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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 148 | Mayo 1994

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Nicaragua

Nuevos gobiernos costeños, viejos problemas abiertos

Cicatrices y odios heredados de la guerra, divisiones entre las etnias, intereses personales, el peso humillante de la intromisión de Managua: todo eso estuvo presente en la elección de los nuevos gobiernos costeños.

Judy Butler

Exactamente a un Siglo de la ocupación militar de Bluefields por las tropas del general Rigoberto Cabezas - maniobra ordenada por el Presidente liberal José Santos Zelaya para poner fin a la autonomía efectiva de la Costa - los liberales invadieron nuevamente la zona, esta vez por la vía electoral. Como en aquella ocasión, como en ésta y como en muchas otras, los asuntos costeños parecen decidirse en Managua.

Muchos capítulos de la larga novela de estos 100 años se pueden leer como una obra de García Marqués. Pocos tan novelescos como el que acaba de escribirse: el de los comicios realizados en las dos regiones costeñas el 27 de febrero para elegir al segundo gobierno autónomo y, sobre todo, el de las enmarañadas negociaciones que siguieron para escoger los cargos clave en esos gobiernos. Al igual que en Macondo - el ficticio escenario de los Cien años de soledad - los sucesos de estas últimas semanas en la Costa son símbolos de las dinámicas sociales, culturales y políticas que se esconden tras la realidad aparente.

Interpretando los resultados

En términos generales, no fue con los discursos políticos que se ganaron o perdieron las elecciones. Todos los partidos y asociaciones de suscripción popular se comprometieron en su campaña a mejorar la economía, a defender la autonomía y a impulsar la reglamentación del Estatuto de Autonomía. La propuesta de reglamentación, elaborada y aprobada por los dos Consejos Regionales, tiene ya casi un año "durmiendo el sueño de los justos en una de las gavetas de doña Violeta", como lo expresa Johnny Hodgson, concejal sandinista saliente del Gobierno de la RAAS.

Fuera del discurso fieramente antisandinista del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), la campaña tuvo un tono mucho menos confrontativo que la de 1990. En la RAAS, por ejemplo, el FSLN presentó un programa constructivo y concreto de tres puntos: atacar el desempleo, consolidar la paz y desarrollar las actividades sociales. Pero - como analiza Ray Hooker, diputado sandinista en la Asamblea Nacional por la RAAS - en el electorado existen básicamente tres sectores "los sandinistas hasta la muerte, los antisandinistas militantes y los indecisos." En el segundo grupo - mayor que el primero - están desde los ex-guardias, los ex-Resistencia los confiscados hasta gente de la clase media que fue perjudicada por la hiperinflación. El tercer grupo es un sector amplio y siempre importante, que abarca a jóvenes no formados ideológicamente y a los adultos apolíticos o con ciertas dudas.

Respecto a 1990, los resultados de las elecciones del 94 muestran que el FSLN perdió acceso a sus simpatizantes en los lugares de conflicto armado, pero que recuperó el voto de algunos indecisos - particularmente entre las etnias -, que después de cuatro años de finalizada la guerra empiezan a recordar con cierta nostalgia que el gobierno sandinista era mejor que el actual en sus servicios sociales y en el empleo y que eran los sandinistas quienes promovían el proyecto de autonomía.

Para la mayoría de los indecisos el talón de Aquiles del FSLN fue el servicio militar. Y no bastó que todos los candidatos sandinistas costeños, unidos a los dirigentes nacionales del FSLN que llegaron a la Costa al final de la campaña, aseguraran una y otra vez que ya no era necesario porque ya no estamos en guerra, que el FSLN quiere reformar la Constitución Política para acabar con el servicio, que estas elecciones son regionales y en ellas el servicio no es un tema en juego... No bastó porque el SMP, el servicio militar, es sólo la punta visible del iceberg: mucha gente razona que Estados Unidos nunca tolerará que el FSLN gobierne de nuevo, y piensan que si llegara al poder la guerra volvería de inmediato.

El juego al mayor apostador

Otro factor de interpretación de los resultados: la pobreza endémica y el actual desempleo masivo en las dos regiones autónomas hacen que quien tenga más plata para apostar gane el juego. Sólo el PLC la tuvo en cantidades abundantes. Tuvo suficiente para levantar de la nada y en sólo dos años su aparato electoral. Tuvo suficiente para movilizarse en las minas y en Tortuguero y La Cruz - lugares distantes y de difícil acceso. Y tuvo suficiente para regalar una bolsa de comida cada mediodía a la muchedumbre que se congregaba alrededor de su sede de campaña en Bluefields. Muchos aseguran - extraoficialmente, por miedo - que tuvo suficiente para comprar las libretas cívicas de votantes pobres de las áreas en donde se sintió más débil que el FSLN.

