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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 118 | Agosto 1991

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Nicaragua

Objetivo: desmantelar la educación sandinista

Juan Bautista Arríen, Director General de Planificación del Ministerio de Educación durante los años del gobierno revolucionario y actualmente Secretario Permanente de la Comisión Nacional de la UNESCO analiza el proyecto educativo sandinista y lo que pretende ser el proyecto del actual gobierno de la UNO.

Juan Bautista Arríen

El proyecto educativo de la revolución sandinista expresó de manera clara dos grandes dimensiones. Fue a la vez un proyecto pedagógico y un proyecto político. Es decir, integro todos los elementos y componentes técnico-metodológicos propios de un sistema educativo científico moderno y a la vez se comprometió explícitamente con las clases populares con cuyo concurso, vida y aliento y para quienes se hizo la revolución. Por esto se presento como un proyecto educativo global y popular al que acompañaba una estrategia coherente e integral.

El proyecto educativo sandinista: un proyecto global y popular

La conformación y desarrollo de este proyecto tuvo varias vertientes, cuya fuente original fueron el propio proceso de profundas transformaciones sociales, la participación como nuevos sujetos históricos de los movimientos populares y el Estado como el impulsor, patrocinador y garante de su carácter global y popular.

El proyecto educativo se fue conformando, centrando por una parte su desarrollo en los aspectos mas formales de la educación (estructura del sistema, currículum, planes y programas) y por otra parte, desatando una gran fuerza social alimentada por una fusión muy interesante de lo pedagógico y lo político. En ocasiones, estas dos dimensiones se movieron con criterios y ritmos distintos, según las características de la educación formal y de la educación popular.

Dentro del Ministerio de Educación los programas mas usuales del quehacer educativo recibieron un tratamiento mas formal, bajo el dominio de la ciencia pedagógica mas tradicional, pero la alfabetización y la educación popular de adultos impusieron una nueva vida pedagógica, muy propia, muy dinámica, muy creativa, mas libre de las influencias de los modelos tradicionales que se dan en las reformas educativas.

La educación formal y la educación popular, aunque constituyen el proyecto educativo global orientado todo el hacia los sectores populares, no tuvieron el mismo desarrollo y el mismo ritmo de desarrollo. La educación popular creció mas e innovo mucho mas porque era la arteria por donde corría la sangre mas fresca del proyecto revolucionario popular.

El crecimiento en ocasiones algo desproporcionado de estas dos formas de educación determino muchos de los aciertos, innovaciones y errores que acompañaron la concepción y desarrollo del proyecto educativo de la Revolución.

Pese a esta diferencia, tanto la educación formal como la popular dieron cabida plena, aunque en forma y proporciones distintas, a los sectores populares. El peso de la educación siempre se inclino hacia ellos:

- Hubo efectiva gratuidad de la enseñanza en todos los niveles.
- Se incorporaron nuevos usuarios de la educación procedentes de los sectores populares.

- Se incremento la población pre-escolar y la educación fundamental del sector rural.

- Hubo oferta de la educación fundamental (4 grados) en el 81% de las escuelas rurales. (Anteriormente, el 90% de las escuelas rurales ofrecían menos de 4 grados).

- Se transformo la estructura social de la matricula.

- Hubo una marcada ampliación de los servicios de educación especial.

- Se puso en marcha el programa Bilingüe y Bicultural en la Costa Atlántica.

- Se crearon las Escuelas Rurales Educación-Trabajo (ERET).

- Se crearon las Escuelas Agrícolas Campesinas para formar productores capacitados en el campo.

- Se estableció la educación secundaria para jóvenes trabajadores.

- Se creo Facultad Preparatoria para facilitar el acceso a la Universidad de los hijos de obreros y campesinos.

- Se creo un amplio programa de becas para cursar estudios en el país y fuera del país.

Estas son sólo algunas de las formas que abrieron oportunidades educativas y dieron satisfacción a las necesidades básicas de aprendizaje de los sectores populares en el marco de la educación formal.

La educación popular en sus raíces (la Cruzada de Alfabetización) y en su desarrollo ulterior (la Educación Popular de Adultos) tiene mayor aliento popular, no solo por sus usuarios sino por la integración de los sectores populares a una educación de y para los procesos sociales, donde el pueblo educa al pueblo y el proceso educativo genera nuevas formas de organización del aprendizaje a través de los Colectivos de Educación Popular (CEP), de actores tan significativos como el maestro popular, y de formas de capacitación y de gestión muy participativas, etc.

Nuevos actores, nuevas formas, nueva organización del aprendizaje

El proyecto educativo se expresa con un carácter popular por su orientación global, por las nuevas formas pedagógicas, por los nuevos actores y usuarios y por las nuevas formas de organizar el aprendizaje.

Nada extraño es que en el clima de una revolución popular y con esa presencia popular en los diversos componentes del sistema, en la dimensión pedagógica y en los procesos educativos, estuviese acompañada e incluso impregnada de cierta carga política.

A eso se debe que la concepción y practica de la educación popular se desarrollara con tanta fuerza en Nicaragua. A partir de 1985, la concepción de educación popular nicaragüense fue considerada por el Gobierno y por el Ministerio de Educación como algo propio y distintivo de toda la educación nacional.

La Revolución popular, el Estado representativo del poder popular y el proyecto educativo volcado al pueblo y colmado de lo popular hicieron que la educación se llenara de pueblo y que el pueblo se llenara de educación, pudiéndose en cierto sentido afirmar ya en 1982 que en Nicaragua el pueblo estaba "en estado de educación".

La concepción de educación popular nicaragüense fue invadiendo sectores, grupos, organizaciones, instituciones, etc. Todos se van familiarizando con esa concepción, con el método y la practica de la educación popular.

Los brigadistas de salud, la reforma agraria, el proceso de elaboración de la nueva Constitución de la República (1987), la preparación del proceso electoral, el desarrollo del Movimiento Comunal, los pre-escolares populares y comunales, etc., son espacios donde se sustenta y consolida la educación popular.

Mas allá de los logros que en su aspecto de cobertura (93% de incremento) presenta la educación nicaragüense en la década de los 80, mas allá del crecimiento proporcional de los otros elementos (maestros, escuelas, textos, etc.) que requiere esa cobertura, el proyecto educativo de la revolución se identifica fundamentalmente por su carácter popular, por estar hecho desde, con y para los sectores populares.

Esta vida popular de la educación se hace en la practica también una vida política, en cuanto esta unida al crecimiento, desarrollo y participación de los sectores populares. Por eso se afirmo que el proyecto educativo revolucionario era a la vez un proyecto pedagógico y político: porque el pueblo fue su principal sujeto y protagonista.

En los primeros años de la revolución, tanto el aspecto pedagógico como el político del proyecto educativo adquirieron altos niveles de desarrollo. Su unidad era muy estrecha. Después, causas endógenas al propio sistema educativo, como exógenas - la guerra contrarrevolucionaria, el bloqueo económico, etc. - hicieron que lo pedagógico bajara algo su nivel, también en la educación popular, y por el contrario, lo político alcanzara mayor fuerza.

