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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 400 | Julio 2015

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Nicaragua

“Si Nicaragua abraza la Ciencia veo un futuro magnífico para este país”

El Premio Nobel de Medicina, Richard Roberts, inauguró el curso académico 2015 en la Universidad Centroamericana de Managua. Éste fue el mensaje, sencillo, cercano y directo que dejó esa tarde a la comunidad universitaria.

Richard J. Roberts

He venido varias veces a Nicaragua y siempre veo que hay áreas en las que este país puede hacer cosas importantes, abrazando la Ciencia e involucrando a los científicos en el proceso educativo.

LA CIENCIA HA CAMBIADO NUESTRAS VIDAS

La Ciencia ha cambiado la forma en que vive la gente en todo el mundo. En África, por ejemplo, más que en cualquier otra parte del mundo, es donde hay un mayor uso de los teléfonos celulares. En Soweto, uno de los guetos más pobres de Sudáfrica, el 99% de la población tiene un celular y eso ha hecho una enorme diferencia en sus vidas.

Computadoras, tabletas, teléfonos celulares y tantos otros inventos tecnológicos están basados en la Ciencia. La Ciencia ha cambiado nuestras vidas en todas partes. Por eso, la Ciencia debe ser incorporada a los procesos educativos.

Hoy todo el mundo está familiarizado con los descubrimientos de la Ciencia que se han traducido en aparatos tecnológicos. Algo parecido ha sucedido con la Ciencia incorporada a la Medicina. Cuando yo era niño sufría mucho de infecciones. Cualquier raspón jugando al futbol era una infección. ¿Qué hacían? Me ponían un paño con agua muy caliente para así matar las bacterias. No era la mejor manera de matarlas. Hoy, cualquier infección se puede tratar con antibióticos y los antibióticos han hecho una enorme diferencia en la vida de muchas personas. Lo que ha sucedido es que los humanos, siempre que descubrimos una cosa buena, abusamos de ella. Y hoy hemos llegado a un punto en el que tanta gente usa tantos antibióticos, y tanta gente los usan de manera incorrecta, que cada vez hay menos antibióticos que sean realmente eficaces.

Otras mejoras en nuestras vidas gracias a la Ciencia se han dado en la agricultura que nos proporciona alimentos. Hace miles de años, cuando los seres humanos descubrieron que podían seleccionar los mejores granos de trigo para sembrarlos y lograr nuevas cepas, inició la crianza de plantas. A través del tiempo hemos logrado producir cada vez mejores cultivos. En los últimos cincuenta años la Ciencia ha logrado tremendos avances en este campo. En éste y en muchos otros nuestras vidas no serían como son hoy sin la Ciencia.

POR QUÉ NOS HEMOS ALEJADO DE LA CIENCIA

Uno de los problemas que ha tenido la Ciencia es que son muchos los científicos que no han sentido la necesidad de explicarles a sus conciudadanos qué están haciendo. No se toman el trabajo de explicar cómo funciona la Ciencia, cuál es su fundamento y cómo puede ser útil a la sociedad. Y la mayoría de las personas no saben de Ciencia porque en las escuelas se la enseñaron de forma rutinaria, memorizando nombres.

En la primaria y en la secundaria no se enseña la Ciencia para que la gente piense. Es un problema muy grave, que no sólo se da en los países pobres. Nos encontramos también esto en Estados Unidos y en Europa. Sabemos muy bien que cuando los niños tienen tres o cuatro años son muy curiosos, quieren saber, preguntan a cada rato por qué pasa eso, por qué pasa eso otro…

Todos los niños son por naturaleza científicos, son pequeños científicos, pero cuando los mandamos a la escuela terminan pensando que la Ciencia es aburrida y la detestan. Es triste. El resultado es una población, una ciudadanía, a la que no le interesa la Ciencia, que ha perdido interés y entusiasmo por la Ciencia.

También en los medios de comunicación se debe enseñar Ciencia. Cuando se da la noticia de un nuevo descubrimiento se debe enseñar la Ciencia que está detrás de ese hallazgo. A menudo las informaciones “científicas” son muy superficiales: un día nos cuentan que un fulano descubrió que no hay que comer huevos porque producen demasiado colesterol y al otro día nos dicen que es excelente para la salud comer muchos huevos. Y con esa superficialidad hablan de la leche, de la sal, de todo… Eso no es Ciencia.

