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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 72 | Junio 1987

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Nicaragua

La misma ontra y sus frágiles fachadas

El 8 de mayo, la Unión Nicaragüense Opositora (UNO), organismo político-militar de los contrarrevolucionarios, se reunió en Miami y se transformó en la Resistencia Nicaragüense.

Equipo Envío

Tras varias dimisiones y crisis, de pugnas internas provocadas por divergencias sobre el control del poder o del dinero de los norteamericanos, los "contras" pretenden con su nuevo nombre, ganar nuevos espacios militares, políticos y diplomáticos ahora que empieza el penúltimo round del gobierno Reagan.

La "nueva contra" intenta construirse varias fachadas que le permitan conseguir estos objetivos. Pero son muchas las grietas que se abren en ellas. Todas muestran que la Resistencia Nicaragüense es "la misma contra". Es decir, es el grupo que, incapaz de conseguir base social o de formar un frente interno, cumple sobre el terreno la obstinada política de guerra del Presidente Reagan.

La misma opción militar: continúa el declive

La RN opta por la guerra para el derrocamiento del "totalitarismo del FSLN". Es la misma opción mantenida hasta hora por la UNO. Con el Acuerdo firmado en Miami "queda irrevocablemente constituido el Ejército de la Resistencia Nicaragüense", nuevo nombre de la somocista FDN y de los restos de los grupos armados que quedaron en el sur. Como uno de sus postulados básicos, la RN decide "adoptar una sola estrategia de lucha". "Esto implica -dicen- la no negociación con el régimen de Managua". (Y por si alguno de los nuevos directivos tuviera la tentación de negociar por su cuenta, se acuerda que deben ser los 7 miembros del Directorio los que, unánimemente, decidan cualquier trato con los sandinistas).

Al privilegiar la opción militar, la RN coinciden totalmente con la política de guerra del Presidente Reagan, política cada vez más aislada y cuestionada, dentro de los Estados por el Partido Demócrata, y en el exterior, casi unánimemente, incluso por aliados de Estados Unidos en el área, como son Costa Rica y Guatemala. La ineficacia de esta política y la ilegalidad que la ha acompañado, y que las audiencias sobre el escándalo Irán-Contragate ponen cada día más de manifiesto, han ido dejando solo a Reagan.

Pero los "nuevos contras" siguen alineados con el Presidente, que reafirmó una vez más este mes que no los abandonaría ni abandonaría su opción de guerra.

Antes del 5 de mayo se iniciaron las audiencias en el Congreso sobre el caso Irán-Contragate, el Presidente norteamericano quiso dejar claro que, fuera cual fuera el resultado de las mismas, no influirían en el rumbo de su política hacía Nicaragua. Hablando ante la Asociación Nacional de Propietarios Diarios de Estados Unidos, Reagan utilizó una retórica antisoviética más cargada que nunca para defender con ella su apoyo a los "contras":

"Estoy decidido a afrontar el desafío soviético y contribuir asegurar el futuro de esta región, que debe ser escogido por sus propios pueblos sin la imposición del agresor comunista".

(Abandonar a los contras y "perder" Nicaragua) "sería la mayor victoria de la política exterior soviética desde la Segunda Guerra Mundial".

El presidente señaló categóricamente "En tanto yo sea presidente no tengo ninguna intención de retirar el apoyo al pueblo nicaragüense, que se esfuerza por alcanzar su libertad y su propio derecho a escoger su futuro nacional". (Este "apoyo al pueblo" es naturalmente, ayuda militar y política a los contrarrevolucionarios para que continúen la guerra). Pronosticó que el tema de la ayuda a la contrarrevolución será central en la campaña electoral de 1988 y llegó a afirmar que el voto que debe hacer el Congreso -en septiembre- sobre otros $105 millones en ayuda a la contrarrevolución será "el más importante voto de 1987 y probablemente el más importante de la carrera política" de los congresistas. Reagan anunció también que está decidido a no dejar pendiente el caso Nicaragua a su sucesor.

Unos días después, Frank Carlucci, nuevo asesor de Seguridad Nacional, explicó a la prensa que las palabras del Presidente estaban en relación, tanto con el debate sobre los $105 millones como con la reunión de presidente centroamericanos en Guatemala en el mes de junio. Es decir, eran una advertencia a los congresistas y a los aliados centroamericanos, para que no supusieran ningún debilitamiento en la opción militar para resolver el caso de Nicaragua.

No hay el más mínimo indicio de que el Presidente Reagan, empeñado personalmente en el derrocamiento del gobierno sandinista, vaya a variar su política en los próximos 18 meses que le restan en la Casa Blanca. Sostenida por ese empeño, la "nueva contra" sigue siendo la misma contra que fue hasta ahora: el instrumento privilegiado para llevar adelante esa opción de guerra.