Lo importante en coyunturas tan criticas es que aunque lo político de vida a lo pedagógico, le facilite su libre movimiento y su acción como valor pedagógico. Si suplantara o redujera la libre acción de lo pedagógico, lo político debe ser cuestionado. Ciertamente, algo de esto sucedió con algunos elementos del proyecto educativo de la Revolución.

Este es precisamente un punto de controversia entre quienes hicieron suyo el proyecto educativo del sandinismo y quienes en el marco del nuevo gobierno y del nuevo contexto socio-económico del país lo adversan y lo denigran acremente con la intención de suplantarlo para siempre.

El proyecto educativo del nuevo gobierno

El nuevo gobierno se encontró con un proyecto educativo popular generalizado y bastante consolidado. En un primer momento pareció que el nuevo gobierno no tenía un proyecto educativo bien concebido y lo suficientemente estructurado como para echarlo a andar. Se noto cierta confusión y bastante inseguridad en las nuevas autoridades educativas. Parecía tomarles de sorpresa la responsabilidad de dar vida a un nuevo proyecto educativo.

Ante la necesidad de definiciones, urgida por los trabajadores de la educación respecto al nuevo proyecto, las respuestas del primer Ministro de Educación, Sofonías Cisneros, se perdían entre la imprecisión y la vaguedad. Solo atinaba a decir que buscaban una educación que propugnase por nuevos valores, fundamentalmente cristianos y acordes con los requerimientos históricos de la paz, la democracia, la convivencia, la reconciliación, etc.

A la par que en relación al nuevo proyecto educativo prevalecía la indefinición y la excesiva lentitud de parte de las autoridades educativas, relativamente pronto se echo de ver una clara decisión respecto a los actores privilegiados del proceso educativo.

Delegados Regionales, Municipales, Distritales, Directores de Centros Educativos, etc. fueron rápidamente sustituidos y muchos maestros reubicados e incluso cesanteados pese a estar el curso escolar aun en el primer trimestre.

Falta de claridad e indefinición respecto a la educación por una parte y evidente decisión y agresividad en reducir la acción de muchos maestros por otra, fueron la tónica central de los primeros meses de la nueva administración. Esto genero un estado de desconfianza y de tensión: las autoridades desconfiaban de los trabajadores y estos desconfiaban de las autoridades.

Una especie de parálisis o a lo sumo de vida vegetativa reino en el sistema educativo. Se perdió mucho tiempo y se acelero un desgaste general en la educación. Las huelgas de mayo y julio/90, realizadas por los trabajadores y en contra del decreto 11-90, profundizaron esta situación de desconfianza, parálisis y depuración, logrando esta ultima mayor fuerza al aprobar la Asamblea Nacional que los Directores de Centros educativos fuera "cargos de confianza". Esto abrió una gran brecha de inseguridad entre los trabajadores de la educación, lo que a su vez amplio el numero de los desempleados, que a finales de 1990 sobrepasaban ya el 40% de la población económicamente activa del país.

Sin embargo, esta real parálisis fue en cierto modo consentida y aceptada por las autoridades educativas. La política del silencio, de no tener en cuenta a los trabajadores, de impedir su actividad y su participación, de someterlos a un desgaste psicológico entre la inactividad y la inseguridad del empleo, posibilitó y facilitó la concepción y construcción preliminar de la nueva orientación que adoptaría la educación.

Aunque esta queda expresada en el folleto publicado por el MED en julio/90 con el titulo de "Lineamientos del Ministerio de Educación en el nuevo Gobierno de Salvación Nacional", su comprensión debe necesariamente tener en cuenta otros factores decisivos del nuevo contexto socio-económico y particularmente, el nuevo proyecto económico del gobierno, que tiene su objetivo central en una política de ajuste estructural.

El proyecto económico del nuevo gobierno influye en el proyecto educativo. Este proyecto económico, un proyecto neoliberal, se concreta inicialmente en una política de estabilización económica y se enmarca en una corriente mas amplia que atraviesa la realidad de muchos países del Tercer Mundo.

La implantación del modelo neoliberal en Nicaragua esta en cierto modo condicionada por la realidad económica que presentaba el país después de la guerra de agresión, de la crisis económica mundial de los 80 y de otros factores internos y externos que se conjugaron para conformar una situación de deterioro profunda, como lo demuestran los indicadores macroeconómicos de inflación, devaluación de la moneda, incremento de la deuda externa, decrecimiento de las inversiones, etc., a lo que es necesario añadir fallas en la política económica y debilitamiento de la producción y de la productividad, elementos estos que vienen de mucho mas atrás.

Todo esto confluye en la implantación de un modelo económico que propugna por la reducción de la participación del Estado en la producción, por la privatizacion, por la economía de mercado, por la desregulación de la economía y que requiere de una considerable cantidad de recursos externos.

A fin de implantar este proyecto económico en las condiciones de Nicaragua, se establece una estrategia muy influenciada por medidas fondomonetaristas, cuyos costos recaen en forma desproporcionada sobre los hombros de los trabajadores, que empiezan a ubicarse en el terreno de la mera subsistencia. La reducción del gasto publico tiene una directa relación con el desempleo, que empieza a crecer de manera alarmante. El proyecto económico y las medidas que lo acompañan para garantizar la supuesta recuperación económica, impone serios sacrificios a los trabajadores: desempleo, salarios totalmente alejados del costo de la vida, pauperización, hambre, inestabilidad laboral.

Todo esto ha generado un estado de fuerte presión social, que se manifestó en la conformación en mayo/90 del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), y que también condujo a un proceso de concertación económica y social como base mas legítima de hacer frente a la crisis económica.

Los "lineamientos": formulación y aplicación

El lenguaje que se usa es siempre importante. Es importante la palabra, el concepto que se utiliza para expresar lo que el nuevo Ministerio de Educación piensa respecto a la educación y respecto a la orientación que debe dársele en esta nueva etapa que vive el país. Con mucha sutileza se habla de "lineamientos", obviando otros conceptos usuales en estos casos, como los de "política educativa" o "proyecto educativo". "Lineamientos" hace referencia a ciertas orientaciones algo generales y vagas que, sin embargo, van prefigurando ya un verdadero proyecto educativo y desde luego, una verdadera concepción de la educación.

Tácticamente, en orden a entrar en la nueva escena socio-política del país con suavidad y elegancia democráticas se habla de "lineamientos", aunque estratégicamente, dichos lineamientos contienen ya elementos sustanciales, bien pensados y definidos de la nueva educación. Con ellos se intenta dar una profunda estocada a la educación anterior, con intención de desacreditarla, de desfigurarla y de eliminarla para, en contraste con esa muerte anunciada y deseada, presentar la vida y resurrección de una "nueva" educación.

Borrar a cualquier precio la ideología sandinista

Se trata, en primer lugar, de borrar y sustituir a cualquier precio la ideología sandinista, entendida como causa fundamental del "desastre" educativo heredado.

Llama la atención el contenido y la forma como se presenta la educación del período revolucionario. Se le critica agriamente, sacándola del contexto en el que se dio. Apenas se hace mención de los logros incuestionables que se alcanzaron y que fueron objeto de reconocimiento internacional. El forzado reconocimiento a algunos logros se diluye en expresiones muy generales: "se hicieron esfuerzos meritorios en ciertas areas de la educación", "no solo se extendió la cobertura a sectores de la población tradicionalmente marginados del proceso educativo, sino que pese a considerables limitaciones financieras, se trato de adecuar la enseñanza al entorno agrario y ocupacional del país", "funcionarios y técnicos de la sede central del Ministerio de Educación y maestros de todos los niveles realizaron abnegados esfuerzos y sacrificios a cambio de las remuneraciones mas bajas del Estado..."

