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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 12 | Junio 1982

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Nicaragua

Algunos aspectos de la economía nicaragüense

En el momento del triunfo, el nuevo gobierno de Nicaragua heredó una economía en un estado de extrema depresión. El producto nacional bruto (PNB) bajó en un 25% en 1979, llegando al mismo nivel del año 1962.

Equipo Envío

El daño directo que ocasionó la guerra de liberación de la dictadura somocista fue estimado por la Comisión Económica de América Latina (CEPAL) de la ONU en 250 millones de dólares. La huida de capitales en 1978 y 1979 llegó a otros 500 millones de dólares. El sector industrial produjo sólo el 27.5% de lo que había producido en 1978 y la producción de algodón y granos básicos también bajó dramáticamente debido a los trastornos de la guerra. Un factor que tendría un impacto duradero sobre la economía fue el crecimiento de la deuda externa, que había alcanzado 1.6 mil millones de dólares en 1979.

Además de la crisis económica inmediata que enfrentaba la economía nicaragüense, también se enfrentaba una crisis más fundamental y estructural, resultado del modelo económico de agro-exportación que no había logrado diversificarse ni alcanzar la integración económica con el resto de Centroamérica. Algunas de las características de este grave problema estructural se pueden ver en las siguientes estadísticas:

-- En la década de los años 50, el PNB creció con un promedio annual de 5.6% En la década de los 60 con un 6.7, pero en la década de los 1970 con solamente un 2.2%

-- Entre 1975 y 1977, la producción industrial bajó en un 46%

-- El salario real de los trabajadores en 1970 era igual al de 1961, mientras en 1974 era el 14% más bajo que en 1970 y continuaba decreciendo.

Crisis económica en Centroamérica

Nicaragua no es el único país centroamericano que debe enfrentar la crisis. Según el Instituto Económico de Administración de Empresa (INCAE), todos los países centroamericanos enfrentan serios problemas estructurales, caracterizados por tasas de crecimiento económico más bajas que las tasas de crecimiento poblacional; grandes y crecientes balances de pagos negativos (848 millones de dólares en 1980) y como resultado, un saldo en la deuda pública externa para cubrir el déficit.

Muchas de las causas de estos problemas son externas. Los precios de las importaciones básicas como el petróleo y los bienes industriales han subido más rápidamente que los precios de las principales exportaciones agrícolas centroamericanas. También, debido a lo abierto de las economías de Centroamérica, estas están muy sujetas a las alzas y bajas de la economía mundial, especialmente en su presente estado de recesión e inflación. Además, factores internos de inestabilidad durante los últimos cuatro o cinco años han causado la virtual desintegración del Mercado Común Centroamericano y han estimulado un éxodo masivo de capital de la región.

Es por lo tanto, necesario tener en cuenta este contexto de circunstancias nacionales, regionales e internacionales en el cual se produce a desarrollar un nuevo modelo de economía mixta.

Extractos textuales del informe annual del Gobierno de Nicaragua

La Emergencia Nacional

A doce meses después del anterior informe de la JGRN sobre la gestión del gobierno presentado ante el Consejo de Estado en la instalación de su Segundo Período de Sesiones, el pueblo nicaragüense continúan enfrentándose a una difícil situación económica, esta vez en un momento de agudización de las agresiones militares, políticas y económicas….

Se han adoptado también medidas económicas para superar las dificultades actuales y sentar las bases para el desarrollo ordenado y planificado de nuestro potencial económico. La Emergencia Económica y Social primero y la Emergencia Nacional después, han sido prácticamente instrumentos para lograr estos objetivos en medio de un ambiente mundial y regional de crisis y agresión. El Gobierno Revolucionario mantiene a pesar de las dificultades su voluntad de sostener el régimen de economía mixta y el pluralismo político.

En el contexto de otros elementos negativos, el crecimiento del Producto Interno Bruto del 8.7% en 1981 es una victoria del pueblo nicaragüense. La tasa de crecimiento alcanzada en 1981 fue la más alta de Centroamérica. A sí el PIB en Guatemala creció solamente en un 1%, el de Honduras aumentó en un 0.5% mientras que el costarricense disminuyó en 1.5% y el salvadoreño decreció en 9.5% según las estimaciones de la CEPAL. En el resto de América Latina, sólo México y Paraguay y acompañan a Nicaragua en el rango de crecimiento del 8% el más alto en América latina. La tasa de inflación en 1981 fue de 23.9% la que comparada a la tasa de 35.3% que experimentó el país en 1980, según los datos definitivos para tal año, representa una disminución aceptable.