Hay una mayoría de periodistas que cuando hablan de Ciencia no saben de lo que están hablando. Cada vez que mencionan, por ejemplo, el cambio climático piensan que tienen que entrevistar a gente que niega el cambio climático, cuando hoy el 90% de la comunidad científica sabe que el cambio climático está ocurriendo, que nadie en la comunidad científica lo está debatiendo y que apenas un 5% lo niega sólo para llevar la contraria. Entre los políticos sí hay ese debate, porque si los políticos ven que la Ciencia apoya sus argumentos están a favor, pero si la Ciencia no los apoya se hacen los locos y no quieren admitir lo que escuchan. Hay muchos políticos que no saben nada de Ciencia, pero opinan. La mayoría son abogados, no quieren saber de Ciencia, sólo quieren escuchar a la Ciencia si apoya sus posiciones políticas. Y los políticos tienen que escuchar lo que dice la Ciencia y en base a lo que diga decidir las políticas públi¬cas.¬

EL MÉTODO CIENTÍFICO
Y LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Las Universidades juegan un papel muy importante cuando hablamos de educación. Lamentablemente, las Universidades suelen interactuar con un segmento muy pequeño de la sociedad: con quienes pasaron la primaria, la secundaria y después todos los exámenes y todas las pruebas que siguen. Es un segmento muy pequeño.

En la Universidad hay que enseñar Ciencia, pero hay que enseñar Ciencia actualizada. Y eso no es fácil porque ahora la Ciencia avanza velozmente, siempre hay nuevos descubrimientos y es muy difícil estar al tanto de todas las novedades. Aunque no es fácil para un profesor universitario mantenerse al día, eso es esencial porque tenemos que enseñar lo más novedoso y no lo que pensamos que era valioso hace veinte o treinta años o lo que aprendimos en libros que han sido superados.

Otro reto para las Universidades es la investigación. Y uno de los elementos clave de una buena investigación en la Universidad es enseñar a los estudiantes cómo hacer preguntas interesantes y después cómo buscar las respuestas a esas preguntas. Hay que enseñarles a los estudiantes el método científico, el que hemos utilizado en los últimos trescientos años: plantear hipótesis, probarlas, hacer experimentos…

Hoy estamos viendo una tendencia peligrosa para la Ciencia: pensar que investigar consiste sólo en juntar grandes cantidades de datos. Secuencian, por ejemplo, el ADN de cualquier organismo y dicen que así saben cómo funciona ese organismo. Pero el ADN sólo nos da una especie de plan maestro que nos indica tal vez cómo funciona ese organismo, pero después hay que hacer mucho trabajo investigativo y muchos experimentos para saber cómo funciona realmente.

Hoy en día, en Estados Unidos y en Europa tenemos el peligro de juntar datos, datos y más datos, pensando que los datos son conocimiento. Pero no lo son. Es lo mismo que cuando a los niños se les enseña a memorizar y luego tienen que repetir eso en un examen. Memorizar datos y poderlos repetir no significa que entienden nada. Tenemos que entender los fundamentos de la Ciencia en las escuelas y en particular en las Universidades.

SINGAPUR: UN PAÍS CON LA CIENCIA
COMO FUERZA MOTRIZ DEL DESARROLLO

Quisiera darles tres ejemplos de cómo la investigación ha ayudado a países en vías de desarrollo. Empecemos en Singapur, magnífico ejemplo de un país que apenas tiene recursos naturales, con excepción de su gente, personas muy inteligentes, educadas por gobiernos que tomaron la decisión estratégica de educar bien a su pueblo, gobiernos que en un momento decidieron que si iban a prosperar económicamente de nada les serviría depender de recursos naturales que no tenían y decidieron basarse en el recurso que es el cerebro humano.

Hoy Singapur tiene uno de los mejores sistemas educativos del mundo… aunque aún con un problema: no permiten la creatividad que deberían promover. Eso es un problema, porque si queremos que la gente tenga éxito en la escuela, en la Universidad y en la sociedad, hay que fomentar la creatividad y la rebeldía.

