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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 184 | Julio 1997

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Cuba

Sociedad civil en Cuba: diccionario urgente

María López Vigil

Todo el mundo supo siempre que en Cuba hay mucha azúcar, los mejores tabacos, lindas playas y un pueblo con un enorme sentido del humor. Todo el mundo sabe que en Cuba funcionan hoy excelentes hospitales y que cubanas y cubanos son gente muy estudiada. Sabe también que en Cuba hay crisis, hay nuevas inversiones extranjeras, hay un bloqueo, hay jineteras, hay una revolución que tiene problemas…

Lo que mucha gente no tiene claro es si en Cuba hay o no hay sociedad civil. Los siempre críticos del proceso cubano dicen que no hay ni rastro. Y los siempre favorables afirman que sí la hay y que es la mejor del mundo. O no pierden su tiempo haciéndose esa pregunta. Unos condenan y otros alaban, sin tener mucha idea de lo que ya existe o de lo que todavía falta en Cuba.

Dentro de Cuba, la pregunta sobre la sociedad civil puede convertirse en puerta abierta para la polémica. Polémica en la que existe la tendencia a retroceder 200 años buscando definiciones para construir el marco teórico del concepto. Ese camino puede resultar un callejón sin salida. Es mejor dejar a un lado teorías para ir a lo concreto: ¿hay o no sociedad civil en Cuba? Y si la hay, ¿dónde está? ¿Cómo funciona? Y si funciona, ¿tiene libertad? Y si tiene libertad, ¿para qué la usa? ¿Quién la fomenta? ¿Quien la frena? Y si camina, ¿hacia dónde va? Con estas preguntas, nada teóricas, la polémica puede volverse candente y no faltará quien aconseje: es un tema riesgoso, mejor no meterse en eso. Sin embargo, de eso también hay que hablar desde Cuba.

¿Cómo hacerlo? Me ayudaré de una clave de la sabiduría china. Cuenta una milenaria leyenda china que en un tiempo de disputas, confusiones y preguntas abiertas, el emperador llamó a uno de sus mensajeros y le dijo: "Cálzate sandalias ligeras y recorre el mundo buscando las palabras. Tráemelas aquí todas. Cuando las cosas se enredan, el primer paso es poner en orden las palabras, limpiarlas del mucho polvo que se les pegó, llenarlas de sentido. Después, ya veremos. Primero trae las palabras."
Eso he decidido hacer. Desde Cuba, traigo al papel todas estas palabras, ordenadas según las leyes del alfabeto en un diccionario urgente. No son todas las palabras, pero son algunas de las más cruciales a tener en cuenta para entender cuál es la sociedad civil que existe realmente hoy en Cuba. Después, ya veremos.

Alma

* Todas las sociedades tienen su alma. La actual formación social cubana tiene la suya en la revolución de 1959 y en el modelo político, económico, social y cultural que nació entonces. A lo largo de los años, esa alma cubana ha ido latiendo a veces más de prisa, a veces más lentamente. Hoy, después de casi 40 años, los acontecimientos iniciados en 1959 siguen siendo el aliento de la nación.

* La revolución transformó radicalmente la sociedad que encontró, des organizó sus organizaciones y organizó a toda la sociedad de otra manera. A la manera del socialismo real. Y con las peculiaridades cubanas. En esta profunda transformación, creó la matriz de "otra" sociedad civil, diferente de la que había. Este proceso tuvo una expresión en las leyes y una indiscutible legitimidad, surgida de un consenso amplísimo, que sigue siendo mayoritario.

* "No existe ninguna sociedad del mundo que, después de más de 35 años y en medio de la clase de crisis que tenemos, pueda presentar el tremendo apoyo que la revolución cubana logra frente a los temas de fondo: independencia y soberanía nacional, rechazo de la política de Estados Unidos, rechazo a que sea con un montón de medidas capitalistas que salgamos de esta crisis… Y esto no lo digo yo, cualquier manifestación de sociología política lo demuestra", me comenta un amigo.

Antes de la revolución

* En la formación social anterior a la revolución existía una larga tradición de organización y había una extensa variedad de asociaciones. La de los años 50 era una sociedad civil activa.

* En la esfera económica, convivía un abanico de asociaciones que representaban los intereses de los más diversos sectores. Había asociaciones de colonos, de bodegueros, de zapateros, de cafetaleros, de todo tipo de comerciantes e industriales. Hasta los comerciantes de guarapo estaban asociados y era activa la Asociación Nacional de Vendedores de Jugo de Caña, que agrupaba a 700 guaraperos.

* Las asociaciones económicas pre revolucionarias tenían en común una característica: eran interclasistas. Incluían a todos y decían representar los intereses de todos. En la práctica no era tan así. Un ejemplo: en la Asociación Nacional de Colonos colonos eran los productores de azúcar vinculados a algún central azucarero eran socios desde el más grande de los terratenientes hasta el infeliz que no tenía dónde caerse muerto. Todo el que producía caña era colono y por serlo era miembro de la Asociación. Pero era obvio que dominaban los pocos grandes, que arrastraban a los muchos pequeños y medianos como fuerza de presión, para defender sus intereses ante el Estado.

* No existía antes de la revolución un sector de empresas estatales empresas públicas, como después han existido en capitalismos más desarrollados . Pero desde los años 30 el Estado cubano tenía un dirigismo muy amplio sobre toda la economía. En esa década creó el Instituto Cubano de Estabilización del Azúcar por ser la azucarera la industria principal . Y a partir de esta experiencia, en los años 40 y 50 fue creando otros Institutos de Estabilización, con iguales mecanismos de riguroso control estatal, para el tabaco, el café y todo el resto de producciones exportables.

* Llegó la revolución y cambió drásticamente el panorama en la esfera económica de la sociedad. Redujo al mínimo la iniciativa privada y profundizó el dirigismo estatal ya existente desde una perspectiva socialista, para controlar desde el Estado toda la economía. Todas las empresas privadas industriales pasaron a ser estatales. Sólo se mantuvieron privadas algunas áreas de producción campesina, que en bastantes casos se convirtieron después en cooperativas. Algunas empresas privadas pequeñas, en el área mercantil y de servicios talleres, ventas de comida, puestos de granizado o de guarapo, etc. Funcionaron hasta 1968, cuando fueron también estatizadas en una radical Ofensiva Revolucionaria que, aunque justificada políticamente en aquel momento, ya fue entonces muy cuestionable económicamente, porque llevó a que se perdiera totalmente la cultura empresarial y hoy Cuba tiene que "descubrir" cómo organizar la producción y distribución de guarapo…

* Las asociaciones económicas inter clasistas de colonos o de bodegueros se vinieron abajo solas. Por la estatización de la economía. Porque el interclasismo fue arrollado por la lucha de clases. Pero, sobre todo, porque el gran hacendado o el gran comerciante que dirigía ésta o aquella asociación decidió irse al exilio.

* Había también antes de la revolución asociaciones políticas vinculadas a varios de los partidos existentes. Y un sinnúmero de asociaciones religiosas, en respuesta a la gama de creencias que lleva enraizadas en su corazón el pueblo cubano. Los partidos desaparecieron y las asociaciones religiosas perdieron brújula y presencia y se debilitaron como consecuencia de los profundos cambios ideológicos, para los que no estaban preparadas.

* Lo más abundante en la sociedad civil pre revolucionaria eran las llamadas "asociaciones libres". Las había de todo tipo y para cualquier fin. Varias asociaciones profesionales colegio de médicos, de periodistas, de ingenieros tenían influencia y organicidad. Estaban muy cohesionadas y contaban con peso económico las asociaciones de inmigrantes, especialmente las de españoles: asturianos, gallegos, canarios, catalanes.

* El espectro de las asociaciones libres se transformó totalmente con la revolución. Unas asociaciones se debilitaron, otras desaparecieron. Al igual que lo que ocurrió en la esfera económica, todas las asociaciones profesionales pre revolucionarias se autodisolvieron cuando sus directivas y gran parte de sus afiliados se exiliaron. En los primeros tres años de revolución 600 mil personas se habían ido ya de Cuba, principalmente hacia Estados Unidos, y en su gran mayoría profesionales: médicos, arquitectos, catedráticos universitarios.

ANAP

* Asociación Nacional de Agricultores Pequeños. Es una de las ocho organizaciones de masas del sistema cubano. Agrupa a unos 150 mil productores agrícolas y a sus familias. Fundada en 1961 para representar los intereses de los pequeños propietarios rurales privados, en el marco de una economía agrícola que se estatizó masivamente, y en respuesta a la primera gran transformación que la revolución hizo en la economía: la reforma agraria. La ANAP vino a sustituir, con una nueva perspectiva, a la Asociación Nacional de Colonos y tuvo su antecedente en el Congreso de Campesinos en Armas previo a la revolución. En 1975 la ANAP dirigió el proceso de formación de las cooperativas de producción agropecuaria. Hasta entonces sólo existían las cooperativas de créditos y servicios. La cooperativización fue voluntaria y los cooperativistas quedaron asociados en la ANAP.

* Entre las organizaciones de masas, la ANAP es la que ha sido capaz de construir vínculos más sólidos con ONGs internacionales que cooperan con Cuba. En 1996, los proyectos conjuntos ANAP ONGs en seguridad alimentaria, agricultura sostenible, capacitación, etc. representaron 8 millones de dólares.

* "La ANAP es la organización que más creativamente está trabajando por la descentralización, tan necesaria en Cuba para que los proyectos sea eficientes, se aprovechen mejor los recursos y la comunidad participe", me señala la representante en Cuba de una de las ONGs internacionales que comparte proyectos con los productores de la ANAP. "¿Por qué la ANAP es la más descentralizada?", pregunto a un comunista. "Chica, yo creo que porque esta gente lo que produce es comida y no ideología, como otras organizaciones. Cuando la urgencia es la comida, las cosas se resuelven más fácil."

Arquitectos de la Comunidad

* Hay muchas experiencias recientes y novedosas en el mapa de la sociedad civil cubana. El que las busca, las encuentra. Una de ellas es Arquitectos de la Comunidad, proyecto priorizado desde 1993 por la ONG cubana Hábitat Cuba y que cuenta con el apoyo de varias ONGs internacionales.

* Las arquitectas y arquitectos de la comunidad son mas de 300 y se han extendido por todas las provincias y por más de 100 de los 168 municipios de la isla. Han trabajado ya con unas 22 mil familias, analizando y resolviendo con ellas sus problemas de vivienda. Levantan nuevas casas, acomodan las antiguas, las adaptan a grupos familiares cada vez más extendidos, distribuyen mejor los espacios, multiplican, dividen… Construyen "para la gente", teniendo en cuenta sus necesidades y también sus sueños. Al final, una gran mayoría de los proyectos culmina con lo que llaman la CFD, la Casa Final Deseada. El problema de la vivienda es el más acuciante de los que enfrenta hoy la sociedad cubana.

* Los Arquitectos de la Comunidad fueron inspirados por el método de diseño participativo del arquitecto argentino Rodolfo Livingston, que empezó a trabajar en 1994 en Holguín. La novedad de esta asociación no es sólo la alta calificación de sus profesionales, que hacen equipo con ingenieros, sicológos y sociólogos, sino la metodología horizontal con la que se relacionan con la población. En Cuba, la horizontalidad resulta tremendamente novedosa.

Asociación (derecho)

* La Constitución cubana reconoce el derecho de asociación. Pero el mismo texto constitucional restringe este derecho, y cualquier otro derecho civil y político, si atenta contra la revolución. El punto para el debate sobre el que muy poco se debate en Cuba sería cómo interpretar lo de "atentar contra la revolución". En la realidad, es el Estado el que lo interpreta y lo hace a discreción, pues no existen reglas ni explicitaciones jurídicas para aplicarlas a los diferentes casos que se puedan presentar. Por este camino, los derechos individuales el derecho de asociación y otros terminan en manos de los funcionarios que administran la Ley. Según sea de lúcida o de torpe la interpretación y la administración, aunque lo legal quede a salvo, la legitimidad del principio de la "defensa de la revolución" puede erosionarse.

* La agresividad de nueve gobiernos estadounidenses contra el proyecto revolucionario ha obligado a los dirigentes y a toda la sociedad cubana a vivir en una permanente actitud defensiva. Mala consejera. En nombre de esa defensa, los dirigentes han tomado y toman medidas, no siempre populares y a veces mal aplicadas, que les crean el espejismo de que tienen el control de la situación. Pero la conciencia de la gente queda muchas veces por fuera de ese control. En este marco de defensa impuesta hay que situar muchas de las posibilidades de la sociedad civil cubana.

