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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 21 | Marzo 1983

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Nicaragua

Visita de Juan Pablo II: Documentos

Entre los muchos documentos generados por la polémica visita del Papa Juan Pablo II seleccionamos algunos de los producidos en los primeros momentos.

Intelectuales cristianos de Nicaragua

"Hemos sido testigos y como testigos hablamos"

A la opinión pública:

Los abajo firmantes, sacerdotes y laicos católicos-teólogos, científicos sociales, escritores y periodistas-, que hemos sido testigos de la visita de Su Santidad Juan Pablo II a Nicaragua, y que con gran interés hemos seguido de cerca sus preparativos, sentimos el deber de dirigirnos a Ustedes para corregir algunas versiones que algunos medios de comunicación internacional han difundido sobre estos hechos, y particularmente sobre lo sucedido durante la misa campal del Papa en la Plaza 19 de Julio de Managua, el viernes 4 de marzo a las 4.45 de la tarde.

1) Se ha afirmado reiteradamente que los católicos nicaragüenses encontraron obstáculos de parte de las autoridades civiles para hacerse presentes en los lugares de reunión con el Papa, y que a la Plaza 19 de Julio únicamente pudieron acudir personas seleccionadas por el gobierno de Nicaragua. Nosotros pudimos constatar personalmente que a los diversos actos litúrgicos de León y Managua asistieron alrededor de 700 mil personas, que son la cuarta parte de la población de ese país. Casi todo el transporte colectivo con que cuenta Nicaragua, y la casi totalidad de su infraestructura vial se puso al servicio de esta movilización, y oficialmente se le brindó a todo el que quiso la posibilidad de participar.

2) Se ha dicho también que las autoridades civiles de Nicaragua impusieron censura de prensa al viaje de Su Santidad a ese país. Esto no es correcto, pues leyendo desde hace más de un mes la prensa escrita nicaragüense, nos dimos cuenta que desde que se anunció oficialmente la visita del Papa a Nicaragua, los periódicos pudieron proporcionar amplia, variada y en las últimas semanas continua información.

3) Hemos leído también que la comisión vaticana que preparó el viaje de Su Santidad a Nicaragua no pudo dialogar con la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional la colocación de una gran cruz en la tribuna en al que el Santo Padre celebraría la Eucaristía, y qeu en cambio el gobierno decoró la Plaza 19 de Julio con un gran cartel revolucionario. Queremos aclarar que en Nicaragua todo el mundo sabe que los tres murales que se encuentran allí, y que representan las efigies del Gral. Augusto César Sandino, y de los fundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional, están allí desde Julio de 1981. Nos extraña que casi nadie haya en cambio hablado del mural que las comunidades eclesiales de Managua pintaron una semana antes de la llegada del Santo Padre, y que representan al pueblo nicaragüense saliendo a recibir al Papa con las imágenes de la Inmaculada Concepción de María, Patrona de Nicaragua, y de Santo Domingo de Guzmán, Patrono de Managua. Por lo demás, antes de nuestra salida de Managua se supo en el país que las autoridades civiles de Nicaragua ofrecieron a la comisión vaticana la colocación de una cruz, a lo que ésta reaccionó de forma indiferente.

4) Hemos visto igualmente que algunos cables internacionales de prensa hablan de "piratería electrónica" por parte del gobierno en la celebración de la misa campal en la plaza 19 de julio, y que se describe como manipulación "de los micrófonos en la Misa del Papa en Managua, para que no se escuchara la voz de Juan Pablo II, sino la de la propaganda política". Quienes siguieron ese acontecimiento por sus aparatos de radio y televisión, incluso en otros países de Centroamérica, pueden dar fe que nunca se silenció la voz del Papa por razones de manipulación del sonido en la Plaza.

