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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 122 | Diciembre 1991

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Cuba

Cuba en la hora de los hornos

Cuba es el país del planeta que más ha sentido la caída de la URSS y el fin del socialismo europeo. ¿Qué luces se pueden percibir hoy en la isla en esta "hora de los hornos", evocando aquella frase de José Martí: "Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz"?

Equipo Envío

En las calles de La Habana y de otras ciudades de Cuba todo son colas. Para la leche (hay que llevar la botella). Para lo que llego de la libreta (todo ha vuelto a estar racionado y hace cuatro meses no llega jabón). Para las guaguas (que son menos cada día, que ya ni paran, que parecen racimos en marcha). Para las pizzas (que ni pizzas parecen). Para el buchito de café. Sobra el dinero y falta casi todo.

Pregunta para un funcionario: "Esta crisis, este llamado "período especial", ¿se debe a los problemas de los países del Este o a los problemas de Cuba?" Responde: "75% a la crisis del Este, 25% a nuestros problemas". La misma pregunta a un trabajador de la industria ligera. La responde exactamente al revés: "75% es nuestra culpa, 25% es por lo que pasa allá". Un funcionario menos oficialista, equilibra las proporciones: "60% es problema externo, 40% es interno". En las calles de La Habana y de otras ciudades de Cuba todo son comentarios sobre esta nueva, dificilísima realidad. Se escuchan ideas, opiniones, reflexiones. y mas ideas. "Estamos obligados a un ejercicio de creación, a la creación de un modelo que haga viable la revolución en un mundo que ya cambio", dice un joven revolucionario, también lleno de ideas.

Un país desabastecido

Si de algo hay clara, extendida y unánime conciencia en Cuba es de que el mundo ha cambiado. Eso lo sabe y lo valora el 100%. El mundo en el que la revolución cubana nació, creció y se desarrollo, ya no existe. Los enemigos del proceso revolucionario cubano deducen - y aun mas, tratan de inducirlo con su propaganda - que esa revolución "tiene sus días contados", que la actual crisis es "terminal" y que después de nacer, crecer y reproducirse, ya le llego a la Cuba revolucionaria la hora de morir.

En medio de un océano de capitalismo

Desde que el 3 de febrero de 1962 el Presidente John F. Kennedy firmo el decreto numero 3447, Cuba vio rotos todos los vínculos económicos, comerciales y financieros que tenía con los Estados Unidos. Eran demasiados y antiguos esos lazos. En 1958, el año anterior a la revolución, el 71% del total de las exportaciones cubanas y el 64% de las importaciones eran con Estados Unidos y el comercio norteamericano con Cuba totalizaba mil millones de dólares. (Ya en 1923, Estados Unidos le compraba a Cuba el 83% de sus exportaciones).

Consumado el embargo, y aunque con enormes costos económicos y sociales, la isla de Cuba, aislada en su propia area geográfica, comenzó a rearticular toda su economía y sus relaciones comerciales con los países socialistas de Europa, especialmente con la URSS. "Lo que pasa ahora es que estamos prensados entre dos bloqueos. El de Estados Unidos y el de la URSS. Uno es de derecho y otro es de hecho", explica un científico social cubano.

El "bloqueo de derecho", el de Estados Unidos, es el que Cuba ha denunciado oficialmente en este ultimo período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, por considerar que es violatorio del derecho internacional. Mas que por la agresión económica que representa el embargo bilateral, por la permanente presión que desde hace mas de 30 años ha ejercido Estados Unidos sobre terceros países para que se unan a su política anti-cubana. Este asunto - que será discutido finalmente en la ONU en la Asamblea General de 1992 - se vuelve estratégico en estos tiempos del cólera y del "nuevo orden mundial", porque el marco del derecho internacional es ya el único en el que se proclama que los Estados, grandes o pequeños, son iguales y es el único que puede amparar a los mas pequeños.

El "bloqueo de hecho" es resultado del colapso de los países socialistas de Europa del Este y de la crisis desintegradora en la URSS. Cuba mantenía el 85% del total de su comercio con estos países, especialmente con la URSS. (Viendo esta cifra siempre han dicho unos: "-La revolución solo cambio una dependencia por otra!". Y otros: "A la revolución no le dejaron otra alternativa.").

Los cambios y la marcha hacia el capitalismo de todos los países de la Europa Oriental han provocado la practica desaparición de todos sus intercambios comerciales con Cuba. Un ejemplo de uno de esos muchos intercambios: la República Democrática Alemana enviaba a Cuba 22 mil toneladas de leche en polvo y a cambio, Cuba enviaba a la RDA 22 mil toneladas de levadura torula, para la alimentación animal. El intercambio era beneficioso para los dos países: la RDA tenía excedentes de leche y a partir de la melaza del azúcar, a Cuba le resultaba muy rentable la producción de torula. Con esa leche en polvo Cuba producía 220 millones de litros de leche fluida, el equivalente a 5 meses de consumo nacional.

Esa leche ya no llega a Cuba. Esto explica en gran medida el tensionamiento actual en el suministro de leche y en el de quesos, yogurt y mantequilla. Sin embargo, no hay un niño cubano que no tenga garantizado diariamente un litro de leche por 25 centavos. Tampoco hay un anciano al que le falte ese litro de leche. Casi todo lo que hoy gana Cuba con la exportación de langostas se invierte en importar leche en polvo para cumplir ese objetivo.

Con la URSS - el principal socio comercial de Cuba - los problemas han sido mas complejos. No se trata de que la URSS haya decidido dejar de "ayudar" o de "subsidiar" a Cuba porque ha tomado distancia política o ideológica de su gobierno, como intenta presentar el juego - o guerra - de imágenes que existe hoy sobre Cuba.

¿De que se trata entonces? El principal producto de exportación de Cuba a la URSS ha sido siempre el azúcar -también tienen importancia el níquel y los cítricos y últimamente, algunos equipos médicos -. El principal producto de exportación de la URSS hacia Cuba ha sido el petróleo.

En 1959, al triunfo de la revolución cubana, Cuba consumía 4 millones de toneladas de petróleo anuales y el barril de petróleo costaba 2 dólares. Con una tonelada de azúcar Cuba podía comprar unas 7 toneladas de petróleo. En los años 70, cuando se dio el alza espectacular en los precios del petróleo, el barril llego a costar 30 dólares. Esta realidad del alza en el petróleo - que tiene precios de monopolio -, la variación en los precios mundiales del azúcar y el mismo desarrollo de Cuba -que fue capaz de producir mucho mas azúcar, pero que ha llegado a necesitar para que funcione su economía 13 millones de toneladas de petróleo anuales - fue llevando a ambos países a la suscripción de acuerdos compensatorios de todos los posibles desequilibrios. No solo a Cuba, también a la URSS le resultaban beneficiosos, porque cuando los soviéticos pagaban a Cuba 800 rublos por cada tonelada de azúcar, producir en la URSS esa misma tonelada a partir de la remolacha, costaba mil o mas rublos.

Tanto en estos dos productos centrales en el comercio como en los restantes, no se trato de la limosna del grande al chico, sino de acuerdos razonables entre el grande y el chico para así ir cerrando esa brecha del intercambio desigual que hace que unos pocos países sean cada vez mas ricos a costa de que la mayoría de los países cada sean vez mas pobres.

La crisis política de la ex-URSS y el caos administrativo que esta ha generado, y no el supuesto aislamiento político al que la URSS ha sometido a Cuba, son la razón del "bloqueo de hecho". En 1990 empezaron ya los problemas. Por primera vez en mas de 30 años, la URSS dejo de cumplir con el petróleo acordado con Cuba y en la segunda mitad de ese año dejaron de llegar a la isla 3.3 millones de toneladas. El recorte - algo mas del 20% de lo necesario anualmente - obligo a serios ajustes en toda la economía.

En este 1991, la URSS ya acordó menos - solo 10 millones de toneladas - y a finales de noviembre solo se habían recibido en Cuba 8 millones. En los restantes productos o materias primas esenciales - tampoco subsidiadas ni donadas sino intercambiadas por productos cubanos - el incumplimiento de la URSS en 1991 fue casi total, mientras Cuba cumplía todos sus compromisos. Harina de trigo y granos, grasa y aceites comestibles, fertilizantes, azufre para la industria del níquel, soda cáustica para la del jabón y para limpieza de los centrales azucareros y las industrias, carbonato de sodio para cristales, pulpa de madera para papel y cartón, laminados de acero para la construcción, hojalata para envases, neumáticos, piezas de repuesto para maquinarias y electrodomésticos...

Todo eso y mucho más no ha llegado. De cada 100 neumáticos acordados, llegaron 2. En el caso de los fertilizantes, imprescindibles en la zafra azucarera y para el éxito del estratégico plan agroalimentario - que debe de dar resultados apreciables en los próximos dos años haciendo que La Habana y otras ciudades tengan capacidad de abastecerse con alimentos cosechados en sus alrededores -solo se había recibido un 5% de lo acordado. Nada hace suponer que en 1992 se supere esta realidad de crisis en los suministros soviéticos. Incertidumbre es una de las palabras que resulta clave para entender a la Cuba de hoy. Y todos cuentan con que las cosas se pondrán peor.