* Todo cubano y toda cubana ha estado y está asociado en varios espacios sociales. Hoy, la crisis ha disminuido la práctica asociativa, urgida la gente por problemas cotidianos y de sobrevivencia. Y ha limitado la participación, por la excesiva centralización a la que están sometidas casi todas las decisiones. Sin embargo, los importantes cambios que en los últimos años está viviendo Cuba van moviendo también a la sociedad hacia nuevas formas asociativas. Muchas son espontáneas o informales y se dan más en los barrios y en los espacios locales y comunitarios. "La cosa es que, tarde o temprano, las experiencias nuevas chocan con algún funcionario, con algún seguroso, con alguien que dice que no, que no, que eso no está autorizado. Y ahí viene la lucha, ésa es la lucha que tenemos por delante", me explican en un barrio.

Asociaciones profesionales

* El paisaje de la sociedad civil cubana no está ocupado únicamente por las organizaciones de masas, esos ocho enormes árboles que dan sombra por un costado o por otro, o por varios a la vez, a los once millones de cubanos en ellas asociados. El bosque social está más poblado.

* A medida que la hazaña educativa de la revolución avanzaba, surgieron hornadas de nuevos profesionales en todas las ramas. En los años 80 fueron reapareciendo con vigor las asociaciones profesionales. Por decreto, el gobierno fue rehaciéndolas por considerarlas "de interés público": juristas, economistas, periodistas (la UPEC), la UNEAC (escritores y artistas), etc. Todas estas asociaciones están inscritas en el Código Civil. Aunque nacieron "desde arriba" el sistema las necesitaba , respondían también a una realidad que ya las estaba demandando "desde abajo".

* Integrarse o no en una asociación profesional es libre pero, como ocurre con las organizaciones de masas, existe una sola alternativa: cualquier profesional de un ramo que quiera asociarse, sólo lo podrá hacer en una única asociación. Además de estar vinculados a un centro de trabajo y, por lo tanto asociados en un sindicato, son cada vez más los cubanos asociados también según su profesión. En las asociaciones profesionales discuten problemas comunes, intercambian ideas, se relacionan.

* En general, las asociaciones profesionales no tienen aún un impacto visible o significativo en la sociedad ni liderazgos notables. "Esto se debe me explican a que en la práctica, su tendencia es actuar como una organización de masas especializada y por eso, no se salen para nada de su meta: impulsar entre su gente las tareas que les asigna el sistema político".

Asociaciones civiles

* A mediados de los años 80, el gobierno propició o permitió que la sociedad fuera creando "desde abajo" nuevas asociaciones. El término oficial es "asociaciones civiles".

* La pluralidad que ya existía en la sociedad cubana no tenía suficiente representación ni en las gigantescas organizaciones de masas ni en las especializadas asociaciones profesionales. En 1985 se dictó la Ley de Asociaciones (Ley 54) y su Reglamento, y en 1987 el Código Civil reconoció nuevas formas asociativas. Hoy, existe un Registro Nacional de Asociaciones adscrito al Ministerio de Justicia.

* Primero lentamente, y a partir de la crisis de los 90 con mucha más velocidad, las asociaciones civiles se fueron multiplicando y hoy existen en Cuba unas 2 mil 200 inscritas, la mayoría de ellas surgidas después del llamado "período especial". Según datos del Ministerio de Justicia de 1996, casi la mitad de estas asociaciones son de carácter fraternal filosófico: 420 logias masónicas, 317 fraternidades de Caballeros de la Luz, 354 grupos filantrópicos de los que en Estados Unidos se denominan de Odd Fellows y 10 de otros signos de este tipo. En la otra mitad, hay 392 asociaciones deportivas, 363 de interés social variado desde culinarias a ornitológicas o filatélicas , 158 científicas y técnicas, 143 de amistad y solidaridad y 46 culturales. Del total de asociaciones, 200 tienen dimensión nacional. Desde febrero de 1996, y a causa del endurecimiento de la guerra económica de Estados Unidos contra Cuba y el consiguiente endurecimiento de la política interna en Cuba, se ha limitado la autorización de nuevas asociaciones civiles.

* Para que nazca una asociación civil, un grupo de interesados el mínimo es 30 personas propone un reglamento y solicita al Estado que registre la asociación, para así darle carácter legal. Como en cualquier lugar del mundo. Y como en cualquier proceso en Cuba, con sus peculiaridades. Además del reconocimiento legal que otorga el Ministerio de Justicia mecanismo signado, como todo en Cuba, por la lentitud , el Estado somete la propuesta a otro mecanismo de control: la asociación debe contar con una segunda luz verde: la del organismo estatal rector de la esfera en donde se va a mover la nueva asociación, que sólo admite una asociación para cada propósito. La Sociedad Cubana de Filosofía necesitó del aval del Ministerio de Justicia y también del visto bueno de la Academia de Ciencias. La Sociedad de Filatelia recibió ese segundo visto bueno del Ministerio de Comunicación. A las varias asociaciones de ecologistas que hoy existen las autorizó el Ministerio del Ambiente. Y así todas. El problema está en que las instancias estatales suelen tener su propia concepción de cuál debe ser el reglamento de la asociación que les pide aval y hay asociaciones que no han sido aprobadas a causa de esta miopía centralista. Hay otras que expresamente no quieren crearse: la de sociólogos o la de trabajadores por cuenta propia, por ejemplo.

* En los últimos años, y en el irreversible proceso de apertura al escenario internacional que vive Cuba, unas 50 asociaciones civiles se han ido transformando y llamándose a sí mismas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), con el fin de establecer proyectos de cooperación con ONGs internacionales para desarrollar proyectos conjuntos, única vía de tener y manejar recursos financieros de forma independiente a los recursos que llegan por los canales estatales.

Asociaciones ilegales

* En Cuba, una asociación ilegal es sinónimo de grupo político disidente, así como toda asociación que ha sido legalizada es sinónimo de grupo social que acepta el orden político revolucionario, donde existen sólo dos asociaciones políticas: el Partido Comunista y la Unión de Jóvenes Comunistas.

* Un ejemplo de asociación que se mueve en la ilegalidad y que tiene propósitos políticos es Concilio Cubano, del que hablaron los cables internacionales en los días previos al derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate (24 febrero 96). Hay otros grupos, más o menos conocidos según las coyunturas, todos ellos mínimos y marginales a la dinámica real de la sociedad. Las asociaciones políticas ilegales tienen mucho de construcción artificial. Las más de 100 "asociaciones" que integran Concilio Cubano no llegan a 10 miembros cada una, lo que no es obstáculo para que este Concilio de apenas mil personas aparezca siempre sobredimensionado en algunos medios de comunicación internacionales.

* Existe un grupo de asociaciones ilegales que, tal vez por razón de simpatía entre colegas, es mencionado a menudo en los medios internacionales: los "periodistas independientes". Son también grupos políticos que expresan su disidencia a través de la profesión periodística. La escasa cultura de debate que han fomentado los medios de comunicación cubanos, tan tediosamente oficialistas durante décadas, les han abonado el terreno a los "independientes", que escriben y hablan según las pautas que les marcan los tediosamente contrarrevolucionarios medios de la comunidad cubana de Miami.

* Muchas de las asociaciones ilegales son aconsejadas desde fuera y aunque no sea así, así lo sospecha el gobierno. Todas hicieron en su momento la propuesta de constituirse como asociación civil. Todas hacen el recorrido legal, a todas les dicen que no y entonces todas se instalan en la "ilegalidad". Suelen elegir como sede una casa particular, porque eso les libra de un allanamiento sin orden judicial. Una vez instaladas, si el Estado actúa con permisividad y las deja hacer, es ganancia. Si actúa con represión y las hostiga, más ganancia. Porque es mayor la publicidad que logran fuera de Cuba. Mientras más se vincule una asociación ilegal a la política de Estados Unidos, más control se ejercerá sobre ella.

* Dentro de Cuba el eco de las asociaciones ilegales es inaudible. Y no sólo por la censura o porque domina el temor a caer en las ergástulas castristas, como algunos pueden pensar. Cualquiera que va a Cuba descubre rápidamente que la gente inconforme, crítica, en desacuerdo, encabronada o que rechaza el sistema político gente que está en todos los espacios de la sociedad revolucionaria, incluso dentro del Partido Comunista no se siente representada en los planteamientos de estos grupos de disidentes.

Autonomía

* A mediados de los años 80 la revolución inició lo que se llamó el período de rectificación. Se cuestionó entonces la falta de creatividad de las organizaciones de masas. Se les señalaba el haberse rutinizado, el haber convertido la unidad en falsa unanimidad. El Estado y el Partido alentaron entonces "desde arriba" la autonomía de estas organizaciones populares y propusieron algunos cambios. Pero es difícil romper la rutina desde la rutina.

* Posteriormente, la crisis, la escasez de recursos, las nuevas preguntas, el desgaste de las viejas respuestas, los vínculos internacionales que ha tenido que ir creando la economía cubana para poder sobrevivir, han iniciado, muy poco a poco, la construcción "desde abajo" de una mayor autonomía de la sociedad y de sus organizaciones, grandes, medianas y pequeñas.

* Un observador extranjero o un funcionario de una ONG internacional que llegue a Cuba a trabajar con la sociedad civil puede caer en una trampa sin salida si se pone a seleccionar a las asociaciones con las que va a colaborar usando como vara de medir su autonomía frente al Estado, si decide enfatizar lo "no gubernamental". "¿Qué significa lo no gubernamental en un país de tradición estatal? ¿Por qué no usar mejor como criterio para evaluar a las asociaciones el concepto que tienen de la participación y sobre todo, la forma en que promueven la participación de la comunidad?", me comenta la directiva de una ONG internacional, que trata de usar esta vara de medir y de no caer en la "trampa".

* La autonomía de lo que no es estatal pero es público, es un desafío no asumido aún por la revolución. El molde primigenio del proyecto cubano no tuvo en cuenta aún esta dimensión. Es un molde que tampoco ha tenido en cuenta la autonomía en lo más privado que existe: la propia opinión, los sueños y deseos propios. Me lo explica así una amiga que, como profesional del teatro, es experta en "máscaras". "En Cuba me dice estamos acostumbrados a reprimir siempre nuestro primer pensamiento sobre cualquier tema, nuestra verdadera opinión sobre cualquier asunto. Se nos ha ido haciendo cultura la autocontención. Esto crea una cáscara y tiende a hacer personas grises, en serie, que ocultan sus pasiones, sin definiciones. Ni nuestros deseos logran auto nomía. Nos educaron en la idea de que lo subjetivo es malo, de que el deseo, pequeño, mediano o grande, es expresión de individualismo, y nos culpamos por los deseos autónomos que nos nacen en el corazón. Y no les damos chance, los hemos silenciado siempre, para servir a una causa colectiva, a una causa mayor que nosotros."

* Mientras me lo explica, recuerdo esa canción de melodía nostálgica del cubano Carlos Varela: "Yo sé que no son grandes cosas / pero son mis sueños / esos pequeños sueños / que ayudan a vivir…" Es curioso. Las canciones de protesta de los latinoamericanos han reclamado desalambrar la tierra, darle la mano al indio, el derecho a la vida y a no vivirla en casas de cartón… Los cantos de protesta de los cubanos reclaman hoy el derecho a equivocarse, el derecho al riesgo, el derecho a soñar sueños propios, autónomos, tal vez diversos del "sueño oficial"…

Bicicleta

* El sistema cubano fue diseñado para funcionar como la rueda de una bicicleta: un centro de fuerza, un centro de poder del que, vía Partido Estado, van hacia la rueda, hacia la sociedad, decisiones y tareas. Cualquier punto de la rueda está a la misma distancia del centro, de donde emana todo movimiento. Y cualquier punto sólo se mueve cuando se mueve el centro. Ningún rayito se mueve por sí mismo ni tampoco mueve a ningún otro rayito, porque no hay mecanismos que unan los rayitos entre sí.

* A pesar de esta rigidez, los ciudadanos cubanos forjados en la revolución se han organizado a lo largo de sus vidas en muchos y más significativos espacios sociales de participación que los ciudadanos anteriores a la revolución. Y como el sistema nunca ha funcionado con una mecánica perfecta y a menudo se le ponchan las llantas a esa bicicleta, están surgiendo hoy en Cuba nuevas experiencias sociales. Uno de los desafíos que tiene hoy la sociedad civil cubana es que esas nuevas experiencias se conozcan entre sí e intercambien. El reto de la horizontalidad: relacionar los rayitos de la rueda de la bicicleta unos con otros, otros con unos.

