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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 158 | Abril 1995

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México

Se estrechan los ciclos de las crisis

Ningún proceso de la crisis mexicana ha concluido. La bancarrota económica empieza a atenazar al pueblo. La corrupción sale a diario de un barril que parece no tener fondo. Y en Chiapas toda la paz está por construirse. Los ciclos críticos del sistema Parecen haber llegado a un límite.

Raúl H. Mora Lomelí

Preguntándose quién triunfará hoy en México, implora el escritor Carlos Fuentes: "Ojalá no sea nuestra madre cruel y misteriosa, la insondable Diosa de las Tinieblas, la Coatlicue de la Falda de Serpientes". Coatlicue se llama la deidad a la que hay que ofrendar sangre y corazones vivos para que los héroes y los guerreros ganen. Así sucede en la batalla cotidiana en que el sol vence a la luna y a las estrellas para seguir iluminando con su luz.

Desde enero se vive en México una crisis de confianza. En unas cuantas semanas la crisis se agudizó aún más. La inseguridad de la situación económica, la protesta contra la corrupción y la impunidad, el reclamo por una paz justa y digna en Chiapas llenan los medios informativos y preocupan a la población toda. A la par, se multiplican abiertas críticas al Presidente Zedillo por su política y por su debilidad. Todo el sistema es cuestionado. Los ciclos de avance y retroceso de la crisis se estrechan
y agudizan.

Entre la devaluación y la fuga

El reconocimiento oficial de que "algo" andaba mal en la economía se produjo a fines de diciembre/94. Desde entonces, continuó la caída en picada del valor del peso mexicano frente el dólar. A principios de marzo, el dólar llegó a cambiarse por 8 pesos. Existe la promesa, incierta, de que el cambio se estabilizará en poco más de 6 pesos a mediados del año. En medio del rejuego monetario se descubrieron grandes fugas de capitales, se frenó de inmediato la importación de bienes para la producción y para el crecimiento "clave triunfal", se dijo y se abrió más el mercado internacional, abierto ya con el Tratado de Libre Comercio puesto en marcha el 1 de enero de 1994. Para quienes confiaron en la "tierra prometida" del mercado libre, las deudas contraidas se duplicaron de la noche a la mañana.

Tratando de explicar la situación de crisis, se dio a conocer que en 1994 salieron del país 23 mil 500 millones de dólares. Oficialmente, no se dice a cuánto asciende la fuga de los que en las últimas semanas han buscado asegurar sus riquezas en bancos del extranjero. El Director General del Chemical Bank, John Donelly, declaró el 27 de marzo que en los últimos tres meses han salido de México 30 mil millones de dólares. La mayoría de este dinero era de inversionistas extranjeros. Si éstos no sienten segura sus ganancias en la actual situación financiera de México, más frágil la saben y la sienten los propios mexicanos. Imposible una estabilidad si ésta depende en tan gran medida del capital especulativo del exterior. El espejismo de un crecimiento fundado en el mercado bancario se ha hecho añicos. Pero esto no lleva a cuestionar ni el TLC ni la política de inversiones volátiles.

Paquete de angustia

Sin que la población acabara de reponerse de la sorpresa por la debilidad de la moneda mexicana, el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez, dio el 8 de marzo otra sorpresa, con el propósito de "reforzar" el llamado "Acuerdo de Unidad para superar la Emergencia Económica". Pero el sistema de gesticulación en que se han basado las promesas de prosperidad no funcionó esta vez. La gran habilidad para esconder la verdad entre la apariencia y el secreto no se empleó en esta ocasión. "Hemos vivido semanas de gran incertidumbre, incluso de zozobra. Nos enfrentamos a un panorama sombrío. Los ciudadanos exigen una explicación y respuesta por parte del Gobierno", confesó ese día en cadena nacional de radio y televisión Guillermo Ortiz.

La propuesta es un programa que tiene como metas explícitas recabar mayores ingresos para el gobierno y reducir sus gastos. Esto, a mediano o largo plazo, restablecerá el ritmo prometido de estabilización y crecimiento, pero generará de inmediato ésta fue la confesión explícita carestía, empobrecimiento y desempleo. La justificación es simplemente que "en el pasado" hubo errores que hay que corregir.