5) En casi toda la prensa internacional se afirma insistentemente desde el 4 de marzo por la noche, que el gobierno nicaragüense a través de "turbas sandinistas" transformó con consignas políticas un acto religioso en un acto político. Los que asistimos a esa celebración acreditamos que tal acto litúrgico masivo se desarrolló normalmente hasta casi el final de la homilía del Santo Padre. Fue entonces cuando desde distintos ángulos de la Plaza, y especialmente desde el lugar donde estaban ubicadas muchas madres de los nicaragüenses caídos en la lucha contra el somocismo y en la situación violenta actual con las bandas somocistas establecidas en Honduras, comenzó a generarse una fuerte tensión emotiva, que llegó a expresarse en exclamaciones al Santo Padre demandándole una palabra sobre la paz y una oración por sus muertos. El sitio donde ellas se encontraban estaba próximo a los lugares de transmisión, y a pesar de que los técnicos del sonido trataban de controlar esta situación inesperada, no pudieron evitar que ellas se expresaran a través de los micrófonos de la Plaza, y que su angustia contagiara a amplios sectores de los asistentes. Que esas peticiones se agregaron luego otras, unas claramente religiosas, y otras de tipo político, que en Nicaragua son habituales en concentraciones masivas. Una vez que se produjo este fenómeno sicológico-social, casi la totalidad de la asamblea perdió el sentido de aquello que se estaba desarrollando.

6) En la prensa internacional se ha hablado de que el gobierno de ese país premeditadamente boicoteó de esta manera la misa del Papa. Aunque profundamente nos duele que nadie haya podido restaurar eficazmente las características propias de la celebración, nunca tuvimos la impresión de que se trataba de algo previamente preparado. Pensamos que la mayor parte de los asistentes podrían asegurar que fueron sorprendidos y desbordados por la generación de este fenómeno, que es difícilmente comprensible cuando se es ajeno o se está afuera del contexto actual nicaragüense. Ningún nicaragüense se propuso deliberadamente faltarle el respeto al Santo Padre, y menos en un momento tan solemne como ese. Los preparativos todos de la visita demostraron en forma suficiente el esfuerzo, el cariño y la concordia de todos los sectores de Nicaragua, para recibir al Santo Padre.

Esperando que nuestras declaraciones surgidas honestamente por el deseo de servir a la verdad, y no causar injustamente otro mal más desde el exterior al ya sufrido pueblo nicaragüense, sean debidamente consideradas por ustedes, les saludamos muy cordialmente.

Managua, 6 de marzo de 1983.

Javier Solís, IDOC International. Roma-Italia.

P. Francois Houtart, Cordinador de Cursos a la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica).

P. Miguel Concha, OP, Profesor de la Universidad Autónoma de México.

Dr. Pedro A. Ribeiro de Oliveira, Sociólogo en el Instituto Superior de Estudios de la Religión de Río de Janeiro.

Dr. Pablo Richard, Profesor de Teología de la Universidad Nacional de Heredia, Costa Rica.

Dr. Cayetano de Lella, Profesor en la Universidad Autónoma de México.

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FSLN : "Seguiremos encauzando el proceso revolucionario
a favor de los sedientos de justicia de los que habla el Evangelio"

De: La Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

A: El Heroico Pueblo de Nicaragua y al Mundo.

Al concluir la visita papal a esta región, que incluyó a nuestro país, la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional, considera insoslayable pronunciarse sobre las repercusiones de la misma, dada la situación que se vive en el área centroamericana.

1. Su Santidad Juan Pablo II confirió, según sus públicas expresiones, un carácter pastoral y apostólico a su peregrinaje por esta parte del mundo. No obstante, ha sido inevitable que la misma tuviera repercusiones políticas, ya que es imposible referirse a asuntos como la violencia revolucionara, la situación campesina, el problema de las minorías étnicas, la educación, etc., sustrayéndose de su connotación política. La misma proclama de la unidad de la Iglesia y el principio de autoridad de la jerarquía de la misma, adquiere en nuestra realidad, un significado político, dada las características de la vivencia cristiana en una región convulsionada por luchas políticas, sociales y hasta militares, ante las cuales Obispos, sacerdotes y laicos, asumen posiciones políticas a favor o en contra de los sistemas establecidos.

