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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 388 | Julio 2014

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El Salvador

El segundo gobierno del FMLN empieza con buen pie

En su primer mes como Presidente, Salvador Sánchez Cerén se ha ganado el respeto y el cariño de la gente. Su gobierno ha realizado acciones que convencen a la población y dejan callada a la oposición. “El Profesor” ha entrado con buen pie.

Elaine Freedman

El domingo 1 de junio, Salvador Sánchez Cerén, ex-dirigente magisterial y comandante guerrillero durante la guerra de liberación del FMLN, se convirtió en el primer mandatario del Estado salvadoreño. Se dijo que ese día se realizaría una toma de posesión en la mañana y un acto popular en la tarde. Pero, contra todas las reglas del protocolo, el acto de la mañana también se convirtió en un acto popular. Representantes de los movimientos sociales, de las filas del FMLN, internacionalistas invitados por su trayectoria, fueron protagonistas de primera fila en el evento y anunciaron con banderas, consignas y el himno del partido, su alegre convicción de que ese día se inauguraba una nueva etapa en la historia del país.Fue a este público cercano al que Sánchez Cerén dirigió las primeras palabras de su discurso: “Se siente, estamos ante nuestro laborioso pueblo salvadoreño, éste es nuestro pueblo, alegre, feliz. Muy buenos días a todos y todas”.

El discurso del nuevo Presidente no tuvo detractores. Hasta los más recalcitrantes opositores del FMLN, y del mismo Sánchez Cerén, se quedaron sin palabras escuchando un mensaje tan firme como concertador. Sus compañeras y compañeros y el pueblo organizado quedaron regocijados y reivindicados por los homenajes que dirigió a los héroes y mártires de la lucha de liberación, incluyendo a Roque Dalton, Mélida Anaya Montes y al histórico dirigente Shafik Handal.

CERCANO A LA GENTE

A sólo 30 días de la toma de posesión, hay puntos centrales del discurso que se van convirtiendo en realidad. Nadie puede dudar que Salvador Sánchez Cerén es un hombre que se nutre de su cercanía al pueblo. Los primeros días de su mandato le llevaron a romper protocolos y a ir personalmente a conocer problemas de la población. Visitó el Hospital Rosales, donde pudo escuchar demandas de la gente sobre problemas en las instalaciones de salud pública y consolar a los enfermos. Visitó también el Centro Escolar Rural Cantón Ojo de Agua, en el municipio de Huizúcar, donde conversó con alumnas y alumnos, profesores, madres y padres de familia. Y cuando el brote del nuevo virus Chikungunya -que transmiten por picaduras dos especies de mosquitos aedes- apareció en el Cantón El Zapote, municipio de Ayutuxtepeque. El Presidente llegó con personal
del Ministerio de Salud a conocer a las personas afectadas y a verificar de primera mano el plan integral del Ministerio: educación, promoción, atención de los casos ya presentes, investigaciones clínicas y epidemiológicas, investigaciones
de laboratorio. Posteriormente, giró orientaciones a las autoridades de Protección Civil para que se declarara alerta estratificada en todo el país por causa del virus.

ESA CERCANÍA
RESPONDE A UN RECLAMO

Las visitas del Presidente tienen mucho sentido. El reclamo cotidiano de la población y de la militancia de base hacia el FMLN ha sido que la dirigencia no llega donde ellos. La población percibe que “sólo nos vienen a buscar cuando están en campaña” y que el FMLN se ha convertido en un partido alejado de la gente.

Shafik Handal decía: “Nuestro mayor distanciamiento de la gente y sus problemas son producto de estos viciados y frecuentes procesos electorales partidarios. Casi siempre estamos inmersos en uno de ellos, a lo largo de 4 a 6 meses, durante los cuales la militancia y sus dirigentes se absorben en los enfrentamientos internos, haciendo las delicias de los medios de derecha. Dejamos de escuchar a la gente, abandonamos la elaboración de propuestas, la organización y la movilización social para enfrentar la problemática que aqueja a la población”.

“GOBERNANDO CON LA GENTE”

El nuevo programa radial y televisivo de la Presidencia, “Gobernando con la gente” es una novedad que la población aprecia. En vez de una transmisión radial desde cabina, el programa se realiza en una comunidad. Sánchez Cerén no llega solo, sino con un grupo de ministros, a un Festival del Bienvivir donde, además de un intercambio entre la población con sus gobernantes, donde escuchan, preguntan y opinan, hay consultas médicas especializadas gratuitas y venta de verduras, frutas y otros alimentos de producción artesanal. Dice Sánchez Cerén: “Nosotros no venimos a posicionar nuestros puntos de vista, a lo que venimos es a escucharlos a ustedes, porque nosotros podemos decir que todo está bien, pero ustedes, ¿cómo ven la situación?