La reciente e insegura promesa de un futuro mejor se funda en todo un paquete de medidas, cuyo efecto generalizado ha sido ya el descontento popular y el encarecimiento total de la vida. Con el fin de reducir el déficit comercial y estabilizar a corto plazo los mercados financieros, el programa comporta un aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 10 al 15% y una reducción de los gastos gubernamentales en un 9.8% respecto a 1994. Por esta vía se espera ahorrar 13 millones de nuevos pesos. Si el aumento en un 50% del IVA alarma a todos los consumidores, grandes y pequeños, más inquieta a toda la población el aumento hecho efectivo el mismo 8 de marzo en un 35% del precio del diesel y la gasolina, que quedan sujetos además a un encarecimiento del 0.8% mensual. Se decretó también que el gas y la energía eléctrica aumenten un 20% y un 0.8% adicional cada mes. El transporte por ferrocarril y el peaje en aeropuertos y carreteras aumentarán en un 2.5% mensual.

Un país en bancarrota

Las medidas fueron aprobadas por senadores y diputados y sancionadas con un triunfante aplauso el 17 de marzo por los representantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En la vida diaria muestran ya sus efectos: los alimentos, la ropa y los útiles escolares han disparado sus precios. También hay aumento en los productos que expresamente deben mantenerse sin incremento: medicinas, leche, pan y tortilla. Los fabricantes le están cobrando ilegalmente a los consumidores lo que a ellos les aumentan en el gas, la gasolina y la electricidad. La inflación se ha disparado. Oficialmente se prevé que llegará a un 45% en 1995. (En 1994 fue del 7.05%).

Como los priístas del Senado y de la Cámara de Diputados, los banqueros aplauden las medidas. Aumentaron de inmediato los intereses en un 74%. En consecuencia, las carteras vencidas de campesinos, constructores, medianos y pequeños empresarios, e industriales huleros se ven gravadas de la noche a la mañana por una deuda mayor. Obviamente, cientos se han declarado ya en quiebra. Otros siguen acumulando deudas. Algunos patronos del Estado de Jalisco, por ejemplo, deben al Instituto Mexicano de Seguro Social 250 mil nuevos pesos. Otros, sencillamente, dan de baja en el seguro social a sus empleados y trabajadores. Prometen atender ellos mismos a los posibles enfermos, sin tener que cargar con el pago del seguro y sus impuestos.

Y no son sólo los particulares los que se ven así presionados. También los gobiernos de 10 Estados de la República expresan la imposibilidad de pagar sus deudas. El nuevo Gobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez, declaró el 21 de marzo que "de continuar el incremento de las tasas bancarias, las deudas del gobierno serán, en dos meses, un problema insoluble, y podrían obligar a declarar la quiebra". La deuda pública con que asumió Cárdenas el gobierno del Estado, el 1 de marzo, era de 2 mil 800 millones de nuevos pesos. Mensualmente debía pagar unos 11 millones por intereses y ahora debe pagar más de 100 millones. En parecida situación están los gobiernos de Nuevo León, Sonora, Estado de México.

El Secretario de Hacienda, Ortiz Martínez, declaró el 23 de marzo que "ya veremos cómo", pero que se reestructurarán los adeudos de estos Estados, que en conjunto ascienden a 22 mil 600 millones de nuevos pesos. El Estado no puede quebrar ni declarar una moratoria de pagos. Como compensación a todo este paquete, se autorizó un aumento del 10% en los salarios mínimos y profesionales. "Una burla", "algo ridículo", comentaron los supuestos beneficiados.

Un análisis de la crisis

Más allá de la inculpación que el gobierno del Presidente Ernesto Zedillo le hace a "el pasado", el Doctor en Economía, Juan Luis Orozco Hernández, Rector del Instituto Libre de Filosofía y Ciencia de Guadalajara, analiza el problema en esta forma: "La crisis financiera y cambiaria del 94 95 es el resultado de situaciones estructurales propias de todo modelo capitalista, que naturalmente trae crisis periódicas que se pueden prever, combatir y aligerar, pero no evitar. La crisis es, además, resultado de situaciones coyunturales, debidas a las circunstancias mexicanas y a los modos o malos modos de llevar el proyecto económico.

