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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 256 | Julio 2003

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Nicaragua

Para salir del “hoyo”

Atrapada en tradiciones políticas muy negativas, con una economía estancada y un desarrollo humano en picada, con una institucionalidad controlada por líderes políticos poco ejemplares, Nicaragua está en el hoyo. ¿Quién la sacara de ahí? ¿Y cuándo?

Equipo Nitlápan-Envío

En los primeros días de julio el Presidente Bolaños pidió a los demás Poderes del Estado que “no le hagan la guerra” y que le ayuden a sacar juntos a Nicaragua del hoyo en el que se encuentra. ¿Hemos tocado fondo? Aunque es difícil precisar dónde está exactamente el último estrato de ese “hoyo” en el que estamos, cada vez parece más difícil hallar una salida a corto plazo.

HUMILLACIÓN POLÍTICA

Es lógico que el Presidente Bolaños pida un “cese de fuego”. La elección, el viernes 13 de junio, en la Asamblea Nacional de los nueve nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia para los próximos cinco años fue un “misil” de largo alcance y alto poder explosivo arrojado por el FSLN y el PLC en el territorio del titular del Ejecutivo. Los peores pronósticos se cumplieron. La elección fue decidida con prisa entre los dos grupos de poder que controlan la Asamblea. Achacándole al mandatario no saber negociar por autoritarismo oligárquico, o ser incapaz de ganarse unos cuantos votos para sus candidatos, en definitiva “no saber hacer la guerra”, arnoldistas y danielistas seleccionaron a todos los candidatos (cinco el FSLN, cuatro el PLC), los propusieron al plenario “en plancha”, y los diputados de uno y otro grupo votaron sin discusión por las dos listas acordadas. Y punto. Ninguno de los candidatos presentados por el Ejecutivo fue siquiera tenido en cuenta.

En los días previos, Bolaños había casi rogado a los dos caudillos -así les llamó por primera vez en tono dramático- que no eligieran magistrados teniendo únicamente en cuenta sus intereses. Pedía “una oportunidad” para su proyecto de ordenamiento del país. Tenía cierta lógica política que uno o dos de los candidatos de la lista de Bolaños resultara elegido. Seguramente, Ortega y Alemán le ofrecieron esta posibilidad dentro de un pacto “a tres bandas”. Bolaños no lo aceptó y se impuso otra lógica, la que aceitó el pacto del 2000 y que hoy, con nuevos matices, sigue teniendo vigencia. Ambos grupos de poder decidieron “poner en su lugar” a Bolaños, demostrándole que su margen de acción fuera del Ejecutivo es, y puede seguir siendo, nulo, que reina pero no gobierna, y que quienes mandan en la institucionalidad realmente existente son el PLC y el FSLN, partidos que en opinión del diputado René Herrera, arnoldista de “principios”, no están dispuestos a ser víctimas de caprichos insolentes de grupos sin representación.

JUEGOS CERRADOS

La reacción de Bolaños fue de declarado disgusto. Volvió a hablar explícitamente de los caudillos, a los que llamó por sus nombres, y afirmó que lo ocurrido era un repacto, que es reparto. Como tanto en la presentación de los electos, así como en la votación para elegirlos, se incumplieron varios procedimientos, y según varios juristas se violó la Constitución, durante varios días se especuló sobre la posibilidad de que el Ejecutivo o “alguien” presentara un recurso de inconstitucionalidad para deshacer la elección.

Pero, quienes decidirían sobre un recurso contra la elección de los magistrados serían los mismos magistrados elegidos. ¿Por qué darían marcha atrás? Juego cerrado. Cualquier proyecto de reforma institucional o constitucional surgido del Ejecutivo o de un plebiscito o de la sociedad civil organizada se encontrará siempre con un obstáculo similar en los poderes pactados y repartidos.

Un abogado constitucionalista se atrevió a recomendar al Presidente que, en último caso, recurriera al Ejército para disolver la Asamblea Nacional. Propuesta excesivamente riesgosa que no tuvo eco.