Pero esta voluntad de guerra sigue siendo derrotada. Y el declive estratégico de la contrarrevolución en el terreno militar ofrece la más sólida base para cuestionar la política de Reagan.

Este declive se mantiene. En dos informes parciales del Ministerio de Defensa en el mes de mayo, las cifras son elocuentes: del 1 al 13 de mayo los contrarrevolucionarios tuvieron 240 muertos. Del 19 al 27 de mayo fueron 199.

Ante este declive estratégico, tendencial desde 1985, la "nueva contra" necesita urgentemente de un buen golpe de efecto, que prepara el voto de los $105 millones y que justifique algo las ilegalidades del escándalo que analiza el Congreso: si no se han respetado las leyes, que al menos se demuestre que todas estas violaciones son rentables políticamente. La "nueva imagen" que necesita la Resistencia Nicaragüense requiere también de un rápido impacto efectista.

Desde este punto de vista, un "territorio liberado" sigue siendo una meta básica. Tener asegurado ese pedazo de terreno para antes del "invierno" centroamericano resulta también estratégico.( La contrarrevolución llamó ofensiva en Bocay, "ofensiva de primavera". El Teniente Coronel Manuel Salvatierra, Jefe Militar de la Región VI, donde está Bocay, se refirió a este nombre con ironía: "Esta llamada ofensiva de primavera sólo puede ser inventada por los gringos, porque en Nicaragua no hay primavera". En Centroamérica hay sólo dos estaciones, de 6 meses cada una: el verano, seco y el invierno, con lluvias).

A pesar de todos los fracasos cosechados en este intento, los contrarrevolucionarios probaron una vez más. Desde el mes de febrero, y del lado nicaragüense del río Coco, en la confluencia de los ríos Bocay y Amaka, en la misma frontera con Honduras, comenzaron a infiltrarse cientos de hombres de la FDN. En esta aislada zona de montaña selvática, fueron implantándose, instalando ranchos e infraestructura militares. Del lado hondureño del río construyeron una base para aprovisionamiento aéreo y como retaguardia logística. Entre los infiltrados había tropa seleccionada, que tenía al frente a los jefes más experimentados de la FDN: Mike Lima, Toño, Renato y Aureliano. El ex-coronel somocista Enrique Bermúdez, máximo jefe militar de la FDN, tenía previsto trasladarse al lugar. El gobierno de Estados Unidos facilitó a muchos periodistas de los distintos medios norteamericanos un "viaje informativo" a la zona y así, en las grandes cadenas de TV de Estados Unidos y en otros medios, se estuvo hablando durante varias semanas de este "triunfo" de la contrarrevolución.

El 10 de mayo el ejército sandinista comenzó un gran operativo combinado, aéreo y terrestre -el de mayor envergadura tecnológica en todos estos años de guerra- para desalojar a los contrarrevolucionarios instalados junto al río. Participaron 3 mil soldados sandinistas (1.600 eran tropas de despliegue rápido). En 36 horas de combates se logró el objetivo del desalojo, huyendo la mayoría de los contrarrevolucionarios al cercanísimo territorio hondureño. En el operativo fue decisivo la participación -tanto para el ataque como para el rápido transporte de los batallones sandinistas de 24 helicópteros MI-17 y 12 MI-24 de fabricación soviética. Un MI-17 fue derribado por fuego contrarrevolucionario.

En el operativo de Bocay murieron 8 sandinistas -entre ellos, los 4 tripulantes del MI-17-. En los primeros momentos se contabilizaron más de 30 contrarrevolucionarios muertos del lado nicaragüense de la frontera.

El operativo de Bocay fue un éxito para el ejército de Nicaragua, que abortó en poco tiempo un plan cuidadosamente preparado por la CIA. Porque no sólo se trataba de "liberar" un territorio -permanente estrategia de la guerra contrarrevolucionaria- sino también -y quizás era un objetivo aún más importante- se trataba de provocar un incidente fronterizo entre Honduras y Nicaragua en un momento en el que podrían haber intervenido a favor de Honduras los soldados norteamericanos que estaban desarrollando en ese país las gigantescas maniobras militares "Escudo Sólido". Este Objetivo también quedó abortado.

El 13 de mayo, cuando ya estaban desalojados los contrarrevolucionarios, culminaron en Honduras estas maniobras, con un desembarco anfibio de 3 mil marines y soldados de la fuerza aérea estadounidense en Puerto Trujillo, en el simulacro de "liberar" un territorio ocupado.