La segunda crisis económica internacional que recae más duramente sobre nuestros países, junto a los factores que se mencionaran anteriormente, ha implicado para nuestros país una situación seria en cuanto a su balanza de pagos. En 1981, exportamos bienes por un valor FOB de 500.3 millones de dólares, mientras importamos bienes por un valor CIF de 995.4 millones de dólares.

La situación de la balanza de pagos negativa obviamente implica una gran escasez de divisas y la necesidad absoluta de aplicarlas exclusivamente para los productos de primera necesidad y los elementos necesarios para la producción, así como para la implementación de los nuevos proyectos de inversión que nos permitieran superar la crisis económica y marchar hacia el desarrollo económico, social y cultural de nuestro pueblo.

Debemos estar conscientes que vamos a atravesar períodos de riesgos y de grandes dificultades económicas. Debemos aprender a trabajar con el fusil defensor de la soberanía política al lado de la máquina productora de la independencia económica.

El Sector Financiero

Como resultado de la estricta priorización de las importaciones, se logró que el nivel de reservas internacionales brutas se incrementara de abril de 1981 a diciembre del mismo año en 76.2 millones de dólares, lo cual significa en términos porcentuales 143.2% ya que el nivel de abril de 1981 era tan sólo de 53.2 millones de dólares.

En cuanto a las importaciones, la necesidad de garantizar el abastecimiento de bienes de consumo básico para la población y los insumos, así como la maquinaria y equipo para el funcionamiento de la producción hizo que el nivel de importaciones CIF se elevara de 887.2 millones de dólares en 1980 a 995.4 millones en 1981, lo que significa un aumento de 108.2 millones de dólares, es decir, un 12.2% contribuyendo de manera importante a este cambio los mayores precios que tienen que pagarse por los productos importados, en especial, los energéticos, así como los mayores volúmenes que demandan los distintos sectores productivos.

A la fecha del informe 4 de mayo del año pasado, Nicaragua había obtenido un monto de ayuda externa, después del 19 de julio de 1979, de 1.135.2 millones de dólares, de los cuales 206.1 millones de dólares consistían en donaciones y 929.1 millones de dólares en deuda externa de mediano y largo plazo. Un año después, el total de la ayuda externa se ha llevado a 1,495.7 millones de dólares, correspondiente a 1,235.5 millones de dólares de deuda externa a mediano y largo plazo y 263.2 millones de dólares de donaciones, para un incremento global de 360.5 mi

La distribución de la deuda externa contratada de mediano y largo plazo desde el 19 de julio de 1979 tuvo el siguiente comportamiento: Organismo Multilaterales 39.4% AID 5.9% Europa Occidental 9.4% Países Socialistas 16.9% América Latina 18.1% Libia 8.1%, proveedores de Italia 2%, resto del mundo 0.2%

La producción agropecuaria

Las exportaciones de origen agropecuario representaron el 70% del valor total de las exportaciones. El sector agropecuario es también el motor principal del desarrollo industrial, lo alimenta en materia prima y se constituye en demandante de cerca del 75% de las ramas industriales genuinas de nuestro sector manufacturero y ofrece empleo a más de 300.000 trabajadores: obreros agrícolas y campesinos.

A partir de la última reestructuración se han constituido 75 empresas: 21 de servicios de apoyo a la producción, el resto agropecuarias y agroindustriales. De estas 75 empresas, 43 ya han sido legalizadas. En las Empresas Agropecuarias y Agroindustriales, laboran más de 40,000 trabajadores.

El ciclo 1981-1982

La producción agrícola y pecuaria nacional registró un incremento significativo en volumen de producción, no solamente en relación al año anterior sino que se sobrepasó la producción del ciclo somocista 1977-1978.

Las metas que nos propusimos, alcanzaron el 90% en cuanto al área sembrada, explicándose la diferencia fundamentalmente en la disminución del área sembrada por parte del sector mayoritario del país, el sector empresarial privado, que disminuyó su área de 218.755 en el ciclo 80-81 hasta 176.507 en el cilo 81-82, o sea, alrededor del 20%.

Siguiendo la tendencia que se registra en todo Centroamérica, por altos costos internos y bajos precios externos, sólo el algodón y el ajonjolí han bajado sensiblemente con relación al ciclo pasado, (15.7% y 25.5% respectivamente).

Por otro lado, casi todos los productos agrícolas fundamentales para la economía del país tienen mayores niveles de producción este año que en el ciclo pasado y niveles significativamente mayores que los del somocismo. El café ha subido en un 6.6% con relación al año pasado y un 9.4% comparado con el último año del somocismo. En cuanto a la caña de azúcar, la producción ha aumentado en un 21.4% comparado con el año pasado, lo cual constituye un 18.7% más que la producción de 1977-1978.