La rebeldía es una actitud creativa y excelente. Es muy positivo que cuando un joven escuche a su profesor, a su padre, a su madre, diga de vez en cuando: ¡No, eso no está bien, eso yo no lo creo! Toda mi vida lo he hecho así. Cuando escucho a alguien que me dice que toda su vida ha hecho lo mismo porque hacerlo así es lo mejor, decido hacer lo contrario. Y si alguien me dice ¡no hagas eso! pienso siempre que lo voy a hacer porque seguramente es interesante hacerlo. Sí, hay que llevar la contraria, hay que reaccionar contra las autoridades cuando plantean una sabiduría convencional. En Oriente todavía hay miedo a la creatividad y a la rebeldía, pero eso ya viene cambiando. Singapur ha invertido mucho dinero en la Ciencia y tiene una economía muy desarrollada porque ha puesto su fuerza motriz en la Ciencia. No han hecho todavía los grandes descubrimientos que son capaces de hacer, pero pienso que con el tiempo los harán.

CUBA: UN PAÍS QUE TOMÓ EN SERIO LA CIENCIA

Veamos el caso de Cuba. Cuando Fidel llegó al poder, decidió que la Ciencia iba a convertirse en una herramienta estratégica para el desarrollo e inició la industria de biotec¬no¬logía. Empleó muchos recursos, construyó laboratorios y alentó a la gente a interesarse en la biotecnología. Eso sucedió hace muchos años y, a pesar de todo lo que ha pasado en Cuba, incluyendo el embargo de Estados Unidos, Cuba exporta hoy productos de biotecnología. Exporta a Estados Unidos vacunas y otros reactivos que Estados Unidos no sabe hacer. Cuba ha sido increíblemente exitosa en este campo porque abrazaron la Ciencia, se involucraron con la Ciencia, creyeron en la Ciencia, tomaron en serio la Ciencia.

CHINA: UN PAÍS QUE APOSTÓ
POR LA CIENCIA PARA TENER UN FUTURO

Hablemos de China. Hoy, casi todos las personas que tienen poder en China son o científicos o ingenieros. Hace mucho tiempo los gobiernos chinos decidieron que la Ciencia y la Ingeniería marcarían el futuro del país. Y comenzaron a invertir en todo tipo de proyectos científicos y de ingeniería, no necesariamente los mejores del mundo, pero que van en la dirección correcta.

En China creen en la importancia de educar a la gente y asignan enormes cantidades de recursos a la educación. Tampoco fomentan allí la creatividad, no les gusta que los estudiantes digan NO a los profesores, pero eso va a ir cambiando. La sociedad china es enorme y cada vez les va a ser más difícil contener el espíritu rebelde de los estudiantes y los científicos.

Los dirigentes chinos están desesperados porque un chino gane un Premio Nobel en algún campo de la Ciencia. Para ellos eso sería lo máximo. Yo pienso que para lograrlo lo que tendrían que hacer es permitir que los jóvenes se rebelen, sean creativos y hagan la Ciencia que quieran y no la que las Universidades o sus profesores o su gobierno quieren que hagan. Si el gobierno chino quiere tener una comunidad científica que haga descubrimientos importantes, si quiere ganar premios, si quiere que la Ciencia sea el motor de la economía, entonces tiene que dejar que los estudiantes sean libres. Si no, harán muchas cosas, pero no de vanguardia.

¿QUÉ CIENCIA PUEDEN HACER EN NICARAGUA?

¿Cómo hacer investigación en países en vías de desarrollo? Tal vez una de las respuestas tiene que ver con encontrar los nichos especializados. En un país como Nicaragua no hay que investigar cómo funciona el bosón de Higgs o invertir en proyectos de astrofísica… Dejémosle eso a los británicos, a los japoneses, a los estadounidenses. En Nicaragua hay que buscar áreas en las que se pueden hacer cosas muy significativas y en las que no hay mucha competencia de otros países.

Hay que ser creativos, hay que pensar y descubrir las áreas en donde un país como Nicaragua sí puede hacer una diferencia. Lo primero es identificar los recursos locales. Y lo que en Nicaragua hay en abundancia es biodiversidad. La gama de vida biológica que hay en Nicaragua es enorme. Hay muchas especies, algunas se pueden ver y otras no se ven. Hay mucha vida en los océanos, hay en Nicaragua virus, bacterias, hongos… que son únicos. Pero la mayoría de los nicaragüenses no los conocen, porque nunca salieron a documentar esa riqueza y no saben lo que tienen.