En el conjunto de maniobras que han sido parte de las "Escudo Sólidos han participado en aguas del Caribe, en territorio de Honduras y en el resto de Centroamérica, más de 50 mil efectivos militares de Estados Unidos. Han sido las maniobras de mayor envergadura que jamás se vieron en la región.

El continuado uso de maniobras militares como instrumento de presión sobre Nicaragua y sobre el resto de los países del área y como vía para fortalecer las acciones militares de la contrarrevolución instalada en Honduras, es también un claro índice de que la política de guerra de Reagan se tratan de imponer sobre cualquier proyecto de negociación.

Para frenar el desgaste económico

Paralelamente a estos esfuerzos militares, el gobierno de Nicaragua está dedicando cada día mayores esfuerzos a organizar una estrategia que frene eficazmente el desgaste económico que provoca la guerra y que se expresa cotidianamente en una fuerte inflación.

Aunque en el Acuerdo Patriótico no se menciona esto, las tácticas militares de la "nueva contra" están más que nunca orientadas hacia el sabotaje económico, como un medio para agudizar estos problemas y conseguir con eso los resultados políticos que no se consiguen en el terreno militar. Los comandos dedicados al sabotaje, entrenados y equipados por la CIA, han aumentado sensiblemente sus acciones. Era algo que ya estaba previsto desde que el Congreso norteamericano, al aprobar los $100 millones, aprobó la participación directa de la CIA en la guerra. Esta participación ya ha comenzado a implementarse, pero esta "guerra avisada" ha encontrado preparados a los sandinistas y los comandos de la CIA no siempre consiguen sus objetivos.

Los principales acciones de sabotaje económico ocurridas en mayor fueron:

- El día 1, una banda de contrarrevolucionarios destruyó en la Costa Atlántica un remolcador fluvial que llevaba gran cantidad de verduras y medicinas (de comerciantes privados) desde Managua a Bluefields. Las provisiones fueron destruidas, quedando la población de Bluefields sensiblemente desabastecida.

- El día 8, unos 50 contrarrevolucionarios intentaron destruir, en horas de la madrugada, la bomba de agua que abastece el poblado de Siuna (7 mil habitantes) y las instalaciones de la nueva planta energética. Los 500 milicianos del lugar impidieron el sabotaje y 12 contrarrevolucionarios resultaron muertos.

- El día 10, un comando intentó destruir la empresa de producción plástico Polycasa, en El Rama. La rápida intervención de las milicias impidió que el incendio, que sí destruyó algunas instalaciones, se extendiera a los tanques de sustancias tóxica. De explotar éstos, hubieron puesto en peligro la vida de 10 mil personas.

- El día 24, comando de 15 contrarrevolucionarios intentó derribar un poste eléctrico, que hubiera interrumpido el tráfico en la carretera del Pacífico a El Rama ejército sandinista lo impidió, muriendo 5 contrarrevolucionarios.

- El día 25, un comando voló una torre eléctrica cercana Sébaco, dejando sin luz por dos días a la casi totalidad de los tres Departamentos de la Región I (Madriz, Nueva Segovia y Estelí).

Antes estas tácticas de sabotaje económico y, sobre todo, ante el impacto Social de una crisis económica que viene de más atrás, la resistencia en el terreno económico se vuelve una prioridad. Este mes, la celebraciones del Primero de Mayo y la nuevo iniciativa del "control social", anunciada en una asamblea de trabajadores, fueron dos momentos en los que el gobierno lanzó masivamente algunas de las tareas que deben ir estructurando esta estrategia
de resistencia económico.

En las celebraciones del Primero de Mayo -en las distintas ciudades del país- se aplaudió especialmente la iniciativas de las llamadas Brigadas Económicas, que en algunos sectores productivos se están conformando con grupos de trabajadores más conscientes ("los cumplidores" y los "sobre-cumplidores"), que trabajan sin horario y ejemplarmente con el fin de revertir las tendencias negativas que se dan actualmente, tanto a nivel de producción como de productividad. "Vencer la indisciplina, la ineficiencia, el burocratismo, la rutina y el mercado negro": este fue, en síntesis, el mensaje central que recibió en la jornada del Primero de Mayo la clase obra de Nicaragua.

Por otra parte, con el objetivo de que las organizaciones barriales, los sindicatos, mientras de las cooperativas y otros sectores organizadas contribuyan a controlar los precios y a mejorar el abastecimiento, en medio de una crisis que nadie puede ocultar, se celebró este mes en Managua la I Asamblea de Control Social, en la que participaron 800 dirigentes de estos sectores organizados. Durante la Asamblea se anunció que el Plan Económico 87 no se podrá cumplir tal como fue diseñado. Habrá, por ejemplo, menos producción de azúcar, de sorgo, de aceite...