En el manejo de los datos estadísticos solo se hace mención de los deficits mas sustantivos heredados del somocismo. Por ejemplo, se refieren escuetamente al 76% de la tasa neta de escolaridad, sin mencionar que en 1979 esta tasa era del 64%. Incluso afirman - confrontando los altos índices de deserción con los logros alcanzados en la cobertura escolar - que en el undécimo grado la matricula solo alcanzo a 6,127 alumnos, cuando en realidad esa cifra se refiere a la secundaria diurna y que si se incluye la secundaria nocturna la matricula fue de 12,540 alumnos.

Asimismo se nota una clara intencionalidad de minimizar logros de la anterior educación al afirmar que en la actualidad la tasa nacional de analfabetismo supera el 20%, sin hacer referencia a que en 1979 la tasa era del 50.3% o que el empirismo del magisterio oscila entre el 70 y 80%, dejando a un lado el hecho de que efectivamente los 14 mil maestros populares - aunque empíricos - jugaron un papel decisivo para atender una creciente demanda educativa popular.

El nivel cualitativo de la educación del período revolucionario no ofrece nada positivo para el análisis de los "lineamientos".

Todo lo reducen a un "deterioro", y en el incluyen actitudes y valores de la juventud: la perdida del sentido critico, el aumento de la irresponsabilidad e indisciplina, el predominio de hábitos de aprendizaje pasivos y memoristicos...

Aceptando que estas afirmaciones generales pueden incluir aspectos objetivamente verídicos, resultan distorsionantes respecto a la realidad, cuando a la par, se desarrollaron en la juventud valores muy profundos como el de la solidaridad, cuando surgió el movimiento de los alumnos cumplidores y monitores, cuando se entrega al nuevo gobierno una juventud sin drogas y cuando en muchos centros escolares, debido precisamente a la carencia de textos, abundaron las iniciativas y métodos activos de autoaprendizaje.

¿A que se debe esta visión tan negativa y destructiva de los "lineamientos"? Se fundamenta en una sola razón que engloba todo y sobre la cual se construirá el edificio de la nueva educación.

Todos los déficits educativos, el deterioro de la educación, la perdida casi total de lo que podían haber sido logros se debe, según el documento, a un elemento clave: "la ideologización y el sectarismo político de la enseñanza", "la obsesiva y bien conocida presunción de propaganda política en los textos y programas así como en la manipulación sectaria de maestros y alumnos", "la supeditación de la enseñanza al proyecto político-ideológico de un partido" "el sistema entero se supedito a los intereses de una elite partidista, por lo demás ajena al magisterio, que estuvo mas interesada en indoctrinar y en asegurar el apoyo para su propio proyecto político, que en educar".

Son mas las expresiones parecidas, pero todas ellas contienen una afirmación central que podría ser resumida así: el FSLN supedito la educación nacional a un interés político, sectario y partidista, lo que impidió a la educación su verdadero desarrollo y esto fue borrando los logros que inicialmente se alcanzaron, hasta hacer de ellos un conjunto de despojos pedagógicos y educativos. Es por esto que las nuevas autoridades educativas tengan siempre a flor de labios la afirmación de que la educación debe ser "apolítica". O mejor, "no estar politizada".

Buscando crear una "buena imagen"

Con esta premisa se comprende mas fácilmente el resto de los "lineamientos", en los que se maneja a la perfección la creación de "una buena imagen".

En este sentido, se apela a la necesidad de realizar esfuerzos extraordinarios en el sector educativo en correspondencia "tanto a las necesidades de la sociedad global como a la dignidad de la persona humana, la cual tiene el derecho inalienable a una educación integral". Comienza a manejarse el aspecto humanista de la nueva educación, pues esta "no puede concebir al individuo como una mera herramienta de producción y olvidar aspectos fundamentales de su formación integral ajenos quizás al calculo económico", porque "la educación personal y humanista no puede desarrollarse sin prestar atención a las necesidades y peculiaridades especificas de la sociedad en la que el individuo esta inmerso y a la cual debe contribuir en su transformación".

Por otra parte, para dar mayor realce a esta visión "humanista" de la nueva educación se apela a la Constitución Política promulgada en enero/87, la que en su Titulo VII prácticamente resume e integra los "Fines, Objetivos y Principios Generales de la Nueva Educación" - del gobierno sandinista - que, derivados de una consulta nacional, entraron en vigencia en marzo/83.

A esto ultimo no se hace referencia alguna, aunque resultaría muy importante que en los "lineamientos" se destacaran los puntos de continuidad de la "nueva educación" con la educación anterior.

Cuatro principios generales del nuevo modelo educativo: la paz, la democracia, el desarrollo, la familia

Con la fuerza de esta imagen, la educación del nuevo gobierno entra en escena con principios generales bien concebidos y estructurados lógicamente pero con debilidades intrínsecas y bastante distantes de su adecuada aplicación.

Se habla de rescatar el verdadero sentido de la formación plena e integral

Por cuanto se presupone, sin probarlo debidamente, que durante el gobierno anterior la educación no se afano en proporcionar dicha formación o, mas que formar, deformo.

No obstante, la fundamentación y desarrollo de este principio general constituye en los "lineamientos" una repetición casi exacta de la Constitución y de los Fines, Objetivos y Principios Generales de la Educación del gobierno sandinista.

Se habla de educar para la democracia y la paz.

Democracia, libertad, paz: trilogía casi sagrada en una circunstancia de postguerra y de cambio político.

En el fondo, mas allá de esos conceptos, a los que entendidos en su sentido mas pleno nos adherimos todos, se supone - se trabaja con suposiciones - que el antecedente de esta necesidad es la existencia de un Estado calificado de autoritario y totalitario, aunque sin llegar a puntualizar en que consiste la verdadera democracia, la verdadera libertad y la verdadera paz de todos y cada uno de los nicaragüenses, incluyendo en ella y en igual proporción practica a los pobres, a los trabajadores, a los campesinos, a los sectores tradicionalmente marginados de los beneficios de la democracia, la libertad y la paz.

Se habla de educar para el desarrollo.

"La educación debe contribuir a la formación de individuos competentes, dispuestos y acostumbrados a utilizar al máximo razonable sus talentos naturales en beneficio del desarrollo y transformación del país", dice el documento. Este desarrollo, para ser principio y objeto de la educación, requiere hacer unidad inseparable con el adjetivo "humano", de tal forma que se impulse el "verdadero desarrollo humano" que, como tal, debe ser también justo y equitativo. En la mente de algunos parece que "desarrollo" es sinónimo de "crecimiento económico", en el que casi siempre se niega la justicia y la equidad.

Se habla de educar para la familia.

En los "lineamientos" se da mucha importancia a la familia. En primer lugar, porque la tiene desde todos los puntos de vista. Y en segundo lugar, porque la oposición política ha insistido sin escrúpulo alguno en la opinión de que el FSLN como organización de principios marxistas ha destruido la familia nicaragüense en favor de un Estado totalitario.