A nivel estructural, hay que tener en cuenta que las crisis periódicas son intrínsecas a todo sistema capitalista. Su intensidad y periodicidad se deben, entre otros factores, a dos mecanismos de influencia distinta: el efecto multiplicador de la inversión donde la propensión marginal al consumo y al ahorro tienen una fuerte influencia y la acción del principio de aceleración, propio de las inversiones en la producción de bienes de capital. Cuando la propensión marginal al consumo es muy alta lo que es propio de países subdesarrollados y con una pirámide de distribución muy desigual, como es el caso de México , durante varios ciclos económicos el índice de crecimiento y de ganancias es muy alto. Pero después, necesariamente, vienen ciclos económicos, también largos, de desaceleración y honda recesión.

El ciclo continuado de crecimiento da lugar a los llamados `milagros económicos', donde la capacidad de ahorro es pequeña dada la propensión alta al consumo y muy baja al ahorro, lo cual dificulta hacer frente a los ciclos recesivos. En estos ciclos recesivos, con baja y decreciente capacidad de ahorro, es difícil hacer frente a las crisis.

Clinton: muy "generoso"

En tal situación quedan tres caminos posibles, que frecuentemente en otros países, y ahora de modo inequívoco en México, se asumen en forma simultánea: 1) Esperar a que automáticamente el sistema se vaya autocorrigiendo, con un mayor empobrecimiento de los asalariados. 2) Tratar de aumentar las exportaciones a base de salarios más bajos que favorezcan costos de producción más bajos. 3) Conseguir préstamos externos para inyectar dinero fresco al sistema muchas veces y en gran parte sólo para hacer frente a deudas y obligaciones anteriores , lo que traerá necesariamente, al menos en un primer tiempo, inflación y por tanto, menor poder adquisitivo de los salarios.

En esta crisis sólo los grandes capitales, principalmente los que exportan la mayor parte de su producción, son los beneficiados. A nivel internacional, en el capitalismo hay economías centrales y economías periféricas. Son las economías centrales las que, tanto en la bonanza como en la crisis de las economías periféricas, obtienen grandes ganancias".

Un paréntesis aquí en la explicación de Orozco. Fue éste sin confesión explícita el argumento con que el Presidente Clinton se convirtió de inmediato en el promotor de un préstamo internacional a México por 50 mil millones de dólares. Era el momento de la devaluación: no había riesgo de pérdida. Más peligroso sería no ayudar a un miembro del TLC, dijo. Para mayor seguridad, al aprobar para México un préstamo de 20 mil millones de dólares el 21 de febrero, se obligó al gobierno mexicano a aceptar que, en caso de incumplimiento de sus compromisos, le sean requisados los recursos derivados de la exportación petrolera. Petróleos Mexicanos (PEMEX) queda así hipotecado, a pesar de que el 18 de marzo se celebró una vez más la nacionalización del petróleo. El Presidente Lázaro Cárdenas se habrá agitado en su tumba, acordándose de aquella medida que tomó en 1938 para asegurar la soberanía nacional.

La crisis se veía venir

Sigue la explicación de Orozco: "Coyunturalmente, hay que decir que la crisis mexicana no es nueva. Ya desde el 92 el gobierno fue reiteradamente advertido y sabía que una grave crisis se estaba gestando. A inicios del 93 se le recomendaba:

* Una devaluación, que en esos momentos hubiera sido moderada y no tan traumática.

* Desalentar la importación de bienes finales, con el fin de alentar la productividad interna.

* Una política de fomento industrial y agrícola, para reforzar la competitividad, aumentar la oferta interna de productos y reducir presiones sobre el comercio exterior y la balanza de pagos.

* Abatir las tasas de interés. Pero eso suponía controlar a la banca y a los ricos.

* El gobierno no hizo caso. Prefirió seguir endeudándose. Pero yo no puedo estar indefinidamente pidiendo préstamos y trabajando poco para pagar mis deudas. Tenía que venir y vino el colapso.

¿Por qué el gobierno no atendió a tiempo una crisis que se veía venir? A lo que parece, por tres razones:

* Tuvo el temor de perder las elecciones presidenciales del 21 de agosto ya se habían perdido unas elecciones estatales , ante la presión y el desprestigio que pudiera suponer una devaluación necesaria y sus consecuencias.

* En esos momentos, una corrección en el rumbo económico podría haber sido un obstáculo en la pretensión de Salinas de presidir la Organización Mundial de Comercio.