El Estado garantizará a todas las personas que viven de forma permanente en el país, a precios controlados y bajos, 3 libras de arroz, 4 libras de azúcar, medio litro de aceite y un taco de jabón al mes. Otros 43 productos básicos -carnes, pollo, sal, frijoles, pasta de dientes, fósforos, ropa calzado etc.- tendrán precios de mercado libre, aunque el Estado garantizará la mayor cantidad posible de ellos a precios controlados en los Centros de Abastecimiento de los Trabajadores. En la mayoría de estos CAT -se han creado algunos nuevos en Managua este mes- sólo pueden comprar los trabajadores asalariados. Con otros comisariatos que han vuelto abrirse en algunas fábricas estratégicas se trata de priorizar aún mas a los asalariados del sector productivo. En la Asamblea se anunciaron también políticas periódicas de reajustes salariales y el impulso a todas las iniciativas de autoabastecimiento a través de huertos familiares, comunales e institucionales, donde se cultivarán granos básicos, frutas, verduras etc.

"Todos los pueblos pobres -dijo el Comandante Jaime Wheelock en la Asamblea de Control Social están en una situación gravísimo. Esto mismo (inflación, contracción de la producción, pérdida del poder adquisitivo del salario, etc.) está pasando en Costa Rica, en Honduras. La gran ventaja que tenemos aquí es la revolución. Porque allí los campesinos están desamparados, no tienen qué comer y no tienen tierra. Y los obreros están desesperados. Sus familias no trabajan. Ellos no trabajan. Aquí, por lo menos, hay tierra y hay trabajo... La situación es difícil. Puede ser que tengamos una contracción de la gasolina, del diesel y de la energía. Puede ser que tengamos que tomar una serie de medidas extraordinarias en el trabajo y en la organización del trabajo, para tratar en este 1987 de hace una resistencia fuerte a la última vuelta de Reagan. Tenemos que hacer la resistencia con todas estas condiciones".

Nueva medidas de ajuste económico en junio y gestiones para enfrentar una crisis en el abastecimiento de petróleo, insuficiente para las crecientes demandas de consumo en el país, son parte de la resistencia económica con la que Nicaragua espera salir victoriosa de esta "última vuelta" de Reagan.

Las fachadas de la "nueva Contra": la fachada de la legalidad

En los testimonios de los principales testigos convocados en el mes de mayo a las audiencias del Irán- Contragate -el general retirado Richard Scord y el ex-asesor de Seguridad Nacional, Robert MacFarlane- apareció con claridad y reiteradamente cuál era el meollo del escándalo: durante la actual Administración la política exterior norteamericana se ha diseñado y ejecutado al margen de las estructuras legales y constitucionales de los Estados Unidos. Tratando de justificar esta anomalía situación, Reagan llegó a decir que él sabía todo lo que ocurría, pero que la ley -la Enmienda Boland, que prohibía dar ayuda a la contrarrevolución entre 1984 y 1986- afectaba a la CIA, pero no al Consejo de Seguridad Nacional ni tampoco al Presidente.

Hasta el momento, todas las actuaciones ilegales que se van descubriendo están socavando la credibilidad de una larga cadena de personajes claves en la Administración republicana. Pero aun no socavan suficientemente la credibilidad de la política Reagan hacia Nicaragua. Es más: como todos los testimonios de las audiencias comienzan por un discurso contra el gobierno de Nicaragua, al que se califica de "amenaza" de "totalitario", de "militarista", de "foco de subversión", etc. -apreciaciones que difícilmente Congresista, republicano o demócrata, se atreve a discutir- las audiencias se han convertido también en una especie de foro para justificar y propagandizar la política de guerra de la Administración Reagan.

Es posible que por la duración que tendrán la audiencias -varios meses-, y por la acumulación de nuevos datos, la inversión termine convirtiéndose en una marea socave no sólo a las personas que hicieron la política ilegal sino también a la misma política y a sus "razones" .

Lo que sí es claro es que en el socavamiento de la credibilidad de algunos de los personajes, los contrarrevolucionarios han llevado una buena parte. Han quedado marcados, manchados y aún más erosionada la escasa imagen que siempre tuvieron. El más marcado de todos, Adolfo Calero, que fue llamado a declarar este mes ante el Congreso y que, a pesar de toda su vinculación a las máximas figuras del escándalo, continúa hoy al frente de la "nueva contra".

De las declaraciones de los distintos testigos que van desfilando ante el Comité del Congreso, ha ido saliendo una muy mala imagen de "la contra": aparecen como gente dividida en facciones, ambiciosa de dinero, sin control sobre ese dinero, sin cuentas claras del mismo, con tensiones internas, manipulados en sus principales decisiones militares y políticas por los cuestionados hombres de escándalo, etc.

