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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 158 | Abril 1995

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El Salvador

A balazos contra los acuerdos de paz

El 30 de abril la misión de observadores de ONUSAL abandonó El Salvador. Pero nadie cree, tampoco la ONU, que el proceso de paz esté ya garantizado. Nadie está seguro que sean irreversibles los acuerdos de paz firmados en 1992.

Juan Hernández Pico, SJ

El mes de marzo se cerró en El Salvador de una manera patética. Los lisiados de guerra, tanto de la Fuerza Armada como del FMLN, fueron vapuleados en las calles de San Salvador a manos de la Policía Nacional Civil. La escena parecía de los "mejores tiempos" de los antiguos cuerpos de seguridad. El gas lacrimógeno se esparcía, volaban las balas de hule y se perseguía a lisiados sin capacidad de escapar y en absoluta inferioridad de condiciones, doblegándolos y ensangrentándolos a bastonazos cuando ya la manifestación había sido contenida.

Las imágenes no editadas de un telenoticiero que salió al aire esa noche eran irrebatibles. El director de ONUSAL habló ese mismo día del "exagerado celo" de la PNC al disolver la manifestación. La valoración diplomática se quedaba corta. Más duramente se expresaría la nueva Procuradora de los Derechos Humanos.

¿Son ya irreversibles los acuerdos de paz?

Frente a imágenes tan duras, se sentía ese día indignación y tristeza. ¿Vale más la imagen de una flamante Cumbre de Presidentes Centroamericanos hasta su sede querían llegar los lisiados que la frustración de quienes combatieron en la guerra? ¿Serán estas imágenes un presagio? ¿Son reversibles los acuerdos de paz? ¿Están asegurados los Derechos Humanos? ¿La Policía Nacional Civil asimila el criterio de la nueva doctrina de seguridad: que las órdenes gravemente injustas e inmorales no deben ser obedecidas por los subalternos?

"Si al leño verde así lo tratan, qué no harán con el seco", pensaban muchos. Si a los lisiados que de uno y otro bando dieron parte de su cuerpo por la patria o por el pueblo les reprimen así la manifestación de sus reivindicaciones, ¿qué no harán con los obreros o con los empleados del Estado cuando se oponga a la privatización, con campesinos que reclaman la transferencia de tierras o con las obreras de las maquiladoras? Lo había reconocido Boutros Ghali días antes: ésta es la hora en que el fondo para lisiados y discapacitados de guerra no ha comenzado a funcionar. Según una encuesta de la UCA, un 69% de los salvadoreños prevé para 1995 un año con muchos conflictos sociales. Así viene ocurriendo desde comienzos del año.

La situación se agravó en marzo. Es el caso de los lisiados. También el de las obreras de las maquiladoras. En las zonas francas los antimotines de la policía Nacional Civil reprimieron a las obreras y se llevaron presos a sindicalistas, incluso al secretario general de FENASTRAS, para ponerlos a disposición de los tribunales. El 13 de marzo el gobierno desplegó a la Fuerza Armada como apoyo logístico al patrullaje de la policía Nacional Civil, despertando otra dramática memoria. El ejército en la calle. Aunque es probable que hoy una minoría de la población apruebe estas medida extrema, harta como está de sufrir la delincuencia. El 28 de marzo, el Presidente envió un informe sobre esta decisión a la Asamblea Nacional, pero ni decía cuántos soldados se han desplegado ni dónde ni en qué actividades concretas actúan ni hasta cuándo estarían en esa misión. Tampoco dejaba la continuidad o renovación de la decisión en manos de la Asamblea. Todo esto es inconstitucional. En todos los casos, lo dramático es que el incumplimiento de los acuerdos de paz por el gobierno -y a veces por el FMLN- han llevado a un general frustración.

Ghali: no hay seguridad

El panorama no se oscureció de repente. Repetidamente, los gobiernos de Cristiani y de Calderón Sol han demorado el cumplimiento de algunos de los más importantes acuerdos de paz. Lo han dejado de cumplir en serio. El 30 de abril concluye la presencia de la ONU en El Salvador y está ya claro que ONUSAL se irá del país sin poder atestiguar el cumplimiento de los acuerdos y la irreversibilidad y el éxito el proceso de paz.

