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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 27 | Septiembre 1983

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Guatemala

El golpe de Estado en Guatemala

El 8 de agosto, los comandantes de las 22 guarniciones militares de Guatemala relevaron de su cargo al Presidente de la República y Comandante Gral. del Ejército, Gral. Efraín Ríos Montt. En su lugar designaron al entonces Ministro de Defensa, General Oscar Mejía Víctores.

Equipo Envío

Numerosas especulaciones han surgido en estas primeras semanas sobre el futuro inmediato de Guatemala. Comenzamos con la presentación de algunas contradicciones internas que provocaron la caída de Ríos Montt para continuar después presentando ciertas contradicciones con el poder hegemónico de la Región, los Estados Unidos. Nuestra preocupación se centra en este artículo en plantear algunas hipótesis sobre las posibles consecuencias de este cambio en la dirección político-militar del país para la situación regional.

¿Qué significará el golpe guatemalteco para la región? ¿Una consolidación del Triángulo del Norte? O tal vez ¿La resurección de CONDECA?. ¿Significará este golpe un avance en el cerco contra Nicaragua y contra las fuerzas revolucionarias de la región? O ¿Buscará esencialmente torpedear la propuesta Pacificadora de Contadora? Interrogantes profundos que no pensamos responder más que muy parcialmente y que deberán ser analizados en el tiempo futuro. En momentos en que la Administración norteamericana a pesar de "retóricas negociadoras" se caracteriza por la consolidación gradual de las opciones militares para resolver los conflictos existentes, el golpe de Guatemala que no es ni fortuito ni casual. Surge como una manifestación más del "reajuste" que necesita Reagan para su política regional.

Comprender Guatemala

Guatemala es territorialmente el tercer país de la región (109.000 kilómetros cuadrados). Tiene la población más grande del área con 7.5 millones de habitantes. Hasta el principio de la década del 60, el sector dominante estuvo constituido por una oligarquía cafetalera apoyada, casi siempre, por los militares. Las excepciones fueron los gobiernos reformistas que aparecieron entre 1944 y 1954. Sin embargo no lograron mantenerse frente a los sectores tradicionales de agro-exportación (cafetaleros y compañías bananeras) apoyados por la CIA.

A partir de 1963 los militares ocuparon definitivamente el poder político del país, hasta la actualidad. Ningún sector de la burguesía logró ganar la hegemonía. Mas que en ningún país centroamericano (a excepción de la Nicaragua de Somoza) los militares aprovecharon este vacío de poder para enriquecerse usando para ello el aparato estatal y constituyendo hoy, finalmente, una de las fracciones más fuertes de la burguesía guatemalteca. Pero su organización y legitimidad políticas fueron bastante débiles, lo que explica, en parte, su vulnerabilidad frente a las ambiciones de sectores militares no suficientemente integrados en el proceso de enriquecimiento económico.

Hay tres elementos que nos permiten interpretar los regímenes políticos de los últimos años de Guatemala:

- Su tarea primordial es la "administración" de las contradicciones sociales marcadas entre los pocos ricos y la inmensa mayoría de pobres. Ya hace más de 20 años comenzaron a aparecer en Guatemala fuertes movimientos populares armados que hoy, más que nunca, amenazan a la clase dominante.

- Como decíamos antes, no hay una fracción hegemónica de la burguesía. Los militares, sirven, entonces para homogeneizar las fuerzas dispersas y llenar los vacíos de poder.

- Para estas dos tareas principales se necesita un aparato represivo fuerte y unido. Si no se logra unificar y canalizar las ambiciones de todos los sectores dentro de la institución, se abrirían espacios decisivos para las organizaciones populares. En una de sus primeras declaraciones de Mejía Víctores dijo: "Lo más importante para Guatemala es la unidad del ejército..."

Contradicciones internas: la "represión moralista"

Para los que conocen la política guatemalteca el golpe del 8 de agosto no fue ninguna sorpresa. Los únicos elementos que no estaban claros en las largas vísperas de este golpe eran el cuándo y el quién. Aunque esta última pregunta no significaba tanto una incógnita absoluta sino la elección entre una lista, ya preparada, de posibles sucesores.

