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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 381 | Diciembre 2013

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Centroamérica

Tomografía de la frontera sur de México: ¿Qué pasa por donde pasan los migrantes centroamericanos?

Recorriendo los cuatro corredores de la “Lampedusa” mexicana, su frontera sur del país conocemos algo de lo que allí sucede. Éste es un breve diagnóstico, una tomografía y analítica de sus cuatro corredores migratorios. Lo que sucede allí revela también lo que sucede en los países de origen de los cientos de miles de migrantes que las recorren cada año buscando el Norte. Los sufrimientos y los peligros a los que sobreviven centroamericanos y centroamericanas no serían tantos si pudieran cruzarlo con algún documento.

José Luis González sj.

La frontera sur de México es un espacio que los centroamericanos atraviesan buscando llegar a Estados Unidos. También lo utilizan cubanos, sudamericanos -particularmente ecuatorianos- y extra-continentales, de Asia y del cuerno de África.

UN DIAGNÓSTICO TENTATIVO

Las organizaciones que trabajan por los migrantes estiman que cada año atraviesan México unos 400 mil migrantes. El investigador Ernesto Rodríguez Chávez, ex-director del Centro de Estudios Migratorios adscrito a la Secretaría de Gobernación de México, defiende una cifra menor, cercana a los 192 mil, como nos mostró en el cuarto Coloquio de Migración Internacional celebrado en San Cristóbal de Las Casas del 13 al 15 de noviembre de 2013. Una de las principales causas de la disminución del flujo es la violencia del crimen organizado en México contra los migrantes, según el informe de la OCDE, “Perspectivas de la Migración Internacional”, presentado unos meses antes, en junio.

Sigamos a ese flujo humano al pasar una frontera con 12 pasos oficiales a lo largo de 1 mil 149 kilómetros. Las mismas autoridades reconocen que son 120 los pasos ciegos, y 44 de ellos permiten el paso de vehículos. La propia frontera es fácil de cruzar, lo difícil viene después.

La frontera aprovecha límites naturales: el río Suchiate, la cordillera de los Cuchumatanes, los ríos Usumacinta y San Pedro en el Petén, y en el Caribe el río Azul, el río Hondo y la Bahía de Chetumal. Sin embargo, no hay más que ver un mapa de esa frontera para darse cuenta de que los límites son, en su mayoría, líneas rectas trazadas desde un despacho, y que la realidad fronteriza no obedece siempre esas líneas. Uno de los que mejor conocen la dinámica poblacional de esa frontera es el demógrafo Manuel Ángel Castillo, del Colegio de México, quien identifica los diferentes flujos que la atraviesan: visitantes locales (con residencia fronteriza), trabajadores agrícolas temporales (guatemaltecos), refugiados guatemaltecos (ya integrados), residentes fronterizos y transmigrantes (documentados e indocumentados). Son los pasos de éstos -migrantes de paso hacia los Estados Unidos- los que vamos a seguir en este diagnóstico tentativo.

EN PALENQUE:
ANALÍTICA Y TOMOGRAFÍA

Para obtener una buena radiografía de esta frontera es mejor utilizar la tomografía: aplicar el escáner para ver cuatro secciones diferentes, que son los cuatro corredores de migrantes en el sur de México: el corredor Pacífico, el corredor Central, el corredor Selva y el corredor Caribe. Antes, veamos una analítica que nos puede orientar hacia un primer diagnóstico común a los cuatro corredores. Es un análisis de sangre en uno de los puntos clave de este sistema circulatorio que es la migración: Palenque.

La muestra de sangre es la de Iris Zuleyda Raunales, de 24 años de edad, y la de Cinthia Carolina Cruz Bonilla, de 18 años, dos migrantes hondureñas asesinadas a machetazos el 30 de mayo en las vías del tren. Habían pasado por la Casa del Migrante que el padre Alberto Gómez ha levantado con ayuda de sus parroquianos y de las HIjas de la Caridad a escasos metros de las vías. La Hermana Gloria Murúa, del Servicio Jesuita para Migrantes, conserva una foto que les hizo a esas dos muchachas en el albergue. Algunos afirman que ellas habían denunciado a las bandas criminales que las extorsionaban para poder subir al tren. Cuando por fin salió “La Bestia”, como le llaman los migrantes, se subieron y poco más adelante la Mara Salvatrucha paró el tren con total impunidad, las buscó, las bajó y las mataron a machetazos frente a todos.

Meses después, en octubre, tuve ocasión de pasar tres semanas en esa Casa del Migrante, viendo llegar a los migrantes hondureños como fugitivos del país sin guerra más violento del mundo, con una tasa récord de homicidios cercana a 90 por cada 100 mil habitantes. ¿Sin guerra? En las conversaciones con ellos descubrí que muchos perdieron padre o madre por muerte violenta.

PATOLOGÍAS
DE LA GLOBALIZACIÓN

El análisis de esta sangre en Palenque no nos habla de colesterol alto, sino de la hipocresía alta de una globalización para la que existen dos clases de movilidad humana, pues muy cerca de la Casa del Migrante -donde se reciben diariamente a varias docenas de empobrecidos- están las ruinas mayas de Palenque, recibiendo a cientos de turistas, algunos centroamericanos. Para ellos hay hasta un aeropuerto, que se está ampliando. Algunos migrantes trabajan poniéndole cerco a la pista.

