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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 207 | Junio 1999

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México

Partidos y sociedad: caminos que se alejan

Los partidos están absorbidos por sus pugnas internas, sólo centrados en candidaturas y en la mercadotecnia electoral. Mientras, la sociedad va tejiendo nuevas redes con los desengaños, las rabias y las ilusiones de muchos. El gobierno sólo responde con agravios a todos los reclamos de una sociedad en efervescencia. ¿Hasta cuándo? También los agravios encienden rebeliones.

Jorge Alonso

Mayo de 1999 hizo patente que los partidos políticos mexicanos y gran parte de la sociedad de este país tienen agendas diferentes. Los partidos, centrados en la lógica apresurada de sus campañas electorales, mientras importantes sectores de la sociedad siguen enfrascados en defenderse de los embates de las políticas neoliberales. Los medios de comunicación -con muchas artes de manipulación- privilegian el electoralismo partidario, mientras la sociedad va encontrando maneras nuevas de hacer sentir sus demandas.

PRI: ya no vale el "dedazo"

Partido de Estado y democracia son como agua y aceite. Los grandes obstáculos que enfrenta la democratización en México se deben a la persistencia del régimen de partido de Estado. La posibilidad de desmontar este régimen está en que la Presidencia de la República pase a manos opositoras. Ante esta eventualidad, y como ha ido perdiendo fuerza en el ánimo de los votantes, el partido de Estado viene diseñando toda una estrategia para conservar el poder en las elecciones presidenciales del año 2000. Todavía las encuestas le dan ventaja frente a una oposición dividida. Por eso, una de las primeras líneas de la estrategia del PRI es alentar la división de los opositores. Pero también corre el PRI el peligro de que la división en su propio seno debilite su estrategia. Las pugnas entre sus corrientes han propiciado avances de la oposición, que ha triunfado electoralmente en varias gubernaturas.

Otra línea de la estrategia del PRI es mantener la disciplina y la unidad interna. Son muchas las dificultades para lograrlo. Antes era más fácil: el priísta indisciplinado era condenado a no poder movilizarse más de uno a otro puesto gubernamental y quien agachaba la cabeza sabía que llegaría el tiempo de ver premiada su sumisión. Pero, con el auge opositor, los priístas ya no tienen asegurados los puestos de elección popular. Además, ahora han visto que la indisciplina sí rinde: pueden negociar con más fuerza y hasta pasarse a bandos opositores en donde consiguen triunfos. Este ha sido el caso de los actuales gobernadores de Zacatecas, Tlaxcala y Baja California Sur quienes, al no resultar postulados por el PRI, se rebelaron y fueron impulsados por alianzas opositoras que los llevaron al poder.

La carrera en pos de la silla presidencial se ha adelantado. Antes, el dedo presidencial que señalaba al sucesor funcionaba en secreto. Una vez que el Presidente en turno daba señales de quién quería que le sucediera, todo el aparato priísta se ponía en marcha para formalizar su decisión. La elección del candidato era sólo un rito más a favor del ya ungido. Hoy las cosas se han complicado. En la selección hay competencia, y el seleccionado no tiene ya asegurada la silla presidencial.

El caso Madrazo

Hace cinco años, el fraude electoral que cometió Madrazo para llegar a la gubernatura de Tabasco desató una gran movilización popular en contra del fraude. En respuesta, el Presidente Zedillo aceptó revertir esa victoria espúrea y que Madrazo no gobernara. Pareció que Zedillo y Madrazo llegaban a un arreglo en las oficinas presidenciales. Pero, cuando Madrazo regresó a Tabasco, atrincherado con los poderes económicos que le habían financiado fuera de todo límite legal y ético su campaña, se rebeló. A su favor, planteó que las fuentes que habían apoyado indebidamente su campaña también habían favorecido la campaña presidencial de Zedillo. Al final, desconoció el acuerdo y se mantuvo en el gobierno del estado de Tabasco.