Testimonios como el de los padres del ingeniero Benjamín Linder -norteamericana asesinado en Nicaragua el 28 de abril por los contrarrevolucionarios- introdujeron una vez más en esta fea imagen un rasgo clave: son también crueles y ejercen fríamente crueles y ejercen fríamente la violencia contra los civiles.

Otros testimonios que no llegan a las audiencias, pero que sí registran periódicamente organismo derechos humanos, muestran que los contrarrevolucionarios no sólo se dedica al sabotaje económico sino que siguen cumpliendo con el Manual de la CIA: asesinado a sangre fría a técnicos y líderes rurales, secuestrando a campesinos para así engrosar sus filas y atacando en la noche los asentamientos campesinos. Mancotal, Jinotega, sufrió uno de estos ataques: un niño y un hombre resultaron muertos por los morteros y 8 civiles, entre ellos una mujer embarazada, fueron heridos. Una decena de ranchos, la escuela, el centro de salud, maquinaria agrícola e instalaciones para guardar alimentos fueron arrasados por el fuego.

Este asentamiento-cooperativa, formado con campesinos que habían sido desplazados a causa de ataques contrarrevolucionarios en agosto de 1985, había sido construido en el marco de un proyecto de ayuda y cooperación al desarrollo financiado por el gobierno de Canadá. Este había aportado más de 86 mil dólares, mientras que agricultores canadienses habían donado otros 30 mil dólares para el proyecto. Al conocer el ataque, el gobierno de Canadá envió una nota de protesta al gobierno de Estados Unidos, calificando de "intolerable" la acción y condenando la intervención militar de Estados Unidos en Nicaragua. El Ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, Joe Clark, relató los hechos ante el parlamento de su país y anunció que discutirá la cuestión con su colega George Shultz en la Cumbre de países industrializados de Venecia.)

Para aspirar a una buena imagen, la "nueva contra" necesita revertir tantas malas imágenes. Por eso, en el Acuerdo suscrito en Miami pretende proyectarse con un estilo de legalidad honestidad y humanismo.

Para evitar imágenes de pleitos en la administración de los millones norteamericanos, se establece que: "El Director es el único autorizado para ejercer la gestión y administración de todos los recursos financieros y materiales..." Y para lavar la imagen de criminales que se han ganado los hombres de la FDN, se señala que: "todas las unidades del ERN... serán regidas por el código de conducta militar ya vigente, que garantiza la observancia estricta de las normas del derecho internacional humanitario, aplicable en los conflictos bélicos, tal y como lo establece la Convención de Ginebra".

La fachada del pluralismo

En su lanzamiento de mayo, la RN trata, sobre todo de presentarse como una organización pluralista. La estructura de la Resistencia estará compuesta por una Asamblea de 54 miembros (6 conservadores, 6 liberales, 6 social cristianos, 6 social demócratas, 6 de la Costa Atlántica, 6 del bloque Opositor del Sur, laboral y 6 del sector agrario). Corresponde a esta Asamblea elegir al Directorio, autoridad máxima, compuesta por 7 miembros. El 13 de mayo fueron elegidos para el Directorio: Adolfo Calero (conservador), Alfredo César (del Bloque Opositor del Sur), Pedro Joaquín Chamorro (social demócrata), Alfonso Robelo (social demócrata), Arístides Sánchez (liberal) y Azucena Ferrey (social cristiana).

Las "novedades" en este Directorio son la presencia de Alfredo César, destacado empresario que colaboró estrechamente con el gobierno revolucionario hasta 1982 y que siempre tuvo manifiestas ambiciones personales dentro del gobierno sandinista; y la de una mujer, Azucena Ferrey, miembro de una facción del Partido Social Cristiano (PSC), integrado a la Coordinadora Democrática, que se abstuvo en las elecciones de 1984, y que permanece activo en Nicaragua.

¿Qué grado de representatividad de estas corrientes tienen estas personas que constituyen la fachada política de los grupos armados contrarrevolucionarios? La tendencia socialdemócrata es numerosa, pero el partido que dice representarla, fundado en 1979, es muy minoritaria. Las otras tendencias -conservadores, liberales y demócratas cristianos- tienen el grueso de su gente dentro de Nicaragua y con una clara opción por la oposición cívica.