Ambos espacios expresan la movilidad humana característica de la globalización y su doble cara: unos viajan indocumentados y otros con sus documentos en regla. Aquellos durmiendo en el parque de Pakal Ná, cerca de la estación del tren, y los turistas durmiendo en algunos de los muchos hoteles que la ciudad ofrece. Los migrantes atemorizados por las bandas criminales que les cobran 100 dólares por subirse al tren hasta Coatzacoalcos -y a veces les cobran hasta por dormir en el parque- y los turistas protegidos por cuerpos de seguridad. Aquellos viajando a lomos de un tren de mercancía -la Bestia-, agarrados a cualquier hierro, aguantando la lluvia o el sol, el frío y el cansancio de un viaje a 30 kilómetros por hora, y los turistas viajando en cómodos aviones. El viaje en tren se le paga al crimen organizado y en los cuatro tramos que hay antes de llegar al DF, cuesta 400 dólares, casi lo mismo que paga un turista centroamericano por ir en avión a México.

Los frecuentes descarrilamientos indican que las vías del tren no se reparan como se debería -por eso va a 30 kilómetros por hora-, mientras que más de cien trabajadores acondicionaban la pista del aeropuerto en esos días. El viaje en tren dura muchos días, mientras que el viaje en avión dura un par de horas. El 4 de noviembre Aeroméxico inauguró la nueva ruta aérea Guatemala-Tapachula-DF, y el gobernador de Chiapas, Velasco Coello, se refirió así a los turistas y empresarios que esperaban esa ruta. “Somos un estado que tan sólo en este año ha recibido más de tres millones de visitantes, lo que representa una derrama económica superior a los 9 mil 800 millones de pesos”. Evidentemente, en esa cifra no contó a quienes pasaron por las Casas del Migrante de Palenque o Tapachula, pues su “derrama” no es económica. No fueron divisas lo que derramaron Iris Zuleyda y Cinthia Carolina en las vías del tren.

¿HUYENDO COMO LOS MAYAS?

La analítica no sólo revela las patologías de la globalización o del país de tránsito, también las de los países de origen. Ver cruzar el ancho río Usumacinta en lanchas con 50-70 personas hace pensar en algún éxodo por catástrofe o guerra. Uno imagina, por la rapidez con que se mueven y por sus miradas ansiosas, que están abandonando un barco que se hunde. Y ese abandono de sus ciudades nos lleva de nuevo a pensar en las ruinas de Palenque. Esos monumentos mayas hablan de un pueblo que abandonó sus ciudades por causas que aún discuten arqueólogos e historiadores: ¿La violencia, el hambre, catástrofes naturales? ¿El descrédito de una clase dirigente y sacerdotal que no supo evitar el desastre? Lo cierto es que los mayas huyeron de las ciudades que habían construido. ¿Está sucediendo eso hoy en Centroamérica? ¿Estamos viviendo las mismas causas de aquella crisis de civilización?

20 AÑOS DE POLÍTICAS
DE CONTENCIÓN

Después de la analítica, caemos en la cuenta de que no hemos hecho aún preguntas sobre la historia clínica de este paciente. ¿Desde cuándo le duele la frontera? Tal vez somos fieles a la medicina actual, que prefiere recurrir primero a los aparatos y después hace las preguntas. El malestar comenzó con la política mexicana de contención de la transmigración, obediente a políticas de su vecino del Norte.

Los principales hechos que jalonan esa política comienzan en 1994 con el Tratado de Libre Comercio firmado por Estados Unidos, Canadá y México, y la creación en México del Instituto Nacional de Migración (INM) apenas tres meses antes de que el TLC entrara en vigor. En 1998 se militarizó la frontera sur en la Operación Sellamiento y en 2001 los atentados del 11-S sirvieron a todos los gobiernos para justificar los prejuicios contra los indocumentados, a pesar de que los terroristas implicados entraron a Estados Unidos con visa y hasta aprendieron a pilotar aviones en Florida con todos sus documentos en regla. A partir de los atentados a las Torres Gemelas la migración aparece como amenaza a la seguridad, y eso se refleja en el Plan Frontera Sur y luego en la inclusión del INM en el gabinete de seguridad nacional (2005), justo en el año del máximo flujo histórico de transmigrantes por la frontera sur de México.

Con ese mismo enfoque de seguridad sigue hoy el gobierno de Peña Nieto, a juzgar por los funcionarios de migración nombrados en 2013, que vienen de trabajar en la seguridad del Estado. Han logrado firmar con el gobierno de Guatemala el memorándum de entendimiento para fortalecer la seguridad fronteriza a través del Grupo De Alto Nivel de Seguridad (GANSEG). Las palabras que definen las tareas de los subgrupos del GANSEG indican claramente dónde sitúan los gobiernos la migración: seguridad internacional y terrorismo, delincuencia organizada, seguridad pública y fronteriza, prevención de delitos… Eso es la migración para los gobiernos.

UNA CUESTIÓN MILITAR

Los enormes polígonos migratorios que se están construyendo en Huixtla, Trinitaria, Orizaba y Palenque son fortalezas desde las que el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, llevará adelante su plan “para ordenar el flujo migratorio en la frontera sur”, como anunció en junio de 2013. Estados Unidos pagará el costo de los registros biométricos (iris, huellas y fotografía). Lo sorprendente es que Osorio Choug afirma que ese plan “estará bajo el mando de la Secretaría de Marina”.

Deberíamos de agradecer que no lo haya encargado al Ejército del Aire, aunque todo puede suceder, pues en la frontera norte se controla ya el paso desde helicópteros y aviones no tripulados. Lo más importante de la frase del Secretario de Gobernación es que el plan estará “bajo el mando”. Significa que el flujo migratorio es una cuestión militar.

Una vez revisada la historia clínica, vamos a recorrer con el escáner la frontera para hacerle una tomografía a las características geográficas e históricas, a los nudos de tránsitos y a las amenazas al migrante en cada corredor.