Nadie objetaría en su formulación los cuatro principios generales a los que nos hemos referido. Resumen un consenso global, están muy en boga, son necesarios y además proporcionan a la educación que los impulsa y a la que se define como "nueva" una imagen muy atractiva. El problema esta en como aplicarlos y en como crear un contexto socioeconómico, un proyecto económico, una política social que hagan posible su plena realización. De no mediar estas realidades, estos principios pudieran quedar en el marco de la intencionalidad y constituir una imagen para la exportación, o en lenguaje de San Pablo, en un "címbalo que resuena", pero que esta vacío.

Intencionalidad de los principios y aplicación de los mismos: la transformación curricular

Después de los principios generales, los "lineamientos" avanzan hacia algunas concreciones. Pero el avance resulta muy poco concreto, las expresiones son bastante estandarizadas y en cierto modo parecen hechas para la exportación.

Se habla de una transformación curricular

Pero sin adentrarse por ejemplo en la concepción curricular, en su diseño, en su organización, en sus planes y programas de estudio, con todos los componentes y elementos que exige el proceso docente-educativo y de enseñanza-aprendizaje.

Sin la visión de globalidad e integralidad propias de un sistema educativo y de un proceso de aprendizaje concebido en la totalidad de niveles, se aboga por reforzar areas débiles como por ejemplo Matemáticas, Ciencias y Español, por la eliminación o reforma sustantiva de ciertas asignaturas y por añadir otras como la Formación Cívica - con énfasis en los derechos humanos -, la Filosofía y la Computación.

Toda verdadera transformación curricular, aunque sea concebida como transitoria, debe ir acompañada de todos sus componentes, entre los cuales los textos escolares son apenas uno de ellos. Importantes desde luego, pero por ser solo textos van perdiendo importancia en los métodos mas modernos de pedagogía. Es lógico que la elaboración de los textos vaya acorde con el proceso global de la transformación curricular y que esta se desarrolle en un trabajo por etapas. En toda reforma educativa se procura compaginar la transformación curricular global - en todos sus componentes - y el tiempo adecuado para su correspondiente aplicación, porque la formación y el aprendizaje de los educandos y la inter-relación con sus maestros constituyen procesos de larga duración, en los que es necesario conjugar adecuadamente la innovación con la continuidad.

Una reforma educativa tiene también que ser pedagógica y como tal, insertarse en el proceso de formación y aprendizaje del que son sujetos y objetos educandos y educadores. El MED, por la urgencia (lo subrayamos) de sustituir materiales educativos tildados de inadecuados (léase limpiarlos de contenido y sabor sandinista) y contando con financiamiento internacional (léase la donación de cerca de 15 millones de dólares por parte de la AID), ha pasado por alto algunos principios pedagógicos fundamentales.

Sin el abordaje completo, propio de una transformación curricular, sin haber analizado a fondo todos los aspectos pedagógicos que durante años fueron constituyendo el proceso de aprendizaje de los estudiantes y el proceso de enseñanza de los maestros, por el solo imperativo de borrar y sustituir una ideología, el MED elaboró-editó los nuevos textos escolares para primaria y secundaria del curso escolar 1991. Las autoridades educativas propagandizaron con continuos elogios la implantación de estos nuevos textos escolares en Nicaragua.

El texto escolar se convierte así en la pieza clave de este ajedrez de política educativa del nuevo Gobierno, con el que pretende dar jaque mate a la educación del gobierno anterior. Esto tiene razones muy profundas que explican la urgencia con la que se ha apostado a esta jugada.

La liberalización académica

Se habla de liberalización académica

En defensa de la autonomía, creatividad e iniciativa de educadores y educandos, lo que implica cierta flexibilidad en los programas de estudio y la superación del texto único, una de las expresiones del "totalitarismo" y "sectarismo ideológico" que le achacan los "lineamientos" a la política educativa del gobierno sandinista.

Esta medida se pondrá a prueba cuando un educador, un grupo de educadores o de alumnos consideren, por ejemplo, que para explicar mejor y mas objetivamente la historia contemporáneo de Nicaragua el material educativo mas apropiado es el que la aborda con una visión sandinista. ¿Existirá la "liberalización académica" en este caso? ¿No esta de antemano eliminada esta opción al haber declarado una guerra sin cuartel a la ideología sandinista?

Nada estable se consigue en educación sin una adecuada política social, salarial y profesional relativa al magisterio. A fin de garantizar un tratamiento digno al magisterio, los "lineamientos" abogan por destinar a la educación los ingentes recursos utilizados en defensa, por ampliar considerablemente el presupueto para educación y por promover la estabilidad laboral del magisterio "a fin de que la permanencia y promociones en los cargos docentes se otorguen en función de la idoneidad profesional y no en base a criterios partidistas".

Sin restar buena voluntad a estas formulaciones, viendo también la necesidad de crear una buena imagen de la educación, tanto para el consumo nacional como internacional, resulta algo difícil darles plena credibilidad cuando los representantes de la UNO en la Asamblea Nacional aprobaron con fuerza de ley que los Directores de Centros sean "cargos de confianza", cuando la política de ajuste estructural del nuevo gobierno exigirá el despido y/o reubicación de bastantes trabajadores de la educación, cuando la reglamentación de la Ley de Carrera Docente se pospone una y otra vez, cuando ya en 1990 la diferencia entre los salarios de los nuevos funcionarios que ocupaban cargos de Dirección y sus homólogos del anterior gobierno aun en el cargo era enorme: el salario de los primeros oscilaba entre mil y 1,250 córdobas oro y el de los segundos entre 150 y 200. Todos estos parecen ser también "criterios partidistas" a la hora de actuar.

En todos los países latinoamericanos se lucha actualmente por elevar el rendimiento académico reconociendo que en su deterioro ha influido de distintas formas la crisis económica de la década de los 80. Los "lineamientos" hacen suya esta laudable lucha, aunque partiendo de que en Nicaragua el bajo rendimiento académico tiene como fuente casi exclusiva la "politización y sectarismo" que en la educación protagonizó el FSLN. Objetivamente, fueron varios y diversos los factores que incidieron - como ha sucedido en otros países - en el rendimiento académico y en el deterioro de la calidad de la educación.

El rol de los padres de familia

En el contexto de la denominada, "nueva democracia", la democratización y mayor rol de los padres de familia adquiere mucha importancia. La nueva educación requerirá, según los "lineamientos", de que "los padres de familia se involucren en una forma muy activa en la educación de sus hijos como una tarea compartida". "Es a los padres de los educandos a quienes corresponde el derecho y la responsabilidad primaria en la escogencia de la educación que han de recibir sus hijos".

"Los padres deben influir tanto en la adaptación y diseño de nuevos planes de estudio como en la dirección y gestión de los diversos centros educativos". "También deberán jugar un papel prepoderante los miembros del magisterio publico y privado, que por razón de su vocación, experiencia y calificación están llamados a ofrecer aportes valiosos al proceso de transformación educacional".