Por eso digo que este programa se llama “Gobernando con la gente”, porque queremos la percepción de ustedes, lo que sienten, cómo viven”.

Son pocos los que pueden interpretar negativamente estos gestos de acercamiento al pueblo. Solo Paolo Lüers, pequeño empresario, columnista de “El Diario de Hoy” y ex-militante del FMLN, convertido en activista y portavoz de la derecha, se atrevió a colgar el calificativo de “populista” a un acto que mereció las felicitaciones y el reconocimiento de comunicadores de todos los colores. A nadie más se le ha ocurrido plantear que los acercamientos de Sánchez Cerén a la gente sean un recurso publicitario.

La sonrisa que ilumina la cara del nuevo Presidente cuando anda entre la gente da fe que la actitud de “el Profesor”
es auténtica.

UN “DECRETO DE AUSTERIDAD”

“Ejerceré la Presidencia con honradez, austeridad, eficiencia y transparencia. Lo he dicho muchas veces y debo dejarlo claro: Los recursos del pueblo son sagrados y sólo se utilizarán para favorecer el desarrollo y el bienestar del mismo… Crearemos la Secretaría de Participación Social y Transparencia, para elevar el estatus de estas características fundamentales de un gobierno dialogante y honesto”, dijo el Presidente en su discurso inaugural.

Diez días antes de ser investido como Presidente, Sánchez Cerén anunció que no abandonaría su vivienda para trasladarse a Casa Presidencial. Sería el primer presidente salvadoreño que viviría en su propia casa, en la colonia Layco, barrio de capas medias de San Salvador. No ocuparía la residencia presidencial, en la exclusiva colonia Escalón, ahorrándole así gastos al presupuesto nacional.

Ha anunciado que reducirá gastos estatales en viáticos, en uso de vehículos, que no permitirá manejos oscuros de las finanzas públicas y que no tolerará la corrupción. Adelantó que está en vías de aprobar un “decreto de austeridad” para materializar su compromiso de manejar de manera eficiente y con la mayor transparencia las finanzas públicas.

Entre las medidas de austeridad que se especificarán en ese decreto ha incluido regular el dispositivo de seguridad para ministros y presidentes.

UN PACTO
POR LA TRANSPARENCIA

La Subsecretaría de Transparencia ya fue convertida en Secretaría de Participación Ciudadana, Transparencia y Anticorrupción,
bajo la rectoría de Marcos Rodríguez, cuya labor en la Subsecretaría en el anterior gobierno arrojó la aprobación e implementación inicial de la Ley de Acceso a la Información Pública. También apoyó las 113 demandas por actos de corrupción presentadas por el gobierno de Funes a la Fiscalía General de la República.

Hoy, Rodríguez espera ir más lejos, con el desarrollo de un pacto por la transparencia en el que asuman responsabilidad todos los sectores sociales, se abran oficinas que orienten al ciudadano para hacer denuncias y se establezca un “compromiso programático” para la no prescripción de los casos de corrupción.

Todo esto representa un buen augurio para el pueblo salvadoreño. Falta conocer el decreto que se aprobará y, más aún, cómo se implementará. La austeridad es un reclamo histórico del pueblo salvadoreño, que siempre ha contrastado su pobreza con los excesivos gastos personales de sus “servidores públicos”. A pesar de eso, es una contradicción histórica que la población sea ávida censora de los funcionarios públicos, mientras se queda callada ante los abusos de las clases altas.

En lo referente a la austeridad, el Presidente Sánchez Cerén ha callado hasta a sus más ácidos críticos con sus primeras actuaciones y decisiones. Todas las señales van apuntando a que su proverbial humildad y honestidad serán sellos característicos del nuevo gobierno.

LA FRASE INSIGNE:
“UNIDOS CRECEMOS TODOS”

Dijo también al iniciar su mandato: “Para alcanzar los grandes acuerdos de país hemos promovido instancias de concertación. Estamos trabajando en la formación de núcleos ciudadanos, conformados por sacerdotes católicos, pastores evangélicos, empresarios, trabajadores, académicos y una lista de personas que contribuyen a este gran acuerdo... Estamos seguros de que la unión entre gobierno, empresarios, trabajadores y fuerzas políticas generará más inversiones y empleos. Porque unidos crecemos todos”.

