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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 372 | Marzo 2013

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Nicaragua

“Vivir bonito”: ¿una “revolución cultural”?

Una serie de iniciativas -propuesta ideológica, estrategia educativa, texto legal- “bajadas” desde arriba abren nuevos interrogantes sobre el proyecto del gobierno y sobre el nada fácil momento por el que atraviesa, tras la muerte del Presidente de Venezuela Hugo Chávez.

Equipo Envío

¿Qué es, qué significa, el ambicioso y abarcador nuevo paso que ha dado el gobierno? ¿Es una revolución cultural, insertada en la que se llama oficialmente “la segunda etapa de la revolución”? ¿Qué es esto, qué significa? ¿La tácita admisión de un fracaso ideológico frente a una militancia carente de principios? ¿Qué es? ¿Una “copia” adaptada del “vivir bien” de los Socialismos del Siglo 21 de Ecuador y Bolivia? ¿O es sólo una versión chapiolla del famoso libro rojo de Mao? ¿Qué significa esto?

“LO QUE ESTO SIGNIFICA…”

El 23 de enero la Secretaria de Comunicación y Ciudadanía Rosario Murillo puso a circular la que llamó “estrategia nacional” con 14 puntos para “vivir limpio, vivir sano, vivir bonito, vivir bien”. Fue éste el arranque de una campaña que aparece como alta prioridad del gobierno. En sólo un par de semanas, el gobierno imprimió medio millón de ejemplares de la estrategia, a la que pronto comenzó a llamar “guía básica”. Tiene 20 páginas.

En el extenso prólogo de la guía, la propia Murillo nos explica lo que esto significa. He aquí unos párrafos del prólogo: “Nos invitamos, nos convocamos, a trabajar junt@s, a aprender junt@s, nicaragüenses de todas las generaciones, para transformar nuestra Cultura de la Vida Cotidiana, poniendo los énfasis indispensables en la coherencia entre lo que somos, lo que pensamos, y lo que hacemos…Vivir Limpio, Vivir Sano, Vivir Bonito, Vivir Bien...! Significa para cada un@ de nosotr@s, emprender junt@s una serie de Acciones simples, sencillas, diarias, que vayan incorporándonos a una Conciencia de Responsabilidad Compartida y Complementaria sobre el País que soñamos... Porque debemos promover que las personas sepamos encontrar la Felicidad en los Valores, en los lazos afectivos, en la Cultura, el Espíritu, la Ciencia y los Bienes Materiales compartidos, como mandata toda Filosofía Humanista, Idealista, Ética y Evolucionaria. Como manda¬tan, además, nuestras Creencias y Querencias...”

14 AMBICIOSOS
PUNTOS ABARCADORES

Este prólogo sirve de pórtico a los 14 puntos que abarcará la estrategia. Resultan ambiciosos. La guía convoca desde a hacer algo tan ecoló-gico y pequeño como “Sembremos árboles, plantas, huertos, hierbas de cocina y medicinales en todos los espacios urbanos, suburbanos y de vivienda rural”, hasta cumplir con algo tan enorme y subjetivo como “Contribuyamos a promover Personas y Comunidades comprometidas en valores, que nos cuidemos todo el tiempo física y espiritualmente”, pasando por consideraciones tan extrañas como ésta: “Los Excesos y Vicios nos roban el Presente y Futuro de miles de nicaragüenses, y nos toca unir esfuerzos para prevenir y atender esa peste de la llamada “Modernidad””.

Particularmente llamativo es el punto 11 de la guía, en el que, a la par de la convocatoria a ahorrar agua, se lee: “Promovamos una Cultura de Vida Sencilla y sin derroche u ostentación, que lastime, excluya o limite a otr@s Herman@s Ciudadan@s”. Tal vez se convoca aquí a los 180 ultra-ricos que, según el Informe Mundial de Ultra Riqueza 2011-2012, elaborado por la empresa Wealth-X, existen hoy en Nicaragua. Para entrar en esa categoría esas personas deben poseer, por lo menos, fortunas personales de al menos 30 millones de dólares cada una.