SOMBRÍO PRONÓSTICO

Sin valorar las cualidades profesionales y la determinación -de vieja o nueva data- de cada uno de los magistrados reelectos, o de los electos por primera vez para el cargo, es indudable que ninguno de ellos pondrá la ley por encima de los intereses de los dos caudillos que los eligieron.

Lo que anuncia el nuevo reparto del Poder Judicial para el FSLN es “dejar las cosas como están”. En el caso del PLC, anuncia la próxima liberación de Arnoldo Alemán de su mansión-cárcel con alguna maniobra promovida por los magistrados liberales en la Corte Suprema, anulando todo lo actuado hasta hoy, conspiración ya en marcha.

A la par que grupos arnoldistas agreden e insultan a Bolaños en cada gira que hace a cualquier comarca, ya empiezan a circular declaraciones como las del abogado Lino Hernández, integrante del llamado “Comité de Derechos Humanos y Justicia para Arnoldo Alemán”, que augura que en dos meses Alemán estará libre por no haber pruebas sustentadas en su contra, y que en tres años le disputará a Daniel Ortega la Presidencia de la República, por ser ambos los únicos líderes con un verdadero partido en el país. El que sean ya muchas las voces que hablan abiertamente de esta eventualidad expresa el fondo del “hoyo” en el que se encuentra Nicaragua.

CUESTA ABAJO

Unos días después de que Bolaños fuera abofeteado políticamente con la elección pactada de los magistrados, y ya en marcha el plan -también pactado- para asestarle la que será su máxima humillación política -la libertad de Alemán-, una encuesta nacional (M&R, junio 2003) mostraba un nuevo descenso en la popularidad del Presidente y una creciente percepción de que Bolaños es débil y ambiguo: el 57% lo percibe así, mientras el 63% considera que el Presidente ejerce poco el poder y un 25% considera que no lo ejerce nada.

Bolaños está cada vez más solo. Su lucha contra la corrupción, que tanto aire le dio en su primer año, está crecientemente desprestigiada. No deja de tener razón Byron Jerez cuando declara, cada vez que puede, que es él el único chivo expiatorio de esta lucha que, por exceso de limitaciones institucionales o por defecto de voluntad política -o por negociaciones entre los liberales en el gobierno- quedó prácticamente parqueada cuando él y Alemán fueron llevados a los tribunales.

A mediados de junio, la Procuraduría anunció, para levantar el ánimo social, que transcurrida una pausa estratégica, venía una “lluvia” de nuevas acusaciones contra otros personajes del gobierno anterior. Pero en dos meses no cayó ninguna gota del aguacero prometido. Para ponerlo peor, lo que sí llueven son las noticias de casos oscuros en los que la negligencia y la incapacidad de los representantes legales del Estado ante hábiles mafias que controlan propiedades y tierras en todo el país, merman aún más los ya tan escasos recursos públicos.

Hace rato que la mayoría de la población dejó de “sentir” la lucha contra la corrupción. Aunque lo es, sólo una minoría percibe que la corrupción sea el principal problema del país (En la encuesta sólo lo afirma así el 5.5%). Casi nadie percibe que la lucha contra la corrupción le reporte alguna ventaja en su estrechez económica y en su diaria lucha por sobrevivir. La mayoría señala insistentemente como principal problema del país el desempleo (En la encuesta, el 45.7% lo afirma así y otro 30.5% dice que es la pobreza). La economía permanece estancada. Encontrar empleo es una aventura diaria para muchísimos con final casi nunca feliz. Los empleos en las maquilas -prácticamente los únicos creados en la era Bolaños, y aun muy limitadamente- no permiten superar el desaliento generalizado que siente la población sin trabajo y sin un salario fijo. Sin otra oportunidad real que la de emigrar.

