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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 262 | Enero 2004

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México

Crece el altermundismo, entre destellos de represión

El gobierno de Vicente Fox, desgastado y pro-empresarial, abona a diario los movimientos sociales altermundistas. El zapatismo sigue siendo una punta de lanza de estos movimientos y así fueron celebrados sus aniversarios en México. Y en el horizonte nacional no falta la amenaza represora.

Jorge Alonso

El Presidente Fox llegó a la mitad de su gestión con una importante erosión de su popularidad. Encuestas de los principales diarios de la capital muestran que no llega al 60% de la aprobación ciudadana; el grupo encuestador GEA lo coloca bajo el 50%, y entre los líderes de opinión la aprobación apenas alcanza un 38%. La mitad de los encuestados percibe que el país se encuentra “estancado”, y un 19% más considera que va en retroceso.

EL DESEMPLEO Y LAS SECUELAS DE LA GUERRA SUCIA

Las opiniones negativas respecto a la gestión foxista alcanzan un 70% en lo relativo al empleo-desempleo. Aunque Fox acepta que el empleo está limitado, a inicios de 2004 se ufanó ante los empresarios de que iniciaría el despido de 50 mil empleados de base del gobierno federal y que saldrían aún más, aconsejando a todos buscar empleo por cuenta propia en los denominados “changarros”.
Según cifras oficiales, México se encuentra en el más grave desempleo desde la crisis de 1995. La Organización Internacional del Trabajo en su informe laboral 2003 señaló un mal desempeño del país en empleo y en productividad. En los últimos tres años se perdieron medio millón de empleos. Según el organismo oficial de estadísticas, a fines de 2003 el desempleo se colocaba en 3.2%, el más alto en seis años, y la falta de empleo estaba afectando ya a la población con buen nivel de estudios, lo que incide en desperdicio de la inversión educativa.

En materia de derechos humanos, el gobierno foxista ha tenido avances y retrocesos. Los responsables de la guerra sucia desde 1968 hasta finales de los años 70 se sentían confiados porque suponían que sus crímenes habían prescrito. No obstante, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró que la acción penal no prescribía en casos de privación ilegal de la libertad en su modalidad de plagio o de secuestro, mientras la víctima no apareciera.

La desaparición forzada ha sido considerada un delito de lesa humanidad. La decisión del Poder Judicial fue aplaudida por organizaciones de defensa de derechos humanos y el titular de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado calculó en 1,500 los casos de personas desaparecidas en la guerra sucia, anunciando que se presentaría nueva acusación contra dos ex-titulares de la Dirección Federal de Seguridad, quienes huyeron del país.
El PRD denunció las actuaciones lentas de la Fiscalía especial y del gobierno foxista, señalando que tratan de proteger a los ex-Presidentes Echeverría y López Portillo, verdaderos responsables de la guerra sucia.

FRENTE AL DOGMA DE LOS “GLOBALISUBORDINADOS”

Habiendo sido un candidato carismático, Vicente Fox ha mostrado como Presidente un vacío de liderazgo que ha sido ocupado por algunos de los peores personajes del pasado autoritario y corrupto de México. La sensación más generalizada ha sido la desilusión por las promesas incumplidas. Y con los ojos ya puestos en el siguiente sexenio, arrecian las disputas por el poder. Otra encuesta sobre cultura política encendió los focos rojos mostrando la persistencia de antivalores democráticos como la intolerancia. La realidad es que el régimen de partido de Estado se puso en paréntesis con la alternancia, pero no se han eliminado las condiciones de su reestructuración. Tras su renuncia, el ex-canciller Castañeda reveló que al asumir el gobierno, Fox había pactado secretamente con el PRI ofreciéndole perdón a su pasado de corrupción a cambio del apoyo a las reformas. Fox había cumplido y el PRI lo había engañado.

El PRD denuncia que la política económica foxista es idéntica a la de su antecesor Zedillo, que han transcurrido tres años en el estancamiento, y que surge la recesión industrial porque el gobierno ni impulsa la economía ni distribuye el ingreso para mitigar las enormes desigualdades. Para el PRD, Fox se ha limitado a mantener las cosas como estaban cuando urgía que el Ejecutivo usara sus facultades para sacar al país de la situación de parálisis en la que ha estado viviendo durante mucho tiempo. Diagnóstico: el proyecto de autodeterminación nacional ha sido sustituido por el de subordinación global aceptando el dogma de que sólo con inversión y tecnología extranjera México puede salir adelante. Frente a esta visión de los “globalisubordinados”, han ido creciendo agrupamientos con la convicción de que la autodeterminación es condición necesaria del desarrollo.