Desde finales de 1990, cuando se dieron los primeros síntomas de la crisis - y previendo el empeoramiento de la situación - el gobierno cubano reajusto estrategias y estableció un estricto control sobre todos los recursos y bienes del país. Era este también un "plan de ajuste", pero muy diferente al que padece el resto de los países latinoamericanos. Diferente porque sus razones son otras y la gente esta informada sobre ellas. Y porque la política del gobierno es mantener como "principio invariable" "un clima de equidad, de hermandad y de solidaridad en el que ningún hombre o mujer, ni un solo niño, ni un solo anciano quedara nunca abandonado a su suerte". Diferente también porque no hay estallidos sociales ni saqueos ni huelgas ni represiones. Y porque es un ajuste que ha traído escasez, pero no el hambre o la miseria masivas.

A finales de 1990 se inicio el llamado "período especial en tiempos de paz". Aunque hay aspectos del racionamiento que evocan una "economía de guerra", guerra no hay y el paisaje de La Habana solo es anormal por el exceso de filas y el de bicicletas, que por miles sustituyen a los automóviles. El deterioro que en el nivel de vida y en el consumo diario de la población trajo este impuesto control de todo es hoy el punto mas visible y sensible de "la crisis cubana". Tres veces al día sienten los cubanos "lo especial" de esta hora - solo una parte de una crisis económica mucho mas amplia -, tensión que de no resolverse creativamente podría traer como consecuencia un serio desgaste político para la revolución, enfrentada a la mas difícil y compleja prueba de toda su historia.

Desde Estados Unidos, el gobierno Bush esta apostando muy fuerte a acelerar el desgaste político de la revolución. Por esto, el bloqueo que el Presidente Kennedy decidió hace casi 30 años - y que 7 administraciones norteamericanas han mantenido - ha vuelto a cobrar protagonismo.

Cada puerta que abrimos, ellos tratan de cerrarla

22 días después del triunfo revolucionario en Cuba, ya se empezó a hablar en Estados Unidos de un posible bloqueo a Cuba. La revolución, marcada desde el comienzo por un abierto nacionalismo "amenazaba" los intereses de Estados Unidos en una isla que había sido su casi colonia desde hacia 60 años. La Ley de Reforma Agraria (mayo/59), señalada en uno de los organismos auxiliares de la ONU como "ejemplo a seguir" en toda América Latina, no fue vista así por el gobierno de Estados Unidos. Fue la primera gran prueba de la "amenaza". El 22% de toda la tierra cubana era propiedad de compañías norteamericanas. A partir de entonces, golpear sensiblemente la economía de la naciente revolución se convirtió en un objetivo básico de Estados Unidos para lograr que abortaran nuevos cambios revolucionarios.

La "primera gran zancadilla" - así la llamo Fidel Castro - la dio Estados Unidos en el petróleo. Las tres refinerías norteamericanas que había en Cuba (Shell, Texaco, Esso) se negaron a refinar el petróleo soviético que ya desde abril/60 llegaba a la isla en pequeñas cantidades. En respuesta a esta negativa, que violaba las leyes cubanas, Cuba intervino las tres refinerías. Estados Unidos corto entonces y hasta ahora todo suministro de petróleo. Solo unos días después, el buque soviético "Chernovci" - con 70 mil barriles - iniciaba un puente petrolero de 10 mil kilómetros que no se interrumpió en todos estos años.

Después del petróleo, vino el azúcar. En julio/60 el Presidente Eishenhower rechazo la compra de 700 mil toneladas de azúcar ya producidas, que eran parte de la cuota asignada por Estados Unidos a Cuba. Dos semanas después, la URSS compro esa azúcar, pagándola a 3.25 la libra (el precio del mercado mundial era 3.15).

En agosto/60 Cuba nacionalizó las tres refinerías de petróleo, 36 centrales azucareros de propiedad norteamericana y la Compañía de Electricidad y Teléfonos, también propiedad de Estados Unidos.

A finales de ese año, el gobierno norteamericano inicio el embargo: prohibió todas las exportaciones hacia Cuba -exceptuaban los medicamentos - y repartió la cuota azucarera de Cuba entre otros países latinoamericanos. Los mas beneficiados en ese primer momento fueron Brasil, República Dominicana y Perú. En enero/61, Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Cuba y un año después, en enero/62, presionando con una mano y con la otra prometiendo a los países latinoamericanos mil millones de dólares en ayuda de la recién creada Alianza para el Progreso, el gobierno Kennedy logro que todos los países de América Latina - con excepción de México - rompieran sus relaciones diplomáticas con Cuba y que la expulsaran de la OEA. La razón aducida fue "el alineamiento del gobierno cubano con el bloque comunista".

Unos días después, el 7 de febrero, el gobierno norteamericano hizo total el embargo, quedando prohibidas todas las importaciones desde Cuba. Seguían exceptuándose oficialmente medicinas y algunos alimentos. Pero, cuando el ciclón "Flora" (octubre/63) causo estragos en Cuba - 100 muertos, cientos de millones de dólares en pérdidas - el gobierno norteamericano prohibió el envío de cualquier suministro médico o alimenticio a Cuba. En mayo/64, el embargo se hizo extensivo oficialmente a medicinas y alimentos.

Si Estados Unidos hubiera tomado la decisión soberana de no tener ninguna relación económica, comercial o financiera con Cuba, se trataría de un pleito bilateral valido. Podría hablarse de un embargo. Pero si Cuba hablo siempre y habla hoy con voz mas fuerte del bloqueo es porque desde el primer momento Estados Unidos trato de presionar sobre la soberanía de terceros países - consiguiéndolo algunas veces - para unirlos a su pleito y a su política.

Solo unos días después de decretar el embargo, Kennedy envío a Europa a Walter Rostow, alto funcionario del Departamento de Estado, para lograr que los países de la OTAN aislaran económicamente a Cuba. No lo logro. Era solo la primera de una larga cadena de presiones a terceros. Esa cadena llega hasta hoy, cuando han tratado de hacerla mas y mas apretada.

Superando el golpe inicial - brutal - que significo para Cuba la ruptura de las relaciones económicas con Estados Unidos y el aislamiento casi total en América Latina, Cuba logro irse abriendo caminos en un nuevo terreno económico, el de la URSS y los países del CAME. Tuvo que adaptarse a otras tecnologías, a otras materias primas, a otros productos de consumo, a las largas distancias, a los planes quinquenales. Tuvo hasta que construir miles de bodegas para almacenaje, que en Cuba nunca existieron porque las 90 millas que separan a la isla de los puertos norteamericanos las hacían innecesarias: el comercio era constante y fluido, era diaria la llegada de los barcos con suministros.

"¿Nos amenazan con mantener el bloqueo económico? - Que lo mantengan cien años si les da la gana!", decía Fidel Castro en aquellos primeros años -. La retaguardia socialista de Europa se percibía inconmovible, eterna.

A comienzos de los años 70, Cuba comienza a abrir vías comerciales hacia América Latina - especialmente, vínculos con Panamá y Argentina - y el tema del bloqueo vuelve a cobrar fuerza en Estados Unidos. Cuando, por ejemplo, el gobierno de Campora ofreció a Cuba un amplio crédito para adquirir productos industriales argentinos, Estados Unidos se vio ante un conflicto: ¿puede la Ford de Argentina venderle a Cuba automóviles? A partir de entonces, el gobierno norteamericano intentara permanentemente sumar al bloqueo a sus filiales fuera de Estados Unidos. Pero pretender derechos extraterritoriales sobre empresas subsidiarias en otros países, ¿no viola la soberanía, las leyes laborales de esos países, sus derechos legítimos? Esto plantea un conflicto de tipo jurídico internacional. A ese conflicto es al que recientemente se ha referido Cuba en la ONU y porque se trata de un problema de derecho internacional acudió a este foro a dilucidarlo.

En los tiempos del Presidente Carter hubo alguna distensión. Reagan tensionó cualquier distensión y apretó todas las tuercas del bloqueo, activando los mecanismos que ya existían para cerrar cualquier brecha que se hubiera abierto, en el abiertísimo mercado de Panamá o en cualquier otra parte del mundo. Fue muy enérgico, por ejemplo, en "la persecución del níquel", segundo rubro de exportación de Cuba, que es importante productor mundial de este mineral. Esta persecución -componente del bloqueo ya desde su inicio - consiste en que esta prohibido entrar a Estados Unidos cualquier producto industrial de cualquier parte del mundo que contenga un solo gramo de níquel cubano. Empresas de países europeos han tenido problemas. Japón los ha tenido. Actualmente, Estados Unidos obliga a las empresas de cualquier nacionalidad - o transnacionalidad - a certificar en diversos documentos la ausencia de níquel de Cuba en los productos que exportan a territorio estadounidense.

En estos momentos, cuando no solo el fin de la guerra fría sino la misma desarticulación de la URSS ha hecho obsoletas todas las "razones" que Estados Unidos ha esgrimido durante 32 años para bloquear a Cuba, el bloqueo - tanto en su versión bilateral como en su versión de presionar a terceros países - se ha intensificado. Y Estados Unidos, interesado en que Cuba no tenga mercados donde colocar su azúcar si le falla el mercado de la URSS, ha advertido que no comprara azúcar a ningún pais si no le certifican que no hay un grano de azúcar cubano en los embarques.