Se supone que el PLC financió parcialmente su campaña con recursos donados por los amigos de Arnoldo Alemán en Miami, tanto somocistas como cubanos. Sin embargo, el Consejo Supremo Electoral afirma que ningún grupo reportó la llegada de recursos extranjeros - como lo debe hacer según la ley -, excepto ADECO, que acusó recibo de tres lanchas facilitadas por un amigo de Costa Rica. En una entrevista radial en Managua después de las elecciones, Arnoldo Alemán - dirigente máximo del PLC - afirmó que los cubanos vendrán a la Costa y que "los amigos de la Costa la salvarán" agregando que al día siguiente tenía una reunión con "el exilio" en Miami.

Los sandinistas costeños se quejan de que su partido no le dio a la campaña la atención que merecía, a pesar de que la usó como justificación para posponer el Congreso extraordinario del FSLN de febrero a mayo. Después de muchas pláticas, los dirigentes sandinistas costeños lograron convencer a la Dirección Nacional del FSLN de la importancia de estas elecciones y varios miembros de la DN visitaron las dos regiones, pero ya era demasiado tarde. Necesitaron apoyo técnico y económico desde un principio, y no sólo en la recta final.

Según William Schwartz, Secretario Político del FSLN en la RAAS, "el FSLN en el Pacífico no pudo calibrar la importancia de las elecciones regionales. Además, los intereses personales de algunos dirigentes de ambas corrientes prevalecieron para poner el Congreso por delante de nuestras elecciones". El debate público entre Daniel Ortega y Sergio Ramírez - que se calentó en tiempos paralelos a los de la campaña - no sólo eclipsó la campaña del FSLN en la Costa - dice Schwartz - sino que la perjudicó hasta cierto punto en las sedes regionales, únicos lugares de la Costa en donde se difunden las noticias nacionales.

El FSLN democratizó su proceso electoral interno en la RAAS, realizando elecciones primarias en cada circunscripción. Según Ray Hooker, es la primera vez que en Nicaragua un partido realiza primarias. Hubo una primera asamblea en cada circunscripción, en la que los militantes y simpatizantes nominaron a unos 5 ó 6 pre-candidatos, los que después tenían que hacer campaña para que 3 de ellos fueran elegidos en una segunda asamblea como candidatos.

Ray Hooker afirma que los candidatos sandinistas trabajaron con las uñas. "Tomando en cuenta los errores y la escasez, fue sorprendente el número de escaños que ganamos". Agrega que el grueso de los desempleados costeños son sandinistas. Durante casi toda la campaña, el FSLN contó con poco más recursos que los del financiamiento estatal - repartido entre cada partido por el Consejo Supremo Electoral -, un aporte con el que no se pueden cubrir todos los astos de una campaña.

De acuerdo a la Ley Electoral, la formúla para este raparto favorece a los partidos nacionales sobre las asociaciones de suscripción popular y a los partidos que ganaron escaños en las elecciones anteriores sobre los que no participaron o no ganaron escaños. Así, el FSLN recibió un 33% del millón 150 mil córdobas distribuidos y la UNO un 20%. (Los 3 partidos de la alianza UNO que participaron de forma independiente se repartieron el otro 16% que hubiera correspondido también a la UNO).









Temores por el PLC

Como muestra de la clara discriminación con las asociaciones locales, Yapti Tasba Masraka Nani Aslatakanka - la organización mískita conocida como YATAMA - sólo recibió lgo más de un 4%, aunque en 1990 ganó 3 escaños más que la UNO en las dos regiones juntas. Pero según el Consejo de Partidos Políticos, YATAMA no reúne las características necesarias para inscribirse como un partido nacional, pero tampoco es una asociación electoral de existencia pasajera, como son las llamadas de suscripción popular.

Los otros candidatos que representan a partidos nacionales tuvieron seguramente algún apoyo de sus sedes en Managua, pero esto no tuvo ningún efecto. Se rumorea que el Ministro de la Presidencia, Antonio Lacayo, entregó 220 mil dólares en el sur a ADECO - la asociación creada por el Coordinador Regional saliente Alvin Guthrie - y otra cantidad a YATAMA en el norte para que frenaran la campaña del PLC. El diputado Ray Hooker bromea afirmando que el único candidato de ADECO que ganó un escaño es "el concejal más caro de Nicaragua".
Ciertamente, fue un dinero mal invertido. ADECO, YATAMA y la UNO - a la que Guthrie pertenecía hasta hace poco - perdieron votos por ser identificados con gobiernos regionales - y con el nacional - corruptos e ineficaces, que no defendieron las tres banderas más populares en la Costa: los recursos naturales, la economía y la autonomía. Si Lacayo no quería dejarle campo abierto a Alemán, debía haber atendido mejor y desde antes estos tres pilares, como le señalaron sus aliados costeños.