CORREDOR PACIFICO:
ACOSTUMBRADO AL TRÁNSITO

Este es el corredor más antiguo, tal vez debido a la geografía de planicie costera que facilita los desplazamientos, contrario a lo que sucede en la cordillera o la selva de los otros tres corredores. Los principales pasos oficiales son Tecún Umán/Ciudad Hidalgo y El Carmen/Talismán, aunque oficialmente hay paso en Unión Juárez y en Mazapa de Madero, que no estaba en servicio en noviembre de 2013. Tal vez se pongan ahí temporalmente retenes del INM. El límite de este corredor llegaría hasta el municipio de Amatenango de la Frontera, por donde a pie llegan en pequeño número migrantes que luego se desplazan a la costa. Los que pasan más al noreste utilizarían los medios propios del corredor central: ya no van hacia Tapachula y Huixtla, en el Pacífico, sino hacia Frontera Comalapa y Comitán en el altiplano.

La ruta más masiva de este corredor es la que atraviesa el río Suchiate junto a los pasos oficiales, en un escenario que queda magníficamente reflejado en la última película de Luis Mandoki, “La vida precoz y breve de Sabina Rivas”.

Algunos acontecimientos históricos marcan esta región del Soconusco, de la que Miguel de Cervantes quiso ser gobernador en 1590, antes de escribir El Quijote. Esta gran planicie la reclamó Guatemala hasta el Tratado de Límites de 1882, que definió la frontera. Con la reforma liberal de Guatemala se originó una migración temporal a fincas de café, caña y cacao en la costa, provocada por la expropiación de tierras indígenas. Esto significa que la población de ambos lados de la frontera ha estado acostumbrada al tránsito, especialmente después de 1980, cuando se desarrollaron nuevos cultivos (sandía, papaya, melón, soya) que necesitaban trabajadores temporales.

Esta vida transfronteriza, de gente que no pretende ir a Estados Unidos, fue afectada por el huracán Stan (2005), que perturbó aún más a la migración en tránsito hacia Estados Unidos, pues ese huracán destruyó puentes del ferrocarril que usaban los migrantes en tránsito. Desde entonces el tren sale desde Arriaga, más de 200 kilómetros
hacia el norte.

A LOMOS DE UN TREN

En cada uno de los cuatro corredores hay unas ciudades que hacen de nudo o plataforma en la que los migrantes se concentran, se abastecen, se comunican con sus familiares y financiadores, y preparan la nueva etapa. En el corredor Pacífico son principalmente las ciudades de Tapachula y Arriaga, ambas con Casas del Migrante. Desde Tapachula se pueden seguir rutas ferroviarias, de carretera, y hasta marítimas o aéreas.

En octubre de 2013 se descubrió que el alcalde de Motozintla vendía actas de nacimiento y constancias de vecindad a 20 mil pesos a guatemaltecos, para que pudieran ir en avión desde Tapachula hasta Monterrey. En ese mismo mes, el INM detectó 57 empresas que en México expiden documentos falsos para lograr la regularización de extranjeros, convirtiendo sus registros mercantiles y fiscales en fachada para fines de explotación sexual y/o laboral.

Aquí el medio de transporte más visible sigue siendo el tren. Este corredor cuenta con el ferrocarril Ferrosur, que desde 2005 ya no sale desde Tapachula sino desde Arriaga. Los migrantes caminan esa distancia por antiguas vías del tren, o sorteando retenes por carretera, para subirse al tren en Arriaga y continuar hasta Ixtepec y Medias Aguas, donde el ferrocarril se une con el que viene de Yucatán y Tabasco.

Varias películas han retratado los peligros de este tren. La última, “La Jaula de Oro”, filmada en Arriaga, tiene la particularidad de contar la historia de tres menores de edad. Los jóvenes actores están recibiendo galardones y premios en los festivales de Cannes, Viña del Mar y Mar del Plata.

El 20 de noviembre de 2013, el secretario para el Desarrollo de la Frontera Sur, Enrique Zamora Morlet, anunciaba que el ferrocarril podría estar reactivado en diciembre desde Tapachula. De hecho, unos días antes el padre Heyman Vásquez, fundador de la Casa del Migrante de Arriaga y desde hace dos meses párroco de Huixtla, nos contaba haber visto llegar el ferrocarril hasta Huixtla, su nueva parroquia, a sólo unos 40 kilómetros de Tapachula, donde ya está construyendo otra Casa del Migrante. La reactivación del tren anuncia también el riesgo de que Los Zetas se trasladen a la zona, según nos expresaban algunos cónsules y los investigadores Hugo Ángeles Cruz y Martha Luz Rojas, del Colegio de la Frontera Sur.

Por carretera también van los migrantes, a pie o en bus. En Tapachula y en Huixtla proliferan las líneas de buses y microbuses. Depende del azar que el bus no sea detenido en un retén y si es detenido que no detecten al migrante. Y si lo detectan, que se dejen distraer las autoridades con algún “donativo”.

DETENCIONES,
EXPLOTACIÓN SEXUAL...

En un estudio publicado por “Plaza Pública”, medio online de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala, de los 71 municipios mexicanos más peligrosos para los migrantes, en base al Informe 2011 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), aparecen tres municipios peligrosos en este corredor Pacífico: Tapachula, Pijijiapan y Arriaga. De las 105 fosas comunes de migrantes identificadas por el Consejo Estatal de Derechos Humanos de Chiapas, se comenzarán a exhumar, en colaboración con el Equipo Argentino de Antropología Forense, las de los municipios de este corredor Pacífico: Huixtla, Tapachula, Pijijiapan. Posteriormente, Arriaga y Tonalá.

Las amenazas al migrante provienen de varios actores. La primera que sufre es la detención de las autoridades mexicanas. No sólo se trata del INM y de la Policía Federal, únicas entidades que según la Ley de Migración de 2011 pueden pedirles sus documentos, sino de múltiples cuerpos de seguridad municipales, estatales y federales, así como del Ejército y la Marina. Todas estas instituciones han sido suficientemente denunciadas por amenazas, extorsiones y violaciones a los derechos de los migrantes. Si los encuentran en situación irregular se les “asegura” en una estación migratoria para su deportación. Las nuevas normas van cambiando el eufemismo para no hablar de “detenidos” y hoy se les llama “alojados”. En Tapachula está la estación migratoria Siglo XXI, la más grande del continente, con capacidad para 800 y hasta mil migrantes “alojados”. Las violaciones a los derechos humanos que ahí se dan están bien documentadas por el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova.