Y a una empresa de equipos médicos de Suecia, la Alfa-Laval, que durante años ha vendido su producción a Cuba, le ha prohibido hacerlo porque la membrana de filtración de uno de esos aparatos se fabrica en Estados Unidos. Y al Presidente Miterrand han tratado de presionarlo, a través de su embajador en Washington, para que retire de Cuba a la empresa francesa que actualmente hace prospecciones en la plataforma marina cubana en busca de petróleo, haciéndolo a riesgo: si aparece el crudo, van a la mitad con Cuba en los beneficios y si no aparece asumen los franceses todos los gastos.

La mayor presión de todas la recibió la propia URSS, al condicionar Estados Unidos - desde la cumbre de Houston hasta la ultima cumbre de la banca internacional en Bangkok - cualquier ayuda a la URSS a la suspensión de sus intercambios con Cuba.

Todos los acreedores con los que Cuba ha tratado de renegociar sus deudas, han recibido informes paralelos a los del gobierno cubano, elaborados en Estados Unidos, que "demuestran" la bancarrota de la economía de Cuba y su incapacidad de pago, para congelar así cualquier negociación favorable a Cuba.

En los últimos tiempos, desde herramientas para aserrar madera hasta colirio para los ojos, pasando por bebidas gaseosas, no ha podido llegar a Cuba por la presión que Estados Unidos ejerce sobre empresas filiales norteamericanas en terceros países.

"Tenemos pruebas por todos lados de este tipo de manejos y seguro habrán otros que ni siquiera imaginamos, que demuestran que nos quieren impedir cualquier oxigenación de nuestra economía. Cualquier puerta que intentamos abrir, ellos intentan cerrarla. Y hoy presionan mas que nunca", dice un economista cubano.

Tanto presionó Estados Unidos a los países latinoamericanos y a los del Tercer Mundo - amenazas de retiro de ayuda económica, sobre todo - que el gobierno cubano decidió aplazar por un año mas el debate en la ONU sobre el bloqueo. Lo hace Cuba - dijo el representante cubano en Naciones Unidas en su discurso ante la Asamblea General - por "solidaria comprensión hacia las dificultades que otros se verían obligados a afrontar por mantener una posición digna en este tema".

Cuba en la mira USA: tres puntos de vista

El bloqueo es solo una manifestación de la hostilidad de Estados Unidos hacia la revolución cubana, hostilidad que ha multiplicado en Cuba, en el gobierno y en el pueblo, las actitudes defensivas. Una isla y a la defensiva: combinación que ha condicionado en gran medida la evaluación del proceso cubano. En el discurso publico de la revolución cubana, en el discurso de Fidel Castro, Cuba ha pasado todos estos años "hablándole" casi solamente a Estados Unidos, como si fuera su único interlocutor. Es una de las limitaciones que genero la particular historia de esta revolución.

Ahora, el fin del conflicto Este-Oeste ha revelado entre otras muchas cosas que la cuestión central de la enemistad histórica de Estados Unidos no era tanto una Cuba "enclave soviético" sino una Cuba nacionalista, que con su proyecto de justicia social desafía las intenciones de saqueo y de control de un imperio negado a hacer su "perestroika". Y así, Cuba sigue en la mira de Estados Unidos en esta ambigua post-guerra fría.

Mas que nunca en la mira. La percepción dominante en Estados Unidos es que la revolución cubana atraviesa por su peor momento y que esta en vísperas de desmoronarse, como ocurrió con las "revoluciones socialistas" de Europa del Este.

Cuba seria así la ultima ficha de un dominó geopolítico "al revés" del que siempre uso para asustar al mundo el anti-comunismo norteamericano. Se percibe que la crisis del socialismo y la de la URSS en particular han afectado fundamentalmente las alianzas internacionales de Cuba y han agravado una situación económica que ya tenía problemas.

Aprecian también otros factores críticos. Que el liderazgo histórico de la revolución se ha hecho viejo. Que la influencia cubana sobre el movimiento revolucionario internacional - que hizo que Cuba fuera vista como una "potencia" en política exterior - se vea limitada, tanto en la solidaridad política como en la económica - los casos que ven mas llamativos son el de Africa, después de la retirada de Angola y el de Centroamérica, después de la derrota sandinista -. Perciben que el caso del General Ochoa (narcotráfico) y el caso del Ministro Abrantes (corrupción), destapados en julio/89, afectaron entre la población la credibilidad del gobierno. Esta percepción, predominante en Estados Unidos, esta apoyada en datos que son objetivos, pero que son interpretados allí con los colores que da la óptica de una larga enemistad histórica.

A partir de esta percepción se mueven varias corrientes de política hacia Cuba. Tres son las principales. La primera sostiene que la crisis en Cuba es tan grave que se trata ya únicamente de "terminar el trabajo", incrementando al máximo todas las presiones políticas y económicas - incluso las militares - para provocar una ruptura total del sistema.

La segunda corriente es la dominante, es la que esta llevando adelante el gobierno Bush. Se trata de mantener las presiones actuales, incrementándolas poco a poco y en todas los terrenos y oportunidades que se presentan, pero sin llegar nunca a una presión excesiva ni a una amenaza máxima, porque esto pudiera ser contraproducente para Estados Unidos, al cohesionar a los cubanos en la defensa de la nación. La lógica de esta política es no permitir ningún alivio a la actual crisis económica cubana y a la vez, presionar siempre un poco mas sobre ella, en el entendido de que eso provocara un deterioro político irreversible, que concluirá con una debacle igual a la de los países socialistas europeos.

Los nuevos reforzamientos del bloqueo son una de las manifestaciones de esta segunda corriente de política. El máximo de estos reforzamientos aparece en la hasta ahora derrotada Enmienda Mack, que propone institucionalizar legalmente la prohibición de comercio con Cuba a las subsidiarias norteamericanas en cualquier parte del mundo. Aparecen aun mas crudamente expresados en la propuesta de ley elaborada por el congresista demócrata Torricelli, que entre otras cosas llega a proponer que Estados Unidos prohiba que cualquier barco que en gestiones comerciales toque puertos cubanos pueda tocar en los 6 meses siguientes puertos norteamericanos y que si llegara a hacerlo o a entrar en aguas territoriales norteamericanas, el gobierno de Estados Unidos este autorizado a capturarlo, someterlo a registro, decomisar su mercancía y apropiarse de el, para ponerlo en venta.

La presión sobre Cuba en el tema de los derechos humanos, el reforzamiento de Radio y TV Marti y de otras radios anti-cubanas en Miami, los fondos del National Endowment for Democracy (NED) para unificar a "grupos de derechos humanos" de la oposición interna son otras expresiones de la actual política oficial de Estados Unidos.

La tercera corriente de política hacia Cuba es la de los que piensan que para los "cambios democráticos" que Estados Unidos quiere en Cuba lo mas conveniente es una flexibilidad en la política de presiones, incluyendo hasta un levantamiento incondicional del bloqueo. "Matar a la revolución por amor, no por odio" es lo que propone esta corriente. Para unos, lo mas flexibles, "matarla" seria solamente moderarla en sus posiciones internacionales favorables a otras revoluciones y en contra de los Estados Unidos. Para otros, "matarla" es minarla por dentro, abriéndola totalmente a relaciones normales con Estados Unidos, que terminarían destruyendo el modelo cubano por contagio con el modelo consumista norteamericano.

Es evidente que estas tres corrientes representan un reto para Cuba. La situación de "período especial" hace mas difícil que nunca enfrentar las dos primeras, la mas violenta y la ya agresiva que esta en curso.

El desafío auténticamente nuevo lo representaría la tercera corriente - en América Latina la encabeza Carlos Andrés Pérez - si llegara a implementarse. No parece que la revolución cubana se este preparando para este sofisticado desafío, acostumbrada durante tantos años a una mas burda agresividad. Pero en Cuba, ya hay quienes se preocupan por esta falta de preparación para un escenario que podría llegar y que resultaría tan desconocido para los cubanos.

Exilio cubano: cuatro puntos de vista

En el exilio cubano en Estados Unidos - un millón de personas, que viven mayoritariamente en el Estado de la Florida - se pueden distinguir también tres grupos.

El mas ultraderechista es la Fundación Nacional Cubano-Americana, que dirige Jorge Mas Canosa. Es el grupo mas poderoso político y económicamente. El Subsecretario de Estado, Bernard Aronson trabaja con ellos. También lo hace un hijo de George Bush. La Fundación tiene ya instaladas oficinas en Moscu, a cuatro cuadras del Kremlin para influir desde mas cerca en las relaciones URSS-Cuba. Tiene también un programa de visitas sistemáticas a Miami de diputados de la Federación Rusa. La Fundación controla Radio Marti, que transmite desde Miami, con una programación muy variada - noticias, música, mensajes de la comunidad a sus familiares, radioteatros de humor, etc. -.

Mas Canosa, que se proyecta como futuro Presidente de Cuba, ha anunciado que cuando asuma ese cargo cuenta con 15 mil millones de dólares para reactivar la economía cubana. Las posiciones de la Fundación son duras: cualquier presión es valida para derrocar al gobierno. Y a Fidel, pues no puede haber ningún arreglo con el. Se incluye el precio de un derrocamiento de la revolución con sangre. Otra radio, la Radio de la Fundación, habla abiertamente de lucha armada y llama a la población a realizar todo tipo de sabotajes económicos.