Madrazo aprendió. En 1999, con el apoyo de los mismos poderosos grupos económicos, se lanzó a una dispendiosa campaña de promoción de su figura en pos de la candidatura del PRI a la Presidencia de la República. Desde el centro y sin mucho éxito, se le ha querido someter recordando, por ejemplo, que muchos millones de pesos de dos corruptos Carlos -Salinas de Gortari y Hank González- se han destinado a su campaña. Hank trabajó también para la campaña de Zedillo, y su familia ha sido acusada por la DEA de ser "una amenaza" para Estados Unidos por sus vínculos con el narcotráfico.

Madrazo no se arredra. Con el lema ¿Quién dice que no se puede? pagó un equipo distribuido por todo el país para preparar la elección priísta y ya en los primeros días de mayo se calculaba que llevaba gastados más de 100 millones de pesos. Su apuesta por un costoso marketing político -que le construya una imagen que no se corresponde con la sustancia de su trayectoria política- que lo lleve primero a la postulación de su partido y posteriormente a la Presidencia es una apuesta fuerte. En el mes de abril, y sólo en anuncios de televisión, gastó más de un millón de pesos diarios.

El destapado: Labastida

Zedillo hubiera querido que su sucesor fuera el Secretario de Hacienda. Pero importantes corrientes priístas pusieron "candados" a las candidaturas: para evitar que los tecnócratas llegaran sin haber pasado por candidaturas a puestos de elección, los priístas tradicionales lograron que una de las condiciones para ser nombrado candidato presidencial fuera haber competido previamente en alguna campaña.
Desde el palacio de gobierno se pensó que los "candados" podrían ser quitados, pero corrientes priístas mayoritarias se opusieron. La candidatura de Gurría se cayó. El gobernador de Puebla, Bartlett, decidió promoverse a la candidatura sin contar con el visto bueno de Zedillo. Este personaje ha sido acusado en Estados Unidos de tener nexos con narcotraficantes. Fue él, cuando estaba al frente de la Secretaría de Gobernación, quien hizo que el sistema de cómputo "se cayera" en las muy fraudulentas elecciones presidenciales de 1988.

En esta situación, Zedillo -alegando que todo sería decisión de los priístas- optó por impulsar la candidatura de su Secretario de Gobernación, Labastida, quien había venido preparando desde esa posición a un fuerte equipo de políticos regionales. Así, utilizando la estructura del Estado, desde la Secretaría encargada de la política interior, Labastida fue "destapado" como el aspirante a la candidatura presidencial por el PRI.
¿Quién es Labastida? Cuando gobernó Sinaloa, fue acusado en Estados Unidos de haber tenido nexos con narcotraficantes, y los partidos opositores lo señalaron como responsable de represión y de haber cometido fraudes electorales. En Sinaloa, una vez "destapado", apareció una práctica conectada con el lavado de dinero: gente que en las calles ofrecía dólares a la mitad de la cotización oficial. Ahora, Labastida deja la Secretaría de Gobernación sin haber cumplido los tres compromisos que hizo cuando llegó a ella: solucionar el conflicto de Chiapas, impulsar la Reforma del Estado, y acabar con la inseguridad ciudadana.

PRI: nuevas reglas de juego

El PRI fue creado para evitar que los grupos de los postrevolucionarios resolvieran sus disputas por las armas. El nuevo partido fue la arena política en donde esos grupos acordaron resolver el reparto de posiciones en el gobierno. Este esquema dejó de funcionar cuando en la campaña presidencial de 1995 el PRI recurrió al asesinato de su propio candidato, Colosio. El fantasma de que este método reaparezca no ha sido conjurado.

Como un esfuerzo para que los grupos en pugna por el poder lleguen a acuerdos y no se fracture el partido oficial, la dirección priísta propuso reglas para la contienda interna: consulta a los militantes, y creación de un órgano especial para vigilar las campañas. Se propuso que no hubiera ofensas ni difamaciones entre los candidatos. Se prometió que habría topes a los gastos de campaña. Se anunció que habría sanciones para quienes no acataran las reglas.