Obispos católicos de México y de Estados Unidos han afirmado que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es un sistema injusto que ha excluido a los campesinos mexicanos llevándolos a una situación de pobreza extrema. Consideran que la recuperación del campo mexicano sólo será posible cuando la soberanía alimentaria y el fortalecimiento del mercado interno sean parte fundamental de la política nacional. Global Exchange calcula que desde que entró en vigor el TLCAN, unos 10 millones de mexicanos ganan menos del salario mínimo y 8 millones se han visto desplazados de la clase media a la baja. Dependiendo de los criterios para medir la pobreza, entre 53-68 millones de mexicanos, sobre un total de 104.8 millones, se encuentran en situación de pobreza.

EN DEFENSA DEL PATRIMONIO NACIONAL

Vicente Fox quiso terminar el año 2003 impulsando dos reformas: la energética y la fiscal. Calculó que con la alianza entre su partido, el PAN, y la anuencia de los diputados priístas -comandados por su coordinadora Elba Esther Gordillo- conseguiría lo que se proponía.

Cuauhtémoc Cárdenas denunció que Fox había llegado a la Presidencia con compromisos básicos con quienes habían hecho posible su acceso al poder mediante el apoyo político y sus contribuciones económicas. Entre los compromisos, se encontraba abrir a la inversión privada áreas estratégicas de la industria energética. La intención presidencial es modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución para dar entrada al capital privado en la generación de energía eléctrica y privatizar la industria petrolera mediante los llamados contratos de servicios múltiples.

El primero de octubre, encabezadas por el Sindicato Mexicano de Electricistas, se manifestaron las principales organizaciones independientes mexicanas de obreros, campesinos y académicos exigiendo al Presidente que respete la Constitución, reclamándole su entreguismo y advirtiéndole que la lucha popular impedirá la entrega del patrimonio de la nación. Los manifestantes llamaron a la unidad en defensa de la soberanía energética del país. A principios de noviembre, constituyeron un frente ciudadano para detener la ofensiva y para elaborar e impulsar una política energética y petrolera de carácter nacional.

OCHO PUNTOS EN LA “MEGAMARCHA”

A finales de noviembre, salieron de varios estados ocho manifestaciones para unirse en una “megamarcha” en la ciudad de México. También tuvieron lugar manifestaciones en las principales ciudades de nueve entidades federativas. En la capital, convergieron sindicatos obreros, universitarios y organizaciones campesinas de todo el país rechazando las reformas impulsadas por el gobierno federal y apoyadas por los voceros de la iniciativa privada. El escenario actual es de una auténtica lucha clasista que enfrenta a diferentes proyectos de país.

Se trató también de una manifestación contra el neoliberalismo. Ocho fueron los principales puntos que aglutinaron a los manifestantes.

1. La consolidación, rescate, defensa y ejercicio pleno de la soberanía energética. La Constitución mexicana establece que la explotación de los hidrocarburos y la prestación del servicio público de electricidad son actividades reservadas exclusivamente al Estado. Se rechaza entregar a intereses extranjeros la administración y beneficios que genera el consumo de la energía eléctrica y que la explotación de hidrocarburos se lleve a cabo mediante la ejecución de contratos de servicios múltiples, que no serán más que cesión de la soberanía a consorcios privados en los que domina el interés privado.

2. La construcción de una soberanía financiera, con la recuperación de la banca de fomento y el desarrollo de una nueva banca comercial con capacidad de dar respuesta a las demandas de la economía. Se propone una reforma hacendaria que no sólo aumente los ingresos del fisco sino que se destinen esos fondos a la inversión en el desarrollo nacional y se quiten cargas impositivas a los sectores más empobrecidos por las políticas neoliberales.

3. La recuperación de la soberanía alimentaria, reconstituyendo las capacidades productivas del campo y elevando las condiciones de vida de los trabajadores rurales.

4. La realización de una reforma laboral que mantenga las conquistas sociales y políticas de los trabajadores.

5. La defensa de instituciones culturales, de investigación científica y de formación profesional que el gobierno federal quiere desaparecer.

6. La revisión y auditoría a todas las privatizaciones de entidades públicas efectuadas desde 1982.

7. La recuperación de una política de dignidad y soberanía.

8. El cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, la presentación de los desaparecidos políticos y el esclarecimiento de los homicidios contra mujeres en Ciudad Juárez, como condiciones de una paz definitiva y digna, de una convivencia justa y fraterna y de un Estado respetuoso de la vida y del derecho.