“VIVIR LIMPIO”:
UN CLAMOR NACIONAL

Sin que la mayoría de la población conociera en su totalidad los contenidos de la estrategia-guía, lo que inicialmente empezó a difundirse con fuerza e insistencia por los medios oficiales y no oficiales fue que se trataba de una campaña de limpieza de calles, cauces y vertederos de basura, aunque es de notar que la palabra “basura” no aparece en la guía ni una sola vez. Muy pronto, de los cuatro títulos de la guía el que más rápidamente “pegó” fue “vivir bonito”, haciendo equivalente lo bonito a lo limpio.

Vivir limpio es un clamor nacional. La incultura colectiva ha hecho de Managua y de muchas de nuestras ciudades lamentables ejemplos de suciedad generalizada. En predios urbanos de barrios ricos o pobres, a lo largo de nuestras carreteras, en cualquier lugar puede surgir un vertedero de basura, en el que se amontonan envases de cartón, bolsas de plástico, restos de comida, cualquier desecho imaginable. “Somos cochinos”, se afirma sin pudor, abarcándonos a todos.

En este contexto, no hubo quien no aplaudiera una estrategia nacional de limpieza, uno solo de los aspectos, el más visible y plausible, de toda la estrategia.

LA ESTRATEGIA
LLEGA A LAS ESCUELAS

La guía básica apareció casi a la par del inicio del curso escolar 2013. Como una novedad, este año el Ministerio de Educación arrancó las clases en todas las escuelas públicas y privadas del país con una estrategia oficial para todo el sistema educativo del país, desde preescolar hasta la educación de adultos, cuyo título es “Gran Campaña Nacional de Cariño en la Convivencia Cotidiana de las Familias Nicaragüenses”.

El nuevo proyecto incluye un instructivo para el desarrollo de la campaña, un manual para uso de los docentes, una metodología para que las autoridades capaciten a los docentes y una estrategia para la implementación de la campaña desde las aulas de clase. Este texto, más extenso, tiene 58 páginas. Está vinculado a la guía básica cuya difusión -así se ha ordenado- debe iniciar “desde las aulas”.

Durante el curso escolar, los más de 50 mil maestros y maestras del país tendrán un encuentro mensual para evaluar cómo se desarrolla la campaña. Antes de iniciar el curso, el 1 de febrero, docentes de todo el país tuvieron que reunirse para escuchar el mensaje de Murillo, que en una videoconferencia les explicó “los tres capítulos vitales” de “la evolución cultural” que deben enseñarse en todas las escuelas obligatoriamente: la autoestima, la estima y la estética.

El 1 de marzo, el Ministerio de Educación anunció a maestras y maestros otro paso de la estrategia: encuentros semanales los sábados en los llamados Talleres de Formación Continua y en Valores. Se les dio a conocer que quienes asistan a esos talleres obtendrán nada menos que un posgrado en “Valores”.

“EL ÚNICO PAÍS CRISTIANO”

En los textos, en los mensajes diarios de Murillo y en los mensajes de los funcionarios se ha ido dejando claro que la formación se hará en “valores cristianos, ideales socialistas y prácticas solidarias”´. Se olvida que el artículo 124 de la Constitución de la República establece que “la educación en Nicaragua es laica”. Se olvida también que el Cristianismo es un movimiento religioso que tiene más de dos mil años y que, por lo tanto, ha tenido diversas interpretaciones a lo largo de tan larga y compleja historia.

A pesar de esta importante limitación legal y a pesar de estos evidentes aspectos culturales, Murillo afirmó en su diaria alocución del 27 de febrero el “mucho orgullo” que sentía de que Nicaragua sea “el único país del mundo que se declara cristiano”.

A la estrategia educativa se han ido sumando otras voces pro-gubernamentales. El 1de marzo, el Frente Nacional de los Trabajadores, integrado por diez organizaciones sindicales y gremiales afines al gobierno, emitió una proclama en la que dice: “Estas capacitaciones son imprescindibles para la formación de tod@s nuestr@s maestr@s y estudiantes y para llevar adelante el proceso de Transformación Social, Política y Cultural en la construcción de la Nicaragua Cristiana, Socialista y Solidaria”.