Sin embargo, quedó claro que los votos de las bases priístas no contarían igual. El que ganara la mayoría de los 300 distritos electorales en que está dividido el país, ése sería el candidato. De esta forma, valdría lo mismo un distrito con pocos votos, que uno con gran cantidad. Con bombo y platillo se anunció, a partir de estas nuevas reglas del juego, que ya había llegado la democracia al PRI. Pronto se conoció que los operadores de la ingeniería electoral se habían desplazado a los principales distritos para asegurarle el triunfo al candidato presidencial, Labastida.

"Cargada" y "pase de charola"

Es precisamente en las campañas internas del PRI cuando las acusaciones entre ellos mismos sacan a flote los métodos antidemocráticos con los que siguen operando.

Se pidió que no hubiera compra de votos, una de las más socorridas técnicas del PRI. Se exigía que no se destinara dinero del erario público para favorecer alguna candidaturas, porque en el PRI esto es práctica común.

Los programas de combate a la pobreza siguen siendo utilizados electoralmente. La estructura estatal continúa al servicio electoral del PRI. Por eso precisamente es partido de Estado. Madrazo y Bartlett acusan al equipo de Labastida de servirse de la estructura estatal para hacer su campaña. La realidad es que el Presidente, proclamando que ya no hay "dedazo", sigue favoreciendo a un candidato.
Las promesas de que habría democracia se vieron empañadas con otro fenómeno tan tradicional como el "dedazo": la llamada "cargada". La mayoría de los gobernadores priístas -quienes controlan los equipos de su partido en sus estados- se pronunciaron a favor de Labastida. Otro método que emplea el partido del Estado es el denominado "pase de charola": a los empresarios más ricos se les pide que aporten dinero a las campañas oficiales, obviamente a cambio de futuros favores, al margen de la ley. En esta ocasión, importantes empresarios ofrecieron apoyos a la campaña de Labastida.

¿Democracia en el PRI?

Al frente de la comisión para regular las campañas internas del PRI fue colocado un viejo político retirado, Gutiérrez Barrios. Por haber sido controlador de la policía política, este personaje cuenta con información precisa de los principales actores políticos en el PRI, donde muchos tienen "cola" que les puede ser pisada. Durante la campaña resultó impresionante ver a muchos políticos que cínicamente han atentado contra la democracia en México apelando a la democracia. Pero los anuncios de que la democracia había llegado al PRI duraron pocas horas. La realidad hizo ver que las tácticas antidemocráticas, aprendidas y puestas en práctica durante años, siguen operando. Las simulaciones fueron tan evidentes que hay quienes creen que Zedillo pudo poner orden y no quiso hacerlo, porque las candidaturas de Madrazo y Bartlett sólo buscan una negociación personal ventajosa. Otros apuntan a que son tantos los recursos gastados -grupos políticos, grupos empresariales, narcotráfico-, que el peligro de futuras tensiones, aun las sangrientas, no se descartan.

Política = espectáculo

Las interpretaciones en torno a este poco convincente teatro democratizador han sido muchas. Una de ellas señala que hay indicios de endurecimiento, presión e intolerancias. Otras advierten que la política se ha convertido en un espectáculo donde se han relegado las ideas. Las campañas -tanto las que se propician en el seno de los partidos, como las que se establecen entre los partidos- son más publicidad que verdadera propaganda. La mercadotecnia identifica al candidato y utiliza métodos cosméticos para vender imágenes, tratando a los candidatos como a artículos comerciales. Un mal candidato, con mucho dinero y buena mercadotecnia, es capaz de ganar. Por eso, encuestas de mediados de mayo revelaban que de entre 18 nombres como posibles candidatos a la Presidencia del país un 15.95% prefería al gobernador panista Fox -quien ha privilegiado ese estilo de propaganda-, un 11.9% al gobernador tabasqueño Madrazo -que estaba en el auge de la venta de su imagen-, un 11.55% a Cuauhtémoc Cárdenas y sólo un 5.5% a Labastida, que apenas comenzaba su campaña, cuando los anteriores ya llevaban meses de promoción publicitaria.

