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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 266 | Mayo 2004

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Nicaragua

León Núñez: “Esto no se resuelve en el corto plazo”

El destacado jurista y agudo escritor liberal León Núñez compartió con Envío sus “pesimistas” observaciones -así las llamó- sobre la “irresoluble” -así la llamó- crisis nacional en una charla que transcribimos.

León Núñez

Con cualquier persona que uno se encuentra cualquier día, la pregunta obligada es: ¿Cuándo se soluciona esto? Y yo les digo: ¿Qué es “esto”? ¿Qué es lo que se tiene que solucionar? La crisis, me dicen. ¿Cuál crisis?, les digo.

En Nicaragua tenemos que admitir que la crisis es permanente. Es la teoría de la crisis permanente. La crisis sigue y seguirá. La crisis no se resuelve y no se resolverá en el corto plazo. “Esto”, la crisis, consiste, entre otras cosas, en que en Nicaragua no existe una democracia sino una partitocracia, con dos partidos que dominan todas las instituciones, con dos caudillos que dominan a dos partidos y mantienen cautiva la política. Mientras no se resuelva esta crisis, mientras no tengamos estabilidad política, reglas claras en la economía y seguridad en las relaciones jurídico-patrimoniales, no se resolverán los problemas sociales, Nicaragua seguirá siendo “un país de mentira” y el pueblo continuará empobreciéndose, sin ninguna esperanza de solución en el corto plazo.

Mientras no surja y se consolide una tercera vía, un liderazgo, una organización política que supere esta situación, la crisis continuará y la política continuará cautiva de las cúpulas del PLC y del FSLN, cúpulas que hasta el día de hoy no quieren ceder los espacios ilegítimos de poder que tienen y aspiran a mantener en todas las instituciones. El FSLN, especialmente en el Poder Judicial, a través del cual gobierna en Nicaragua, lo que no debe ofrecer a nadie ninguna duda. Conservar ese poder en la Corte Suprema de Justicia es la piedra angular de la política del FSLN.

Ese poder garantiza los intereses económicos del Ejército, de la Policía y de la cúpula del Frente Sandinista. No la de los sandinistas, casi todos pobres y sin futuro aparente. Son razones económicas las que están determinando las decisiones políticas del FSLN. Y porque es un hecho que en el Poder Judicial existe una negociación permanente entre el FSLN y el PLC, la Corte Suprema garantiza también, a espaldas del pueblo, los intereses económicos de otros sectores de sobra conocidos.

Yo creo que el Presidente Enrique Bolaños tiene la razón y es un hombre bien intencionado, que no está en el trajín político tradicional porque ya la edad no se lo permite y porque tiene una personalidad en nada parecida a la de nuestros caudillos políticos. Sin embargo, a pesar de que está bajo la bota -por decirlo así- del danielismo y del arnoldismo ha hecho algo, lo que se ha podido hacer.

El Presidente Bolaños tiene la razón en muchas de sus propuestas. Ha tenido razón en proponer la lucha contra la corrupción, que ha tenido una repercusión mundial, devolviéndole prestigio a Nicaragua. Otro punto a su favor es que hoy la administración pública en Nicaragua está menos corrompida de lo que nunca antes históricamente. Tiene también razón el Presidente al insistir en la no reelección: que quien haya sido Presidente de Nicaragua no pueda volver a serlo nunca más. Que quien ha sido Presidente de la República termine su período de gobierno y ahí termine su papel en la política.

En Nicaragua, donde el concepto del poder es patrimonialista, establecer la no-reelección sería un elemento muy importante para comenzar a liberarnos del caudillismo y de muchos de sus males. La no reelección es una pieza, entre las muchas que hay, para intentar transformar la concepción del poder que existe en Nicaragua.

La no reelección es un planteamiento muy saludable. Lo es especialmente en esta crisis. ¿Por qué un tan importante sector político en Nicaragua y un gran número de los diputados del PLC continúa apoyando al doctor Alemán? Porque creen que todavía Alemán tiene posibilidades de salir libre y ser el próximo candidato presidencial del PLC. Y tienen la seguridad de que si Alemán es el candidato del PLC en las elecciones del 2006, y Daniel Ortega el candidato del FSLN, como él mismo ya lo ha anunciado, Alemán ganaría las elecciones.
Las bases liberales no apoyan a Alemán sólo con esta expectativa. Arnoldo Alemán operaba económicamente con cuatro objetivos. Se apropiaba ilícitamente de fondos públicos para pagar “por debajera” sobresueldos a altos funcionarios públicos. Pero no sólo, también pagaba salarios a personas que no eran funcionarios públicos. Durante su gobierno, era fila de gente la que no trabajaba en el gobierno y llegaba todos los meses a la Presidencia a retirar jugosos sueldos. De ahí vienen muchas lealtades. No sólo de quien recibía el dinero, sino de la esposa del “donatario”, de los hijos y de los parientes. Este proceder tenía un notable efecto multiplicador. Alemán también cogía delictivamente fondos del Estado para andar regalando dinero por todo el territorio nacional. Él llegaba por ejemplo, a Chontales, de donde yo soy, y empezaba el desfile de gente pidiéndole “libres”, dinero para medicinas, para un taxi, para una operación, para un viaje... Y él respondía a todas las peticiones dando el dinero que antes había extraído del erario público. Así pagó a varias personas, con dinero del pueblo, hasta operaciones de corazón abierto. Perjudicando al Estado, repartió por toda Nicaragua “libres” para introducir vehículos sin impuestos.