A la derecha esta un segundo grupo político, la Plataforma Democrática Cubana, en la que se reúnen grupos de centro-derecha - socialdemócratas, democristianos y liberales -. La cabeza mas beligerante de este grupo es el periodista Carlos Alberto Montaner, residente en España. La Plataforma plantea que el problema de Cuba debe resolverse con fuertes presiones que conduzcan a negociaciones y si Fidel estuviera dispuesto a negociar, con el negociarían. Insisten en elecciones "pluralistas y vigiladas" y en "cambios democráticos". Entre la Fundación y la Plataforma, en posición intermedia - no negociarían con Fidel - esta otra organización, Cuba Independiente y Democrática, que preside el ex-guerrillero de Sierra Maestra y ex-preso político, Hubert Matos. Se expresan a través de la emisora de Miami La Voz del CID.

Estos grupos políticos tienen su expresión dentro de Cuba, con oficinas publicas, donde reciben a visitantes y celebran algunas ruedas de prensa ante periodistas internacionales, siempre bajo la estrecha vigilancia de los agentes de la seguridad cubana. La llamada Coalición Cubana se vincula con la Fundación y la llamada Concertación Democrática lo hace con la Plataforma.

Cuando se celebraban en Cuba los Juegos Panamericanos (agosto/91), estos grupos ofrecieron en La Habana una de sus mas relevantes ruedas de prensa, por la cantidad de periodistas que cubría las competencias y que acudió a la convocatoria. En esta ocasión declararon ser 18 partidos y grupos de oposición al gobierno," ¿A cuantos ciudadanos calculan representar esos 18 partidos?" - pregunto un reportero español-. "A 108 personas", fue la respuesta. Sin representación cuantitativa, estos grupos tampoco tienen banderas cualitativas que no este enarbolando ya la propia revolución - democratización, desarrollo, dignidad nacional -.

El tercer grupo de la comunidad cubana en Estados Unidos esta formado por una cantidad numerosa de pequeñas organizaciones, con mucha menor influencia política, que luchan porque se resuelvan lo que consideran sus intereses legítimos, que no son políticos. Los viajes familiares entre Cuba y Estados Unidos y viceversa, el envío de remesas familiares - dinero o cosas - a Cuba: eso es lo que les preocupa y por eso luchan. Consideran que el problema político lo deben resolver los cubanos que están dentro, en Cuba.

El cuarto grupo es, de todas formas, el mas numeroso. Lo forma la inmensa mayoría de los exiliados. Han hecho su vida y su dinero en Estados Unidos, se han casado allá, han tenido hijos que mal hablan ya el español. Cuba es solo un recuerdo y una nostalgia en ciertas fechas. Los une un ant-comunismo que es visceral y si el gobierno cubano cayera lo celebrarían. Pero no hacen nada para que esto suceda, sino que siguen viviendo su vida. Es mas, si sucediera algo así, no regresarían ya a esa Cuba no comunista, porque sus raíces están metidas en lo hondo de la tierra norteamericana.

Un país con perspectivas

Casi todos en este mundo hemos "comprado" en el mercado internacional de las imágenes, algunas o muchas ideas sobre Cuba. Sin saber cuanto pagamos por la compra, a veces sin siquiera darnos cuenta de haberla hecho, la hemos metido en nuestra mente, convirtiéndola en una idea propia. Tal vez sobre ningún otro país se han vendido tan persistentemente y con relativo éxito imágenes fijas. Teniendo en cuenta que en nuestro tiempo, de cada 10 imágenes que difunden los medios masivos en todo el mundo, 9 las fabrican los ideólogos norteamericanos - magos de la comunicación - es lógico que las imágenes sobre Cuba sean contrarías a la revolución.

Después de la crisis del socialismo europeo, la imagen que mas se ha ofertado en ese mercado es la de un proceso fosilizado, esclerotizado, preso de una ideología obsoleta, carcomido como en uno de esos efectos especiales que tan bien fabrica Hollywood, con una dirigencia dispuesta a llevar a la muerte a todo un pueblo en defensa de ideas fracasadas en todo el mundo, una dictadura que se cierra a todos los cambios mientras un pueblo reprimido enfrenta la mas espantosa de los miserias. Los que fabrican estas imágenes saben que para la inmensísima mayoría del pueblo latinoamericano, ningún "muro de Berlín" es tan simbólico como el modelo cubano y que si se quiere desmovilizar la conciencia y los sueños de que las cosas cambien es a ese símbolo a donde hay que apuntar. Fabricar la imagen del derrumbe es empezar a socavar el bastión cubano.

Pero la imagen que se esta vendiendo no responde a la realidad que se vive en Cuba. Especialmente después de la crisis del socialismo conocido en Europa, Cuba es un país en ebullición de ideas y de cambios, de experimentos y de arriesgadas decisiones para "defender la patria, la revolución y el socialismo".

Aunque la consigna oficial de esta hora puede parecer rígida, no es otra cosa que una llamada a adaptar todo y a adaptarse todos creativamente a un mundo diferente para defender la soberanía nacional y la justicia social - los dos pilares básicos del modelo socialista cubano - y para poder seguir mejorando la calidad de vida de todos los cubanos, como se logro hacer durante estos años y se ha tenido que interrumpir por el "período especial". Un país soberano (la patria), con igualdad y en donde la vida mejora (la revolución y el socialismo): sobre esta base ha creado su consenso mayoritario la revolución cubana. A mantener ese consenso se orientan los cambios de hoy, que se orientan a la par a conservar esos tres objetivos.

Cambios políticos, cambios ideológicos: ¿un giro de cuantos grados?

Los cambios que mas se le reclaman a Cuba desde fuera son cambios políticos formales. La llamada "democratización". En la imagen que se vende, esta queda reducida fundamentalmente a la realización de elecciones tradicionales en un paisaje de muchos partidos políticos. Algunos reducen aun mas esa "democratización" y piden que Fidel Castro abandone el poder, centrando simplistamente en la autoridad del máximo dirigente cubano la razón única de la supuesta dictadura. El camino que Cuba ha elegido para avanzar en la democracia es mas complejo y responde a la realidad histórica del proceso político cubano, el que se vive dentro y no el que se proyecta fuera. El IV Congreso del Partido Comunista de Cuba (10-14 octubre/91) es el acontecimiento mas reciente para aproximarnos al proceso de cambios - políticos, ideológicos y económicos - que se esta dando en Cuba.

José Martí, el padre de la patria y de la revolución cubana, el profeta de Nuestra América, presidio, desde una inmensa efigie las reuniones. A su lado, la de Carlos Marx. Al definirse, el PCC lo ha hecho proclamando su condición de "partido único de la nación cubana, martiano, marxista y leninista". Martiano primero. En la raíz de todo, aquel Partido fundado por José Martí en 1892, el Partido Revolucionario Cubano, el que Martí soñó como único para así poder unir a toda la nación frente a un enemigo tan cercano, "el Norte revuelto y brutal", que Martí conoció tan bien durante sus años de exilio. Algunos llegaron a soñar que en este IV Congreso seria este el nombre nuevo - pero viejo, porque es centenario - que adoptaría el PCC. Aun no fue así.

El camino de preparación al Congreso fue muy participativo. En mas de 80 mil asambleas de base, 3 millones y medio de personas discutieron el Llamamiento al Congreso, con el que se convocó a todo el pueblo - y no solo a los 800 mil militantes del PCC - a expresar sus opiniones sobre la realidad del país. Este Llamamiento es uno de los documentos mas importantes y lucidos suscritos por la revolución cubana. De las discusiones en la base surgieron mas de un millón 200 mil intervenciones, con sugerencias que iban desde las mas simples hasta las mas "atrevidas". Ya tabulándolas, había en ellas unas 850 mil propuestas concretas de cambio. Fue esto, además de un ejercicio de participación, una gigantesca encuesta de opinión publica nunca antes hecha en el país. Un verdadero inventario del estado de opinión de la sociedad cubana.

Un primer cuestionamiento surge al conocer que al pueblo que participo en esas asambleas y dio estos millares de opiniones y al resto de la sociedad, implicada también en esta experiencia, todavía no se le ha devuelto el resultado global de este proceso. Tampoco los militantes del Partido han tenido la ocasión de enfrentarse a este sondeo masivo, que tomo el pulso a la sociedad de la que son la vanguardia. Hay en esto una evidente debilidad del sistema cubano, que siempre ha sido débil en las ciencias sociales. La ausencia de tradición de debate político publico en Cuba puede explicar pero no justificar esta omisión.

Esta debilidad puede haber contribuido a su vez, a una cierta desmovilización de las expectativas de mucha gente sobre los resultados que tendría el Congreso. "De esos Congresos no sale nunca nada", decían algunos, esperando los formalismos acostumbrados en los anteriores y sobre todo, sintiendo que en su etapa final el Congreso no estaba apareciendo como un real interlocutor de todas las inquietudes que se habían planteado con tanta viveza durante los meses anteriores en las asambleas de base.

Es cierto también que la dura realidad del "período especial" sobrepasó seguramente una cierta cantidad de las sugerencias, hechas muchísimas de ellas para un "período normal". Y aunque el "período normal" no fue nunca el propio de una sociedad de consumo y siempre hubo austeridad en Cuba, lo cierto es que esa austeridad no condicionaba tanto como la escasez del "período especial".

La urgente realidad económica obligo a un Congreso que estuvo a caballo entre el centralismo-formalismo y la participación democrática. Los mas de 1.600 delegados al Congreso - por primera vez elegidos en las bases del Partido y no designados por la dirigencia - debatieron durante cuatro días sobre modificaciones al Programa y a los Estatutos del PCC, sobre reformas que democraticen mas el Poder Popular y sobre el desarrollo económico del pais.

