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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 138 | Junio 1993

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El Salvador

Campaña pre-electoral: ¿y los acuerdos de paz?

El país vive una etapa de transición: e la lucha por el cumplimiento de los acuerdos de paz a las contradicciones que preparan las elecciones de marzo de 1994.

Omar Serrano

Después de la firma de los acuerdos de paz en enero de 1992 ha habido en la realidad política de El Salvador dos grandes momentos. En el primero predominaron el forcejeo, los consensos y el debate alrededor de cómo poner en marcha las transformaciones contenidas en el documento de Chapultepec y especialmente, las recomendaciones de las Comisiones Ad-hoc y de la Verdad. El segundo momento se inició a finales de abril 93 y en él predominan los reacomodos de las diversas fuerzas del espectro político de cara a las elecciones presidenciales, legislativas y municipales de marzo 94.

Aunque la campaña no comienza formalmente hasta octubre, es prácticamente imposible ya frenar el ímpetu electoral que se vive al interior de todos los partidos políticos, lo que dificulta el proceso de cumplimiento de los acuerdos de paz. Para algunos partidos políticos, obviar las transformaciones contenidas en los acuerdos y aún pendientes de cumplir responde a la defensa de los intereses que representan. Pero otros - los supuestamente más preocupados por las mayorías salvadoreñas - pueden ahogarse en disputas y contradicciones internas que los harían alejarse de los intereses que dicen representar.

Los colores del espectro político salvadoreño

En un país tan pequeño, son bastante los partidos que irán a la contienda electoral. En el ala derecha del espectro se ubican el partido gobernante, Alianza Republicana Nacionalista (ARENA); el Movimiento Auténtico Cristiano (MAC), escondido de la Democracia Cristiana y aliado en todo el proceso de paz al partido en el poder; y el Partido de Conciliación Nacional (PCN), histórico partido de los militares, sobreviviente del golpe de Estado dado al general Romero el 15 de octubre de 1979 y que ha jugado un papel semejante al MAC.

Los partidos que se definen como de centro son el ya histórico Partido Demócrata Cristiano (PDC) y los recién creados Movimientos Solidaridad Nacional (MSN) y el Movimiento Unidad (MU), dirigidos por líderes de sectas evangélicas.

Los partidos de izquierda son la Convergencia Democrática (CD), que aglutina en su interior a tres partidos; el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el ahora partido político Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Todas las fuerzas políticas se están recomponiendo pensando en futuras alianzas o en pactos previos o posteriores a las elecciones del 94. ARENA y el PDC ya confirmaron sus respectivos candidatos presidenciales y están a la expectativa de los resultados del debate interno - aunque públicamente conocido - que se está dando en el FMLN. Los ex-guerrilleros no terminan todavía de aclarar su estrategia, su programa y la fórmula presidencial que presentarán en la contienda, por las divergencias existentes entre las cinco organizaciones que componen el Frente.

Los otros partidos de izquierda (CD y MNR), aunque ya definieron su fórmula presidencial, están también a la espera de lo que decida el FMLN para concretar la alianza del "bloque de fuerzas democráticas", como ellos mismos lo denominan. En el PCN y el MAC muy poco se mueve, pues su participación electoral no parece ser significativa en cuanto a captación de votos. Es muy temprano para hablar sobre la fuerza y capacidad que puedan presentar los nuevos partidos políticos MSN y MU.

ARENA ya comenzó su campaña

El partido gobernante fue el primero en proclamar su candidato presidencial: el actual alcalde capitalino, Armando Calderón Sol. Todo indica que hay unidad en torno a esta decisión en ARENA el partido que muestra mayor estabilidad y firmeza de cara a las futuras elecciones.

El caudal económico que ARENA representa le ha permitido dar ya inicio a su campaña política. Prácticamente todos los recursos que ha captado el país a través del gobierno central o de la Alcaldía de San Salvador están siendo utilizados con fines claramente electorales. "Arena les desea feliz Semana Santa", "Arena está con la selección nacional de fútbol"... ARENA está empeñada en un permanente despliegue publicitario. También en los barrios de San Salvador ARENA hace campaña. A través del Fondo Nacional para la Vivienda Popular (FONAVIPO) el gobierno prepara dos fases de un proyecto de viviendas populares: la primera por medio de la Alcaldía y en base a donaciones y la segunda, a través de ONGs y en base a crédito.