UNA TAREA DEL MAGISTERIO

A maestras y maestros se les ha encomendado el desarrollo de esta “evolución cultural”. En los textos que se les han entregado se les dice, entre otras cosas: “Un maestro o maestra que tiene aprecio de su persona, de su familia, su trabajo, cuida de sí mismo: sus hábitos alimenticios, de higiene, de salud, de cómo se arregla, disfruta lo que hace, se siente orgulloso y este sentimiento lo transmite en su manera de hablar, de conducirse con los otros y en particular para sus estudiantes, para quienes es un modelo a seguir”.

Hay algo de exótico en esta descripción con la que se convoca al magisterio nacional a hacerse cargo de la estrategia. Una maestra de primaria de escuelas públicas gana mensualmente en Nicaragua un salario básico de 3,800 córdobas (unos 150 dólares) y un profesor de secundaria un básico de 4,200 córdobas (unos 200 dólares). A ambos el gobierno les entrega mensualmente, con fondos venezolanos y desde hace tres años, un “bono solidario” de 750 córdobas (unos 30 dólares), ajuste monetario que tienen que ir a recoger cada mes porque no pasa por el presupuesto.

El magisterio nicaragüense es el peor pagado de toda Centroamérica. En Honduras, país con problemas similares al nuestro, una maestra de primaria gana el equivalente a 500 dólares y en secundaria el equivalente a 580 dólares.

Todos sabemos la importancia de la educación para superar la pobreza. Según datos del BCIE, Nicaragua es el país centroamericano con menor inversión en educación pública en relación al PIB: sólo el 2.85%. Costa Rica es el que más invierte: 6.40%. Le sigue Honduras con el 5.40%.

LA DISCUSIÓN
DEL CÓDIGO DE LA FAMILIA

Además de la guía, de la estrategia, de los talleres para los docentes del sistema educativo, hubo algo más, de mayor trascendencia. Desde abril del año 2012 comenzaron a discutirse y a aprobarse en la Asamblea Nacional, jueves a jueves, semanalmente, los más de 640 artículos del nuevo Código de la Familia.

El objetivo es fusionar en una legislación de mayor nivel las varias leyes dispersas que sobre el tema de la familia existían ya: la ley de adopción, la ley que norma las uniones de hecho, la ley de alimentos, la ley tutelar de menores…Según expertos, un adecuado debate y elaboración de un Código así, sobre un tema tan crucial, sellaría uno de los esfuerzos más importantes de la historia jurídica nacional.

La tarea de unificar todas las leyes referidas a la familia en un solo Código inició en el año 1994. Se realizaron algunos esfuerzos en 2004 y 2008. En 2010 la bancada de diputados del FSLN retomó el proyecto que se había ido elaborando con los años. Por la importancia de las temáticas que abarca este Código ha llamado la atención la aceleración del proceso, las modificaciones sin dar explicaciones y sin debatirlas introducidas en el texto original, y la escasa consulta con organizaciones ciudadanas que han trabajado durante años con las leyes dispersas relativas a la familia.

Llama también la atención el vacío que sobre derechos sexuales y derechos reproductivos hay en el Código, siendo estos derechos uno de los asuntos más importantes en cualquier familia.

“Llama poderosamente la atención -dice la jurista Azahalea Solís- que en todo el Código no aparezca siquiera ni la palabra “libertad” ni la palabra “migración”, siendo así que en un Código de Familia lo que se dirime y establece es cuánta libertad y cuánta privacidad queremos las personas y las familias frente al Estado y siendo la migración una de las realidades que hoy están afectando más a las familias nicaragüenses”. (Ver el análisis de María Teresa Blandón sobre el Código de la Familia en Envío de junio de 2012).

LA ESTRATEGIA
LLEGA A LAS FAMILIAS

En febrero, Rosario Murillo envió a la Asamblea Nacional una moción con la propuesta de que se incluyera en el Código de la Familia un nuevo capítulo con nuevos artículos para dar legalidad a los Gabinetes de la Familia, la Comunidad y la Vida, otra creación de su cosecha. Lo extemporáneo de la propuesta y los contenidos de los artículos generaron intensas discusiones en el Parlamento y en los medios de comunicación. Pero con la mayoría absoluta de diputados con la que cuenta hoy el FSLN el texto enviado desde el Ejecutivo fue aprobado sin modificación y los Gabinetes fueron insertados en el Código el 21 de febrero.