* Se pensó que estabilizado políticamente el país, la inversión extranjera llegaría abundantemente. Se sobrestimó esta expectativa. No se vio o no se quiso ver que, en los últimos años, la mayor parte de la inversión extranjera ha sido más especulativa que productiva.

En síntesis, el capitalismo a la mexicana ha privatizado las ganancias y socializado los costos. Ha enriquecido a unos cuantos y empobrecido a la mayoría, y ahora resulta que todos tienen que pagar la riqueza irresponsable de unos cuantos".

¿Alguna salida posible?

¿Renegociar la deuda? ¿Revisar los compromisos del TLC? Aunque no pocos lo reclaman, el gobierno Zedillo ni siquiera contempla estas hipótesis, por los compromisos internacionales ya adquiridos y por la oposición que tendría en la gran empresa y en la banca.

¿Priorizar, de hecho y no en el discurso, la producción en el campo, en la pequeña y mediana empresa para el consumo nacional? Es lo más urgente y lo más pedido. Pero también la gran empresa nacional se opone. Además, esta medida va contra la política de maximizar la producción para el mercado internacional que promueve el neoliberalismo.

¿Acabar de privatizar lo privatizable, PEMEX en concreto? Los rejuegos políticos insuperables que tal medida provocaría se lo impiden al gobierno, que niega abiertamente esta alternativa. Además, así acabaría de empeñar la soberanía nacional.

¿Buscar de inmediato las soluciones microeconómicas, en lugar de apostar a las grandes soluciones macroeconómicas? Las medidas del último paquete de emergencia promueven lo contrario. Ni siquiera se optó por urgir a que paguen más los que más ganan, mediante un incremento del Impuesto Sobre la Renta. Se eligió, por el contrario, exigir una contribución mayor sobre los productos, aumentando los impuestos a lo que el pueblo consume y vendiendo más caro lo que el gobierno produce, la gasolina y la electricidad. Se eligió controlar a los pobres, que es la solución fácil, pero a la larga inútil. Se descarta de nuevo controlar más a los más ricos.

Queda en el aire la pregunta sobre la validez de nuestro mismo sistema y ronda la amenaza de Coatlicue, tan mexicana. Lo doloroso es que este modelo es el que tantos otros gobiernos de nuestro continente intentan seguir.

Un complot perfecto

Mientras, se multiplica la violencia callejera, los asaltos a comercios y casas particulares, el robo de automóviles. No porque las medidas económicas de marzo hayan producido ya todo su efecto de empobrecimiento. También porque ha sido ineficaz la lucha ciudadana por una mayor seguridad y porque no ha habido un combate efectivo contra la corrupción de la policía y de los miembros de la Procuraduría General de Justicia.

La memoria de los grandes asesinatos de 1994 aviva estos reclamos. El Procurador General de la República, Antonio Lacayo García, promete un esclarecimiento cabal de quiénes fueron los autores intelectuales y materiales de las muertes de Luis Donaldo Colosio Murrieta, Francisco Ruiz Massieu y también del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

El primer aniversario del asesinato del ex candidato presidencial por el PRI, Colosio, el 23 de marzo, estuvo lleno de homenajes y estatuas en su honor. De fondo, estaba lo principal: detenciones que han causado estupor, porque traducen hasta dónde ha podido llegar la corrupción y la impunidad en México.

Nadie acepta ya la tesis, tan publicitada desde el primer momento, de que Mario Aburto Martínez, detenido en el mismo lugar y hora del asesinato de Colosio, actuó solo y por su propia iniciativa. Entre las más de 11 mil hojas y 27 tomos que comprenden las investigaciones, declaraciones, retractaciones, testimonios, contratestimonios en torno al caso, se insinúan dos posibilidades.
La primera, que la enorme confusión y las limitaciones del aparato de inteligencia impedirán llegar al fondo. La segunda es la que explicita el semanario Proceso el 20 de marzo: que se trata de "un complot perfecto, montado sin error hasta en sus más ínfimas piezas, en el que podrían tener responsabilidad penal militantes priístas, 2 Procuradores Generales de la República, 2 fiscales especiales, 15 agentes del Ministerio Público Federal, unos 60 agentes de la Policía Judicial Federal, policías municipales y guardaespaldas oficiosos y oficiales, incluidos 17 selectos elementos del Estado Mayor Presidencial".

