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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 154 | Noviembre 1994

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El Salvador

La paz se construye con muchas piezas

Sin atacar la corrupción no habrá honestidad para levantar un nuevo país. Sin transferencia de tierras no habrá paz en el campo. Sin concertación en la economía se prolongará el rostro del injusto país de la preguerra. Es con muchas piezas que se construye la paz.

Juan Hernández Pico, SJ

En abril de 1993, la policía salvadoreña detuvo in fraganti a los narcotraficantes de más alto vuelo capturados en El Salvador. Pero en octubre de 1994, un juez los dejó libres, alegando defectos de procedimiento policial y judicial. Posteriormente, los fiscales de la Fiscalía de la República no apelaron la sentencia.

Nadie investiga a los escuadrones de la muerte ni los lleva a juicio, pero sí se lleva a juicio, por difamación, a quien acusa a los escuadroneros. La Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia son acusadas de gran lentitud y de muy poca eficiencia en sus tareas. No se nota el avance de los tribunales en los más sonados casos de delincuencia organizada y tampoco se descongestionan los penales de pequeños delincuentes cuyos procesos no se tramitan.

ONUSAL señala a 50 jueces como corruptos, pero desde el Presidente a los periodistas la respuesta unánime es un falso grito de herido nacionalismo. Los cafetaleros protestan por la descapitalización que les representaría la escala impositiva que se les aplica, pero ninguno se acuerda que en los años de precios bajos del café la Asamblea les otorgaba subsidios para cubrir sus pérdidas. Butros Gali pide al Consejo de Seguridad un último plazo de seis meses para la permanencia de ONUSAL en el país, cuando los acuerdos de paz aún sin cumplir - especialmente la transferencia de tierras - requieren de esfuerzos ingentes. Por cualquier parte por la que se mire, este país parece estar haciendo agua.

Privatización: para quién los beneficios

Permanentes tensiones siguen desgastando tanto al FMLN como a la Democracia Cristiana. No es menor la crisis en la derecha. La convención de ARENA, en la que se logró evitar la división del partido ubicando a representantes de las diversas tendencias en el Comité Ejecutivo Nacional (COENA), ocultó el que algunos consideran el verdadero problema: qué grupo, dentro del capital salvadoreño, se apropiará preferencialmente de los beneficios del proceso de privatización.

Todo el mundo afirma que durante el gobierno de Cristiani la privatización de los bancos resultó en favor del grupo económico que lideraba el Presidente de la República y del que su propia esposa, Margarita Llach, era miembro importante a través del negocio de las casas de cambio. En su discurso programático inaugural, el Presidente Calderón Sol anunció que también durante su período iba a llevarse a cabo una importante reducción del tamaño del Estado por la vía de la privatización, sobre todo de los servicios públicos. Sin embargo, un cumplimiento agresivo de este proyecto parecería no estar aún cercano. En el presupuesto para 1995, presentado por el Ejecutivo a la Asamblea, se aprecia el plan de reducir los ingresos de capital por venta de activos: de 280 millones de colones en 1994 a 150 millones para 1995. Si fuera atinada la hipótesis de que los frutos de la privatización son una de las manzanas de la discordia en ARENA, esas expectativas decrecientes indicarían que aún no se han definido suficientemente las fuerzas beneficiarias del reparto.

Corrupción y corruptos

El 15 de octubre, Kyrio Waldo Salgado - que llenó el mes de septiembre con denuncias de corrupción en contra de altos personeros del gobierno, incluido el ex-Presidente Cristiani - formó su nuevo partido político liberal-demócrata, a la derecha de ARENA. Tan a la derecha que hasta de El Diario de Hoy tuvo que salir, dejando su puesto de añejo analista de la derecha. La fecha elegida para la fundación fue simbólica: el 15 de octubre de 1979 la juventud militar quiso enderezar los destinos del país y fracasó.

Ningún alto militante de ARENA se incorporó al nuevo partido. A todos ellos logro ARENA reincorporarlos al COENA. Probablemente son militares de línea dura, profundamente molestos con los golpes que los acuerdos de paz de 1992 propinaron al papel real y al prestigio de la Fuerza Armada, los que están detrás de este nuevo partido, nacido más minusválido de lo que se pensaba. Militares, además, con acceso a inteligencia del Estado. ¿De dónde, si no, le llegaron a Kyrio Waldo los documentos en los que basó tantas denuncias?
El Fiscal de la República ha ido recibiendo declaraciones de los acusados por Kyrio Waldo, pero no se aprecia en él una iniciativa propia para realizar una activa e independiente investigación de estas acusaciones.