En las zonas rurales se aprecia que el partido de gobierno utiliza para su campaña el plan de Reconstrucción Nacional emanado de los acuerdos de paz para realizar proyectos ostensibles, como pavimentación de calles o arreglo de caminos. A ninguna bolsa de cemento con la que se ayuda a la población le falta su publicidad en los periódicos.

ARENA tiene confianza en su triunfo y las encuestas realizadas hasta el momento la ubican en primer lugar. En su proyección electoral, se presentan como el partido de los cambios, el partido que logró la paz en el país y el que logrará la reconstrucción y el desarrollo económico. Ya el FMLN declaró que no está en capacidad de competir - a nivel de propaganda masiva en los medios de comunicación - con ARENA, pues los recursos con que cuenta el partido de Cristiani son casi inagotables.

Izquierda: hacia el centro

En la izquierda, y concretamente en el FMLN, la discusión se ha centrado en las posibles alianzas, en el programa y en los candidatos. El FMLN ha acentuado la importancia de estas elecciones, porque sólo con una victoria de las fuerzas democráticas se podría seguir cambiando el país y profundizando el cumplimiento de los acuerdos de paz. Pero, ¿qué significa victoria en los comicios del 94? ¿Y cómo lograrla? Es sobre estos puntos donde se dan las discrepancias.

En el FMLN y en términos generales - análogamente a lo sucedido en la crisis surgida por la depuración de la Fuerza Armada aún inconclusa - existen dos visiones sobre cómo participar en el proceso electoral. Por un lado, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y la Resistencia Nacional (RN) sostienen que en los actuales momentos el FMLN debe navegar hacia un centro político. Esto implica la búsqueda de un candidato que permita conformar un gobierno de unidad nacional basado en la concertación. Participar solos como izquierda polarizaría al electorado. Por tanto, la izquierda debe colaborar a estructurar una alianza de centro que incluya a toda la izquierda (FMLN, CD y MNR) y a la Democracia Cristiana y que apoye la candidatura de Abraham Rodríguez, dirigente histórico del PDC, de honesta trayectoria y miembro de la Comisión Ad-hoc que evaluó a los oficiales del ejército y recomendó su depuración.

La izquierda-izquierda

Por el otro lado están las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), el Partido Comunista (PC) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC). Estas tres organizaciones del FMLN sostienen que es hora de que la izquierda tome el lugar histórico que le corresponde y que en la primera vuelta de las elecciones del 94 debe ir unida - FMLN, CD y MNR - pero sin alianzas, para poner a prueba la fuerza adquirida a lo largo de tantos años de lucha. El pacto con la Democracia Cristiana sería efectivo solamente para la casi segura segunda vuelta de los comicios. Si en la primera vuelta el PDC obtuviese más votos que la alianza de izquierda, ésta daría su apoyo a la fórmula del PDC y en caso contrario, la izquierda contaría con el apoyo del PDC.

Que postule el pueblo

Aunque son dos las visiones, no hay pleno consenso. El 16 de mayo, en la clausura de su congreso nacional, 10 mil militantes de las FPL dieron públicamente su respaldo a la fórmula Rubén Zamora - Facundo Guardado. Zamora ya había sido proclamado como candidato presidencial por la Convergencia Democrática. El PC y el PRTC, aunque están de acuerdo en lanzarse en primera vuelta como bloque de izquierda, no coinciden con las FPL en la fórmula Zamora-Guardado.

La propuesta del ERP y la RN fue puesta en crisis por el PDC. En las elecciones primarias realizadas por el PDC el 23 de mayo, Abraham Rodríguez fue derrotado como posible candidato por Fidel Chávez Mena, Canciller durante el mandato de Duarte. Chávez Mena fue proclamado oficialmente como candidato presidencial de los demócrata-cristianos. En vísperas de su postulación, Chávez Mena había expresado que el PDC iría sólo en la primera vuelta de la contienda electoral.