El General Ríos Montt, convertido al cristianismo y líder de la Iglesia del Verbo (una rama de la secta ubicada en EUREKA, California) era aborrecido por el pueblo. La propaganda masiva del régimen en la que mostraba al ejército ayudando a los pobres con el telon del fondo de los colores azul y blanco de la bandera nacional no trascendía entre los sectores menos pudientes. Su lema "No robo, no miento, y no abuso" repetidos sistemáticamente en sus "homilías" contrastaba realmente con la ejecución de su política de Gobierno. Al final de su primer año en el poder, los récords rotos por el General eran muchos. Más de 100 organizaciones internacionales de Derechos Humanos habían condenado las brutales masacres contra la población campesina e indígena. Las cifras de sus víctimas oscilaban entre 5.000 y 15.000. Más de 1 millón de personas habían sido desplazadas de sus poblados en el interior del país y 70.000 refugiados habían cruzado la frontera hacia México o Honduras.

El Plan Victoria 82, iniciado para combatir a la guerrilla, no tuvo el éxito esperado. Ciertamente, los insurgentes fueron golpeados pero no directamente, sino en las comunidades en que encontraban su apoyo logístico. Ríos Montt no estableció diferencias entre la guerrilla y la población que la apoyaba y por esos, pueblos indígenas enteros fueon arrasados del mapa. Después de varios meses en los que se desarrolló una sistemática campaña de brutales masacres, anunció el 17 de octubre de 1982: "Ya la derrota militar -de la guerrilla- es un hecho". Afirmación para nada real. Debido a la influencia que el accionar guerrillero ha tenido en la economía guatemalteca, ciertos sectores de la burguesía criticaron a Ríos Montt pro no haber podido cumplir totalmente su programa de exterminio.

Pero la guerrilla no era el único problema para el régimen. El 5 de junio de 1983 el General Echeverría Vielman escribió una carta abierta al Presidente en la que sintetizaba una serie de contradicciones en aumento dentro del mismo ejército, y las quejas y reclamos de los sectores políticos, económicos y religiosos de Guatemala. Lo más significativo era el hecho de que se trataba de la primera carta escrita en los últimos 20 años por un alto militar criticando públicamente al gobierno.

Problemas en el Ejército

Hacia mediados de junio se produjo un intento de golpe gestado en las dependencias de la Fuerza Aérea y que fue desarticulado por Ríos Montt. Días después, el 28 de junio se concretó otra intentona golpista. Para contentar a sus oponentes militares Ríos Montt debió remover de sus puestos a los seis asesores jóvenes, militares de baja graduación que eran cuestionados por la alta oficialidad. Otros 50 militares fueron removidos de cargos en diversos ministerios. Este movimiento golpista que contaba con la simpatía de algunos empresarios y que retomaba las críticas de los grupos cristianos determinó concesiones extramilitares. Para contentar a los partidos políticos tradicionales, y a los nuevos -que surgieron después del 23 de marzo de 1983 durante la "apertura política"-, fijó la fecha para elegir los miembros de la Asamblea Constituyente para el 29 de julio de 1984 y anunció elecciones presidenciales para 1985.

Otra concesión de gran significado fue parcial: la imposición del IVA (Impuesto de Valor Agregado) fue pospuesta para el 1 de agosto. El IVA o Impuesto sobre las ventas, fue una condición que fijó el FMI para entregar un crédito de más de 125 millones de dólares en los próximos dos años. Un artículo aparecido en "The New York Times" del 9 de agosto señaló que el Gral. Mejía Víctores jugó un papel clave para frenar el golpe que se preveía. El artículo también especulaba que Mejía quería esperar hasta después del 1 de agosto para quedar totalmente libre de responsabilidad en la imposición del IVA.

Derechos Humanos y desafío religioso

En una acción que fue considerada como un claro desafío, 6 personas fueron fusiladas en Guatemala tres días antes que el Papa llegara a ese país como parte de su visita a Centroamérica (marzo 1983). Según la Oficina de Prensa del Vaticano el día antes de las ejecuciones, el Santo Padre envió una carta, de su puño y letra, al Presidente guatemalteco pidiéndole "clemencia o la conmutación de las sentencias".

Esta situación ejemplificaba palpablemente una de las contradicciones ideológicas que más desgastó al General Ríos Montt: su fanatismo religioso. En un país mayoritariamente católico, su exacerbada prédica y la expresión de su poder terrenal, al cual trataba de darle fundamentación teológico-religiosa, fue pesando duramente en numerosos sectores sociales de Guatemala, convirtiéndose en factor decisivo en el desgaste de su poder.