2. Los pueblos de esta región, en la que hay una mayoría creyente, viven acelerados procesos de transformación, producto de la dinámica social y política en la que están inmersos y no les pasa desapercibido el hecho de que la visita del Papa tiene ese tipo de repercusiones. A su regreso al Vaticano, sus mensajes dejen un proceso de análisis y reflexión. De las palabras vertidas acá, habrá seguramente quienes hallarán elementos para fortalecer posiciones derechistas y antipopulares. Habrá también quienes descubran en ellas alguna luz de esperanza para la causa de la justicia social por la que luchan. En todo caso, lo fundamental es que hay una expectativa creada.

3. El Papa en su peregrinación suele llevar sus mensajes previamente elaborados. Pero su alta responsabilidad moral en el mundo y su sabiduría, seguramente lo mantienen abierto a la posibilidad de enriquecer sus criterios, en la medida que entra en contacto con la realidad concreta de cada lugar que visita. Es de esperarse entonces que él también vive ahora un proceso de análisis y reflexión sobre la realidad de pobrezas, sufrimientos, esperanzas, pasiones, luchas y anhelos de paz que palpó en estos pueblos, y que, en su proyección futura, ahondará en lo que dijera en su comunicado, después de visitar Nicaragua, "cuándo él había dicho no era una mera expresión de principios, sino una determinación, es decir una precisa voluntad de obrar en tal dirección... que por ello la solución por la que aboga la Santa Sede es una solución política y no militar".

4. Confiamos, por tanto, en que el clamor de las madres y la mayoría del pueblo nicaragüense, por sus héroes y mártires caídos víctimas de la política agresiva del imperialismo y el clamor por la paz, que tuvo expresiones populares desbordadas durante su misa en la Plaza 19 de Julio, llegarán a ser oídos y traducidos en "precisa voluntad de obrar en tal dirección", como dice su comunicado. Por tal motivo, al partir Su Santidad de nuestras tierras, la Dirección Nacional, reafirma su política de principios sobre la Religión, dada a conocer en el Comunicado de Octubre de 1980.

Al mismo tiempo reafirmamos nuestra vocación e invariable voluntad de encauzar nuestro proceso revolucionario a favor de los explotados y oprimidos, los sedientos de justicia de que habla el Evangelio. Por ellos continuará profundizándose la reforma agraria, por ellos seguirá ampliándose más cada año los servicios de educación que ya cubren a más de un millón de nicaragüenses, por ellos crecerá la cobertura de los servicios de salud cuadruplicados desde el triunfo de la revolución, por ellos seguiremos bregando, en medio de las dificultades económicas que agrava la crisis internacional, para que el pueblo nicaragüense todo, no le falte el sustento, el empleo, la alimentación, el techo, la superación la diversión sana, de las que secularmente ha tenido sed. Por ellos continuaremos luchando por la paz y la defensa de la soberanía patria.

¡Patria libre o morir!Dirección Nacional de Frente Sandinista de Liberación Nacional.

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"El imperialismo es enemigo del pueblo y de la paz"

I. Al finalizar la visita del Papa Juan Pablo II a Nicaragua, valorizamos la participación masiva y combativa del pueblo nicaragüense. Nos confunden las acusaciones a supuestos impedimentos para que el pueblo se encontrara con el Papa, pudimos comprobar la presencia de más de 700 mil personas en la Plaza 19 de Julio. El pueblo pudo expresarse libremente y de múltiples maneras para comunicarse con el Papa, y gritó con fuerza sus angustias y esperanzas. Es posible que algunos no habituados a este tipo de manifestaciones de nuestro pueblo, se hayan sentido extrañados o incómodos. Pero el pueblo de Nicaragua libre pudo manifestarse el clamor inquietante de los oprimidos en nuestro Continente desde siglos, y ser voz de todos aquellos que en otros países latinoamericanos no tienen voz. En la irrupción del pueblo tuvimos los cristianos la experiencia siempre renovada del Dios de los pobres, que nos promete y anuncia la liberación y salvación de todos los pueblos.