Un segundo actor amenazante son los negociantes de la migración. Dejando a un lado los transportistas, maquinistas
y “garroteros” del tren, cambistas, meseros y remeseros -las tiendas Elektra y Western Union-, hosteleros, polleros, tramitadores de documentos falsos -alcaldes incluidos- y prestanombres para cobro de remesas, en Tapachula los negociantes más eficientes tienen que ver con la explotación sexual y la trata. Muchas centroamericanas trabajan de meseras (“botaneras” y “ficheras”). Pero el tema es tabú y apenas hay organizaciones que se quieran arriesgar a denunciarlo, pues implica a amplios sectores de la sociedad, a autoridades, empresarios y mafias. El famoso Informe ECPAT-2007 (End Child Prostitution, Child Pornography And Trafficking of Children for Sexual Purposes) afirmaba ya entonces que en Tapachula había 21 mil mujeres empleadas en 1 mil 552 bares y burdeles. Lo más grave es que el 97% de ellas tienen entre 15 y 17 años, y algunas entre 8 y 14 años. Sus explotadores, los “demonios del Edén”, nos introducen ya al tercer actor hostil: el crimen organizado.

...Y EL CRIMEN ORGANIZADO

Mareros -la “Salvatrucha” y la “18”-, Los Zetas, narcos y secuestradores de todo pelaje, acechan a los migrantes hasta en los albergues. En el corredor del Pacífico manda el Cártel de Sinaloa, como muchos analistas han venido afirmando, entre ellos Roberto Orozco en las páginas de Envío (agosto 2012). Tal vez el lugar más peligroso de esta ruta es La Arrocera, que no es sólo un lugar puntual sino una amplia franja para asaltos, violaciones y muertes ubicada después de Huixtla.

Cuando dejamos al padre Heyman, el 18 de noviembre, estaba recibiendo noticias sobre unos migrantes que se encontraron encadenados en La Arrocera. Comenzaba a moverse con las autoridades con la firmeza que le caracteriza para apoyarlos. Los negocios del crimen organizado parecen extenderse también al tráfico de órganos, a juzgar por la denuncia puesta en noviembre por el padre Alejandro Solalinde al encontrar cadáveres de migrantes sin órganos en Oaxaca. Todo esto contribuye a aumentar “el Producto Criminal Bruto” de nuestros países, en expresión del cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga.

CORREDOR CENTRAL:
PERMEABILIDAD POSITIVA

Los pasos oficiales de este corredor son La Mesilla/Ciudad Cuauhtemoc y Gracias a Dios/Carmen Xhán. Los migrantes llegan por innumerables puntos de paso a los municipios mexicanos de Frontera Comalapa, La Trinitaria, La Independencia, Las Margaritas y Maravilla Tenejapa. Del lado guatemalteco, los municipios serían, comenzando desde el suroccidente, Cuilco, La Libertad, La Democracia, Santa Ana Huista, Jacaltenango, Nentón, San Mateo Ixtatán y Barillas. Es el corredor más extenso y su límite oriental podría llegar hasta el paso de Orizaba. Pero quienes pasan por ahí ya optan mayoritariamente por la ruta a Benemérito y Palenque, del otro corredor, el corredor Selva. La mayor parte de las rutas del corredor Central pasan por las alturas de los Cuchumatanes. Los migrantes van con guías organizados que conocen la zona.

Históricamente, hay que señalar la fecha de 1982 para una cronología de la hospitalidad en este corredor, pues en ese año esta zona recibió a miles de refugiados guatemaltecos que huían de las masacres. Es un ejemplo de lo que Rodolfo Casillas llama “permeabilidad positiva”, en el excelente texto “La permeabilidad social y los flujos migratorios en la frontera sur de México”. El obispo Samuel Ruiz organizó la acogida en aquellos primeros momentos. Y hoy la Casa del Migrante de Palenque lleva su nombre para seguir acogiendo a hermanos y hermanas centroamericanas. Gran parte de aquellos refugiados (42 mil) retornaron a Guatemala a partir de 1993, forzando así a acelerar los Acuerdos de Paz que pusieron fin al conflicto armado (1996). Otra fecha que afectó la dinámica de todo este corredor fue el año 2000, cuando se inauguró la carretera fronteriza del sur de Chiapas (Palenque-Comitán), que pretendía cercar la zona zapatista y que hoy es utilizada por numerosos grupos de migrantes. “Los migrantes son nuestro principal negocio”, atestigua uno de los conductores de la empresa de microbuses que hace esa ruta. Por utilizar buses y camiones, medios de transporte menos rudos que ir a la intemperie sobre un tren, este corredor es el más usado por mujeres, niñas y niños.

COYOTES, FUTBOLISTAS Y DROGA

Este corredor central está muy enlazado con las redes de guías de Huehuetenango. El Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua), afirma que en el país operan al menos 136 bandas de traficantes de inmigrantes, conocidos como “polleros” o “coyotes”, y ubica la mayoría en Huehuetenango y San Marcos. “Sólo en Soloma había hace seis años entre 150 y 180 coyotes” nos contaban en Huehuetenango los investigadores de CEDFOG. Esas redes de guías de Huehuetenango conocen bien este otro lado de la frontera y las tretas para burlar los retenes llegan a ser de película. Contemos sólo una, esperando que los funcionarios de migración no lean Envío: un coyote viste a sus migrantes de futbolistas, los sube en la parte de atrás de una camioneta y pasan el retén como si fueran un equipo que viene de jugar en otra comunidad. No sabemos si incluso les hace jugar previamente un partido para que parezcan más sudorosos, pero el truco le funciona.