La producción de maíz en el ciclo 1981-1982 es un 9% mayor que el año pasado y 10.5% mayor que el ciclo 77-78. El arroz ha subido en un 45% en comparación con el año pasado y en un 88.7% en comparación con el último ciclo del somocismo.

Los servicios a la producción

En el ciclo agrícola 1981-1982, el Sistema financiero Nacionalizado, habilitó un total de 559,000 manzanas, de las cuales un 46% son para productos de consumo interno y un 54% para exportación. Todos los sectores de la Economía Nacional se beneficiaron del crédito: del área habilitado, el 20% corresponde al APP, el 36% corresponde al Area Privada Grande y el 44% al Area Privada Pequeña, o sea, los campesinos individuales y organizados en Cooperativas.

En el Area de Industria se continuó el proceso de reactivación iniciado el año anterior, lográndose en términos reales un 98.5% de cumplimiento de lo programado en 1980. Incidieron positivamente en este comportamiento, fundamentalmente las ramas textiles, vestuario, papel e imprentas y la rama de alimentos, en lo que se refiere a la parte industrial propiamente dicha.

El Ministerio de Industria, durante este período crítico, mantiene vínculos estrechos con el sector privado y con los pequeños industriales. En este aspecto se puede decir que el monto total de divisas otorgadas a la industria, el 60% correspondió al sector privado, lo mismo que el 70% de los créditos asignados al sector industrial.

El Sector Industrial

En general, la reactivación del sector industrial ha avanzado más lentamente que la del sector agrícola. En 1980, la producción industrial alcanzó solamente un 78% del nivel de 1978, y la producción fabril solamente un 62% del nivel pre-guerra. Según las cifras estimadas del Ministerio de Planificación, el crecimiento del sector industrial en 1980 fue de un 7.3% mayor que en 1979, comparado con una tasa de crecimiento económico nacional del 10%.

Igual que el resto de la economía, el sector industrial enfrenta no sólo el desafío de reactivar la producción, sino también de vencer problemas estructurales que limitan su crecimiento en el contexto de los planes nacionales de desarrollo. Según el Ministro de Industria, Emilio Baltodano, el sector industrial interiormente, se desarrolló no para enfrentar las necesidad básicas de Nicaragua sino para resolver las necesidades del Mercado Común Centroamericano. Como resultado, el sector industrial en el presente momento carece de integración con los otros sectores productivos dentro de Nicaragua. Tiene una balanza de pagos negativos, mucha dificultad en competir en el mercado internacional y utiliza poca mano de obra en relación al capital que emplea. Por estas razones, explica Baltodano, será necesario cerrar algunas fábricas este año para reorientar este sector, a pesar del costo que tendrá esta medida en términos de empleos y de producción perdida.

El nuevo criterio para el desarrollo industrial de Nicaragua plantea priorizar la industria que cubre las necesidades básicas de la población como alimentos, medicinas, ropa, zapatos y otros artículos de consumo básico. Además, el desarrollo industrial e orientará hacia la integración con la producción agrícola, para la producción de insumos y el procesamiento agrícola. Aumentar el número de empleos y diversificar las fuentes de tecnología son otros propósitos de la reorientación del sector industrial.

La composición del sector industrial y las partes respectivas de los diferentes sectores se muestran en el cuadro I. En el sector fabril, la producción está dividida en partes más o menos iguales entre un sector estatal, las grandes compañías capitalistas y los pequeños artesanos. En el momento del triunfo, el gobierno nacionalizó el sector minero, por lo que ahora pertenece ale estado en un 100%. En construcción, el gobierno ha asumido la mayor parte de la carga de las construcciones nuevas ya que la actividad del sector privado en este rubro ha sido escasa.

Según Baltodano, algunas firmas privadas han reaccionado de una forma positiva a las dificultades que enfrentan tratando de mantener la producción y los empleos, mientras otras han cerrado o están transformando su actividad productiva. Hasta cierto punto, las empresas del estado, confiscadas a los Somoza, han vivido situaciones similares. El año pasado, por ejemplo, el gobierno se vio obligado a cerrar algunas plantas de procesamiento de pescado en la Costa Pacífica y en la Costa Atlántica porque estaban trabajando muy por debajo de su capacidad debido a la falta de barcos pesqueros. Varios cientos de trabajadores perdieron sus trabajos como resultado de que el gobierno no podía mantener las fábricas trabajando con pérdidas. Los esfuerzos de Nicaragua para resolver el problema a través de un préstamo de 30 millones de dólares pedidos al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para comprar barcos pesqueros y modernizar las plantas han sido denegados por las presiones de los Estados Unidos que han bloqueado el préstamo.