Todas estas movilizaciones -un resurgimiento social obrero, campesino y popular por la soberanía nacional- iban dirigidas no sólo al Ejecutivo federal sino también al Poder Legislativo. Los grupos sindicales, campesinos y sociales se propusieron crear un consejo económico y social para planear acciones y prometieron asumir el liderazgo que le faltaba al gobierno, acumulando fuerzas para ir delineando un proyecto de nación alternativo al dominante.

TRADICIÓN AUTORITARIA DEL PRI

El proyecto de gasto para 2004 enviado por Fox a la Cámara de Diputados implica más fondos para la deuda pública y el rescate bancario que para la salud y el combate a la pobreza. El costo de pagar a los bancos los intereses derivados del programa de rescate financiero instrumentado durante la crisis de 1995 alcanzaría así en 2004 el clímax de estos nueve años, mientras el gasto en inversión pública se mantendría estancado.

Lo más conflictivo fue la reforma fiscal, centrada en gravar con un 10% las medicinas y los alimentos. Esto quebró la alianza entre el partido gobernante PAN y el PRI. Por cálculos electorales, el PRI consideró muy oneroso apoyar esta reforma y hubo una división entre sus diputados. Por un lado quedaron los comandados por Elba Esther Gordillo, aliados de Fox; y por otro los que se insubordinaron y le quitaron la coordinación de la bancada priísta.

Si Fox había permitido la recuperación del PRI, el PRI aceleraba su crisis por contradicciones internas.
Sin un polo aglutinador, las fricciones en el PRI podrían haberse pospuesto en espera de acaparar las candidaturas, pero la carrera presidencial desatada con tanta anticipación imprimió mucha presión a la crisis. Así se conformaron dos bloques, uno identificado con Madrazo, presidente del PRI, y otro con la secretaria del partido. Pero las lealtades son muy fugaces. El bloque de gobernadores priístas tampoco resistió la división. Nadie pudo conglomerar la pedacería. Se exacerbó la feudalización del PRI lo que lo debilitó, aún cuando venía de una elección que había reposicionado al partido. Deudores de una tradición autoritaria, los priístas no han sabido resolver sus conflictos de manera democrática.

LA PRIMERA DERROTA
DE UNA PROPUESTA NEOLIBERAL

La terquedad presidencial al tratar de imponer el impuesto al valor agregado a alimentos y medicinas y privatizar el sector energético, así como la división del grupo parlamentario del PRI, precipitaron un clima de inestabilidad e incertidumbre en el país. El PRD criticó la reforma propuesta por Fox como regresiva y políticamente inviable y planteó mantener la tasa cero de IVA a alimentos y medicinas y ampliar la base tributaria. Los grupos integrantes del nuevo bloque conformado en la megamarcha se manifestaron ante la Cámara de Diputados, listos para la resistencia, y anunciaron una huelga general en caso de prosperar la propuesta foxista apoyada por el PAN y los diputados priístas comandados por Elba Esther Gordillo.
A la alianza foxista le faltaron ocho votos para triunfar y la reforma fiscal que eliminaba impuestos a los ricos y atentaba contra la economía popular no pasó, a lo que contribuyó la movilización popular.

Fue la primera vez que una propuesta neoliberal impulsada por acuerdos cupulares no resultaba triunfadora. Pero era apenas una batalla. Después, siguió la escaramuza sobre el presupuesto para 2004, más de un tercio para pago de deuda y para saldar amortizaciones del rescate bancario. Aunque los esfuerzos del grupo parlamentario del PRD, apoyados por la movilización popular, no lograron reducciones al costo financiero del IPAB ni tampoco el cobro de aranceles al maíz y frijol importados para beneficiar a los productores nacionales, el balance de su actuación en esta coyuntura fue favorable: contribuyeron a hacer fracasar la injusta propuesta de gravar medicinas y alimentos, consiguieron reorientar los ahorros alcanzados hacia el campo, la inversión de energía, en infraestructura, en educación y salud y en recursos para las entidades federativas. También lograron establecer control sobre la publicidad del Presidente e impedir la desincorporación de 16 instituciones públicas vinculadas a la cultura y al desarrollo económico. Nada de esto hubiera sido posible sin la presión del movimiento popular.

Saldos finales de esta tensa coyuntura: perdió el PAN, se dividió el PRI y avanzó la figura del perredista López Obrador como puntero en las preferencias ciudadanas hacia la próxima Presidencia de la República.