Si las preferencias se ponían no en personas sino en partidos, el PRI seguía al frente con un 44%, seguido por el PAN con un 29%, y en tercer lugar el PRD con el 19%. La caída del PRD en las encuestas se debía a una intensa campaña televisiva en su contra.

Los acontecimientos corren

Un viejo empresario, Juan Sánchez Navarro, puso en duda el tan propagandizado "fin del dedazo", y criticó el "pase de charola" de los priístas a los empresarios. Y a la declaración del Secretario de Hacienda de que al final del sexenio no habrá crisis sexenal, replicó que la crisis se produciría porque las crisis económicas en México han estado muy vinculadas a la falta de democracia. No obstante, dijo que creía que después de siete décadas de dictadura del PRI, los comicios presidenciales del año 2000 abren la posibilidad de empujar la transición mexicana a la democracia si triunfa la oposición.

Los acontecimientos corren, y cada día hay que ir ajustando la visión sobre la realidad del país. Un ajuste elemental en esta coyuntura cambiante: puede ser un error considerar que los priístas ya se disciplinaron en aras de la unidad. En Chiapas, el senador del PRI renunció al partido, fue seguido por un gran contingente, y convocó a una alianza opositora en ese estado. Los acontecimientos corren...

Oposición: ¿candidato único?

Hay encuestas que muestran que si los partidos de oposición presentan un candidato único frente al PRI tendrían un 43% de preferencias frente a un 39% que tendría el partido del Estado.

Tanto el PRD como el PAN criticaron la escenografía priísta del "destape", que ocultaba los viejos métodos, y señalaron que el PRI estaba defendiendo intereses creados. Llovieron otros señalamientos. Lo que había pasado era un "dedazo" simulado. Había dinero público y del narcotráfico para comprar voluntades. Imperaba el cinismo. Los llamados topes de campaña no contenían a nadie. Había evidencias de que dinero robado a bancos -que pagarían los contribuyentes a cuenta del caso FOBAPROA- había pasado impunemente al PRI.

Sin embargo, más allá de las trabas legales a las coaliciones y a las candidaturas comunes, lo que pesaba en el ánimo de los principales partidos opositores, PAN y PRD, eran sus propios intereses partidistas. Mientras en la reforma del Estado -avance en la democracia, fortalecimiento del federalismo, consolidación de la división de poderes, ampliación de la participación ciudadana- hay plena coincidencia entre panistas y perredistas, en las cuestiones económicas las coincidencias se dan entre priístas y panistas. Tanto en la legislación que convirtió el FOBAPROA en IPAB, como en la integración de la junta directiva de ese instituto de protección al ahorro bancario, la dirigencia panista llegó a acuerdos con la Presidencia de la República a espaldas incluso de sus diputados.

Al margen de las encuestas, el análisis de las tendencias en los distritos arroja que, de concretarse una alianza entre el PAN y el PRD, la oposición podría ganar tres quintas partes de los distritos. Pero, tanto los problemas legales para las coaliciones, como los cálculos de posiciones de cada partido y de sus candidatos hacen presagiar que los contactos en torno a una alianza se dificultan cada vez más. Está planteado que, establecida una agenda de transición, se hicieran elecciones primarias para ver quién podría ser el candidato de toda la oposición.

En los dos principales partidos opositores hay partidarios y enemigos de esa alianza opositora. El principal argumento para realizarla: poder desmontar el régimen de partido de Estado requiere que la Presidencia de la República pase a manos de un opositor, aunque queda abierta la gran duda de lo que se podría realizar desde la Presidencia. Mientras el panista Fox ha anunciado que vendería la empresa petrolera estatal PEMEX, los perredistas se oponen a las políticas privatizadoras.