El documento se refiere también a que "las autoridades educativas buscaran las contribuciones de los estudiantes y de las diversas entidades cívicas y gremiales directamente interesadas en el proceso educativo". En este contexto, "el MED se propone lanzar una consulta nacional con el fin de determinar criterios y aportes que contribuyan a definir el tipo de educación que se debe impulsar en Nicaragua".

El curso escolar 1991: hacer del pueblo un simple usuario

Pese a la laudable intencionalidad de estos enunciados, el curso 1991 se definió y organizó sin concretarlos:

- Se retorna a la educación primaria de 6 grados y a la secundaria de 5 años, dejando a un lado el concepto de educación básica de 9 grados, dentro del que se había movido la educación anterior.

- Existe ya un plan de estudios para primaria y secundaria con sus respectivos programas, asignaturas, frecuencia horaria y nuevos textos para los dos niveles y sus respectivas asignaturas.

Por lo que sabemos, no se ha realizado consulta educativa alguna, aunque la decisión sea la de realizarla lo antes posible. Los cambios en el sistema educativo, la planificación curricular en cuanto a planes, programas, asignaturas y frecuencia horaria y la elaboración de todos los textos se han llevado a cabo sin la participación del magisterio, de los alumnos y desde luego, de los padres de familia.

Estamos en presencia de excelentes formulaciones, algunas de ellas en perfecta contradicción con los hechos y la realidad. En este sentido, la participación de las personas en las tareas de la sociedad y en aquellas que le competen por derecho propio, como es la educación, principio practico fundamental de una democracia, parece haberse olvidado en el MED. El inicial salto al pasado no democrático fue rápido y violento. Las "transformaciones educativas" han sido concebidas y planificadas por grupos selectos de técnicos y por las autoridades educativas.

Al pueblo se le ha hecho retroceder a un simple usuario de los servicios educativos tal y como los están ideando los técnicos de la educación. Pero, a la par, se pregona incesantemente que por fin gozamos de una "nueva democracia". Nadie duda que sea nueva, el problema es que sea además verdadera democracia. Para serlo en el campo educativo, es necesario que participen en sus reformas los grupos sociales mas directamente involucrados en el quehacer y responsabilidad educativos.

Las "áreas claves" de la nueva educación

En cuanto a la expansión educativa en áreas claves, se ratifican con el nombre de "areas claves", los programas que en la educación del gobierno sandinista recibieron una atención
prioritaria:

1) La cobertura de Educación Básica (mas específicamente la educación denominada fundamental de 4 grados) y preescolar.
2) La Alfabetización.

3) La Educación de adultos.

4) La Educación Técnica y Vocacional.

Esta política concuerda con los postulados y objetivos de la Conferencia Mundial sobre la Educación para Todos, realizada en Jomtien (Thailandia) en marzo/90.

No obstante, para que esta expansión sea verdadera expansión educativa y la educación al menos básica sea una realidad para todos, es necesario que la llamada "expansión en areas claves", proporcione igualdad de oportunidades educativas a todos los nicaragüenses - también a los pobres, a los sectores populares, a los campesinos, a todo el conglomerado nacional que vive en desempleo, pobreza y sobrevivencia -, que la oportunidad educativa asegure educación de la misma calidad para todos, que se garantice a la mayoría de la población el acceso, la permanencia, la promoción en el sistema educativo y la misma calidad educativa para todos y cada uno de los estudiantes.

El hablar de expansión, contraponiéndola objetivamente a déficits educativos incuestionables, resulta muy vago si no se hace un esfuerzo por definir metas concretas y poblaciones-meta en los distintos niveles, grupos de población y tiempos determinados.

Es claro que resultaría muy extraño y crearía una imagen negativa para el discurso oficial en el ámbito internacional que un país como Nicaragua no se pronunciase por la alfabetización, precisamente en el Año Internacional de la Alfabetización (1990). Nicaragua se apartaría también de la onda mundial si en sus "lineamientos" no expresara apoyo a la Educación de Adultos.

Pasados los primeros nueve meses del nuevo gobierno, la Alfabetización, considerada en los "lineamientos" como tarea prioritaria - solo dos veces se utiliza esta palabra en todo el texto - y la Educación de Adultos - programas ambos realmente prioritarios, privilegiados, propulsores de profundas innovaciones pedagógicas y de amplio reconocimiento internacional en el período del gobierno sandinista - habían entrado ya en una etapa de clara inanición. Tanto la Alfabetización como la Educación de Adultos, tal como se desarrollaron anteriormente, esperaban la mortaja que las sepultara en el olvido. La acción revitalizadora y contundente en favor de estos programas no se ve aparecer en el horizonte.

Da la impresión que se hace necesario mantener estos dos programas y también promocionarlos a nivel de discurso y de imagen internacional, pero a la vez aparece la intención velada de hacerlos desaparecer o de cambiarlos radicalmente, pues las nuevas autoridades educativas mantienen la tesis de que ambos programas constituyeron un espacio abierto a la supuesta politización del FSLN. Sería muy triste que a miles de nicaragüenses se les relegara a la ignorancia no facilitándoles el acceso a la cultura, al desarrollo de la conciencia y a la formación para la vida ciudadana y laboral.

Es posible que cuando se hayan borrado las huellas de lo que fue la Alfabetización y la Educación Popular de Adultos del gobierno sandinista, las autoridades educativas se decidan por una nueva cruzada de alfabetización y por una nueva educación de adultos, despojadas ya del ropaje político del sandinismo, aunque vestidas con otro traje ideológico que por el solo hecho de no ser sandinista resultaría ya "apolítico"...

A la espera de que se borren totalmente las huellas sandinistas podrá echarse encima el año 2000, fecha para la cual Nicaragua - como otros muchos países - se ha comprometido en resoluciones internacionales a erradicar el analfabetismo y a garantizar educación básica a su población tanto infantil como adulta.

Qué piensan de la Educación Técnica y Vocacional

Respecto a la Educación Técnica y Vocacional, los "lineamientos" prometen especial atención, "sobre todo en aras de responder a las demandas globales de técnicos medios y calificados, así como a la necesidad de capacitar para la obtención de empleos a los millares de desmovilizados".

Hay que tener en cuenta que una educación técnica y vocacional adquiere su adecuada ubicación en los planes de desarrollo de un país y su pleno sentido humano, social y laboral, dentro de un proyecto económico y de un contexto socioeconómico determinados.

Las perspectivas que presenta el proyecto económico que intenta dominar en Nicaragua puede generar muchos vacíos sociales y laborales para los técnicos y obreros capacitados en esta modalidad educativa, no tanto por su naturaleza, sino por los mismos imperativos del proyecto económico.

El hecho de haber creado a principios de enero de 1991 un Instituto Nacional Tecnológico (INATEC), adscrito a la presidencia, para integrar la educación técnica que antes ofertaba el MED y la formación vocacional que ofertaba el Ministerio del Trabajo, expresa un claro interés ante un claro vacío en los recursos productivos del país, pero no garantiza que esos recursos encuentren la ubicación de dignidad que les corresponde si no se dispone de un proyecto económico que sirva realmente al verdadero desarrollo de toda la población. Y no seria encontrar una ubicación de dignidad si los recursos técnicos se pusiesen al servicio de modelos concebidos para utilizar al ser humano como mera mano de obra barata, al estilo de las industrias del sureste asiático.