CHIAPAS: SIN DIÁLOGO Y CON MANO DURA

A la mayoría de la nueva Cámara de Diputados la situación de Chiapas pareció no importarle ni en el 2003 ni en las primeras semanas del 2004, pues no nombraron a sus representantes ante la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA). Un senador panista llegó a plantear la conveniencia de desaparecer esta instancia. Diputados perredistas, aceptando que el PAN y el PRI habían agregado un ingrediente extra a la de por sí extraviada ruta de paz y conciliación al no poderse integrar la COCOPA, señalaron que esta instancia seguía siendo esencial para atenuar el conflicto en Chiapas, pese que desde hacía siete años no había diálogo entre las partes.

Mientras el zapatismo ha proseguido desarrollando acciones al margen del Estado, el gobierno ha respondido con mano dura en contra de los municipios autónomos. El comisionado para el diálogo, Luis H. Alvarez, está enfrascado en una campaña de desprestigio en contra del EZLN y realizando encuentros con ex-zapatistas. Los paramilitares no han sido desarmados y siguen presionando a comunidades zapatistas y soldados entrenados por el Pentágono operan en la zona de conflicto.

La prioridad militar de contrainsurgencia se disimula con acciones ambientales, turísticas y de pretendida ayuda social. Entre las comunidades zapatistas ha ido creciendo el repudio a militares y policías y las denuncias sobre la reavivación de los grupos paramilitares. Organizaciones no gubernamentales hablan de una “guerra integral de desgaste” que oficialmente no se reconoce, pero que padecen a diario las comunidades indígenas.

ZAPATISMO: MÁS PRESENCIA EN LA SOCIEDAD

La presencia del zapatismo en la sociedad civil mexicana se ha incrementado en los últimos meses.

El subcomandante Marcos envió una grabación al encuentro internacional en defensa de la humanidad celebrado en el Polyforum Cultural Siqueiros.En él delineó lo que los zapatistas perciben sobre la globalización y el neoliberalismo. Ven una mundialización de quienes tienen mucho dinero y una mundialización de la resistencia. La globalización del dinero no respeta países ni gente, se come a los países y a las personas, destruye el mundo. La lucha contra la globalización del poder es cuestión de supervivencia humana. Ante esto, las resistencias intercambian experiencias y apoyos mutuos. En noviembre, los zapatistas invitaron a la sociedad civil a festejar sus 20-10 conmemorando el vigésimo aniversario de la fundación del EZLN y el décimo aniversario de su levantamiento armado. El zapatismo ha seguido convocando a la sociedad civil como a su interlocutora. Al festejar sus 20-10 el zapatismo revisó su andar y sus tropiezos, también sus lecciones.

FESTEJANDO EL 20-10:
ANIVERSARIOS DEL ZAPATISMO

El 17 de noviembre del 2003 el EZLN celebró sus veinte años de vida en compañía de los pueblos indígenas en resistencia y a puertas cerradas. Avisaron que del 15 al 20 de noviembre los Caracoles de Oventic, La Realidad, Roberto Barrios y Morelia estarían cerrados tanto a la prensa como a la sociedad civil nacional e internacional.

A la vez, invitó a los actos que la revista “Rebeldía” y varias organizaciones sociales y colectivas de México y el mundo estaban organizando con motivo del aniversario. Anunció que a todos esos actos enviaría su palabra pero no a ningún miembro de la dirección zapatistas. Ninguno se presentaría personalmente en los eventos que se realizaran fuera de las montañas del sureste mexicano.

En otro mensaje, con motivo de la presentación del video sobre el zapatismo “El fuego y la palabra”, Marcos criticó, entre otras cosas, el desprecio de la administración foxista por la cultura y su difusión. Para el gobierno -dijo- el arte y la cultura, si no rinden utilidades, deben eliminarse. Se refirió a uno de los puntos planteados en el presupuesto foxista, que intentaba gravar con impuestos la lectura y el estudio y poner en venta varias entidades culturales para incrementar los recursos hacendarios. Marcos considera esto “un castigo a la sociedad y condenar al país a recorrer una nueva etapa de ignorancia y oscurantismo”.

En las celebraciones realizadas por la sociedad civil se recordó que el EZLN había sacudido las estructuras del sistema político mexicano y despertado muchas conciencias, que la rebelión zapatista había conquistado el derecho a hablar y que el zapatismo había hablado de cosas nuevas en forma ingeniosa. Se reconoció que el zapatismo reanimó al movimiento social cuando se encontraba agobiado y debilitado, levantando la dignidad ante las fuerzas represivas y ensayando múltiples formas de resistencia, sabiendo manejar siempre su debilidad con gran fuerza. Se conmemoraba a un movimiento que había devuelto la esperanza de una vida mejor, un movimiento que durante los últimos diez años había luchado por las vías pacíficas para construir otro mundo. Muchos de los avances democráticos en México se debían a ese movimiento. El zapatismo había funcionado como espejo donde se vieron los pueblos indios del país y desde hacía diez años lo mejor del movimiento indígena caminaba de la mano del zapatismo.