El Congreso - en un escenario tal vez excesivamente formal y con discusiones siempre llevadas a cabo en un plenario algo imponente - no tuvo invitados internacionales ni periodistas. Todo se debatió a puertas bien cerradas. Esta ausencia de la prensa, que la propaganda norteamericana califico como una prueba de "falta de democracia", pudo ser en cambio la garantía de que la discusión era real y no un simple show para la imagen internacional. El pueblo cubano recibió muy amplia información de los debates en informaciones escritas, radiales y televisadas, editadas oficialmente.

Una información diaria - con comunicados, resúmenes y ruedas de prensa sobre la marcha de los debates - pudo haber recibido la prensa internacional, pero la inexperiencia - o la actitud defensiva - del gobierno cubano ante los periodistas impidió que se diera este sencillo paso de acercamiento. El terreno de la información y el de la comunicación misivo, el de las imágenes, sigue siendo uno de los aspectos mas cuestionables del proceso cubano. Tampoco en el Congreso hubo reflexiones a fondo sobre el tema de los medios de comunicación que permitan imaginar cambios creativos en este campo y que superen el creciente desfase entre lo que se informa triunfalistamente y lo que sucede y vive la gente en incertidumbre y búsqueda.

A pesar de todos estos pesares, el Congreso tuvo aspectos profundamente renovadores y dio también respuestas a muchas de las demandas que había planteado el pueblo en la base. Respecto a la Resolución sobre los Estatutos del PCC -estos deben ser redactados definitivamente por los 225 miembros del nuevo Comité Central en consulta con los militantes y, como máximo en un año entraran en vigor - el Congreso subraya la necesidad de "la mas amplia democracia interna" y se refiere a que la lucha por la disciplina en el Partido sea coherente "con la promoción del pensamiento creador y antidogmático, con el respaldo a la critica constructiva". Se señala que la premisa para la formulación de la ideología del PCC - en los Estatutos a redactar - debe ser: "lo especifico de la Revolución Cubana: la fusión del ideario radical de José Martí y de una tradición singular de lucha nacionalista liberadora y social con la necesidad histórica del socialismo
como única alternativa al subdesarrollo y a la dominación neocolonial".

Entre las modificaciones que entraron ya en vigor, la mas importante - y también la que fue mas debatida en las bases -fue la de eliminar las creencias religiosas como un obstáculo para ingresar al Partido.

Durante los debates sobre este tema ya en el mismo Congreso - con argumentos nada filosóficos y sobre todo históricos -, Fidel Castro expreso: "Somos un partido y no una religión. Y en cierto modo hemos convertido al Partido y al ateísmo en una religión". Fidel se refirió a la exclusión de los creyentes como militantes del Partido como "una medida coyuntural" adoptada en un determinado momento histórico y afirmo que mantenerla era "un gran error" y "una injusticia". "No deja de ser una tremenda contradicción - dijo - que millones de personas creyentes en el resto del mundo, en América Latina, defiendan la Revolución Cubana y sean solidarios activos con ella y nosotros le digamos a un creyente que no lo aceptamos en el Partido".

La unidad nacional y la democracia fueron los criterios que prevalecieron para adoptar este cambio, que no compartían todos los militantes y que fue muy calientemente discutido. Si el PCC es el partido de la nación cubana, ¿como excluir a algún cubano? Y si es democrático, ¿por que esta discriminación?

Hablando con algunos católicos revolucionarios que experimentaron en estos años marginación por sus creencias, podía notarse una cierta indiferencia ante la medida, al menos en el primer momento. Algunos hablan de "oportunismo". ¿No se habrá prolongado demasiado en el tiempo algo que solo era "una medida coyuntural"? ¿No llegara el cambio demasiado tarde?

"No llega tarde quien llega", opinan otros. Y otros se refieren a que ahora que el Partido ha abierto sus puertas a los creyentes, podría ser la jerarquía católica la que empezara a cerrar las de la Iglesia a quienes deseen entrar en el Partido. Y cuentan de conocidos cristianos revolucionarios de La Habana a los que ya los párrocos les venían prohibiendo leer en las liturgias dominicales. Las Iglesias evangélicas fueron las primeras que expresaron su satisfacción por la medida adoptada en el Congreso. Un mes mas tarde hablaron los obispos católicos, considerando que mientras no cambie la ideología del PCC y sea este partido único no deben los católicos entrar en él.

Durante el Congreso, un obrero de Guantánamo planteó una pregunta inesperada: ¿qué hacer si un militante del Partido de muchos años se convirtiera a la religión? La directiva del Congreso le dijo que habría respuesta a su inquietud en los Estatutos, cuando estos estén elaborados. El cambio, llegue tarde o no, puede ir teniendo importancia para las nuevas generaciones - lejanas y ajenas a aquella inicial "medida coyuntural" - y en el terreno cultural e ideológico.

Aunque jamas los creyentes cubanos - católicos, evangélicos o de religiones sincréticas afrocubanas - han vivido su fe "en las catacumbas", es cierto que la falta de apertura y de debate sobre el hecho religioso y la formación masiva en esquematismos materialistas no solo marginó a los creyentes sino que resto flexibilidad a muchos militantes del PCC en otros temas ideológicos. El cambio puede ser importante en ese mundo de los factores subjetivos que la revolución cubana ha descuidado o no ha estudiado suficientemente y del que todavía no tiene muy clara conciencia. "Es evidente que la revolución tiene el poder, pero ¿tiene las conciencias?", se preguntaba un militante. Tantos son los cambios en el mundo, y tantos están siendo también en Cuba, que esta pregunta sobre la conciencia cobra aun mayor relevancia y suena hoy con otro acento.

Otro de los temas de importante discusión en el Congreso fue el de la Resolución que aborda como lograr una mayor democratización del sistema de Poder Popular, que se puso en marcha en 1975, en el I Congreso del Partido, y que es la columna vertebral del sistema político del país. En la Resolución, el Congreso hace varias recomendaciones a la Asamblea Nacional del Poder Popular (órgano legislativo) para que elabore leyes sobre los cambios que se harán en el sistema.

El más significativo es introducir el voto directo y secreto del pueblo en la elección de los delegados a las Asambleas Provinciales y de los diputados a la Asamblea Nacional. Hasta ahora, eran los vecinos de la circunscripción - célula básica del sistema político cubano - los que postulaban y elegían directamente a sus delegados a este nivel. Pero después ya eran estos delegados los que hacían las otras dos elecciones - asambleas provinciales y asamblea nacional -. Ahora será el pueblo el que elegirá directamente a todos sus representantes, desde el nivel mas cercano, la circunscripción, hasta el mas alto.

Será el pueblo el que elegirá y también el que postulara. Porque no postulara el Partido ni tampoco los candidatos tienen que ser militantes del Partido. Corresponde ahora a la Asamblea Nacional definir en la Ley Electoral el procedimiento por el que los ciudadanos postularan a sus candidatos provinciales y nacionales y los elegirán, proceso que debe darse en 1992. En el Congreso se defendió que sea el criterio de la propia biografía el que pese a la hora de la postulación y de la elección. También llego a abordarse en el Congreso la posibilidad del voto directo y secreto del pueblo para el cargo de la máxima autoridad de la nación.

En los debates del Congreso, Fidel Castro - es evidente que prepara lúcidamente su relevo - señaló que el sistema cubano rechaza la formula de régimen presidencialista y la de régimen parlamentario, defendiendo que tanto el Ejecutivo del Partido como el del Estado sean organismos colectivos colegiados.

Según la Resolución, la democracia en Cuba se debe verificar fundamentalmente por la participación del pueblo en el proceso de toma de decisiones y en el control de la gestión del gobierno. Es en las instituciones del Poder Popular -autónomas del Partido - donde se ejercerá la democracia, ratificando el Congreso el sistema de Partido único. Nadie espera para 1992 un proceso electoral totalmente ajeno a los formalismos que pueden haber existido en el pasado y al peso del Partido en cualquier decisión, por directo y secreto que sea el voto popular. Nadie espera un giro de 180 grados en estas elecciones, pero es evidente que los pasos dados van a ir cambiando algunas cosas. Será poco a poco. La realidad es que hoy, no solo en el PCC, sino aun entre la población menos politizada, los cambios bruscos y desintegradores que se están viviendo en la URSS y en los países de la Europa del Este son vistos con gran recelo o abierto rechazo y nadie los percibe como modelo a seguir o al que aspirar.

En las pasadas circunstancias de Cuba, y mas todavía en estos momentos - con una crisis económica especial y nueva y con el peso de una redoblada agresividad de Estados Unidos - romper la unidad del pueblo cubano seria un suicidio. La introducción de un pluralismo político, bastante artificial si se tiene en cuenta el proceso de Cuba, rompería esa unidad. Lanzarse por la "democratización" que trata de imponer Estados Unidos - un montón de partidos y unas elecciones vigiladas y precipitadas - seria una irresponsabilidad histórica.

Pero el argumento mas fuerte es que casi nadie esta hablando dentro de Cuba de elecciones o de pluralismo de partidos. De lo que habla la inmensa mayoría de los cubanos - y es a ellos a los que hay que oír - es de "cambios". Pero, ¿cambios en que? Esa inmensa mayoría quiere "que haya cambios para que esto funcione mejor". "Esto" es "lo que ya tenemos", lo logrado por la revolución, el fin de tantas desigualdades económicas y raciales como hubo antes. Y de ahí para adelante, poder esperar una vida cada día mejor, aunque el proceso no sea tan rápido.