Durante la campaña, el PLC pasó por alto su apellido "constitucionalista", para apelar así a la "tradición liberal" de los pocos mestizos costeños cuyos padres y abuelos votaron históricamente por los liberales en el Pacífico. Pero aparte de lo que signifique para ellos, esta "tradición" consiste sobre todo en una memoria colectiva de tiempos relativamente mejores para la Costa, donde la Guardia Nacional no tuvo nunca fama de ser el puño de hierro de la represión. Al fin y al cabo, muchos costeños votaron por el PLC apostando a que quizás mejoraría su tan dramática situación económica. Los que la pensaron más lo hicieron confiando en que buscando ganar en las elecciones nacionales de 1996, el PLC no se atrevería a hacer de las suyas con la región. Razonaron que en estos próximos dos años el PLC querrá proyectarse nacionalmente con una gestión eficaz en la Costa, generando inversiones y empleo en la región.

Pero estas esperanzas no permiten superar el escepticismo. Los sandinistas analizan que el PLC no invertirá muchos recursos en la Costa porque el grueso de su electorado en 1996 está en el Pacífico y en la Costa le basta con la victoria electoral. Piensan también que si es real la división Lacayo-Alemán, esto le traerá problemas al PLC en su gobierno costeño. Es en parte por eso que el FSLN quería un gobierno de consenso en las dos regiones. YATAMA comparte ambos temores. "El PLC puede empeorar las cosas, porque no tendrá el apoyo relativo de Lacayo con el que contaba Guthrie. El PLC chupará todos nuestros recursos para dárselos a los somocistas y los cubeans' y así obtener su apoyo para 1996", dice Eustice Flores, representante de YATAMA en la RAAS.

Negociando los puestos clave

Por la amplia gama de alternativas, ninguna fuerza electoral obtuvo mayoría absoluta de escaños, ni en el Atlántico Norte (RAAN) ni en el Sur (RAAS). En el Norte, YATAMA se encontraba ante el dilema de aliarse con el PLC o con el FSLN, con quien le ofreciera mejores condiciones. La condición que más quería y que hizo pública fue la que se le diera a Alfonso Smith - diputado de YATAMA ante la Asamblea Nacional - el cargo de Coordinador Regional, popularmente llamado Gobernador. El FSLN parecía dispuesto a hacerlo como el menor de los males, aunque no era ésta una posición cómoda para los sandinistas. Desde fines de 1992, Smith ya había ejercido como Gobernador. Llegó a ese cargo cuando se destituyó a Leonel Pantin - en aquel momento de YATAMA y ahora jefe del PLC en la RAAN - por corrupción, pero el gobierno de Smith no fue mejor. A cambio de sus 20 votos para Smith, el FSLN aspiraba a que Alta Hooker Blandford - único candidato sandinista reelecta en la RAAN - fuera Presidenta de la Junta Directiva. Delegada regional del Ministerio de Salud, Hooker fue elegida a la Junta Directiva en 1990 como Segunda Secretaria y resultó primera en la elección para la nueva Junta en 1992. Alta es capaz, dedicada y respetada por sus esfuerzos concretos en favor de la reconciliación con YATAMA en el Consejo Regional.

Debía haber sido relativamente fácil conformar en la RAAN un gobierno, si no de consenso, por lo menos sí de amplia mayoría. Pero no pudo ser. Stedman Fagoth - líder de la facción anti-Brooklyn Rivera de YATAMA - tenía unas ganas tremendas de ser Gobernador. Contrariando su nueva identidad de años recientes de "reconciliador" dentro de YATAMA - para oponerse al Rivera "revanchista" - Fagoth trabajó incansablemente para que los 7 concejales electos de YATAMA (facción Rivera) se pusieran a su lado (al lado del PLC). Rivera acusó al PLC de ofrecer 30 mil córdobas a cada concejal de YATAMA que votara por el PLC en las dos regiones.

El "reino" de la política

Si la competencia rencorosa entre estos dos líderes mískitos y los descontrolados intereses personales de ambos complicaron el cuadro en la RAAN, las negociaciones multidimensionales para los cargos clave en la RAAS mostraron aún con más claridad los rasgos a lo Macondo que caracterizan la vida política en la Costa, tanto ayer como hoy.

