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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 5 | Octubre 1981

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Nicaragua

Estado de emergencia: razones y dilemas

El 19 de Julio se definieron las reglas del juego. La economía mixta se preserva pero con ciertas condiciones para que trabaje y produzca para los intereses de la mayoría de nuestro pueblo.

Xabier Gorostiaga

Hay muchas causas que motivan la emergencia económica en la que nos encontramos. Una de ellas es una causa externa: las divisas. Tenemos importaciones por valor de 900 millones de dólares para este año y exportaciones de 540 millones de dólares. El sector privado cesó sus inversiones entre 1975-76. Antes de esto, el sector privado realizó el 85% de la inversión total. Ahora, el sector público tiene que invertir el 85%, lo cual es imposible dado que solamente controla el 20-25% de la producción material. Este tipo de contradicción le hace daño al Gobierno. Ha habido una disminución en el precio de exportaciones como el café y el azúcar, y por el contrario, un aumento en el precio de las importaciones. El mercado centroamericano atraviesa en estos momentos tal crisis que no permite un comercio normal. En nuestro país no se puede ahorrar en este momento. No hay superávit. Entre 1980-81 se produjo una descapitalización que oscila entre los 120-140 millones de dólares, la mayoría muy difícil controlar. Estos y otros factores han dado como resultado un Estado de Emergencia en el que se pueden observar cuatro facetas: económica, social, militar y eclesial.

Emergencia económica

Con un boicot del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, del Banco de Desarrollo Interamericano y/o del Banco de América Central (de donde recibimos el 60% de nuestros fondos externos) tenemos un problema financiero muy serio. También tenemos un boicot para la compra de reses, azúcar, bananos, etc. Venezuela se va alejando de Nicaragua. Esto será muy importante en cuanto al petróleo. Por ello, estamos forzados a acercarnos a Libia, para mostrar al mundo que iremos a cualquier país con el fin de preservar la Revolución. Tratamos de mantener un mercado diversificado sin meternos en el bloque socialista, pero las presiones quizás nos obliguen a ir en esta dirección.

Tratamos de desarrollar una economía mixta planificada. Hasta ahora siempre operamos bajo la teoría económica del "trickle down"Ñ los bienes de los ricos eventualmente benefician a los pobres. Ahora queremos una economía basada en el "trickle up": los beneficios van destinados a la mayoría de la población nicaragüense, los más pobres.

Hay un fuerte problema en la producción. Por cada dólar de producción, necesitamos 60 centavos de materia prima importada. En los campos económicos que hemos nacionalizado, hemos ido perdiendo dinero. En la medida en que tratemos de consolidar y solucionar estas dificultades, el resultado será un aumento del desempleo. La emergencia más crítica en este sentido se dará en Managua, donde se puede alcanzar fácilmente una tasa de desempleo de casi el 25%, mientras en el campo habrá escasez de mano de obra. Esto muestra la necesidad de descentralizar, de desurbanizar.

Tratamos de proteger nuestras exportaciones con cambios en los hábitos internos del consumo. Por ejemplo, estamos cambiando del azúcar blanca al azúcar negra. de la carne de res a la de cerdo, pollo y pescado. Estos son cambios difíciles y encuentran mucha resistencia popular. Se requiere bastante educación en la gente.

Emergencia social

Otra área crítica es el nivel de vida. 250 doctores y 400 ingenieros han salido del país debido a los bajos sueldos y a los temores políticos. Esto afecta la producción y los servicios sociales. Redujimos la inflación del 80% en 1979 al 27% pero ahora subirá otra vez hasta el 35% para fin de año. Los artículos de lujo han subido tremendamente. Aún los productos populares no perecederos como radios, transistores y planchas han subido más del 300%. Somos un país que ha adquirido los gustos de un país desarrollado y, otra vez, cambiar esto requiere un cambio de mentalidad en la gente.

Las viviendas son un problema que no se puede resolver por métodos tradicionales. Una solución posible sería dirigir a la gente en la toma de terrenos ociosos de manera razonable, y dejarles construir sus propias casas con la ayuda del Gobierno, en forma de asistencia técnica, materiales, servicios (agua, luz, etc.) De esta manera, los recursos del país se podrían estirar para lograr más viviendas. Por el momento, el problema sigue pendiente.

Emergencia militar

La emergencia militar es seria. Hay mil ex-guardias en los campamentos de entrenamiento en Florida y Texas, 6 mil en Honduras y 3 mil misquitos que han cruzado a Honduras. Hay 50 asesores argentinos en Honduras y El Salvador y un número igual de chilenos. Ha habido una campaña fuerte para reclutar gran número de chicanos para las fuerzas militares de Estados Unidos. Está el factor adicional de las maniobras de Estados Unidos y Honduras en la Costa Atlántica de Honduras. Muchas personas esperan una intervención militar en Nicaragua, aunque creemos que una intervención militar directa con soldados americanos no es probable. La táctica lógica sería un hostigamiento continuo desde Honduras y la Costa Atlántica, especialmente en la época de las cosechas. Pensábamos utilizar el ejército para ayudar en las cosechas, porque vamos a tener escasez en la mano de obra. Sin embargo, si hay un crecimiento en las confrontaciones con los ex-guardias se cerrará esta posibilidad.

Emergencia eclesial

En cuanto a la emergencia eclesial, el arzobispo de Managua, Mons. Obando y Bravo es una figura clave. Tiene popularidad con la gente y puede movilizar gran número de personas. La oposición política del país ha hecho de Mons. Obando y Bravo una figura clave de la oposición, dado que ellos, por sus medios, no pueden movilizar a la gente. La presión contra el sector progresista de la Iglesia está en pleno desarrollo.