Las críticas no apuntan a los temas clásicos de la democracia formal sino a los obstáculos reales de la burocracia socialista, a sus enredos administrativos, a su falta de flexibilidad y de creatividad, a su falta de sensibilidad. La inmensa mayoría percibe el "período especial" y la crisis actual no como "un fracaso del socialismo" sino como un momento en el que hay que rectificar todo lo mal hecho hasta ahora: el despilfarro, la burocracia, la desgana en el trabajo, la burocracia, las decisiones no discutidas suficientemente, la burocracia... Siempre la burocracia.

Las criticas apuntan al "elefante burocrático" y le reclaman su lentitud en hallar soluciones a los problemas y su persistencia en hallarle problemas a las soluciones. Pero nadie cuestiona el corazón del sistema, lo esencial, que es la soberanía nacional y la igualdad y la justicia social para todos. Nadie anda quejándose de los soviéticos o culpándolos por las carencias. Hay un sentimiento bastante general de responsabilidad propia en la crisis. "Si esto lo hubiéramos hecho antes", "De esto ya se había hablado, pero no se hizo a tiempo"... Todos estos indicadores de la opinión publica, los mas frecuentes entre la gente que discute en cualquier rincón, reflejan una actitud muy sana: los cubanos sienten que la pelota esta en su cancha. Quieren jugar ellos y no que otros jueguen por ellos. Y tienen conciencia de que cuentan con fuerza para salir adelante y ganar. Estos indicadores, hablan también de que, si se habla en nombre de la democracia, presionar y asfixiar la economía cubana es lo que mas violenta hoy el deseo mayoritario del pueblo cubano. Presionar es actuar contra la mayoría, actuar dictatoriamente.

Pero el 50% de la población cubana - de mas de 10 millones de habitantes - tiene menos de 30 años, nació después de la revolución, no conoce en su carne que y como es una sociedad no-socialista. La juventud cubana no sabe que es no tener ni servicios de salud ni empleo ni escuela ni comida -poca o mucha - totalmente asegurada desde que uno nace. No saben que es la inseguridad en la que viven todos los días de su vida la mayoría de los latinoamericanos. No se imaginan tampoco esa realidad. Y existe un sector de la juventud que, con gran ingenuidad, cree que los cambios que ellos quieren y esperan en Cuba - "para que esto funcione mejor" - coinciden con los cambios que Estados Unidos y otros países reclaman de Cuba. Una isla largamente bloqueada y el socialismo, con su cuota de paternalismos, han generado esta peligrosa ingenuidad política.

Las "ventajas" del período especial

El "período especial", por inesperado, por nuevo, por difícil, y la realidad de una generación que se lo encontró "todo hecho" y que ahora ve como su nivel de vida y sus aspiraciones de consumo van para atrás, hacen indispensable que en Cuba se abran espacios para un debate mas democrático, tanto dentro del Partido como dentro de la sociedad. Las Resoluciones del Congreso, por ser documentos inacabados, deben canalizar, organizar y facilitar este debate. Es necesaria la unidad para hacer la fuerza, pero forzar la unidad con los estilos propios del "período normal" - que nunca mas volverá - podría debilitar a la revolución.

"Hay una cosa que a mí me parece muy relevante - dice un veterano sociólogo cubano - y es que ya todos nosotros somos expertos en socialismo. Llevamos 30 años de socialismo cubano y todos sabemos lo que funciono y lo que no funciono y por eso todos tenemos opiniones sustantivas que expresar. Con esta crisis existe una gran controversia al interior de la revolución. Porque la inmensa mayoría del pueblo se ubica al interior de la revolución y al interior de la opción socialista, !pero de ahí pa'lante todo debe ser sana discusión!"

Y dice otro, un economista mucho mas joven: "El sujeto político de Cuba es fundamentalmente joven. Los profesionales jóvenes, 23-25 años, son muy numerosos dentro del bloque juvenil cubano. Todos son personas con una experiencia política, con una relación con los dirigentes de la revolución y con una relación con el mundo exterior que son fundamentalmente distintas a los de la generación que hizo la revolución. El desafío actual no lo ganaremos si no mantenemos a esta juventud comprometida con la revolución. Y no la mantendremos comprometida si no creamos los canales para que esta gente joven exprese sus criterios, los debata y estos sean tenidos en cuenta. Y cuando digo gente joven, no me refiero solo a la organizada en la UJC, hablo de toda la generación joven".

Uno de los mas grandes y reales desafíos que tiene Cuba hoy es como organizar y canalizar el debate, una discusión profunda, abierta y real, que vaya transformando el sistema político cubano en un sistema en el que no solo se participe trabajando y aplaudiendo las justas decisiones que se toman para beneficio de las mayorías sino en un sistema en el que se participe opinando y tomando pequeñas, medianas y grandes decisiones. Así se ira superando el sistema actual, donde todavía hay mucho centralismo - sobre todo en Fidel, fuerza y también debilidad de la revolución cubana - y mucho paternalismo.

Abrir el debate en el período especial es riesgoso. Se podría perder el control social necesario para enfrentarlo con éxito, no tanto porque se manifiesten irreconciliables disconformidades de fondo sino por la inexperiencia en el debatir. Pero retrasar el debate, posponerlo, podría llevar al mismo resultado: no poder enfrentar con éxito esta crisis. La actual madurez del pueblo cubano y de su proceso revolucionario son la mejor base para afrontar el riesgo con confianza.

Cambios económicos: siempre socialista y ahora los mejores socios de los capitalistas

Los cambios económicos que se están dando en Cuba son mas visibles que los políticos y también se producen mas rápidamente. La nueva situación - desabastecimiento coyuntural y cambios estructurales en el Este - obligan a pisar fuerte el acelerador. El Congreso del PCC fue la ocasión para hacer una especie de "presentación publica" y dar un espaldarazo definitivo a nuevos mecanismos económicos - que ya estaban funcionando en parte -, y cuya lógica fue debatida en el Congreso.

Según algunos economistas cubanos, el mas nuevo de estos mecanismos - la amplia apertura de Cuba a inversiones extranjeras - es solo una pieza dentro de un rompecabezas que aun no ha sido ni pensado ni diseñado.

En 1975, en el I Congreso del PCC la revolución cubana estableció un sistema de dirección y planificación de la economía que rigió en el país hasta 1985. Gran parte de este sistema copiaba instituciones y mecanismos que se usaron en el campo socialista en el período de construcción del socialismo. Entre 1985 y 1986 la dirigencia revolucionaria cubana hizo un balance muy critico de este sistema y Fidel inicio con gran ímpetu el llamado "proceso de rectificación de las tendencias negativas". Con la rectificación, el sistema económico fue modificado en gran medida, pero no llego a ser sustituido por un sistema alternativo.

Entre los "aportes decisivos" hechos por el proceso de rectificación se señalaron en el Congreso, entre otros: el combate a la mentalidad importadora y la voluntad de encontrar soluciones propias, el fin del gigantismo en los proyectos, la prioridad dada a la vivienda popular - pospuesta ahora en el "período especial" - una política económica orientada a los intereses del país y no a los de las empresas estatales, la dignificación por mejores salarios del trabajo de los obreros agrícolas, una legislación laboral superadora del paternalismo, etc. Sin embargo, "lo rectificado" resulto aun insuficiente para superar las obvias insuficiencias de la economía cubana.

El debate sobre el por que del fracaso del sistema económico desechado y las características del sistema que deba sustituirlo esta aun abierto, aunque en estos últimos años se haya tratado de cerrarlo "desde arriba". Algunos creen que no se dedico suficiente gente y recursos a idear el sistema adecuado a la realidad cubana y a la actual época histórica, en nada parecida a los tiempos del Che Guevara y sus intuiciones económicas. Otros creen que fue el acelero de los acontecimientos internacionales el que hizo desaparecer el "tiempo" necesario para la imaginación.

"Suponte - dice un sociólogo - que en este debate, que en verdad es trascendental, nos estuviéramos matando tu y yo en un ladrillo, por si la economía debe ser mas centralizada o mas descentralizada y, !de pronto! esa discusión se hace obsoleta porque el hecho real es !que no hay trigo!, que un solo barco de trigo llega el día 7 y que hay que decidir a quien se lo mandamos. ¡La economía se vuelve centralizadísima! No hay que decidir ya un día sobre una discusión sistemática, sino tomar decisiones de emergencia todos los días".

Sin embargo, hay quienes creen que habría que encarar la emergencia y a la vez, pensar la estrategia. En el Congreso prevaleció la concepción de que en aras de no fracturar la necesaria unidad - el debate económico no fue resuelto y ha sido muy caliente - y por la misma incertidumbre del momento, que no permite imaginar ni el mediano plazo, era imposible articular toda una estrategia económica.

Por eso, no se elaboró todo el rompecabezas y sólo se diseñaron algunas piezas del mismo. En la Resolución sobre el Desarrollo Económico, se afirma de entrada y "sin margen de duda", que la actual es "la coyuntura económica internacional mas desfavorable en que se haya visto envuelta la economía cubana en toda la historia de la revolución".