El puesto fronterizo de La Mesilla es un centro importante. La EMIF SUR – 2011 (Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur), al preguntar a los devueltos por México por dónde habían entrado al país, conoció que el grupo más grande entró por Tecún Uman (39%), por La Mesilla (30%) y por El Ceibo (16%).

Los guías se relacionan con una red de hospedajes donde se les enseña a los migrantes a responder a preguntas del INM, a hablar como mexicanos, a aprenderse el himno de México… En los hoteles de La Mesilla los coyotes meten hasta a diez migrantes en un sólo cuarto. A veces les regalan zapatos nuevos para que se los lleven puestos, descubriéndose después que en las suelas llevan droga.

Las redes de guías están cada vez más implicadas con el narcotráfico y el crimen organizado. Es probable que la frontera de Gracias a Dios aumente su flujo cuando se termine en el lado de Guatemala la carretera transversal del Norte.

CRECE LA MIGRACIÓN INFANTIL

Una vez pasada la frontera, las carreteras confluyen en Comitán como en un embudo. Pero antes hay que evitar el control migratorio de San Gregorio Chamic, para lo cual hay rutas alternativas. El 17 de septiembre de 2013 las autoridades hallaron una casa de seguridad a tan sólo unos metros de la estación migratoria, donde descubrieron a 30 migrantes de Honduras que aparentemente habían sido abandonados por sus guías: 16 mujeres, 9 hombres y 5 menores de edad. Este hecho da una idea de cómo este corredor es usado para el paso de mujeres y menores, en mayor proporción que en otros corredores. En los ocho primeros meses de 2013, el INM había devuelto a sus países a 5 mil 960 menores de edad, casi la misma cifra que en todo el año 2012 (5 mil 966). Es un índice de que el crecimiento del éxodo centroamericano también es de niños y niñas. El riesgo para ellos y ellas es muy alto, pues el crimen organizado ve en ellos una buena presa por la que sus familias estarán dispuestas a pagar mucho.

Comitán es la ciudad-nudo de este corredor central. Pero los migrantes no se ven en las calles como se ven en Tapachula o en Tenosique. Este corredor no cuenta con un ferrocarril que haga visibles a los migrantes. Algunos lo llaman “el corredor de los invisibles”, pues los medios que usan son camiones tráiler, camiones tipo Torton y buses a los que se les denomina “tijuaneros” por el destino que llevan.

EL CORREDOR DE LOS INVISIBLES

Los migrantes que podemos llamar “invisibles rápidos”, los de más recursos, van directos a la frontera norte. En la ruta se cruzan con algún escáner del INM, pero al conductor se le pide una cantidad por migrante transportado y no suelen tener problemas. En el excelente estudio “Sur: inicio de un camino”, de la organización Enlace, un ex-agente del INM detalla: “Por un camión de indocumentados se cobra alrededor de 250 mil pesos por garita, donde se tienen máquinas contadoras de dinero, como en los bancos”. Y cuenta cómo la ganancia se distribuye entre los agentes y los jefes según una tabla. Se ponen de acuerdo con otras fuerzas de seguridad “haciendo cuentas justas por pollo (migrante) que viaja, para no entrar en malos entendidos”.

Están también los “invisibles lentos”, que tienen menos recursos y van individualmente o en pequeños grupos por rutas alternas que van cambiando dependiendo de por dónde pone los operativos de revisión el INM. En el estudio de Enlace, Miguel Ángel Paz y Ana Elena Barrios, señalan algunas de esas rutas: por terracería Comitán-Pujiltic-Carranza-Tuxtla, o también por Frontera Comalapa-Chicomuselo-Rizo de Oro-El Embalse-La Concordia-Villa Flores-Suchiapa-Tuxtla-Ocozocoautla.

El modo de funcionamiento del corredor central se pone de manifiesto sólo cuando se descubre un camión con migrantes, lo que sucede cada vez con más frecuencia. Aunque se usan contactos con autoridades de migración para que la delegación del INM de Chiapas asegure el paso a Tuxtla con llamadas en clave, a veces falla algo.

En una noticia del 23 de julio de 2013, se dijo que el INM detuvo a un camión tipo Torton en La Pochota, a la salida de Tuxtla Gutiérrez. El camión venía desde Huehuetenango por Comitán. En el puesto de control de La Pochota, un aparato de rayos X permitió detectar que llevaba 94 migrantes. Nacionalidades de los 78 varones: Nepal (9), Bangladesh (9), Guatemala (37), El Salvador (20) y Honduras (3). Entre ellos 2 eran menores de edad. Nacionalidades de las 16 mujeres: Nepal (1), Guatemala (8), El Salvador (3), Honduras (4). Entre ellas, 5 menores de edad. De entre los 7 menores de edad, 3 no iban acompañados. Podemos imaginarlas condiciones de hacinamiento. Algunos presentaban síntomas de asfixia. Los centroamericanos habían pagado de 4 a 5 mil dólares y los asiáticos de 6 a 8 mil dólares.

SECUESTROS Y PROSTÍBULOS

Según el estudio de Enlace, en el corredor central no aparecen municipios entre los más peligrosos para los migrantes. Sin embargo, las noticias de extorsiones y secuestros son continuas. El 4 de noviembre de 2013 se desarticuló una banda que tenía secuestrados a migrantes guatemaltecos en el rancho “Los Arbolitos”, muy cerca de Comitán. El narco guatemalteco que controlaba la frontera de La Mesilla, Eduardo Francisco Villatoro Cano, fue capturado el 3 de octubre en Tuxtla y otro ocupará hoy su lugar. Cuando Hércules cortaba una de las cabezas de la Hidra, salían dos más.