Dentro de Nicaragua, conservadores y liberales, con 14 y 9 parlamentarios en la Asamblea Nacional, continúan su actividad política, con los límites propios de cualquier minoría parlamentaria. Y con la beligerancia propia de las mismas. Expresan su disconformidad con el FSLN, el partido mayoritario, y trabajan por unificarse con otros partidos y también por lograr mayor unidad al interior de sus organizaciones. Entre esos otros partidos con representación parlamentaria -los popular-socialcristianos, los socialistas, los comunistas y los marxistas-leninista- el más activo es el PPSC. Su líder, Mauricio Díaz, trabaja activamente por vanguardizar a toda la oposición.

Fuera de la Asamblea Nacional, a causa de su abstención en las elecciones, el Partido Social Cristiano es también activo y trata de legitimar su oposición, de cara, sobre todo, a las próximas elecciones municipales, con el apoyo de la Democracia Cristiana internacional, como se demostró en la reciente Conferencia de la Unión Interparlamentaria Mundial. Antonio Jarquín, dirigente del PSC, señaló que la participación de Azucena Ferrey en el Directorio contrarrevolucionario, la desvinculaba del socialcristiano, que ha optado por la vía cívica en su oposición al sandinismo.

La representatividad política pluralista de las "figuras" que componen el Directorio de la contrarrevolución es cuestionada fundamentalmente por el pluralismo real del modelo revolucionario que, aunque limitado por la guerra y la ley de emergencia, puede presentar resultados más concretos que el que ofrecen las meras siglas de partidos que hasta ayer se llamaban "en el exilio" y que hoy se han quitado esa coletilla para conseguir con ello la fachada de un frente muy amplio. Tan escasa es su representatividad, que el mismo Calero, en sus recientes pugnas con el Conservador Arturo Cruz, se había negado a incorporar a estas fuerzas a la directiva contrarrevolucionaria argumentando que eran "organizaciones de sofá".

El grueso de la oposición al FSLN -en todo el espectro de las tendencias está en Nicaragua y actúa en Nicaragua y participa en los foros internos e internacionales con palabras críticas. Opuestos a muchos aspectos de la gestión sandinista, tienen todos el denominador común del nacionalismo: condenan la política de agresión de los Estados Unidos contra Nicaragua y la vía armada de los que llevan adelante esa política y viven de sus dólares.

Hay que señalar también que el séptimo miembro del Directorio de la RN, que debe ser el representante de la Costa Atlántica, no fue elegido en mayo, lo que estaría dando a entender lo crecientemente difícil que se ha hecho para la contrarrevolución el hallar a ese representante.

Y es que la situación en la Costa ha cambiado radicalmente. El diálogo de los sandinistas con los mískitos alzados en armas,, ha provocado una cadena de desalzamiento; la presencia armada en la Costa del grupo de KISAN "por la paz", que colabora con el ejército sandinista; el desmoronamiento de MISURA Y MISURASATA; el claro vínculo de KISAN "por la guerra" con la somocista FDN, son algunos elementos clave que hablan del acelerado declive militar, político y social de la contrarrevolución en este estratégico mitad geográfica de Nicaragua.

El proyecto de autonomía, celebrado este mes en las tradicionales fiestas del Mayo-Ya, y el regreso a la Costa de cientos familias mískitas contribuyen a estabilizar esta situación de pre-paz.

Este mes, con un puente aéreo entre Puerto Lempira (Honduras) y Puerto Cabezas (Nicaragua), promovido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para el Refugiados (ACNUR), se empezó para la repatriación de centenares de mískitos refugiados en Honduras desde hacía varios años. Según datos de ACNUR, desde febrero de 1984 hasta marzo de 1987 han sido repatriados a Nicaragua 2.340 mískitos, 504 sumus y 863 mestizos. La tendencia a una aumento en las repatriaciones es clara: si en todo 1986 fueron un total de 2 mil los que quisieron volver, en los primeros cuatro meses de 1987, ya eran 1.200. Se calculan en unos 20 mil los mískitos nicaragüenses que se encuentran en Honduras. Según testimonios de los que viven en los campos de refugiados, los grupos armados de KISAN por la guerra su regreso, amenazándolos. En la masiva vuelta al río se expresa mejor que en ningún otro hecho, la realidad del proceso de pacificación en la Costa. También este mes, 700 familias mískitas y sumus, reasentadas en las montañas de Matagalpa y Jinotega-"donde no teníamos el río donde no había pescado" desde 1982, volvieron a la Costa, a habitar sus antiguos hogares .

La fachada religiosa

La RN se proyecta con una nueva imagen de pluralismo y o renuncia a la antigua imagen de la legitimación religiosa de la guerra. Estando en marcha desde septiembre/86 el diálogo Iglesia-Estado, con reuniones periódicas entre los obispos y el gobierno que han supuesto una notable distensión y que abren nuevas perspectivas de entendimiento, es más difícil hallar el camino para alcanzar este objetivo. Pero hay vericuetos para lograrlo. La "religiosidad popular" los ofrece.