La frase insigne del discurso inaugural del Presidente, “Unidos crecemos todos”, fue, y sigue siendo, la más difícil de descodificar para los sectores populares que asistieron al acto. ¿Qué quiere decir “concertar” entre sectores, cuando entre ellos hay dos clases sociales históricamente enfrentadas? ¿Por qué el énfasis en el crecimiento y no en el desarrollo? ¿Cuáles serán los grandes acuerdos de país? Las respuestas a estas preguntas aún quedan bailando.

Resulta llamativa la propuesta de los “núcleos ciudadanos”, aunque no se sabe exactamente cómo se formarán y sobre qué temas y con qué metodologías funcionarán. Por supuesto, es una novedad escuchar a un Presidente que menciona a los trabajadores dentro de las fuerzas productivas del país, porque la ideología hegemónica ha enseñado que “fuerza productiva”
es sinónimo de “empresario”. Y es también novedoso escuchar que los empresarios no encabezan la lista de sectores
que menciona el mandatario, sino que van en la cola.

CONTAR CON EL SECTOR PRIVADO

Las conversaciones públicas entre la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y el nuevo gobierno iniciaron dos meses antes de la toma de posesión. Para el gobierno, que tiene como meta un crecimiento del 3% para este quinquenio,
era ineludible abrir ese diálogo.

Que el FMLN haya llegado al gobierno no quiere decir que El Salvador deja de ser un país capitalista y dependiente.
Además, lo que le ha quedado al Estado en empresas públicas, generadoras de ingresos, después de veinte años
de neoliberalismo feroz, es muy poco. El crecimiento aún está anclado en el sector privado. El nuevo gobierno reconoce eso cuando el Presidente dice en su primer discurso: “Sabemos que el apoyo al sector privado permitirá multiplicar de manera acelerada el empleo, dinamizar la economía y fortalecer el tejido empresarial. Nuestro sueño compartido debe ser un El Salvador productivo y competitivo, presente en los mercados globales.”

En su intervención en la cumbre del SICA de finales de junio, Sánchez Cerén reiteró: “Hay espacios, en todos los gobiernos, de diálogo y de conversaciones directas entre el sector empresarial y el gobierno”.

TRES TEMAS
EN EL DIÁLOGO GOBIERNO-ANEP

¿Cuál fue el contenido de ese diálogo y cuáles han sido las repercusiones? Según la prensa, uno de los platos fuertes del diálogo de abril y mayo fue la propuesta de reformas fiscales lanzada por el Presidente Funes antes de salir del gobierno, que fue apoyada por el nuevo gobierno. El Ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, sigue ocupando el mismo cargo que tenía en el gabinete anterior. Otro fue el que anunció Sánchez Céren, al no más sentarse en la silla presidencial: El Salvador entraría
a Petrocaribe. Otro tema crucial fue “la importancia de mejorar la competitividad del país”.

PROPUESTAS FISCALES

Las propuestas fiscales de Funes son moderadas. El término “reforma fiscal” les queda grande. La estructura tributaria no cambiaría el actual modelo regresivo, sólo se eliminarían algunos privilegios a los más ricos del país.

Los puntos básicos de las propuestas incluyen un impuesto a las propiedades suntuosas, un impuesto a las transacciones bancarias mayores de 750 dólares y un impuesto, sobre sus ganancias, a los dueños de periódicos, del cual históricamente han estado exentos. Según el Ministro Cáceres, estos nuevos impuestos representarían una recaudación extra de unos 200 millones de dólares anuales, cantidad pequeña comparada con el presupuesto nacional para 2014, que ronda los 4 mil 695 millones de dólares. Pero es una cantidad importante teniendo en cuenta la deuda de 73.5 millones de dólares que actualmente tiene el gobierno con los proveedores de los uniformes, zapatos y cuadernos del “paquete escolar” que el gobierno entrega, y que son principalmente pequeños y medianos empresarios locales.

Ante estas tibias propuestas fiscales, la ANEP brincó, utilizando todos los medios y los argumentos habituales para hacerle creer a la gente que será la población la principal afectada por las reformas.

A pesar de sus protestas y de reiteradas discusiones con la Presidencia y la Vicepresidencia, la ANEP no ha mostrado capacidad de auténtica concertación. Y como una cosa es dialogar y otra es dejarse doblar el brazo, el gobierno quedó en ventaja, para satisfacción de las organizaciones populares.