Ustedes en Nicaragua tienen que ser muy cuidadosos para no hacer lo que hicimos nosotros en Occidente: destruir nuestro medioambiente sin siquiera conocerlo. Por eso, ese proyecto del Canal Interoceánico debería ser pensado con mayor profundidad. Hay que hacer un buen estudio de impacto ambiental para ver exactamente cuál será el impacto que tendrá el Canal sobre el medioambiente. Si eso no se hace, si no se sabe bien cuál será el impacto, existe un gran riesgo de destruir especies que podrían ser muy valiosas en el futuro. Hay que ser extremadamente cuidadosos para no destruir el magnífico medioambiente que tienen, que es único y que pueden aprovechar de manera sostenible. Pero si lo destruyen, como se hizo en tantos países de Europa y en partes de Estados Unidos, perderán esa oportunidad.

También tienen que abrazar nuevas tecnologías. Eso no significa salir a comprar los instrumentos más caros. Significa ver las novedades que hay, todo lo nuevo que está saliendo. Hoy todo el mundo, por ejemplo, anda metido en la secuenciación del ADN. Antes esas investigaciones eran muy caras. La primera secuenciación que se hizo del genoma humano costó como 1 mil millones de dólares y hoy cuesta sólo unos mil – tres mil dólares y cualquiera la puede hacer. La secuenciación de bacterias sencillas cuesta unos 100 dólares y se puede hacer en un día. Pienso que la secuenciación del ADN es una tecnología que hay que traer a Nicaragua porque eso se puede hacer aquí y es barato. También se necesita un entorno de mucho apoyo, en el que la gente joven que quiera dedicarse a esto sienta que está bien hacerlo, que es útil, que tienen el apoyo necesario, que los alientan en esa tarea.

LOS TRANSGÉNICOS: CIENCIA PARA NICARAGUA

Hablaré de algunas oportunidades de investigación que veo aquí en Nicaragua. Y la primera que quiero mencionar está en la agricultura.

En los últimos cinco mil años la Humanidad ha dedicado gran cantidad de tiempo y esfuerzos para cruzar plantas y animales y obtener especies cada vez mejores. Nada de lo que hoy vemos en una finca es natural, existe porque hace miles de años alguien descubrió que podía crear híbridos, relacionando dos especies cercanas y mejorándolas.

Mucha gente está hoy en contra de las especies genéticamente modificadas. Pero el camino tradicional por el que los seres humanos cruzaron especies es eso mismo. Y cuando hacían esos cruces, si no lograban lo que querían añadían algún mutante para así, a través de mutaciones, llegar a donde querían llegar. No es un proceso natural, es cierto, porque uno no sabe qué va a pasar, pero al ver el resultado decide si lo que ha obtenido será o no útil. Es un camino poco preciso y podríamos pensar que es peligroso. Y es posible que hace trescientos años alguien cruzó dos plantas y el resultado fue una planta venenosa y la comió y murió, pero hoy los cruces se hacen con mucho cuidado y los resultados nos van diciendo que son saludables, nutritivos, que tienen las cualidades que buscamos… Ya no es peligroso como pudo serlo en algún momento.

Hay ONG que se oponen a los productos genéticamente modificados. Me parece una actitud propagandística. Esos productos nos permiten responder a desafíos como el cambio climático o la escasez de agua, que seguramente motivarán guerras en el futuro, crisis a las que no podremos responder con métodos tradicionales. En California se está acabando el agua para la agricultura y está faltando el agua potable. Y en muchos lugares del mundo el agua está siendo cada vez más escasa.

Casi el 80% del agua que se consume en el mundo no es para consumo humano. La consume la agricultura, que se dedica a hacer crecer lo que comemos. Hoy sabemos que hay cultivos resistentes a la sequía, que pueden convivir con menos agua. Y ya sabemos cuáles son los genes que hacen más resistentes los cultivos. Darle a las plantas genes con resistencia a la sequía tiene sentido. Tiene sentido mover algunos genes de una planta a otra para hacer que una planta tenga mayor resistencia a la sequía y necesite la mitad del agua que necesita. Es importante disponer de plantas que nos alimentan y que necesitan la mitad del agua que hoy necesitan.