Al igual que en la RAAN, esos rasgos abarcan desde las cicatrices y los odios heredados de la guerra hasta la humillación que impone la despectiva intromisión de Managua, pasando por las divisiones étnicas e intra-étnicas, los intereses personales, el poder de chantaje de los pequeños con un as en la mano, haciendo todo ello verdad el popular refrán costeño que dice que "el reino de Dios es sagrado y el reino de la política es profano". El resultado es la apatía popular ante los politiqueros Pero los sucesos de la RAAS muestran también la clásica debilidad de un hombre bueno y con escrúpulos metido en el mundo político, la tensión entre el esta blishment de las élites creoles y el advenedizo negro y la tendencia a jugar con todos estos elementos a expensas del bien y del futuro de la Costa como si fuera poco lo que está en juego. Estos rasgos no son patrimonio de la política costeña, pero salieron estos días a la luz con una definición brillante, propia de las más clásicas películas de Hollywood.

El primer elemento a tener en cuenta para comprender la complejidad de las negociaciones que tuvieron lugar en las RAAS es que ninguna fuerza política sacó los votos suficientes para imponerse sin la cooperación de por lo menos dos fuerzas más. Para ser más exactos, sólo una inverosimilísima alianza PLC-FSLN pudiera haberlo hecho. Esta realidad propiciaba infinitas posibilidades de alianzas múltiples, fueran amarradas o momentáneas, fueran de grupos o de invididuos. Se intentaron todas.

Los cargos más poderosos

Otro elemento importante es tener en mente los cargos que estaban en juego y la importancia de cada uno. Obviamente, el cargo de más poder es el de Gobernador. Su poder puede llegar a ser casi absoluto si su bancada también domina la Junta Directiva y tiene la mayoría en el Consejo Regional. El Gobernador Guthrie tuvo ese poder, aunque le faltaba un voto para dominar el Consejo, pero la mayoría de los concejales eran tan dóciles y tan sin preparación que pudo actuar a su antojo.

Y cuando la bancada sandinista empezó a organizarlos, la Junta Directiva simplemente dejó de convocar las sesiones mensuales del Consejo. En 4 años, el Consejo de la RAAS sólo sesionó 33 veces, la mayoría en los primeros 2 años. El Presidente de la Junta Directiva es otro poder, no para ejecutar sino para maniobrar en favor o del Coordinador o del Consejo. La Junta convoca - o no convoca - las sesiones ordinarias y las extraordinarias, controla la agenda de estas sesiones, coordina las actividades de las instancias del gobierno autónomo con los funcionarios estatales en la región, nombra comisiones para analizar y dictaminar sobre asuntos administrativos en la región y realiza todas las gestiones para el interés, el bienestar y el desarrollo de la Costa.

Otro cargo de importancia es el de primer Vicepresidente de la Junta. Como explica uno, es él "quien maneja el money". El cuarto cargo de interés es el de Primer Secretario, porque está enterado de todo. Tanto el Coordinador Regional como los siete miembros de la Junta Directiva son nominados por los mismos concejales de entre ellos y tienen que ser ratificados por una mayoría simple del quórum del Consejo. La Junta actúa por un período de dos años.

Uno de los dos candidatos más discutidos para Gobernador de la RAAS era Rayfield Hodgson Bobb, pastor pentecostal de Bluefields, conocido como "Brother Ray." El es el "advenedizo negro". Alcalde de Bluefields durante un tiempo en el gobierno sandinista, hombre inteligente, listo, carismático, demagógico y populista, de frases llamativas y palabras dulces, acusado de corrupto y oportunista, pero una figura popular, con ideas imaginativas, las que después ni concreta ni implementa. Fue elegido concejal en la casilla del PLC, partido al que se unió después de hablar con los amigos de Alemán en Miami a finales de 1993. Al igual que Fagoth, deseaba con todo su corazón ser Gobernador. Y el PLC lo apoyaba, a pesar de su coqueteo transitorio pero apasionante con el sandinismo.

El otro candidato favorito era Faran Dometz Hebbert, un pastor moravo de Laguna de Perlas, que fue por muchos años director del prestigioso Colegio Moravo de Bluefields. Representa el establishment de las élites creoles. La asociación de suscripción popular a la que pertenece -el Movimiento Auténtico Autónomo Costeño (MAAC)- atrajo a mucha gente de este tipo como candidatos y como asesores. Dometz es un hombre bueno, de comportamiento impecable, bien educado, apoyado por la Iglesia Morava, respetado por todos, incluyendo a la gente del PLC. En fin, un hombre sin ninguna característica de politiquero. No era el menor de los males sino quizás el único candidato con las cualidades necesarias para superar las polarizaciones en la RAAS y para gobernar desde una posición de mayor consenso. Pero no estaba claro si podría moverse en el "profano" terreno de la política.

Su organización, el MAAC, sólo ganó 2 concejales, pero el FSLN le comunicó desde un comienzo que le daría sus 15 votos incondicionalmente si él podía reunir los otros 7 necesarios como mínimo. Al principio, Dometz contaba también con los 5 votos de YATAMA, pero esa organización decidió pescar en aguas más revueltas cuando el PLC le dio señales de querer platicar.