El apoyo a la enseñanza privada

El apoyo a la enseñanza privada tiene que ser considerado además de en su formulación e intencionalidad en la forma práctica de su concreción.

Es comprensible que en un régimen democrático - en el que la privatizacion es parte fundamental del proyecto económico neoliberal que se ha adoptado - el pluralismo invada los distintos campos de la vida nacional.

En este marco encaja perfectamente que "el Estado debe permitir y de hecho permite (siendo desde luego la educación función indeclinable del Estado, según el articulo 119 de la Constitución, o lo que es lo mismo no pudiendo por la naturaleza de Estado rehusar el proporcionar educación a la población) que los particulares puedan atender las necesidades educativas de amplios segmentos de la población".

Llegando mas a fondo en la política del gobierno a este respecto, los "lineamientos" concluyen: "El aumento de las iniciativas particulares en la educación es un fenómeno que las nuevas autoridades ven con beneplácito y que desean alentar".

En la practica, esta política, teóricamente aceptable, encierra el peligro, confirmado por la historia de muchos países subdesarrollados, de que esas iniciativas particulares solo puedan ser asumidas por determinados grupos de poder, con el peligro de convertir la educación en un negocio y en todo caso con casi la seguridad de introducir en ella el sello del elitismo, cualitativas diferencias en la educación con la diferenciación clasista, etc.

Por otra parte, en sana lógica, el sandinismo - anatematizado en muchos terrenos y también en el educativo por los funcionarios del nuevo gobierno - puede tener la oportunidad de asumir iniciativas para crear uno o varios centros educativos. Seria interesante comprobar el pluralismo patrocinado por el MED ante una iniciativa así. ¿Aceptaría el MED que los sandinistas fundasen un instituto en el que junto a los planes y programas oficiales se practicara la liberalización académica sancionada en los "lineamientos"?

¿Y en la Costa Atlántica?

Dentro de una política educativa nicaragüense resulta fundamental referirse a la Educación Bilingüe Intercultural. A este programa el gobierno sandinista le dio carácter prioritario y es parte fundamental del espíritu y letra del Estatuto de Autonomía de la Costa Atlántica. El Programa alcanzo un desarrollo aceptable siendo sus verdaderos protagonistas los representantes - maestros, lideres, comunidades - de esa región.

Los "lineamientos" del MED se proponen apoyar este programa, para lo cual "se buscara la participación directa de lideres y representantes de las comunidades indígenas y la forma de articular el rescate, preservación y desarrollo de sus respectivas lenguas, con las demandas de dotar a los nicaragüenses de elementos propios de la cultura universal".

De momento, esta intencionalidad de profundo contenido político no parece encontrar sustento verdadero que la legitime en la practica. Salvo alguna que otra muestra de preocupación y de buenas intenciones por parte de las autoridades educativas, al programa no ha llegado ningún aliento practico sustantivo de revitalización. Por el contrario, el equipo técnico a cuyo cargo esta el programa a nivel central ha estado en un período de verdadera inactividad.

Además, aun no se han definido aspectos fundamentales de este programa, como el de los textos, respecto a los cuales queda la duda de si se usaran los elaborados para la educación nacional con una traducción que tome en cuenta conceptos y expresiones indígenas o por el contrario, los textos serán en su contenido, lenguaje, método, etc. expresión de la realidad cultural de esas etnias elaborados por educadores de esa zona, aunque con referencia al marco de la educación nacional.

Educación oficialmente laica pero con valores de inspiración cristiana

En el apartado denominado aclaratorio, los "lineamientos" hacen una breve referencia a cierto problema que entro en discusión cuando las autoridades educativas manifestaron su decisión de impulsar en la educación valores de inspiración cristiana.

Ante la sospecha o malentendido de algunos sectores en cuanto a que esto podría significar implantar una educación confesional, el MED aclara con detallada precisión que tal sospecha carece de fundamento: "Las autoridades del MED no han hablado de implantar una Educación Católica, pretensión que contravendría a la Constitución Política, lo que si se ha dicho y la dirección del MED plantea sin ambages a la población nicaragüense, es que el sistema educativo estará abierto a valores de inspiración cristiana. Esta apertura no contradice el mandato de una educación laica, la cual implica que el Estado se abstendrá de imponer clases de religión u oficializar una religión determinada".

Mas allá de esta aclaración formal, lo importante es que efectivamente la educación como sistema, como servicio a la población, como derecho básico de la población, se realice bajo las exigencias de valores individuales y sociales de la inspiración cristiana. La educación en un contexto socio económico que anda mal, donde todavía persisten la injusticia y valores claramente a-cristianos y anti-cristianos, debe afanarse por la transformación de esa realidad a fin de que la justicia de Dios llegue a todos y debe hacerlo con la opción por los pobres como motor que oriente la teoría y practica de la nueva educación.

La educación y sus programas no pueden descuidar este aliento cristiano. No se trata solo de discutir sobre lo laico o lo confesional en su ámbito exclusivamente ideológico y formal. Se trata, sobre todo, de que lo cristiano sea en toda su amplitud personal y social lo que inspira el sentido y quehacer de la educación. Si es así, siempre serán objeto de especial atención y privilegio los sectores populares, los pobres, para quienes con especial predilección Jesús anuncio el Reino de Dios.

Ejes principales del nuevo proyecto educativo

Aun quedan zonas claroscuras en el proyecto educativo del nuevo gobierno que no permiten caracterizarlo con plena certeza. Hace falta mas tiempo. Los vacíos aun existentes suponen cierto riesgo en el análisis, aunque de hecho parece que los elementos fundamentales del proyecto educativo están ya dados con la suficiente definición teórica-práctica como para establecer al menos el perfil de ese proyecto. Intentaremos hacerlo.

El proyecto educativo del nuevo gobierno se mueve sobre dos grandes ejes:

- Por una parte, se pretende borrar la ideología que durante 10 años conformo el proyecto sandinista.

- Por otra parte, se pretende sustentar el nuevo proyecto económico neo-liberal, adecuando los componentes y elementos de la educación a su consolidación y desarrollo.

Con frecuencia la energía de estos dos ejes se une y confunde en una acción común. Resulta difícil precisar los limites de cada acción propia.

Primer eje: borrar la ideología que durante 10 años conformó el proyecto sandinista.

Entendiendo por ideología un conjunto amplio de fuerzas que fundamentan, motivan y movilizan la actitud y el comportamiento humano en la sociedad, no puede olvidarse la función ideológica de la educación. Se trata de conocimientos, ideas, valores, criterios, actitudes, hábitos, intereses etc. La educación tiene que ver de una u otra forma con todo eso, aunque la influencia de la educación en cuanto actividad propia del sistema educativo no sea total sino parcial.

Para borrar una ideología determinada es necesario contar con otra ideología y con los medios y la fuerza requeridos para introducir esta ideología que suplante a la anterior y se asiente como la nueva ideología. Esto supone una estrategia bien pensada y articulada.

La estrategia que ha seguido el MED a este respecto ha sido clara y consecuente. He aquí algunos de sus principales componentes:

- Minimizar y desacreditar la educación del gobierno sandinista.