LA ENTRADA EN PETROCARIBE

Similar ha sido la dinámica prejuiciosa de la empresa privada en el tema de Petrocaribe. Desde la campaña presidencial, la ANEP hizo públicos sus miedos ante la adhesión de El Salvador a Petrocaribe.

En un país que ha conocido la injerencia de Estados Unidos en apoyo a golpes de Estado y a tiranías oligárquicas militares,
y en el financiamiento de una guerra que duró doce años, los dirigentes empresariales se aferran a la retórica de la defensa de la soberanía nacional para despotricar contra lo que consideran un paso de El Salvador hacia su integración en el bloque latinoamericano antiimperalista.

Sobre esto también se dialogó y los puntos de vista encontrados se pusieron sobre la mesa. El 2 de junio se anunció la entrada de El Salvador a Petrocaribe, mostrando así, de nuevo, que el diálogo con la empresa privada no debe entenderse como sumisión del gobierno a los puntos de vista de la clase dominante.

¿CÓMO SER MÁS COMPETITIVOS?

La prensa informó poco sobre el contenido del diálogo respecto a “cómo tornar a El Salvador un país más competitivo”. Fue hasta el desarrollo del Encuentro Nacional de la Empresa Privada (ENADE) en la última semana de junio que se conoció la propuesta de la ANEP. Quieren reproducir las Ciudades Modelo o Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDEs), receta del economista estadounidense Paul Michael Romer, iniciativa introducida en Honduras después del golpe de Estado de 2009 y convertida en ley en el país vecino en junio de 2013.

Es éste un modelo contradictorio con la soberanía nacional que “preocupa” a la ANEP. Esas zonas gozan de autonomía funcional y administrativa, tienen su propia jurisdicción, están sujetas a un régimen fiscal especial y pueden contraer obligaciones, sin requerir para ello la garantía o el aval del Estado.

En Honduras ese proyecto requirió de una serie de reformas constitucionales, incluyendo la de la jurisdicción de la Corte Suprema de Justicia, para permitir que los dueños de las Ciudades Modelo puedan emitir su propia legislación en esos territorios, con supremacía sobre la legislación nacional.

A un año de la aprobación en Honduras de esa nefasta ley, y con el tema puesto en primera fila de la política nacional, aún no se ha establecido ningún experimento de este tipo en ese país. Tampoco existe en ningún otro país del continente. Los ejemplos más cercanos están en Singapur y Hong Kong, donde las reglas del juego son significativamente diferentes a las aprobadas en Honduras.

¿CIUDADES MODELO?

Construir la política económica salvadoreña a partir del enfoque de las Ciudades Modelo no parece buen negocio ni para el Estado ni para el pueblo.

La propuesta de la ANEP parecía una provocación para ver si finalmente recibirían una reacción confrontativa, que les haría presentarse en los medios de comunicación como víctimas del gobierno del FMLN. ¿O fue un tanteo para saber si podrían someter al gobierno a puro chantaje?

Nada de esto sucedió. El Presidente Sánchez Cerén, siempre diplomático, agradeció la propuesta y dijo que la estudiaría.

El Vicepresidente y Comisionado Especial para la Atracción de Inversiones, Óscar Ortiz, fue un poco más lejos. Dijo que había que tener cuidado con la propuesta de las Ciudades Modelo y reafirmó que creía que El Salvador cuenta con recursos locales para fundamentar su crecimiento, marcando distancia de una propuesta, en la que un país “más desarrollado” se hace cargo
de un pedacito del territorio nacional para hacerlo productivo y competitivo.

Fue el Secretario General del FMLN, Medardo González, quien finalmente habló más claro: “Nosotros, como FMLN, creemos que no sería positivo, porque sería crear como pequeños estados dentro del Estado nacional”. Y aunque dejó abierta la puerta para analizar la propuesta, la calificó de antemano como “proempresarial y antilaboral”.

Sánchez Cerén salió ileso del ENADE y fue ampliamente felicitado, tanto por su política de austeridad como por su actitud concertadora con la empresa privada. Logró esquivar compromisos más allá de lo discursivo y no quedó atado a ninguna de las propuestas de la gran empresa. Mostró de nuevo su capacidad de caminar en terreno ajeno sin perder el equilibrio y sin claudicar a presiones antipopulares.

LAS RELACIONES
CON ESTADOS UNIDOS

En su primer discurso dijo el Presidente: “Las relaciones con Estados Unidos, donde viven dos millones de compatriotas, también son de fundamental importancia, y por eso vamos a profundizarlas en el campo económico y social… El Asocio para el Crecimiento representa un eficaz plan que le brinda a El Salvador más posibilidades de hacer crecer su economía, reducir sus vulnerabilidades, disminuir la inseguridad y generar mayor inclusión. También estamos trabajando para formalizar la aprobación del Fomilenio II”.