II. Valoramos que el Papa haya calificado a este pueblo de Nicaragua como "vigoroso y activo para responder a los desafíos de la Historia y procurar edificar una sociedad a la medida de las necesidades materiales y de la dimensión trascendente del hombre". Valoramos igualmente la llamada de paz del Papa "a quienes dentro o fuera -donde quiera que se hallen- favorecen de un modo o de otro tensiones ideológicas, económicas o militares, que impiden el libre desarrollo de este pueblo amante de la paz, la fraternidad, y el verdadero progreso humano". Vemos ahí señalado el imperialismo norteamericano y a los diversos enemigos de este pueblo, tanto a los armados al otro lado de la frontera, como a los sectores internos que crean tensiones ideológicas también los que manipulan religión y la Iglesia contra el verdadero proceso popular.

III. Nos ha parecido amonestatorio y negativo el lenguaje y el tono de los discursos del Papa. Sin conexión con el pueblo a quien se dirigía. Y en su apariencia religiosa este lenguaje no deja de ser político. Ciertamente, los temas teológicos tratados creemos que han quedado fuera del campo de comprensión de la gran mayoría, además de las frases largas y los énfasis puestos por el Papa, dificultaban aún más su asimilación. Tenemos la impresión que la gran mayoría del pueblo no experimentó una presencia iluminadora de su Pastor.

IV. Pensamos también que desgraciadamente han quedado ignorados en los discursos de Juan Pablo Segundo valores de la Revolución Sandinista como la opción histórica por los pobres, en particular los campesinos, los esfuerzos por resolver con espíritu de solidaridad los problemas inherentes a un nuevo modelo de desarrollo económico, los sacrificios para la defensa del pueblo, la campaña de alfabetización, el indudable deseo de superar los obstáculos para la realización de la paz, en una palabra, todo lo que en este momento constituye la principal riqueza moral de este pueblo. Esta omisión no ha dejado de provocar irritación y decepción en muchos nicaragüenses.

V. Confesamos que nos han sonado extrañas las advertencias del Santo Padre sobre la no creencia y la educación atea, cuando experimentamos una presencia de las motivaciones cristianas en el proceso revolucionario, y, por primera vez en la historia reciente de las revoluciones, la Revolución Sandinista ha proclamado el derecho a la libertad religiosa y la libertad de acción apostólica de las Iglesias. Igual sentimiento experimentamos por sus alusiones a una división en la Iglesia por razones teológicas, cuando las fricciones que se dan en la comunidad cristiana obedecen a opciones socio-políticas, y hay un esfuerzo constante por no quebrantar la unidad de fe de la Iglesia. Probablemente algunos cristianos comprometidos en el proceso revolucionario no hayamos siempre sabido salvaguardar la identidad completa de la fe en nuestros compromisos temporales, pero lamentamos que el Papa jamás se haya referido al uso descarado que de la fe hacen en Nicaragua los grupos opuestos a la Revolución. Las tensiones seguirán.

VI. No comprendemos cómo la lucha por la justicia y la opción por los pobres, que es el único ecumenismo que en Nicaragua practican los cristianos y precisamente aquellos que están insertos en el proceso revolucionario, puede ser "fuente de nuevos y peores rupturas".

VII. Sabemos que los hermanos que se encuentran lejos de Nicaragua se verán impedidos por los discursos de Su Santidad para descubrir los auténticos valores espirituales y éticos de la Revolución nicaragüense. Y ciertamente que sus enemigos los podrán usar para ratificar sus posiciones.

4 marzo 1983"

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