COMBINACIÓN DECEPCIONANTE

¿Tiene garantizada su continuidad el proyecto político de Bolaños? Aunque las aguas en las que navegan propuestas de alianzas y de candidaturas para las elecciones municipales de noviembre 2004 están tan agitadas que no permiten sacar aún nada en claro, es evidente que la iniciativa política de Bolaños de limpiar al liberalismo del arnoldismo para enfrentar con éxito al FSLN con una nueva opción política, el llamado Movimiento de Unidad Liberal, dista mucho de ser una nave que asegure capacidad organizativa y liderazgos nuevos.

El gobierno de Bolaños no es percibido tampoco como un gobierno austero. Los aún altísimos salarios que se reciben en el Ejecutivo, y especialmente el empecinamiento del Presidente en defender su megapensión de ex-Vicepresidente, siguen restándole credibilidad al mandatario.

Limitaciones objetivas e innegables unidas a una mínima capacidad de ejecución y a una nula sensibilidad social: ésta es la decepcionante combinación que la gente percibe en el Ejecutivo, que a sí mismo debe percibirse atrapado en las redes del pacto. Hemos pasado de la megacorrupción a la ultratecnocracia -se lee en un análisis de grupos independientes de la sociedad-: los funcionarios viven ocupados redactando y circulando documentos al servicio de los donantes. Abundan los estudios y no se implementa nada. Falta una verdadera visión de desarrollo.

NI CONTANTE NI SONANTE

Paradójicamente, la imagen positiva de Bolaños (65% positiva frente a 28% negativa) se nutre también de la imagen negativa que han venido acumulando los dos caudillos de los otros dos polos de poder (Daniel Ortega: 34% positiva contra 60 % negativa, Arnoldo Alemán: 26% positiva contra 70% negativa), a quienes una mayoría de la población quisiera verlos apartarse de la política, según confirma también la encuesta, aunque esto no signifique necesariamente que no votarían por ellos llegada la hora, lo que constituye una paradoja aún mayor, sólo comprensible por la fijación en un tradicionalismo político que se agota en las personas e ignora las instituciones.

La fortaleza principal de Bolaños está en el respaldo de la comunidad internacional, que ve en él la mejor de las opciones para poner algo de orden en un país atravesado por guerras, aventurerismo y corrupción. La fortaleza mayor viene del aval de los Estados Unidos que, sin embargo, no se traduce en un apoyo contante y sonante que permita al gobierno salir un poco del “hoyo” económico en que se encuentra Nicaragua, con una deuda externa aun pendiente de condonación, y que sigue creciendo a diario; con una deuda interna que, aunque el gobierno comienza renegociar, es aún un lastre descomunal, y con un estancamiento evidente.

VERGONZOSA SUMISIÓN

Con el fin de conseguir los 500 millones de dólares que necesita para sacar adelante sus proyectos de infraestructura, Bolaños ha optado en los últimos meses por una vergonzosa sumisión a la política exterior de Estados Unidos. Más de 200 militares del Ejército de Nicaragua arriesgarán su vida en Irak con el único objetivo de legitimar la ocupación militar de ese país tras una guerra ilegal. Y otra: en vez de firmar Nicaragua el Estatuto de Roma, creador de la Corte Penal Internacional, el esfuerzo de conjunto más universal hecho por la humanidad para defender los derechos humanos violados en las guerras, el gobierno de Bolaños se prestó a firmar con Estados Unidos un acuerdo bilateral que protege a los estadounidenses de la Corte. Iniciativa que para Estados Unidos tiene como único objetivo legitimar la impunidad con la que pretende imponer su poderío militar en todo el planeta. Ambas iniciativas de Bolaños fueron aprobadas en la Asamblea Nacional, con la oposición de los diputados del FSLN.

El “hoyo” económico en que se encuentra atascada Nicaragua parece justificar, según el gobierno de la Nueva Era, este innecesario alineamiento con Estados Unidos. Pobres y no honrados: éste parece ser el camino elegido por Bolaños en su política exterior. No sólo es honradez no robar. Es honradez no someterse a la voluntad de los grandes sólo porque son grandes. Esta sumisión no ha significado mayor apoyo económico de parte de la única potencia mundial y “sólo hay a cambio palmaditas de agradecimiento”, según comentan en el Ejecutivo.