Sánchez Cerén planteó así una continuación de la actual política exterior hacia Estados Unidos. En sus palabras se lee lo difícil que será para este país salir, algún día, de sus ataduras con el Norte. Por la historia de dependencia vivida. Por los millones de salvadoreñas y salvadoreños, “sembradores de maíz en plena selva extranjera”. Y por el proceso de transculturización que El Salvador ha experimentado, por el que la mayoría de la juventud ha crecido con música, películas y hasta comida estadounidense.

EL ASOCIO PARA
EL CRECIMIENTO: UNA ATADURA

El Asocio para el Crecimiento es un pacto entre El Salvador y Estados Unidos firmado en noviembre de 2011 “para acelerar y sostener el crecimiento económico de amplia base”. Enfatiza “la participación de empresas y de bancos norteamericanos en el financiamiento y/o gestión de las obras públicas y de los servicios públicos nacionales”. Su ente rector en El Salvador,
el Consejo Nacional para el Crecimiento, está conformado por cinco miembros de la oligarquía: Francisco Callejas, Roberto Murray Meza, Ricardo Poma, Juan Carlos Eserski y Francisco de Sola.

En la Marcha del Primero de Mayo de 2013, el ahora Presidente expresó: “Con respecto al Asocio, les queremos decir que la fracción del FMLN no respalda el proyecto que ha sido presentado a la Asamblea Legislativa. No lo respaldamos”.
Explicó que el Asocio traía consigo mecanismos de privatización de la salud, la educación y las cárceles, que harían daño a la población y al desarrollo del país. Un año después, el Asocio parece una atadura ineludible en el corto plazo.

FOMILENIO:
UNA LLAVE PARA LA INJERENCIA

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lanzó en 2006 la convocatoria para los Fondos del Milenio (FOMILENIO), como un incentivo para contribuir a que los países de ingresos medios cumplieran los Objetivos del Milenio.

El Salvador concursó con el proyecto de la construcción de la carretera Longitudinal del Norte, que corre de oeste a este por la franja norte del El Salvador. El proyecto fue aprobado como FOMILENIO I y fue promovido en esa zona con la propaganda de que facilitaría al campesinado comercializar sus granos y mejorar sus familias.

Recibió el rechazo inicial del movimiento social de la zona norte, fronteriza con Honduras, que lo consideraba un proyecto complementario a la minería, por ser ésta la región del país donde hay yacimientos de oro y plata. Más que facilitar a los campesinos la movilidad de sus productos -suelen trasladarlos por caminos secundarios para su comercialización-, lo consideraron un respaldo a las empresas canadienses y estadounidenses para que sacaran la producción minera en grandes camiones. El proyecto fue gestionado por el gobierno de Antonio Saca y ejecutado durante la administración de Mauricio Funes.

Después, la aprobación del FOMILENIO II, un proyecto valorado en 318 millones de dólares para ampliar la carretera Litoral, que atraviesa la franja costera del sur del país, ha sido una importante palanca para la injerencia de Estados Unidos en decisiones de carácter nacional.

Fue la llave para que la embajada estadounidense tuviera protagonismo en las disputas sobre la Corte Suprema de Justicia en 2012-2013. “Hemos sido claros que las resoluciones de la Sala de lo Constitucional deben ser respetadas por el bien de la institucionalidad del país”, manifestó la embajadora Mari Carmen Aponte, inclinándose a favor de los cuatro magistrados de la Sala, “Los cuatro fantásticos”, quienes, según las organizaciones populares, son respaldados por ciertos grupos de poder económico nacionales e internacionales.

La amenaza de no aprobar los fondos de FOMILENIO II también sirvió de presión a la Asamblea Legislativa para que aprobara la Ley de Asocios Públicos Privados en 2013, argumentando que esta legislación sería clave para garantizar un clima propicio para la inversión extranjera. Abusivamente, la embajadora Aponte declaró a “El Diario de Hoy” que “una vez se den esas condiciones se hablará de una firma del convenio para el FOMILENIO II”.

¿GANARÁ MONSANTO?

El colmo de esta injerencia ha sido condicionar el financiamiento del proyecto de la Carretera Litoral al cumplimiento del TLC en lo referente a la compra de semilla de maíz a empresas extranjeras.