Carril 2

* El Track Two (Carril 2) fue planteado por el gobierno de Estados Unidos en 1992 en el texto de la Ley Torricelli que endureció el bloqueo a Cuba y propuesto más abiertamente en 1994, a mediados del primer período del gobierno de William Clinton. Representa un giro en la política de Estados Unidos hacia Cuba: después de 30 años de un uso exclusivo y sistemático de la agresividad y el acoso, Estados Unidos propone caminar también por otro carril: contactos e intercambios culturales, profesionales y familiares más fluidos entre la sociedad estadounidense y la cubana. El objetivo de quienes decidieron encarrilarse en el Track Two es promover una "sociedad civil" en Cuba que para los estrategas estadounidenses es inexistente con el fin de que esa sociedad enfrente al gobierno, lo desestabilice y termine sustituyéndolo.

* El 26 de julio de 1995 Fidel Castro habló por primera vez del Carril 2 alertando sobre su peligrosidad. En marzo de 1996, en el momento de mayor tensión en las relaciones Cuba Estados Unidos, tras el derribo de las avionetas del grupo Hermanos al Rescate y de la firma por Clinton de la Ley Helms Burton, el V Pleno del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba señaló en un Informe que, aunque el bloqueo se había endurecido hasta el extremo por la Helms Burton, el Carril 2 no estaba descartado y seguía abierto. Su propósito decía el Informe es "sembrar la confusión, la falta de fe y la discordia y fragmentar al pueblo cubano, con vistas a crear descontento, resistencia pacífica y eventualmente, desórdenes que ofrezcan a los círculos más extremistas yanquis pretextos para acciones militares".

* El endurecimiento en 1996 de la política de Estados Unidos hacia Cuba ha causado un endurecimiento ideológico en la política interna en Cuba, justificado en el Carril 2. Un sector de la dirigencia cubana que hoy domina estratégicos espacios ideológicos sospecha, adivina, teme o detecta en los cuentapropistas, en algunas ONGs cubanas o internacionales, en centros intelectuales, en los dueños de las paladares (mini restaurantes privados), en un humorista y sus chistes, en una visita, en un proyecto, en un escrito… el Carril 2. Y actúa en consecuencia.

* Esto ha creado una gran contradicción: se pretenden cerrar puertas y ventanas ideológicas a la hora en que se abren puertas y ventanas económicas para que Cuba se inserte en el mundo, un mundo globalizado que, por la actual hegemonía capitalista y estadounidense, es todo él un inmenso Carril 2. "El Carril 2, además de ser un real peligro para Cuba, se ha convertido en la mejor de las coartadas para los duros. Es una matraquilla, una obsesión: ahora todo puede ser Carril 2. El Carril 2 se ha convertido en un concepto tan inasible y tan omnipresente como ése que tienen los americanos cuando hablan de the evil (el Mal)", me comenta una amiga.

* Y otra amiga me explica que la obvia recuperación económica que está experimentando Cuba desde 1995, a paso lento pero seguro, y la inmensa capacidad de resistencia y austeridad de la que ha dado muestras la sociedad cubana, le ha dado espacio a los que tienen en el Carril 2 su coartada. Estos "duros" también llamados talibanes por su fundamentalismo y su beligerancia sacan de estos dos éxitos del pueblo y de la revolución la equivocada conclusión de que se pueden postergar, y hasta cancelar, los cambios que hoy la sociedad cubana demanda para perfeccionar la democracia socialista.

CDR

* Comités de Defensa de la Revolución. Es una de las ocho organizaciones de masas del sistema político cubano, la más masiva, la más original, la que mejor caracteriza el inicio de los cambios revolucionarios. Los CDR surgieron en 1960. Pronto, la fórmula de organizar a los vecinos de un barrio, de una comarca rural o de un batey, prendió como candela en yerba seca y ya en 1962 había 100 mil CDR por toda Cuba, que integraban a un millón de cubanos y cubanas, la mitad de la población adulta. Los CDR agrupan hoy a 7 millones de personas y han creado una importantísima y tupida red social con la que se hace necesario contar para cualquier cosa.

* La "defensa" de la revolución frente a actividades contrarrevolucionarias de sabotaje o conspiración fue el objetivo con el que nacieron los CDR. Pero ya a mediados de los 60, a esa tarea inicial se sumaron un cúmulo de actividades sociales y comunitarias, que fueron pasando a un primer plano. Hoy, aunque el CDR se sigue llamando "de defensa de la revolución", la gente lo ve más como el vínculo de unión del vecindario, como una organización comunal que administra y reparte lo escaso, que organiza fiestas para los niños y despedidas para los muchachos que se van al servicio militar, que pone vacunas… La "defensa" se mantiene aún, pero hoy está dirigida fundamentalmente contra la delincuencia y el raterismo.

* De todas las organizaciones de masas, los CDR han sido históricamente la que ha tenido menos autonomía, la que más ha actuado como correa de transmisión de las prioridades del sistema y como "apagafuegos" de los problemas creados por las políticas estatales. A pesar de esto, lo comunitario es probablemente el principal espacio donde están apareciendo gradualmente nuevas formas de organización "fuera de" o al menos no conducidas por los CDR. Hay numerosas experiencias comunitarias dirigidas por líderes naturales, comisiones ad hoc, etc. y a muchas se han sumado los CDR.

* Como fruto de su proceso de renovación, los CDR se han propuesto rescatar la identidad cultural de los barrios, olvidada durante muchísimos años. También han renovado a sus dirigentes y el 70% de ellos, desde el nivel nacional hasta el municipal, tiene ahora menos de 35 años. Pero, después de tantos años de actuar rutinariamente, "no basta combinar juventud con buenas ideas", me comentan. A juicio de muchos en Cuba, una auténtica renovación de los CDR exigiría superar los rígidos estilos de trabajo y las reuniones mecánicas y aburridas incorporando metodologías participativas.

CTC

* Central de Trabajadores de Cuba. Nacida en 1939, fue uno de los primeros movimientos sindicales unificados y centralizados de América Latina. Antes de la revolución, la mayoría de los trabajadores cubanos en su mayoría varones pertenecía a la CTC. La Central sobrevivió a los cambios revolucionarios y se transformó en una de las ocho organizaciones de masas del sistema político cubano. Hoy pertenecen a la CTC más de 3 millones de trabajadores y trabajadoras.

* En Cuba el espacio económico es cada día más diferente al de los años 60, 70 y 80, cuando la economía estaba totalmente en manos del Estado, que prescindía casi completamente de los mecanismos del mercado. Hoy, surgen embriones de empresas privadas pequeñas, abundan cada vez más las empresas mixtas, han aparecido las zonas francas y las maquiladoras, existe un extendido cooperativismo en la agricultura, la ganadería o la pesca, y el Estado sigue teniendo empresas, es socio en empresas mixtas con inversores extranjeros y continúa regulando el conjunto de la economía a través de diversos organismos. La sociedad cubana ha dejado de ser de "proletarios" o asalariados, para convertirse en una sociedad de trabajadores, en el sentido más amplio.

* La CTC es la organización de masas más directamente afectada por cambios tan drásticos. La realidad se ha trastocado para el trabajador cubano. El movimiento obrero ya no será nunca el de antes, cuando el sindicato carecía de sentido ante un único "patrón", el Estado benefactor. Hoy son cada día más quienes trabajan por cuenta propia, quienes laboran en empresas mixtas donde los "patrones" son capitalistas extranjeros y quienes, aunque siguen trabajando en empresas estatales, están sometidos ya a un nunca practicado en Cuba régimen de eficiencia y rentabilidad capitalista, el que le impone al país la competencia de una economía globalizada. Además de todos estos cambios, han regresado el desempleo y el subempleo. Son situaciones totalmente nuevas para la CTC.

* Esta realidad, que es irreversible, exige del movimiento sindical cubano ser representativo de todos los trabajadores, sea cual sea el trabajo que desarrollen porque los intereses de los trabajadores no los resuelve ya el Estado paternalista. El Estado ya no es para el sindicato, ni nunca lo volverá a ser, el padre que da, sino el socio que quita. El Estado ha suprimido gratuidades, ha subido precios, ha tenido que aceptar desigualdades, congela salarios, impone tributos… Cuando el Estado se lo daba todo al trabajador, el sindicato era casi una formalidad. El sindicato no tenía nada que pedirle al Estado empleador que éste no le diera a sus empleados si podía dárselo. El sindicato era sólo un movilizador político de los trabajadores y un mecanismo que les permitía cierta participación en la discusión del plan, en la aplicación del código laboral o en el aseguramiento de la disciplina laboral.

* La CTC ha iniciado un proceso de seria reflexión sobre la nueva realidad, que se refleja en las Tesis de su XVII Congreso de 1996, documento que, a juicio de analistas cubanos, es el más avanzado ideológicamente después del Llamamiento al IV Congreso del Partido Comunista de Cuba de 1990. En las Tesis, lo más destacable es que plantean la apertura a la pluralidad de formas de trabajo, con la conciencia de que la CTC debe representar el diverso abanico de intereses que hoy tienen los trabajadores cubanos. "Esto no es nuevo, es novísimo. La sociedad cubana está experimentando cambios muy profundos. Y las Tesis expresan las primeras reflexiones de la sociedad trabajadora sobre esos cambios", me explica un dirigente en un centro de trabajo. En otro me dicen que el fruto de esa reflexión no se nota aún en nada, que se ha quedado en el papel. "Yo serrucho y serrucho y nunca veo el aserrín me explica un trabajador textil de San Antonio de los Baños . El sindicato sigue siendo lo mismo, sólo sirve a la administración, a mí no me sirve para nada."

* Los sindicatos cubanos tienen por delante un inmenso desafío para el que tienen que construirse y aceitar nuevas herramientas. A pesar de ser la CTC una de las organizaciones de masas más fogueada y una de las que ha dado batallas más importantes por sus bases, su práctica de litigio y de reclamo resulta hoy insuficiente. "¿Cuál es el desafío de la CTC? Para mí está clarito: tenemos que promover un sindicalismo y unos sindicalistas que defiendan un proyecto de participación popular. Y que lo defiendan nada menos que frente el proyecto oficial, demasiado marcado por lo puramente administrativo.", me dice un joven sindicalista.

Cuentapropistas

* Los trabajadores por cuenta propia aparecieron porque el Estado ya no podía garantizar el pleno empleo. Aparecieron con retraso. Después de muchas reticencias, se les dio vía libre cuando los sucesos de violencia del Malecón, en agosto de 1994, y la posterior crisis de los balseros, demostraron que la capacidad de resistencia del pueblo cubano también tenía límites.

* A mediados de 1997, los cuentapropistas son unos 200 mil. Tienen paladares, reparan relojes, automóviles, son carpinteros, plomeros, elaboran artesanías para los turistas, venden comida en la calle, cortan el pelo… En torno a ellos y a ellas está emergiendo una nueva "sociedad civil" en el ámbito de lo económico. A este inédito personaje en el tradicional paisaje laboral hay que sumar los miles de cuentapropistas ilegales los que no pagan impuestos ni tienen carnet , que constituyen otro nuevo sector, versión cubana de "los informales", tan numerosos en América Latina. Muchos de estos informales cubanos son mujeres que venden queso o dulces o frutas o cualquier otra cosa de puerta en puerta, por lo que han sido bautizadas por algunos como "puertapropistas".

* Los cuentapropistas son uno de los sectores más indefensos que existe hoy en la sociedad cubana, por los prejuicios ideológicos con los que se les trata, expresados ya en la demora que hubo para autorizarlos, y después en el sinfín de contravenciones y límites que establece la legislación que regula su trabajo. Normas y más normas que, además de estrictas, quedan a menudo en manos de organismos que tienen intereses en contradicción con los de estos trabajadores y que por eso aplican las normas no sólo con rigidez sino siempre a su favor y a menudo arbitrariamente. Esta negativa actitud se sustenta en una arraigada premisa ideológica: el trabajo de iniciativa privada lleva en sí el nefasto germen del capitalismo, y el socialismo sólo está garantizado plenamente cuando se trabaja dentro del Estado. Pero el capitalismo ya está en Cuba y la organización social ya es mixta. "¿Por qué los capitalistas de fuera son buenos y los de dentro malos? ¿Será porque al gobierno le es más fácil negociar, centralistamente, con unos cuantos capitalistas poderosos que con muchos capitalistas pequeños, de medio pelo?", se pregunta uno. Uno de medio pelo.

* Contando el círculo familiar de los cuentapropistas, existe hoy en Cuba alrededor de un millón de personas que tienen intereses económicos que entran en contradicción con los del Estado: impuestos, controles, normativas, competencia a veces desleal. ¿Dónde defienden sus intereses? ¿Dónde discuten los abultados impuestos con que se gravan sus ganancias, no siempre abultadas? ¿Dónde negocian precios favorables para conseguir las materias primas que necesitan? ¿Quién los representa? ¿Se podrán asociar? Todo apunta a que no podrán hacerlo autónomamente y a que se les sindicalizará en los sindicatos ya existentes, según su actividad.

