cinco naciones no hace mas que fortalecer la concentración del poder mundial en las decisiones arrogantes de una única superpotencia. Aunque parezca el colmo del sueño de un idealista empedernido, hay que luchar para ir construyendo una Organizacion de los Pueblos Unidos pueblos, o al menos una segunda cámara complementaria a la Asamblea General de la ONU, que las mas de las veces responde a los gobiernos y muy pocas a los pueblos y a sus naciones. Esta propuesta es determinante para la reestructuración de un Nuevo Orden Económico, Político, Jurídico y Ecológico.

La democratización de las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs).

Un potencial nuevo, pero también ambiguo, existe en los ONGs, que han experimentado un boom en la ultima década. La vinculación de los ONGs y su papel subsidiario respecto a las organizaciones populares es determinante para crear la organicidad de estos grupos de la sociedad civil internacional en apoyo y vinculación con las alternativas populares a nivel productivo, tecnológico, de mercadeo, financiero, investigativo y educacional.

La internacionalización de estas experiencias y valores puede ayudar a encontrar un sentido y un propósito globales a las Iglesias, a los movimientos pacifistas y ecologistas, a las organizaciones de mujeres, de jóvenes, de habitantes de los barrios, de amerindios, de afroamericanos, de campesinos, etc., y de sus contrapartes de Africa, de Asia y de las minorías que en el Primer Mundo son solidarias con la suerte de los pobres del Tercer Mundo y de ese "Cuarto Mundo", que es el sector excluido del bienestar en sus propios países hartos de la abundancia consumista. Todos ellos sufren las consecuencias gravísimas de lo que el mártir universitario, Ignacio Ellacuría, llamaba "la civilización del capital", así como de su crisis ética y axiológica, una verdadera crisis de civilización, una crisis de carácter regresivo desde el patrimonio mas rico de la humanidad hacia su incontenible y mortal deshumanización.

Esto no es retórica. Ante nuestra actual realidad histórica en su cara mas salvaje es responsabilidad afirmar que la civilización occidental, imperializada por los Estados Unidos, con la complicidad de sus socios del Grupo de los 7 - el Norte - esta en un proceso incontenible y sin cambios radicales a la vista de des-civilización, de retorno al "hobbesianismo" - "cada hombre es una fiera para su semejante" ("homo homini lupus") -. Pareciera a veces que en esa civilización desbocada hacia el asesinato tecnológico se cumple - no en el mundo del comunismo estalinista, para el cual lo vaticino Orwell, sino en el mundo que adora la Estatua de la Libertad - la pesadilla de "1984".

Por fortuna, en Centroamérica y en muchos otros lados del Tercer Mundo, se vive con la angustia de la sobrevivencia, contrapesada con una mayor esperanza de humanización. Esa es la esperanza y el sentido humano y humanizante que revela en el refrán haitiano:
"Tenemos esperanza de vivir para vivir con esperanza".

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