Corrupción en la cúpula

Cada día más, la posibilidad de un complot se maneja como la hipótesis más creíble. El punto de arranque fue "la aparición" de un segundo video de los acontecimientos del 23 de marzo/94 en Lomas Taurinas, Tijuana. Por 14 imágenes sucesivas se inculpó y fue detenido el 24 de febrero Othón Cortés Vásquez, el segundo "tirador" que habría victimado a Colosio. Contra tal testimonio arguye su esposa, Juana Valenzuela, al afirmar que Othón no es ni zurdo ni ambidextro, como tuvo que serlo quien disparó "el segundo" tiro mortal, según los peritajes de balística.

Un segundo paso en pro de la hipótesis de un complot se dio el 25 de febrero, al encarcelar al Jefe de la Seguridad de Colosio, Fernando de la Sota. Cinco veces había sido ya interrogado y liberado, con una fianza de 47 mil nuevos pesos, pero ahora es acusado de falsear declaraciones. Lo más dramático ocurrió el 28 de febrero, cuando fue detenido y encarcelado Raúl Salinas de Gortari acusado de ser el autor intelectual de este asesinato, en combinación con Manuel Muñoz Rocha, diputado del PRI prófugo hasta hoy. El 15 de marzo se implicó más a Raúl Salinas, al presentarlo como "protector de narcos", concretamente de Juan García Abrego, Jefe del llamado Cartel del Golfo, buscado por el FBI.

Las sospechas, más que las pruebas, insinúan una posible implicación en estos asuntos de otros altos personajes de la cúpula gubernamental y de la cúpula priísta. Desde Estados Unidos se denunciaba lo que, aún sin pruebas, se experimenta nacionalmente como cierto: el Subsecretario para Asuntos Internacionales de Narcotráfico, Robert Gelbard, "alabó los esfuerzos del régimen de Zedillo y precisó que gracias a ellos se conocen esos problemas", pero destacó que hay nuevas evidencias sobre corrupción de "alto nivel" en el gobierno del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Quien fuera el coordinador de la estrategia en la campaña electoral de Colosio, el actual Diputado del PRI, Samuel Palma César, acepta la hipótesis del complot, se felicita al ver que "estamos en el camino correcto para llegar a conocer la verdad" y contra su pretensión, puso a circular de nuevo la primera versión sobre el posible móvil del asesinato: el PRI tenía que desaparecer a Colosio porque 15 días antes del crimen, el 6 de marzo, prometió públicamente una reforma política que asegurara la separación del Partido y el Estado, tras 66 años de aplastante matrimonio entre PRI y Gobierno.

Salinas se va

Palma rechaza esta versión, al afirmar que no hubo ruptura alguna entre el candidato Colosio y el Presidente Salinas, que con su poderoso dedo lo designó. Ni entre Colosio y el PRI, que lo apadrinó. Pero las sospechas públicas y populares sacan sus propias conclusiones a partir de la acusación y detención de Raúl Salinas de Gortari. Porque nadie puede olvidar que Raúl es hermano de Carlos, Presidente a la hora del asesinato. "Nada se hace en México sin el beneplácito del Señor Presidente" es un aforismo casi inapelable en la política nacional.

De esto quiso defenderse el mismo Carlos Salinas de Gortari, al reclamar por televisión, el día 28 de febrero media hora después de que se hizo pública la detención de su hermano que la Procuraduría General de la República declarara, sin ambigüedad, que no hubo de parte de él ningún encubrimiento y que, por el contrario, él había dado todo su apoyo en la investigación del fiscal especial en el asesinato de Colosio. No mencionó a su hermano, pero sí aprovechó la ocasión para exigir que se reconociera que la devaluación de diciembre era un error del actual gobierno, no imputable a "errores del pasado".

Impaciente por no recibir ninguna respuesta, el 2 de marzo Carlos Salinas de Gortari se declaró en ayuno total "mientras no se aclaren estos temas". Ernesto Zedillo elogió la gestión presidencial de Salinas, se manifestó orgulloso de haber sido su colaborador, pero negó que hubiera manchado la imagen de su antecesor: "Eso no lo hice yo, sino el propio hermano del ex presidente, Raúl".