Todo o nada

YATAMA quería la Presidencia de la Junta. "Porque la Junta pertenece al Consejo y el legislativo debe controlar el ejecutivo, y no a la viceversa. Y porque nosotros defendemos los intereses de la Costa mientras que el PLC tiene intereses nacionales," explica Eustice Flores, representante de YATAMA en la RAAS.

Pero después de dos semanas de pláticas, el PLC se mantuvo inflexible. "El PLC quiere todo o nada," explica Flores. Quería darle el puesto de Presidente al jefe de su partido en la RAAS, Augusto César de la Rocha de la Rocha, nativo de Granada, un astuto abogado de la Guardia Nacional somocista, que después de estar preso y ser indultado por el gobierno sandinista huyó a Bluefields, donde se casó con una mestiza de buena familia con generaciones en la Costa. De la Rocha es una oveja negra dentro del establishment de estas familias de la élite, que ha adoptado hasta cierto punto el suave modo de los creoles, abandonando el estilo caudillista del Pacífico. Odiado por algunos, temido por muchos, amigo de nadie, De la Rocha no contribuye a elevar la auto-imagen de estos mestizos.

Con pocas excepciones, los candidatos nombrados por De la Rocha en la RAAS no eran de esta casta-élite. Si el FSLN hubiese ganado solamente dos votos más en la circunscripción de Bluefields, donde compitió con De la Rocha, hubiera ganado un escaño más y la UNO el tercero, dejando a De la Rocha fuera del Consejo. Según Flores, YATAMA volvió a hablar con el MAAC y también trató de acercarse a la UNO - o a algunos de sus concejales con perspectiva costeña - para que unieran sus votos contra el PLC y actuaran como intermediarios con el FSLN, porque los YATAMA elegidos por mískitos antisandinistas no querían quemarse. Pero los de la UNO (4 del PLI y 1 del PSD) no estaban unidos entre sí.

Bluefields: preguntas y rumores

El 28 de abril, menos de una semana antes de la sesión inaugural de los nuevos gobiernos, las negociaciones en Bluefields parecían estancadas. Este mismo día llegó el diario La Tribuna con la noticia de que el PLC y la UNO habían suscrito en Managua un acuerdo para "formar un Gobierno democrático, honesto y que fortalezca la autonomía regional," en palabras de Alfredo César, actual coordinador de la UNO. Una vez rumiada la bilis provocada por este injerencismo arrogante, se cayó en la cuenta de que algo faltaba. Aún suponiendo que el acuerdo PLC-UNO fuera seguido por todos los concejales costeños de estos grupos, no reunían aún los votos necesarios para elegir a nadie. Se requería por lo menos de un voto más.

Empiezan las especulaciones en la calle, los bares, el porche de las casas en las largas noches sin luz eléctrica. "¿Con quién se quedará ADECO? ¿Se sumará a los votos del MAAC?FSLN o a los del PLC-UNO? Están muy callados"..."Y los cinco de la UNO, ¿podrá al menos uno o dos tener suficiente orgullo costeño y enfrentar esta descarga de Managua?"..."Y en YATAMA, ¿son firmes todos?"... De repente, desde Managua tiran otra salva sobre la proa costeña. Se anuncia que el gobierno central nombró a Kenneth Bushey - hombre de Brooklyn Rivera, Delegado del Ministerio de Gobernación en la RAAN y nuevo concejal de YATAMA - como futuro Delegado de la Presidencia en el Atlántico Norte. Corren también fuertes rumores de que Maxwell Atily - suplente de Guthrie en la Asamblea Nacional- tendrá ese mismo cargo en la RAAS. Estos Delegados manejarían seguramente el presupuesto central para la Costa y acapararían todo el poder de decisión.

Si en los últimos cuatro años los gobiernos autónomos lucharon por nacer bajo la sofocante sombra del Instituto para el Desarrollo de las Regiones Autónomas (INDERA) y de su Ministro Brooklyn Rivera, ahora tendrían que luchar para dar sus primeros pasos bajo la enmarañada sombra de Delegados presidenciales. Era la respuesta del Ministro Lacayo a las pretensiones del liberal Alemán y el remate de la autonomía. Así mataría dos fastidiosos pájaros con un mismo tiro. De hecho, la fórmula de los Delegados, para mantener a través de ellos control sobre la Costa es más elaborada que la creación de INDERA en 1990 y también más apegada al Estatuto de Autonomía.