El fenómeno de la trata es muy extenso en Tuxtla y en Comitán. Según Elvira Gordillo, activista defensora de los migrantes, sólo en Frontera Comalapa hay unas 600 sexoservidoras, 200 de ellas menores de edad, en 365 bares y prostíbulos. En marzo de 2013, el entonces cónsul de El Salvador en Comitán, Herbert Guzmán, contaba el caso de una muchacha que logró escapar de un barco en donde la llevaban forzada a África. Miguel Ángel Paz, de Voces Mesoamericanas, nos contaba el caso de una muchacha nicaragüense asesinada a puntapiés por querer salirse de un prostíbulo.

CORREDOR SELVA:
EL DE LA MAYOR VIOLENCIA

Es el más peligroso. Comienza en el norte de Ixcán (Guatemala) y abarca desde el paso de Orizaba hasta La Palma (Tabasco). Desemboca en Palenque, donde confluyen las carreteras y el ferrocarril Chiapas-Mayab, llamado también ferrocarril del Sureste (Coatzacoalcos-Mérida).

Esas infraestructuras marcan las fechas más importantes para una historia de la migración por este corredor. El ferrocarril, construido en 1985, llega a pasar en algún punto a sólo 15 kilómetros de Guatemala, pero alcanzó mayor importancia a raíz de la interrupción del ferrocarril del Pacífico tras la tormenta Stan (2005). Los migrantes optaron por esta otra alternativa, aprovechando también la apertura de la frontera de Corinto entre Honduras y Guatemala, la mejoría de las carreteras en el Petén y la construcción de la carretera del sur de Chiapas que finaliza en Palenque. Ese nuevo flujo fue percibido pronto por Los Zetas como fuente de negocios. Al abrirse el nuevo paso fronterizo de El Ceibo (2009) aumentó aún más el flujo: más de 300% en los dos primeros años (2011), contando sólo con los casos registrados por El Ceibo. Es extraño que la EMIF-SUR no levante encuestas en ningún punto de este corredor.

Los migrantes suelen llegar desde San Pedro Sula por la frontera de Corinto, pasan Izabal y en Flores (Petén) toman microbuses que les dejan en la “Técnica” o en Bethel para pasar el río Usumacinta por Frontera Corozal y llegar a Palenque. Otras rutas desde Flores llegan a El Naranjo y El Ceibo. Los de El Naranjo pasan el río San Pedro en balsa y llegan hasta La Palma después de caminar todo un día. Algunos hacen ese recorrido en lancha por el río San Pedro. Otros pasan la frontera de El Ceibo cerca de la garita sin ser molestados por los funcionarios de migración, de lo que fuimos testigos. En cualquiera de los casos se llega a Tenosique y luego a Palenque.

El medio de transporte más utilizado, ya dentro de México, es el ferrocarril Chiapas-Mayab, que ha tenido problemas de gestión en los últimos años, y ha cambiado de propietarios en varias ocasiones. No se le da mantenimiento a las vías, los descarrilamientos son frecuentes y por ello la velocidad media con la que circula es 30 kilómetros por hora. De Tenosique (Tabasco), sigue por Palenque (Chiapas) y Chontalpa (Huimanguillo, Tabasco) para llegar al puerto de Coatzacoalcos (Veracruz) y de allí sigue hacia el norte. Por carretera se puede llegar de Palenque a Villahermosa, bordeando por Salto de Agua o directamente por Playas de Catazajá si se tiene la suerte de sortear las garitas y controles del INM.

LA RUTA DE LOS ZETAS

En el estudio publicado por “Plaza Pública” aparecen nueve municipios peligrosos para los migrantes en este corredor: Balancán, Tenosique, Catazajá, Palenque, Salto de Agua, Macuspana, Pichucalco, Juárez y Huimanguillo.

El actor más peligroso es el crimen organizado. Pero la migración está facilitando el desarrollo de un crimen “desorganizado” que va surgiendo espontáneamente entre vecinos de los lugares por donde pasan los migrantes. Son muchas las noticias, denuncias y detenciones que pueden documentar esa afirmación. En Chancalá todos conocen quiénes son los que viven de asaltar a los migrantes, y los policías llegan a esas casas por su cuota, pues son los que permiten estos asaltos.

En cuanto a la trata, los centros de este corredor son Palenque, Tenosique y Villahermosa. Un cónsul nos comentó casos de trata laboral de menores en Villahermosa y en Ciudad del Carmen. Los explotadores pagan a los padres que están en Sololá mientras los niños venden en semáforos y esquinas.

Una tomografía sería falsa si no logra mostrar en este corredor la fuerza del crimen organizado. La violencia hacia los migrantes es aquí sistemática y organizada. Estamos en la ruta de Los Zetas. No hace falta llegar a Veracruz para atestiguar que hay secuestros y masacres. En algunos casos se logró liberar a los migrantes, como los 52 secuestrados en Rancho La Victoria, en el municipio de Emiliano Zapata, entre Tenosique y Palenque. En Benemérito, un salvadoreño logró escapar de un secuestro masivo y dio testimonio de cómo torturaban y asesinaban a otros.

DE CONTRAINSURGENTES
A CONTRAMIGRANTES

El origen de Los Zetas es la contrainsurgencia. Su fundador, Arturo Guzmán Decena (Z-1), era miembro del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano (GAFE), creado en 1994 contra la insurrección zapatista. Pero él y una veintena de sus compañeros de armas se dieron cuenta de que ganaban más trabajando para el Cártel del Golfo que para el Estado, descubrimiento que también hicieron algunos ex-kaibiles guatemaltecos, igualmente expertos en contrainsurgencia y entrenados por instructores norteamericanos. Coincidencias de la vida...