La realidad es que hay desconfianzas entre ambos partidos. Durante todo el mes de mayo hubo reuniones y declaraciones que tanto alentaban la alianza como evidenciaban los problemas. Los dos partidos se acusaban, y los dos moderaban su lenguaje para evitar enfrentamientos. Por su parte, Manuel Camacho proseguía llamando a un pacto político social para conducir la transición por vías pacíficas, y proponía que hubiera acuerdos para desactivar los conflictos y para acordar un manejo no partidista de las áreas sensibles del gobierno.

La educación es un derecho

Mientras los grandes medios masivos se llenan de informaciones alrededor de una campaña presidencial ya desatada, en importantes núcleos de la sociedad los temas relevantes son otros. El gobierno calculó que impidiendo el diálogo en torno al problema de las cuotas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el movimiento estudiantil se debilitaría. Pero sucedió lo contrario. Con el tiempo se ha ido fortaleciendo. Siguiendo los lineamientos mundiales de la política neoliberal, también el gobierno argentino intentó un drástico recorte al presupuesto universitario y surgió una oposición a la medida. El intelectual Juan Carlos Portantiero declaró que era responsabilidad de la sociedad pagar impuestos, y responsabilidad del Estado sostener la educación, que no puede verse como un servicio, sino como un derecho. La movilización fue muy amplia y el gobierno argentino tuvo que dar marcha atrás.

Sigue la lucha universitaria

En México, las autoridades han sido más inflexibles. El gobierno ha querido utilizar el conflicto universitario como un arma en contra del PRD, acusándolo de estar detrás de la huelga. En los medios masivos, siguió el clima de linchamiento contra el movimiento estudiantil, hubo espionaje político en contra de los participantes, y se hostigó a los activistas.

Los estudiantes han tenido que aprender a construir su propia democracia: dirección rotativa, largas asambleas expuestas a polarizaciones, búsquedas de consensos... Ante la cerrazón de la rectoría, que ha utilizado un doble lenguaje, pero que no se ha prestado para un verdadero diálogo, los estudiantes han ido construyendo un proceso de diálogo entre ellos mismos y con amplios sectores de la sociedad.

Los objetivos de la lucha universitaria se han ido clarificando: detener la ofensiva privatizadora contra la educación superior y plantear su transformación democrática. Los huelguistas han insistido en un diálogo público, abierto, directo, resolutivo y sin intermediaciones. Ante la satanización de que han sido objeto por parte de los principales medios, optaron por recorrer barrios, escuelas y unidades del transporte público explicando las razones de su movimiento y convocando a una consulta ciudadana metropolitana en torno a la educación, que fue un éxito.

Los lemas se renuevan: "Formemos comités de sueños", "Seamos pesimistas, pero pidamos lo imposible", "Pueden pintar los muros de negro, pero siempre habrá un color para la verdad", "Nuestra esperanza no puede venir sino de la desesperanza".
En un ambiente dominante de verticalismo, los universitarios ensayan el horizontalismo. Han recibido apoyo de trabajadores de la UNAM, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del de Bellas Artes (INBA), de sociedades de padres de familia, de maestros de la combativa CNTE. Un sindicato de electricistas los ayudó con papel e instalaciones para la realización de su consulta. Los huelguistas imprimieron un millón 400 mil boletas e instalaron 2 mil 300 casillas en escuelas secundarias, instituciones de educación superior, museos, centros culturales, mercados, parques y plazas de la ciudad de México. Muchas mesas recibieron tal afluencia que muy temprano se quedaron sin boletas. Hubo una gran respuesta popular, y un voto mayoritario por la gratuidad de la educación. Esto demostró que la educación está en el centro de la preocupación de un gran número de familias. La consulta metropolitana sobre la educación fue una de las más grandes movilizaciones originada por la huelga.

"¡Échenle ganas, compañeros!"

También hubo otro tipo de movilizaciones. Antes del 15 de mayo, día del maestro, maestros disidentes de todo el país realizaron una masiva manifestación, a la que acudieron los universitarios huelguistas de la UNAM. Los trabajadores de la educación demandaron aumentos salariales, derogación del reglamento de pagos de la UNAM, cancelación de la privatización de la industria eléctrica, incremento al presupuesto educativo, cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés y desmilitarización de las zonas indígenas.