El debate sobre este punto dentro de la cúpula del FMLN parece no tener solución. Shafick Handal, coordinador general del partido, anunció que distribuirían urnas en los parques, colegios y en todos los lugares públicos, para que sea el pueblo mismo, sin necesidad de estar afiliado a alguna de las cinco organizaciones del Frente, quien decida cuál es la fórmula presidencial que los ex-guerrilleros deben llevar a las próximas elecciones.

Es evidente que cualquier fragmentación en el bloque de la izquierda beneficia a ARENA. Pero a pesar de la diversidad de posiciones de los cinco grupos del FMLN, la unidad del no parece no estar en peligro. Casi todos los secretarios generales de las cinco organizaciones han manifestado que "el FMLN irá unido" y que lo que falta por resolver es la manera y la estrategia que presentará.

El peligro de fragmentación radica sobre todo en la alianza con la CD y el MNR. Ambos partidos están a la espera de lo que decida el FMLN, pero la espera es un tanto "condicionada" por parte de la CD, pues parece que para la Convergencia no es negociable la candidatura de Zamora. Esto se ha hecho evidente en los discursos y declaraciones de él mismo y de la CD. Así, si el FMLN decide ir en alianza con la CD, pero no apoyar la candidatura de Zamora, este podría decidir que la CD fuera sola a las elecciones.

En un segundo momento, el ERP y la RN, al ver cerrada la posibilidad de una alianza con el PDC, han dicho que la fórmula del FMLN debe ser de "pura izquierda" y que los candidatos para presidente y vicepresidente deben ser ambos del FMLN. El nombre del Coordinador General del FMLN y Secretario del PC, Shafick Handal, es el que más suena como candidato.

Todas las encuestas revelan que serán necesarias dos vueltas en los comicios para decidir las elecciones, en caso de que se dé una alianza en el bloque de izquierda (FMLN, CD y MNR). Pero la falta de definición del FMLN y la cerrada posición de la CD a cambiar de candidato, podrían servir en bandeja de plata a ARENA el triunfo desde la primera vuelta electoral.

Todo esto refleja lo fácil que puede ser que la izquierda se despeñe en los vericuetos del camino electoral, dejando de lado -enredada en sus divergencias - los verdaderos y grandes problemas de la sociedad salvadoreña.

Acuerdos sobre tierras y sobre la nueva Policía

Aunque en estos momentos la actividad electoral ha desplazado del centro de la atención política el cumplimiento de los acuerdos de paz, ambas realidades no son contradictorias. Porque una agenda electoral que quiera priorizar las necesidades y los intereses de la mayoría de los salvadoreños, tendrá que incluir todo lo mucho y muy importante que falta por cumplir de los acuerdos de paz.

De hecho, el camino de los acuerdos está lleno de baches y un futuro gobierno de ARENA - cuyos intereses se ven afectados por el cumplimiento de acuerdos - no tendrá ningún interés en rellenarlos. En materia de transferencia de tierras aún no se ha agotado ni la primera fase, de las tres que había, en un proceso que estaba calendarizado para concluir en enero/93. La instalación - sólo eso - del Foro de Concertación Económica y Social es el único aspecto económico de los acuerdos de paz que ha sido cumplido. En el Foro participan representantes del gobierno, de la empresa privada y de los sectores laborales. El 27 de mayo los trabajadores se retiraron del Foro señalando la falta de disposición de los otros dos sectores para cumplir con los compromisos adquiridos en materia de derechos y libertades sindicales. Todo indica que el gobierno y los empresarios están formando parte del Foro porque los acuerdos lo piden, pero no tienen ninguna intención de cambiar las reglas del juego económico que han engendrado tanta miseria en El Salvador.

En cuanto a la formación y despliegue de la nueva Polícia Nacional Civil (PNC), creada también como fruto de los acuerdos para sustituir a los represivos cuerpos de seguridad, aunque se reconoce la necesidad de agilizar su despliegue, sólo ha empezado a funcionar en los departamentos de Cabañas y Chalatenango, los que tienen menor número de habitantes y menor índice delincuencial en todo el país. En los otros doce departamentos, el único cuerpo de seguridad que opera es la antigua Policía Nacional, que ya ha dado señales de seguir siendo fiel a los métodos de represión y de violación de los derechos humanos que empleó siempre.