Medidas para enfrentar la emergencia

Se han decretado algunas Leyes debido al Estado de Emergencia, y algunas serán difíciles de comprender fuera del país. Un ejemplo son las Leyes sobre los Medios de Comunicación. Bajo estas leyes, nuevamente se ha cerrado por dos días el diario "La Prensa", que ha tenido una importante trayectoria con el nombre de Pedro Joaquín Chamorro y el papel que jugó el diario durante el tiempo de Somoza. Estos antecedentes han dado una buena imagen y prestigio popular a "La Prensa". Hace aproximadamente año y medio hubo en el diario una división: un grupo fundó “El Nuevo Diario" y ala derecha se quedó en "La Prensa", conservando el nombre. "La Prensa" es clave en la oposición total. Según la Fundación Heritage, y según el documento de Santa Clara, dos "think tanks" (centros de pensamiento) que actúan detrás de Reagan, hay tres factores claves en la oposición: la Jerarquía de la Iglesia, “La Prensa” y los llamados "sindicatos libres" de trabajadores.

Lo que trata de hacer "La Prensa" es crear confusión. Lo hace muy bien y es el mejor periódico a nivel técnico en el país. Presenta los hechos con matiz de drama total. El último caso por el que ha sido sancionada se trataba de un gerente empresarial que había ido descapitalizando la empresa. Se presentó a "La Prensa" como perseguido por el Viceministro de Industria. Este Viceministro era antes el Director Nacional de Ingresos en el Ministerio de Finanzas y, como tal, conoció de las prácticas de descapitalización del gerente. En este caso, como en otros, "La Prensa" tergiversó los hechos para confundir.

¿Cuáles son las medidas e instrumentos en manos del Gobierno para prevenir esto? No tiene instrumentos. El único instrumento es cerrar “La Prensa” por unos días. Por supuesto, el diario usa esto como signo de persecución y así gana más apoyo internacional y aún más popularidad entre la oposición. Si el Gobierno multa a “La Prensa” por falsificar documentos, este hecho lo utilizan para pedir dinero a la gente con lo cual se supera la multa y hasta obtienen ganancias. Es un problema muy difícil. La única u otra posible solución para el Gobierno sería cerrarlo completamente, pero por el momento no se quiere tomar esta decisión. “La Prensa” está tratando de forzar la situación para dar este paso. Tienen el apoyo de Mons. Obando, el apoyo de organizaciones internacionales de prensa muy influyentes, y usan este poder político para desestabilizar y confundir. En mi opinión, los cierres temporales no resuelven el problema. El Gobierno tendrá que buscar otra manera de tratar este asunto, pues si lo cierra completamente el costo político sería bastante alto y se crearían más problemas en lugar de resolverlos. Es muy difícil. “La Prensa” lo sabe y mantiene una posición de negociación frente al Gobierno.

Otro asunto son las huelgas. Yo estaba y estoy en contra de prohibirlas como una medida de emergencia. Creo que el Gobierno podía haber encontrado una política mucho más astuta, más sutil y más popular en vez de prohibir las huelgas y las tomas de tierras. ¿Cuál es la razón para este decreto? La CAUS, sindicato comunista, ocupó FABRITEX, la fábrica textil más importante del país. Este problema se dio con los de la izquierda. Con los de la derecha hubo el problema de los buseros (choferes de autobuses) de Managua, quienes no aceptaron el uso de boletos para controlar el pago de los pasajeros. Sin boletos, los buseros pueden hacer lo que quieran con el dinero.

El Gobierno tuvo que tomar una posición más fuerte debido a estos problemas. Se dio también un tipo de decadencia en la productividad de la mayoría de la clase obrera y el Gobierno tuvo que enfrentar la descapitalización del sector privado, y cualquier otra medida antieconómica, y al mismo tiempo, exigir disciplina a la mano de obra. Si no, no sería posible implementar las Leyes que afectan al sector privado. La Ley no ha sido bien aceptada por los obreros. Es una manera de mostrar la difícil situación económica que vivimos. Es realmente difícil explicar la Ley internacionalmente a los movimientos populares y a las fuerzas democráticas, porque parece una medida totalitaria y no lo es. Fue necesario exigir disciplina en la clase obrera y también balancear la fuerte posición contra el sector privado.

Renegociación de la deuda externa

En relación a la renegociación de la última parte de la deuda externa, el resultado es positivo. Es la parte más difícil de la deuda, la deuda con los Bancos privados y una deuda de los Bancos nicaragüenses que anteriormente eran privados. Ha sido lo más costoso, lo más arriesgado. Las condiciones no son muy buenas, pero son aceptables. Con esta parte final, hemos negociado el total de 1 mil 600 millones de dólares, y en términos internacionales estamos en buena posición, lo cual nos permitirá conducir negociaciones para nuevos préstamos y nuevas relaciones con los Bancos transnacionales u organizaciones internacionales. Y esto mejora las condiciones de riesgo del país. Los Bancos tienen esta prueba de riesgo para cada país. Nicaragua ya cumplió todas las formalidades. El Citibank fue el más duro en estas negociaciones. Los otros Bancos, aún los japoneses y los de Europa, han sido más abiertos a aceptar las condiciones nicaragüenses. En este sentido es también una victoria política.

En la emergencia económica hay signos positivos y optimistas. Nos damos más cuenta de las fallas y de las posibles soluciones. Una crisis ayuda a visualizar exactamente lo que está pasando. Sin crisis una Revolución no avanza. Es necesario acabar con la antigua manera de actuar para empezar a adelantar.

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