El pacto tradicional en el sistema mexicano la no intervención en política del Presidente saliente quedó roto. "Como en tiempos de Lázaro Cárdenas y Plutarco Elías Calles", fue en esos días el comentario generalizado. Como entonces Elías Calles, está ahora Carlos Salinas fuera de México. Para dar clases, ofrecer sus servicios en donde haga falta, afirma. para librarse de la justicia y gozar la riqueza que acumuló y por la que debiera ser sometido a juicio público, corrigen miembros de otros partidos y movimientos cívicos.

El rejuego, inicialmente originado para esclarecer el caso Colosio, se complicó con implicaciones similares en el caso Francisco Ruiz Massieu. En este proceso fue acusado Mario Ruiz Massieu de haber obstruido la investigación y búsqueda de los culpables de la muerte de su hermano. De hecho, fue llamado a declarar el 1 de marzo. Exculpado, salió de México, pero fue detenido sorpresivamente el 3 de marzo en Estados Unidos por haber mentido en la declaración aduanal del dinero que portaba: 50 mil dólares. La detención se logró se dice por la colaboración entre el FBI y la Procuraduría General de la República. Hoy se le acusa también de "enriquecimiento inexplicable": sus cuentas en bancos de Estados Unidos suman más de 7 millones de dólares.

Un barril sin fondo

En ninguno de estos dos casos hay nada definitivo. Menos aún en lo que se refiere al asesinato del Cardenal Posadas, aunque su sucesor, el Cardenal y Arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval, ha presentado ya según dice la prensa las pruebas necesarias. Lo que sí ha quedado claro ante todos es que la corrupción está metida por todos lados y que la impunidad se ha prolongado durante demasiados años. La promesa del Presidente Zedillo, el 12 de marzo, de que eso se acabó, fue recibida con incredulidad. Y con miedo: "¿Cuántos más implicados podrán descubrirse?" "¿Quién puede confiar en los guardianes del orden y la justicia si parece que se abre un barril sin fondo de pura m...?"

Chiapas: ¿la paz?

A punto de iniciar un diálogo que no se avizora fácil, un repaso a los cíclos de esta otra crisis nacional. El trabajo que hizo quien fuera el primer Comisionado para la Paz en el conflicto de Chiapas, Manuel Camacho, quedó sin efecto alguno. Tras el asesinato de Colosio, el EZLN respondió que el pueblo indígena consultado rechazaba por 97.88% de votos lo propuesto en la ronda de diálogo tenida entre el 21 de febrero y el 2 de marzo del 94. Nada logró de hecho el segundo Comisionado, Jorge Madrazo, en medio de un proceso electoral que absorbía al país.

Desde el 12 de enero de 1994 el ejército mantenía un cerco en torno a la zona ocupada por el EZLN, mientras múltiples acusaciones llegaban, a través de diversos centros, protestando por la violación de derechos humanos en que incurría el ejército.

Los llamados coletos comerciantes, terratenientes y "ricos" de Chiapas se mantenían en lucha contra las demandas indígenas y en condena y persecución del EZLN, a la vez que luchaban para que Don Samuel Ruiz, Obispo de San Cristóbal y mediador en el diálogo, fuera removido de su sede.

La opinión pública y múltiples organizaciones cívicas y políticas avalaban las demandas del EZLN y urgían a un verdadero diálogo. Como un vínculo abierto para el futuro quedó en pie siempre la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI), presidida por Don Samuel. El pueblo todo del Estado de Chiapas se dividió a causa de los comicios para elegir Gobernador. Unos en favor del seguro "triunfador" del PRI, Eduardo Robledo y otros contra él, apoyando a Amado Avendaño. Al final, y a partir del mismo día 8 de diciembre, dos gobernadores y dos gobiernos: Robledo, el oficial y Avendaño, "en rebeldía".

Al asumir el cargo de Presidente el 1 de diciembre de 1994, Ernesto Zedillo declaró: "Estoy convencido de que es posible lograr en Chiapas una nueva negociación. No habrá violencia por parte del gobierno,y confío que tampoco la habrá de parte de quienes se han inconformado". Daba así esperanzas a quienes esperaban una respuesta a las demandas del EZLN y del pueblo indígena del Estado de Chiapas. No los llamó ni "criminales" ni "terroristas", sino "inconformes". Como paso inmediato, el 15 de diciembre Zedillo propuso una Comisión Plural Legislativa, integrada por senadores de cuatro partidos. El 15 de enero logró que el Subcomandante Marcos se reuniera en la sierra chiapaneca con el Secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma.