EN LA CAMPAÑA CONTRA LOS TRANSGÉNICOS
SE IGNORÓ LA CIENCIA

La campaña contra las plantas genéticamente modificadas es una historia que comenzó en Europa. Monsanto, Dupont y algunas de las grandes transnacionales fabricantes de semillas estadounidenses querían controlar esa tecnología para después controlar la venta de alimentos. Y cuando introdujeron estos cultivos, en vez de producir alimentos buenos para los consumidores, más sabrosos o más baratos, sólo pensaron en productos que les dieran a ellos más dinero y un poquito más de ganancia a los granjeros que los producían.

Cuando llevaron estos productos a Europa hubo una fuerte reacción de oposición porque en Europa no querían que estas empresas controlaran el suministro de alimentos en el continente europeo. En la práctica ya lo hacían, porque Monsanto y Dupont habían estado vendiendo semillas en Europa desde hacía décadas, pero los productos genéticamente modificados fueron la gota que rebalsó el vaso.

Aunque lo lógico hubiera sido dejarle de comprar a Monsanto, resultaba difícil boicotear a una empresa que suministra casi todas las semillas de casi todos los alimentos que comemos en el mundo y políticos y activistas muy influyentes -llevaron ellos la voz cantante- enfrentaron el problema de otra manera: ya que no podemos pelear con Monsanto, vamos a pelear con los productos genéticamente modificados diciendo que son peligrosos porque no son naturales, porque en ese proceso no se están respetando las barreras de la Naturaleza, una idea que no es científica porque en la Naturaleza todo el tiempo, por ejemplo, los genes de las bacterias se introducen a las plantas y las modifican. Es un proceso natural que sucede todo el tiempo.

Políticos y activistas eligieron el camino más fácil: meterle miedo a la gente. ¡Los transgénicos son muy peligrosos! A los políticos les fascina meterle miedo a la gente, para después decirle: Yo los voy a proteger de ese peligro y ustedes van a votar por mí. Toda esa campaña funcionó muy bien. Los “verdes” llegaron al Parlamento europeo con esa campaña y hoy tienen mucho poder. Pero no pensaron científicamente.

MONSANTO TIENE RESPONSABILIDAD

El enfoque del miedo y del peligro era injusto porque en Europa no necesitaban de productos genéticamente modificados. ¿Cuándo han visto ustedes a un europeo hambriento? Pero en otras partes del mundo sí hay gente hambrienta y sí necesitan de esa tecnología. Los europeos no entendieron que esos productos que decían que eran tan malos para ellos, son buenos para otros, pero dijeron que son malos para todos. No es cierto.

Ciertamente, es posible cruzar de manera deliberada genes para producir un producto nocivo, pero nadie lo hace. Nadie lo hace. En los últimos doce años todas las sociedades científicas del mundo han revisado las pruebas de los productos genéticamente modificados y todas han llegado a la conclusión de que son seguros. Si les presentara la lista de todas las academias científicas que respaldan los alimentos orgánicamente modificados sería una lista larga.

No hay una sola academia científica que esté en contra, ni una sola. Sin embargo, esta evidencia no ha detenido a los activistas. Y deberían ser los ciudadanos de los países pobres, los que tienen hambre, quienes deberían hacer incidencia. Hay muchas tecnologías muy prometedoras, pero no siempre los gobiernos saben de esos descubrimientos. Esto significa que las personas que conocen el valor de estas tecnologías deben hacer incidencia.

En esta historia el villano real no eran los productos gené¬ticamente modificados, eran las grandes corporaciones estadounidenses, las que, por muchas razones, no tienen muy buena reputación. En esta historia Monsanto tiene mucha responsabilidad porque los productos genéticamente modificados son buenos, pero la manera en que los promovió Monsanto causó rechazo.