Cuando la Presidenta Chamorro anunció la creación de INDERA, lo hizo sin consulta previa - ni siquiera les avisó - con los nuevos gobiernos autónomos, violando así tanto la letra como el espíritu de la Ley de Autonomía. Pero la Ley reconoce el derecho del Presidente de la República a nombrar su propio Delegado en cada región, limitándose a señalar que este puesto "puede ser compatible" con el de Coordinador Regional de las regiones autónomas. La lucha contra INDERA ha sido casi el único eje de unidad entre todas las fuerzas de ambas regiones en estos cuatro años, seguido de una larga lucha para que la Presidencia reglamente el Estatuto de Autonomía.

¿Quién ganó?

El pueblo de la RAAS, y también el de la RAAN, se acostó la noche del 3 de mayo sin saber quiénes serían jurados en los cargos del nuevo gobierno al día siguiente. Mientras, el cabildeo continuó hasta la madrugada, cada grupo tratando de amarrar a los concejales menos firmes.

Mañana del 4 de mayo: toma de posesión en la RAAN. El Presidente del Consejo Supremo Electoral, Mariano Fiallos Oyanguren, abre las nominaciones para la Junta Directiva. Alta Hooker gana la Presidencia con 19 de los 20 votos de su partido, más 7 de los 8 votos de YATAMA. Los restantes se plegaron a las ofertas financieras que les hizo el PLC. YATAMA se abstuvo y un sandinista votó por Jaime Chow, el candidato del PLC. A los votos en favor de Hooker se sumó el de Modesto Rener, un YATAMA que había ganado en la plancha del PLC. Luego, Rener, fue elegido primer Vicepresidente y el PLC abandonó la sesión con Alemán a la cabeza. Rener se quedó, asumiendo su asiento en la mesa directiva, al lado de otros dos miembros de YATAMA y otros dos del FSLN. Por razones internas de YATAMA, Marcos Hoppington Scott, de YATAMA - segundo de Brooklyn Rivera durante la guera y con reputación de hombre serio -, fue elegido Gobernador en vez de Alfonso Smith. Fagoth estaba tan seguro de su elección que hasta había traído familiares que viven en los Estados Unidos para presenciarla.

Sandinistas costeños ante el Congreso

Sandinistas costeños ante el Congreso Si las elecciones en la Costa y la instalación de los nuevos gobiernos pasaron a un segundo plano en la mente de los sandinistas del Pacífico, priorizando el Congreso del FSLN, sucedió al revés en la Costa. En Puerto Cabezas (Bilwi), los sandinistas celebraron su congreso local el 23 de abril, pero en Bluefields se pospuso hasta el 7 de mayo para no tener la atención dividida. Abordados sobre el tema del Congreso, los sandinistas en la RAAS manifiestan diversas opiniones respecto a los diferentes puntos en cuestión. Sin embargo, todos están dispuestos a aceptar la línea que gane la mayoría en el Congreso. "Podemos alinearnos con cualquiera de las dos corrientes, porque tienen muchos puntos en común", dice William Shwartz, Secretario Político del FSLN en la RAAS. Les preocupa mucho la personalización que se ha dado en el debate nacional (Sergio vs Daniel).Existe bastante interés en la renovación del partido, en su democratización, en que las mujeres y la nueva generación de jóvenes tenga más participación y en que las "vacas sagradas" dejen de "bajar líneas". Pero tanto en la RAAS como en la RAAN, van más allá en su concepto de democratización. Los delegados de ambas regiones lucharán por un partido autónomo en la Costa. En la RAAS afirman que, en la práctica, ellos ya toman sus propias decisiones y que éstas son respetadas en Managua. Pero ahora buscan formalizar esta autonomía y disponer de su propio presupuesto.

La importancia de este punto la enfatizó William Schwartz: "Si no sale un costeño en la nueva dirección lo lamentaríamos. Pero si no logramos conseguir la aprobación de la autonomía, lo resentiríamos". Se sienten orgullosos de que en varias regiones del Pacífico se haya nominado a costeños en las listas de candidatos para la nueva dirección. "El hecho de que Ray Hooker y Lumberto Campbell representen corrientes diferentes nos presenta un pequeño dilema - dice Schwartz -. Pero los dos serían aceptables. Ambos son muy respetados aquí." Agrega que ambos dirigentes pueden representar la perspectiva costeña sin dejar de preocuparse por los intereses nacionales.Angélica Brown - una de las tres concejalas en la bancada sandinista - está de acuerdo en esta posición y afirma que en el congreso local van a dejar claro a los dos que no quieren divisiones. Según ella, otros puntos centrales en los documentos preparatorios al Congreso - la propiedad, la posición del FSLN ante los Estados Unidos, etc. - no tienen la misma importancia en la Costa. La mayoría de las propiedades importantes que fueron confiscadas ya han sido devueltas. Tampoco tiene importancia la cuestión de "la piñata" porque - como confirma Ray Hooker - el gobierno regional se entregó intacto después de las elecciones, con los fondos en el banco y con todo en orden.Un tema del Congreso que sí tiene resonancia en la Costa es el de la participación de las mujeres en el FSLN.