El siguiente paso de Los Zetas fue enfrentarse a sus jefes del Cártel del Golfo y hacerse con el control del crimen organizado en toda la costa este de México. Sus métodos militares se muestran en el modo de reclutamiento, en las prácticas de entrenamiento, en la estrategia del terror, en la técnica usada en las masacres, en el descuartizamiento y quema sistemática de los restos de sus víctimas en barriles para no dejar rastros.

Para Los Zetas los migrantes no son sólo una mercancía. Seleccionan a los más fuertes para aumentar sus filas. Algunas de sus masacres se deben a la negativa de los migrantes a ingresar al mundo del crimen. El reclutamiento ha llegado incluso a buscar a ex-combatientes en Nicaragua. La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) denunció en 2012 el reclutamiento forzado, el secuestro e incluso la contratación directa que Los Zetas realizan en Estelí y Matagalpa.

Los Zetas compran bonos de deuda pública y son una multinacional con brazos en Brasil, Argentina y Bolivia. Están extendiéndose a Europa, Asia y África, afirma Edgardo Buscaglia, experto de la ONU en crimen organizado. Ricardo Ravelo, otro especialista en estos temas, asegura que aunque Los Zetas ya actúan en 43 países, el Cártel más poderoso del mundo es el Cártel de Sinaloa, que está en más de 50 países. Para muchos, la guerra al narco que realiza el gobierno mexicano es sólo guerra a los cárteles enemigos del de Sinaloa, como el del Golfo -cuyo líder, Mario Armando Ramírez Treviño, fue capturado el 17 de agosto de 2013 en Río Bravo (Tamaulipas)- o el de Los Zetas, cuyo último jefe, Miguel Ángel Treviño Morales, (Z-40), fue capturado en Tamaulipas el 15 de julio. A Treviño Morales se le relaciona con el secuestro y homicidio de 265 migrantes en Tamaulipas.

“LOS DE LA LETRA”
LOS DE SINALOA Y LAS MARAS

Pocos se atreven a hablar de Los Zetas. En las comunidades que controlan, lo más que se escucha es hablar de “los de la letra”. Menos aún se habla del Cártel de Sinaloa y su infiltración en el Estado mexicano. La periodista Anabel Hernández, cuyo padre fue asesinado por el crimen organizado, es una de las que ha denunciado más abiertamente que el gobierno mexicano protege al Cártel de Sinaloa, y que hasta el ex-Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, formaba parte de la nómina de ese cartel. Su denuncia más sorprendente es que la DEA tiene vínculos con el Cártel de Sinaloa.

¿Y qué relación tienen Los Zetas con las maras? Las maras parecen hacerle el trabajo a Los Zetas, o bien éstos les permiten controlar ciertos tramos. Uno de los más conocidos jefes de las bandas que controlan la ruta del tren era “El Pájaro”. Vivía en Coatzacoalcos, lugar en el que Hernán Cortés se fijó en 1520 y le escribió al rey Carlos V recomendando el lugar como el mejor puerto de la costa del Golfo de México. Coatzacoalcos significa “lugar donde se esconde la serpiente”. Según la leyenda, ahí desapareció Quetzalcoatl, el “pájaro serpiente”. Ahí mismo fue encontrado el cuerpo acribillado de “El Pájaro”, José Trinidad González Vargas por la policía la noche del 25 de agosto de 2013. Antes había sido capturado tres veces por el ejército y tres veces quedó libre, a pesar de que se le incautaban drogas, armas y celulares usados en secuestros.

En la película “Elysium”, excelente metáfora futurista de la migración de hoy, el psicópata mercenario, Kruger, es el símbolo de las maras que extorsionan en las rutas de los migrantes. Esos mismos migrantes que en octubre, en Palenque, vimos llegar asustados a la Casa del Migrante porque junto a las vías del tren los tatuados les informaban: “Si no tienes los 100 dólares mejor no te subas porque te arrojaremos a la vía con el tren en marcha”.

Pocos son los migrantes que se aventuran a denunciar estos hechos, a pesar de que los franciscanos de la zona mantienen el Centro de Derechos Humanos del Usumacinta y La 72 Hogar-Refugio para personas migrantes, donde fray Tomás González ha denunciado incluso al Delegado local del INM de Tenosique porque ofrecía “regularización” a las muchachas a cambio de relaciones sexuales.

CORREDOR CARIBE:
EL MENOS ESTUDIADO

Algunos lo llaman “la frontera líquida”, no porque haya pasado por allí Zygmunt Bauman con su licuadora, sino por el río Hondo y la bahía de Chetumal. Este corredor Caribe, que recoge un flujo que viene desde Belice, es el menos estudiado. La encuesta EMIF-SUR tampoco levanta encuestas en este corredor. Los pasos oficiales son Santa Elena/Subtte. López y Blue Creek/La Unión, y el núcleo urbano más importante es Chetumal, que atrae también por su cercanía con la Zona Libre de Belice (Santa Elena) y los casinos.

En 1986 fueron reubicados muy cerca de Chetumal, y también en Campeche, miles de refugiados guatemaltecos provenientes de Chiapas. Algunos trabajaban temporalmente en la zona hotelera de Cancún, lo que facilitó que, aún después del retorno a Guatemala, muchos regresaran a la Riviera Maya a buscar trabajo. La necesidad de mano de obra para la construcción y para el sector servicios no disminuyó con los huracanes Gilberto (1988) y Wilma (2005). Más bien se demandó más mano de obra para la reconstrucción.

Un estudio del año 2007, elaborado a raíz de un proyecto de atención a migrantes entre la Pastoral Social de Ixcán, la diócesis de San Cristóbal y la prelatura de Quintana Roo, mostró que las necesidades de mano de obra de la industria turística de esa zona eran de 200 mil trabajadores para los siguientes diez años.