El cumplimiento de las trascendentales recomendaciones de las Comisiones Ad-hoc y de la Verdad está aún pendiente. Aunque se espera que para el mes de junio se concluya la depuración de los oficiales de la Fuerza Armada, esto está aún por verse. Mucho más trecho falta para cumplir con las recomendaciones de la Comisión de la Verdad, prácticamente obviadas con la apresurada ley de amnistía incondicional que legislaron en la Asamblea los tres partidos de derecha del país.

El cumplimiento de los acuerdos es sustancial para la verdadera transformación del Estado salvadoreño y para encaminar a la nación en un proceso auténticamente democratizador. Paradójicamente, aunque al interior del país el cumplimiento de los acuerdos parece tener menor relevancia para las fuerzas políticas - captadas por la contienda electoral -, la comunidad internacional se mantiene alerta y firme sobre el tema. Esa es la posición del Secretario general de la ONU, del Grupo de Países Amigos, de la Comunidad Europea y del gobierno de Estados Unidos. 146 congresistas enviaron en mayo una carta al Presidente Cristiani exigiéndole el cumplimiento de los acuerdos y la puesta en marcha, a la mayor brevedad posible, de las recomendaciones de las Comisiones Ad-hoc y de la Verdad.

Los muertos diarios

Casi todos los días hay en El Salvador noticias de personas asesinadas, quedando confusos los móviles de los crímenes. Nunca queda claro si se trata de delincuencia común o de venganzas políticas, pero algunas de las víctimas presentan inconfundibles señales de haber sido liquidadas con los métodos de los escuadrones de la muerte, realidad que ha recogido con preocupación el último informe de ONUSAL sobre los derechos humanos en El Salvador. Todo esto no deja de sembrar miedo e inseguridad, especialmente entre los pobladores de San Salvador, clamando algunos por una mayor presencia y acción de los extinguidos cuerpos de seguridad.

Lisiados de guerra golpeados por la Policía

Donde no hubo confusión fue en la represión desatada por la división de antimotines de la Policía Nacional contra una marcha de lisiados de guerra el 20 de mayo. Lisiados de guerra de la Fuerza Armada y del FMLN realizaron conjuntamente una marcha demandando el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el gobierno: prestaciones sociales y médicas para los ex-combatientes y facilidades para reintegrarse a la vida productiva del país.

Cuando la marcha se acercaba a la Casa de Gobierno, unas barricadas de alambre y un contingente de antimotines esperaba a los lisiados, encabezados por ciegos e inválidos en sillas de ruedas. Los lisiados fueron dispersados por bombas lacrimógenas y posteriormente, por las balas que dispararon los antimotines, hecho que ya aceptó el gobierno. En el incidente murieron dos de los manifestantes solidarios con los lisiados. Según el mismo Cristiani, cuando se encuentre al policía que disparó las balas asesinas, éste será castigado con todo el peso de la ley.

Hecho tan doloroso provocó fuertes y masivas reacciones en los más diversos sectores, reacción que no deja de sorprender en un país en donde los asesinatos fueron el pan de cada día durante muchos años. Lo relevante es que esta represión es la primera que la policía realiza descaradamente desde la firma de los acuerdos. El hecho de desatarla contra una marcha de discapacitados de guerra, en la que iban sus antiguos compañeros del ejército, indignó más a la población.

Actualmente, los lisiados se sienten abandonados por sus dirigentes, incluso por los del FMLN, y el hecho contribuyó a la sensibilización ante su actual situación. Lo trascendental de esta represión decidida y ejecutada por el gobierno es que podría ser la primera de una serie de acciones encaminadas a contrarrestar el proceso de cumplimiento de los acuerdos. De alguna manera, a ARENA le conviene mantener al país en una especie de "desorden controlado", para que se vaya evidenciando que los únicos que pueden controlar la situación son los que ahora detentan el poder político, militar y económico.

Los asesinatos del 20 de mayo son una señal palpable de lo que puede significar para el país el descuido o la postergación del cumplimiento de los acuerdos y esto es lo que debe vislumbrar la izquierda en sus interminables debates electorales. En estos meses ha quedado claro que si el tema electoral es motivo de discrepancias al interior del FMLN, los acuerdos son fuente de unidad al interior del partido y unen al FMLN con la población, ansiosa de cambios.