Es evidente que la corrupción oficial existe. Existe tanto que obligó al Presidente Cristiani a nombrar una comisión especial para investigarla, aunque los resultados nunca los dio a conocer. Después, la corrupción se convirtió en uno de los objetivos del programa del Presidente Calderón Sol. "La erradicaremos", repetía. Pero en el momento en que surgen, multiplicadas las acusaciones - prescindiendo de las dudosas motivaciones del acusador - "nadie sabe nada, nadie vio nada y nadie oyó nada". Se puede hablar de la corrupción, pero no de los corruptos.

La lentitud de la justicia

En abril de 1993, un gran cargamento de cocaína fue decomisado por la policía cuando la avioneta que lo transportaba tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en una finca ubicada en territorio salvadoreño. En la operación fueron capturados dos colombianos y cinco salvadoreños, todos "con las manos en la masa". En mayo de 1994 los colombianos fueron liberados alegando errores de procedimiento en el proceso. En octubre se decretó la libertad de los salvadoreños por la misma razón. Lo más grave del caso ha sido que los fiscales de la República, encargados de promover la causa, no apelaron estas sentencias.

Los escandalosos hechos han envuelto en una controversia sobre su honorabilidad, o al menos sobre su efectividad, al Fiscal General de la República, cuya dimisión han pedido varios diputados opositores. En conferencia de prensa, el Fiscal General explicó que los fiscales encargados del caso alegaron haber sido amenazados de muerte. También ha habido indignación contra el juez. "No queremos que nuestros jueces mueran - dijo el Arzobispo Rivera - pero sí queremos que estén ellos dispuestos a morir por la justicia".

Este es uno de los grandes y más sonados casos. Pero hay más. Por ejemplo, el de dos casos de secuestro que fueron solucionados por la Policía Nacional Civil en operativos en los que se logró liberar a los secuestrados. El proceso contra los presuntos secuestradores - capturados por la policía al liberar a los víctimas - se halla en distintos estadios de instrucción. Uno, empantanado por disputa de jurisdicciones y otro, por presentación de recursos de exhibición personal ante la Corte Suprema, en espera de que esta emita su fallo. La lentitud en la aplicación de la justicia o la falta de aplicación de la justicia se están generalizando.

Corte Suprema: qué pasa

El Salvador respiró aliviado cuando los diputados de la oposición lograron mantenerse unidos hasta elegir a una Corte Suprema de Justicia que no estuviera dominada por el partido gobernante. Han pasado tres meses desde entonces y la gente siente que la Corte Suprema no ha hecho otra cosa que mejorar sensiblemente el tono y la sensatez de sus intervenciones públicas, si se las compara con las de la Corte que encabezaba el arenero Gutiérrez Castro. Pero, más allá de eso, no da la nueva Corte señales de una mayor eficiencia.

La Corte alega que recibió una carga muy pesada de casos irresueltos. Y parece estar dedicándose preferentemente a examinar a los jueces evaluados por el Consejo Nacional de la Judicatura. De hecho, ha destituido ya a tres y a otros tres los ha suspendido mientras prosigue la investigación. Las instituciones de defensa de los derechos humanos piensan que lo que está ocurriendo indica que para romper el impasse que se produjo hace meses para la elección de la Corte, hubo de previo una negociación política. Esta habría llevado a una menor exigencia en la calidad de los jueces electos y a arrancarles a los elegidos promesas que son favorables a la derecha, pero negativas para el país. Entre ellas, la de no revisar la constitucionalidad de la amnistía que en 1993 otorgó la Asamblea al hacerse públicas las trascendentales conclusiones de la Comisión de la Verdad.

En la última semana de octubre, ONUSAL entró en la polémica nacional sobre la justicia. Presentó un informe en el que, con base en recopilaciones de casos sobre derechos humanos, señalaba a 50 jueces como presuntamente corruptos por su actuación al decidir o tramitar esos casos. De inmediato, se desataron mecanismos ultranacionalistas que actuaron como encubridores del fondo de la cuestión. El mismo Presidente de la República reaccionó así. "Sólo a El Salvador y en él a la Corte Suprema y al Consejo Nacional de la Judicatura le toca evaluar a nuestros jueces". Tanto Ter Horst - responsable de ONUSAL - como Diego García Sayán - responsable de su división de derechos humanos - se mantuvieron firmes, aunque dando a entender que había salidas diplomáticas al asunto. En una entrevista de prensa, el Dr. Argumedo, uno de los nuevos magistrados de la Corte en la Sala de Constitucionalidad, puso las cosas en su punto, reconociendo el papel de ONUSAL al contribuir a la mejora de la administración de justicia en el país, aunque afirmando al mismo tiempo que su informe no era "artículo de fe" para la Corte.

Lo no cumplido

En el país ya nadie quiere que ONUSAL se vaya. El Presidente Calderón viajó en septiembre a la sede de la ONU a pedirle al Secretario General que solicitara la prolongación del mandato de la misión internacional. También el FMLN ha hecho lo posible por convencer de esto al Secretario General. La ONU es la única que no quiere quedarse. Y se comprende.... hasta cierto punto.