Mover todas las palancas para enfrentar la emergencia

Para enfrentarla, se ha decidido mover todas las palancas necesarias, conservando lo esencial del sistema económico cubano programar el uso de todos los recursos y compartir entre todos, ahora incluso mas igualitariamente que nunca, los servicios y los bienes de consumo "asegurando que nadie quede desamparado".

Una de las grandes palancas es el Programa Alimentario, que comenzó realmente desde el período de rectificación, pero que a causa del período especial esta recibiendo un máximo impulso. Ya ha habido anteriormente algunos otros planes parciales, que no dieron los resultados esperados y cuyos fracasos no fueron suficientemente explicados a la población.

El objetivo del Programa Alimentario actual es mas abarcador. Se trata de "asegurar con la mayor celeridad posible el incremento de un grupo de alimentos básicos para la población cubana". Aumentar la producción y asegurar la distribución de frutas, hortalizas, tubérculos, granos, leche y carne de res, de ave, de cerdo y pescado son los objetivos.

Para lograrlo, existe un amplio plan de inversiones, se ha reorganizado y mejorado el sistema de salarios e incentivos - viviendas, centros comunitarios integrales, etc. - para los trabajadores del campo y se están introduciendo al máximo descubrimientos científicos y técnicos, muchos de ellos inventos cubanos, en la agricultura y en la ganadería.

Toda Cuba está contra reloj: ¿la última oportunidad?

100 mil toros fueron ya amansados y transformados en bueyes para sustituir a los tractores y así ahorrar combustible. Otros 100 mil esperan su turno. En medio de la escasez, y en los días del Congreso, la Habana estaba siendo inundada de plátanos de diversos tipos obtenidos por la técnica del microjet aéreo. Y militantes y funcionarios del Partido de todos los niveles cumplían fervorosamente con sus 15 días de trabajo en el campo - sembrando papas o cosechando frijoles - para suplir así a una mano de obra aun no consolidada y contribuir con su militancia a "la celeridad" que se propone el Programa, frente al que toda Cuba esta contra reloj.

Algunos consideran que el Programa debía haber dado ya frutos mas evidentes y achacan las fallas a problemas de distribución mas que a los de producción. La falta de flexibilidad y de sensibilidad a las necesidades del consumidor ha sido siempre un flanco débil de los sistemas socialistas. También sucede esto en Cuba. Otros se refieren a desidia voluntaria en el trabajo en distintos puntos de la cadena productiva o administrativa. Se siente en la mayoría de la población una especie de acuerdo tácito de concederle a la revolución una especie de "última oportunidad" para que resuelva con éxito el problema del abastecimiento de los alimentos.

Otra gran palanca a mover es la orientación y potenciación de la actividad de los científicos cubanos para la resolución de los problemas generados por la crisis. El impresionante potencial científico-técnico con el que hoy cuenta Cuba es el fruto de muchos años de educación y de gigantescas inversiones hechas con visión estratégica y con una voluntad política muy anteriores a la actual situación. En la cresta de la crisis todo esto maduro y es ahora cuando del impulso a la ciencia y de la técnica cubana podría depender la superación de muchos de los baches actuales. En las sesiones del IV Congreso se le dio un espacio destacadisimo a los científicos e investigadores cubanos para que explicaran en detalle sus descubrimientos y la aplicación de estos para el desarrollo económico del país. También varios de ellos fueron elegidos nuevos miembros del Comité Central del Partido.

De la caña de azúcar, monocultivo de Cuba desde los tiempos de la colonia española y principal cultivo y rubro de exportación aun después de la revolución, los científicos cubanos han obtenido una amplia gama de nuevos productos químicos y biotecnológicos, que están llamados a transformar el azúcar en el verdadero subproducto de la caña en cuanto a ingreso de divisas se refiere. De momento, muchos productos obtenidos de la caña están siendo usados o estudiados como sustitutos de materias primas que ya no llegaran de los países socialistas. Los múltiples usos del bagazo - papel, filtrantes para industrias, medicamentos, alimento para ganado, etc. - y la novedosa saccharina - creación de científico Arabel Elías -, para la alimentación del ganado vacuno y porcino tienen grandes perspectivas.

Otro invento cubano que garantiza sustitución de importaciones y tiene notables ventajas ecológicas es el multiarado, creación de Heriberto Souza. El multiarado permite ahorrar la mitad del combustible empleado con los otros métodos de preparación de tierras y a la vez supera la "enfermedad" de la compactación del suelo, causada por el peso de los tractores tradicionales. 1500 multiarados para ser empleados con bueyes fueron repartidos al iniciarse el período especial y en los próximos 6 meses se producirán 4 mil mas, decidiéndose en el Congreso "no perder un minuto mas" en la masificación del uso de esta tecnología.

Del recalentamiento progresivo del planeta - efecto invernadero - también se hablo en el Congreso. Diversas instituciones de investigación cubana trabajan en la obtención de variedades de semillas nuevas mas resistentes al calor y a las plagas, y ya tienen mas de 200 experiencias en marcha, con buenas perspectivas. También se trabaja aceleradamente en el uso y búsqueda de biofertilizantes que permitan sustituir las importaciones y resulten mas ventajosos ecológicamente.

Aunque aun hay mucho por hacer, en uno de los centros cubanos, el INIFAT, se dispone del cepario de microorganismos genéticos mas grande de la América Tropical, con mas de 8 mil muestras, que son el banco para experimentos. "Nunca nos hemos sentido mas útiles que en estos momentos", afirma Hortensia Cardoza, directora de uno de estos centros de investigación. En el campo de la medicina y de la farmacéutica los avances son sorprendentes y están mucho mas consolidados que los descubrimientos vinculados a la industria o a la agricultura.

Los logros de la medicina cubana

Logros de la medicina cubana son la vacuna para la meningitis tipo B y de la vacuna contra la hepatitis B, la técnica quirúrgica para la cura de la retinosis pigmentaria - enfermedad hasta ahora incurable, que conduce a la ceguera y que afecta a 1 de cada 4 mil personas en el mundo - y la elaboración de productos tan revolucionarios como la estreptoquinasa (para el tratamiento del infarto sin efectos secundarios), la melagenina (para la cura del vitiligo, despigmentación de la piel, que padecen solo en Brasil 3 millones de personas), el factor de crecimiento epidermico (para quemaduras y en cosmética para eliminar las arrugas), el ateromixol, popularmente conocido como P-P-G (para eliminar el colesterol de la sangre sin efectos secundarios).

La producción del SUMA (Sistema Ultramicroanalítico), sofisticado instrumento que detecta enfermedades congénitas y malformaciones en el embarazo con suma precisión es otro producto médico que ya Cuba exportaba a la URSS. Cuba es uno de los pocos países del mundo que produce todo tipo de interferones por medio de ingeniería genética para combatir con éxito varios de los 400 tipos de cáncer que hoy se conocen y otras enfermedades virales, siendo el único pais del mundo que ya lo emplea para retrasar la aparición del SIDA en los portadores del virus. La tecnología médica de avanzada en el campo de la inmunología molecular - usada especialmente en trasplantes - ha dado también en Cuba notables pasos.

Después de 10 años de esfuerzos y de investigaciones, hoy ya se puede hablar de una escuela cubana de biotecnología y nadie duda que Cuba esta a la cabeza de todos los países del Sur en el terreno de la ingeniería genética, monopolizado hasta ahora por los países muy desarrollados. Concepción Campa -directora del Instituto Finlay, donde se descubrió la vacuna antimeningocócica y que fue elegida en el Congreso miembro del Comité Central del PCC - anuncio que buscan actualmente una vacuna contra el cólera y contra otros tipos de enfermedades diarreicas. Convertir a Cuba en una potencia en la elaboración de vacunas es uno de los objetivos del centro que ella dirige. "En estos momentos - dijo - Cuba, con su desarrollo en el campo de la medicina, es la esperanza de los países pobres de América Latina, que no pueden ni soñar en resolver ninguno de estos problemas".

Cuba - que tiene hoy mas de 2 mil médicos y trabajadores de la salud colaborando de forma gratuita en 32 países del Sur - ya no es, efectivamente, una "potencia" en política exterior, pero si es una potencia en medicina capaz de exportar salud en cantidades. El incremento del llamado "turismo de salud" es también una fuente de divisas prometedora para Cuba. Centenares de europeos y latinoamericanos, con posibilidades económicas, van hoy a Cuba a curarse de enfermedades ortopédicas, oftálmicas, epidérmicas, etc. pues la tecnología cubana es la mas avanzada y relativamente, la mas barata. Recientemente, Brasil importo de Cuba 15 millones de dosis de la vacuna contra la meningitis para hacer frente a un brote epidémico y China invirtió 15 millones de dólares en interferones cubanos contra la hepatitis.

Las perspectivas de desarrollo que se le abren a Cuba con el actual dominio que tiene en estos campos son inmensas y apenas comienzan a explorarse. La ingeniería genética no necesita de ninguna materia prima. La única indispensable son científicos e investigadores que dominen la tecnología. Y esos Cuba los tiene asegurados por miles. Dentro de la actual escasez de suministros esta materia prima "made in Cuba", mas aun "hecha por la revolución", coloca a Cuba en una posición realistamente esperanzada.

La tercera palanca que se sumara a la del Programa Alimentario y a la de la potenciación de la ciencia y la biotecnología es la del estimulo de inversiones extranjeras para la creación de empresas mixtas.