Como afirmábamos anteriormente, un sinnúmero de organizaciones de Derechos Humanos cuestionaron abiertamente las atrocidades del régimen militar guatemalteco. Entre otros, Amnistía Internacional y el Tribunal Permanente de los Pueblos condenaron las violaciones de los derechos esenciales de la persona humana.

Respondiendo en parte a esas presiones, el 26 de julio de 1983 Ríos Montt anunció que las ejecuciones sumarias terminarían pero que los Tribunales Especiales continuarían hasta que todos los casos de acusaciones contra "subversivos" fueran esclarecidos. La Comisión de Derechos Humanos de Guatemala estima que unas 400 personas están esperando sentencia de estos tribunales.

Las contradicciones internas en el ejército, expresión de proyectos de poder enfrentados; las tensiones en el plano económico con los mismos empresarios; el fanatismo a ultranza que viciaba el ambiente religioso y el desgaste de su figura en el plano internacional están en la base misma del golpe militar del 8 de agosto, momento en el cual el hasta entonces Ministro de Defensa se constituye en el hombre fuerte de Guatemala.

El golpe de Mejía Víctores

En la proclama del Estado Mayor del Ejército se mencionaban una serie de razones que justificaban el golpe al mismo tiempo que se enunciaban objetivos y actividades del futuro gobierno: El golpe se da porque:

- Un grupo pequeño y ambicioso ha planificado perpetuarse indefinidamente en el poder.

- Un grupo religioso fanático y agresivo está sacando provecho de sus posiciones privilegiadas. Usa y abusa del Gobierno para sus propios fines.

El gobierno busca:

- Erradicar la corrupción administrativa a todos los niveles.

- Preservar y fortificar la Unidad del Ejército, para mantener la jerarquía con el fin de contener a aquellos que buscan dividir y confundir la institución militar.

- Volver a la democracia constitucional.

- Erradicar por todos los medios posibles la subversión marxista que amenaza la libertad y la soberanía nacional.

- Aprobar nuevas fórmulas de gobierno que conduzcan al pueblo de Guatemala a caminos democráticos y nacionalistas permitiéndole así participar en un movimiento amplio de reformas.

Primeras definiciones del nuevo gobernante

Consultado sobre las futuras elecciones, Mejía Víctores declaró inicialmente que las fechas ya estaban determinadas, pero al día siguiente afirmó que podrían ser adelantadas. La Suprema Junta Electoral, recientemente inaugurada por Ríos Montt dijo en cambio que " es imposible" trasladar las fechas electorales a causa de "obstáculos legales y administrativos". Con respecto al IVA, en su primera conferencia de prensa anunció que "lo estudiaría".

Con respecto a otro punto conflictivo en Guatemala, el de la Reforma Agraria, Mejía Víctores dijo: "El gobierno no cree conveniente estar haciendo reformas agrarias". Esta afirmación venía a salir al cruce de una polémica desatada casi por casualidad en Guatemala en el mes de julio, a raíz de declaraciones de un líder del Partido Social Demócrata alemán que visitaba Guatemala y que mencionó en una rueda de prensa la existencia de un anteproyecto de una Ley de Reforma Agraria. Inmediatamente el Ministro de Agricultura aclaró que no se trataba de una Ley de Reforma Agraria sino de una ley "para dinamizar la agricultura" y se apresuró a agregar que en la Ley no habrían cláusulas sobre expropiaciones.

El temor a una Reforma Agraria por parte de la burguesía es evidente. El 2% de los propietarios de tierras en Guatemala ocupan 2/3 de la tierra cultivable. Este sector, compuesto tanto por militares como civiles, constituye una importante fuerza política. En enero de este año recibieron una garantía de crédito de parte de los Estados Unidos por 37.6 millones de dólares. Además es el único sector públicamente favorecido por el nuevo paquete del IVA, porque los impuestos de agroexportación paulatinamente serán recortados hasta ser eliminados totalmente en 1985.

Sin embargo otros sectores de la clase dominante creen conveniente modificaciones en el agro. El 16 de agosto, según informa "Prensa Libre" el Ministro de Agricultura, Leopoldo Sandoval Villeda, afirmó que hay que realizar reformas o "enfrentar una revolución agraria". El 27 de agosto, luego de analizar el anteproyecto de Desarrollo Empresarial agrario, Mejía Víctores afirmó: "No vamos a realizar ningún tipo de Reforma Agraria. Si algunos sectores utilizan la presión, no aceptaré la presión". Hasta el momento, la única "concesión" realizada por Mejía Víctores ha sido la de abolir los Tribunales de Fuero Especial, si bien aún no está claro qué sucederá con aquellos que esperaban la sentencia de esas instancias.