En 19 de las 32 entidades mexicanas hubo celebraciones. Grupos afines al zapatismo, integrados por organizaciones de derechos humanos, ecologistas, universitarias y populares también realizaron actividades conmemorativas en siete de los principales países latinoamericanos, en nueve países europeos y también en Turquía, Japón, Canadá y Estados Unidos.

Organismos sociales y personalidades de 25 países se sumaron a los festejos del EZLN con un comunicado en el que apuntaban que junto a los zapatistas seguían aprendiendo a no ser un espejo del poder.

Con actividades culturales y políticas en los Caracoles los zapatistas celebraron el décimo aniversario de su aparición en público. Estas festividades estuvieron abiertas a la prensa y a simpatizantes nacionales e internacionales. En los festejos, los representantes de los Caracoles denunciaron que sus planes de salud, educación, alimentación, producción y comercialización habían sido golpeados por planes y programas contrainsurgentes. Se declararon convencidos de que sólo en la rebeldía y en la resistencia podían construir su autonomía.

En todas las celebraciones los zapatistas y sus simpatizantes optaron por enfatizar el carácter cultural: pinturas, carteles, música, cine, video, conferencias, mesas redondas... Al hacerlo así, se responsabilizó al gobierno y a los ricos de prostituir la cultura, destacando el valor que tienen la gran gama de la cultura popular y de los aspectos culturales de la cotidianidad.

FOX: “CHIAPAS ES OTRO Y ESTÁ EN PAZ”

Una evaluación, supuestamente de instancias gubernamentales, reconocía que el EZLN tenía presencia en 580 comunidades de 35 municipios chiapanecos, y que las Juntas de Buen Gobierno creadas por el zapatismo habían superado diferencias con sus antagonistas a través del diálogo sin la intervención del gobierno federal, mientras los zapatistas siguen rechazando programas y obras gubernamentales. El Presidente Fox se ufanó: “Chiapas es otro y está en paz”. Varios académicos le respondieron: lo primero era cierto, pero por obra del zapatismo; y lo segundo era un espejismo porque en Chiapas no hay paz sino que prosiguen los desplazados, los crímenes impunes y el hostigamiento de los paramilitares. Aunque no había patrullajes militares y se habían reducido los puestos de control, el total de efectivos desplegados en la selva lacandona, en los altos chiapanecos, en la zona norte y en la franja fronteriza se había incrementado. Otro de los hechos graves pendientes era que a seis años del asesinato de 19 mujeres, 14 niñas, 4 niños y 8 hombres desarmados que se encontraban orando en Acteal, la masacre sigue en la impunidad y la complicidad de militares y de priístas en el crimen sigue intocable.

FUENTE DE INSPIRACIÓN
PARA CAMBIOS DE LARGO ALIENTO

Hace diez años México inició su participación en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el auge anunciado no llegó. Se acrecentó la desigualdad. Con el levantamiento zapatista -coincidente en la fecha con el TLCAN- las clases dirigentes han tenido que reconocer los atrasos que padece nuestro país.

El zapatismo representa hoy una punta de lanza en la lucha contra las desigualdades. También ha instalado en la conciencia nacional la reivindicación de los derechos indígenas. Pese a que los agravios han continuado y a que ha seguido sin solución la causa del EZLN, éste se ha mantenido activo, fortaleciéndose e innovando. El Estado mexicano se ha resistido a entender los reclamos indígenas. Pero la permanencia de la lucha zapatista es un recordatorio de los derechos de los pueblos indios.

Los zapatistas saben que su lucha no ha terminado, la han desplazado al terreno de la palabra, pero sobre todo a la construcción de autonomías locales y regionales al margen del Estado. Han impulsado cambios de largo aliento que trascienden lo coyuntural en su rebelión por la dignidad. Han hecho emerger una nueva cultura de cómo hacer política al margen de la intención de la toma del poder y al margen de los partidos cuyo desprestigio ha ido en aumento. Han sido el arranque de nuevos movimientos sociales que han roto con la vieja forma de hacer política. El zapatismo ha sido una poderosa fuente de inspiración para los movimientos altermundistas y ha sido un ejemplo que ha impulsado a los excluidos de diversas partes del mundo a buscar organizarse autónomamente.