El 24 de marzo, el Secretario General de la ONU, Boutros Ghali, en su último informe al Consejo de Seguridad antes del retiro de ONUSAL, afirma que en El Salvador se han logrado "procesos gigantescos". Desde una sociedad violenta y cerrada -dice- hacia un orden democrático en el que la protección de los derechos humanos y la libre expresión se están consolidando". Pero añade, con fuerza difícilmente superable, que "aún quedan por cumplir varios compromisos antes de que el proceso de paz de El Salvador pueda ser considerado un éxito. Lamentablemente, esos compromisos se refieren a aspectos de los acuerdos de paz de tal importancia, que, mientras no se resuelvan, podrán en tela de juicio el carácter irreversible del proceso de paz". Algunos de esos aspectos -añade el informe- podrían llegar a ser explosivos y es necesario neutralizarlos cuanto antes".

A nadie puede escapársele la gravedad de esta evaluación, dado que el éxito y la irreversibilidad del proceso de paz en El Salvador son cruciales para probar la capacidad de la ONU de ser instrumento adecuado para la consecución de la paz en otros conflictos que desgarran hoy internamente a no pocas naciones.

¿Prolongar ONUSAL?

La situación está, de hecho, llegando a sus límites. Hay fuerzas dentro de ARENA, el partido gobernante -tanto en el gobierno como en la Asamblea Nacional- que obstaculizan cualquier avance en el cumplimiento de los acuerdos. El FMLN -la otra parte negociadora de los acuerdos- está divido. Ambas realidades crean obstáculos difíciles de superar. El secretario General de la ONU los señala y dice que las consecuencias, el incumplimiento de "varios de los solemnes compromisos contraidos en Chapultepec", darían base para presentar "contundentes argumentos a favor de mantener a la ONUSAL después del 30 de abril de 1995.". Añade que "se estudió seriamente una recomendación al respecto, pero me abstuve de hacerla, en vista de los claros indicios de los miembros del Consejo de que había llegado el momento de poner término a la ONUSAL".

Simple y sencillamente, no quieren los gobiernos de los cinco Estados con sillón y veto permanente en el Consejo de Seguridad, -Estados Unidos, Rusia, Francia, China y Gran Bretaña- seguir financiando a ONUSAL. A corto plazo, no temen un recrudecimiento de la guerra. En realidad, no creen que la posible "reversibilidad" del proceso de paz- de la que el Secretario General habla- acabe en un nuevo estallido bélico. De ahí para abajo todo puede verse como meras imperfecciones. Triste falta de voluntad política del Consejo de Seguridad y sobre todo, de los Estados Unidos, para que se consoliden los logros de la paz en este pequeño país al que le financiaron la guerra durante tanto años.

Problemas explosivos

Existen en el gobierno salvadoreño fuerzas que desdicen continuamente del compromiso con los acuerdos de paz que el Presidente Calderón Sol reafirma. Y no hay hasta el momento un liderazgo que neutralice a esas fuerzas. O el Presidente no manda lo que debe o no le obedecen. Boutros Ghali no quiere dejarle fácil salida al gobierno. En su informe, enfatiza que Calderón Sol es Presidente por elecciones con "legitimidad realzada por las reformas que siguieron a los acuerdos de paz y con la participación de las Naciones Unidas". "Su gobierno -dice- tiene una responsabilidad pesada y directa, que el Presidente ha aceptado plenamente, de asegurar que todos los compromisos derivados de los acuerdos se cumplan con la menor demora posible".

El Secretario General destaca la importancia de que el gobierno de prioridad a la aplicación de los acuerdos en el período que falta para la retirada de ONUSAL. Empezando por aquellos cuyo cumplimiento depende sólo del Ejecutivo. Señala que ha habido especial oposición en el gobierno a que El Salvador se adhiera a tratados internacionales de derechos humanos, al programa de transferencia de tierras y a la reforma electoral. Insiste luego en que aún no se han entregado títulos de tierras a más de la mitad de los potenciales beneficiarios y en que hace falta poner el crédito a disposición de muchos de ellos.

También es notorio el énfasis que hace la ONU en el tema de los asentamientos humanos, en los subsidios para vivienda urbana y en la consolidación de las comunidades que surgieron de los desplazamientos internos y de las repatriaciones durante la guerra. Este es uno de los problemas que Boutros Ghali considera más "explosivos" y que afirma debe solucionarse antes de que la ONUSAL abandone el país, pues el grupo reducido de la ONU que permanezca para verificar el cumplimiento de los acuerdos será menos capaz de ayudar en una operación tan compleja.