LA CIENCIA DESCUBRIÓ EL “ARROZ ORO”

Estar en contra de los productos genéticamente modificados tiene consecuencias graves. Les doy un ejemplo. Para mucha población en el mundo el alimento diario y fundamental es el arroz. Pero el arroz no contiene betacaroteno, el precursor de la vitamina A, fundamental para la vida. La deficiencia de vitamina A afecta a una gran cantidad de gente. Observando eso, dos científicos, uno en Alemania y otro en Suiza, decidieron experimentar e introducir los genes del betacaroteno en el arroz para producir un arroz que contuviera vitamina A. Hace quince años empezaron a trabajar en eso y hace trece obtuvieron el arroz áureo, el arroz oro, un arroz amarillo.

Es un arroz genéticamente modificado. Este arroz, producido en Europa, no pudo ser vendido ni exportado ni consumido en ninguna parte por las leyes europeas contra los organismos genéticamente modificados. Incluso, hubo una disposición específica y cualquier pequeño finquero que lo produjera tendría que pagar un impuesto. Papeleo, burocracia, rechazo… y mientras, millones de niños mueren cada año por deficiencia de vitamina A. Un estimado conservador afirma que tal vez unos 15 millones de niños han muerto en los últimos trece años por falta de vitamina A, muertes que se hubieran evitado si hubieran tenido disponible el arroz oro. Sin embargo, hasta el día de hoy los activistas siguen luchando contra ese arroz por ser genéticamente modificado. ¿Cuántos niños tendrán que morir hasta que se permita comercializar ese arroz?

Aunque vivimos en un mundo en que todo está interre¬la¬cionado y todo lo que ocurre en un país afecta rápidamente a otros, los políticos europeos no pensaron en el resto del mundo y decidieron políticas que afectaron a otros y que no beneficiaron a nadie. Sólo pensaron en ellos. Sólo porque ellos no tenían necesidad de productos genéticamente modificados evitaron que otros pudieran utilizarlos, lo que habría salvado vidas. Es sólo un ejemplo de que debemos obligar a los políticos a diseñar políticas basadas en la Ciencia.

Los productos genéticamente modificados pueden hacer una gran diferencia en la alimentación de las poblaciones de los países pobres. Aquí en Nicaragua se podrían desarrollar algunos cultivos específicos para Nicaragua y para Centroamérica, tal vez para todo el continente. Ya no es una tecnología difícil, ya está descrita y podría generar un negocio rentable, pues se producirían alimentos no sólo para la población nicaragüense que padece desnutrición, sino para exportar. Tomaría un tiempito ir por este camino, porque hay que hacerlo bien, hay que probar, hay que encontrar los cultivos que interesen a los países vecinos, pero es un camino abierto, una oportunidad.

UN CAMPO DE INVESTIGACION CRUCIAL

Hablemos ahora de salud. Nuestro cuerpo tiene muchísimas células, pero tiene aún más bacterias. Estamos llenos de ellas: el pelo, la piel, la nariz, los ojos, la boca, todos nuestros órganos…Cualquier parte de nuestro cuerpo está llena de bacterias.

Cuando pensamos en bacterias pensamos en enfermedades porque nos enseñaron que las bacterias son malas y causan enfermedades. Pero las bacterias de nuestro cuerpo, las que viven con nosotros, son nuestras amigas, son las que no dejan entrar en nosotros elementos patógenos. Si yo pudiera ver el estómago de ustedes vería la cantidad de pató¬genos que quieren enfermarlos y no lo logran. Si yo pusiera esos patógenos en un laboratorio crecerían muy bien, pero en sus estómagos no crecen. ¿Por qué? Porque hay muchas bacterias que los combaten, que los mantienen a raya.

Si inventáramos un super-antibiótico capaz de matar todas las bacterias de nuestros cuerpos moriríamos. No podemos vivir sin bacterias. Son tan importantes como el genoma humano. Mucho se habla de la gran panacea que es conocer el genoma humano, porque así seremos capaces de curar todas las enfermedades humanas. No es cierto. Las bacterias son igualmente importantes.

Sólo ahora estamos empezando a entender que hay virus que son bacteriófagos y que pueden matarlas. Y no sabemos nada de esos virus que matan bacterias y debemos saber de ellos porque las bacterias que viven con nosotros tienen que poder combatirlos. Existe ahí un juego biológico muy interesante del que aún sabemos muy poco. Casi todo lo que sabemos lo hemos aprendido secuenciando el ADN de algunas bacterias, pero tal vez sólo conocemos algunas docenas y debemos conocerlas más, porque son cruciales para nuestra salud.