El “espíritu” del pacto atraviesa poderes, instituciones, gremios y conciencias. Pero como no hay nada tan sustentadamente negativo que no tenga algo de positivo, la renovada alianza PLC-FSLN, alimentada por la soledad y la debilidad presidencial, impulsó en julio la aprobación, por diputados de ambos partidos, de la reglamentación de la Ley de Autonomía del Caribe nicaragüense y de la Ley de Transferencia a las Municipalidades, dos proyectos estancados durante años y acompañados, también durante años, por la persistente lucha de la población costeña y de los alcaldes de todo el país, reclamando estas justas reivindicaciones. Aunque son avances a los que les faltan muchos pasos, ya son grandes avances.

TIEMPO DE BANQUEROS

En Centroamérica, el final de las guerras de los años 80 no trajo aparejado el famoso “dividendo de la paz” del que tanto se hablaba entonces, y del que se beneficiarían los sectores sociales más afectados por las injustas desigualdades que estuvieron en el origen de las guerras civiles en nuestra región. Tras el fin de la guerra fue el sector financiero el gran ganador de todas las reformas económicas impulsadas por los organismos internacionales, mientras la pobreza y la exclusión se acentuaban. Un análisis hecho por la UCA de El Salvador hace ya varios meses indicaba que son los sectores vinculados al capital financiero los que mejor se han posicionado, no sólo en el ámbito económico, sino también en el ámbito político.

En Nicaragua, esto comenzó a hacerse evidente durante el gobierno Chamorro, años en que proliferaron los bancos privados, y los dirigentes del FSLN ingresaron al juego financiero. Captar capital para fundar o consolidar empresas familiares o de propiedad de los accionistas de los nuevos bancos con un acceso privilegiado y no regulado a créditos fue el “pecado original” que está en la raíz de la posterior quiebra de varios de los bancos nacidos entonces.

El río financiero ha estado muy revuelto desde entonces y la ganancia de algunos pescadores ha sido neta. Durante el gobierno de Arnoldo Alemán, el pacto PLC-FSLN contaminó aún más esas aguas, ya que la regulación de toda la economía fue permanente materia de negociación política entre los dos caudillos, activamente dedicados a consolidar y a ampliar el capital de sus respectivos grupos económicos.

¿AL RUIDO DE LOS CAITES?

Esta herencia pesa hoy sobre el gobierno de Bolaños, que es también un gobierno de banqueros. De los “otros” banqueros, de los beneficiados con bonos tras la quiebra de los bancos. En el contexto de estas quiebras, nunca aclaradas, se produjo el 2 de julio la renuncia a su cargo del Superintendente de Bancos Noel Sacasa. La presentó estando ya fuera de Nicaragua, de donde se fue con toda su familia.

Se ha dicho que Sacasa “se corrió al ruido de los caites”, que fue “un cobarde” y no “lo suficientemente hombre” como para enfrentar los resultados adversos de una auditoria operacional efectuada por la Contraloría sobre su gestión al frente de la Superintendencia (SIB) o como para batallar en los tribunales de justicia en una montaña de juicios derivados de las quiebras bancarias fraudulentas ocurridas en los cuatro años de su gestión. También se ha dicho que Bolaños no le quiso dar su apoyo en los juicios que ya actualmente enfrentaba. De hecho, Sacasa ya había recibido sentencias en su contra en todos los recursos de amparo interpuestos por los ex-banqueros afectados por las medidas de la SIB. Se dijo también que Sacasa sentía que el FSLN le “pasaría la cuenta” por la quiebra del Interbank.

Las declaraciones de Bayardo Arce, ex-banquero sandinista, quien llegó al extremo de culpar a Sacasa de todas las quiebras bancarias producidas en el país, e interpretó su renuncia como un reconocimiento tardío de su incapacidad e ineficiencia al frente de la SIB, avalan esta hipótesis. En la misma dirección, aunque de forma más mesurada, se pronunció Luis Ángel Montenegro, contralor sandinista y promotor de la auditoría ejecutada por la Contraloría. Es evidente que la influencia del FSLN en todos los escalones del Poder Judicial es suficiente como para amedrentar a cualquiera.