* Aunque estar sindicalizados los beneficie con prestaciones sociales y les permita defenderse mejor de los "ilegales", es probable que los cuentapropistas perciban su sindicalización como otro mecanismo más de control estatal. No dejan de tener razón. Muchos cuentapropistas son pequeños propietarios que contratan, más o menos abiertamente, mano de obra. Difícilmente pueden ser representados por una organización sindical. Al poner la CTC el acento en que son trabajadores, sin distinguir entre ellos y quienes trabajan para el Estado como asalariados, unifican forzadamente en nombre de la unidad intereses que en la realidad son diversos.

Chicharrón

* Llaman así los cubanos a quien en una reunión apoya incondicionalmente todo lo que plantea el dirigente del Partido o la autoridad que habla. No batea ni pitchea ni catchea. Toda reunión en Cuba es con chicharrón incluido.

Debate

* No existe en Cuba una cultura de debate. "¿Se debate en la casa, en la familia?" Sí, claro. "¿Se debate en un bar o en una esquina?" Sólo si sabes quién es quién y de qué pata cojea cada uno… "¿Se debate en los medios de comunicación?" Oyelos y míralos y verás. "¿Se debate en el centro de trabajo, en el núcleo del Partido?" Silencio.

* La falta de debate se explica por una política de censura que se alimenta de la necesidad de unidad. La crisis amenaza aún más la unidad y dificulta más el debate. Y así se cierra el círculo. "Existe un conjunto de temas tabú que, si se discuten, siempre se discuten bajo control, y si te sales de ese control, te llaman enseguida al orden", me explica un militante del Partido.

* La censura ha procreado una hija: la autocensura. Una de las características más acusadas de la sociedad cubana es que se autocensura. Esa característica, que es de toda la sociedad en su conjunto, se contagia a todas las asociaciones de la sociedad, donde la autocensura se refuerza. Autocensuradas, las asociaciones son menos representativas, porque por fuera de ellas se quedan muchas inquietudes de sus bases y de toda la sociedad. Esto empobrece a la sociedad civil. En general, uno percibe que la directiva de la organización de masas que agrupa a las mujeres, la FMC, es menos osada que las bases activas de la FMC y que estas bases son menos osadas que la totalidad de las mujeres cubanas. Percibe lo mismo en las asociaciones profesionales: la directiva de la asociación de economistas es menos audaz que los economistas asociados en ella y esos economistas son menos audaces que la sociedad en sus reclamos económicos. Se va conformando así una cadena de autocensuras.

* La crisis que vive Cuba tiende a quebrar la cultura de la autocensura pero, a la vez la refuerza de nuevas formas. Las referencias críticas que al sistema político hacen hoy muchos cubanos y cubanas suenan a veces extremadamente sutiles, demasiado indirectas, tímidamente mesuradas. Nadie quiere provocar una convulsión, todos temen la posibilidad de cualquier cambio brusco. Son una inmensa mayoría los que sienten como propio el proyecto revolucionario, y por eso sufren y están confundidos por lo que pasa: la doble moral, las desigualdades, los espacios que se les niegan a ellos y se les abren nada menos que a eximios representantes del capitalismo internacional… "Viendo todo esto, nos autocensuramos. Todo lo que está pasando toca nuestra propia historia, todos nos hemos ripiao por esta revolución. ¿Y ahora…? Sentimos como si camináramos por un campo minado, sabiendo que cada uno de nosotros puso minas en ese campo… ¿Ya es hora de quitarlas? ¿Y cómo hacerlo? ¡No es pan comido! Todo el mundo sabe que cuesta más quitar minas que ponerlas", comenta alguien en una reunión.

Democracia

* La democracia debe ser participativa y represen tativa. Una y otra requieren de una población previamente educada y saludable, que decida y participe libremente. El pueblo de Cuba está preparado, y de sobra, para vivir ambas expresiones de la democracia.

* Para ser real, la democracia participativa debe darse en todos los eslabones de la cadena del poder: desde el decidir lo que que hay que hacer hasta el evaluar lo que se hizo. En Cuba existen mecanismos de democracia participativa que hoy urgen de renovación.

* La democracia representativa se expresa en Cuba en los órganos del Poder Popular. Desde 1992 el pueblo elige de forma directa y secreta al más cercano de sus representantes en estos órganos, el delegado de circunscripción. Con la crisis en que hoy está el paternalismo estatal ejercido centralistamente escaso ya de recursos para resolver los problemas , el sistema se propuso dar más poder a las Asambleas del Poder Popular a todos los niveles, desde la Asamblea municipal hasta la nacional. Creó además los Consejos Populares, que agrupan a delegados de varias circunscripciones y acortan la distancia entre circunscripción y municipio. Pero, en la práctica, los funcionarios de la administración estatal y los del Partido han continuado imponiéndose sobre los delegados electos por el pueblo, que no disponen de los poderes que les han sido definidos y que siguen siendo hombres y mujeres sin poder real.

* Un delegado de circunscripción me lo confirma. "¿Es así?" "Así mismito es. Yo digo que dentro de muy poco, nadie va a querer ser delegado, y aunque lo elijan, van a tener que llevarlo amarrado. Mírame a mí, yo no puedo hacer nada, no tengo solución para nada y tengo todos los problemas arriba del lomo. Me dicen que no dé nada, que dé explicaciones, que dé argumentos. ¡Pero ni a mí me convence ya lo que digo!"

Descentralización

* La descentralización está en la página central de la agenda de la sociedad cubana. En Cuba, el sistema se ha caracterizado por una excesiva centralización dentro de una estructura piramidal. A pesar de esta traba, funcionó aceptablemente durante mucho tiempo, mientras duró el respaldo de la URSS y de los países socialistas. Con este sistema, Cuba se transformó y ha resistido la guerra militar, política y económica de Estados Unidos.

* El paso del tiempo es implacable y desarrollada la sociedad una sociedad ya adulta, con mucho capital humano, capaz de autonomía y de participación, de aportar soluciones, de ser fuerza productiva y creativa , ésta se ha visto bloqueada por la estrechez de un funcionamiento en forma de embudo: espacios muy estrechos donde se toman todas las decisiones y anchos donde sólo queda cumplir con lo decidido. Me lo explican también así: "Aquí nadie participa en la decisión de sembrar papas, ¡pero todos tenemos que participar recogiendo las papas!"

* Lo peor es que cuando la madurez de la sociedad demandaba más descentralización, la gravedad de la crisis impuso nuevas decisiones centralizadas. Sin embargo, la crisis ha contribuido también a desajustar pirámides, embudos y bicicletas, favoreciendo algunas descentralizaciones muy saludables y algunas formas de participación más comunitarias. Se empiezan a resolver los problemas locales con los recursos locales y desde los espacios locales, un enfoque totalmente nuevo en Cuba. "Sal de La Habana me sugieren , sal de La Habana y vete a algunas provincias. Hay dos Cubas: La Habana y el interior. Sancti Spiritus es otra Cuba, Santa Clara es otra Cuba. En algunos lugares no hay tanta maraña y las cosas ya empiezan a funcionar con menos centralismo".

Estado

* La relación del Estado con la sociedad civil, en cualquier lugar del mundo, no debe ser de confrontación sino de complementación y de cooperación. Porque lo que une al Estado y a la sociedad civil es el interés por lo público, por el bien común. Si hay un lugar en América Latina en donde están sentadas las bases para que se den estas relaciones armónicas es en Cuba.

* Lo propio de las organizaciones de la sociedad civil (gremiales, comunitarias, profesionales, religiosas, culturales, intelectuales) no es ni la conquista del gobierno ni el lucro. Por eso, ni compiten con el Estado ni con el Mercado. Se mueven con independencia entre ambas aguas. En América Latina se le llama también a la sociedad civil "el tercer sector". No es el sector estatal ni es el sector mercantil, es el sector de lo comunitario. Surge en este sector una alternativa democrática. Democrática porque mueve a la participación. Alternativa porque el exce so de Mercado "mata" lo comunitario al extremar el individualismo. Y el exceso de Estado "mata" lo comunitario al aplastar iniciativas y fomentar dependencias.

* Hasta hace muy poco, en Cuba prácticamente todo era Estado y casi no existían mecanismos de Mercado. En la nueva situación, abierta por la crisis, se están introduciendo los mecanismos del mercado y, sin querer queriendo, y a pesar de que el Estado sigue siendo fuerte y sus programas son los priorizados y sus empresas las privilegiadas, se está redefiniendo su papel en la sociedad. Por causa de estos cambios, imperceptiblemente, está haciéndose notar la sociedad civil. Viene surgiendo desde el seno de la sociedad que forjó la revolución y vestida con las peculiaridades de la historia y la cultura cubanas.

* Dentro del gobierno cubano hay reticencias a entender y a aceptar esta nueva realidad, que convoca al Estado a traspasarle poderes a la sociedad, a redistribuir el poder. A los que identifican socialismo con Estado, la nueva situación les plantea un desafío difícil de asumir.

* Dentro del Mercado internacional especialmente dentro del que domina Estados Unidos hay intereses que aspiran a formar en Cuba una sociedad civil que confronte al Estado y le arrebate todos sus poderes para entregárselos al Mercado. Para los que identifican mercado con democracia, la nueva realidad cubana representa una gran tentación para sus tendencias injerencistas.

Familia

* El proyecto revolucionario fue creando en Cuba condiciones materiales que fortalecieron a la familia: salud, educación, empleo, seguridad social para todos. Pero, a la vez, debilitó a la familia minimizando su papel en lo espiritual, en la transmisión de los valores de la "nueva sociedad" y confió a entidades estatales esa tarea trascendental. Esta doble acción ha dejado huellas indelebles en el tejido social cubano, en todos los cubanos y cubanas de cualquier edad.

* Con los años, la orientación inicial del Estado frente a la familia se fue rectificando y hoy, Estado y sociedad, el discurso oficial y la cultura generalizada, saben de sobra e insisten en que no hay educación ni hay espíritu ni hay valores si la familia, el padre y la madre, no participan de esa tarea. El problema es que hoy, cuando se le ha restituido su papel espiritual, la familia vuelve a enfrentar condiciones materiales muy difíciles que el Estado no logra resolver: es un diario problema conseguir una adecuada alimentación, los salarios son bajos, hay falta de empleo, los problemas de vivienda se ahondan, provocando falta de privacidad y hacinamiento, es creciente la población de tercera edad dentro de las familias, etc.

FEEM

* Federación de Estudiantes de Enseñanza Media. Es una de las ocho organizaciones de masas del sistema político. Agrupa a más de medio millón de estudiantes. Su antecedente es la UES (Unión de Estudiantes de Secundaria), primera organización específicamente estudiantil creada por la revolución (1962). La UES encabezó durante cuatro años seguidos masivas campañas de recogida de café, a la par que organizaba en todos los centros de enseñanza los foros llamados "Cómo estudiar más y mejor". Estas actividades de trabajo manual y de formación intelectual dejaron un recuerdo imborrable en la generación que las protagonizó. Aunque se ha seguido empleando, la metodología de unir trabajo y estudio no tiene ya en los jóvenes aquel transformador impacto inicial.

* Después de un vacío organizativo en el sector estudiantil, a fines de los años 60 se creó la FEEM, para movilizar a los estudiantes de secundaria en el cumplimiento de las tareas que les encomendara la revolución. La pertenencia a la FEEM es prácticamente mecánica, y comparándola con sus antecesoras, la UES o aún antes, la Asociación de Jóvenes Rebeldes, no tiene la misma vitalidad. La renovación de la FEEM está relacionada con el hallar propuestas más creativas para los jóvenes y adolescentes y respuestas más de fondo para los problemas generacionales en la familia cubana.

FEU

* Federación Estudiantil Universitaria. Fundada en 1923 por el líder estudiantil comunista Julio Antonio Mella, en las luchas para derrocar la dictadura de Gerardo Machado. Fue una de las asociaciones de la sociedad civil pre revolucionaria con más alto nivel de organización y combatividad y con mayor prestigio e influencia en el país. Cuna de rebeldía y de reflexión donde se han formado varias generaciones de líderes políticos, entre ellos el propio Fidel Castro.

* La FEU sobrevivió a los cambios revolucionarios y es una de las organizaciones de masas del sistema político cubano. Agrupa a la casi totalidad de los 200 mil estudiantes universitarios, para quienes ingresar a la universidad e integrarse en la FEU suponen casi dar un mismo paso si quieren participar en un cúmulo de actividades académicas y políticas y disfrutar de todos los derechos que tienen como estudiantes.