AGENTES GRINGOS EN EL AEROPUERTO DE MÉXICO

Con el anuncio de una “alerta naranja” en su territorio, Estados Unidos tomó en los primeros días del año 2004 el control de las revisiones de pasajeros en el aeropuerto de la ciudad de México. Personal estadounidense llegó a supervisar las revisiones, que excedían las normas internacionales. La medida propició prepotencia, abuso de autoridad, excesos, maltrato, arbitrariedades, vejaciones y agravios contra los pasajeros. Y el gobierno actuó de manera poco clara, discrecional y contraviniendo la transparencia y trató de justificarse aduciendo acuerdos internacionales. A todas luces acataba instrucciones de Washington, afectando la dignidad nacional.

Las reacciones vinieron de todos lados. El Cardenal de México se pronunció porque fueron mexicanos quienes vigilaran en territorio mexicano. Cuanhtémoc Cárdenas criticó al gobierno foxista por humillarse ante las exigencias estadounidenses, recordando que en las relaciones internacionales el único trato válido es el de la igualdad. Fox aducía que colaborar con Estados Unidos no violaba la soberanía. Los legisladores de oposición exigieron la salida inmediata de los agentes extranjeros.

El gobierno aducía que la firma del convenio Fronteras Inteligentes, signado en el 2002, facultaba a agentes del FBI a realizar funciones de supervisión en aeropuertos mexicanos. El ex-canciller Fernando Solana señaló que se estaba manejando el miedo como recurso político. Varios comentaristas insistieron: Estados Unidos procura generar y diseminar el miedo como instrumento de dominación política y como apoyo coyuntural a la reelección de Bush.
Especialistas en derecho y en relaciones internacionales de la UNAM manifestaron que la intervención directa de agentes estadounidenses en el aeropuerto de la ciudad de México violaba de manera flagrante el estado de derecho y demandaron que el gobierno mexicano pusiera un alto a las vejaciones que sufrían los mexicanos.

El cúmulo de quejas obligó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos a iniciar una actuación de oficio. La comisión constató un trato vejatorio e indigno a los pasajeros y propuso una carta sobre los derechos de los viajeros.

CUMBRE DE MONTERREY: SIN NOVEDADES

Esta polémica fue el preámbulo de la Cumbre Extraordinaria de las Américas convocada por la OEA el 12 y 13 de enero de 2004 en la ciudad de Monterrey. En la Cumbre se discutieron cuestiones sobre gobernabilidad y terrorismo. Se extremaron aún más las medidas de seguridad en torno a la sede de la Cumbre. Las organizaciones civiles denunciaron que el gobierno de Estados Unidos quería imponer su agenda privilegiando su visión sobre seguridad por encima de las prioridades de otras naciones, Brasil y Venezuela se oponían a que el tema del ALCA formara parte de la declaración e insistían, junto con Argentina, en destacar en la Cumbre los temas sociales.

Fox anunció que trataría de impulsar en la Cumbre un acuerdo migratorio, pero finalmente se plegó al plan presentado por Estados Unidos. El PRD presionó porque el tema migratorio fuera abordado en esta ocasión con la mayor seriedad. México, Colombia y Chile aparecieron como los aliados confiables y dóciles a Estados Unidos, mientras Brasil, Venezuela y Argentina se atrevieron a ventilar discrepancias con la potencia.

Como preparación a la Cumbre hubo foros de empresarios, de académicos y de organizaciones sociales.
Las organizaciones sociales presentaron iniciativas sobre crecimiento económico con equidad, desarrollo social y gobernabilidad democrática y alrededor de 150 organizaciones de la sociedad civil dialogaron con delegados plenipotenciarios a la Cumbre presentando propuestas específicas en cada uno de los temas discutidos, insistiendo en la creación en la OEA de una comisión consultiva permanente de las organizaciones civiles del continente.
En el documento final -muy vago- Estados Unidos consiguió imponer algunos de sus puntos de vista, como el relativo al ALCA. La Cumbre no aportó novedades y fue un escenario más para promover la reelección de Bush.

Un logro fue el acercamiento entre países latinoamericanos para encarar al proteccionismo agrícola y comercial estadounidense. El Presidente estadounidense orilló al mexicano a asumir una postura injerencista contraria a las normas mexicanas de política exterior en el caso del referéndum venezolano y Fox se mostró adulador y servil hacia los intereses estadounidenses.