UNA SEÑAL GRAVÍSIMA

Las autoridades del gobierno han minimizado el impacto de la sorpresiva he inesperada renuncia de Sacasa, argumentando que es el Consejo Superior de la SIB quien tiene la responsabilidad de llevar en última instancia el control del sistema financiero nacional, y que se barajan los candidatos para reemplazarlo. Todo, buscando dar a entender que esta renuncia no tiene ninguna consecuencia importante para la institucionalidad del país.

Nada más alejado de la realidad. El fortalecimiento de la institucionalidad financiera de Nicaragua ha sido, y sigue siendo, la prioridad número uno de los organismos financieros internacionales, con influencia determinante en la economía nacional. Un sistema financiero estable se considera pre-requisito para lograr un desarrollo económico y social sostenible. Además, después del 11 de septiembre, Estados Unidos ha puesto especial énfasis en la regulación y control de las operaciones bancarias a nivel global, como componente central en su lucha contra el terrorismo.

Noel Sacasa se había ganado la confianza de las instituciones multilaterales y también gozaba de credibilidad entre los banqueros del país. Si alguien como él se ha visto obligado a renunciar de esta manera, ¿qué pensar de la institucionalidad financiera y de la misma institucionalidad nacional en su conjunto? Sin lugar a dudas, el daño ocasionado a Nicaragua por la situación que llevó a Sacasa a renunciar -no la conocemos, sí la imaginamos-, y no su misma renuncia, tendrá graves implicaciones de corto y mediano plazo para el país.

MADEJA POR DESENTRAÑAR

Me voy por la falta de institucionalidad que hay en Nicaragua, por la situación de inseguridad jurídica y por la situación judicial que hay en el país... Cuando uno ve un peligro, hay veces en que lo correcto es enfrentarlo, pero hay otras donde lo correcto es ausentarse.... Yo no estoy obligado a ser mártir. Estas respuestas dadas por Sacasa a medios nicaragüenses desde Washington -a donde fue en busca de un trabajo que le permita vivir fuera del país- permiten imaginar, una vez más, la inextricable madeja que se esconde tras el cierre de los siete bancos que han quebrado en el país en los últimos cinco años, historia que de reconstruirse en detalle nos permitiría saber bastante de las características del “hoyo” en el que estamos y conocer mejor a quienes, empujándonos a él, siguen teniendo tanta voz, poder, prestigio y oportunidades.

EDUCAR, DAR EJEMPLO

La probada fragilidad institucional de Nicaragua, la historia de los últimos 25 años, con tan bruscos cambios no asimilados, la falta de un liderazgo ético, la extrema habilidad de los corruptos dirigentes del FSLN -habilidad para conspirar, para el juego de la permanente doble moral, para intimidar- y la incapacidad política de sus oponentes, demuestran a diario que el juego institucional y jurídico, también el juego electoral están cerrados, mientras el país ha tocado fondo en un juego económico sin otra perspectiva que la ficticia salida de largo plazo que le ofrece a Centroamérica el TLC con Estados Unidos.

Quedaría abierto el juego ético. Pero no para el corto plazo. No existe ninguna persona sensata y honesta en el país que piense que Nicaragua tiene alguna salida realmente nacional y alentadora en el corto plazo. Cualquier persona honesta y sensata sabe que las salidas nacionales, de aparecer, vendrán solamente tras prolongados esfuerzos de mucha gente, que también con el buen ejemplo de su propia vida, apuesten a procesos educativos masivos, que garanticen el protagonismo, dentro de bastantes años, de nuevas generaciones de personas sensatas y honestas. Salirnos del “hoyo” por nosotros mismos requiere de mucha imaginación, de muchísima paciencia y de muchisísimo tiempo.

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