La ciudad-nudo es Chetumal y desde allí hay rutas terrestres por Escárcega a Villahermosa, y rutas marítimas muy clandestinas por la costa hasta Campeche y Tamaulipas. Los salvadoreños, expertos en el paso de México, saben también usar esas vías marítimas que salen de Chetumal, según testimonio confidencial de un diplomático .

EN ESTA ZONA
CONTROLAN LOS ZETAS

Muchos pasos ciegos permiten el tráfico de drogas y de armas, a juzgar por los cargamentos de fusiles AK-47 y rifles decomisados en la zona, noticias que de vez en cuando salen en los medios locales. La región está considerada zona controlada por Los Zetas.

Las redes de trata tienen en la Riviera Maya un desarrollo considerable, como denunció la periodista Lydia Cacho.
Su denuncia le ocasionó ser secuestrada por policías de Puebla por orden del gobernador. Su caso puso al descubierto los nexos entre el crimen organizado, la trata y las autoridades.

En esta zona turística hay una doble industria del sexo: de alto nivel para turistas y, a la par, otra “línea” para trabajadores migrantes. Muchachas indígenas de Ixcán y de Chiapas comienzan sus sueños en un cuarto de hotel y terminan en una cuartería sucia de un barrio de Cancún.

En Playa del Carmen nos contaban de una empresa constructora de un lujoso megahotel en el que trabajaban cientos de obreros y la empresa contrataba en Cancún un bus lleno de mujeres para pasar el fin de semana con esos cientos de empleados, muchos de ellos migrantes pendulares que después de varios meses trabajando retornan a sus comunidades.

ALGUNA TERAPIA:
¿VISA DE TRÁNSITO?

Terminamos aquí esta tomografía de la Lampedusa mexicana, que no sólo revela el malestar en la frontera sino en los países de origen. Sabiendo que las causas son estructurales, de un sistema que excluye y descarta, como denuncia el Papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, intentaremos señalar algunas terapias, para no caer en lo que el mismo Francisco llama “un exceso de diagnóstico que no está acompañado de propuestas superadoras y no siempre aplicables”.

Muchas organizaciones pro-migrantes reclaman al gobierno mexicano que regule una visa temporal que permita a los centroamericanos atravesar México sin necesidad de esconderse. Eso evitaría que el crimen organizado se aproveche de la dinámica migratoria actual de clandestinaje. Una de las organizaciones mexicanas pro-migrantes se llama FM4 Paso Libre.

Se denomina así porque el permiso de residencia para extranjeros se llama Forma Migratoria (FM) y las hay hasta ahora de tres tipos. Lo que se pide es precisamente un documento que permita el paso libre de los centroamericanos o bien que se suprima toda visa para centroamericanos. No es nada del otro mundo. Eso lo hace México con Chile, Uruguay, Argentina, Colombia, Panamá, Costa Rica y Belice. La misma OEA pidió al gobierno de México que considerara la viabilidad de la supresión del requisito de visa a ciudadanos centroamericanos.

En la película “Elysium”, donde Matt Damon y Diego Luna intentan pasar la frontera entre dos mundos, ellos logran hacer ciudadanos de la elitista Elysium a los habitantes de la empobrecida Tierra. Sólo es cuestión de documentos.

Otros expertos no creen que la visa de tránsito evite las amarguras actuales del migrante, pues lo único que se lograría es un tapón enorme en la frontera norte. Así lo expuso Juan Artola, ex-director de la OIM en el Coloquio Internacional sobre Migraciones en San Cristóbal de Las Casas. En cualquier caso, la frontera norte es ya el mayor corredor migratorio del mundo, y los sufrimientos de la travesía de México ya no serían tantos si los centroamericanos pudieran cruzarlo con un documento.

¿CORREDORES DE MIGRACIÓN
O MIGRODUCTOS ECONÓMICOS?

Si, como dice Naomi Klein, “después del petróleo, la mano de obra inmigrante es el combustible que mueve la economía suroccidental de Estados Unidos”, hay que concluir que estos cuatro corredores son “migroductos”: conducen a los migrantes a las refinerías del Norte para salvar su tambaleante economía. Ellos y ellas dejan sus países para salvar su propia vida, pues tienen más probabilidades de ser extorsionados y asesinados en su país. En una de las eucaristías celebradas en el albergue de Palenque, al comentar el texto de Pablo en la carta a los efesios, que dice que Jesús destruye los muros de odio que separan a los pueblos, un migrante decía: “En México nos tratan mal porque no estamos en nuestro país”. Y otro le interrumpió: “Yo recuerdo que así también nos trataban en nuestro país”. Así es. La migración pone al descubierto un sistema que descarta, excluye y mata.

Jorge Andrés Gordillo, colaborador en la Casa del Migrante de Saltillo desde el voluntariado jesuita, ha motivado a los migrantes a que escriban sus sentimientos en un taller de poesía. El verso de Luis Ángel Orellana Esquivel, un migrante salvadoreño, deja bien clara la motivación de salvar la vida: Patria, patria que me has dado amor /me reconforta el anhelo / de volver a verte. / Sin embargo /tengo que huir de la muerte.

“Yo estoy huyendo -me dijo Olvin, el primer migrante con el que hablé en Palenque-. Si me quedo en San Pedro Sula me matan o me tengo que hacer de la mara, y yo no quiero ensuciarme porque he aceptado a Cristo”. Su huída parece significar la liberación de una opresión, de una esclavitud. ¿Otra metáfora de Palenque? Los palenques o quilombos fueron, durante la Colonia y aún en los primeros años de las Independencias, los lugares a donde huían los cimarrones,
los esclavos que buscaban su libertad.

LA MEDICINA NATURAL
DE LA HOSPITALIDAD

A la liberación de estas mujeres y hombres ayudan las Casas del Migrante y el gran número de personas implicad

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