Resalta el informe la urgencia de fortalecer a la policía Nacional Civil para que la seguridad pública sea más eficaz, funcione con mayor respeto a los derechos humanos y no regrese a manos de la Fuerza Armada. Enfatiza la necesidad de seguir reformando las instituciones judiciales, de fortalecer la Procuraduría para los Derechos Humanos y de hacer que funcione el Fondo de Protección para Lisiados y Discapacitados. Breves días antes de la represión sufrida por los lisiados en su manifestación, el informe Secretario General de la ONU identificaba la falta de funcionamiento de ese fondo como "motivo potencial de malestar".

Maquiladoras en lucha

Durante todo el mes de marzo la industria maquiladora vivió en una incesante y sorprendente agitación. La beligerancia con que las obreras de las maquiladoras han reaccionado es sorprendente. También lo es la militancia de los dirigentes de las centrales sindicales, que las han apoyado. A muchos nunca les pareció posible que las reivindicaciones laborales se desencadenaran con tanta fuerza en este sector.

La maquiladora viene a nuestro país a aprovecharse de las muy altas tasas de desempleo, de los bajos salarios y de la ausencia de la organización sindical. "Flexibilidad del factor trabajo": es el eufemismo con que se encubre esta realidad. Con esta "flexibilidad", la maquiladora mantiene pendiente sobre sus trabajadoras la amenaza del despido fácil sin indemnizaciones ni prestaciones. Y al mismo tiempo que obtiene grandes volúmenes de producción a un mínimo costo, hace perder sobre todo el país el chantaje del fácil desmantelamiento de la industria, pues como no invierten ni en tierras ni en construcción, con agilidad y poco costo pueden trasladar sus patentes y su tecnología de un país a otro.

Una conspiración

La clave del tesón en la lucha de las trabajadoras de la maquila -dijo el Presidente Calderón Sol- habría que encontrarla en una "conspiración" de los sindicalistas de los Estados Unidos en complicidad con sus colegas salvadoreños para que las maquiladoras, asiáticas y estadounidenses, también inviertan y creen puestos de trabajo en los Estados Unidos.

A mediados de febrero no había hablado así. Había aceptado la necesidad de investigar las irregularidades que estaban ocurriendo en la maquila. "No es posible admitir abusos- manifestó entonces el Presidente de la República.- Tenemos toda una legislación laboral y penal que aplicar, por lo que se deben deducir responsabilidades para iniciar procedimientos a través de la Fiscalía General de la República." Indicó entonces que había ordenado al Ministerio del Trabajo comenzar inspecciones. Pero ya el 11 de marzo sostuvo que detrás de las denuncias contra las maquiladoras y de las propuestas y reivindicaciones de sus obreras "existían intereses de los sindicalistas extranjeros". Sectores estadounidenses -dijo- quieren demostrar que en la región no se respetan las leyes laborales". El propósito de la "conspiración" sería también quitarle a Centroamérica capacidad de pedir su incorporación al Tratado de Libre Comercio y más tarde, al Area de Comercio Libre de las Américas.

El Presidente Calderón no se pregunta si el problema no estará en que en las zonas francas de El Salvador no se respetan los derechos laborales. De hecho, es sospechoso que sean los dirigentes de sindicatos de tendencia "democrática" -usados por la iniciativa privada y el gobierno para dividir al movimiento laboral -los que hayan acusado a los sindicalistas de izquierda de recibir dinero de los sindicatos estadounidenses para financiar las protestas en las maquiladoras.

Paraísos -infiernos

La mayoría de los trabajadores de las maquiladoras son mujeres. Y estas parecen haber llegado al límite de su aguante. Ya no sólo denuncian el impago de horas extras, los salarios por debajo del mínimo legal, la falta de prestaciones y la falta de seguridad en el trabajo y el empleo. Denuncian también malos tratos, abusos sexuales, impedimentos para asistir a consultas médicas, etc. Y sin ningún pudor, los dueños de la maquiladoras reafirman que no quieren organización sindical y advierten sobre las posibles consecuencias de la sindicalización. "las huelgas y el entorpecimiento de labores provocan bajas en la producción, costos elevados y pérdida de clientes, porque dañan la imagen de las compañías, declaró uno de los propietarios de Mandarín International, de la zona franca de San Marcos.