En el congreso de la RAAN se solicitó que el 50% de los dirigentes de las instancias de dirección a nivel nacional y departamental sean mujeres. Brown opina que no basta con pedir que las mujeres tengan más participación, sino que hay que enumerar las áreas prioritarias en que sus derechos deben de ser defendidos. Y cita derechos económicos - el derecho al crédito ,a su propia tierra, etc.- sobre todo para las madres solteras.Brown señala que otro tema de gran importancia para la Costa es el de la privatización.

Hace más de dos años, las dos grandes empresas pesqueras de la RAAS y el astillero de El Bluff se alquilaron a extranjeros y nacionales por tres años bajo un acuerdo con la CORNAP, en el que el 40% de la renta sería para el gobierno regional. Según Johnny Hodgson - miembro de la junta pesquera - se han iniciado nuevas negociaciones porque estos inversionistas quieren extender sus contratos por 8 ó 10 años más. Un problema en estas negociaciones, - dice Hodgson - es que el gobierno autónomo sólo empezó a recibir su 50% a partir de 1994.Pero existe un problema aún mayor. Una de las condiciones del ESAF es que estas empresas y las otras basadas en la explotación de los recursos naturales - sean privatizadas completamente. Todos opinan que el ESAF tendrá profundos efectos en la Costa y que se firmó sin consultar para nada a los gobiernos de estas regiones supuestamente autónomas.

Desde el principio, tanto el FSLN como YATAMA trataron de platicar con el PLC para lograr un gobierno de consenso, pero no encontraron una actitud abierta a lo que el PLC llama despectivamente "un co-gobierno". Igual que en el sur, el PLC quería todo o nada, y como concluyó Brooklyn Rivera al final de la votación, "se quedaron con nada."

En la tarde, el mismo patrón se repitió en la RAAS, pero al revés. Primero hubo una moción de parte del FSLN para que estos cargos fueran elegidos por voto secreto, aduciendo que existían amenazas contra los concejales. La Secretaria General del CSE contó 24 manos en favor de un voto "público y demócratico", como había argumentado el PLC. El dado estaba tirado.

Los dos concejales de ADECO se habían sumado a la alianza PLC?UNO, mientras que un concejal de la UNO (José Cruz, del PSD) se abstuvo. De la Rocha ganó la Presidencia de la Junta con 24 votos. 22 tuvo René Anderson Dixon, concejal de YATAMA en Laguna de Perlas. Luego, Eric Alvarez Ramírez de la UNO ganó como primer Vicepresidente. Después de esto, la alianza electoral FSLN-MAAC-YATAMA dejó de proponer candidatos y de votar. Abelardo McRea John, concejal rama del PLC, Segundo Vicepresidente. Laurence Agota Omier, concejal creole del PLC, Primer Secretario. Felix Sinclair, concejal garífuna de ADECO, Segundo Secretario... Todo iba bien para los intereses nacionales derechistas, cuando de repente el juego se les fue de la mano.

Según el Estatuto de Autonomía, la Junta Directiva tiene que incluir al menos un concejal de cada etnia que resida en la región. Faltaba un mískito y un sumu y estaban ya en los dos últimos cargos - los más bajos, por supuesto -, pero no los tenían en su bancada porque el PLC perdió en la circunscripciones donde viven la mayoría de estas dos etnias.

Nominaron entonces a Leoncio Knight Julián, concejal de YATAMA en la desembocadura del Río Grande para Primer Vocal, pero él declinó. Pausa. Nominaron a Eddy Bendlis, concejal de YATAMA en El Bluff y declinó también. Otra pausa, esta vez más larga. Desesperados, nominaron a María Cruz Quintero, concejal del PLC por La Cruz. Enseguida, un concejal mískito del FSLN se puso de pie muy airado y le lanzó una pregunta en mískito que ella no pudo entender, mucho menos contestar.

El show que siguió mostró una de las debilidades del Estatuto de Autonomía no reglamentado. La candidata se defendía débilmente, diciendo que "puede ser" de ascendencia mískita porque su madre nació en Puerto Cabezas. Mientras toda la bancada sandinista protestaba por esta parodia, Fiallos consultó con los otros miembros del CSE y magistrados de la Corte Suprema de Justicia presentes. Finalmente, se basó en el artículo 12 capítulo III del Estatuto de Autonomía, que dice textualmente que "los miembros de las Comunidades de la Costa Atlántica tienen el derecho de definir y decidir su propia identidad étnica" (aunque sea momentáneamente). La propuesta de reglamentación - hoy engavetada por la Presidencia - intenta corregir la posibilidad de burlar la identidad étnica a través de este artículo incompleto.