La economía mixta

La creación de una economía mixta compuesta de sectores públicos y privados ha sido uno de los principios centrales de la Revolución nicaragüense y del FSLN desde el tiempo en que se estableció su primera plataforma política. En esta sección, trataremos de describir la naturaleza del modelo de economía mixta, como es entendido por los distintos sectores dentro de Nicaragua, y trataremos de analizar algunos de los principales problemas que enfrenta la economía mixta hoy en Nicaragua.

En una de las primeras declaraciones de política económica, el Movimiento Pueblo Unido, publicó una plataforma en 1978 que fue respaldada por las que en aquella época eran las tres tendencias del FSLN. La plataforma decía que el nuevo gobierno crearía un "Plan Económico Nacional para coordinar los sectores privados y estatales de la economía con el propósito de iniciar el desarrollo económico que corresponda a las necesidades sociales de todos los nicaragüenses…. La participación de intereses privados en la economía, será promovida y dirigida hacia aquellos sectores productivos que requieren una tecnología sostenible bajo términos más favorables por compañías privadas y cuya producción no estará en contradicción con los intereses colectivos o nacionales".

Sergio Ramírez, miembro de la Junta de gobierno de reconstrucción nacional, nos da una perspectiva más actualizada sobre el modelo de la economía mixta. En una presentación hecha en marzo de 1982, él dijo: "La Revolución continúa favoreciendo el proyecto de economía mixta… La economía mixta debe partir de una inserción armónica y delimitada de la economía privada dentro del gran caudal estratégico del área de propiedad del pueblo, que en su conjunto debe tener la responsabilidad política en la conducción de todo el sistema económico nacional hacia el cambio y hacia la producción y la distribución de la riqueza…"

En el presente momento, la economía mixta de Nicaragua se puede dividir en 3 categorías: el sector público, el sector capitalista y el sector de pequeños productores incluyendo campesinos (Ver cuadro II). El sector estatal controla el 25% de las actividades directamente productivas y el 41% del PNB total. Sólo el 15% era controlado por el Estado antes de la Revolución.

La distinción dentro del sector privado entre los grandes empresarios y los pequeños productores es crucial ya que los dos grupos tienen distintas características económicas, sociales y políticas. La importancia de los pequeños productores es aproximadamente equivalente a la de los productores grandes en cuanto a producción material, aunque el sector de los grandes capitalistas controla una parte mayor del PNB debido a su mayor participación en el comercio.

Estos dos grupos combinados, comparados al sector estatal todavía controlan ciertos aspectos claves de la economía productiva incluyendo el 88% de la producción cafetalera, el 85% del algodón, el 92% de la carne y el 91% de la producción química.

Una de las áreas problemáticas claves en el modelo de economía mixta que se desarrolla ahora en Nicaragua es la falta de sectores claramente definidos donde operará el Estado y donde operará el sector privado. La lógica de la expropiación por parte del gobierno de las empresas económicas se ha definido sólo de una manera muy limitada por la necesidad de alcanzar objetivos estratégicos económicos. Este es el caso, por ejemplo, con la nacionalización de los servicios bancarios, el comercio exterior, los recursos naturales y minerales claves. La mayor parte de la propiedad del estado, sin embargo, es resultado de las confiscaciones de las propiedades de los Somoza y la expropiación, de propiedades que, bajo la ley nicaragüense, estaban abandonadas o deficientemente trabajadas. Esto ha llevado a una distribución no demasiado óptima de las empresas del estado en una amplia gama de sectores diferentes donde hay a veces inadecuada capacidad gerencial.

Cuadro 1


El sector empresarial también se siente afectado por la ausencia de una clara definición de cuál será el sector donde predominará el estado y donde habrá lugar para la inversión y crecimiento del sector privado. Según Ramiro Gurdián, Vicepresidente de COSEP (Consejo Superior de la Empresa Privada) y Presidente de la Unión de Productores Agrícola de Nicaragua (OUPANIC), "Nosotros no sabemos qué modelo (de economía mixta) está considerando el gobierno. Sería interesante que el gobierno definiera específicamente lo que ellos quieren decir por economía mixta con cifras exactas o determinando áreas, porque nosotros vemos (la situación) con mucha incertidumbre".