Desde hace meses, solamente en dos ocasiones se ha presentado reunida y de acuerdo la Comandancia General del FMLN. El 13 de mayo, cuando volvieron a poner sobre el tapete el cumplimiento de los acuerdos, incluyendo las recomendaciones de las Comisiones Ad-hoc y de la Verdad, exigiéndole al gobierno su cumplimiento y a ONUSAL presión y verificación. Y el 20 de mayo, el día en que se reprimió la marcha de los lisiados. Los máximos dirigentes del FMLN se presentaron en el lugar de los hechos y sostuvieron unánimemente que los mecanismos utilizados por el gobierno pertenecen al pasado y que ellos seguirán luchando por vías pacíficas por el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el gobierno con los ex-combatientes del FMLN y del ejército.

FMLN: arsenales

Dos hechos recientes se inscriben significativamente dentro de la coyuntura actual: el descubrimiento de arsenales de armas pesadas de propiedad del FMLN y divisiones al interior de la Fuerza Armada que por primera vez en estos dos años salen a la luz pública.

La explosión accidental de un enorme arsenal de armas escondido bajo un taller de mecánica en un barrio de Managua, de propiedad de las FPL, y el hallazgo de otro arsenal mucho menor en las afueras de San Salvador, de propiedad del ERP, dieron cartas al gobierno y a la Fuerza Armada para culpar al FMLN por incumplir ante la ONU y ante el pueblo salvadoreño con la destrucción de sus armas. Los periódicos salvadoreños destacaron en primera plana ambos incidentes y tanto las FPL como el ERP manifestaron su disposición a aclarar el asunto y a prestar toda la colaboración que esté a su alcance para resolverlo. El FMLN ha reiterado enfáticamente que no está en su perspectiva el retomar las armas. Según ellos, los incidentes ocurridos son normales en toda etapa de post-guerra y -en palabras de Juan Ramón Medrano- "no debe extrañar el hecho de que se sigan encontrando armas pues todas no pudieron ser inventariadas por desconocerse su paradero". La guerra ha dejado armas diseminadas en todo el territorio, tanto de las disueltas defensas civiles del gobierno como del ex-movimiento guerrillero.

Sea lo que sea, el gobierno ha usado estos hechos para presentarse como cumplidor y para acusar al FMLN de incumplir. "La Fuerza Armada ha cumplido ya totalmente y el FMLN pretende seguir desestabilizando el país para instaurar otro sistema", declaró el General Mauricio Vargas, un oficial moderado, del equipo negociador del gobierno.

Ejército: divisiones

Los militares tampoco dejan de tener problemas. Y por primera vez en muchos años sus discrepancias internas salieron a plena luz. Dos cartas fueron enviadas a los medios de comunicación, firmados por la Juventud de Oficiales Jóvenes de la Fuerza Armada (JOFA), sin ningún firmante individual, por razones de seguridad. En la primera dicen que los actuales jerarcas del ejército, prontos a "retirarse" por la depuración, pretenden dejar en sus cargos a militares con conocida trayectoria antidemocrática, lo que significaría que en la actual estructura y mentalidad de la institución no se dan los cambios que los nuevos tiempos demandan.

Los militares jóvenes proponen para ocupar los más altos cargos del ejército a cuatro oficiales a los que caracterizan como respetuosos de los derechos humanos y con deseos de adaptarse a la nueva situación del país. En la segunda carta denuncian los oficiales jóvenes la intención del Presidente Cristiani de colocar en el Ministerio de Defensa y en el Estado Mayor a militares de la 38 promoción de la Escuela Militar, que tiene estrecha vinculación con la "tandona" - promoción de los militares sujetos de depuración -.

Aunque los mandos del ejército han negado que exista división al interior de la Fuerza Armada, todos saben que las cartas son reales y que reflejan una realidad. La izquierda debe tomarles la palabra y tomar muy en serio a estos jóvenes militares que se suman al clamor de la población por vivir en una nación en verdadera paz.

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