- Hacer ver, por todos los medios posibles, que la politización, el sectarismo y el partidismo impuestos por el FSLN a la educación nacional impidió su desarrollo y desvirtuó sus logros iniciales.

- Ofrecer un modelo de educación salvadora y generadora de una nueva Nicaragua ("Nicaragua volverá a ser República"), en la que adquieren enorme preeminencia la paz, la democracia, la libertad, la convivencia, el respeto mutuo, la concertación, el dialogo, la reconciliación, la familia, etc.

- Presentar esos componentes de la nueva Nicaragua muy atractivos en si mismos, y en contradicción con todo lo anterior, con las consecuencias de la guerra, con los errores del FSLN, con la debacle del mundo socialista, utilizando para ello un excelente manejo de la imagen publicitaria (textos de lecto-escritura "Azul y Blanco") y una extraordinaria manipulación de las expectativas sicosociales de la población.

- Dar mucho realce a los principios que fundamentan esa nueva educación:

* Rescatar el verdadero sentido de la formación plena a integral.

* Educar para la democracia y la paz.

* Educar para el desarrollo.

* Educar para la familia.

* Educación de inspiración cristiana.

- Hacer ver las vetas por las que se concretaría esa educación regeneradora:

* Liberalización académica.

* Promoción del magisterio.

* Democratización y mayor rol de los padres de familia.

* Estimulación para elevar el nivel académico y mejoría de la calidad de la enseñanza para poder competir con otros países.

* Apoyo a la enseñanza privada.

- Aplicar una política de sustitución, eliminación y desgaste psicológico a los maestros, cuadros dirigentes y funcionarios del anterior gobierno para allanar así el camino a los portadores y propulsores de la nueva ideología. Adquiere especial connotación el hecho de que la Asamblea Nacional aprobara con fuerza de ley que los Directores de Centros Escolares son "cargos de confianza". Eso posibilita a las autoridades el nombramiento de nuevos directores en todos los Centros, nombramientos que difícilmente podrán estar al margen de criterios políticos en una sociedad altamente politizada.

- Nombrar para algunos cargos claves de dirección a personas de edad, con experiencia técnico-pedagógica en el tiempo anterior a la revolución y a algunos que estuvieron ausentes del país durante varios años.

- Introducción de materias portadoras de la nueva ideología: Cívica, Filosofía...

- Eliminación de todos los textos anteriores y sustitución de estos por otros nuevos en la educación primaria y secundaria.

Ya en pleno curso escolar 1990, los textos de lecto-escritura de los primeros grados, denominados "Los Carlitos" fueron sustituidos por otros textos, los "Azul y Blanco" y el remanente en bodega de los textos del gobierno anterior fueron convertidos en pulpa de papel. El texto escolar constituye el instrumento fundamental de toda la estrategia del Ministerio de Educación para que el cambio ideológico llegue en el menor tiempo posible a desarrollarse toda su eficacia, tanto para borrar la ideología anterior como para implantar la actual.

Esto se ha hecho sin tener debidamente en cuenta aspectos importantes del proceso de enseñanza y aprendizaje en marcha durante varios años entre maestros y estudiantes.

El texto escolar ha sido la mayor urgencia de las autoridades educativas, su elaboración ha centrado los mayores esfuerzos y recursos, su publicación ha establecido records de tiempo, y el apoyo técnico y económico de la AID ha sido explicablemente fluido y rápido.

Los nuevos textos tienen un diseño e impresión atractivos. Pretenden presentar una nueva imagen de la educación y del país. En ellos todos los nicaragüenses aparecen como iguales - "educación igual para ciudadanos iguales" - y conjugan muy bien los elementos propios del bienestar y de la confianza en el futuro.

Sus contenidos o los desajustes metodológicos que expresan son harina de otro costal. Posibles errores en estos aspectos fundamentales los intenta subsanar el gobierno apelando a la transitoriedad de los textos. La realidad es que en el animo de las autoridades educativas privo mas la decisión de borrar la ideología sandinista que cualquier otro aspecto educativo- pedagógico. En sus aspectos positivos y negativos los nuevos textos escolares son una perfecta concreción de todo el discurso político que maneja el actual gobierno.

Segundo eje: sustentar el nuevo proyecto económico neoliberal adecuando componentes y elementos de la educación a su consolidación y desarrollo

Nadie duda de que el actual modelo de educación adecua sus distintos componentes y elementos a la consolidación y desarrollo del nuevo proyecto económico de corte neoliberal.

Existen factores que relacionan el actual modelo educativo con el proyecto económico neoliberal.

El apoyo a la enseñanza privada auspiciado por el MED como nueva política, privilegia de hecho a determinados grupos sociales que poseen los recursos para fundar centros educativos que necesariamente supondrán cierta selección del alumnado basada en la posibilidad económica. De esto a una educación de clases y a una competencia en la calidad educativa relacionada con los recursos económicos, existe muy poco trecho.

Es necesario analizar mas a fondo la eliminación de la educación básica de 9 grados vigente en los últimos años. La intencionalidad de visualizar la cuota básica de educación gratuita y obligatoria en solo 6 grados puede entrañar sutiles influencias del nuevo modelo económico. Por muchas razones, esa cuota reducida de educación estaría destinada a los sectores populares, rurales, pobres.

Se esta dando mucho interés a la educación técnica y a la formación vocacional, viendo en el obrero calificado un recurso fundamental para el desarrollo del país. La creación del INATEC es prueba de ello. Sin embargo, ante la lógica del proyecto económico neoliberal toma cuerpo la duda de si efectivamente el concepto de desarrollo se interpreta únicamente como un incremento económico basado en la productividad y en el crecimiento de las fuerzas productivas con relaciones sociales determinadas por el capital. La lógica neoliberal apunta hacia esto. En este caso, la educación estaría centrada en modalidades de una educación técnica atrapada por los intereses del capital y no por los del desarrollo humano, en el que nunca se supedita la lógica del trabajo a la lógica del capital.

Algunas conclusiones

- El proyecto educativo del gobierno Chamorro presenta mucha coherencia interna y un buen fundamento conceptual. Sus principios, su discurso y sus aplicaciones encajan con una ideología en boga en el contexto mundial y con las expectativas sicosociales de algunos sectores de la población nicaragüense.

- Se presenta un lenguaje adecuado y un discurso de intenciones afín a los estándares internacionales: educación pre-escolar y básica, alfabetización, educación de adultos, educación técnica y formación profesional, formación y capacitación del magisterio. Hay que tener en cuenta que cualquier país, para estar a tono con las prioridades educativas mundiales, hace referencia explícita a estas "áreas claves", no importa la prioridad que después en la practica el gobierno le de a cada una de ellas.

- El proyecto educativo nicaragüense ha centrado casi todo su interés en la educación formal, particularmente en la primaria. Esta ofrece mayores facilidades para un proceso de modernización, para la supuesta mejoría del nivel académico, para un mejor control administrativo-pedagógico y sobre todo, para implantar la nueva ideología como base del proyecto socioeconómico y político del nuevo sistema. Los nuevos textos escolares destinados precisamente a la educación formal de primaria y secundaria juegan un papel

estratégico instrumental decisivo.