Hoy, la ONU puede seguir presentando el caso de El Salvador como el gran éxito de su diplomacia pacificadora. Mañana, si sigue en el país, podría estallarle en las manos la bomba de tiempo que representan los acuerdos de paz aún pendientes de cumplimiento. Además, la misión de ONUSAL supone muchos gastos, que son cubiertos por el Consejo de Seguridad. Es doloroso pero es así: miles de millones de dólares se gastaron en la guerra y sólo 90 millones ha costado la operación ONUSAL para la pacificación. Pero la ONU no quiere gastar más para asegurar que la paz llegue a una culminación real y no sólo para que tenga una imagen prestigiosa.

Los puntos de los acuerdos que faltan por cumplir son muy complejos. El más básico de todos, el de la transferencia de tierras. En el municipio de Arcatao, uno de los que se encuentran en territorio ex-conflictivo, la demanda es que se transfieran 2 mil 500 manzanas a los que ahora ocupan ya 2 mil de ellas - según los acuerdos se llaman "tenedores" -. Las otras 500 manzanas están ociosas. Para cumplir con esta demanda, quedarían sólo cinco meses, pues por ley el proceso de transferencia de tierras tiene que estar terminado para fines de abril/95. Pero en los casi tres años transcurridos desde la firma de los acuerdos, sólo 144.9 manzanas han sido transferidas.

Este grave retraso se debe a la falta de agilidad del FMLN para presentar las listas de beneficiarios y a la burocracia entorpecedora del Estado, que también alega que la comunidad internacional no ha cumplido con sus promesas de financiar la transferencia. Debe haber alguna verdad en esto. De hecho, el Presidente Calderón ha afirmado que se emitirán bonos del Estado por deuda interna, equivalentes a más o menos mil millones de colones, para financiar la transferencia mientras llegan los fondos prometidos del exterior.

El problema de la reincorporación de los ex-combatientes de ambos bandos a la vida civil padece también graves retrasos. Igualmente, está pendiente el tema de las prestaciones a los lisiados de guerra. La ley de protección a las víctimas de la guerra cubre propiamente a sólo 56 de los más de 3 mil lisiados del FMLN, al referirse únicamente a los completamente discapacitados (ciegos y parapléjicos) o a madres de lisiados que han llegado a la tercera edad. La ocupación de la Asamblea por desmovilizados de la Fuerza Armada en septiembre permite prever qué grado de conflictividad puede alcanzar este tema, que es uno solamente de los acuerdos de paz no cumplidos.

La ONU se queda

En este contexto y en la semana final de octubre, se informó que el Secretario General de la ONU había solicitado al Consejo de Seguridad la prolongación de la misión de ONUSAL hasta mayo/95, aunque reduciendo el número de sus integrantes, que serán ahora algo más de un centenar.

Los próximos meses serán de crucial importancia para la ONU y para el país. Si sobre los temas aún pendientes de cumplimiento en los acuerdos de paz no comienza a actuarse con mucha mayor eficacia, no parece aventurado afirmar que el país pueda entrar en una etapa de convulsiones de alcance impredecible.

Se verá entonces si la falta de investigación sobre los escuadrones de la muerte para su total desmantelamiento le cobrará al país un precio aún mayor del que ya ha pagado. Detrás de las ventajas políticas que Joaquín Villalobos ha obtenido al ir a la cárcel - acusado de difamación por el millonario Orlando De Sola, al que Villalobos señaló como financiador de los escuadrones - está el fondo de la cuestión.

La noticia nunca debió ser Villalobos. La noticia siempre fue Orlando De Sola. La noticia es la necesidad de investigar hasta el final de dónde vino el capital escuadronero, qué mecanismos institucionales hicieron eficaces y duraderos a los escuadrones y cómo pueden ser hoy desmantelados, a ciencia y conciencia de que ya sus conexiones no son sólo "políticas" sino que son también "narco-conexiones" y vínculos con otras líneas del crimen organizado.

Las piezas de la paz

En los Acuerdos de Paz todo quedó bien trabado e interconectado. Se puede creer que no importa cumplir con la transferencia de tierras, que se puede escamotear el contenido concertador de los planes económicos en el Foro Económico Social y dejarlo sólo reducido al Consejo Tripartito para asuntos laborales, y que se puede seguir aguando la transformación del sistema de administración de justicia. Pero no se puede.

Sin atacar la corrupción no habrá capital humano. Sin transferencia de tierras no habrá paz en el campo. Sin concertación en la economía se prolongarán las condiciones de vida del país de la pre-guerra. Todo está estrechamente relacionado. Una auténtica paz necesita de todas estas piezas. Si falla una, tarde o temprano la frustración desmoralizará la convivencia y los resultados serán imprevisibles. ¿Se habrá derramado en vano tanta sangre?

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