Los Gabinetes son definidos así: “Los Gabinetes de la Familia, la Comunidad y la Vida, se organizan con personas, mujeres, hombres, jóvenes, adultos mayores, que viven en una comunidad, para reflexionar y trabajar juntos, promoviendo los valores y unidad familiar, autoestima y estima, responsabilidad, derechos y deberes, comunicación, convivencia, entendimiento y espíritu de comunidad a fin de lograr coherencia entre lo que se es, lo que se piensa y lo que se hace. Los Gabinetes de la Familia, la Comunidad y la Vida, se inspiran en valores cristianos, ideales socialistas y prácticas solidarias”.

PARTIDARIO, INCONSTITUCIONAL

No cuesta descubrir la interrelación que existe entre la guía, la estrategia, los talleres, las capacitaciones… y ahora la ley. Tampoco cuesta descubrir que se trata de un proyecto partidario, ya que el partido de gobierno se define en discursos, vallas, mantas, afiches, calcomanías, camisetas y folletos como el ejecutor de un gobierno “cristiano, socialista y solidario” y define así a Nicaragua, al país entero, obviando la pluralidad de la sociedad y la pluralidad de las interpretaciones que existen sobre lo que es Cristianismo, Socialismo y Solidaridad.

Cuando concluya en la Asamblea Nacional la aprobación de todo el Código de la Familia los diputados de oposición anunciaron que recurrirán de inconstitucionalidad por las violaciones a la Constitución que la propuesta contiene. En primer lugar, porque en Nicaragua el Estado no es cristiano. Es laico desde 1893, desde la Revolución Liberal del General Zelaya. Desde entonces y hasta la actual Constitución de 1987 quedó establecido en el artículo 14 que en Nicaragua “el Estado no tiene religión oficial”. En segundo lugar, porque la Constitución Nacional no define a Nicaragua como “cristiana, socialista y solidaria”. En su artículo 7 afirma que “Nicaragua es una república democrática, participativa y representativa”. Nada más.

UNA AYUDA MEMORIA

Murillo, artífice de este conjunto de piezas ideológicas, guía básica -estrategia educativa - propuesta magiste-rial- ley de la República, fue quien dejó claro el 6 de febrero que los hasta ahora llamados Gabinetes del Poder Ciudadano (GPC) “son ahora los Gabinetes de la Familia”. Y ya sabíamos que los GPC estaban integrados por los Consejos del Poder Ciudadano (CPC), lo que permite deducir que los Gabinetes de la Familia son el nuevo nombre de los CPC.

Es necesaria una ayuda memoria. El mismo día de su toma de posesión (10 enero 2007) Ortega creó cuatro nuevos Consejos Nacionales, uno de ellos el Consejo de Comunicación y Ciudadanía, y colocó al frente a su esposa, Rosario Murillo. La misión que se adjudicó y priorizó desde entonces Murillo fue reestructurar el tendido orgánico de los militantes de base del FSLN, a esas alturas reducido a una estructura política muy desgastada, organizada exclusivamente para las elecciones, sin otros contenidos de trabajo.

Con ese objetivo nacieron ese mes de enero unos nuevos “Consejos”, que, pasando por encima de toda la legislación existente, se dedicarían a promover la participación ciudadana. La mayoría parlamentaria, entonces de oposición, logró que a los Consejos no se le asignaran ni funciones estatales ni la administración de programas gubernamentales ni recibieran recursos del presupuesto nacional. En julio de aquel año 2007 ya se llamaban Consejos del Poder Ciudadano.

ANTECEDENTES
DE LOS GABINETES

Después de intensas batallas legales, los CPC fueron instalados públicamente en noviembre de 2007. Para darles estatus legal Ortega los insertó en el CONPES (Consejo Nacional de Planificación Económica y Social) -máxima instancia constitucional de consulta del gobierno con la sociedad civil, organizada desde 2001 por presiones de la pujante y vital sociedad civil de aquellos años- y nombró a Murillo al frente del CONPES. Pero el CONPES dejó de sesionar y de existir muy pronto, mientras los CPC siguieron existiendo como organizaciones semiparaestatales y plenamente partidarias. El FSLN comenzó a ser recompuesto a través de los CPC, organizados directamente por Murillo y dirigidos a través de los secretarios políticos del FSLN en cada territorio.