Casi el 50% de toda la vida en el planeta son bacterias. Nosotros, todos los animales, todas las plantas, todo lo vivo está lleno de bacterias. No se ven, se necesita el microscopio para verlas, pero ahí están. La mayoría de la vida en el planeta es microscópica.

Los suelos son fundamentalmente una enorme agrupación de bacterias. Pero si voy de un campo a otro encontraré diferentes bacterias y las bacterias del suelo serán diferentes en los diferentes lugares de la Tierra. Sin embargo, aún no sabemos mucho de ellas. Es un campo absolutamente abierto a la investigación, una investigación que no es cara. En este campo se puede hacer un excelente trabajo investigativo sin gastar mucho dinero.

POR QUÉ DEBEMOS AMAR LAS BACTERIAS

Tengo una ponencia que he titulado “Por qué amo a las bacterias”. ¿Por qué ustedes deben amar a las bacterias? Son nuestra defensa ante los patógenos que nos quieren matar. Son organismos maravillosos, esenciales para la vida. Son ellas las que entrenan y capacitan nuestro sistema inmunológico. A veces queremos que nuestros niños no se ensucien jugando, que siempre estén limpios. Sin embargo, los niños más saludables del mundo suelen ser los que van sucios y mocosos. Tienen sistemas defensivos muy eficaces. Son más saludables que los niños de Europa y de Estados Unidos, siempre limpios pero no tan saludables como esos chavalitos sucios que viven en contacto permanente con la Naturaleza. Es bueno un poco de suciedad. La mayoría de las bacterias son nuestras amigas.

Hablemos también del parto por cesárea, que si no es para salvar la vida de la madre no es una buena opción. En algunos países las mujeres prefieren parir por cesárea y no tener un parto natural porque con la cesárea pueden programar el día y la hora del nacimiento, lo que no pueden saber si el parto es natural. Pero los niños que nacen por cesárea tienen unos problemas de salud que los niños que nacen de manera natural no tienen. Y sabemos por qué. Porque cuando un niño pasa por el canal del parto de su madre el niño va adoptando todas las bacterias de ella. Y comienza así el proceso de su vida microbiológica. Al nacer, todos los fluidos de la vagina de su madre lo cubren y esas bacterias buenas empiezan a ser sus defensas. Hoy, muchos obstetras y ginecólogos defienden el parto natural porque es más saludable. Y cuando es necesario hacer cesárea toman los fluidos de la madre y embadurnan al niño con ellos al nacer.

Hace 150 años, cuando descubrimos las bacterias que causan enfermedades, todas las bacterias adquirieron una mala reputación. Y por eso llegamos a pensar que todas las bacterias son malas. Incluso, algunas de las bacterias consideradas peligrosas tienen alguna propiedad útil. La que se llama helicobacter pylori puede causar úlcera de estómago, pero a la vez protege del asma… Las bacterias son buenas, cuídenlas, ámenlas y nútranlas.

Nosotros somos el hogar de las bacterias. Y ellas no quieren que nosotros nos enfermemos porque si nosotros nos enfermamos y aún peor, si morimos, ellas pierden su hogar. Es por eso que ellas buscan protegernos. Las bacterias buenas son agentes anti-bacteriales que matan a las bacterias patógenas. Son agentes anti-cáncer, tienen otras muchas funciones que ni siquiera sabemos.

BACTERIAS: CIENCIA AL ALCANCE DE NICARAGUA

El estudio de las bacterias es un territorio virgen. En Estados Unidos es muy reciente para los científicos descubrir la importancia y el valor de estas investigaciones. Y ya están gastando recursos en eso.

Este es un campo de investigación científica al alcance de ustedes en Nicaragua. Yo les aseguro, les garantizo, que las bacterias que viven con ustedes aquí en Nicaragua son diferentes a las bacterias que viven conmigo en Estados Unidos. Porque tenemos dietas diferentes. Y las bacterias que viven en el cuerpo de una persona comen básicamente lo que come esa persona. Estudiar las bacterias es un área muy importante para la salud humana. Y son relativamente fáciles de estudiar. Son pequeñas, las tenemos en el laboratorio, secuenciarlas nos permite conocerlas…

Y si ya sabemos que las bacterias de los nicaragüenses no son iguales a las mías, es con las bacterias de aquí con las que ustedes pueden hacer investigación en Nicaragua. Y seguramente las bacterias de los mayangnas y las de los mískitos son también diferentes a las de la población del Pacífico. Y estudiándolas las pueden usar de manera terapéutica.