ALTERMUNDISTAS:
DOS VÍAS PARA HACERSE OÍR

Como ha venido sucediendo en otras reuniones internacionales, las organizaciones de la sociedad civil optaron por participar en una doble vía. Un sector, tratando de ser oídas en las discusiones oficiales. Otro, mayoritario, realizando manifestaciones en las cercanías de la sede oficial. Las organizaciones no gubernamentales que participaron en las consultas previas denunciaron que la voz de la sociedad civil había sido excluida del encuentro y reclamaron a los gobiernos ignorar los compromisos adquiridos en la Cumbre de Québec en 2001: escuchar las opiniones de las representaciones sociales y abrir los procesos de definición de políticas a los movimientos civiles del continente. En Monterrey, los procedimientos establecidos habían sido antidemocráticos, y a diferencia de otros eventos de este tipo, a las ONG se les había negado el acceso a borradores y documentos de discusión, frenando la oportunidad de presentar observaciones ni alternativas.

Más de 350 organizaciones de la sociedad civil exigieron poner fin a los operativos de fuerzas de seguridad estadounidenses en los aeropuertos mexicanos y declararon “non grata” la estadía de Bush en Monterrey.

Se propuso incluso hacer un enjuiciamiento popular al Presidente de Estados Unidos por sus crímenes en contra de la humanidad y de la paz. Integrantes de 41 organizaciones campesinas e indígenas de 32 países denunciaron que el libre comercio había golpeado a América Latina, se pronunciaron en contra del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio e insistieron en su preocupación por la actitud hostil de Estados Unidos hacia Cuba.

TLANEPANTLA: BRUTAL REPRESIÓN

La primera manifestación en Monterrey fue detenida por las fuerzas de seguridad para que no llegara hasta la sede. Otros actos públicos de repudio tampoco pudieron acercarse por la gran cantidad de policías que lo impedían. Militantes altermundistas marcharon simultáneamente en las inmediaciones de la sede donde se reunía una treintena de mandatarios de América, y frente a la embajada de Estados Unidos en la ciudad de México. El gobierno mexicano, sabiendo que las miradas internacionales estaban atentas a lo que aconteciera en Monterrey, se esmeró porque las manifestaciones no traspasaran las líneas de protección de la sede donde se encontraba Bush ni fueran reprimidas, ufanándose de haber podido contener los actos de repudio sin violencia.
Pero un acontecimiento ligó la histeria antiterrorista y la oposición gubernamental a la autonomía indígena con un brutal acto de represión contra la comunidad indígena productora de nopal situada en Tlanepantla, en el estado de Morelos.

Siguiendo sus usos y costumbres, mil trescientos comuneros decidieron quién estaría al frente de la presidencia municipal, desentendiéndose de las elecciones oficiales, en las que contendió alguien a quien repudiaban por anteriores conductas corruptas. Este personaje, violentando la legalidad al comprar votos, consiguió cuatrocientos sufragios y ganó la elección municipal con diferencia de escasos votos. La mayoría de la comunidad no quiso aceptarlo y tomó el palacio municipal. Como las negociaciones con los funcionarios panistas del estado de Morelos no prosperaron, decidieron constituirse en municipio autónomo. Las autoridades federales y estatales no resistieron. El Secretario de Gobernación declaró que no se permitirían esta clase de gobiernos, y el estatal mandó reprimirlos con lujo de violencia. Saldo: un muerto, varios heridos y muchos presos. El gobierno estatal se empeñó en perseguir por el monte y en las comunidades aledañas a los promotores del municipio autónomo. El poblado fue sitiado por la fuerza pública. El terror imperó. Se cateó casa por casa, sin órdenes judiciales, para apresar a los autónomos. Las familias no salían, escasearon alimentos y medicinas.

El primer argumento que esgrimió el gobernador para justificar su brutalidad fue que existía allí un campamento de terroristas, lo que fue desmentido pronto por responsables oficiales de seguridad. También fue reprimida una caravana de solidaridad que intentó llegar al poblado.