El 19 de diciembre el EZLN rompió el cerco militar del ejército, queriendo mostrar que no había renunciado a su capacidad para la lucha armada. Propuso después de su prueba de fuerza que la CONAI intermediara en el conflicto. El 5 de febrero, en el aniversario de la Constitución, Zedillo lanzó un ultimátum al EZLN. El 9 de febrero, el ejército se movilizó hacia el territorio ocupado por el EZLN. La Procuraduría General de la República anunció haber identificado a Marcos como Rafael Sebastián Guillén Vicente y dio orden de aprehensión contra él y otros dirigentes zapatistas, por los delitos de "sedición, motín, rebelión, conspiración, terrorismo, portación de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas, provocación de un delito y apología de éste o de algún vicio".

La reacción nacional no sólo fue de sorpresa. También de protesta por la movilización militar contra lo prometido el 1 de diciembre , y de incredulidad ante la supuesta identidad del Subcomandante Marcos. El 11 de febrero los tres Cardenales mexicanos se reunieron con el Presidente Zedillo, el Secretario de Gobernación Moctezuma y el Procurador General de la República Lozano Gracia. Se les "informó" de las acusaciones contra Don Samuel Ruiz y escucharon explicaciones. Aunque quedaron desmentidos los posibles cargos, el rumor de que el Vaticano le pide la renuncia sigue circulando, sin confirmación alguna. Con el argumento de que la Iglesia no debe entrar en la política, el Embajador del Vaticano en México, Monseñor Prigione, se muestra como el más opuesto a la intermediación de Don Samuel.

Marchas, manifestaciones, desplegados en los diarios, intervenciones de múltiples grupos y organizaciones nacionales e internacionales se multiplicaron por todo el país. Todos, urgiendo a que cese la agresión del ejército y se retome el camino del diálogo y la negociación. El 14 de febrero, Eduardo Robledo pide licencia virtual renuncia como Gobernador de Chiapas. Desaparece así un punto de tensión. Pone una condición, que de hecho no ha sido tenida en cuenta: que junto con él renuncie Don Samuel a su diócesis y a su intermediación.

El 22 de febrero, el Presidente plantea una ley para la paz, que incluye amnistía para "los prófugos". El 5 de marzo, el EZLN rechaza la iniciativa pacificadora tal como la propone el Presidente y los legisladores dan por válidas las objeciones de los zapatistas al proyecto de ley. El 8 de marzo el Senado aprueba la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas. El 16, el EZLN acepta reiniciar el diálogo sólo epistolarmente. El 29 de marzo, los zapatistas aceptan iniciar el diálogo y proponen como posibles sedes la Basílica de Guadalupe, la Catedral Metropolitana, la Universidad Nacional Autónoma o la sede de la ONU. Los cuatro lugares, en la capital mexicana. Plantean cinco puntos de agenda: 1) Acuerdo de una tregua estable y duradera que aleje el peligro de un choque armado. 2) Discusión de temas políticos, sociales, culturales y económicos a nivel nacional y estatal. 3) Acuerdo regional de conciliación. 4) Acuerdo de cese de hostilidades. 5) Participación política y social del EZLN y de sus miembros.

Todo en suspenso

Ningún proceso de esta crisis nacional ni la debacle económica ni las investigaciones sobre los crímenes ni el conflicto en Chiapas ha concluido. Todo está en suspenso y las críticas al Presidente Zedillo se hacen cada vez más duras y abiertas.

El PRI muestra fuertes fisuras internas. El Partido Acción Nacional más unificado, y triunfador total en las elecciones para Gobernador, Diputados y Alcaldes del Estado de Jalisco el 12 de febrero es visto ya como vencedor en las elecciones en Guanajuato y Yucatán. Su política económica a pesar de la deuda con que reciben las arcas de los Estados en que ganan no cuestiona, sino avala, las medidas del Gobierno Federal. En el Partido de la Revolución Democrática también hay fisuras: los divide la opción de colaborar o de oponerse abiertamente a Zedillo.

Crece la demanda para que el país vuelva a ser un verdadero régimen federal y no centralista, como lo ha sido por más de 66 años. Y crece el anhelo de poner punto final al presidencialismo omnipotente y omnipresente.

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