* La FEU ha conservado una notable vitalidad. Los universitarios, sobre todo los habaneros, han estado siempre a la cabeza de la sociedad en los momentos más difíciles de la nación y de la revolución. "Realmente, la FEU es más vital que la propia UJC", me dice un militante del PCC, comparando a la FEU con la rama juvenil del Partido. Como en cualquier país, los universitarios cubanos representan una reserva de valiosas posiciones intelectuales, que en Cuba van desde las de defensa apasionada de la revolución, hasta las disidencias más acérrimas, pasando por un sinfín de significativos aportes críticos.

FMC

* Federación de Mujeres Cubanas. Es una de las ocho organizaciones de masas del sistema cubano. Fundada en 1960, aglutina hoy al 85% de las cubanas mayores de 14 años, unos 3 millones.

* En los años 60, la FMC fue, a juicio de muchas y muchos, la organización más revolucionaria que haya habido en la historia de Cuba, al cumplir tareas trascendentales y pendientes: promover la alfabetización y el estudio entre las mujeres campesinas, crear y sostener por todo el país los círculos infantiles para posibilitar la incorporación al trabajo de las mujeres, empeñarse en desterrar la prostitución, revisar y readecuar las leyes para que garantizaran igualdad de oportunidades a las mujeres, etc.

* Con el tiempo, incorporada la mujer a todas las tareas sociales, económicas, políticas y culturales de la revolución, creadas las condiciones de su igualdad con los hombres muy especialmente en lo legal y lo laboral , logradas las reivindicaciones básicas, el traje de la FMC fue quedándole demasiado estrecho y corto a cada vez más cubanas, que, gracias a la revolución y al mismo trabajo inicial de la FMC, se fueron diversificando más y teniendo intereses cada día más plurales. "En los 60, la tarea de la FMC fueron `las mujeres'. Pero en los 80 eso significaba ya muy poco. ¿Qué mujeres? ¿Las médicas? ¿Las cooperativistas? ¿Las divorciadas? ¿Las madres solteras y jefas de familia? En los 90, `las mujeres' ya no significa nada, es un concepto que ya no existe en esta realidad cubana", me dice una federada.

* La FMC no supo adecuarse a la acelerada evolución social que ella misma había propiciado y siguió manteniendo algunas de sus tradicionales tareas de capacitación, especialmente en el área rural, mientras se resistía a sumar a sus metas las reivindicaciones planteadas por todas "las mujeres", las luchas feministas. Hoy, no termina de asumir la perspectiva de género.

Esto la fue dejando rezagada. Ni ayer ni hoy se ha planteado luchar contra el machismo cultural, siempre presente y ahora agravado por la crisis económica. Así, al no renovarse, el traje se apolilló en el escaparate. Ya en 1990, en ocasión del debate preparatorio del IV Congreso del Partido Comunista, las opiniones relacionadas con la FMC eran particularmente críticas y un buen número de ellas pedía incluso su disolución.

Género

* La revolucionaria perspectiva de género llena ya bibliotecas, es tema permanente de congresos y de talleres y en todas partes del mundo ha enseñado a las mujeres a mirarse a sí mismas y a mirar la sociedad con otros ojos. En Cuba no está aún presente de manera significativa la perspectiva de género. "Lo femenino" quedó disuelto en "lo social" y hoy el sistema tiende a frenar "la perspectiva de género" en nombre de "la perspectiva de la unidad nacional y revolucionaria".

* La FMC no asume la perspectiva de género porque el Partido Comunista no la asume y no hay signos de que vaya a hacerlo. Sin embargo, la madurez alcanzada con la revolución por las mujeres cubanas permite pronosticar que la visión de género se abrirá paso dentro de la sociedad. No sin obstáculos. La dirección de la FMC no sólo ha evitado entrar en este campo de reflexión y de acción, sino que ha impedido que algunos sectores de sus bases lo hagan. Lo demostró la disolución del grupo de mujeres comunicadoras Magín, que en septiembre de 1996 fue ordenada por la dirigencia de la FMC y del Partido. Las magineras habían presentado en sociedad la palabra género, y lograron trabajar creativamente durante tres años con esta perspectiva en varias áreas.

* En Cuba pervive una cultura machista, como pervive un racismo cultural, tan difícil de desarraigar como el machismo. "Pero yo creo que mayor responsabilidad tiene la revolución en lo del machismo que en lo del racismo. Porque la esclavitud está demasiado metida en el fondo de nuestra historia. Y en el caso del machismo era más fácil. La realidad es que, después de que las mujeres salieron de su casa y consiguieron tanto en los primeros años, ahí las dejaron. ¿Qué las dejaron? ¡Les cortaron las alas para que ya no siguieran luchando por más!". Así me lo explica un varón ilustrado, que entiende bien qué cosa es eso de la perspectiva de género. Pero, al momento otro puntualiza: "¡Esto no es corte de alas ni ná de eso! Todo el mundo sabe que las mujeres son muchas y que son tremendas cuando se ponen a reclamar. Y aquí no se puede comer bola, aquí no podemos arriesgar la unidad. ¡Si no, nos cortan otra cosa!"

Hilo

* Cuenta una leyenda cubana que un gorrión no quería estar encerrado y decidió dejar de comer para ponerse flaco flaquísimo y así poder huir por una rendija de su linda jaula de bambú. De nada le sirvió. Con una hebra larga de hilo fino le amarraron la patica para que no se escapara. Pero el gorrión, que seguía decidido y encaprichado, se tiró a morir en un rincón hasta que se quedó tieso como un palo. Por eso se dice en Cuba que no hay hilo que valga con gorrión, porque gorrión ni vive ni canta en jaula.

Iglesias

* En Cuba, la Iglesia católica convive con unas 50 denominaciones o Iglesias evangélicas. Ninguna de las Iglesias cristianas "domina" ni en la sociedad ni en la religiosidad del pueblo cubano, que acoge con facilidad cualquier creencia y logra mezclarlas todas para vivir con más espíritu. "Como en un buen ajiaco", me explica un cura. En el notable eclecticismo religioso cubano han dominado siempre y mayoritariamente las creencias de la Santería, religiones de origen africano sincretizadas con expresiones del catolicismo.

* En opinión de los cubanos de Miami que apoyan la política de Estados Unidos, la Iglesia católica es el único espacio real de sociedad civil que existe hoy en la isla. Por eso, proponen a menudo que la Iglesia se decida a asumir el papel de promotora de la sociedad civil made in USA que ellos desearían para Cuba.

José Martí

* José Martí fue un apóstol de la sociodiversidad, aunque en su tiempo ni él ni nadie le llamara así. Martí soñó para Cuba una sociedad plural, en la que se sumara y no se suprimiera, en la que se expresaran, aunque fuera tumultuosamente, las ideas de todos. Para sacar de la entraña de esas ideas su verdad escondida. Es de esto de lo que habló ya hace más de cien años, en su famoso discurso del 26 de noviembre de 189l en Tampa. Buscamos dijo entonces Martí "un país republicano nuestro, sin miedo canijo de unos a la expresión saludable de todas las ideas y al empleo honrado de todas las energías... Por supuesto que se nos echarán atrás los petimetres de la política, que olvidan cómo es necesario contar con lo que no se puede suprimir; y que se pondrá a refunfuñar el patriotismo de polvos de arroz, so pretexto de que los pueblos, en el sudor de la creación, no dan siempre olor de clavellina. ¿Y qué le hemos de hacer? ... En la verdad hay que entrar con la camisa al codo, como entra en la res el carnicero. Todo lo verdadero es santo, aunque no huela a clavellina."

Key West

* Punto más meridional del territorio estadounidense, el más cercano a Cuba, donde se le conoce con el nombre de Cayo Hueso. Fue durante muchos años el primer horizonte de la "tierra prometida" para miles de balseros que sobrevivían a los tiburones de las tormentosas aguas del estrecho de la Florida y al llegar allí eran los únicos y privilegiados emigrantes latinos a los que el gobierno de Estados Unidos les daba la bienvenida.

* El 12 de mayo de 1997, la australiana de 22 años Susie Maroney nadó ininterrumpidamente 24 horas y media cubriendo a brazadas los 174 kilómetros que separan el Malecón de La Habana de las costas de este cayo. Susie llegó exhausta y acribillada por el corrosivo contacto de sus compañeras de viaje, cientos de medusas "aguamalas", pero llegó feliz. Hizo un esfuerzo colosal para ganar un récord. También nadó esa distancia con el afán de demostrar de forma original lo próximas que están, en un mapa que no puede moverse, Cuba y Estados Unidos, lo cercanas que deberían estar la sociedad del gran país del Norte y la de la pequeña isla del Caribe, lo vecinos y cooperadores que podrían llegar a ser sus gobiernos en un clima de respeto.

Laboratorio

* José Antonio Blanco, fundador del Centro Félix Varela, ONG cubana, ha planteado en varias ocasiones la hipótesis de la isla como un laboratorio social. Lo explica así en su Carta a un amigo europeo, publicada en la nueva revista cubana Contracorriente: "Cuba no puede si desea sobrevivir ser el museo de un socialismo en extinción, pero tampoco quiere ser el pastiche de la tragedia latinoamericana. Cuba tiene el potencial humano y material, pese a la crisis, para constituirse en exitoso laboratorio social de un nuevo paradigma de desarrollo auténticamente humano y sostenible. Si es posible "reinventar" el socialismo en alguna parte, en esta Isla existen las condiciones para ello... El camino de nuestras soluciones pasa por un amplio y plural debate que reviva el proceso de rectificación, en busca de un nuevo modelo integral y coherente de desarrollo, que resulte alternativo al soviético y a la realidad capitalista, por su genuina naturaleza democrática y humanista en el marco de una economía mixta... Es de la más plena incorporación autónoma y participativa de la sociedad civil a la sociedad política, de la que surgirá una nueva y genuina cultura democrática."

Llamamiento

* En 1990, ya iniciada la crisis cubana como eco del derrumbe del socialismo europeo, el Partido Comunista de Cuba convocó para 1991 a un nuevo Congreso. Lo hizo difundiendo masivamente el Llamamiento al IV Congreso. Histórico y lúcido fue este texto y riquísimo el debate masivo que despertó entre toda la población, militantes y no militantes del PCC.

* El cúmulo de aportes que se hicieron en ocasión de este debate fue una clara señal de la madurez alcanzada por cubanas y cubanos, que elaboraron con total libertad un diagnóstico de la realidad y de los frenos que encontraban en su camino hacia una sociedad más avanzada. Los resultados de la discusión de aquel Llamamiento son la agenda de la sociedad cubana y el sondeo de opinión más completo del que dispone hoy el sistema político.

Medios de comunicación

* En Cuba, todos los medios masivos, escritos, hablados y televisados, forman parte del sistema político, son una de sus piezas imprescindibles. Esto les ha permitido jugar un papel trascendental en momentos estelares de la revolución y en situaciones excepcionales y de emergencia. Pero en el día a día los medios se han caracterizado, en general, por una mediocridad asombrosa.

* Los medios de comunicación cubanos a excepción del cine no han ayudado a crear la cultura de debate que exige cualquier sociedad y que es más urgente en una sociedad en crisis. La sociedad cubana sabe hablar y la crisis la está haciendo hablar más alto. Hay sectores del poder que no la oyen, hay otros que la oyen pero no tienen respuestas, hay otros que la oyen y tienen respuestas, pero no tienen poder para actuar. ¿Cómo desatar todos estos y otros nudos? Una clave estaría en abrir el debate. Los medios de comunicación están llamados a convertirse en un permanente foro de debate. Se argumenta que si lo hacen corren el riesgo de deslizarse cuesta abajo en el "democratismo". Pero no se trata de debatir por debatir ni de una calistenia mental ni de un ejercicio superfluo. Se trata de debatir para crear conciencia y sobre todo, para hallar entre todos las soluciones más adecuadas a los problemas.

* Aunque ha habido tímidos pasos en la dirección de abrir debate en algunas radios locales, en algunos programas radiales nacionales, en los semanarios Trabajadores y Juventud Rebelde, en algunos artículos de la revista Bohemia, en ciertos programas de la televisión, todavía no tienen ni una apertura ni un estilo que guarde proporción con el tamaño de la crisis cubana. Miro en la televisión un programa que significa un avance. Lente Capitalino del viernes 28 de febrero de 1997 a las 6 pm. Tema: algunos jóvenes van por las calles de La Habana vestidos con la bandera de Estados Unidos en shorts, camisetas, gorras, trajes enteros... La pregunta a debate: ¿cómo interpretarlo? ¿debe usarse una bandera como moda? ¿y si se tratara de la bandera cubana? El tema es jugoso. El programa tiene un formato atractivo: una hora, panel de varias personas en el estudio, encuestas callejeras editadas y llamadas en directo del público. Aunque no aparece ninguna opinión favorable a Estados Unidos ni ninguna realmente estridente, sí se presenta un abanico de opiniones en varios sentidos, lo que logra evitar el habitual "debate" cubano, que con frecuencia no dice tanto lo que pasa sino lo que debe pasar. Uno de los participantes en el estudio es el que llega más lejos: "El socialismo real ¿fue capaz de imponer alguna moda, algún peinado? Hemos sido torpes en esto y hemos de reflexionar sobre nuestra incapacidad para atraer a la juventud. Los Estados Unidos son bichos en la habilidad de imponer sus símbolos..."