Pocas semanas más tarde la Policía Nacional Civil interrumpió violentamente el paro de labores en JATEX, otra maquiladora de la zona franca de El Progreso, donde apresó y consignó al juez al secretario general de FENASTRAS. En los días siguientes, los antimotines de la PNC desalojaron a las obreras que protestaban en otra maquiladora y luego a obreros que ocupaban una fábrica de alimentos.

La ANEP se ha reunido con los sindicalistas y el Consejo Superior del Trabajo aborda también la problemática de la maquila. Después de toda esta crisis no se va a poder continuar en el sector de las relaciones obreo-patronales como si nada hubiera ocurrido, como si la paz no pasara por empleos retribuidos con mínimos de justicia y por relaciones laborales que respeten la dignidad. Nadie quiere que se pierdan empleos, aunque tampoco haya que exagerar el volumen de empleos generados por las maquiladoras, que estarían entre 50 y 65 mil, alrededor del 2.5% de la población económicamente activa. Pero no se pueden defender sin ningún cuestionamiento empleos que -según la publicidad de FUSADES- cuestan a los inversionistas un salario de 33 centavos de dólar la hora o 577.50 colones al mes, cuando el salario mínimo era en el momento de esa publicidad de 810 colones mensuales.

La clave está en que los productos maquilados han llegado a ser -según el Banco Centra de Reserva -un 34% del total de las exportaciones salvadoreñs. Es evidente que la solución a este dilema entre empleo y trato laboral junto no puede venir más que de disposiciones jurídicas que unifiquen a los Estados en la institucionalización de frenos universales a estos "paraísos" industriales y fiscales que se vuelven infiernos para los trabajadores.

Desarrollo Social

El 27 de marzo, el Presidente Calderón Sol habló en cadena nacional de radio y televisión al país. Hacia 15 días que había regresado de la Cumbre de Copehague. En su discurso propuso un plan de desarrollo social para que sea seguido más allá del plazo de su gobierno. Reconoció claramente el carácter crónico del problema de la pobreza en el país, dejando así de lado retórica publicitaria de los meses de su campaña electoral, en los que hablaba demagógicamente del progreso experimentado en El Salvador durante el primer gobierno de ARENA.

Calderón Sol anunció que para 1999 el 50% del presupuesto nacional será destinado a una inversión que ataque la pobreza y fomente el capital humano. Actualmente, el llamado "gasto social" es el 26.6% del presupuesto nacional. El presidente mencionó varias metas concretas para 1999: reducir la tasa de analfabetismo a un 15%, dotar de agua potable al 90% de la población urbana y al 50% de la rural, introducir un sistema de "canasta básica de servicios de salud", construir o mejorar 200 mil viviendas -esto en lo que queda de su mandato- y reformar el sistema de previsión social haciendo a cada usuario supervisor cercano de sus fondos de pensión en cuenta personal. Además, se propone crear condiciones de desarrollo local descentralizado, a través de fuentes de producción y empleo, de la protección de la familia, de la extensión de oportunidades en el deporte y de la promoción de la pequeña y micro empresa. Medidas todas orientadas también a detener la migración del campo a la ciudad.

¿Con qué dinero?

Las reacciones de las fuerzas políticas y culturales del país al anuncio destacaron la importancia de reconocer que el problema de la pobreza es estructural, aunque en este punto Calderón Sol parecía estar aún "confuso", pues indicó que "los problemas de la extrema pobreza se iniciaron en los tiempos de guerra", desconociendo lo antiguo de sus raíces y su agravamiento por planes económicos de ajuste estructural que han olvidado las políticas de fomento a la producción y al empleo.

El candidato presidencial de la coalición de izquierda, Rubén Zamora, ofreció al Presidente el beneficio de la duda, con tal de que explique cómo va a financiarse el plan de desarrollo social que anunció.

Si el financiamiento -dijo viniera de los ingresos que las privatizaciones van a proporcionar al Estado, se trataría de un financiamiento demagógico, por pasajero. Pero si la estructura tributaria del país se reforma para hacer que las rentas del capital y el patrimonio de los más pudientes, así como una disminución continua del presupuesto militar, cubran esos gastos sociales, el país contaría con una fuente estable de financiamiento para este ambicioso plan.