Durante años las encuestas demostraban que la participación en los CPC de los antiguos militantes y los nuevos simpatizantes del FSLN era minoritaria numéricamente y que en muchos de ellos el comportamiento era sectario, contradiciendo al gobierno “de reconciliación y unidad nacional” en el que habían nacido.

Actuando desde el inicio como correas de transmisión del poder central, crecieron en torno a los recursos y al poder que representaba repartir las ayudas sociales que financiaba la cooperación venezolana y encargarse de entregar avales políticos a quienes solicitaban cualquier cosa en cualquier institución estatal: un empleo, una beca, una licencia, una prórroga, un carnet, una cédula de identidad, una medicina... En varias comunidades sus actuaciones fueron percibidas negativamente por la población provocando descontento político y también un descontento emocional.

EL FINAL
DE UN PROCESO DE AÑOS

Cinco años después de la primera batalla legislativa de enero 2007 para insertar en el Estado a los CPC, en abril de 2012 Ortega reformó sin problemas, ya con mayoría parlamentaria, la Ley de Municipios, aumentando los concejales propietarios y suplentes en las alcaldías de 1,178 a 6,534, insertando por fin en la institucionalidad estatal, en el nivel local, el diseño de los CPC, las correas de transmisión del poder central. Ésa es la función que ya están desempeñando los actuales concejales del FSLN, que son mayoría en la mayoría de los municipios, como consecuencia del fraude en las elecciones de noviembre de 2012.

Como Gabinetes de la Familia, los CPC se llamarán de otra forma, menos polémica y desgastada, y se insertarán más adentro aún: en la vida de las comunidades y de las familias.

Esa inserción, leída en el contexto en el que surge, acompañada de la estrategia mayor del “vivir bonito”, promoviendo “valores cristianos, ideales socialistas y prácticas solidarias” ha sido percibida por diversas voces sociales, políticas y religiosas como una injerencia preocupante en la vida privada de las familias, como un riesgo para el respeto a los derechos individuales, como un mecanismo de control social, y como una más de las expresiones del Estado-partido de gobierno, ya que todas las instituciones estatales trabajarán “articuladamente” con los Gabinetes. “Serán como el Estado trabajando al nivel más chiquito”: así los define la diputada del MRS Edipcia Dubón.

Y aunque los diputados que votaron a favor de los Gabinetes los defienden afirmando que integrarse a los Gabinetes para trabajar con ellos y desde ellos será voluntario, hay que recordar que igual se dijo de los CPC desde que nacieron y los años demostraron el poder y el control que el Ejecutivo les entregó.

EN BUSCA DE LEGITIMIDAD

Esta estrategia hábilmente elaborada -se mezcla un objetivo importante y deseable que compartimos como individuos y como sociedad como el de “vivir limpio” o el de que se promuevan “valores”, con muchos otros objetivos cuestionables, entre otras razones porque se intenta estandarizar la subjetividad personal-, hay que inscribirla en la nueva etapa en la que estaría entrando ya el gobierno de Ortega a causa de los efectos que pudiera tener en Nicaragua la era post-Chávez.

Ante la posibilidad de contar con menos apoyo de Venezuela, Ortega comenzó el año dando señales de procurarse ciertos niveles de legitimación. La inconstitucionalidad de su candidatura y su frecuente irrespeto a las leyes no le convienen ni le ayudan en momentos en los que su principal respaldo internacional puede debilitarse.

“NUNCA ES TARDE”

Ortega sorprendió el 6 de febrero, cuando, con nada menos que más de seis años de retraso sobre lo que establece la ley, envió a la Asamblea Nacional para su ratificación los nombramientos que desde 2007 había hecho de un centenar de personas, entre ministros, viceministros, directores de entes autónomos y embajadores. Tenía que haberlo hecho en 15 días a partir de su nombramiento y lo hizo hasta ahora.

“Nunca es tarde para rectificar”, dijeron algunos de sus diputados justificándolo. Y los diputados del PLI que se están aproximando a Ortega en busca de algún acuerdo, aplaudieron la medida, tal como declaró con pomposa retórica la diputada María Eugenia Sequeira, una de las diputadas más cercanas a Eduardo Montealegre: “Hoy -dijo- empezamos una nueva etapa para la Nicaragua que queremos todos, una etapa donde debe brillar la democracia y la libertad”.