En la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) hubo un paro de labores en apoyo a la huelga de los estudiantes de la UNAM. Académicos e investigadores de la UNAM decidieron hacer una marcha en apoyo a varios puntos de las demandas del movimiento estudiantil. El 20 de mayo hubo otra marcha masiva por mayor presupuesto y gratuidad para la educación. Los estudiantes le han dado un tono festivo a todas estas marchas.

En el movimiento estudiantil y sindicalista estuvo muy presente la solidaridad con el EZLN. En una de las marchas se leyó un comunicado de Marcos en donde el dirigente zapatista les dice que ellos representan "lo nuevo". Al son del mambo los estudiantes cantaban: "Marcos, que chido es Marcos". Chido para los "jóvenes banda" es "lo mejor", "lo que hace que uno se sienta bien".
También se han escuchado en las manifestaciones universitarias las voces de los indígenas: "Nosotros a la universidad nunca podremos llegar. Siempre el gobierno nos trata de orillar a donde no se escucha nuestra voz. Ya basta de tanto desprecio y discriminación. El gobierno es una guerra que está haciendo contra nosotros. No tenemos miedo, pero el ejército cada día se mete más en nuestras comunidades". Los indígenas acababan su intervención exhortando a los estudiantes: "¡No se rindan compañeros, échenle ganas!". Entre los jóvenes integrantes del movimiento estudiantil muchos participaron antes en caravanas, conciertos y marchas por Chiapas. Así, diversos movimientos han ido tejiendo una profunda solidaridad y en el paro de la UNAM han confluido ilusiones, rabias y desengaños de muchos sectores de la sociedad. A todos estos reclamos sociales el gobierno mexicano responde con agravios. Conviene no olvidar que hay analistas sociales que han demostrado que no son las privaciones ni la pobreza por sí solas, sino los agravios, los que han encendido rebeliones.

Encuentro en Chiapas

A principios de mayo en la comunidad chiapaneca de La Realidad tuvo lugar el segundo encuentro de la sociedad civil con el EZLN. Más de dos mil delegados de todo el país acudieron al llamado zapatista. En el encuentro se hizo una evaluación de la consulta zapatista realizada en marzo y de las tareas que dejó pendientes. Marcos se refirió a la necesidad de reconstruir "el rompecabezas de la consulta". Detrás de ese rompecabezas los zapatistas habían encontrado otras piezas que les ayudaban a imaginar otra figura más grande. Se valoró la participación en la consulta de tanta gente nueva y sin experiencia en política. Hubo críticas al gobierno y apoyo a los huelguistas de la UNAM. Hubo también señalamientos a los partidos por estar encerrados en sus preocupaciones electoralistas. Los zapatistas destacaron que había necesidad de ampliar los espacios que relacionen a todos los que están buscando un México más justo, libre y democrático.

Tejer una red más amplia

Los zapatistas pidieron a las coordinadoras nacionales, estatales, regionales y municipales que habían participado en la consulta que no desaparecieran sino que se transformaran en instancias de contacto entre el EZLN y la sociedad civil. ¿Tareas iniciales? Informar a todos lo que se acordara en este encuentro y difundir los resultados de la consulta. La solicitud más importante fue que quienes habían participado en la organización de la consulta se convirtieran en puente entre los zapatistas y las organizaciones sociales, ciudadanas, movimientos e individuos con los que habían trabajado, pues esto dinamizaría una red ya poderosa, tejiéndola con mayor amplitud para apoyar las luchas y las movilizaciones populares de todo tipo. Los zapatistas demandaron apoyar al movimiento estudiantil de la UNAM y la lucha de los sindicalistas del sector eléctrico y señalaron que se requería también de la construcción de una red de información tan eficaz que garantizara que si alguien era tocado, todos los demás lo supieran y actuaran en consecuencia. El EZLN invitó a un nuevo encuentro en julio.