COMO EN LOS PEORES TIEMPOS REPRESIVOS

El consejo popular autónomo y la comisión de barrios de Tlanepantla emitieron desde “el exilio” un comunicado en el que denunciaron la represión y el ambiente persecutorio. Se exigió el cese de la represión, del hostigamiento, de la cacería contra sus miembros, y el respeto a la autonomía. Demandaban diálogo para la solución del problema. Integrantes de otros municipios autónomos de otros estados salieron a la defensa de los derechos de los pueblos indios. Exigieron al gobierno que pusiera fin a los ilegales operativos policíacos. Pueblos indígenas de trece comunidades aledañas salieron en defensa de los perseguidos. Los pueblos de Milpa Alta, ofendidos, declararon a los gobernantes que los pueblos indígenas no eran terroristas, que ejercían su derecho a decidir sobre sus formas de vida, recursos y manera de gobernarse. Exigieron la salida inmediata de la fuerza pública de la comunidad de Tlanepantla, liberación de los detenidos, el libre tránsito de los habitantes -recluidos y escondidos por miedo a ser apresados-, la desaparición de los poderes municipales impuestos y el respeto a la autonomía indígena.
La red zapatista Movimiento por la Liberación Nacional convocó a un acto de defensa de la autonomía del municipio autónomo de Tlanepantla. Actos de protesta y de denuncia de violación a los derechos humanos tuvieron lugar en la capital del estado y en la capital de la República.

Finalmente, el gobernador tuvo que echarse para atrás en la persecución y anunció que se suspenderían temporalmente las detenciones. No obstante quedaron en la cárcel 20 colonos, acusados de asonada y motín, con procesos similares a los instaurados en los peores tiempos represivos del priísmo autoritario. La presión popular logró aminorar el ánimo vengativo de las autoridades, pero el conflicto ha crecido y no hay visos de solución inmediata.

Los gobiernos con mentalidad empresarial -como el actual- son incapaces de pensar en términos de salud social y de construcción de ciudadanía y la torpeza y frivolidad de muchos gobernantes están cansando la paciencia popular. Las situaciones económicas y políticas de los más desfavorecidos están provocando al México bronco y las respuestas represivas sólo dinamizarán la espiral de la violencia.

UN GOBIERNO AGOTADO
TRAS UN DESTELLO DE DIGNIDAD

Las semanas de finales de 2003 y las iniciales de 2004 mostraron signos que abonan la inseguridad social e incuban estallidos sociales. El gobierno, desgastado y proempresarial, se encuentra agotado en sus promesas de cambio. Arrepentido de un destello de dignidad nacional cuando se opuso a la guerra invasora de Irak, ha exagerado su disposición servil hacia un gobierno que en su guerra contra el terrorismo se erige como el más poderoso terrorista mundial.

La política económica privilegia a los grupos poderosos y crea un gran desempleo. Los grupos populares han coincidido en su oposición a las políticas neoliberales. Unos han emprendido el camino de enfrentar al gobierno para que no prosperen sus reformas desnacionalizadoras y empobrecedoras. Otros más, tratando de escapar a la globalización neoliberal desde lo local han privilegiado sus opciones autonómicas al margen del Estado.
Pero sufren a diario la amenaza de una demente represión instigada por la histeria antiterrorista. Y otros ciudadanos, con capacidad de pagar el transporte aéreo, sufren acuerdos que no respetan normas constitucionales en una situación donde la soberanía ya no cuenta.

YA HAY RESISTENCIA Y SOLIDARIDAD, PERO NO BASTA

Hay elementos de resistencia y de solidaridad. Estos dos ingredientes tienen que combinarse en una amplia convergencia si se quiere acumular capacidad opositora para ir cambiando la correlación de fuerzas.

Los movimientos frente al Estado han ido construyendo una incipiente red convergente. El zapatismo es una organización coherente con diversas instancias orgánicas, centrado hoy en la construcción de autonomías, y que cuenta con una red con agrupaciones nacionales e internacionales de simpatizantes. Su ejemplo ha ido más allá de sus territorios. Ha demostrado lo generadora de alternativas que resulta la resistencia. Pero, siendo la resistencia tan importante, no basta. Hay que enfrentar poderes fuertes y concentrados. Se sigue requiriendo de una organización reticular amplia. En esta lucha de hegemonía, si no se quiere alcanzar el poder estatal, sí se le tiene que acotar y plantear la construcción de un nuevo poder surgido de abajo con nuevas formas.

Las luchas serán sofocadas si se manifiestan de manera dispersa. Hay que proseguir buscando los rostros de un contrapoder capaz de hacer surgir un nuevo poder que conjugue autonomía con convergencias. La gran gama de los movimientos antineoliberales y altermundistas muestran cómo hay que enjuiciar éticamente la realidad imperante para emanciparse de la sumisión que nos pretende imponer el poder global.

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Nicaragua
¡Adiós a los cerdos! Cambios en la dieta nacional

Guatemala
Nuevo gobierno: optimismo y expectativas

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¿Somos excepcionales los costarricenses?

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El sancocho del Centenario

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Crece el altermundismo, entre destellos de represión

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Después de la firma del TLC: los días que vienen

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