El 8 de mayo de 1987, cuando se firmaba en Miami el Acuerdo Patriótico, se cumplían siete años de las supuestas apariciones de la Virgen María a Bernardo, un campesino del pequeño poblado de Cuapa (Chontales).

Fue en marzo de 1981 cuando el diario "La Prensa" dio a conocer estos sucesos, presentándolos no solo prodigiosos sino como premonitorios de un "cambio" en el país. Durante unos meses hubo desconcierto, fanatismo y polémicas innecesarias, como fruto de algunos errores del gobierno revolucionarios en el tratamiento del tema. El Arzobispo de Managua, Miguel Obando, y su obispo auxiliar, Bosco Vivas, con el obispo de Juigalpa-diócesis a la que pertenece Cuapa; Pablo Vega, fomentaron la nueva devoción a "la Virgen de Cuapa". "No pidan la paz, constrúyanla", era uno de los mensajes centrales de esta Virgen en 1981. Un mensaje tan amplio era susceptibles de ser leído por unos y otros según sus diferentes compromisos con la realidad. Y así, con esa ambigüedad, quedaron las cosas durante años. Ahora, en este momento en que nace la "nueva contra" mace una nueva devoción, esta vez a "la Virgen de las Victorias", que se habrían aparecido al mismo bernardo...

El 8 de mayo, en una parroquia cercana a El Crucero, a 30 kms. de Managua, el obispo auxiliar de la capital, Mons. Bosco Vivas, estrecho colaborador del Cardenal Obando, celebró una misa en la que anunció el prodigioso hecho, señalando el mensaje de María en esta ocasión:

"María ha dicho que en todos los hogares deben efectuarse quemas de libros malos, libros donde se niegue a Dios, donde se enseñe el pecado. Esos libros no deben estar en los hogares de ustedes porque son los verdaderos agentes de Satanás. Nuestra Señora quiere que nosotros no tengamos al enemigo en nuestros hogares y debemos cumplir con lo que Nuestra Señora ha trasmitido a Bernardo".

Para empezar a cumplirlo, Mons, Vivas anunció que él mismo había hecho ya la primera hoguera en la víspera de la misma. Otra hoguera se había realizado en Cuapa. EL vidente Bernardo, presente en la celebración, contó su nueva visión y puntualizó que la Virgen le había dicho: "Malo es quemar al pecador, pero pecado se puede quemar". La Virgen le había pedido también que hubiera muchos bautizos en la parroquia, que ésta se evangelizara y que "se vuelva a las tradiciones de la Iglesia y el agua bendito", encomendándole a Bernardo que propagara "la devoción a las llagas de la espalda de Cristo".

Llama la atención que un obispo católico haya legitimado tan rápidamente una supuesta aparición, dada la prudencia con que la Iglesia suele actuar en estos casos. Llama también la atención la radio de "la nueva contra", que emite desde El Salvador, y la vieja radio de la contrarrevolución en Honduras, la "15 de Septiembre", propaguen la nueva devoción", propaguen la nueva devoción. "La Virgen quiere que Bernardo pase su mensaje -anuncian las ondas contrarrevolucionarias- y ese mensaje llega a nosotros para decirnos: "Les digo a los nicaragüenses que pronto tendrán a los alegría"... "Sufrido pueblo de Nicaragua, recibirán muy pronto una vida nueva llena de felicidad".

Ante el Plan Arias

En el horizonte diplomático, el Plan Arias y la próxima reunión de los cinco presidentes centroamericanos en Guatemala -donde el tema central será precisamente la discusión de este Plan son los dos instrumentos que pueden permitir evaluar hasta qué punto la solución negociada es viable mientras esté Reagan en el poder y hasta qué punto la actual Administración republicana, y los contrarrevolucionarios de la RN con ella, se están quedando realmente solos en su opción de guerra.

La UNO, a través de Adolfo Calero, externo posiciones contra el Plan Arias cuando éste se hizo público en febrero. Era lógico, ya que uno de los puntos del Plan es el cese de la ayuda al contrarrevolución y el cese de la guerra. De otro de los puntos se desprende que la contrarrevolucionarios tendrían que abandonar Honduras y Costa Rica como bases para su agresión militar contra Nicaragua.