Análisis de Marcos

Marcos analizó la coyuntura mexicana. Y éstas fueron piezas de su análisis. 1999 corre frenético. Los poderosos creyeron que el EZLN ya había perdido capacidad de convocatoria, que se había salido del corazón de la gente. La consulta demostró que estaban equivocados. En la mesa de las apuestas, el poder puso policías, ejército, partidos, líderes de opinión, canales de televisión, estaciones de radio, periódicos, revistas, funcionarios, y mucho dinero. Los zapatistas no pusieron más que lo que ya habían mostrado el primero de enero de 1994.

En la mesa de ese juego se ha visto que, después de un inicio desastroso -el error gubernamental de diciembre de 1994-, los dineros extranjeros lograron recomponer momentáneamente la macroeconomía mexicana. Tanto, que en 1999 el gobierno puede hacer ahorros para los gastos de su campaña del 2000. Para lograr esto recurre a recortes -como en la educación- y genera desempleo y alzas de precios. No le importa, está fortaleciendo así la "caja chica" -que se ha ido haciendo muy grande- para el futuro candidato priísta.

"La podrida manzana del poder"

Lo que está en disputa -dijo Marcos- es "la podrida manzana del poder". Zedillo ha intentado engañar con el cuento de que no designará al candidato de su partido. Y el PRI, refrendando su vocación de banda criminal, ha estado tratando de controlar las rebeliones de sus pandillas. El PAN, en un juego de directivas por un lado y diputados por el otro, va pactando todo lo que el Presidente propone. En el PRD hay quienes se quejan de ser víctimas de una conspiración y se olvidan que los golpes más dolorosos vienen desde gente de su propio lado -las pugnas entre Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas-.

Todo esto es un gran teatro con la colaboración de un buen número de medios de comunicación. Pero mientras los poderosos están con sus apuestas, aparecen en escena trabajadores electricistas que luchan contra la privatización de la industria eléctrica, emerge el movimiento estudiantil que se opone a la privatización de la UNAM, entra en escena gente de todo tipo que no está de acuerdo con la guerra de exterminio contra los indígenas. Los poderosos no aciertan e interpretan que existen conspiraciones en su contra. Electricistas, indígenas, universitarios y otros -muy otros- se van sumando. En la sociedad civil se ha hecho el ejercicio de un diálogo que no tenía precedentes. En las apuestas, está por un lado el peso del sistema político mexicano con su manzana podrida del poder, y por el otro lado está apareciendo "lo nuevo".

Para Marcos, la elección interna del PRI sólo busca proteger a la oligarquía. Sin embargo, quien quiera que sea designado candidato del partido de Estado seguirá oyendo el clamor zapatista. El EZLN exigirá a quien gane la Presidencia en el 2000, sea del partido que sea, justicia para los indios pobres de México. El que sea Presidente deberá cumplir los acuerdos en materia indígena y abandonar la opción militar, pues a pesar de que el gobierno actual lleva cinco años machacando el manual estadounidense de contrainsurgencia, no ha logrado acabar con el EZLN.

Así en Chiapas como en Kosovo

Con su acostumbrado doble lenguaje, el Presidente Zedillo repite una y otra vez que él tiene ante los zapatistas una infinita paciencia, y que la solución no será violenta sino por la vía del diálogo. Sin embargo, el episcopado mexicano considera que el gobierno ha apostado al desgaste del EZLN. Hay muchos sectores que están convencidos de que Zedillo quiere dejar al EZLN como tema electoral. El PAN denunció que las torpezas políticas de Labastida al frente de Gobernación agravaron la crisis en Chiapas y el senador perredista Carlos Payán, miembro de la COCOPA, se quejó de que, en los hechos, el gobierno, busque la prolongación del conflicto.