Los Ministerios de Economía y Hacienda se refirieron a que se gestionan ante el Banco Mundial y el BID mil 800 millones de colones para impulsar el plan. El Ministerio de Hacienda indicó que "con la modernización del Estado y la redefinición de la actividad propia del Estado en estos momentos, los crecimientos en eficiencia en todos los campos nos van a liberar fondos para poder invertir más en esos rubros." Tras de estas crípticas palabras se esconde probablemente aquello a lo que Zamora aludió: se va a recurrir a los ingresos de la privatización. Tanto más claro cuanto que se afirma que será en 1996 cuando los porcentajes sociales del presupuesto empezarán a aumentar, y es para 1996 que se esperan las privatizaciones.

Nueva Procuradora

La Asamblea Nacional eligió una nueva procuradora de los Derechos Humanos: Victoria Marina Velázquez de Avilés. Como en la elección de la Corte Suprema, los diputados -se necesitaban dos tercios- se demoraron casi cuatro semanas más allá de la fecha prevista para el revelo. Al final, sin embargo, la elección no se definió -como entonces- por cansancio ni los intereses partidistas dieron origen a un resultado en que se anuló a los candidatos competentes y dignos. La Doctora Velázquez estaba encargada de la Procuraduría de los Derechos de los niños e hizo bien su tarea. Su misión ahora es más importante que nunca. A la procuraduría le tocará investigar sobre el respeto y las violaciones a los derechos humanos, una vez que la división de Derecho Humanos de ONUSAL cesa, al retirarse la misión del país.

El hecho de que en Ginebra la ONU haya sacado este año a El Salvador de la lista de países que necesitaban de un relator especial encargado de monitorear el estado de los derechos humanos realza aún más la importancia de las tareas de la Procuraduría. En sus primeras declaraciones, la nueva Procuradora se manifestó en contra de la plena de muerte, tema en discusión hoy en la Asamblea. "No se puede esperar que una procuradora se pronuncie a favor de la pena capital, si su deber es luchar por la defensa de la vida digna. La historia misma ha demostrado que el Estado no ha resuelto nada cuando ha tratado de solucionar los problemas siendo represivo, matando a los delincuentes", dijo. Ante la represión contra los lisiados, la nueva Procuradora se expresó condenando la violencia, "aún más si ésta es usada de manera excesiva en contra de manifestaciones particularmente vulnerables".

"Estamos gobernando"

Declaraciones que contrastan con las de Joaquín Villalobos, recientemente co-fundador del nuevo Partido Demócrata. "Nos salimos a tiempo del Frente", dijo, acusando al FMLN de estar tras de la manifestación de los lisiados y calificando ésta como "el tipo de cosas que hacen parecer que la violencia y el caos son un fin en sí mismo". El mismo Villalobos, en la reunión que tuvieron con Boutros Ghali los cinco grupos antes unidos en el FMLN, se mostró muy en desacuerdo con el exigente informe de Ghali sobre los acuerdos de paz aún incumplidos, afirmando que lo que falta por cumplir son "cosas marginales".

Por su parte, la Vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Ana Guadalupe Martínez, del partido de Villalobos, se refirió a la manifestación de los lisiados en términos similares a los que empleó en sus declaraciones el jefe de la bancada de ARENA, Juan Duch. Finalmente, el jefe de la bancada del recién fundado Partido Demócrata, Juan Ramón Medrano, afirmó que desde el momento en que los manifestantes lisiados portaban armas contundentes, "demostraron que tenían en mente el concepto de enfrentamiento", de modo que la PNC sólo cumplió con su misión.

En otro contexto, Medrano declaró llanamente que "ahora estamos gobernando". Poco a poco se va constatando que los grupos que han dejado el FMLN (ERP Y RN) y el antiguo MNR, fundidos para constituir el nuevo Partido Demócrata, no van formando un centro sino haciendo causa común con la derecha del país. No se imaginan muchos salvadoreños actuando así a Roque Dalton, a Rafael Arce Zablah, a Guillermo Ungo y a tantos que entregaron su vida por el pueblo y que un día fueron compañeros de los que hoy se expresan así.

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