Metodología

* En los primeros años de la revolución se trabajó exitosamente con metodologías participativas para el diagnóstico social y la ejecución de proyectos. En el terreno de la construcción comunitaria de viviendas, por ejemplo. Estas metodologías se fueron perdiendo en los años 70, a la par que Cuba comenzaba a copiar el rígido modelo soviético. Hoy, los métodos de los encuentros, foros, congresos, eventos, seminarios, paneles, y de cuantas reuniones se hacen en Cuba y se hacen muchísimas resultan excesivamente tradicionales, verticales, aburridos. Existe una conciencia creciente de que así no funciona, de que así no se crea comunidad y lo que es más importante, de que así no se da con la solución de los problemas.


* Otra metodología de trabajo y de reflexión: eso es tal vez lo que hoy le falta a la sociedad cubana para avanzar más rápido. Le falta apropiarse, en versión cubana, de la riquísima práctica latinoamericana de la educación popular. El que conoce Cuba sabe que la divulgación y la práctica de metodologías de participación, que rompan con la extendida autocensura y con la cultura de la espera espera de órdenes, espera de soluciones , serían una revolución dentro de la revolución. Tuve la oportunidad de comprobarlo al asistir como observadora a uno de los talleres de educación popular que el Centro Martin Luther King, una ONG cubana, viene dando desde hace tres años a profesionales y activistas comunitarios para hacer de ellos educadores populares. La experiencia es aún pequeña, pero tan prometedora como la evangélica semilla de mostaza.

Negros y negras

* Más de la tercera parte de la población cubana es negra. Son las nietas, los bisnietos, los tataranietas de los esclavos traídos de Africa. Cuba fue uno de los últimos países latinoamericanos en abolir la esclavitud. Una de las discrepancias centrales entre los primeros independentistas cubanos y la metrópoli colonial la marcó la indignación ética de un sector de la sociedad cubana ante la esclavitud promovida por España. Esta lucha por la liberación de los negros, que llenó el siglo XIX, está en la raíz de la identidad nacional cubana, en lo mejor del "alma" de su sociedad.

* La revolución cubana fue fiel a estas raíces y abrió todas las oportunidades a la población de origen africano, en una gigantesca hazaña de humanismo. En la Cuba pre revolucionaria los negros tenían muchas fronteras que no cruzaban ni se les permitía cruzar. Las tenían en los colegios católicos no se les admitía aunque pagaran , las tenían en playas, restaurantes, en la universidad, en el trabajo, por todas partes. La revolución borró todas las fronteras.

* Hoy ya no existen ninguna de aquellas líneas divisorias, pero el racismo persiste aún en la cultura, y establece linderos difíciles de franquear en la mente y en el corazón de bastantes cubanos y cubanas, incluidos dirigentes y funcionarios del gobierno. Y en las estructuras del poder, la población negra no está aún suficientemente representada, menos cuanto más se asciende en la pirámide.

* A pesar de todo, hay en Cuba menos racismo cultural que nunca antes. Y gracias a la revolución hay lo que nunca hubo: una población negra educada y consciente, perfectamente equipada para luchar por sí misma contra los rastros del racismo. Desterrar el racismo cultural es una de las tareas más profundas, apasionantes y diarias que tiene por delante la sociedad civil cubana.

* Es obvio el racismo no sólo cultural de las organizaciones contrarrevolucionarias de Miami, íntegramente formadas por blancos. Tan evidente es su racismo que teóricos de estos grupos no pueden menos de reconocerlo: "Resulta crucial la participación negra en el proyecto oposicionista y democratizador y es obligatorio un esfuerzo dirigido al reclutamiento negro para el avance de la sociedad civil", escribe uno de ellos.

...ñó!

...ñó, caballero! ¡Aquí se está hablando ya tanta basura, que prepárense pa'l toletazo!!

ONGs

* En ninguna parte del mundo, sociedad civil debe entenderse como sinónimo de ONGs, las organizaciones no gubernamentales que se nutren de cooperación voluntaria, de fuentes nacionales o internacionales, y que cumplen el papel de apoyar y potenciar a la sociedad civil. Las ONGs no sustituyen a la sociedad civil. Tampoco deben sustituir al Estado en sus indelegables políticas sociales. No deben ser ni máscaras de la sociedad civil ni aspirinas del Estado neoliberal. Las ONGs trabajan por fortalecer a la comunidad. Si lo logran, logran un gran avance, porque una comunidad fortalecida democratiza al Estado y al Mercado.

* El concepto ONG llegó a Cuba más tarde que al resto de América Latina, llegó bruscamente y aún no es bien comprendido. En el Estado, abundan las suspicacias. En la calle, es poca la gente que ha oído esta palabra y cuando sabe algo de ella la asocia a "donaciones".

* El gobierno cubano que, con toda razón, se resiste a aceptar que la esencia "no gubernamental" de las ONGs tenga que ser, deba ser, o sea sinónimo de "anti gubernamental", ha llamado en algunas ocasiones ONGs a todas las organizaciones sociales cubanas: a las de masas nacidas en los 60, a las profesionales fortalecidas en los 80 y a las civiles que han proliferado en los 90. Sin embargo, a pesar de este "bautizo" formal y oportunista, existen sectores estatales que miran con sospecha el término ONG.

* El listado de las ONGs cubanas es aún impreciso, como imprecisa es aún en Cuba la misma definición de ONG. Entre las más de 2 mil asociaciones civiles cubanas, unas 50 son las que se han ido organizando como ONGs y unas 30 de ellas con la participación de organizaciones de masas como la ANAP o la FMC han creado un nuevo espacio de reflexión y encuentro al que han llamado Comunidad No Gubernamental Cubana. Las fronteras se confunden y las clasificaciones dependen mucho de las interpretaciones. Hay en Cuba asociaciones civiles que se reconocen a sí mismas hoy como ONGs y que ya existían antes de la revolución, como la ATAC (Asociación de Técnicos Azucareros), y otras que no tienen ni cinco años de existencia.

* El componente no gubernamental de las ONGs crea anticuerpos en el sistema político cubano. Algunos funcionarios lo asocian con lo anti gubernamental. Y agudizan el rechazo y las sospechas. Hay otros que, aunque sostienen que sólo pueden existir asociaciones pro gubernamentales y que en la práctica niegan autonomía a la sociedad, disfrazan oportunistamente de ONGs a algunas asociaciones para así obtener recursos, vínculos o presencia internacional.

* La realidad cambiante de Cuba y la realidad de ONGs nacionales y de ONGs internacionales presentes en Cuba requiere de reflexión, de experiencia, de tiempo, de práctica, de renovaciones legislativas que establezcan derechos y deberes, de una nueva cultura política, social, financiera, etc. Según el Partido, requiere de un pronto reordenamiento. Y en ésas se está. Está pendiente desde hace un par de años una audiencia del Parlamento cubano sobre el tema de las ONGs, ya que hay sectores políticos que no conocen de su existencia, otros que no comprenden su importancia y otros que rechazan su papel, identificando simplistamente a las ONGs con imperialistas caballos de Troya o con la más criolla mula de Genaro, de la que no se puede esperar otra cosa "sino la patá".

* El tema de las ONGs ha creado y crea tensiones. Según un dirigente de una de las más activas ONGs cubanas, eso es positivo. "Si no hubiera tensiones, quiere decir que esto es muy fácil. Y lo muy fácil en un proyecto socialista, marcado todavía por las huellas soviéticas, huele a manipulación. Mejor las tensiones, las contradicciones. Si las hay, es que estamos vivos. Y si estamos vivos ¡olvídate! este proceso de apertura no tiene marcha atrás."

Opinión pública

* El sistema cubano reconoce la opinión pública como un fenómeno social y político que desea conocer, pero sólo para manipularla y no para darle su papel y hacer política teniendo en cuenta esa opinión. Al gobierno llega la opinión pública a través de los órganos de seguridad y de las organizaciones de masas. Llega sesgada por estos canales. Desde el gobierno también se hacen encuestas y sondeos, pero sus resultados siempre son información reservada. La sociedad carece de medios para conocer cuál es la opinión pública realmente existente. En una discusión como la que en 1990 suscitó el Llamamiento al IV Congreso del Partido Comunista, la sociedad que participó tan activamente nunca supo de los resultados globales. Ni siquiera los militantes del PCC los conocieron para analizarlos.

* En un modelo así, la opinión pública deja de cumplir uno de sus principales objetivos: no le sirve a la sociedad para saber dónde está ni para moverse hacia un lado o hacia otro, no le sirve para reforzar posiciones o para superarlas, para regular su conducta, para reflexionar... "Yo quisiera enterarme me dice uno si son cinco o cinco mil los que piensan como yo, yo quisiera saber si yo estoy pensando algo acertado o si sólo se me ocurren boberías... Pero nunca voy a conocer eso, no tengo modo de saberlo..."

Organizaciones de masas

* Son la matriz de la sociedad civil que existe en Cuba, el punto de partida para entender lo que ya hay y lo que falta. Al desaparecer las muchas formas asociativas de la sociedad de antes de la revolución quedó un vacío. Desde la primera hora y a lo largo de los años, ese vacío fue siendo llenado por nuevas organizaciones. En primer lugar, por las organizaciones de masas u organizaciones populares . Paulatinamente, por asociaciones profesionales y por una amplia gama de asociaciones civiles.

* En Cuba existen ocho grandes organizaciones de masas, nacidas o renovadas con la revolución. Están reconocidas en el texto constitucional, donde aparecieron hasta 1991 nombradas una por una. De una manera o de otra, estas organizaciones fueron metiendo bajo sus paraguas a todos los sectores sociales del país. Prácticamente nadie quedó por fuera. Tampoco nadie quería quedar por fuera, porque integrarse en ellas era una seña de identidad. Todos fueron organizados y todos querían organizarse. Los trabajadores urbanos y rurales en la CTC, las mujeres en la FMC, los vecinos de cada barrio en los CDR, los campesinos en la ANAP, los estudiantes universitarios en la FEU, los de enseñanza media en la FEEM y los de enseñanza primaria en la Unión de Pioneros.

* Ninguna de estas organizaciones nació masiva, pero el apoyo popular masivo al proyecto revolucionario y su propio carácter incluyente, las fue masificando. La única organización de masas que no nació en aquella primera hora revolucionaria es la Asociación de Combatientes de la Revolución, creada en los años 80, que asocia a los veteranos de las históricas campañas militares de la Sierra Maestra, de Girón, del Escambray o de Africa.

* Las organizaciones de masas cubanas tienen carácter nacional, son únicas y son inclusivas. No obligan a nadie ni rechazan nunca a nadie. Pero quien busque asociarse como mujer o como universitario o como trabajador, en cualquiera de las esferas sociales que estas organizaciones representan, tiene en ellas su única alternativa. Por ser vecina de un barrio, me puedo integrar a los CDR o puedo no hacerlo, pero no encontraré ninguna otra forma de asociación vecinal distinta a los CDR. Y así con todas.

* El carácter unitario y nacional de las organizaciones de masas busca preservar el sistema político, basado en un Partido único, que las dirige a todas como máximo representante de la sociedad cubana. Las organizaciones de masas son funcionales al sistema político, lo que no quita que sean también una importante forma de organización social.

* Las organizaciones de masas fueron diseñadas para representar ante el Estado los intereses y la opinión de las mujeres, de los campesinos, de los trabajadores, de los estudiantes y de los vecinos y para que esa representación orientara las políticas que emanan del Estado y del Partido. Representando esos intereses, el papel de las organizaciones es el de establecer prioridades y el de arbitrar las diferencias manteniendo la necesaria unidad. Pero, en la práctica, las organizaciones de masas nunca han funcionado así. Inicialmente, fueron grandes canales de representación que sustituyeron a los múltiples y escasamente representativos canales pre revolucionarios. Con el paso del tiempo, se fueron convirtiendo en correas de transmisión de tareas y de consignas, en mecanismos para la movilización, en los únicos espacios donde obtener recursos escasos. Se subordinaron totalmente al Partido y al Estado. Hoy, las correas están siendo debilitadas por la rutina y por la realidad. Y las organizaciones de masas resultan ya muy pocas y demasiado masivas para representar a toda la plural sociedad cubana.