Y hablando de bacterias quisiera presentarles a una, la clostridum difficile, una bacteria que causa colitis y cuadros intestinales graves. Se adquiere en los hospitales y provoca diarreas inesperadas y otros síntomas muy pesados, que pueden cambiar dramáticamente la vida de la gente, porque son diarreas que se presentan con violencia en cualquier momento... La enfermedad dura a veces meses. Eso sucede porque muchas de las cepas de bacterias que hay en los hospitales se han hecho resistentes a todos los antibióticos.

No hay un solo antibiótico que nos asegure ser capaz de matarla. Por eso se llama difficile. La buena noticia es que ya tenemos un tratamiento sencillo para las infecciones que causa esa bacteria: un trasplante fecal. Se toman bacterias del colon de un individuo saludable y se pasan al individuo infectado con clostridum difficile y en un 91% de los casos funciona. Las bacterias que hay en las heces fecales de una persona sana son capaces de matar esta bacteria tan resistente. Se está estudiando hacer cápsulas con esas bacterias buenas. Es algo admirable: existe una bacteria que lo resiste todo, pero hay bacterias dentro de nosotros que pueden vencerla. ¿Cómo funciona…? Hoy por hoy este estudio es todavía una caja negra, pero descubrir cómo funciona será de gran utilidad. Sería un área muy interesante para hacer investigación aquí en Nicaragua. Y habría muchos otros ejemplos que irían apareciendo cuando iniciamos estudios de laboratorio.

El trasplante fecal es una forma muy barata de tratar una enfermedad tan molesta y resistente a los antibióticos. La mayoría de las medicinas que compramos a las empresas farmacéuticas tienen precios acordados según las leyes del mercado. En el caso de la clostridum difficile, el tratamiento típico con los antibióticos que tratan algunas de las infecciones que causa esa bacteria cuesta 3 mil dólares y realmente no funciona… Sin embargo, las empresas médicas no pagan el trasplante de heces, pero sí pagan el antibiótico. Prefieren pagar 3 mil dólares por un tratamiento que no funciona que pagar 500 dólares por un tratamiento que sí funciona. ¿Por qué? Porque se trata de heces y consideran que será nocivo para los pacientes y los hospitales se rehúsan a hacer esos trasplantes, aun cuando los pacientes firmen que los aceptan. ¿Y por qué se rehúsan? Porque temen una denuncia y tienen terror a los abogados.

¡TODOS A ESTUDIAR CIENCIA!

Ciertamente, la medicina será cada vez más personalizada, pero eso significa que será cada vez más cara. Y las autoridades políticas no saben cómo enfrentar eso. Tienen temores, son autoridades burocráticas, tienen miedo de los abogados... En mi opinión, ¿cuál sería la solución? Cerrar la Escuela de Derecho de Harvard y mandar a todos los estudiantes de Derecho a la Escuela de Medicina para convertir a todos esos abogados, que después serán políticos, en científicos. ¡La solución es mandarlos a todos a estudiar Ciencia!
¿Cuál es mi conclusión? Si el pueblo de Nicaragua, los educadores, los políticos, los medios de comunicación, la sociedad, abrazan la Ciencia, veo un futuro magnífico aquí para investigaciones que beneficiarán a las Universidades, a la economía, a la sociedad, y a largo plazo beneficiarán al mundo. Estoy seguro de que, de la mano de la Ciencia, se pueden descubrir en Nicaragua cosas que serán beneficiosas para todo el planeta.

BIOQUÍMICO. PREMIO NOBEL DE FISIOLOGÍA
Y MEDICINA EN 1993, PREMIO QUE COMPARTIÓ CON PHILLIP A. SHARP. EXPERIMENTANDO CON MATERIAL GENÉTICO DE ADENOVIRUS CONCLUYERON QUE EL ARN PRECEDIÓ AL ADN EN LA EVOLUCIÓN.

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