El dinero público también lo usaba para que a cualquier rincón de Nicaragua a donde él llegaba -y llegaba a todos- llegaran simultáneamente cajas de guaro y montones de comida. Y todo el mundo comía y bebía y él, con una mente privilegiada que tenía para eso, llamaba por su apodo a mucha gente de la que se reunía y estas fiestas producían una gran satisfacción entre la gente: comían, bebían y recibían dinero y afecto. De ahí vienen también muchas lealtades. Alemán cogía también dinero ajeno para mantener la organización y las estructuras del PLC en todo el país, hasta la última comarca. Finalmente, robaba para él mismo, para su propio beneficio.

He propuesto en varias ocasiones que se publique la lista de todas las personas que recibieron durante el gobierno de Alemán “libres” para la introducción de vehículos, pero en el gobierno no encuentro eco a esa propuesta. ¿Será porque muchos de los que las recibieron son hoy quienes atacan la corrupción en los medios con mayor pasión? Seguramente porque hay mucha gente involucrada. En cinco años, Alemán le dio a la Iglesia Católica 120 “libres” para introducir vehículos sin pagar impuestos. Y también le dio viajes al Vaticano con gastos pagados y hoteles de cinco estrellas cada vez que lo pedían...

Hay mucha gente involucrada. No sólo Alemán fue corrupto, la élite política de este país participó en esa corrupción. La sociedad nicaragüense, nosotros, tenemos derecho a saber quiénes introdujeron vehículos, quiénes recibieron dinero en efectivo, quiénes se operaron a corazón abierto, quiénes firmaron cheques durante el gobierno de Alemán, quiénes son todos los que participaron en su corrupción.

Las elecciones municipales de noviembre no van a cambiar sustancialmente el escenario político que conocemos. Creo que el PLC ganará la Alcaldía de Managua con Pedro Joaquín Chamorro. Y creo que la figura de Arnoldo Alemán se irá debilitando cada día más. Sin embargo, su salida de la cárcel no podrá producirse hasta el 2007, ya pasadas las elecciones generales del 2006. Porque si saliera antes, no dudaría Alemán en tantear la posibilidad de lanzarse de candidato presidencial. Si lo hiciera, sin duda ganaría ante Daniel Ortega.

Porque el factor miedo, determinante en las elecciones de Nicaragua, ese miedo que genera en la mayoría de los votantes Daniel Ortega y su entorno, volvería a actuar. Por eso es que Ortega hará que Alemán permanezca en la cárcel, para evitar su reelección. Yo creo que, de todos modos, Alemán debe continuar castigado para dar un ejemplo a las generaciones futuras.

Yo creo que a medida que se vaya viendo que las posibilidades de que Alemán salga de la cárcel son escasas, en esa medida, el liderazgo de Alemán va a ir deteriorándose y más liberales tomarán distancia de él. Ya se observan estos pasos en varios. David Castillo, Oscar Moncada, René Herrera, Wilfredo Navarro... Oscar Moncada, por ejemplo, ha declarado que en política él no anda “ni con cadáveres ni con gente que se encamina hacia la tumba”. Por otra parte, existe en el PLC un grupo que encabeza Wilfredo Navarro, que aspira a suceder a Alemán al frente del PLC. Tiene en frente y compite con Jamileth Bonilla y “las tres Marías”, la esposa y las dos hijas de Alemán. Esta gente actúa al vaivén de las circunstancias diarias, pero sin perder de vista, para sus intereses personales, un horizonte: que al final Eduardo Montealegre sea el candidato presidencial del PLC.

¿Cambiarán algo las elecciones generales del 2006? Yo lo que veo es que Eduardo Montealegre tiene una gran aceptación dentro del PLC. Sin embargo, en la última reorganización de la Convención del PLC todos los “eduardistas” -por llamarlos así- fueron eliminados de sus cargos por órdenes de Arnoldo Alemán. Desde la cárcel, Alemán mantiene el control del partido y sigue dominando la Convención. Domina a todos los convencionales del partido, y por ende, a todas las juntas directivas departamentales y locales en todo el país.