Los Estados Unidos en el golpe

Los funcionarios norteamericanos en la región prácticamente no se preocuparon de esconder su responsabilidad en el golpe. El sábado que precedió al golpe, Mejía Víctores se entrevistó se entrevisto en Tegucigalpa con el Presidente hondureño, Suazo Córdoba, y con los Ministros de Defensa de Honduras y El Salvador, Gustavo Alvarez y Eugenio Vides Casanova respectivamente. En este encuentro estuvo presente Frederick Woerner, segundo responsable del Comando Sur en Panamá.

Durante su estancia en Honduras, Mejía Víctores se encontró también con Paul Gorman, Comandante en jefe del Comando Sur. El mismo día del golpe, el 8 de agosto, el Embajador norteamericano en Guatemala, Frederick Chapin, invitó a Ríos Montt para que visitara el Ranger. Estaba ya en camino al aeropuerto cuando se le comunicó la decisión del Estado Mayor de "relevarlo de sus funciones". En el Palacio Nacional, la misma mañana del golpe, el mayor norteamericano W. Mercado fue captado por las cámaras de televisión con su walkie-talkie en la mano. Distintos medios periodísticos informaron que estuvo varias horas dentro del Palacio sin precisarse sus funciones.

Un vocero del Departamento de Estado declaró que consideraba "ridículo" que se interpretara el encuentro de Mejía en Tegucigalpa como una sesión de planificación del golpe. Afirmó también que la presencia del Mayor Mercado en el Palacio era "rutinaria" y que los Estados Unidos "no tuvieron conocimiento previo del golpe". Pero si no aceptamos la hipótesis de que todos los datos mencionados son una extraña coincidencia, habría entonces que explicar los motivos de la Administración Norteamericana para apoyarlo. Sólo el futuro aclarará el presente; es decir, se deben seguir evaluando los cambios en las relaciones de Guatemala con los EEUU y con los demás países de la región para entender los objetivos norteamericanos en el golpe.

Es bastante objetivo que seguir apoyando a Ríos Montt en el poder le presentaba obstáculos a cualquier estrategia norteamericana que pretendiera fortalecer tanto la capacidad del ejército guatemalteco para enfrentar la guerrilla como el papel de Guatemala en los planes regionales de la Administración. La mayor unificación de las fuerzas armadas, clave en la estrategia norteamericana, fue dificultada por los "oficiales jóvenes". Efecto que parece haberse disminuido por el momento. Además el General Ríos Montt se mostró renuente frente a la estrategia regional de los Estados Unidos. En abril de 1983 en unos de sus sermones dominicales, afirmó que recibir ayuda norteamericana significaría que Guatemala estuviera cada vez más involucrada en el conflicto regional. Por eso su respuesta fue: "No necesitamos esta ayuda". Recientemente en una conferencia de prensa -5 de agosto- de la que informó "The New York Times", Ríos Montt había precisado aún más su postura: "Los EEUU y la URRS quieren posiciones geográficas, posiciones estratégicas, posiciones de combate... a nosotros no nos quieren ayudar".

El papel del régimen de Ríos Montt en Centroamérica tampoco fue del todo claro. Guatemala participó en las reuniones con El Salvador, Honduras y Costa Rica en las que se trató de homogeneizar una posición anti-Nicaragua, previo a las reuniones del Grupo Contadora. Pero faltó siempre un apoyo público de Guatemala a la política norteamericana en el área. Posiblemente, esto se debió a que Guatemala tiene mucho que perder con la agudización de las tensiones regionales. El porcentaje de las exportaciones totales de Guatemala destinadas al Mercado Común Centroamericano es el más alto de todos los países de la región. El valor de estas exportaciones cayó en un 30% entre 1980 y 1982, reflejo de la crisis económica regional así como de la situación político-militar. Sin embargo es significativo que en su intercambio regional, Guatemala gozó de un superávit de 100 millones de dólares, mientras que en su intercambio con el resto de países del mundo se registró un déficit de 190 millones.