EL PACTO QUE VIENE

Otro paso “legitimador” será solucionar la permanencia “de facto” en importantes puestos de más de 60 altos funcionarios con cargos vencidos. Ya iniciaron los operadores políticos del Presidente Ortega encuentros y pláticas con políticos del PLI para negociar con ellos algunos de esos cargos y para que antes de mitad del año este amplio grupo de funcionarios entren en la legalidad con su ratificación o su elección con los votos de la Asamblea Nacional. Matemáticamente, Ortega no necesita de los votos del PLI, políticamente sí: ese pacto, repartiéndoles cargos, le dará legitimidad.

PARA CUANDO
FALTEN RECURSOS

De igual forma, ante la eventualidad de contar con menos recursos del sucesor de Chávez, la estrategia de trasladar al magisterio, a los nuevos Gabinetes -que son los CPC remozados-, a la comunidad, a las familias, responsabilidades de todo tamaño puede buscar des-responsabilizar al gobierno para cuando disponga de menos para responder a más problemas sociales. Sería entonces la falta de compromiso y de actitud positiva de la gente la causa de que esos problemas no se resuelvan, la razón de que no vivamos ni sano ni bien ni limpio ni bonito.

Y es que en los imperativos, vocativos, apelaciones y convocaciones de la estrategia en sus distintas expresiones se pone el énfasis en un cambio de actitud de las personas, familias, comunidades y maestros como fórmula para resolver los problemas nacionales.

Se apela, por ejemplo a “trabajar integralmente, junto a la Policía Nacional, el Ministerio y los Gabinetes de la Familia, los Sacerdotes y Pastores… en la prevención y atención a la drogadicción”, obviando las complicidades institucionales con quienes trafican drogas, como hemos sabido o intuido recientemente. Se convoca así: “Sembremos árboles, de manera que apuntemos a cuidar y restaurar a nuestra Madre Tierra”, sin mencionar los intereses económicos que existen en la gran empresa privada y en las instituciones gubernamentales tras la tala de bosques que está desertificando hoy nuestro país.

TODO SE RESUELVE
CON ACTITUDES

En la “filosofía” de la estrategia no hay efectos de causas. Todo queda reducido a actitudes. Es un truco reciente del captalismo neoliberal para hacer depender del pensamiento positivo y de la actitud positiva ante cualquier problema la solución de los desastres que el mismo modelo neoliberal provoca o permite.

Hace unos años se repitió y repitió en los canales de televisión un spot que pretendía demostrarnos que el desarrollo económico de los países no depende de sus recursos naturales, de su historia, de su ubicación geográfica, de su cultura, sino de las “actitudes” de su población. Se nos ponía como ejemplo a Japón, un país con escasos recursos naturales, pero con una economía boyante. Se nos ponía como ejemplo a Suiza, un país que no sembraba cacao, pero producía el mejor chocolate del mundo. Todo se reducía a actitudes.

La estrategia actual del gobierno es de la misma especie neoliberal. Pretende promover “actitudes”, olvidando las causas históricas y coyunturales de los problemas que quiere resolver. Y aún más grave: pretende cambiar esas actitudes “por decreto”, desde arriba, a puro voluntarismo del poder.

VOCES DE ALARMA

La estrategia apenas comienza a explicarse, a desarrollarse, a imple¬men¬tarse, a desplegar sus alcances. Ya sabemos que es totalizante en sus planteamientos. Podría ser totalitaria en su ejecución. En un país con la vida institucional y el ámbito de lo público tan deteriorados, el objetivo parece ser ahora avanzar hasta el ámbito de lo privado, a la vida familiar.

Hay voces de alarma. Mientras algunos pastores evangélicos y sacerdotes católicos afines al gobierno aplauden la educación “en valores”, los obispos católicos expresan “preocupación”. Después del último capítulo de esta trama -la inserción estatal de los Gabinetes en el Código de la Familia-, el jefe de la bancada del PLI -ningún diputado del PLI votó a favor-, el diputado Alberto Lacayo, expresó indignado: “La única manera de contener esta aberración jurídica que viola la Constitución de la Republica, es cerrándole las puertas de las casas a los activistas del partido de los nuevos millonarios de Nicaragua”.