El PLC no se atrevió ya a repetir la burla. Cuando Fiallos pidió nominaciones para el segundo vocal, nadie levantó la mano. Un concejal sandinista susurró en voz alta a su vecino: "¿Qué pasa? ¿No pueden fabricar un sumu?" El cargo quedó desierto, anomalía que el jefe de la bancada sandinista José Guillén dice que van a inpugnar ante el CSE. Muy molestos, los concejales FSLN-MAAC-YATAMA abandonaron la sala, dejando que Brother Ray fuera elegido Gobernador por unanimidad de los todavía presentes.

Brooklyn Rivera -que había llegado de Puerto Cabezas - también se fue. "Lucharemos hasta el final para que se rectifique esta injusticia, este insulto a nuestra identidad," dijo al salir, visiblemente conmovido. Cuando más tarde, los concejales salieron del edificio con Arnoldo Alemán y Alfredo César a la cabeza, unos 600 blufileños les esperaban en silencio en el parque, sin llevar ni una de las muchas gorras y camisetas que había regalado el PLC durante la campaña. El aplauso no fue muy caluroso, y sólo un puñado de gente se unió a la triunfante marcha que iniciaron por las calles de la ciudad.

¿Hacia dónde?

Inmediatamente después de estos actos, el FSLN en la RAAS tuvo que dirigir sus energías a su congreso local, fechado para el 7 de mayo. Aunque habían decidido pensar en su estrategia para los próximos años sólo después de ver los resultados del esfuerzo de crear un gobierno de consenso, un militante opinó que aunque el consenso había sido fallido, darían una oportunidad al nuevo gobierno. "Apoyaremos cualquier acción en beneficio de la región", dijo. "Podemos luchar por la autonomía dentro o fuera del gobierno", agregó otro.

Esta actitud positiva y de expectativa no es compartida por los que perdieron en la RAAN. En vez de tratar de calmar los rencores políticos y étnicos, Stedman Fagoth y el PLC están incitándolos. En conferencia de prensa, Arnoldo Alemán dijo con alegría poco disimulada que el Consejo de Ancianos de la RAAN va a recorrer todas las comunidades indígenas para dar a conocer "la traición de YATAMA al aliarse con los sandinistas". Agregó que sus concejales mantendrían una postura de oposición "crítica". Es decir, no constructiva. También evidenció su intencion de distribuir su "ayuda para el desarrollo" a través de sus propios concejales, dando a entender que no tendría en cuenta al nuevo Consejo Regional. Cualquiera sea la voluntad política dentro de los dos nuevos gobiernos, tendrán atadas las manos si no se reglamente el Estatuto de Autonomía, que el PLC ha dicho querer modificar. Muchos sandinistas en la RAAS dudan de que se reglamente durante el gobierno de Violeta Chamorro. "Ella no puede firmar la reglamentación - opina Johnny Hodgson - porque le quitaría al gobierno central el derecho de seguir otorgando licencias de pesca y otras concesiones a sus familiares y amigos extranjeros. Además, hay presiones internacionales. El ESAF, el acuerdo que acaba de firmarse con el Fondo Monetario Internacional, dice que se tienen que privatizar las minas, la pesca y los bosques y esto es contradictorio con la reglamentación. El gobierno Chamorro no puede firmar ambas cosas, son antitéticas."

¿Una lucha separatista?

Este realismo no quita a la Costa el ánimo para seguir luchando. Con apoyo de FADCANIC - una ONG regional - y con el acompañamiento del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) y de la Comisión de Derechos Humanos de Honduras (CODEH), se conformó el mes pasado una Comisión de Derechos Humanos Ciudadanos y Autonómicos (CEDEH? CA) en las dos regiones, cuyo eje principal será luchar para defender la autonomía en general y su reglamentación en particular.

Si el gobierno central no permite que la autonomía tenga la oportunidad de mostrarse como la solución a los problemas costeños, la gente dejará de creer en ella. Pero esto no significará dejar de creer que existan soluciones. El pueblo costeño buscaría quizás una solución más radical. Por primera vez en mucho tiempo se oye hablar abiertamente en la Costa de la necesidad de emprender una lucha separatista. Por ahora, son palabras de rabia, expresiones espontáneas que nacen de la frustración, que no llevan detrás una reflexión sobre las consecuencias. Pero muchos líderes cívicos - de las Iglesias, de los partidos, de ONGs - opinan que esta semilla no cultivada podría crecer y desarrollar una planta bien enraizada y con vida propia.

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