Este elemento económico, a nuestro entender, contrapesó en cierta manera, el disgusto ideológico que sentía el régimen guatemalteco hacia Nicaragua. Las necesidades de reconstrucción en Nicaragua así como la debilidad de su sector industrial implicó un fuerte aumento de las exportaciones guatemaltecas hacia Nicaragua. Estas, según las últimas cifras, se habían duplicado en el período 1978-1980.

Pero es posible que el obstáculo más grande que presentó el Gobierno de Ríos Montt a la estrategia norteamericana fue su imagen internacional en lo referente a los derechos humanos. Ni los ataques del Departamento de Estado a aquellos que criticaban las violaciones de los derechos humanos en Guatemala, pudieron silenciar a las organizaciones internacionales.

La ayuda militar oficial de los Estados Unidos a Guatemala fue cortada cuando el régimen de Laugerud García en 1977 anunció que no aceptaría ninguna ayuda condicionada al mejoramiento de los derechos humanos. A pesar de esto, una parte del material militar continuó llegando a través de variados métodos. Por ejemplo el Ministerio de Comercio de EEUU clasificó como no-militares a ciertos artículos (por ejemplo: jeeps y helicópteros) que hasta entonces eran considerados de uso militar. La determinación de la Administración Reagan de reasumir la ayuda militar a Guatemala ha chocado con la resistencia del Congreso desde 1981, logrando, sin embargo, victorias parciales como la aprobación del Congreso de 6.3 millones de ayuda militar en enero del 83.

Si el nuevo régimen guatemalteco puede mostrar una imagen más aceptable al Congreso norteamericano es posible que se obtuviera una ayuda militar que permitiera a Guatemala jugar un rol más clave en la región. Esto no debe considerarse imposible. El vocero del Departamento de Estado John Hughes, lanzó la campaña tratando de crear una nueva imagen del régimen guatemalteco al afirmar: "entendemos que el Gral. Mejía se ha comprometido a continuar el proceso de democratización y el pluralismo". De todas maneras esto se relativiza conociendo la historia de Guatemala. Hace sólo un año Thomas Enders opinó que el golpe de marzo de 1982 había "instalado un nuevo dirigente que ha mejorado la situación de los derechos humanos y ha abierto el camino para un esfuerzo contrainsurgente más eficaz".

El papel regional de Guatemala: ¿la resurrección del CONDECA?

En las primeras semanas posteriores al golpe, se han notado algunos indicios que muestran que muy posiblemente Guatemala aceptara un papel militar más activo en la región. El 17 de agosto, 9 días después del golpe, el Ministro de Defensa Pública de Honduras, Amílcar Castillo Suazo, afirmó que Honduras "tiene interés" en reactivar el CONDECA.

Consejo de Defensa Centroamericano - CONDECA

-Surgió como parte de la reacción de EEUU ante la Revolución Cubana.

-Se creó en 1964 junto con el Mercado Común Centroamericano.

-Constituido por El Salvador + Guatemala + Honduras + Nicaragua. Estados Unidos tenía estatuto de miembro a través de su Comando Sur de Panamá.

-Pretendió coordinar la estrategia regional contra la insurgencia. Realizó varias operaciones como la Aguila VI en 1976 -con asesores survietnamitas-.

-Su papel se debilita por la guerra El Salvador-Honduras ya que uno de sus objetivos era evitar conflictos entre sus miembros. Honduras se retiró del CONDECA luego de la guerra.

-Somoza, en el 79, antes de irse a Miami pidió apoyo al CONDECA. Pero El Salvador-Honduras y Guatemala que habían votado en su contra en al OEA, niegan su apoyo. La caída de Somoza significó la "muerte" por 4 años del CONDECA.

Castillo Suazo agregó que "la situación política dada en Guatemala -por el golpe- facilitaría en alguna forma una nueva vida para el CONDECA, aunque Guatemala no se ha pronunciado todavía sobre el asunto". Dos días después, el Ministro de Defensa salvadoreño, Gral. Vides Casanova, expresó el apoyo de su gobierno a la propuesta hondureña. Cerrando el círculo de declaraciones, el 30 de agosto el Jefe del Estado Mayor del ejército de Guatemala, Héctor López Fuentes, manifestó "la necesidad" de hacer funcionar el CONDECA.

Otros elementos del involucramiento militar más activo de Guatemala incluyen la invitación norteamericana a enviar soldados al CREMS de Puerto Castilla (envío Número 26), así como el pedido oficial de Guatemala para la reanudación de ventas de armas. El embajador Chapin manifestó que Estados Unidos estaría dispuesto con la sola condición de que Guatemala pague en dólares.