* Las organizaciones de masas llenan la escena social y son la "sociedad civil" en todos los modelos del socialismo real. A quien diga que no garantizan la participación democrática, habría que responderle que tampoco la garantizan las organizaciones de la sociedad civil de las democracias electorales de mercado. El reto de la participación de la gente en sus asuntos, no sólo votando cada cuatro o cinco años, sino proponiendo, debatiendo, gestionando y evaluando a diario, no lo tiene resuelto ningún socialismo ni ningún capitalismo.

Participación

* La participación es el criterio con el que debe ser juzgada toda sociedad civil. No se trata de si hay tantas o cuantas asociaciones, de si se crearon desde abajo o desde arriba, de si las leyes son más o menos amplias, de si manejan tantos o cuantos recursos. Se trata de si la gente participa o no en la gestión de sus asuntos.

* La sociedad cubana de 1959 "hizo" la revolución participando en esta hazaña de justicia social y de independencia nacional de mil maneras y, en gran medida, a través de las recién nacidas organizaciones de masas. En los años 60 la sociedad cubana era una "sociedad civil" en plena actividad. Ninguna sociedad latinoamericana fue tan activa, tuvo tantas responsabilidades a la vez, ninguna participó tanto y con tanto entusiasmo. En los primeros años todo el mundo se movilizó para defender fronteras, para entrenarse militarmente, para alfabetizar y vacunar, para echar adelante fábricas, minas y empresas paralizadas por el abandono de técnicos y profesionales, para vigilar el barrio, para trabajar y trabajaron masivamente las mujeres, hasta entonces marginales a la fuerza laboral , para estudiar nuevas carreras y estudiaron masivamente los negros, hasta entonces sin oportunidades , para sembrar árboles, para enfrentar a los invasores de Playa Girón, para aliviar los efectos de los desastres naturales, para organizar fiestas populares, para controlar la distribución igualitaria de los alimentos, para sembrar caña, para cortar caña, para sembrar y cosechar lo que no era caña, para comenzar a investigar en nuevas ramas de la ciencia, para aportar innovaciones de todo tipo que paliaban los efectos del bloqueo... En toda esta avalancha de participación, también se participó opinando, discutiendo, proponiendo, pensando.

* Los cubanos y cubanas que hoy tienen más de 40 años son conscientes de que ellos "hicieron" la revolución con sus propias manos, con su cerebro y con su corazón, con muchas formas de participación inéditas hasta entonces en la isla. Fueron años en los que millones de personas se "realizaron": accedieron a la política y experimentaron un sentido de pertenencia a la nación y a la sociedad nacional y saborearon la certeza de que estaban aportando a una causa mayor que ellos. Se transformaron ellos y transformaron la realidad. Así se "socializó" el poder.

* En 1970, el fracaso de la famosa zafra de los 10 millones, en la que todo el país participó pero no logró alcanzar la ambiciosa meta de los 10 millones de toneladas de caña propuestos, causó una honda crisis económica, política y moral. Se inició después la institucionalización de la revolución según el diseño soviético. Desde entonces, la participación real comenzó a evolucionar hacia la ceremonia formal. De la creatividad inicial se fue transitando a la rutina. Fue un proceso de paso lento pero seguro, que avanzaba a la par que maduraba la sociedad, como consecuencia exitosa de la tremenda inversión social hecha por la misma revolución que se institucionalizaba. Comenzó a dibujarse ya entonces una paradoja que se aprecia hasta el día de hoy: esa sociedad que crece, cada vez más pensante, con cada vez mayores capacidades políticas, se encuentra enfrente con muros cada vez más altos de burocratismo y paternalismo y tiene cada vez herramientas más limitadas para una participación directa, real, creativa y adecuada a las nuevas realidades del país.

* Grafitti aún no leído en Cuba: "Yo participo, tú participas, él participa, ella participa, nosotros participamos, vosotros participáis, vosotras participáis, ellos deciden."

Partido Comunista

* El sistema cubano se basa en un Partido único, el Partido Comunista de Cuba. El PCC está en el centro de todo el sistema político, como cemento de unidad de la sociedad cubana. Está llamado a ser como la levadura en la masa, en la masa de la sociedad.

* El PCC nació de un proceso que se inicia con la unificación de dos organizaciones político militares el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario y un partido histórico, el Partido Socialista Popular. Los tres grupos formaron en 1961 las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas), que se transformaron en 1965 en el Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS). En 1965 adoptó el nombre de PCC. Hoy cuenta con 770 mil militantes. La organización juvenil del PCC es la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), que integra a unos 500 mil militantes entre 15 y 30 años.

* Los dirigentes revolucionarios han argumentado siempre que, mientras Estados Unidos mantenga un comportamiento agresivo y antidemocrático frente a las decisiones autónomas de la nación cubana, sólo un Partido único es garantía de la necesaria unidad nacional. También han dicho que, si Estados Unidos modificara su política, no se excluye que en Cuba puedan existir varios partidos.

* Fidel Castro formuló en 1997 una muy peculiar concepción de la unidad nacional y del Partido único. "Los países dijo están hoy caotizados, están divididos en montón de fracciones, en montón de partidos, que es lo que les han exigido. Al Africa la están llevando a la guerra, a las matanzas. En Africa han convertido hasta las tribus en partidos. Y nosotros hemos hecho al revés: hemos convertido los partidos en una tribu, es decir en una sola familia."

* Teóricamente, el sistema cubano permite y propicia mecanismos para que el Partido se distancie del Estado y se convierta en el representante de lo que plantean las organizaciones de masas, que representan a los distintos sectores de la sociedad. Pero nunca ha existido ese distanciamiento del Estado para lograr una mejor representación de la sociedad. Persiste la simbiosis Partido Estado, en la que domina el Partido. La falta de equidistancia es más obvia mientras más se baja a lo local, y a veces hay más rasgos de autoritarismo en los niveles locales que en los más altos niveles nacionales. "¿Quién tú crees que es más autoritario, Fidel Castro o el primer secretario del Partido en Baracoa?", me dice como reto para la reflexión un amigo.

* Y me explica cómo en los últimos años, de aguda crisis, el Partido se ha ido reduciendo a una dirigencia cupular que tiene un nexo directo con el Estado es la que conduce y orienta los cambios que vienen dándose en Cuba y que afectan el bolsillo, la mente y el alma de toda la sociedad. "Que afectan mi vida, chica, ¡afectan la vida, que es una sola!" Ajena a esta cúpula se lamenta está una gran masa de militantes del Partido, expectantes, capaces, con deseos de participar, con trabajo y con opiniones, que al comprobar que no pueden hacer nada ni modificar nada ni influir en nada, se frustran. Y se indisciplinan. Más allá de esta masa de los militantes, está la masa de la población que no es militante pero sí revolucionaria, cubanos y cubanas que también quieren, pueden y deben participar y que están también a la expectativa.

* Del 8 al 10 de octubre de 1997 se celebró el V Congreso del PCC. En la Convocatoria se señala que en los últimos cinco años "se ha desarrollado un proceso de fortalecimiento de nuestra sociedad civil socialista". Es la segunda vez que el PCC asume positivamente el concepto sociedad civil, lo que no deja de ser novedoso. La primera vez fue en el polémico Informe del Buró Político del Comité Central del PCC (marzo 96) que, pese a todas sus durezas, tiene el valor de haber sido el primer texto oficial de un partido comunista en la tradición del socialismo real que reconoce y valora la existencia de la sociedad civil.

Paternalismo

* Caracterizó durante décadas el socialismo cubano. El Estado era el padre sobreprotector de todos los miembros de la sociedad y trataba de responder a todas sus necesidades. A partir de 1990, la crisis del socialismo europeo le quitó un sinfín de recursos al Gran Padre y el paternalismo empezó a resquebrajarse. Sin embargo, aún pervive muy arraigado en la cultura política cubana, tanto en el Padre Estado como en la Hija Sociedad.

* El paternalismo en las estructuras del poder (tendencia al subsidio, control de la información, exceso de normación, desconfianza generacional, etc.) y el paternalismo en la sociedad (pasividad, cultura de la espera de decisiones y de soluciones que vengan de arriba, inercia, rutina, etc.) son serios obstáculos al desarrollo de la revolución cubana que, pese a sus lastres paternalistas, preparó y equipó a la gente para una participación madura y creativa.

* El ciclo de la vida humana se cierra donde empezó, y al final, los hijos terminan cuidando a sus padres, educándolos. Hoy en Cuba, el Padre Estado parece resistirse a que la Hija Sociedad lo eduque, debatiendo con él libremente sus puntos de vista, proponiendo y decidiendo. En su resistencia y con los años, el paternalismo, dador de cosas y activo promotor de oportunidades, ha ido evolucionando hacia una especie de abuelismo, dador de consejos y estático promotor de normas.

Pioneros

* La Unión de Pioneros José Martí es una de las ocho organizaciones de masas del sistema cubano. La integran más de un millón de niñas y niños que se benefician de la educación primaria pública. Ser estudiante de primaria convierte automáticamente a todos los menores en pioneros y pioneras.

* Los Pioneros tratan de fomentar en los niños el amor a la patria, el interés por el estudio y el desarrollo vocacional. Lo hacen con actividades muy variadas. Algunas tienen el toque tradicional de las organizaciones de exploradores o scouts: excursiones al campo, estadía en campamentos, enseñanza para valerse en ambientes naturales y no urbanos, etc.

* Los Pioneros son la organización de masas más aceptada y menos cuestionada por la sociedad. Uno encuentra a gente muy crítica con la revolución que no critica a los Pioneros y que se emociona profundamente el día en que, en una especie de ceremonia "de iniciación", se le impone a su hijo o a su hija la pañoleta roja, como símbolo de que ya es mayor y va a comenzar a leer y a escribir. La identidad de los pioneros, sus símbolos, siempre relacionados con la bandera, con el amor a la patria, con José Martí y con el Che, le dan a esta organización una connotación más patriótica y menos política que la que tienen otras.

Pluralismo

* La sociedad cubana es cada vez más plural, más diversa y diversificada. Es cada vez más rica. La revolución invirtió mucho en capital humano, con un masivo, extendido y constante proyecto educativo, precisamente para cosechar este éxito: cerebros pensantes, pluriopiniones, sociodiversidad. El pueblo cubano tiene cada vez más preguntas y cada vez se le quedan más cortas las respuestas que ha venido oyendo desde hace años. Cada vez más el Estado no es la revolución. Y cada vez más el Partido no es el Estado. ¿Y qué debe ser el Estado? ¿Y el Partido? ¿Y qué papel le toca en todo esto a la sociedad? En esta hora de crisis económica y de madurez de la sociedad, el sistema político se ha quedado corto. Y hoy la revolución enfrenta una gran contradicción, creada por ella misma: diversificó y calificó a la sociedad en una proporción inversa a la capacidad del sistema político para aprovechar esos valores.

* El pluralismo de partidos políticos no tiene demanda en Cuba, pero el pluralismo social, el pluralismo de las opiniones, el pluralismo de las formas de participación se exprese o no como demanda , es lo que mejor puede dar soluciones a la muy compleja realidad cubana. "Muchos somos los que creemos que, si el gobierno considera prioritaria la defensa del país, igual prioridad tiene la pluralización de la sociedad. Y creemos también que ambas metas se pueden conseguir, porque no se oponen", reflexiona un militante del Partido.

Politización de la sociedad

* La invasión de la política en todos los ámbitos de la sociedad es una característica de la revolución cubana. Esta invasión se da en todos los modelos del socialismo real y condiciona en gran medida la evolución de sus sociedades civiles. A juicio de analistas cubanos, Cuba es tal vez el país socialista donde la invasión de la política fue más abarcadora. Más que en experiencias como la de Albania o la de China. Y no por exceso de totalitarismo, sino porque en estos dos grandes países predominaba, al momento de la revolución, la sociedad campesina, que se resiste mucho más a la invasión de la política. En Cuba, al iniciarse la revolución, existía un predominio total de los asalariados, incluso en la sociedad rural, y el proceso de proletarización en el campo estaba muy avanzado por la concentración de capitales y de tierras. Esto facilitó el proceso. Bastaba con declarar empresa estatal a toda la agricultura.

* "En la medida en que el sistema político invadió todos los ámbitos, todo se politizó. Y todo sigue muy politizado, de tal manera que si yo me dedico a la filatelia, cuando no encuentro los sellos que busco, eso lo interpreto como un problema político me comenta una amiga . El sistema político llega hasta la misma puerta de mi casa, ¡y cuidaíto si no se me cuela dentro! El problema es que entre mi casa y el sistema político no tengo mediación, o lo que tengo es una sociedad que actúa como parte del sistema político o que está autocensurada y que, por eso, no logra representarme. Como todo el mundo percibe la omnipotencia del sistema político, como en Cuba no existe ningún agente privado, como sabes que tu suerte no la va a componer ni tu patrón ni nadie, sino los funcionarios del sistema político, a ellos se lo pides todo, y a ellos los culpas por todo. Si todo lo politizaron, ésa es la consecuencia: que los responsabilicemos por todo".