En el caso de no poder ser el candidato presidencial, Alemán ya tiene a dos “en mente”: Francisco Aguirre Sacasa e Iván Escobar Fornos. Ya les ha dicho que está “pensando en ellos”. Podrían surgir otros como candidatos presidenciales del GUL, que iría aliada al Partido Conservador, entre ellos, José Antonio Alvarado, que aunque tiene mucha gente dentro del liberalismo, perdería. Si eso sucede, si Escobar Fornos o Aguirre Sacasa van como candidatos del PLC y Montealegre o Alvarado van por el GUL y los conservadores, el FSLN ganaría irremisiblemente las elecciones. En cambio, Montealegre ganaría siendo candidato del PLC. El PLC sólo podría salir triunfante si Montealegre fuera su candidato.

El FSLN tiene 900 mil votos, prácticamente cautivos, pero la única posibilidad que tiene Daniel Ortega de ganar la Presidencia de la República es compitiendo con un liberalismo fuertemente dividido en dos partidos y con dos personalidades como candidatos presidenciales de cada fracción. El candidato puesto por Alemán contaría con las estructuras organizativas del PLC, que significan muchos votos. Y el GUL no dejaría de arrastrar a un sector del electorado. Esta división le daría el triunfo a Daniel Ortega. Aunque, yo aún no doy por seguro que Daniel Ortega será el candidato del FSLN. Creo que si el movimiento antidanielista dentro del FSLN crece y toma fuerza, Daniel Ortega tendrá que ceder.

Sin un cambio drástico, y sea cual sea el resultado en el Ejecutivo, las próximas elecciones generales nos darán una Asamblea Nacional dominada por el Frente Sandinista y por el Partido Liberal Constitucionalista, dominada por los mismos intereses y casi con las mismas caras, dando así continuidad al drama que estamos viviendo.

La sorpresa sólo podría darla un liderazgo, un partido con gente independiente del PLC y del FSLN. Tal vez podría funcionar el “voto cruzado”: Montealegre de Presidente y diputados que no fueran arnoldistas ni danielistas... Soy pesimista, dudo que eso se dé en el corto plazo. Uno va a cualquier lugar de Nicaragua, a cualquier comarca, y lo que está organizado allí es el PLC arnoldista y el danielismo sandinista. El resto no existe. ¿El GUL, la Gran Unidad Liberal? Eso no tiene ningún futuro, ninguna posibilidad. Yo creo que ni el Presidente Bolaños cree en el GUL.

Hay departamentos en donde llegan los dirigentes del GUL y se reúnen con los miembros del GUL, que son todos funcionarios públicos -administradores de rentas, el encargado del Ministerio de Salud, el encargado del INTA- y cuando esos dirigentes se regresan a Managua los funcionarios siguen en las mismas. ¡Todos son arnoldistas!
En Managua sí, en Managua hay muchos grupos “de centro” que se reúnen a desayunar, a almorzar o a cenar en los hoteles y hay muchos analistas que hablan en la televisión a diario de la alternativa de centro. Pero en la realidad política organizativa, en las estructuras del poder partidario, hasta en la última comarca de Nicaragua lo que realmente existe y está organizado es el Frente Sandinista, estructurado monolíticamente, y el Partido Liberal Constitucionalista. Es así en toda Nicaragua. Las demás “organizaciones” son estáticas: diez, doce personas que se reúnen a hablar de la dramática situación de Nicaragua, siempre con el mismo cuento y la misma platicadera.

Ya existen en América Latina corrientes intelectuales muy preocupadas al constatar que la democracia no resuelve los problemas de nuestros países. Preocupadas porque las elecciones, que son las que determinan cambios en la democracia, no conducen a la solución de los problemas reales. Nicaragua es un magnífico ejemplo. Uno de los problemas más grandes en América Latina es la falta de solidaridad de sus clases dirigentes. Igual sucede en Nicaragua. El dinero es dios en este país. La voracidad por hacer dinero, dinero fácil y dinero rápido, que existe en el núcleo dominante en la política y en la economía de Nicaragua -y ese núcleo incluye a liberales, a sandinistas y a conservadores, a todos- impide la democracia. La avaricia que domina en esa simbiosis de las élites del poder impide la democracia en Nicaragua.

Soy pesimista para el corto plazo. Tendrá que pasar mucho tiempo, mucho tiempo para que “esto” cambie. La aparición de los sofistas, el advenimiento de un nuevo modo de pensar en la filosofía griega, cuando los griegos pasaron de la concepción cosmológica a la concepción antropológia, ese período brillante de la Ilustración en Grecia, fue posible porque cincuenta años antes había comenzado “la educación de los niños”, como explicaba Pericles a quienes le preguntaban asombrados cómo había hecho posible “el invento” de la democracia. La democracia, decía Pericles, empezó mucho antes, empezó con “la educación de los niños”. Al margen de cualquier ideología, sólo un proyecto que permita a todos los niños nicaragüenses superarse, tener acceso a conocimientos, a información científica, a una preparación técnica que haga de ellos obreros especializados, a preparación universitaria, eso es lo que traerá a Nicaragua la democracia y el desarrollo.

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