Una de las tres resoluciones del Consejo Nacional del Movimiento Renovador Sandinista, celebrado el 24 de febrero, propone: “Movilizarnos para luchar contra el hostigamiento que realiza el orteguismo, en todas las comunidades y barrios contra toda persona que se manifiesta de manera independiente y no se subordina a sus exigencias. No reconocemos ninguna validez a los llamados Gabinetes de Familia y llamamos a la población a no reconocerle ninguna autoridad a los mismos”.

La Presidenta del CENIDH (Centro Nicaragüense de Derechos Humanos), Vilma Núñez de Escorcia, considerando que ningún recurso legal anulará los Gabinetes, ahora con estatus legal -los CPC han encontrado finalmente su nicho legal- espera que esto inaugure una etapa de desobediencia civil. Y a eso convoca: “Sólo hay desobediencia civil cuando hay una ley que desobedecer. No debemos esperar respuesta de los tribunales. Las respuestas las tiene la población no participando en nada que convoquen estos Gabinetes”.

¿UNA REVOLUCIÓN CULTURAL?
¿LA ADMISIÓN DE UN FRACASO?

¿Qué es esto? ¿Una revolución cultural? La insistencia de la responsable del Consejo de Comunicación y Ciudadanía desde el año 2007 en que Nicaragua estaba viviendo “la segunda etapa de la revolución”, evocando la primera etapa, iniciada con la victoria sobre el somocismo en 1979 y concluida con la derrota electoral en 1990, nos lleva a pensar que sí, que aunque no sea eso, eso es lo que se pretende.

¿Qué es esto? ¿Una revolución cultural o la tácita admisión de un fracaso? Tal vez el orteguismo ya se ha dado plena cuenta en estos años de gobierno, y después de apostar a diferentes iniciativas no exitosas, que las estructuras de base e intermedias de lo que es hoy el FSLN son huecas por no tener una identidad fundamentada en principios, en valores, en ideología.

Tal vez se han dado cuenta que, tras 16 años de haber sido usadas como piezas del tendido electoral del FSLN, se convirtieron, ya con Ortega de nuevo en el gobierno, en estructuras de intermediación de prebendas, en las que las personas que las integran-CPC, GPC, Gabinetes de la Familia- sienten que son “revolucionarias” sólo porque alivian algunas pobrezas y carencias del pueblo.

La gran mayoría de estos nuevos “militantes” son jóvenes y no tienen la experiencia de participación en el proyecto revolucionario de los años 80. O son viejos, pero carecen ya de la ideología y la mística que se forjó en aquellos años. Por eso la guía, por eso la estrategia, por eso los talleres: para dar algún contenido ideológico a estructuras que hoy lo que sustentan no es una revolución, sino el proyecto de poder político de Murillo.

¿QUÉ ES ESTO?

¿Qué es esto? ¿Una “copia” adaptada del “vivir bien” de los Socialismos del Siglo 21 de Ecuador y Bolivia? Las nuevas Constituciones de Bolivia (2007) y de Ecuador (2008) incorporaron el concepto del “vivir bien” (sumak kawsay) como uno de los ejes del nuevo texto de su Carta Magna.

Este camino se abrió en estos dos países andinos, que tienen poblaciones con amplias mayorías indígenas que ya vivían inmersas en ese imaginario cultural. Y se abrió no “desde arriba”, sino por un movimiento de base que ha durado décadas, en las que “desde abajo” se reclamaba que esas formas de entender el mundo se incorporaran en la legislación de Estados plurinacionales. Esas raíces históricas no existen en Nicaragua ni aparecen con claridad en el actual proyecto gubernamental.

¿Qué es esto? ¿Una versión chapiolla, muy pobre, de una estrategia que ha funcionado en los proyectos de poder autoritarios del siglo 20, siendo el ejemplo más famoso el Libro Rojo de Mao?

Hoy, en el siglo 21, los proyectos de poder más innovadores hablan otro lenguaje. Recientemente, los zapatistas, ésos que “mandan obedeciendo”, sin conocer el “vivir bonito” de Nicaragua, afirmaron en uno de sus últimos y novedosos comunicados: “Nosotros estamos convencidos que todo intento de homogeneidad no es más que un intento fascista de dominación, así se oculte en un lenguaje revolucionario, esotérico, religioso o similar”.

¿Qué es esto? Tal vez no sea más que eso.

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