- El interés puesto en la educación primaria tiene una doble explicación. Además de hacer efectivo un derecho fundamental del niño, en esta edad aun no se ha consolidado la ideología del régimen anterior. En la educación secundaria el alumnado podría ofrecer mayor resistencia a la nueva ideología.

- En la lógica de privilegiar la educación formal de primaria quedan descartados o al menos muy debilitados los programas de alfabetización y educación popular de adultos, justificando ese abandono en que en ellos sustento el gobierno sandinista gran parte de su proyecto educativo en favor de los sectores populares.

- En el proyecto educativo del nuevo gobierno, de inspiración cristiana, no aparece explícitamente y con la fuerza esperada "la opción preferencial por los pobres". El cambio respecto a la orientación central del proyecto educativo sandinista no se da simplemente en la menor o mayor asignación de recursos - de los escasos recursos estatales - a los proyectos y programas sociales (educación, salud, bienestar social, cultural), sino que se va mas allá:

- El Estado abandona a la sociedad al libre juego de la oferta y la demanda en las relaciones económicas y, por lo tanto, en toda relación social y cultural que depende de lo económico o que tenga valor de mercancía. Y aunque el Estado sigue asignando recursos a la educación, esta recupera su valor de mercancía.

- Para el nuevo Gobierno ya no hay clases sociales sino "ciudadanos", teóricamente iguales ante la ley. Los contenidos programáticos no subrayan la diferencia de las clases sino que homogenizan a ricos y pobres, a pobladores urbanos y rurales en la categoría de "ciudadanos con iguales derechos y deberes", siempre y cuando no se cuestione el sistema de la relación capital-fuerza de trabajo.

"La educación no hará distinción de personas". Por lo tanto, ya no tiene sentido la Educación Popular. Habrá "educación nacional". Y dentro de esta, lo mas que habrá es Educación para Adultos, ciudadanos que, en la practica, son niños y adultos de las clases populares. Claro esta que algunos ciudadanos son pobres y otros ciudadanos son ricos, unos son urbanos y otros son rurales, pero el contenido programático e incluso las metodologías serán iguales para todos y a todos se les invita a alcanzar las mismas metas: "la profesionalización". Aunque la vida real demuestra a gritos que las posibilidades de acceso, participación y éxito en el sistema educativo nacional están determinadas, salvo excepciones individuales, por las pertenencias de clase, esto no se tiene en cuenta.

La aplicación de las medidas de ajuste estructural ha provocado un proceso de fuerte pauperización de las clases populares, de perdida de su poder adquisitivo, de desempleo y de todo tipo de desestabilización económica y social, lo que provocara un incremento de la deserción de grandes masas de un sistema educativo que no les ofrece una educación que responda a sus necesidades inmediatas.

Estamos pues en presencia de un proyecto educativo concebido y articulado como parte de un nuevo proyecto socioeconómico nacional. Y es que cada sistema político determina su propio proyecto educativo. Y este es el proyecto educativo del gobierno auto-denominado "de Salvación Nacional".

El proyecto sandinista sigue vigente

El FSLN tiene un saldo de indiscutibles conquistas y de indiscutibles errores. El FSLN ha sido mas vulnerable como partido, por los cambios y presiones del entorno político y económico nacional e internacional, que como proyecto cuyas raíces, razón de ser y desarrollo siempre han estado adheridos a los intereses, palpitaciones y aspiraciones populares.

Será necesario reactivar y sazonar el proyecto revolucionario original para que recobre mayor fuerza y actualidad. El manejo que se le dio al proyecto, algunas de las formas que adquirió su desarrollo y los desajustes que fue recibiendo por los errores del partido y de algunos de sus cuadros, requieren de una profunda revisión.

El sandinismo sigue vigente en su carácter y originalidad y como tal debe aspirar a ser una "nueva alternativa", una especie de "nueva frontera" y de "nuevo horizonte" a la vez. Frontera porque es necesario concretar y encarnar un programa para un nuevo contexto socioeconómico y para un nuevo escenario político como el que ahora vivimos. Horizonte porque los valores originales y genuinos del sandinismo en razón del pueblo, de los pobres, de las grandes mayorías, amplían su perspectiva de servir a una utopía permanente.

Con la perdida de las elecciones se perdió el poder de ser gobierno, pero no necesariamente el poder del pueblo, el poder de una revolución popular. Esto tiene profundas implicaciones y debe tener serias consecuencias en el quehacer educativo del proyecto sandinista. Ahora toca ubicar el proyecto educativo del proyecto sandinista en un nuevo escenario socioeconómico y político.

Al dejar de ser gobierno, el proyecto revolucionario y su proyecto de educación perdieron el aparato educativo estatal con su organización y cobertura nacionales, los recursos financieros del Estado, los programas, los planes de estudio y la pedagogía oficial, que privilegiaban el ascenso y desarrollo de las clases populares, la infraestructura educativa y su utilización para diversas actividades de desarrollo comunitario, un numero apreciable de cuadros bien formados, con experiencia educativa y pedagógica acumulada y bien ubicados en el sistema educativo, el mejor acceso a fuentes de cooperación - organismos internacionales, agencias especializadas de las Naciones Unidas, etc.-. Todo esto se perdió.

Este recuento de perdidas importantes no elimina el enorme capital humano que aun le queda al proyecto educativo sandinista. Queda un pueblo organizado, en actitud de movilización y con gran experiencia de convocatoria, con la que fácilmente recupera su "estado de educación. Permanece viva la creatividad y originalidad de nuestro pueblo para dar vida a nuevas corrientes educativas, un concepto y metodología de educación popular muy bien fundamentados, una rica experiencia de pedagogía popular con gran incidencia en muchos de los aspectos de la educación informal, extendida a muchas instituciones, organismos, programas y proyectos educativos de la multifácetica vida nacional.

Queda un prestigio ampliamente reconocido por organismos internacionales, ganado en gran parte por las innovaciones pedagógicas desarrolladas en el campo de la alfabetización y de la educación popular durante una década. Queda un conjunto de cuadros bien formados y con amplia experiencia en las distintas áreas de la educación, tanto formal como informal, un extenso acervo bibliográfico - mayoritariamente inédito, escritos a maquina o mimeografiados, de los que se pueden entresacar aspectos muy importantes para una teoría pedagógica de educación popular, de educación en pobreza, de educación para la transformación -. Queda un cúmulo de errores que abarcan los distintos ámbitos educativos y pedagógicos, organizativos y administrativos del sistema educativo nacional, que sirven de sustento y orientación para cualquier participación en el proceso educativo del país.

Es necesario contabilizar lo que se perdió pero también se impone la necesidad de evaluar todo lo positivo, lo aprovechable y vivo que aun queda del proyecto educativo sandinista. Se perdió mucho, pero sobrevive mucho, con la indiscutible ventaja de que lo que sobrevive es mas sustantivo, mas profundo, mas decisivo para seguir participando en el proceso educativo de Nicaragua y en un nuevo contexto socioeconómico y político como el actual. La educación es tarea y responsabilidad de todos, del Estado y de la sociedad civil. Para los educadores con capacidad de producir conocimientos, con el poder de enseñar, con posibilidad de organizar procesos de aprendizaje democráticamente, esta crisis es una ocasión de búsqueda y en manera alguna una etapa abierta al pesimismo.

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