Pero en este momento de búsqueda de nueva imagen, es importante para la RN no oponerse frontalmente al Plan de Paz del Presidente costarricense, hasta hace poco uno de sus buenos aliados. En su Acuerdo Patriótico dice la RN que "acoge la iniciativa del Presidente de Costa Rica". Pero añade:

"La Resistencia Nicaragüense ya ha expresado sus puntos de vista sobre diversos aspectos concretos de dicha iniciativa a los presidentes de las democracia centroamericanas y estima que, al ser tomadas en cuenta, esta iniciativa se convertirá en el mejor vehículo de democratización y pacificación de Nicaragua".

No hay que tener mucha imaginación para suponer que estos "puntos de vista" son muy similares a los que tiene la propia Administración Reagan sobre el Plan de Paz y que estos puntos de vista son contradicciones de fondo, por plantear el Plan una solución negociada.

Buscando apoyo internacional para su constructiva pero frágil iniciativa, el Presidente de Costa Rica viajo este mes por Europa occidental. Mientras, una delegación del gobierno costarricense visitaba todos los países centroamericanos para discutir el Plan con sus gobiernos. A Nicaragua llegaron el 14 de mayo. Después de las conversaciones bilaterales, de dos días, Rodrigo Carrera, Director General de Política Exterior de la Cancillería costarricense, declaró en Managua:

"Con Nicaragua hemos tenido más coincidencias que diferencias. Sólo hemos registrado "diferencias filosóficas", que se superarán mediante la comunicación entre ambas naciones".

Por otra parte, el 19 de mayo llegó a Managua el nuevo embajador costarricense, Farid Ayales. Desde 1984, cuando fue retirado el embajador costarricense tras los incidentes fronterizos de Las Crucitas, en los que murieron dos guardias civiles ticos, la representación diplomática de Costa Rica en Nicaragua se mantenía al más bajo nivel. La mejoría de las relaciones Costa Rica- Nicaragua -que implica un cierto alejamiento del gobierno Arias de las posiciones ultra-belicista de Reagan- se mantiene, tal como se venía observando en los últimos meses.

Pero Costa Rica y Nicaragua aún no han podido lograr un acuerdo que garantice una estabilidad en la frontera sur de Nicaragua ni se ha podido conseguir la efectiva neutralidad del gobierno Arias. Por estas razones es por las que Nicaragua no retira aún su demanda contra Costa Rica en la Corte de La Haya.

Si Arias encuentra dificultades -tanto internas como internacionales- para llevar adelante su Plan de paz, el gobierno de Guatemala -que también busca una solución negociada a la crisis centroamericana se encuentra, al igual, con ciertos límites. Por ejemplo, el que se reveló este mes, cuando el Pentágono informó que a petición del propio presidente Cerezo, 3 helicópteros norteamericanos del tipo Chinook CH-47, de los que tiene Estados Unidos en la base hondureña de Palmerola, trasladaron en 12 viajes a unos 300 soldados guatemaltecos -pertenecientes a un batallón de tropas élite- que el gobierno enviaba a combatir a la guerrilla en Playa Grande, a pocos kilómetros de la frontera con México, y El Petén. Con esta acción, el involucramiento del gobierno Reagan en los conflictos centroamericanos se extiende por primera vez, de forma oficial, a Guatemala, y la "neutralidad" de Cerezo se muestra limitada. La limitan las necesidades de su lucha contra la URNG -confederación de las organizaciones político-militares, más beligerantes este año, y la limitan también los recientes cambios en la cúpula militar, a la que han ascendido oficiales de tendencias más pro-norteamericana.

Todas estas limitaciones que tiene de entrada el Plan Arias son aprovechadas por la contrarrevolución y por la Administración Reagan para dificultar la salida política a la crisis centroamericana, y especialmente a la crisis Estados Unidos- Nicaragua. Contadora, apoyando el Plan de Arias y enmarcándolo en la negociación que viene desarrollando desde tanto prestigio internacional, espera contrarrestar toda esta voluntad negativa que busca la prolongación de la guerra.

Es difícil que la Resistencia Nicaragüense halle nuevos espacios militares en este momento de declive estratégico que sufren sus efectivos. Los resultados de la Operación en Bocay son reveladores. Es difícil también que con su opción por la guerra, a pesar de su fachada pluralista y legalista, la RN logre espacios políticos internacionales, cuando Reagan aparece cada día mas aislado y el Partido Demócrata, Costa Rica y Guatemala empiezan a construir alternativas negociada frente al guerrerismo reaganiano. La "nueva contra" sigue siendo "la misma contra": con un proyecto de guerra y con una imagen que le ha ido creando la Administración republicana según sus propios intereses. Es "la misma contra" porque Reagan, su principal creador, sigue siendo, a pesar de todos los escándalos, el mismo Reagan. Esta "nueva contra" es, sobre todo, "la misma contra" porque sigue siendo incapaz de un proyecto propio con el que ganar base social dentro de Nicaragua.

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