Hay, por otra parte, informes -negados por los gobiernos de Guatemala y EEUU- en el sentido de que Guatemala y El Salvador iniciarán intercambios militares. Según el "New York Times" del 15 de agosto, Guatemala entrenará soldados salvadoreños mientras que El Salvador suministrará armas y municiones norteamericanas de su arsenal. Por otra parte se ha comprobado en fuentes allegadas a la Embajada norteamericana en Tegucigalpa, vuelos casi diarios de aviones US C-130 que salen de Honduras hacia Guatemala. Estos vuelos que comenzaron después del golpe, indican la posibilidad de un traslado militar.

¿Guatemala contra Contadora y Nicaragua?
¿La pérdida de la relativa neutralidad de Contadora?

En su primera rueda de prensa, el General Mejía calificó al Gobierno nicaragüense como "amenaza no sólo para Guatemala, sino para todo el continente americano". Afirmó además que "Guatemala apoya la política de EEUU respecto a Nicaragua, ya que parece la más indicada". En relación a CONTADORA dijo: "No tiene nada que ver con Centroamérica". Estas declaraciones originaron evaluaciones críticas de ciertos funcionarios del régimen anterior. Uno de ellos declaró a la agencia ACAN-EFE que "Guatemala había perdido la relativa neutralidad" que había tenido respecto al conflicto centroamericano y que los EEUU habían cerrado "el cerco a Nicaragua" con la actitud de los nuevos gobernantes guatemaltecos.

Según opinión de funcionarios de su gobierno, es posible que Mejía se haya apresurado demasiado a romper, tan rápidamente, esa "neutralidad". Esta actitud vacilante y contradictoria queda también reflejada durante la gira relámpago del nuevo canciller de Guatemala, Fernando Andrade Díaz-Durán quien al llegar a Nicaragua insinuó que Mejía podría haber sido tergiversado eran sus declaraciones. Enfatizó el canciller que su Gobierno "tiene mucho interés en los esfuerzos del Grupo de Contadora", pero manifestó también el deseo de su Gobierno de "ser un aliado cercano de los Estados Unidos".

Teniendo en cuenta estas vacilaciones se podría especular con que el nuevo régimen tendrá una postura diplomática más activa en contra Nicaragua, pero que esta postura se irá impulsando paulatinamente para no provocar la oposición de ciertos sectores empresariales que tienen interés en el mantenimiento de las buenas relaciones económicas con Nicaragua.

Algunas reflexiones e interrogantes finales

La administración norteamericana llevó adelante en los últimos meses una readecuación de su política hacia Centroamérica. El golpe de Guatemala, sin duda, fue el hecho "institucional" más importante. Es de esperar un alineamiento más estricto de Guatemala con la política regional de la Administración en sus dos líneas: en lo militar, consolidando la propuesta de unidad de ejércitos contra el comunismo; en lo político-diplomático en la neutralización de la propuesta CONTADORA para aumentar el cerco hacia Nicaragua.

La resurrección del CONDECA puede tener una importancia estratégica para la región. Si bien la historia lo fue debilitando (desde el 64 hasta el 79) también es cierto que el "enemigo" era más "débil que ahora". El proceso nicaragüense y los movimientos populares centroamericanos pueden justificar plenamente la consolidación del CONDECA. La concepción Este-Oeste de la política norteamericana -y sus aliados regionales- es un sólido estímulo para defender la "cuarta frontera del avance soviético".

La idiosincracia política y personal de Ríos Montt fue tolerada en Washington con la esperanza que éste pudiera terminar con el movimiento revolucionario guatemalteco. Pero su fracaso a este nivel y su "desinterés" hacia la política regional norteamericana crearon un obstáculo para los planes estadounidenses que necesitaban realmente conocer a "sus amigos" en la región. Pero si Ríos Montt fracasó, debemos recordar que fue Mejía corresponsable del plan que debía llevar a cabo -especialmente el aniquilamiento del movimiento revolucionario-. Es posible que de no ser más efectivo desde la presidencia, Mejía, siga no dentro de mucho el mismo camino de Ríos Montt.

Será importante analizar en meses venideros no sólo los acontecimientos internos de Guatemala sino también su política con respecto a Contadora y CONDECA y el papel militar regional que pueda, eventualmente, ir asumiendo el nuevo régimen guatemalteco.

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