En su informe dado a conocer en mayo, el organismo Global Exchange señaló que el gobierno mexicano ha seguido hostigando a los observadores extranjeros. En una reunión entre legisladores mexicanos y españoles, éstos demandaron a los mexicanos resolver el problema de Chiapas a través de un verdadero diálogo.
La cuestión zapatista sigue estando en la mente de muchos en todo el mundo. La canadiense Netti Wild acaba de realizar una película titulada Un lugar llamado Chiapas.
Desde la masacre de Acteal, en diciembre de 1997, ha habido al menos otros 70 asesinatos políticos. Si con la guerra declarada hubo 145 muertos, con la guerra sucia ha habido muchos más. La película devela la cínica agenda del gobierno y da pruebas de la existencia de los paramilitares. Para la realizadora, Chiapas es "un estado mental".

El Nobel de Literatura José Saramago mantiene el tema de Chiapas en sus entrevistas. A mediados de mayo, y comentando la guerra en Yugoslavia dijo que no creía que el sentimiento nacionalista fuera en sí malo, pero que podía llegar a ser el peor de todos si se convertía en un arma contra el otro.
Y para él, eso era lo que estaba ocurriendo en Chiapas: en nombre de una supuesta unidad, casi fantasmagórica, como la ha entendido el gobierno mexicano, se llegaba a la idea de que el indio no sólo no contaba sino que estorbaba. Dijo Saramago que Milosevic pensaba que los kosovares estorbaban y por lo tanto, había que reducirlos a nada. La comparación entre Milosevic y Zedillo fue suficientemente clara.

La estrecha lógica del poder

Es difícil sacar conclusiones de un proceso en curso. Pero hay algunas pistas para reflexionar. El episcopado mexicano ha criticado severamente que las autoridades gubernamentales proclamen avances macroeconómicos mientras hay tan notable deterioro en los servicios de salud y de educación. Según datos manejados por la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina (CEPAL) los mayores retrocesos en el combate a la pobreza se encuentran en Venezuela y México. Otros datos revelan que en México los activos de los cien principales empresarios equivalen al 53% del PIB nacional. El empleo en el sector informal llega a representar hasta el 44% del empleo urbano total. Y la mayor parte de estas actividades son de simple subsistencia. Con miras a la próxima campaña electoral, el Presidente ha anunciado un nuevo plan de combate a la pobreza, considerado por prestigiados economistas como improvisado y oportunista. Es parte de la estrategia del partido de Estado para condicionar el voto y conservar el poder.

El problema chiapaneco prosigue. Un especialista en temas militares, investigador de la UAM, sostiene que la solución al conflicto de Chiapas pasa necesariamente por la desmilitarización, y por el deslinde de las fuerzas armadas de los grupos paramilitares y su desmembramiento. Hasta ahora se ha pretendido encarar el conflicto chiapaneco con la lógica del poder, con una estrecha razón de Estado, y no atendiendo a las necesidades de la nación.

Algo similar sucede con la política económica. Una encuesta ha mostrado que una mayoría de la población está en contra de que se privatice la industria eléctrica. Pero el gobierno insiste en ese plan, sin atender a lo que piensa la gente. Es obvio que se requiere de una política económica alternativa que sirva a la gente y no al gran capital, de una política que, al aplicarse, no desate la furia de esos poderes que son capaces de destruir la economía de cualquier país. Y aunque la alternancia en la Presidencia, por sí sola, no resolvería los problemas económicos, sí ayudaría a desmontar el antidemocrático aparato estatal. La democracia posibilitaría que muchas propuestas hechas desde la base pudieran examinarse y conjugarse en la construcción de un nuevo poder.

No es un sistema solar

Está aún lejana una alternancia que opere a favor de los intereses populares. Pero en la sociedad hay una efervescencia de movilización popular. No existe aún ningún movimiento fuerte que articule a los otros, como en un sistema solar, sino que surgen muchos movimientos que, como puntos de mercurio que se atraen, tienden a formar una fuerza popular convergente y mayor. El movimiento sindical, el estudiantil y el indígena se están encontrando con imaginación y creatividad. Así, mientras el poder excluye y segrega, mientras el poder agravia, en la sociedad se están construyendo redes incluyentes de resistencia. Es cuestión de tiempo.

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