Qué quieren?

* ¿Qué quieren los cubanos y las cubanas? ¿Irse o quedarse? ¿Libertades o comida? La sociedad cubana está hoy llena de reclamos. Necesidades materiales, objetivas aceite, carne, jabón, vivienda, transporte . Son igualmente sentidas las demandas espirituales, subjetivas, después de que durante años se identificó lo objetivo con lo social y colectivo y lo subjetivo con lo individual, Peor aún, con lo individualista.

* En Cuba existe una arraigada tradición de hacer diagnósticos cuantitativos, que se fijan principalmente en las cifras, en lo material, y que traen las soluciones orientadas. Ya empieza a ser de otra manera. Hay experiencias locales interesantes de diagnóstico social participativo, que dan sorpresas. Oigo contar una. Profesionales del Instituto de Planificación Física investigaban qué quería la gente que se hiciera con el centro de la ciudad de Pinar del Río. La investigación incluyó a todos: hombres, mujeres, abuelas, niños, jóvenes de secundaria. Y a todos se les pidió que hicieran sugerencias en dos direcciones: "necesidades materiales" y "necesidades de satisfacción social", otra forma de nombrar "lo subjetivo". Entre éstas, la que más destacó fue la petición de que se reparara el reloj del Hotel Globo, en silencio desde la crisis del "período especial". Aunque era algo superfluo, la nostalgia por aquel compás amigo, tan subjetiva, sobrepasó otras demandas más necesarias. El reloj fue arreglado.

Reloj de arena

* El popular cantante cubano Carlos Varela, quien desgarradamente se declara "leñador sin bosque" e irónicamente recuerda que "la política no cabe en la azucarera", tiene un reloj de arena para medir sus sueños y esperanzas de una sociedad cubana más feliz: "Yo tengo un reloj de arena / para medir mi dolor / cada segundo es la pena / que va cayendo en mi corazón / y aunque no me hago ilusiones / algo tendrá que cambiar / aunque yo sueñe canciones / y otros prefieran callar / Pero sé / que hay otros que sueñan igual / porque tal vez un día este maldito sueño / se puede volver real".

Sociología

* En Cuba, esta ciencia que estudia a la sociedad tiene un notable rezago. El sistema la ha visto siempre con suspicacias y como una competidora, pues el Partido y el Estado tienen también en la sociedad su objeto de trabajo. "Aun así, el sistema nunca ha sabido usar la ciencia sociológica para hacer política", me comentan.

* En 1978 se cerraron en la Universidad de La Habana la carrera de Sociología abierta en 1971 y la de Ciencias Políticas. Nunca se explicaron, fuera de círculos muy reducidos, las razones de esta decisión. La Sociología fue sustituida por Comunismo Científico y las Ciencias Políticas por la Escuela de Cuadros del PCC. A finales de los años 80 se reabrió la Sociología. Hoy no termina de autorizarse la Asociación de Sociólogos, porque se mantienen vivas las sospechas sobre estos científicos sociales. Como si entre ellos no hubiera verdaderos revolucionarios. Y porque se mantienen también las distancias con esta ciencia. Como si existiera contradicción entre el saber científico y "la fe" revolucionaria.

Transición

* El Plan Clinton del 28 de enero de 1997 acorde con los compromisos asumidos por el Presidente de Estados Unidos al firmar la Ley Helms Burton es un detallado programa para una transición al capitalismo en Cuba. A partir de este Plan el término "transición" quedó definitivamente estigmatizado en el discurso oficial de la revolución. Pero los cubanos y cubanas revolucionarios que reclaman hoy una sociedad más autónoma y más participativa, que vuele dejando atrás la jaula del paternalismo, están hablando de una transición hacia un socialismo más avanzado. Experiencia inédita que Cuba, si quiere, puede protagonizar.

Unidad

* Construyendo sobre cimientos de igualitarismo y apostando siempre a la equidad, la revolución cubana creó una de las sociedades más unidas del planeta Tierra. Y alimentando y educando el cerebro de los cubanos y las cubanas, despertó una rica diversidad de pensamientos, de opiniones y de sueños en todos los hijos e hijas de esa sociedad. El desafío que tiene ahora la revolución es conservar tanto la unidad como la diversidad, tan valiosas ambas. En la Naturaleza la diversidad es la garantía de la vida. Una sola especie no sobrevive. Igual en la Sociedad. Un solo pensamiento, una sola opinión, una sola expresión hacen languidecer la vida. La diversidad es la garantía de una vida feliz y no aburrida, es un seguro de fortaleza y de pervivencia.

Volantes

* Legalmente, teóricamente, un grupo de cubanos podría instalarse en una esquina de alguno de los polos turísticos del país a recoger firmas o a regar volantes demandando, por ejemplo, que no se sigan construyendo nuevos hoteles para turistas mientras no se exploten al cien por ciento los que ya existen y mientras no se resuelva el dramático problema de la vivienda que afecta a tantas familias cubanas.

* Hacer una campaña así o parecida no está prohibido. Pero nadie la hará. Por temor a algún castigo. Y por un cálculo político de las consecuencias. Por saber que hay censura y por una prudencia dictada por la autocensura. Y es que, además de cualquier eventual represión, la lectura política que se haría de una actividad de este tipo es que quienes riegan esos volantes no tienen confianza en los dirigentes y dudan de la revolución. Y nadie querría que lo encasillaran así. Porque una inmensa mayoría confía realmente en la revolución. A una lectura orientada por el paternalismo, responde una autocensura orientada por el mismo paternalismo. El paternalismo está en el meollo de la cultura política cubana y su superación cambiaría totalmente la concepción de la política.

* Mientras la sociedad se autocensura para un tipo de campañas, los medios de comunicación emprenden continuamente otras campañas, que buscan promover actitudes, difundir ideas y hasta orientar cambios, todos ellos objetivos encomiables. La eficacia de estas campañas es relativa, no tanto porque sean oficiales u oficiosas centralmente dirigidas desde el gobierno o desde las organizaciones de masas , sino porque utilizan métodos de comunicación muy poco creativos o notablemente empolvados.

William Clinton

* Después de la "crisis de los balseros" (agosto 94), el Presidente de Estados Unidos nombró como su asesor jefe para asuntos relacionados con Cuba a Richard Nuccio, hasta entonces asistente principal del congresista Robert Torricelli, promotor en 1992 de la Ley para la Democracia en Cuba o Ley Torricelli, destinada a endurecer el bloqueo a Cuba cuando se iniciaba en la isla la crisis provocada por el fin de la URSS. Torricelli apostó a que la crisis cubana era terminal y quiso darle él a la revolución el tiro de gracia.

* Nunca antes había existido en la Casa Blanca el cargo que ocupó Nuccio. El nuevo asesor llegó con un discurso que gustó a Clinton: había que mantener el bloqueo, incluso endurecerlo, pero como ni la crisis parecía ser terminal ni Torricelli había acertado el tiro, y como la política de fuerza (Track One o Carril 1 en la To rricelli) no estaba dando resultados, debía combinarse la dureza con una política más astuta de penetración e influencia, con el Track Two o Carril 2. Nada nuevo: el clásico garrote con la consabida zanahoria.

* En el centro del Carril 2, Nuccio colocó esta doble perspectiva de trabajo: en Cuba no existe sociedad civil y como no existe, Estados Unidos va a promoverla con fondos, proyectos, intercambios, becas, información, faxes, computadoras, creación de ONGs, etc. El indeciso y ambiguo Presidente William Clinton compró la idea de su asesor.

* En junio de 1995 Clinton anunció que empezaba a correr por el Carril 2. En Miami, se dirigió a la comunidad cubana en Estados Unidos para reiterarle su compromiso en "cambiar" el sistema económico, político y social existente en Cuba. ¿Cómo pensaba hacerlo? "Fortaleceremos la sociedad civil cubana, que será la médula espinal de la Cuba democrática", dijo el Presidente.

* En octubre de 1995, Clinton dio a conocer una serie de nuevas regulaciones, destinadas a "apoyar" al pueblo cubano: envío de ayuda humanitaria a la isla, flexibilidad en los viajes USA Cuba de familiares y de profesionales, artistas y académicos, becas, seminarios. Propuso también promover de diversas formas al interior de Cuba grupos de derechos humanos, medios de comunicación independientes y organizaciones de disidentes y anunció que ONGs estadounidenses fomentarían la creación de ONGs cubanas. A la par que se llenaba de zanahorias la canasta, los congresistas Jesse Helms y Dan Burton cargaban de metralla el garrote promoviendo la Ley para la Solidaridad y la Democracia en Cuba o Ley Helms Burton. Clinton se oponía abiertamente a esta Ley.

* En febrero de 1996, con ocasión del derribo por MIG cubanos de dos avionetas de matrícula norteamericana que habían violado varias veces el espacio aéreo de la isla, el ambiguo e indeciso Clinton se decidió a firmar la Ley Helms Burton, y aunque en ella no se modificaba el Carril 2 de la Torricelli, en la práctica este carril pasaba a un segundo plano. Richard Nuccio abandonó su cargo, expresando su disconformidad con lo ocurrido y se inició el gran debate internacional sobre la Helms Burton.

* Apoyando unas veces esta Ley, tratando de moderarla otras, defendiéndola retóricamente, pero retrasando su aplicación, callando y consintiendo, el ambiguo e indeciso William Clinton ha tratado desde entonces de convocar a la Unión Europea, a Canadá y a los países latinoamericanos a un uso combinado del garrote de la guerra económica con la zanahoria promotora de una sociedad civil made in USA.

Xiomara

* Oye todos los días Radio Martí, que transmite desde Miami hacia Cuba. Escucha música americana y a Celia Cruz, porque le gusta mucho y nunca suena en las radios cubanas. Y sobre todo, escucha las noticias. Por ahí se ha enterado de que Estados Unidos tiene un "plan" para Cuba, y que para llevarlo adelante hay que formar primero una sociedad civil. Oyendo y oyendo, ha terminado por creer que dentro de poco en Cuba va a haber lo mismo que hay en Nueva York, la felicidad total. Sin saberlo, Xiomara ha comprado la agenda de sociedad que Estados Unidos trata de venderle a Cuba, la misma que vende en todos sus supermercados ideológicos: promete una sociedad con igualdad y participación para todos, pero cuando le compran la promesa, lo que apoya, en Cuba como en cualquier otro país latinoamericano, es una sociedad con diferencias abismales, en la que la participación no es más que un fuego fatuo que en muy poco tiempo se hace humo.

Yayo

* Oye todos los días Radio Martí para darse cuenta de por dónde vienen los tiros, para conocer en qué nuevo frasco venden los americanos su poción venenosa... Y oyendo y oyendo, ha descubierto que últimamente ofrecen un veneno sellado con una etiqueta en la que se lee una palabra desconocida para él: sociedad civil. Yayo está convencido de que es por ahí por donde quieren ahora tocarle los huevos a la revolución. Y cada vez con más dureza, enarbola, como un fusil, la agenda de sociedad en la que nació y se educó, la única que conoce, a la que se lo debe todo, la única en la que cree. Según esa agenda, para garantizar toda la igualdad posible, hay que tenerlo todo, pero todo, bajo control. Hay que esperar a salir de la crisis económica y a que lleguen tiempos mejores para aflojar algo ese control. Mientras, no se puede arriesgar uno al jueguito de dar más participación ni más autoestima ni más autogestión, ni más autonomía, ni más autos de ésos porque la gasolina está escasa y es muy cara... Y si algo me queda claro es que los americanos sólo esperan que abramos la mano a su jueguito para jodernos.

Zoila

* Nunca ha oído Radio Martí y ahora menos que nunca podría oirla. Sólo mira la televisión por la noche, porque están muy buenas las dos novelas que ponen, la brasileña y también la cubana. No tiene casi tiempo para nada desde que empezó a colaborar en un nuevo proyecto comunitario del barrio, que la tiene encantada. Porque después de tanto tiempo, le gusta el nuevo modo de las reuniones, nada aburrido, porque se siente importante, se siente útil, se siente querida, se siente escuchada, todo le interesa de nuevo y todo le interesa mucho. Zoila es una de tantas entre miles y miles y miles en la sociedad creada por la revolución, una sociedad que ayer y hoy tiene como meta, por la que vale la pena vivir y morir, la igualdad entre la gente. La gran novedad es que hoy, Zoila está experimentando, junto a sus vecinas y a otra gente de su barrio, cómo se construye la agenda de una sociedad con esa misma meta, pero más avanzada, donde la gente vive más la igualdad porque todos, con sus iniciativas y sus opiniones, participan más.

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