Las empresas mistas ya son una realidad

Las empresas mixtas ya eran una realidad, y en general un éxito, en el área del turismo - las playas, costas y cayos de Cuba son lugares turísticos privilegiados - y en los últimos años se habían producido significativas inversiones de empresarios españoles, mexicanos y canadienses principalmente. En la actualidad, Cuba esta fomentando la apertura a inversiones extranjeras en todas las ramas de la economía - interesa especialmente la inversión en petróleo, transporte, industria textil y química, etc. -, considerando todas las modalidades, desde las mas sencillas y tradicionales hasta las mas complejas e innovadoras. Se busca inversión de capitales o de materias primas - para sustituir las socialistas y evitar tener fabricas paradas, por ejemplo -.

También hay apertura a inversiones en tecnologías o en la comercialización de productos cubanos - estas novedades médicas y farmacéuticas, sobre todo -. Cuba anuncio en la Cumbre de Guadalajara, y reafirmo en el Congreso del PCC, que dará un trato preferencial a los inversionistas latinoamericanos, buscando así volver a su natural area geográfica y aportando de esta manera a la integración económica latinoamericana. En esta vuelta a América Latina, mucho tiene que reaprender Cuba, que en estos años se familiarizó más con la lejana Europa Oriental y hasta con Africa que con estos países, vecinos y hermanos. Mucho tendrá también que aprender América Latina de Cuba.

Las amplias y flexibles facilidades con las que la actual legislación cubana acoge la inversión explican la lluvia de ofertas que de empresarios grandes, medianos y pequeños de Europa y América Latina esta recibiendo desde hace unos meses el gobierno de Cuba. "No damos a basto para estudiar todas las propuestas", repiten los funcionarios encargados de esta nueva área de la economía, que estudian una por una y en todos los detalles cada propuesta.

Recientemente, el gobierno cubano creo el llamado Grupo Negociador, que asesora el inversor extranjero en todos sus pasos y acompaña el proceso de búsqueda y decisión hasta llegar a la firma de un acuerdo favorable a ambas partes. A fines de octubre de 1991 se habían concretado ya 50 proyectos con inversión extranjera y se estudiaban otros 100.

¿Que atrae de Cuba al inversionista extranjero? Por un lado, la flexibilidad de la legislación cubana. Esta los exime del pago de varios impuestos - sobre ingresos brutos e ingresos personales -, manteniendo los derechos de aduana y el impuesto sobre utilidades (el 30%), con los que también hay grados de flexibilidad. Al inversor se le permite la repatriación de sus ganancias y salarios en divisas y la libre contratación de personal extranjero. (En las empresas conjuntas, los trabajadores cubanos se vinculan con la parte cubana y el empresario extranjero tiene la libertad de prescindir de cualquier trabajador cubano sin intervención judicial, correspondiendo a la parte cubana de la empresa el ocuparse de la seguridad laboral del despedido, pues es voluntad del gobierno cubano no dejar desempleado a nadie). En tres años, los inversionistas extranjeros podrán recuperar el capital invertido y en 10 años podrán triplicarlo. Lo mismo sucede con la parte cubana.

Pero a los inversionistas extranjeros les atrae también la estabilidad social que ven en Cuba, la disciplina, organización y preparación técnica y cultural de sus trabajadores - se trata de un pueblo con niveles de salud similares a los de los países mas desarrollados y de adultos que tienen todos un mínimo de 9 grados de primaria -, las posibilidades del mercado interno cubano - aunque se esta priorizando la producción para la exportación por la necesidad de divisas - y hasta el mismo ordenamiento planificado de la economía socialista cubana, que les garantiza una competencia leal y les evita la "ley de la selva", que caracteriza el "mercado libre" en los países del Sur.

El actual "boom" de las empresas mixtas - explico Fidel Castro en la reunión de Cozumel con el Grupo de los Tres, (Colombia, Venezuela y México) - "no quiere decir que Cuba ponga el país a la disposición de las transnacionales". "Todo ese desarrollo con la participación de capital extranjero - dijo -tiene que ser bajo la dirección de la Revolución y del gobierno revolucionario y bajo los objetivos del socialismo". "Los dueños del pais seremos los cubanos, pero seremos los mejores socios y aliados de los que trabajen con los cubanos y confíen en nosotros", declaro también Fidel a los representantes de mas de 700 empresas de 24 países capitalistas del Norte y del Sur presentes en la IX Feria Internacional de La Habana.

Las empresas mixtas están llamadas a ir tomando creciente importancia dentro de la economía cubana. Pueden ser un correctivo externo a las debilidades y fallas del sistema cubano, que ha generado paternalismo, énfasis en lo grande y descuido de lo pequeño, desidia por falta de competencia y un exceso de normas y de metas "cumplidas" y "sobrecumplidas" que encubren falta de eficiencia y de iniciativa, inexperiencias en el mercadeo y en la calidad de la presentación de los productos etc.

Esta modalidad económica traerá también, naturalmente, otros desafíos de tipo cultural, social y hasta político, pues no se pueden transformar estructuras económicas sin que esto repercuta en las estructuras políticas a las que se sustenta una sociedad. El turismo, masivo y las empresas mixtas en turismo ya están trayendo cambios y provocando retos y nuevas realidades sociales, no siempre positivas. Son muchas las preguntas que surgen ante las nuevas inversiones extranjeras. En el caso de empresas cubanas-latinoamericanas ¿podrán enfrentar la competencia con el capital transnacional que invade hoy América Latina? ¿Lo logrará la economía cubana por este camino la eficiencia económica que precisa, con tanta urgencia como los capitales y mercados?

Una nueva realidad económica

A pesar de todo, el auge de la inversión extranjera en Cuba abre una nueva puerta a la economía cubana y al modelo socialista que Cuba esta empeñada en mantener. Es un importante oxígeno en los actuales momentos de asfixia. A los sectores anti-cubanos de línea mas dura este nuevo aire les preocupa mucho. En la citada propuesta de Torricelli se incluye que el gobierno de Estados Unidos castigue a los países latinoamericanos que inviertan en Cuba reduciendo la ayuda que Estados Unidos da a sus gobierno en la misma cantidad que el monto de las inversiones que hagan sean publicas o de empresarios privados, pues se trata de alentar a los gobiernos latinoamericanos a que prohíban la inversión privada en Cuba. En la época actual, de culto al libre mercado, esto resulta, por lo menos, bastante chocante.

Los grupos del exilio cubano mas duros están también preocupados. Y la Fundación de Mas Canosa ha llamado a los empresarios de todo el mundo a no invertir en Cuba y por si la persuasión no fuera suficiente, ha amenazado con que confiscara todas las empresas de capital extranjero "cuando caiga el gobierno de Castro". Para otros empresarios cubanos radicados en Estados Unidos, y no de línea dura, la situación actual es urticante porque son otros capitalistas latinoamericanos los que les "están comiendo el mandado"...

Hay revolucionarios cubanos que miran la nueva realidad económica como una concesión, como otra señal del gran fracaso socialista. Otros revolucionarios esperan mucho de ella. La mayoría entiende que no hay mas remedio y buscan "hacer de la necesidad virtud". En este, como en otros muchos campos, toda decisión del gobierno cubano tiene riesgos. Por el difícil momento que se vive. En cualquier caso, la apremiante necesidad de capitales frescos y de mercados nuevos que tiene Cuba en esta inesperada curva de la historia, esta acelerando acontecimientos y decisiones.

Cualquiera de ellas comporta riesgos, porque esta hora histórica esta llena de ellos para los que no quieren aceptar resignadamente un "nuevo orden mundial" que no es mas que el imperio de la fuerza y la mas "desordenada" de las dictaduras económicas. Riesgos también porque la contradicción entre el "tiempo económico" que Cuba necesita para salir adelante y el "tiempo político" que genera la crisis económica y que le quieren imponer no es fácil de resolver. Los tiempos económicos siempre son mas largos que los políticos. Y la salida no puede darse a costo plazo, porque Cuba debe hacer un cambio radical en su economía.

El caso es que los cubanos se están moviendo y con mucha agilidad. Aunque la propaganda norteamericana se empeña en proyectar a un país aislado, con una dirigencia esclerotizada y un pueblo mudo de miedo, nada esta mas lejos de la realidad cubana de hoy que esta imagen. Hay que estar en Cuba para que esa distorsionada imagen se quiebre en mas de mil pedazos. La imagen es otra. Es la de un caimán, que hasta hace poco se movía al lento ritmo quinquenal del socialismo y ahora esta aprendiendo a correr como lagartija que aprovecha cualquier rendija para pasar y que regenera rápidamente las colas que le cortan. La imagen es otra. Es la de un pueblo que nunca deja de ser alegre, experto en hacer cócteles - en los que siempre manda el ron -que esta ensayando una nueva mezcla con nuevos ingredientes, pero en la que siga mandando el ron del nacionalismo revolucionario.

"Por fin somos independientes de los Estados Unidos...!y de la Unión Soviética!", dicen como un chiste en Cuba. Con los cimientos del desarrollo ya puestos, Cuba recomienza ahora la tarea de reconstruir su modelo de soberanía y de justicia social. Y vuelve a ser referencia para los pobres de América Latina. Ningún otro país de nuestro continente tiene tantas perspectivas de sacar adelante a todo su pueblo - y no solo a una minoría privilegiada - que esta Cuba socialista.

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