“A lo largo de 3 años, las cooperativas agropecuarias hemos logrado desarrollar la técnica de la producción de semilla
de maíz y de frijol de alta calidad, certificada, con el acompañamiento técnico y financiero del Ministerio de Agricultura y Ganadería y no necesitamos semillas transgénicas dañinas para la salud de las personas”, explica Abel Lara, Presidente de la Confederación de Federaciones de la Reforma Agraria Salvadoreña.

Para estos campesinos, un logro importante del gobierno de Funes fue promover la producción nacional de semilla para los paquetes agrícolas que el Ministerio de Agricultura distribuye. Dice Miguel Alemán, compañero de Lara: “Nos rebalsa la paciencia que el gobierno de Estados Unidos, a través de su embajadora, amenace con los Fondos del Milenio.
No le vamos a comprar la semilla de maíz a la Monsanto”.

Pero Aponte logró convencer a Sánchez Cerén de que no tenía otra alternativa que cumplir con los deseos del gobierno estadounidense, en contra a los deseos del campesinado salvadoreño. Recientemente, el Secretario Técnico de la Presidencia, Roberto Lorenzana, declaró que la disyuntiva se había resuelto, aparentemente a favor de la embajada. “Se abre la posibilidad de que haya compras a futuro y nosotros estaríamos abiertos a la libertad de competencia de distintas empresas, tanto internacionales como nacionales, en la licitación para la venta de semillas”. Pero señaló que en 2014 será imposible adoptar los mecanismos exigidos por Estados Unidos, porque los últimos paquetes agrícolas estaban en vías de entregarse.

Muchas cosas pueden suceder de aquí a la siguiente licitación de semilla. Y las palabras de Lorenzana no son garantía de que Monsanto triunfará sobre los cooperativistas salvadoreños. Lorenzana ha aclarado: “No vamos a garantizar que los productores estadounidenses ganen la licitación, nosotros vamos a proteger a nuestros productores”. Pero ver es creer. En principio, el acuerdo no parece tener un desenlace feliz para la población campesina.

PARA SER MENOS DEPENDIENTES

En su primer discurso, Sánchez Cerén también enfatizó que “para abrir nuevos mercados debemos mirar hacia todo el continente, América Latina y el Caribe, Europa, Asia y el mundo entero”. Al día siguiente “miró” a Petrocaribe y se sumó.

Sus palabras significan ampliar la cooperación con Brasil, que tanto creció durante el gobierno de Funes, y también con Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela y con el resto de países del bloque de los BRICS.

El encuentro entre empresarios salvadoreños y venezolanos “estrechando lazos comerciales en la región” contó con la participación de 72 empresarios venezolanos y 150 salvadoreños. Participaron fabricantes de alimentos y bebidas, artículos para el hogar, celulares, materiales de construcción y de cuidado personal.

Las organizaciones populares reconocen la adhesión a Petrocaribe como un paso importante en la ampliación de relaciones comerciales más beneficiosas para la población. Se darán por plenamente satisfechos cuando el gobierno de El Salvador se sume al ALBA. Por supuesto, eso pasa por una aprobación en la Asamblea Legislativa y, por eso, tendrán que esperar a que las elecciones legislativas y municipales de 2015 configuren una correlación más favorable para el FMLN.

La estrecha subordinación política, cultural, y hasta hace pocos años militar, de El Salvador con Estados Unidos, refleja la extrema dependencia económica que nos ha atado a ese país. Es obvio que abrir otras puertas dará a El Salvador la posibilidad de dejar atrás los días en que “el Presidente de los Estados Unidos es más Presidente de mi país que el Presidente de mi país”, como escribió el poeta Roque Dalton. Sumarnos al bloque continental antiimperialista no sólo nos abriría otras puertas. Nos colocaría en un grupo que desafía lo que dijo Dalton de 1969, y que aún sigue teniendo alguna vigencia.

EL PRIMER MES

Un mes después del comienzo del segundo gobierno del FMLN, aún son más las intenciones que los hechos. Pero la realidad es que nadie puede negar que el gobierno ha entrado con acciones que convencen a la población y dejan callada a la oposición.

Faltan dos meses más para esa evaluación de los primeros 100 días, criba por la que todos los gobiernos entrantes pasan. La realidad es que la administración de Sánchez Cerén, “el Profesor”, ha ganado el respeto y el cariño de la población en poco tiempo. El segundo gobierno del FMLN ha empezado con buen pie.

EDUCADORA POPULAR. CORRESPONSAL DE ENVÍO EN EL SALVADOR

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