Esta falta de una clara definición de las áreas para el desarrollo del sector estatal y del sector privado, es un factor importante que afecta la inversión privada dentro de Nicaragua, por ir en contra de la lógica tradicional de la inversión privada. Según el Banco Mundial, la inversión privada en 1980-81 fue solamente de un 3.4% del PNB mientras en 1970-78 tenía un promedio de 12.2%. De esto, solamente el 1% en 1980-81 estaba en actividades directamente productivas, comparado con un promedio de 8.9% en 1970-78. Hasta cierto punto la inversión pública ha llenado el vacío dejado por la falta de inversión privada pero, debido al papel del sector privado en actividades directamente productivas, el Banco Mundial estima que la inversión privada debe alcanzar el 10% del PNB para que la economía crezca satisfactoriamente.

El éxito del modelo de economía mixta depende parcialmente de los incentivos económicos directos ofrecidos al sector privado para que produzca e invierta y también de muchos otros factores subjetivos que afectan lo que se llama el "clima para invertir". Estos mismos factores afectan las decisiones de personal gerencial y técnico de trabajar en el sector estatal o en sector privado o, para algunos, de dejar el país. Restricciones sobre sueldos gubernamentales, por ejemplo, han motivado que un número de personal gerencial trabaje en el sector privado. unido a esto muchos gerentes y técnicos o no regresaron a Nicaragua después de la guerra o se han ido desde entonces. Es difícil juzgar las dimensiones de esta fuga de recursos humanos aunque el efecto a corto plazo podría ser de gran importancia hasta que se entrenen nuevos gerentes y técnicos.

En febrero de 1982, el gobierno decretó una nueva ley de incentivos económicos para el sector privado y específicamente para los que están involucrados en la agro-exportación. Aunque es todavía muy pronto para calcular el impacto económico de la ley, hay opiniones contradictorias acerca de su posible efectividad. Guardián, del COSEP, cree que la ley no tendrá éxito en estimular un aumento en la producción debido a la existencia de otros decretos que aumentan los impuestos y también a la inhabilidad del gobierno de proveer suficientes divisas para insumos. El gobierno, por otro lado, cree que el decreto de suficientes incentivos económicos y que la decisión del sector privado de no aumentar la producción no es basada en razones estrictamente económicas sino ideológicas.

La parte del sector privado que se ha beneficiado más de la política del gobierno es la de los pequeños productores. Las políticas gubernamentales de bajar el alquiler de las tierras, de aumentar la disponibilidad del crédito, y de promover las cooperativas, han sido principalmente para el beneficio de los campesinos de pequeña escala. Mientras este sector no es de gran importancia en cuando a inversión, debido a la falta de acumulación de capital, es importante en términos de producción.

A menudo se ve el sector privado como una fuerza monolítica cuyo único vocero es el COSEP. Esto es, sin embargo, simplificar lo que es una realidad mucho más compleja. En el sector agrícola, por ejemplo, la política del gobierno es la de apoyar a tres distintos sectores. Uno, que incluye aproximadamente el 20% de la tierra, es el sector estatal. El segundo es el sector cooperativo de cooperativas de producción o de crédito y servicio compuesta de pequeños productores que se espera formará el 40 ó 50% de la tierra cultivable. Finalmente las propiedades individuales pequeñas, medianas y grandes compondrán el restante 30-40% de las tierras.

Dado el estado interno de depresión económica y destrucción física que enfrentaba Nicaragua para el 19 de julio de 1979; dada la crisis económica regional que ha enfrentado todo Centroamérica en los recientes años, y finalmente, dadas las condiciones económicas mundiales que han causado bajas en los precios para las exportaciones y subidas de precios de las importaciones, el desafío de mantener en marcha la economía es significativo. Nicaragua ha intentado no sólo revivir la economía sino también al mismo tiempo desarrollar un nuevo modelo económico. En muchos aspectos, las decisiones que tienen que tomar los nicaragüenses involucran el optar por un modelo de economía mixta, en la cual, la iniciativa privada esté garantizada mientras cumpla una función social útil que produzca eficientemente y genere empleos. El gobierno, por otro lado, se enfrenta con la responsabilidad de manejar al mismo tiempo sus propias empresas y de desarrollar una serie de políticas que darán claras pruebas al sector privado de lo que en realidad son las reglas del juego. Las decisiones que tomen el gobierno, el gran sector privado y los pequeños productores, determinará no sólo la estructura de la economía mixta en Nicaragua, sino que también incidirá fuertemente sobre la naturaleza del poder político y de las relaciones sociales dentro de la sociedad.

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